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La Torre de Babel, mucho más que una leyenda bíblica

La Torre de Babel es una ilusión bíblica, pero constituye la fábula que relata el orgullo y soberbia del hombre, y de un dios iracundo, tal vez vengativo. Esta edificación clave en la Biblia, lo es también para el inicio de la difusión de lenguas en medio de un mar de confusión y el fenómeno llamado comunicación.

La Torre de Babel, mucho más  que una leyenda bíblica

Solamente una vez fue mencionada en la Biblia, un libro considerado ‘sagrado’ por muchas instituciones y sociedades como la Iglesia Católica, Testigos de Jehová y hasta por la Francmasonería; es la leyenda de la Torre de Babel.

La Torre de Babel debe su nombre al verbo ‘balbál’ que significa confundir; Babel es el lugar en donde Yahvé confundiría a los hombres al ejercer sobre éstos el poder de que hablaran lenguas diferentes. El hecho provocaría la dispersión de los seres humanos sobre la Tierra en grupos o tribus.

La tradición cuenta que en un principio sobre la Tierra, sólo se hablaba un único idioma, entendiendo que éste era de carácter universal. Los hombres (supuestamente del pueblo hijo de Noé) habían emigrado a Oriente, encontrando la llanura deSenaar, estableciéndose ahí. Fue entonces cuando empezaron a planear la edificación de una ciudad y de una torre que fuera muy alta, que pudiera tocar el cielo y que los hiciera famosos.

Para la gran edificación realizaron ladrillos y no ocuparon piedras como se acostumbraba, utilizando betún en vez de argamasa; cocieron los ladrillos al fuego y empezaron la construcción de la torre. Era un acto de ambición y soberbia, de querer pasar sobre su dios, Yahvé.

Yahvé, el dios de los hombres terrenales y creador del universo, descendió a Senaar; parecía estar muy enojado. Observó la torre aún sin terminar y dijo: “He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua, siendo este el principio de sus empresas. Nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje, de modo que no se entiendan los unos con los otros”.

En ese momento se interrumpió la construcción de la torre y la ciudad, Yahvé había desatado su furia confundiéndolos con diferentes lenguas. Les demostró que nadie tenía más autoridad que él.

¿Por qué sé llamó Torre de Babel? La palabra Babel tiene una etimología clara y concisa. Deriva del verbo hebreo ‘balbál’ y que significa confundir. Por esa razón a la torre se le nombró así, pues sería ahí donde Yahvé confundiría las lenguas de todos los hombres del planeta y los esparciría sobre éste.

La Torre de Babel representa la difusión de las más de 7000 lenguas existentes en el mundo y el inicio de la comunicación como un fenómeno humano persistente hasta la actualidad. Involucra también el pecado de la soberbia de querer ser como Dios e invita a divagar la opción de que nos encontremos ‘gobernados’ por un dios vengativo.

En otra definición etimológica, Babel significa ‘Puerta de Dios’.La torre es helicoidal y dibuja un camino entre la realidad y concreto (la tierra), y lo trascendente y utópico (el cielo). La leyenda de Babel se encierra en una metáfora que significa la curiosidad del hombre por conocer a Dios.

La Torre de Babel es la cuna de la comunicación, un mundo de controversia lingüística y VAVEL.com, el proyecto iniciado por Javier Robles en el año 2009, debe su nombre a ella en un pequeño homenaje a esta mítica edificación utópica que los hombres construyeron para tratar de alcanzar el cielo. La Torre de Babel es mucho más que una simple leyenda.

http://www.vavel.com/es/historia/272806-la-torre-de-babel-mucho-mas-que-una-leyenda-biblica.html

¿Por qué tantas versiones de la Biblia?

¡Si no es la Reina Valera del 1960 no es palabra de Dios!
Así he escuchado a mucha gente decir; y ante la realidad de que hoy puedes ir a cualquier librería y conseguir un sinnúmero de distintas versiones de la Biblia, algunos y algunas toman posturas como: son buenas, pero la verdadera es la Reina Valera; o, prefiero esta a la Reina Valera; o, una de las más recientes que he escuchado: la Reina Valera es palabra de Dios, las demás son biblias satánicas… La realidad es que no creo en ninguna de las afirmaciones anteriores.
La Reina Valera del 1960 y la Biblia de Jerusalén católicas son, probablemente, las versiones clásicamente aceptadas dentro de las iglesias. Debo comenzar por afirmar que, para quienes estudiamos el texto en su idioma original, está claro que son excelentes traducciones, con un intento de acercarse lo más posible al idioma en que fue escrito, con todo y lo difícil que es esto. Sin embargo, hay algunas razones de peso por las cuales recomiendo otras versiones de la Biblia. Aquí voy a exponer breve y básicamente tales razones.
La primera tiene que ver con el lenguaje. La Reina Valera del 1960 fue escrita en un idioma poético, castellano de la década del 60. Ese no es el idioma cotidiano nuestro. ¿Alguien se levanta y piensa: ¡qué bienaventurado soy por levantarme hoy! O, le daré un buen ósculo a mi pareja. O, la concupiscencia me está afectando hoy… ¡Claro que no! Pues las versiones modernas han hecho el trabajo de traducir la Biblia a un idioma más cercano a nosotros y nosotras, y por lo tanto, más entendible. Me parece que hacer accesible las Escrituras a todos y todas debería ser una razón de peso para un cristiano o cristiana.
La segunda razón es más compleja, y tiene que ver con las diferencias que, probablemente te has percatado, que hay entre la Reina Valera y las otras. Intentaré explicarlo de una manera bien sencilla. Me limitaré a hablar del Nuevo Testamento, para no complicarnos mucho. Originalmente fue escrito en griego casi todo. Desde la década del 50 hasta principios del segundo siglo d.C. probablemente. No tenemos hoy los manuscritos originales que escribieron los autores, solo tenemos copias o manuscritos.
En el siglo IV Jerónimo tradujo el texto de griego a latín, y el AT del hebreo y arameo al latín, en la traducción conocida como la Vulgata Latina. Esa fue la traducción que utilizó la Iglesia hasta el siglo 16. En ese siglo, un hombre llamado Erasmo presenta su traducción de la Biblia a su idioma original, o sea en el caso del NT, al griego. ¿Cómo lo hizo? Utilizó unos manuscritos en griego que tenía, aunque incompletos, del siglo 10 y 12 d.C. Lo que no tenía en los manuscritos, por ejemplo el libro de Apocalipsis, lo traduce directamente de la Vulgata Latina, o sea del latín al griego nuevamente. Esto implica traducción de traducción, lo cual plantea de por sí un problema. Esta traducción de Erasmo, por lo tanto, no está libre de «latinismos» por la influencia de la versión en latín, la Vulgata Latina. ¿Han notado que en Juan 1:1 no aparece el Verbo, sino la Palabra en las versiones modernas? Esto es por lo que estamos hablando. El término griego «logos» se traduce principalmente como palabra, no como verbo. ¿Por qué aparece como Verbo en la Reina Valera? Muchos pensamos que es un latinismo. En latín, palabra es verbum, y se tradujo a español como verbo, en vez de palabra. Las Biblias modernas corrigen eso, y esto es solo un caso.
Bueno, la traducción de Erasmo al griego se conoció como el «textus receptus» y fue el texto oficialmente utilizado por la Iglesia desde ahí en adelante. Cuando Casidoro de Reina y Cipriano Valera traducen la Biblia al castellano se basan en dicho «textus receptus».
¿Y las versiones modernas? No.
Las versiones modernas no se basan en el texto de Erasmo, sino en lo que se conoce como el texto crítico.
¿Qué es esto?
Resulta que en los últimos años se han descubierto manuscritos o copias del texto bíblico más antiguos que aquellos del siglo 10 y 12 en griego que Erasmo tenía en la mano. Tenemos fragmentos de manuscritos en un material llamado papiro que datan del siglo 2 d.C. y siglo 3 d.C. Y tenemos manuscritos en piel llamados códices del Nuevo Testamento casi completo del siglo 4 y 5. Los más importantes los han llamado Códice Vaticano, Códice Sinaítico y Códice Alejandrino. Los estudiosos y estudiosas del texto se percataron de diferencias entre los textos más antiguos y los más tardíos. Esas diferencias eran mínimas, pero en ocasiones, pueden implicar un cambio significativo en el sentido final del pasaje. De esa manera nace el texto crítico. Este intenta reconstruir lo que debe haber sido el texto original hipotético utilizando las copias más antiguas que tenemos a la mano.
¿Hace sentido que mientras más antigua la copia, más validez debe tener?
En la antiguedad no habían fotocopiadoras ni imprenta, la mayoría de los errores se deben a accidentes de los escribas de los manuscritos. Por tal razón, mientras más antigua la copia, más valiosa. Las versiones modernas de la Biblia utilizan el texto crítico para sus traducciones y de ahí las diferencias con la Reina Valera, por ejemplo.
¿Te interesa saber algunas de las diferencias más importantes y porqué entre el textus receptus y el texto crítico? Déjame saber…

http://lamentededioseldesafio.blogspot.com.es/

El silencio del Vaticano sobre el embajador gay de Francia

Francia parece empeñada en no retirar su propuesta de embajador ante el Vaticano.

El papa Francisco se enfrenta a una prueba de fuego sobre su aceptación de los homosexuales.

El Vaticano lleva tres meses sin responder a la propuesta de nuevo embajador de Francia, Laurent Stefanini, un diplomático veterano que es abiertamente gay.

Normalmente las aceptaciones suelen llegar un mes después de su presentación.

En 2014, el Papa sufrió un revés después de que el sínodo de la Iglesia Católica abandonara un plan para una mayor aceptación de los homosexuales.

