(Fotografía 1.-
Un Hombre Verde en el centro de Santiago de Chile. Fotografía de Sergio Fritz)
Nuestra ciudad aun esconde secretos relacionados con el Hermetismo, los cuales solo se muestran a los ojos del buen observador y conocedor de esta auténtica gnosis espiritual.
Podría parecer extraño constatar acá, en el fin del mundo, la presencia del Green Man (Hombre Verde), el que sin embargo se encuentra con tanta fuerza en países como Francia, Alemania, España e Inglaterra Y, sin embargo, si consideramos la información que proveeremos a continuación podremos comprender que sí tiene lógica y sentido.
1.- EL HOMBRE VERDE. ESENCIA Y SIMBOLISMO
Previamente se exige saber quién es y qué representa el Hombre Verde. Para resumir, es la expresión de la vegetación, de la primavera, de la vida que renace. Su simbolismo es muy rico y nos habla de los ciclos de la naturaleza, especialmente de la explosión del verdor, del surgimiento de las cosas. Se lo representa como una cabeza generalmente masculina ataviada con hojas o en otras ocasiones como un rostro que vomita ramas.
El Hombre Verde consta de difusión universal. En la India se lo conoce como Varuna. En la mitología celta es llamado Cernunnos. Silvano, en la Roma antigua. Dentro del judaísmo la presencia de Elías tiene algunas características que nos recuerdan al Green Man, como por ejemplo la inmortalidad. Es posible que la imagen de Baco (dios no solo del vino sino de la agricultura) como la de Pan se relacione con el Hombre Verde. En efecto, así lo parece demostrar su carácter festivo, su residencia en los lugares boscosos, y la virilidad que se le asocia (no se olvide que verde proviene de la raíz vir, de donde se extraen palabras como virya, viril, etc.). El Hombre Verde es conocido en Francia como “le feuillou” y en Alemania como “der blattqesicht”.
(Fotografía 2.
Cernunnos prototipo del Green Man, en el caldero de Gundestrup. Dataría del s.II A.C)
En el mundo islámico, donde hallamos muchas representaciones y relatos sobre este ser, es conocido como al-Khadir, al-Khezr o al-Khidr (que se traduce como “el Verdeante”, lo que lo asimila de inmediato con el Hombre Verde). Se lo presenta como santo o profeta. Es un maestro y es uno de los pocos inmortales.
Al-Khidr es desde una perspectiva esotérica el maestro de los sin maestros. Al ser un afrad es un solitario (lo que precisamente significa aquella palabra árabe). Y es el de mayor rango entre los afrad. El célebre shaykh murciano Ibn Arabi ha referido este carácter, dejándonos un valioso testimonio de sus encuentros con él. Se cree que cuando no hay posibilidades de encontrar un maestro y si el estudiante está lo bastante avanzado la Providencia, a modo de compensación, le otorga la posibilidad de tener un encuentro con al-Khidr. Se lo simboliza como un anciano vestido de verde cerca de un manantial, que es la fuente de agua eterna.
Cabe destacar el simbolismo polar de al-Khidr. Se lo vincula con la montaña Qaf. Nuestro amigo Alain Santacreu escribió en un brillante trabajo algo que nos parece iluminador: “Esta semejanza entre Varuna y Khadir es más obvia si se considera que el reino del profeta se sitúa en el extremo norte, es decir en la Tierra del Jabalí («Varâhi » en sánscrito), que es la Tierra de la Tradición Primordial, la Tierra Sagrada Polar. En efecto, la raíz «var», por el nombre del jabalí, se encuentra en las lenguas nórdicas bajo la forma de «bor»; «Varâhi» es entonces «Boreas»”(1).
(Fotografía 3.
Khidr – el verdeante – de la tradición islámica)
Fulcanelli al hablarnos sobre “el hombre de los bosques” nos ha escrito acerca de la naturaleza del Green Mandesde una visión alquímica. En “Las moradas filosofales” lo describe como un loco, un peregrino y algo que nos permite relacionarlo con al-Khidr: “Es él, ese licencioso, quien representa para nosotros el miste antiguo (del griego Muδτηζ, jefe de los iniciados)” (2).
Y más abajo: “Pues el loco, emblema humanizado de los hijos de Hermes, evoca aún el mercurio mismo, única y propia materia de los sabios” (3).
Para terminar, digamos que en un contexto cristiano también hallamos símiles, especialmente en la figura de San Jorge y otros santos. Entre ellos, uno que guarda plena relación con nuestra ciudad y del cual poco se ha investigado: Santiago el Verde. Pronto hablaremos de él.
2.- LA CIUDAD DE SANTIAGO Y EL HOMBRE VERDE. NOMBRE Y RELACIONES SUTILES.
Sabido es que el nombre original de la capital chilena es Santiago del Nuevo Extremo. Se trata de un homenaje dado por los conquistadores españoles a Santiago Apóstol, a quien se creyó ver espantando en batalla a los indios.
