El «predicador» y «camarón» son dos de los robots agrícolas más modernos se están desarrollando en Australia. Investigación en los campos de manzanos y otros cultivos, sus responsabilidades incluyen comprobar si el fruto está maduro, o si los árboles necesitan riego o fertilizantes.
El objetivo es satisfacer las necesidades de los países asiáticos en rápido crecimiento vecinos, donde la clase media creciente que buscan una mayor y mejor calidad de los alimentos. “Adopción de la nueva tecnología será importante para mantener la competitividad de la agricultura internacional de Australia. Si no se adoptan nuevas tecnologías, debemos dejar a un lado nuestras ambiciones para convertirse en el “plato de comida” de Asia “, dice en Lucas Matthews, director del Commonwealth Bank of Australia, dijo a Reuters.
El Camarón Mantis y desarrollado en la Universidad de Sydney, por Salah Soukariech, profesor de Robótica y Sistemas Inteligentes. Como él dice, la siguiente fase de robots (después de las funciones “simples” como la recolección de homing) es hacer cada vez más complejas tareas como el riego y la cosecha.
“Hemos equipado con una variedad de sensores, visión sofisticada, láser, radar, etc, incluyendo GPS y sensores térmicos “, dice en el Soukariech. Estos instrumentos pueden ser utilizados en la horticultura (el tercero más grande del sector agrícola en Australia). Ensayos exitosos de un avión no tripulado robot de la Universidad de Sydney han hecho bien en una granja de almendra, en Victoria. El Soukariech robot capaz de reconocer muchos colores, por lo que pueden “entender” lo que la fruta está madura.
A continuación, los algoritmos “inteligentes” determinar la siguiente acción del robot: el uso de fertilizantes o pesticidas, limpieza, recolección, etc Cada vez son más los agricultores australianos utilizan sistemas aftokatefthynsis en las máquinas de corte y pulverización de ellos (el 67% de los que respondieron la encuesta de Cereales Investigación y Desarrollo Corporation en 2011, mientras que en 2008 la cifra fue de 47%).
Sin embargo, aún existen obstáculos para el uso posterior de la tecnología, empezando por el costo de la compra y el alquiler de sistemas sofisticados, y el lento crecimiento de los gastos en investigación y desarrollo en este campo.