El Vaticano tampoco ha respondido a las informaciones que sugieren que el silencio se debe a la orientación sexual de Stefanini.

Pero Francia parece empeñada en no retirar su propuesta, según medios franceses.

Stefanini se desempeñó como embajador francés en Roma entre 2001 y 2005.

«Es uno de nuestros mejores diplomáticos. Por eso lo propusimos. Estamos esperando una respuesta a nuestra solicitud», dijo el Ministerio de Exteriores francés a la agencia de noticias AFP.

Perdón a los gays

El corresponsal de la BBC en Roma, James Reynolds, informa que el aparente rechazo puede no deberse a la orientación sexual de Stefanini. Una interpretación plausible es que a la Santa Sede le disgustó la decisión de Francia de legalizar el matrimonio del mismo sexo en 2013.

Laurent Stefanini
Stefanini se desempeñó como embajador francés en Roma entre 2001 y 2005.

El Papa se ganó los elogios de activistas homosexuales cuando dijo en 2013 que él no era nadie para juzgar a un gay.

Lea: «Los gays no deben ser juzgados ni marginados»

Su predecesor, el papa Benedicto XVI, firmó un documento en 2005 en el que decía que los hombres con fuertes tendencias homosexuales no deberían ser ordenados como curas.

Pero el papa Francisco ha dicho que los sacerdotes gays deberían ser perdonados y sus pecados olvidados.

Sin embargo, en 2014 sufrió un revés después de que el sínodo de la Iglesia Católica abandonara un plan para una mayor aceptación de los homosexuales.

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/04/150410_vaticano_embajador_gay_francia_fp

¿Realmente está creciendo la persecución de cristianos en el mundo?

Cristiano.
El papa hizo un llamado a la comunidad internacional para que no permanezca indiferente.

En la pasada misa de Pascua el papa Francisco hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que no permanezca «en silencio e inactiva ante el inaceptable crimen» de la persecución de cristianos en el mundo.

Era la segunda vez durante la Semana Santa que hacía referencia a los 150 estudiantes muertos a manos del grupo yihadista Al Shabab en la Universidad de Garissa, en Nairobi, la capital keniana.

Ya había recordado a las víctimas en el culto del Jueves Santo y pedido a Dios «aligerar el sufrimiento de los hermanos y hermanas que son perseguidos en su nombre».

Papa Francisco ante fieles el domingo de Semana Santa.
El Sumo Pontífice dijo que los «mártires» cristianos «son ahora más numerosos que en los primeros siglos (del Cristianismo)».

Y al día siguiente, el Viernes Santo, el predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, señaló que «por supuesto, los cristianos no son las únicas víctimas de la violencia homicida en el mundo, pero no podemos ignorar el hecho de que en muchos países son las víctimas más frecuentes».

A lo que el Sumo Pontífice añadió el lunes que los «mártires» cristianos «son ahora más numerosos que en los primeros siglos (del Cristianismo)».

 

¿Pero es así? ¿Son los cristianos el grupo religioso más oprimido? ¿Y son más perseguidos ahora que en el pasado?

«200 millones amenazados»

El Vaticano no tiene una base de datos que sustente esa afirmación, le dijeron fuentes de la Santa Sede a BBC Mundo.

Pero los expertos consultados coinciden con el Papa en que ahora hay más cristianos oprimidos que nunca. Y también en que son la confesión religiosa más hostigada del mundo.

«Es evidente, no hay más que fijarse en los últimos ataques», señala Andrew Boyd, de la International Christian Association, una organización dedicada a documentar la persecución de los cristianos y que recibe informes de más de 30 países.

Supervivientes del ataque.
El ataque de Al Shabab en la Universidad de Garissa, en Kenia, se saldó con 150 muertos.

Y, con los «últimos ataques», Boyd no sólo se refiere al de Kenia.

 

También están los 21 cristianos coptos decapitados en Libia por el grupo autodenominado Estado Islámico el 22 de febrero.

Los 82 cristianos, la mayoría mujeres y niños, asesinado por rebeldes fulanis en Egba, Nigeria, el 15 de marzo.

O los 17 fallecidos ese mismo día a causa de una bomba en Lahore, Pakistán.

La lista de este año es larga y además de esos países, incluye ataques en Egipto, Indonesia, Irak, Libia, Níger, Siria y Somalia.

Y esas naciones se repiten en el registro de agresiones sufridas por cristianos entre el 11 de septiembre de 2001 y la actualidad que publica la organización The Religion of Peace.

Mujer rezando.
Que la cifra de cristianos perseguidos sea mayor que la de cualquier otro grupo se debe en parte a que son relativamente numerosos, dicen los expertos.

Sin embargo, Boyd aclara que el hecho de que los cristianos sean en algunos casos la minoría religiosa más perseguida tiene que ver con que son relativamente numerosos y están más extendidos por el mundo.

Algo que concluye también el informe Religious Freedom in the World 2014, de la organización cristiana Aid to the Church in Need.

Por su parte, la Pew Forum, un think tank con base en Washington, y la organización cristiana World Evangelical Alliance, estiman que 200 millones de cristianos –el 10% de los creyentes– tienen desventajas sociales, son acosados o activamente oprimidos debido a su fe.

Auge de grupos islamistas radicales

«La persecución de la fe cristiana no se debe a un solo motivo y su contexto es distinto en los países en los que tiene lugar», señala Boyd a BBC Mundo.

«Pero se podría clasificar en cuatro tipos», añade. «La que tiene lugar en países con gobiernos autoritarios como China o Corea del Norte; la de India, donde el hinduismo es la religión principal; la de países budistas como Sri Lanka o Birmania; y la del islamismo militante».

Shortt advierte que el cristianismo está en serio riesgo de desaparecer de su bastión bíblico.

Es la misma clasificación que hace Rupert Shortt, editor de religión del suplemento literario del diario británico The Times, profesor de varias universidades y autor del libro Christianophobia: A Faith Under Attack («Cristianofobia: una fe atacada»).

Ambos expertos coindiden en que la principal persecución se da en los países de mayoría musulmana.

Como consecuencia, Shortt advierte que el cristianismo está en serio riesgo de desaparecer de su bastión bíblico.

Cristianos en Egipto.
El número de cristianos se redujo en países en los que están hostigados.

Por ejemplo, el informe Religious Freedom in the World 2014 estima que la población cristiana de Siria se redujo de 1,75 millones a principios de 2011 a 1,2 millones en el verano de 2014; una disminución del 30% en tres años.

Además, el patrón, aunque no tan drásticamente, se repite en otros países.

Y en eso tiene que ver el auge de Estado Islámico en Irak y Siria, Boko Haram en Nigeria o los Hermanos Musulmanes en Egipto, aseguran los expertos.

Lea: Grupo advierte sobre creciente persecución de cristianos debido al extremismo islámico

«Es por el suprematismo islamista», sentencia Raymond Ibrahim, investigador copto, profesor universitario y autor del libro Crucified Again: Exposing Islam’s New War Against Christians («Crucificados de nuevo: exponiendo la nueva guerra del islam contra los cristianos»).

Eel auge de Estado Islámico en Irak y Siria, Boko Haram en Nigeria o los Hermanos Musulmanes en Egipto tiene que ver con el aumento de la persecución religiosa.

«Eso es lo que hace que el patrón de persecución sea el mismo en Oriente Medio, países del este de Asia como Filipinas o Malasia, en naciones africanas o árabes; naciones culturalmente tan distintas, con razas y lenguas diferentes, con gobiernos y sistemas políticos, incluso realidades económicas tan diversas», explica a BBC Mundo.

No la única fe atacada

Sin embargo, los cristianos no son los únicos hostigados por los militantes islamistas radicales.

Estado Islámico, por ejemplo, también ha obligado a elegir entre la conversión, la huída o la muerte a yazidíes, incluso a musulmanes no sunitas.

«Los cristianos son perseguidos por su fe, no hay duda. Pero también otras minorías», concluye Boyd. «Es una especie de conquista religiosa».

Y asimismo, recuerda que los países predominantemente cristianos tampoco se libran perseguir otras creencias.

http://www.bbc.co.uk/

El idioma que hablaba Jesús Por Marcos Aguinis

Con belleza y detalles múltiples, los Evangelios narran las actividades de Jesús junto al mar de Galilea, después llamado lago Tiberíades. Son importantes las referencias a la hermosa población ribereña de Capernaum, que en hebreo se dice Kfar Nahúm (la casa de Nahúm). Allí se pueden visitar las ruinas de una antigua sinagoga, bajo las cuales se descubrieron vestigios que corresponderían a la que visitó muchas veces Jesús, quien solía enseñar en ese ámbito porque era un admirado conocedor de los textos bíblicos. Una anécdota, la de su desaparición en el templo de Jerusalén cuando era niño, muestra ese interés temprano: la familia lo encontró finalmente en momentos en que discutía con los doctores de Ley.

Es antigua la tradición judía de incorporar en la sociedad adulta y responsable a los niños cuando cumplen los trece años de edad mediante una ceremonia llamada Bar Mitzvá. Jesús habrá pasado por ella. En esa ocasión el niño asciende a un nuevo y distinguido nivel, porque debe estudiar y luego leer delante de la feligresía párrafos del Pentateuco y de los Profetas. Gracias a esa costumbre que dura hasta el presente, el pueblo judío fue el primero en reducir de forma drástica el analfabetismo que era norma en todo el mundo. También contribuyó a que los judíos, pese a haber sufrido la captura de su tierra, la destrucción de su Templo, la esclavización de centenares de miles y el envío a un exilio eterno, pudieran mantener su cohesión, sus valores y su identidad. En cualquier población judía de la Diáspora, por pequeña y miserable que sea, como norma alguien debe enseñar a leer y escribir. Cuadros de Marc Chagall testimonian que entre violines, animales, velas y juegos de colores aparecen rollos de la Torá y ancianos junto a niños que se inclinan reverentes sobre las palabras.