El nombre Santiago tiene un sentido esotérico. Su origen sería San Yago o San “Jacques”. Yago, Yug, Jacques…. No olvidemos que Yug era una divinidad céltica que tuvo presencia en Francia y España. El camino de Santiago que recorren los fervorosos católicos no sería otra cosa que una peregrinación a lugares de clara significación pre-cristiana. Y a propósito de peregrinación, no se olvide que según la leyenda, Santiago habría sido un gran viajero, pues habría ido de la vieja Palestina a España. Y curiosamente uno de los apodos de Mercurio es peregrino. Khidr es por su parte el caminante por antonomasia en el mundo islámico. De allí que se le considere el patrón de los viajeros. Por otro lado, es Santiago de Compostela -el lugar de término del peregrinaje-, donde se encuentra más cantidad de representaciones del Hombre Verde, especialmente en su catedral, lo cual nos permite relacionar otra vez el simbolismo de Santiago con el Hombre Verde (4).
Ya insinuamos que el culto de Santiago el Verde no es más que una manera de pervivencia en tierras hispánicas del Hombre Verde. Desarrollemos ahora la idea. En efecto, Santiago el Verde tiene por festividad el día primero de mayo, lo cual nos recuerda las celebraciones paganas originadas este mes.
Lope de Vega en su comedia “Santiago el Verde” registra este culto:
“¡Oh, mayo! Una hermosa maya
Vaya sin vaya conmigo,
Quién dice que este no es
Santiago el Verde y sus flores,
No tengo dicha en amores,
Cuéstele mucho interés
Y no de arrayán alegre”
El verde, la belleza, la mujer, la vegetación, el amor y la alegría son palabras que se relacionarían con la fiesta de Santiago el Verde y el mes de mayo.
La celebración del primero de mayo (5) se efectuó en Madrid muy especialmente durante los siglos XVI y XVII. Se realizaba una peregrinación donde había comida, bailes, cantos hasta el amanecer y donde se daba la ocasión de encuentros amorosos. Las mujeres iban bellamente vestidas y portaban flores. Era la fiesta de la primavera, la cual se celebrará en Chile y que hacia el primer centenario de la República adquiere popularidad gracias a los esfuerzos de la Universidad de Chile y su Federación de Estudiantes y que se propagó por todo el país (véanse las interesantes fotografías de la fiesta de la primavera en la ciudad de Los Andes incluidas en este video:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=6FCWlkApsD4[/youtube]
“En la mentalidad popular española, mayo es concebido como el mes del esplendor de la vegetación, de las fiestas y del amor, que en su transcurso se unen, se confunden y se complementan intercambiando sus atribuciones, así los vegetales se transmutan en símbolos amorosos y los amores pasan a ser símbolos de esplendor vegetal. En las distintas regiones de España se celebran fiestas que representan este mes a través de distintas figuras, ligadas sin embargo entre sí por la denominación común de «mayo»: un árbol, un pelele, un chico vestido de flores, y una muchacha también llamada la «maya», rodeada de otras muchas jóvenes. El carácter doble de las fiestas de mayo lo manifiesta la costumbre de que los novios adornen las casas de sus novias con ramos y flores y en las bodas simbólicas que tienen lugar entre los denominados «mayos» y «mayas»”(6). Maya es también la mujer joven o incluso niña que en esta festividad es vestida de novia para recibir dinero de los que asisten a la romería.
(Fotografía 4.
Interesante representación del Hombre Verde. Compárese con el chileno, de la fotografía 5)
Desde una perspectiva alquímica mayo es el mes donde se recoge el rocío, que para algunos es el componente de una sal y para otros un disolvente. Más allá de ambas posturas, el rocío es uno de los recipientes naturales delSpiritus Mundi (Espíritu del Mundo) y que consiste en una sustancia celestial que en su bajada a nuestro mundo se ha ido enriqueciendo con la fuerza de fenómenos atmosféricos y astrológicos. Pero, además, no olvidemos que la mitología nos enseña que Maya es la madre de Hermes o Mercurio. Por tanto, es en mayo donde deben empezar los trabajos tendientes a la obtención del mercurio filosofal, toda vez que en esa época la vida está surgiendo con fuerza imbatible.