Los textos que se estudiaban, leían y eran sometidos a largas discusiones estaban escritos en hebreo. Fue una tarea que se desarrolló durante siglos. El historiador Paul Johnson, católico e inglés, asegura que la producción escrita en hebreo durante la antigüedad es más vasta que la producción escrita en griego. Esta afirmación causa sorpresa, porque se suele reducir la obra hebrea a la Biblia, que sólo reúne una pequeña porción de la caudalosa producción realizada. Abundan las coincidencias sobre la riqueza del lenguaje, la agudeza psicológica y los detalles históricos que exhiben sus largos rollos. La saga del Génesis contrasta con la aridez jurídica del Levítico, la sabiduría oscura del Eclesiastés o el erotismo desenfrenado del Cantar de los Cantares. Ese tesoro era conocido por Jesús, que leía, hablaba y explicaba los textos en hebreo.

También hablaba en otro idioma que se había convertido en la lingua franca de casi todo el Medio Oriente, llamado arameo. En el trato cotidiano se usaba el arameo; en los asuntos vinculados con la religión, las festividades y la ley, el hebreo.

Tiene enorme trascendencia en el periplo terrenal de Jesús la lectura que efectuó del libro de Isaías en la sinagoga de Capernaum, porque al concluirla informó que lo allí anunciado había comenzado a ser realidad. Al margen de las derivaciones que produjeron sus palabras, nos interesa advertir que esa lectura fue realizada en hebreo, indudablemente. Isaías y los demás profetas usaban sólo hebreo, un hebreo vigoroso y depurado.

También en hebreo resonaron las últimas palabras de Jesús cuando agonizaba en la cruz. Es llamativo que los cuatro Evangelios, que fueron escritos en griego, registraran esas palabras en su original hebraico: «Eli, Eli, lamá sabactani» (Dios mío, Dios mío, por qué me abandonaste). Es una reproducción textual del primer versículo del Salmo 22. La tradición judeocristiana atribuye los salmos al rey David, que fue músico y poeta. Todos están escritos en hebreo, lógicamente. La única diferencia que algunos lingüistas destacan es que en vez de sabactani (arameo), en un hebreo genuino se dice azavtani. La diferencia es menor. En cambio, es un dato fundamental que hayan sido escritos en hebreo todos los libros del Pentateuco, los Hagiógrafos y los Profetas. Aunque hay dos excepciones: corresponden a porciones de los últimos en redactarse antes de la canonización final: Ezra y Daniel. Ambos corresponden a la etapa en que había cesado el retorno del exilio babilónico y se imponía el arameo en toda la zona.

Es interesante que el arameo se hubiese convertido en una lengua decisiva para el judaísmo, además del hebreo, porque tanto el Talmud de Jerusalén como el Talmud de Babilonia, dos obras de enciclopédica vastedad que se estudiaron durante siglos y fueron objeto de sesudos análisis por grandes teólogos y filósofos -Maimónides entre ellos-, fueron escritas en arameo.

Este idioma brotó en la zona que actualmente corresponde a una región que abarca el norte de Siria y el este de Turquía. Se fue expandiendo en el siglo VII a.C. con el desarrollo del imperio asirio y babilonio, hasta ocupar por completo la Mesopotamia. Cuando surgió el imperio persa, con Ciro a la cabeza, y se consolidó con Darío, el arameo fue consagrándose como la lengua oficial del vasto imperio, llegando incluso a Egipto. Las poblaciones del antiguo reino de Israel y de Judea no pudieron ni quisieron impedir su presencia, porque era necesario para los trámites de todo tipo y para el comercio. Es decir, convivían en Tierra Santa el hebreo y la novedad del arameo. Alejandro Magno y sus tropas victoriosas no se dedicaron a prohibir lenguas, sino que añadieron el griego a las anteriores, como instrumento administrativo y como distinción de las elites. La riqueza de este nuevo idioma, que traía consigo la tragedia y la comedia, la filosofía y la historia, la medicina y las leyes, inició una vida de muchos siglos, incluso más allá de su fragmentación y declinación como imperio helénico.

La expansión romana tampoco apoyó una sustitución de lenguas. El latín era usado por la soldadesca y los administradores. En cambio, perseveró el griego como la lengua de los niveles ilustrados. Por eso los Evangelios fueron escritos en griego y también en griego escribió el historiador judío Flavio Josefo, casi contemporáneo de Jesús.

El arameo tuvo mucha vigencia, porque siguió funcionando como lengua franca hasta la invasión árabe del siglo VII. Y aún no desapareció del todo. Pese a la dominancia del Islam y del idioma árabe, se descubren bolsones que usan el arameo en porciones del Kurdistán. Son el tesoro de vocablos y expresiones que los lingüistas se apuran en registrar, antes de su definitiva extinción.

Durante la visita del papa Francisco a Tierra Santa, hubo una conversación entre el Sumo Pontífice y el primer ministro Netanyahu sobre el idioma que habló Jesús. Netanyahu es hijo de un reconocido historiador israelí y él mismo escribió libros sobre el pasado de su pueblo. Afirmó que Jesús hablaba hebreo. El Papa corrigió: arameo. Ambos tenían razón..

http://www.lanacion.com.ar/1699904-el-idioma-que-hablaba-jesus

Los crímenes originados por la Iglesia Católica….‏

Sin embargo, un informe de la BBC de 2004, declara que en los Estados Unidos el 4% del clero católico de ese país ha estado implicado en prácticas sexuales con menores, en número aproximado de 4.000 sacerdotes durante los últimos 50 años [3] aunque sólo entre el 5 y el 10% de las víctimas denuncia el caso, según Barbara Blaine, presidenta de la Red de sobrevivientes de abusados por sacerdotes (SNAP) de los EE.UU.

Otras investigaciones, como la realizada en 1995 por la Universidad de Salamanca y publicada por el Ministerio de Asuntos Sociales de España, determinó que del total de españoles que han sufrido abusos sexuales siendo menores, el 10% asegura que fue abusado por un sacerdote católico.

FECHAS DE CRÍMENES COMETIDOS POR LA IGLESIA

En el año 311, el emperador Constantino se convierte al cristianismo, para tratar de ocultar sus crímenes, las jerarquías cristianas se convirtieron en el brazo criminal que unía los intereses de las castas dominantes.

Año 314, con Galerio, Licinio y Constantino, la Iglesia sella con el Estado una estrecha alianza que se prolongara por siempre. En el “Edicto de Milán” los obispos decretan en Arles la condena eterna de cualquier rebelde.

Luego el alto clero cristiano asumió la posesión de grandes extensiones de tierra y a quienes le hicieran resistencia condenaban como “herejes” y les expropiaban sus propiedades. Se inicia una persecución inmisericorde contra todo lo que pusiera en duda los dogmas y la conducta de esa casta jerárquica cristiana.

Uno de los que argumentaron la necesidad de estos tratos violentos y exterminio físico de los herejes fueAgustín de Tagarte (345-430) doctor y padre de la Iglesia, para él era mejor quemar a un hereje que abandonarlo en sus errores.

Jerónimo, otro padre de la Iglesia, exhortaba a liquidar a un tal Vigilancio, en nombre de la salvación de su alma.

En el año 382, Teodosio I, suscribió edictos contra maniqueos y paganos donde se contemplaban condenas de muerte y confiscación de bienes. Se iba creando así lo que en el futuro seria la santa Inquisición.

La persecución a la que fueron sometidos los cristianos gnósticos, quienes fueron denunciados viciosamente como herejes, mientras que sus libros sagrados eran robados y quemados. Los gnósticos hacían una distinción entre el Padre Celestial y el dios de la Biblia Hebrea, Yahvé o Jehová, mientras que la Iglesia confunde a Yahvé o Jehová, con el Dios Absoluto.

Año 415, el obispo de Alejandria, Cirilo I, fue el verdugo de Hipatia. Ordenó a monjes para que la emboscaran, éstos la violaron, torturaron, sus tendones fueron cortados con afiladas conchas y finalmente fue descoyuntada. El pecado de Hipatia fue haber sido hermosa, filósofa neoplatónica y maestra de matemáticas.

La cruzada albigense (denominación derivada de Albi, ciudad situada en el suroeste de Francia), también conocida como cruzada cátara o cruzada contra los cátaros, fue un conflicto armado que tuvo lugar entre los años 1209 y 1244, por iniciativa del papa Inocencio III con el apoyo de la dinastía de los Capetos (reyes de Francia en la época), con el fin de reducir por la fuerza el catarismo, un movimiento religioso calificado como herejía por la Iglesia católica y asentado desde el siglo XII en los territorios feudales del Languedoc, favoreciendo la expansión hacia el sur de las posesiones de la monarquía capetana y sus vasallos.

La guerra, que se desarrolló en varias fases, se inició con el enfrentamiento entre los ejércitos de cruzados súbditos del rey Felipe Augusto de Francia con las fuerzas de los condes de Tolosa y vasallos, provocando la intervención de la Corona de Aragón que culminó en la batalla de Muret. En una segunda etapa, en la que inicialmente los tolosanos alcanzaron ciertos éxitos, la intervención de Felipe Augusto decidió la sumisión del Condado certificada por el Tratado de París. En una prolongada fase final, las operaciones militares y las actividades de la recién creada Inquisición se centraron en la supresión de los focos de resistencia cátara, que, desprovistos de sus apoyos políticos, terminaron por ser reducidos. La guerra destacó por episodios de gran violencia, provocó la decadencia del movimiento religioso cátaro, el ocaso de la hasta entonces floreciente cultura languedociana y la conformación de un nuevo espacio geopolítico en Europa occidental.

En 1538 el Papa Pablo III declara una cruzada contra la Inglaterra apóstata y declara a todos los ingleses esclavos de la Iglesia.

1568 La Inquisición española ordena el exterminio de tres millones de rebeldes en Holanda. Entre 5.000 y 6.000 protestantes fueron ahogados por las tropas españolas católicas, “un desastre que los burghers of Emden se dieron cuenta por los miles de sombreros holandeses que flotaban”.

En 1562 estalló en Francia una guerra civil religiosa intermitente, que duró hasta 1572. El acontecimiento más destacado fue la matanza de San Bartolomé, que ocurrió en París la noche del 24 de agosto de 1572, donde los católicos irrumpen contra los hugonotes (protestantes) arrancándolos de sus camas los degollaron, agarrotaron o mataron a tiros. El asesinato en masa dejó esa noche a unos 3.000 hugonotes muertos, en las semanas siguientes la orgía de muerte que llevaban a cabo los católicos continuó en las provincias, acabando con la vida de al menos unos 20.000 hugonotes más. Toda esta matanza fue ordenada por el Papa Pio V.

Las fortunas de los judíos y musulmanes en las Cruzadas, pasaron a ser propiedad de la Iglesia.

La fortuna del Vaticano fue acumulada en su mayoría por el saqueo a las víctimas de genocidios, como los Incas y los protestantes, cuyos bienes fueron embargados durante la Inquisición.

Los conquistadores de España destruyeron el mundo de los aztecas, a quienes encarcelaron, torturaron y mataron en nombre de su dios cristiano, robando así enormes fortunas de oro.

El 17 de febrero de 1601 la plaza romana de Campo dei fiori veía cómo Giordano Bruno, despojado de sus ropas y atado a un palo, con la lengua aferrada en una prensa de madera para que no pudiese hablar, fue quemado vivo, al igual que sus trabajos, en cumplimiento de la sentencia dictada pocos días antes por el tribunal romano de la Inquisición, tras un largo y tortuoso proceso iniciado en Venecia en 1592 que lo declaró hereje, impertinente y obstinado.

Galileo Galilei, en 1633 fue condenado como hereje por la santa Inquisición, Galileo fue torturado y sometido a vejámenes. Fue obligado a vestir traje de penitencia y con la mano sobre la Biblia recitar la horrible formula de abjuración. La Iglesia humilló el honor de Galileo y se atribuyó el derecho de decidir sobre la ciencia.

Siglo XVII: Los católicos matan a Gaspard de Coligny, un líder protestante. Después de asesinarlo, la horda católica mutila su cuerpo, “cortándole su cabeza, sus manos y sus genitales… después lo tiran al río, después, decidiendo que no era digno de ser comido por los peces, es sacado del agua y arrastrando lo que quedaba… lo llevan a Montfaulcon, para ser carne de carroña, gusanos y cuervos”.

Siglo XVII: Los católicos saquean la ciudad de Magdeburg (Alemania). Alrededor de 30.000 protestantes muertos. “En una sola iglesia 50 mujeres fueron encontradas decapitadas,” cuenta el poeta Friedrich Schiller, “y los infantes se encontraban todavía en los pechos de sus madres muertas”.

Siglo XVII: Durante la guerra de los 30 años (católicos vs. protestantes) por lo menos el 40% de la población es muerta, en su mayoría en Alemania.

San Ambrosio, obispo de Milán, durante el imperio de Teodosio, instigó al primer incendio de una sinagoga en Kallinikon (hoy Raqqa, Irán), el santo declaró haber dado la orden, ya que los judíos eran merecedores de la muerte. Los ejecutores de la orden fueron monjes, hombres brutales que en los siglos III y IV más que santos eran seres violentos y asesinos.

Miles de víctimas asesinadas en nombre de Dios durante la conquista de América, donde a los nativos que sobrevivieron se les anuló su cultura y su religión.

Los crímenes cometidos contra aborígenes australianos, que incluyen el coger por la fuerza a miles de niños para meterlos en instituciones católicas.

Lo mismo ocurrió en poblaciones autóctonas del Québec y otros lugares apartados del mundo.

El desfalco de la Iglesia al Banco Ambrosiano por la suma de 1.373 millones de dólares, suma que el cardenalMarzinskus utilizó para desestabilizar el régimen comunista de Polonia y financiar los asesinatos de la organización paramilitar argentina “Triple A”.

Los crímenes cometidos por la Iglesia en Colombia, entre los años 1946 y 1953, fueron asesinadas unas 300.000 personas que se opusieron a la dominación capitalista, la Iglesia estuvo al lado del gobierno de turno.

Las dictaduras de Argentina, Brasil, Chile, Bolivia entre otras, estuvieron siempre legitimadas por los jerarcas de la Iglesia, por mucho que en algunos casos –como en Chile- contaran con organismos para proteger los derechos humanos.

La oscura vinculación de la Iglesia, siendo cardenal Juan Luis Cipriani, con el gobierno fujimorista en el Perú (1995-2001).

Al mencionar brevemente algunos de los delitos cometidos por la Iglesia a través de la historia, salta la pregunta de quién le dio derecho a realizar tantos crímenes, el derecho a quemar a filósofos y pensadores, el derecho a quemar brujas, el derecho a quemar libros, el derecho a provocar guerras, el derecho a ser cómplices de otros asesinos, el derecho a regentar bancos y empresas, el derecho a apropiarse de lo ajeno, el derecho a proteger a curas pervertidos sexuales, el derecho a vivir en medio de la riqueza, el derecho a no pagar impuestos.

Por Miguel Guerra León

Fuente: El Valle de la Nada

La Tumba de la Familia de Jesús: ¿Realidad o ficción?

¿Han sido descubiertos los huesos de Jesús?

¿Ha sido descubierta la tumba de Jesucristo en los suburbios de Talpiot en Jerusalén?

En el 2007 en el documental de Discovery Channel TV, el productor James Cameron (El Titanic) y el director judío Simcha Jacobovici, intentaron probar que el entierro, cueva y huesos de Jesús fueron descubiertos cerca de Jerusalén. Cameron y Jacobovici además citaron evidencia de que Jesús tuvo un hijo con María Magdalena.

Si realmente ha sido descubierta la tumba de Jesucristo, entonces toda la historia del cristianismo se ha basado en una afirmación falsa—que Jesús físicamente resucitó de la muerte, fue visto vivo por alrededor de 500 seguidores a la vez, pasó 40 días enseñandole a sus discípulos, y después ascendió al cielo. Pero antes de que quedemos atrapados en otra conspiración tipo Da Vinci, miremos los hechos detrás de las afirmaciones de Cameron.

Los Hechos Afirmados:

1. En 1980 diez cajas de piedra caliza conteniendo hueso (osarios) con fecha del primer siglo, fueron descubiertas en una tumba excavada en los suburbios de Talpiot en Jerusalén.

2. Seis inscripciones fueron descubiertas con nombres similares a los mismos de la familia de Jesucristo y discípulos:

  • Jesua, hijo de José,
  • María
  • Mariamene e Mara
  • Mathew
  • Jofa
  • Judá, hijo de Jesua

3. Cameron intenta demostrar que Mariamene e Mara es María Magdalena, y que ella y Jesús tuvieron un hijo llamado ” Jesua hijo de Judá”.

4. Un análisis de ADN identifica que los tejidos de los osarios de Jesua y Mariamene e Mara no estaban relacionados, levantando la posibilidad de que ellos  hayan estado casados y tuvieran un hijo.

http://y-jesus.org/spanish/more/jft-la-tumba-de-la-familia-de-jesus-realidad-o-ficcion/

Espíritu, alma y cuerpo

La idea común acerca de la constitución del ser humano es dualista, es decir, reconoce la existencia de cuerpo y alma. La filosofía, a través de sus largos siglos de desarrollo, ha refrendado esta opinión. Sin embargo, la Palabra de Dios no divide al hombre en dos partes, sino en tres, espíritu, alma y cuerpo (1ª Tesalonicenses 5:23). Reconocer esta diferencia tiene gran importancia para la vida espiritual de un creyente, específicamente en lo que respecta a su madurez y a su servicio. El confundir lo espiritual con lo anímico (del alma) puede provocar que las cosas espirituales, que son las que tienen valor en la obra de Dios, jamás sean tocadas. Es preciso conocer y experimentar la división del alma y el espíritu para poder servir a Dios en el espíritu y ser así de utilidad para Dios (Hebreos 4:12).

En efecto, el ser humano tiene tres partes (lo mismo que el templo de Dios): el cuerpo, con que somos conscientes del mundo (el atrio); el alma, con que somos conscientes de nosotros mismos (el Lugar Santo); y el espíritu, con que somos conscientes de Dios (el Lugar Santísimo).

El espíritu

El espíritu del hombre es el lugar en que establecemos toda comunicación con Dios. (Rom. 8:16; 1 Cor. 14:14). El espíritu (de quien ha sido regenerado) tiene tres funciones principales: conciencia, que discierne lo bueno y lo malo (1ª Cor. 5:3; 2ª Cor. 2:13), intuición, con la que se sabe y se sienten los movimientos del Espíritu Santo (Mr. 2:8; Jn. 11:33), y la comunión, con que se adora a Dios (Jn. 4:23; Rom. 1:9). Estas tres funciones están profundamente ligadas y operan coordinadas.

Antes de la caída, el espíritu del hombre era la parte más noble de todo su ser, y tanto el alma como el cuerpo le estaban sujetos. Por el espíritu, Adán percibía a Dios, y tenía comunión con él. Pero con la caída, el espíritu murió, perdió el control y la comunión con Dios, y comenzó a vivir por el alma. El espíritu del hombre quedó bajo el poder y la opresión del alma, hasta quedar fusionado con ella.