Así, para resumir podemos hallar algunas interesantes relaciones entre la capital chilena y el culto al Hombre Verde:
a1) El Hombre Verde es Santiago el Verde. Y el nombre de nuestra ciudad es Santiago.
b2) Santiago apóstol fue homenajeado en Chile y la capital fue nombrada Santiago en su honor.
c3) La peregrinación a Santiago de Compostela finaliza en la catedral de dicha ciudad. Allí podemos encontrar gran cantidad de representaciones del Hombre Verde.
d4) Mayo es el mes que da inicio a la primavera en el hemisferio norte. En Chile esto se realizaba lógicamente en la primavera del hemisferio sur, a través de la fiesta de la primavera. En Santiago de Chile ha existido la fiesta de la primavera, que nos vincula así con las antiguas festividades paganas de renacimiento y simbolismo vegetal, materias vinculadas con el Green Man.
e5) En el mes de mayo hasta hoy día es celebrada la peregrinación o festividad del Cristo de Mayo, con motivo del terremoto del 13 de ese mes de 1647, que arruinó prácticamente a toda la ciudad y por tanto al templo de San Agustín, incluso el techo y los muros, salvándose una imagen de Jesús crucificado realizada por el fray Pedro de Figueroa,..
6) Aun cuando hoy quedan pocas, el Hombre Verde ha tenido interesantes representaciones en la arquitectura santiaguina.
Y es acerca de este último punto que deseamos escribir a continuación.
3.- REPRESENTACIONES DEL HOMBRE VERDE EN LA CAPITAL DE CHILE
La espantosa destrucción del patrimonio arquitectónico llevada a cabo las últimas décadas, los terremotos y los incendios nos han privado no solo de contemplar edificios con estilos de notable belleza e historia sino que además de poder contar con mayores elementos que nos acerquen a la influencia del saber hermético en nuestra ciudad.
¿Cómo no recordar por ejemplo el retablo que se hallaba en el frontispicio del inmueble destruido para levantar un edificio y que estaba en la esquina de calle Franklin con Gran Avenida José Miguel Carrera, que mostraba un exquisito simbolismo referido a la extracción del rocío, material tan caro para la elaboración de una de las sales en la Gran Obra? O, ¿cómo no lamentar los innumerables deterioros que ha sufrido la Casa de los Diez, ubicada en calle Santa Rosa y próxima a la Alameda Bernardo O´Higgins, verdadera morada filosofal?
Por tanto, no es de extrañar que muchos materiales idóneos que pudieran demostrar mejor nuestra tesis hoy se hayan perdido para siempre.
A pesar de ello, algo hemos podido recopilar y fotografiar desde fines de los años 90.
En primer lugar en Almirante Barroso 260 hallamos uno de los más interesantes Hombres Verdes santiaguinos. Su rostro es de un hombre de edad, barbudo y con bigotes. Posee hojas como cabellera, pero aquéllas son tan particulares que también parecen cuernos, teniendo uno de ellos la forma de un hipocampo. Es ciertamente Cernunnos y Bafomet. Tiene a modo de corona 5 cabellos levantados y sobre estos un objeto que no es fácil de reconocer pero que parece poseer ruedas y ser algo para hilar, amasar o arar. El rostro es sereno y muestra dignidad.
(Fotografía 5.
El Hombre Verde de Almirante Barroso 260. Fotografía de Sergio Fritz)
(Comparación del Hombre Verde de Almirante Barroso 260 y uno europeo. Además del aspecto floral, nótese el parecido especialmente en lo que son las barbas, el tipo de orejas, lo que sería la corona y el rostro)
En la misma calle y a poca distancia se encuentra otro Hombre Verde. Nos referimos al de la casa ubicada en Almirante Barroso 250. Es este un rostro algo angelical, poco nítido, tal vez infantil. Mientras el anterior mira directamente, esté observa hacia lo alto. Rodeado el rostro por lo que serían ramas inmensas no contiene mayor simbolismo.
(Fotografía 6.
Hombre Verde ubicado en Almirante Barroso 250. Fotografía de Sergio Fritz)
En calle Santo Domingo hay una gran casa, que comprende dos números: 1688 y 1690. Entre otras curiosidades arquitectónicas se encuentra un Hombre Verde… ¿o tal vez una Mujer Verde? Está repleta de hojas y su forma nos recuerda bastante a otros Green Mans que se hallan en Europa, por lo cual no es una figura tan original como sí lo es la primera que hemos estudiado. De todas maneras, expresa muy bien lo que es un Hombre Verde: simbolismo floral y abundancia vegetal.
(Fotografía 7. El Hombre Verde de calle Santo Domingo.
Fotografía de Sergio Fritz)
(Fotografía 8. El Hombre Verde de calle Santo Domingo. Acercamiento.
Fotografía de Sergio Fritz)
4.- TÉRMINO DEL RECORRIDO
Aunque tal vez este artículo sea solo una aproximación al estudio de la presencia del Green Man en la capital chilena, esperamos con ella dar inicio a la vez que incentivar el análisis de un rico símbolo. También es nuestro deseo propender con trabajos como el que se ha leído a los estudios esotéricos, especialmente del patrimonio nacional y relacionarlos con lo universal. Pues es Hombre Verde no es privativo de una región del mundo ni de una tradición espiritual particular. La abundancia, la vida y la naturaleza deben ser valores planetarios.
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