Con el milagro de la regeneración, Dios comienza a recuperar su lugar en el hombre, pues viene a habitar en su espíritu, ahora revivido. (Jn. 1:13; Tito 3:5; Rom. 8:16; 1ª Cor. 6:17). El propósito de Dios es que el espíritu recupere el gobierno sobre el alma, y a través de ésta, sobre el cuerpo.

La vida del cristiano necesita ser gobernada por el espíritu. De aquí surge una lucha entre el alma y el espíritu, y como en toda lucha, vencerá el que es más fuerte. Si es más fuerte el espíritu, y tiene control sobre el alma y el cuerpo, será un cristiano espiritual; si, por el contrario, el alma (aliada con los apetitos del cuerpo) es quien tiene el control, será un cristiano carnal.

Para que el cristiano logre la victoria, será necesario separar del todo el alma del espíritu. Hebreos 4:12 dice que la Palabra de Dios produce esta necesaria división. Luego, por medio de la operación de la cruz, el alma mengua, y por la operación del poder del Espíritu de Dios, el espíritu se fortalece.

Si no se produce la división del alma y el espíritu, los creyentes siguen fuertemente influenciados por el alma, y por ello siempre siguen objetivos entremezclados: algunas veces andando de acuerdo con la vida del espíritu, y otras de acuerdo con la vida natural.

Pero si esta separación se produce, el creyente será capaz de detectar inmediatamente cualquier intento del alma por tomar el control, y podrá rechazarla. Así, el espíritu podrá desarrollar su poder intuitivo de modo más agudo. Sólo después de haber experimentado esta separación pueden los cristianos entrar en posesión de un sentido genuino de pureza.

Los creyentes tienen que ver que todo lo que procede del alma no aprovecha (es carne) y que sólo el espíritu es el que da vida. (Jn. 6:63). Sólo cuando un hombre vive por el espíritu llega a ser espiritual. Como Dios es espíritu, toda obra de Dios es espiritual; y quienes sirven en ella deben hacerlo en el espíritu. La efectividad del cristiano dependerá de si ha tenido la experiencia de ser sumergido en el Espíritu Santo, tal como fue sumergido en el bautismo de agua.

Luego de este bautismo, el creyente puede ser introducido en la obra espiritual, en la batalla espiritual, en la oración espiritual. Sus sentidos espirituales han sido despertados y ahora puede experimentar el poder del Espíritu Santo.

El hombre interior también es fortalecido en la lucha contra Satanás. Y es necesario vencerlo permanentemente en todo lugar. Antes de que él asalte al cristiano en el hombre interior para oprimirlo o bloquearlo, es necesario salir y atacarlo. La mejor defensa es el ataque. Asimismo, todas sus obras de engaño, opresión, de quebrantamiento deben ser deshechas en todo lugar, para así ver la gloria de Dios.

El espíritu del creyente debe permanecer siempre activo, colaborando con Dios, recibiendo revelación, orando en el espíritu, escudriñando las Escrituras, meditando en las obras de Dios.

Un siervo de Dios tiene que estar ejercitado en reconocer la voz del espíritu y distinguirla de las voces del alma o de los espíritus malignos. Así como conoce el «yo» (alma), debería conocer cómo funciona y qué leyes tiene el espíritu. Así entendería que la vida del espíritu no es ocasional, ni tampoco oscilante (como las mareas del mar), sino estable, apacible y abundante (como un río).

El alma

El alma, ubicada entre el espíritu y el cuerpo, es la sede de la personalidad del hombre (Dios lo creó un «alma viviente»). El alma es un reducto inalienable, el cual ni siquiera Dios puede violar. Allí en el alma el hombre tiene todo el poder de decisión.

Cuando Dios creó al hombre, quiso que su espíritu fuera como un amo, el alma como un mayordomo y el cuerpo como un criado. El amo encarga asuntos al mayordomo, quien a su vez ordena al criado que los lleve a cabo. Sin embargo, con la caída, el alma se erigió en amo, y el espíritu se adormeció. Se rompió la comunión con Dios. Un hombre sin Dios tiene, normalmente, en función sólo el alma y el cuerpo. En cambio, uno que ha nacido de nuevo puede volver al diseño original de Dios: espíritu, alma y cuerpo.

El alma tiene que dejar de ser amo y volver a ser mayordomo, porque hay el peligro de que el espíritu quede oprimido (es el caso de los que son «niños en Cristo»). El alma también puede retroceder a ser esclava del cuerpo, en la inmundicia, lascivia, etc., o ser influenciada por el poder de las tinieblas, sea con la sabiduría terrenal, o con visiones y sensaciones sobrenaturales que la estimulan.

Funciones del alma

a) Emociones. Este ámbito abarca los afectos, los deseos y sentimientos.

Afectos. Cuando el cristiano se consagra es relativamente fácil entregar su tiempo, dinero, poder, etc., pero el ofrecer sus afectos es muy difícil. Pero si no ofrece sus afectos no ha ofrecido nada. Dios exige amor absoluto de sus hijos, es decir, con todo el corazón, alma y mente. El amor hacia los suyos es el más grande rival del amor a Dios en el corazón del creyente. El Señor no sólo espera que el cristiano trabaje para él, sino, sobre todo, que le ame.

Deseos. Los deseos del alma se centran en el «yo», para su deleite y exaltación. Estos son quitados por la operación de la cruz. Y entonces ya no hay ansiedad por alcanzarlos; hay reposo. No hay frustración, porque ya nada se desea sino a Dios. Los deseos sólo provocan inquietud y afán, y nunca serán enteramente satisfechos. Cuando el cristiano está satisfecho con lo que Dios le da, tiene reposo. La vida espiritual es una vida satisfecha en Dios.

Los sentimientos son un camino con muchos altibajos. Cuando están en la cúspide, el creyente piensa que está en su estado óptimo, que es espiritual; y cuando, por el contrario, se siente frío y seco, piensa que es anímico y carnal. Esto no es así: en ambos casos, es un cristiano anímico y anda por sentimientos.

¿Por qué Dios concede sentimientos de felicidad y luego los retira? Para que el creyente se conozca en toda su fragilidad e inestabilidad, y para que, dominando sus sentimientos, pueda dominar el ambiente. Él quiere que el creyente le sirva, ya sea que esté feliz o que esté triste. También retira esos sentimientos para que el creyente entrene su voluntad. La vida de fe puede ser llamada la vida de la voluntad, puesto que la fe no se ve afectada por aquello que se siente.

Un creyente emocional es inútil en las manos de Dios. Sólo apegando la voluntad a la de Él, se halla perfecto reposo.

b) La mente. La mente es el instrumento de nuestros pensamientos. Por medio de la mente el hombre conoce, piensa, imagina, recuerda y entiende.
La mente del hombre es una gran fortaleza; es motivo de orgullo y es la causa del progreso de la civilización; sin embargo, espiritualmente es un gran peligro, pues es un terreno especialmente susceptible para la acción de Satanás. El entendimiento es fácilmente cegado, y surgen argumentos y pensamientos contra el conocimiento de Dios. Mediante la mente, el hombre no puede conocer a Dios, antes bien, levanta fortalezas mentales que le han llevado a apartarse de Dios y aun a desafiar a Dios. Una mente reducida por Satanás es como una fortaleza que es necesario derribar. En el momento de la regeneración, la mente es traída a la obediencia a Cristo, pues «arrepentimiento» significa «cambio de mentalidad».

Sin embargo, aun en el creyente, la mente es el punto más vulnerable para la acción de Satanás. El nuevo creyente tiene un nuevo corazón, pero todavía arrastra una mente vieja. Muchas veces la mente se llena de pensamientos, imaginaciones, recuerdos, o ideas confusas de modo incontrolable. Su mente estuvo tan manipulada por Satanás en el pasado, que no puede dejar esos pensamientos a menos que su mente sea renovada.

Por eso, apenas convertido, el cristiano necesita de una profunda renovación de su mente. Ella debe ser ampliada y fortalecida. Dios quiere restaurar la mente para que pueda ser útil en las manos de Dios. El cristiano requiere de su mente para las cosas espirituales, pero una mente restituida al lugar que Dios le dio en el principio, es decir, sujeta al espíritu. La vida cristiana no es, como pudiera pensarse, una vida de puro corazón, sin entendimiento. Caer en ese extremo es fanatismo peligroso, pues puede llevar a cometer los más graves excesos y a sostener las más absurdas herejías.

El diablo puede poner pensamientos en la mente (como en Judas) o quitar pensamientos; de hecho, el diablo quita la palabra sembrada en el corazón para que las gentes no crean y se salven (Mt. 13:19). Con todo, él no tiene soberanía sobre ella, a menos que el cristiano, consciente o inconscientemente se lo permita, cediéndole terreno.

¿Cómo se le cede terreno a Satanás en la mente? Primero, con una mente que acaricia el pecado. Segundo, con una incorrecta comprensión de la verdad de Dios. Tercero, buscando las predicciones (horóscopos). Si un creyente busca conocer el futuro, le vendrá aquello que cree, porque los demonios hallarán terreno para provocarlo. Finalmente, manteniendo la mente vacía o pasiva. El diablo desea una mente así para poner sus pensamientos. Dios no quiere robots, quiere que el hombre coopere con él, en pleno uso de sus facultades. Si el cristiano no ocupa su mente, tampoco la ocupará Dios, aunque sí la puede ocupar Satanás.

¿Cómo vencer en esta batalla? Le mente tiene que ser renovada, mediante el despojamiento del viejo hombre (Ef. 4:17-24). Una mente renovada es una eficaz colaboradora en la obra de Dios. Además de que sus facultades se despiertan y agilizan, está en condiciones de seguir al Espíritu Santo en su obra de revelación en su espíritu (Ef. 1:17-18). Luego que el espíritu del cristiano recibe luz de Dios, mediante la capacidad intuitiva, la mente es capaz de retener esa luz e interpretarla. Aquí la mente colabora con el espíritu, aunque siempre va detrás de éste.

Una mente renovada es también una mente abierta, libre de prejuicios, que estará en condiciones de recibir la Palabra de Dios a través de otros cristianos, o mediante lecturas edificantes. Una mente renovada, en fin, es una mente controlada y purificada por el Espíritu y llena de la Palabra de Dios.

c) La voluntad. La voluntad es la capacidad que tiene el hombre para tomar decisiones. Es el verdadero «yo», que tiene la mayor influencia sobre la persona. Por tanto, la salvación plena tiene que alcanzar su voluntad.

Dios creó al hombre con una voluntad soberana, capaz de decidir por sí mismo. Ahora bien, cuando el hombre decidió por sí mismo, independientemente de Dios, cayó. La salvación se obtiene cuando la voluntad es puesta en obediencia a Dios. Ahora tiene una nueva dirección.

La voluntad del hombre tiene que unirse perfectamente a la voluntad de Dios para que la salvación sea completa. Para que esto sea posible, a causa de la obstinación del hombre, Dios usa muchos medios para reducirle a la obediencia. Uno de ellos es la disciplina. Lo que Dios quiere no es sólo que el cristiano haga Su voluntad, sino que ella sea su deleite. Que la voluntad Suya y la de él sean la misma. ¿Cómo es esto posible? Llevando el alma a la cruz para que pierda su fuerza y energía.

Hay un peligro con la voluntad. El mal uso o el desuso de ella pueden dar lugar a la operación de los espíritus malignos. En general, todo pecado da lugar al diablo para que opere en el cristiano. Pero no sólo los pecados de hecho, sino también de omisión (Stgo. 4:17).

El más frecuente pecado de omisión es la pasividad. El Señor dota al cristiano de toda clase de capacidades y talentos, ninguno de los cuales debe quedar sin ser usado o ser mal usado. Cuando un creyente no está usando sus talentos, ha caído en la pasividad.

Los espíritus malignos sacan ventaja de esta inactividad, porque, sin el creyente saberlo, está cediendo terreno a la acción de ellos y está cumpliendo el requisito fundamental para que ellos puedan operar.

Mientras que Dios requiere de la cooperación del hombre en el uso de sus talentos, Satanás exige el cese del ejercicio de la voluntad y ciertas acciones del hombre para poder actuar por él. Por ignorancia, el creyente cree que la pasividad es señal de obediencia y consagración, y cede el terreno al diablo.

El cristiano que se ha abandonado a la pasividad debe decidir finalmente a recuperar el ejercicio de su voluntad y demás facultades, para ponerlas al servicio activo de Dios. Para recuperar el terreno deberá resistir firmemente y recuperar lo que se ha cedido. El creyente debe recuperar su soberanía, su dominio propio. Debe experimentar liberación en los muchos puntos en que fue atado e inmovilizado por Satanás.

La obediencia del cristiano a Dios debe ser incondicional. No obstante, esto no implica que no tenga más su propia voluntad. Dios no quiere obediencia ciega, sino que Su voluntad sea hecha voluntariamente, en plena conciencia. Mediante su voluntad renovada, el creyente tiene que alcanzar el dominio propio, y controlar su espíritu, su alma y aun su cuerpo. Sólo así podrá andar siempre en el espíritu.

El cuerpo

Para que la salvación de Dios sea completa debe alcanzar al cuerpo. Aunque la obra de Dios comienza en el espíritu, y sigue con el alma, también debe expresarse en el cuerpo.

La importancia del cuerpo es evidente por cuanto Dios fue manifestado en carne. El Verbo se hizo hombre, lo cual permitió la salvación del hombre y la derrota de Satanás (por eso los espíritus inmundos no pueden confesar esta verdad).

El cuerpo del Señor Jesús en la tierra fue el templo de Dios (Jn. 2:21); hoy el cuerpo del cristiano también lo es (1ª Cor. 6:19). Uno de los mayores pecados (la fornicación) se asocia con el cuerpo, porque significa tomar un miembro de Cristo y hacerlo miembro de una ramera (1ª Cor. 6:15).

El cuerpo tiene necesidades, las cuales deben ser suplidas; no obstante, esto no significa gratificar el cuerpo. Si el cuerpo es complacido cada vez, se volverá un amo con más y más exigencias, y dejará de ser un siervo. El alma también se verá envuelta en sus apetitos y caerá en el hedonismo (búsqueda del placer).

La consagración del cristiano ha de comenzar por el cuerpo, el cual es presentado como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Luego, el entendimiento, el alma, es renovada, y la voluntad de Dios puede ser comprobada en el espíritu (Romanos 12).

Así como el espíritu fue vivificado al recibir la justificación, así el cuerpo es vivificado por su Espíritu (Rom. 8:10-11). En 1ª Corintios 6:13 dice «El cuerpo es para el Señor… y el Señor para el cuerpo». Esto primero significa que no es para la satisfacción y el deleite; es para el Señor. El cuerpo ha de servir como instrumento de justicia.

«El Señor es para el cuerpo» significa que el Señor no sólo salva el espíritu y el alma, sino también el cuerpo de enfermedades y plagas. Si el cristiano acepta que el cuerpo es para el Señor, y se consagra para él, el Señor va a conceder vida y poder a su cuerpo. Él mismo lo va a cuidar y preservar. Él lo va a restaurar si está enfermo, y lo va a preservar para que no esté enfermo.

La introducción del pecado en el hombre trajo consigo no sólo la muerte, sino también la enfermedad (La enfermedad se halla entre el pecado y la muerte). El Señor no sólo perdonó pecados, sino que también sanó enfermos. Él vino a deshacer las obras del diablo, y éstas tienen que ver con la enfermedad y con la muerte.

Un cuerpo sano no es para los deseos carnales, sino para Dios.

«Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo» (1ª Tes. 5:23).

http://www.aguasvivas.cl/revistas/37/03.htm

 

«Cristo no murió en la cruz»

 

Cristo no murió en la cruz. Cuando el soldado le clavó la lanza en el costado, se encontraba en un estado de muerte aparente causado por las torturas sufridas. Tras ser desenclavado y trasladado al lugar donde iba a ser sepultado, quienes lo acompañaban se dieron cuenta de que aún estaba vivo. Había resucitado, sí, pero no al tercer día. Y no fue un milagro.

Ésta es, en resumen, la tesis del libro ’42 días. Análisis forense de la crucifixión y la resurrección de Cristo’, del médico Miguel Lorente (Almería, 1962). Profesor de Medicina Legal en la Universidad de Granada, Lorente estudia al detalle las últimas horas del ‘Rey de los Judíos’ y plantea una hipótesis atractiva, aunque polémica. El científico se basa en ciertas características de la Sábana Santa, que considera el auténtico sudario que envolvió el cuerpo de Cristo, alegando que la única prueba en contrario -la del carbono 14 realizada en 1988- «se hizo mal». Lo novedoso de su relato es que no sólo aporta los aspectos forenses de aquellos hechos, sino que incorpora elementos históricos, ideológicos y espirituales que ayudan a comprenderlos mejor.

El autor insiste en que la crucifixión de Cristo fue excepcional. No porque los romanos no utilizaran con profusión esta máquina de tortura copiada de persas y cartagineses y perfeccionada con la práctica, sino por lo extraordinario del personaje de Jesús -considerado una amenaza tanto por las autoridades religiosas judías como por el gobierno romano- y las circunstancias en que fue crucificado.

Por ejemplo, recuerda, no era usual que un reo fuese flagelado y después crucificado: era una pérdida de tiempo. Posiblemente, especula, Poncio Pilatos trató de contentar a los sacerdotes judíos tras el ‘juicio rápido’ aplicando la primera pena pero, al no conseguirlo, se vio obligado a ordenar que le ejecutaran. Y como no estaba de acuerdo, se lavó las manos.

Jesús de Nazaret recibió 40 golpes con un látigo de tres puntas rematadas por bolitas de plomo o piedra, así que su cuerpo quedó convertido en una pura herida, con más de un centenar de traumatismos. Prueba de su mal estado es que cayó varias veces durante los 600 metros que separaban la fortaleza Antonia del Gólgota, atado a un patíbulo -un madero de unos 50 kilos utilizado después como lado transversal de la cruz- hasta el punto de que los soldados ordenaron a un espectador fornido, Simón el Cireneo, que portase el tronco.

El cuerpo fue fijado a la cruz con los clavos atravesando las muñecas y el dorso de los pies (uno sobre otro). Si los clavos hubieran penetrado en las palmas de las manos -como se ha representado artísticamente- se hubieran desgarrado por el peso del cuerpo.

Agonía en la cruz

El forense explica que en la crucifixión la muerte puede producirse por tres mecanismos: asfixia -en esa postura, con los brazos soportando el peso del cuerpo, los movimientos respiratorios se hacen cada vez más difíciles y llevan a la insuficiencia respiratoria-; ‘shock’ hipovolémico -por pérdida de líquidos, fundamentalmente sangre de las heridas de los clavos y los latigazos previos, en el caso de Cristo, pero también sudor y vómitos- que puede llevar al fallo multiorgánico; o ‘shock’ traumático, con componentes de los dos anteriores, agravados por el intenso dolor ocasionado por múltiples heridas.

Un crucificado podía agonizar durante horas o días. Pero los romanos inventaron un método para terminar con los horribles dolores del reo: la crucifractura o rotura de las dos piernas por debajo de la rodilla con un golpe de maza suponía la muerte en pocos minutos, al no poder apoyarse ya el condenado, agotado por horas de tortura, sobre los pies.

Cuando el centurión encargado de ejecutar la pena de muerte, tras haber asestado el golpe de gracia a los dos ladrones crucificados junto a Jesús, iba a propinar al de Nazaret el mismo mazazo, le pareció que ya estaba muerto -según el autor, se encontraba en un estado de «coma superficial o muerte aparente»-; para asegurarse, el soldado le clavó la lanza en el costado.

¿Por qué no lo mató esa herida? Lorente cree que la lanzada pudo no ser muy profunda, al realizarse en un ángulo muy agudo, ya que Cristo estaba situado mucho más alto que el soldado, y «el bisel de la propia herida pudo actuar como mecanismo de taponamiento y evitar una hemorragia copiosa».

En este punto, Lorente subraya que las prisas fueron un factor clave en la supervivencia de Jesús: los soldados deseaban regresar a la ciudad cuanto antes porque al día siguiente era la fiesta de Pascua, y los amigos de Cristo querían bajarle de la cruz enseguida y llevárselo al Jardín de Joseph, donde José de Arimatea tenía el sepulcro familiar, porque la ley judía prohibía enterrar un cadáver de noche.

«El descenso del cuerpo de Jesús -explica el forense- supuso su colocación en decúbito supino, es decir, tumbado boca arriba, posición que permitió la redistribución de la sangre y con ella la revascularización cerebral y la disminución de la hipoxemia (falta de oxígeno en sangre) (…)». «…La propia acción del descenso de la cruz, unida a la preparación del cuerpo con sustancias de efectos terapéuticos (mirra y aloe), permitieron compensar el cuadro de ‘shock’ traumático causante del coma e iniciar una serie de cuidados para su recuperación, cuidados que debieron continuarse en otro lugar distinto al sepulcro y con medios diferentes».

Sangre y aceite

En este punto del relato comienzan las principales aportaciones realizadas por Miguel Lorente. Aunque el investigador andaluz no pudo tener acceso a la Sábana Santa, sí revisó la mayoría de los estudios realizados sobre el lienzo y realizó por su cuenta varios experimentos con sangre y aceite sobre tejidos de lino similares, para analizar cómo reaccionaban.

Sus conclusiones son sorprendentes. Por un lado, del análisis de las manchas de sangre y de la propia imagen que aparece en la reliquia deduce que la persona envuelta por la sábana no había muerto: no presentaba la típica rigidez (‘rigor mortis’) ni «livideces cadavéricas» (zonas del cuerpo donde se acumula la sangre por acción de la gravedad que adquieren un color rojo-violáceo). Por el contrario, el forense asegura que en el lienzo hay indicios de «signos de vitalidad». En ese sentido, recuerda que la sangre deja de coagularse unos 60 minutos después del óbito, por lo que un cadáver al que se le hubieran limpiado las costras de sangre reseca y barro de decenas de heridas habría producido una intensa hemorragia que no se aprecia en la reliquia. También alude a la posición de manos y dedos en la imagen de la sábana, a la contractura muscular y a la disposición del cuerpo, ligeramente incorporado, para concluir que aquel hombre no había fallecido.

Misterio

Otra aportación novedosa del científico se refiere a la formación de la imagen en la Sábana Santa, que continúa siendo un misterio incluso para quienes la han analizado. A su juicio, la mezcla de sangre y aceites por toda la superficie corporal quedó plasmada en la tela que lo envolvía y, al darse cuenta los acompañantes de Cristo de que estaba vivo, debieron retirar la tela. Al secarse, las manchas pasaron de la cara del tejido en contacto con el cuerpo a su revés, lo que justificaría la «negatividad de la imagen».

Tras su «resurrección o resucitación», Jesús se apareció en varias ocasiones a personas distintas y se reunió con sus apóstoles, hasta que, el día 42 tras la crucifixión, ascendió a los cielos, según las Escrituras. Sobre este periodo, que dio título al libro, Miguel Lorente admite que no es fácil determinar nada. En su opinión, Jesús estaba muy afectado por las secuelas de la flagelación y la crucifixión. «No murió en la cruz, pero murió por la cruz», concluye Miguel Lorente.

 

Barrabás, ¿quién era el?

Ya hemos escuchado su nombre muchas veces. Lo vemos en películas relacionadas con Jesús. Cuando llega el día de crucifixión ahí está junto con Jesús. Su nombre es Barrabás. Barrabás era un criminal, responsable de alborotamiento, asesinato y robo. Era un asesino. Es así como lo llama Pedro en Hechos 3:14. La pena para ese crimen era la muerte. El nombre de Barrabás está compuesto por “Bar” que significa hijo y “abass” que significa padre. Era “hijo de un padre” esto es, un hijo de alguien. Aquí esta por lo tanto con Jesús ante Pilato. Por un lado, el inocente, Jesucristo el Hijo de Dios. No se encontró mal alguno en él. Andaba haciendo el bien y sanando a la gente. Y ahora estaba al borde de la muerte. Por otro lado, un asesino, un criminal que estaba condenado a muerte. Uno de los dos va a ir a dar a la cruz y Barrabás tiene todos los motivos para estar ahí. La cruz es su final normal. Pero vamos a leer el pasaje de Lucas 23:13:25:

Lucas 23:13-25
“Entonces Pilato, convocando a los principales sacerdotes, a los gobernantes, y al pueblo, les dijo: Me habéis presentado a éste como un hombre que perturba al pueblo; pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis. Y ni aun Herodes, porque os remití a él; y he aquí, nada digno de muerte ha hecho este hombre. Le soltaré, pues, después de castigarle. Y tenía necesidad de soltarles uno en cada fiesta. Mas toda la multitud dio voces a una, diciendo: Fuera con éste, y ¡suéltanos a Barrabás! Este había sido echado en la cárcel por sedición en la ciudad, y por un homicidio. Les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús; pero ellos volvieron a dar voces, diciendo: ¡Crucifícale, crucifícale! Él les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho éste? Ningún delito digno de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré. Mas ellos instaban a grandes voces, pidiendo que fuese crucificado. Y las voces de ellos y de los principales sacerdotes prevalecieron. Entonces Pilato sentenció que se hiciese lo que ellos pedían; y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y homicidio, a quien habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.”

Jesús fue entregado para ser crucificado y Barrabás ¡fue puesto en libertad! El inocente fue a la cruz en lugar del culpable. Pero como quiera, ¿quién es ese Barrabás? Te voy a decir. Es tu y yo. En la persona de Barrabás estamos todos nosotros. Todos nosotros los que “hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Todos nosotros fuimos condenados. Todos nosotros nos merecíamos ir a la cruz y estábamos destinados al lago de fuego. Pero aquí viene Jesucristo, el inocente cordero, el cordero de Dios y el que toma el lugar de Barrabás. Barrabás quedó libre. Tu y yo fuimos puesto en libertad y ahora ¡somos libres! Ve como la Palabra lo describe en Efesios 2:1-10:

Efesios 2:1-10
“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”

Estábamos muertos en pecado e iniquidades y Dios ¡nos pasó a Cristo! ¡Nos dio nueva vida! Yo creo que Dios pudo haber involucrado a Barrabás en la escena de la crucifixión para demostrar su amor: La vida de Barrabás se salvó mediante la muerte de Jesucristo. Estaba condenado a muerte, así como tu y yo estábamos muertos en pecados e iniquidades. ¡La cruz estaba hecha para él! Pero ahora su vida había sido perdonada por el sacrificio de Jesucristo. Si Jesús no hubiera sido “obediente hasta la muerte, aun la muerte de cruz” (Filipenses 2:8) Barrabás hubiera muerto ese día. De igual modo es que tu y yo a través de la obediencia de Jesucristo y el amor del Padre, creyendo en Jesucristo como Señor e Hijo de Dios, pasamos de muerte a vida. De hijos de ira a hijos de Dios.

Gálatas 3:26
“pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;”

De esclavos del pecado a miembros del reino de Su querido Hijo:

Colosenses 1:12-14
“con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.”

No sé que le pasó a Barrabás después. Pero sí sé algo: la próxima vez que lea los pasajes de la crucifixión o vea alguna actuación de ellos, sabré que yo estaba como él, muerto en pecados e iniquidades, destinado a la cruz, y exactamente como él yo fui liberado y puesto en libertad mediante el sacrificio de Jesucristo quien tomó no solo el lugar de Barrabás en la cruz sino también el nuestro. Si no le has entregado aun tu vida a Jesucristo, si aun no has probado la dulce libertad que Él hizo posible para ti con Su muerte, te motivaría a que así lo hicieras. ¡Deja que Él te liberte! Como la Biblia dice:

Romanos 10:9-10
“que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”

No vas a ser salvo por las obras buenas que hagas, sino por la fe en el Señor Jesucristo y Su resurrección. Y así como Él salvó la vida de Barrabás de la muerte de cruz, así como salvó mi vida y billones de otras vidas de estar muertos en pecados e iniquidades, también te salvará a ti. No te tardes, ¡entrégale tu vida HOY!

Anastasios Kioulachoglou

http://www.jba.gr/es/Barrabas.htm

Jesús – La Muerte y la Resurrección

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«Pilatos, después de haberse lavado las manos de la sangre del inocente, pronunció la palabra terrible: Condemno, ibis in crucem. Ya la muchedumbre impaciente se agolpa hacia el Gólgota. Estamos sobre la altura pelada y cubierta de osamentas humanas que domina a Jerusalén; lleva el nombre de Gilgal, Gólgota, o lugar del cráneo, siniestro desierto consagrado desde siglos antes a los suplicios más horribles. La montaña no tiene árboles: allí no crecen más que horcas. En aquel sitio, Alejandro Janeo, el rey judío, había asistido con todo su harén a la ejecución de cientos de prisioneros; allí Varus había hecho crucificar a dos mil rebeldes; y allí era donde el dulce Mesías, anunciado por los profetas, debía sufrir el atroz suplicio, inventado por el genio atroz de los fenicios, adoptado por la ley implacable de Roma. La cohorte de los legionarios forma un gran círculo en la cumbre de la colina y separa a golpes de lanza a los últimos fieles que han seguido al condenado. Son mujeres galileas; mudas y desesperadas, se arrojan al suelo. Ha llegado la hora suprema de Jesús. Es preciso que el defensor de los pobres, de los débiles y de los oprimidos, acabe su obra en el martirio abyecto, reservado a los esclavos y a los bandidos. Se necesita que el profeta consagrado por los esenios se deje clavar en la cruz aceptada en la visión de Engaddi; es preciso que el hijo de Dios beba el cáliz entrevisto en la Transfiguración; es preciso que descienda al fondo del infierno y del horror terrestre. Jesús ha rehusado el brebaje tradicional preparado por las piadosas mujeres de Jerusalén y destinado a aturdir a los condenados. Sufrirá su agonía en plena conciencia. Mientras le atan sobre el madero, mientras los rudos soldados clavan con grandes martillazos los clavos en aquellos pies adorados por los desgraciados, en aquellas manos que sólo sabían bendecir, la negra nube de un sufrimiento desgarrador apaga sus ojos, ahoga su garganta. Más desde el fondo de aquellas convulsiones y de aquellas tinieblas infernales, la conciencia del Salvador siempre despierta, sólo tiene una palabra para sus verdugos: “Padre, perdónalos, que no saben lo que hacen”. He aquí el fondo del cáliz: las horas de la agonía desde mediodía a la puesta del sol. La tortura moral se suma y agrega a la tortura física. El iniciado ha abdicado de sus poderes; el hijo de Dios va a eclipsarse; sólo queda el hombre que sufre. Durante algunas horas va a perder su cielo, a fin de medir el abismo del sufrimiento humano. La cruz se eleva lentamente con su víctima y su letrero, última ironía del procónsul: “¡Éste es el rey de los judíos!”. Ahora las miradas del crucificado ven flotar en una nube de angustia a Jerusalén, la ciudad santa que ha querido glorificar y que le lanza el anatema. ¿Dónde están sus discípulos?. Desaparecieron. Sólo oye las injurias de los miembros del sanhedrín, que juzgan que el profeta ya no es de temer y triunfan en su agonía. “¡Ha salvado a los otros, dicen, y no puede salvarse a sí mismo!”. A través de aquellas blasfemias, de aquella perversidad, en una visión aterradora del porvenir, Jesús ve todos los crímenes que los potentados inicuos, los fanáticos sacerdotes, van a cometer en su nombre. ¡Se servirán de su signo para maldecir!. ¡Crucificarán con su cruz!. No es el sombrío silencio del cielo velado para él, sino la luz perdida para la humanidad quien le hace lanzar aquel grito de desesperación: “Padre mío, ¿Por qué me has abandonado?”. Entonces la conciencia del Mesías, la voluntad de toda su vida, brota en un último relámpago y su alma se escapa con este grito: “Con sumado está”. ¡Oh sublime Nazareno, Oh divino Hijo del Hombre, ya no estás aquí!. Con rápido vuelo sin duda tu alma ha vuelto a encontrar, en una luz más brillante, tu cielo de Engaddi, tu cielo del monte Tabor!. Has visto a tu Verbo victorioso volando sobre los siglos, y no has querido otra gloria que las manos y las miradas levantadas hacia ti de aquellos que has curado y consolado… A tu último grito, incomprendido por tus guardas, un escalofrío les ha estremecido. Los soldados romanos se han vuelto, y ante la extraña radiación dejada por tu espíritu sobre la faz tranquila de aquel cadáver, tus verdugos asombrados se miran y dicen: “¿Será un dios?”.

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¿Es cierto que Jesús murió en la cruz? Teoría cuestiona esta creencia

Jesús fue el ícono más importante de la cultura occidental, debido a su masividad indiscutible. El Nuevo Testamento cuenta que es hijo de Dios y que fue condenado a morir en la cruz por declarar aquello, hecho que según el relato bíblico derivó en su resurrección a los tres días.

Pero una teoría hecha documental por Discovery Channel, plantea que el “Cristo hombre” no habría muerto en la cruz, sino que habría vivido una gran cantidad de años más.

Las fuentes que nos hablan sobre su vida, principalmente son los evangelios de Marcos, Lucas, Mateo y Juan. Solo los dos últimos habrían figurado entre los discípulos que seguían a Jesús, por lo tanto, son los únicos que basan el relato en la vivencia de los hechos que se le atribuyen.

Los cuatro evangelios mencionados coinciden en la crucifixión como el método que utilizaron los romanos para acabar con la vida de Jesús. Además, agregan que la muerte del “hijo de Dios”habría sido entre las 6 y 9 horas luego de estar en la cruz.

Sin embargo, aquí se presenta el primer cuestionamiento a la teoría bíblica, debido a que cuando una persona es crucificada, no muere por las heridas de los clavos en manos y pies, sino que pierde la vida por sofocación.

Esto, debido a que el cuerpo al colgar de los brazos, provoca que el pecho se comprima, ya que las piernas son fundamentales para sostener el peso del cuerpo, y al no poder aguantarlo, la respiración se vuelve dificultosa. Y para morir bajo estas circunstancias, tienen que pasar al menos unos días.

Según la Biblia, al momento de la supuesta muerte, Poncio Pilatos habría dudado de que Jesús estuviera sin vida, sin embargo, el centurión que se encontraba junto a él, habría confirmado el deceso.

¿Pero cómo hicieron para que Jesús pudiera parecer sin vida? Esto habría sido gracias a uno de los icónicos momentos de la crucifixión, cuando le pasan una esponja con “vinagre” por la cara. En este momento Jesús habría sido sedado, luego descendido y llevado a la tumba.

En relación a la resurrección, el libro de Marcos no habla de esta propiamente tal, sino solo de una tumba vacía. Mateo y Lucas hablan de resurrección, pero no coinciden en detalles. En Mateo, Jesús, luego de salir del sepulcro, encuentra a las mujeres cerca de la tumba y se reúne con sus discípulos en una montaña de Galilea. En Lucas, Jesús se encuentra con dos discípulos anónimos que no lo reconocen y luego con los restantes, antes de abandonarlos en Jerusalem.

El sepulcro fue donado por José de Arimatea, quien junto a Nicodemo se hicieron cargo de Jesús en la tumba. Estos personajes llevaban gran cantidad de yerbas, las que habrían correspondido a Aloe Vera, planta que sirve para curar heridas, no para embalsamar.

Para los estudiosos modernos, las diferencias invitan a la conclusión de que los evangelios fueron escritos con fines políticos y no con el objetivo de contar un milagro. Esto basado en que fueron los testigos de la supuesta resurrección quienes se hicieron posteriormente líderes de la iglesia católica.

El documental plantea que los Caballeros Templarios habrían encontrado los huesos de Jesús, sustrayéndolos y escondiéndolos para que no fueran encontrados. Esto con el fin de mantener la creencia en la resurrección, pilar fundamental del dominio del cristianismo.

¿Y qué pasó con Jesús? Luego de negarle a sus discípulos la posibilidad de seguirlo, el profeta habría buscado la forma de estar lejos de los romanos, para esto habría viajado hacia el este del imperio, específicamente a Cachemira.

La relación de Jesús con la India vendría desde los Reyes Magos que estuvieron en su nacimiento. Mientras que este lugar habría sido su destino luego de la cruz, debido a que entre los 12 y 30 años se habría iniciado en el budismo (entre ese rango etario no existe registro sobre Jesús en Palestina), por lo tanto, habría vuelto a aquel lugar para continuar con sus enseñanzas.

Actualmente en Cachemira existe una tumba perteneciente a Yuz Asaf, quien realmente sería Jesús y habría muerto a los 80 años de edad.

http://peru.com/actualidad/misterios-sin-resolver/jesus-realmente-murio-cruz-teoria-cuestiona-esta-creencia-noticia-246036

La limosna, esa manzana envenenada

Empecemos por el principio, ¿qué es la caridad? La caridad es un precepto religioso que solo puede ejercerse en una sociedad dividida en clases sociales. En su propia definición lleva implícita una desigualdad social asumida, pues obliga al creyente a entregar sus bienes a quienes carecen de lo que a él le sobra. Todas las religiones, como buenos somníferos que contribuyen a la paz social, incluyen este mandato entre las órdenes de su dios. En el Cristianismo es una de las tres virtudes teologales junto a la Esperanza (un pecado en la Grecia Clásica) y la Fe. En el Islam toma el nombre de Zakat y en el judaísmo el de Tzezaka, que establece 8 niveles distintos de “calidad” de la misma a la hora de cumplir con Dios. Dependerá de la mayor o menor voluntad de quien entrega la caridad así como del anonimato o conocimiento de los implicados en el proceso. En el caso del budismo se llega hasta a exigir que se entregue incluso lo necesario para uno mismo.
Esta aparente forma de redistribución de la riqueza exige unas posiciones y tiene unas consecuencias para los participantes que es necesario tener en cuenta para valorar en su justa medida lo que la limosna lleva implícito, incluso si, haciendo un esfuerzo, no queremos dudar de sus intenciones.
A pesar de todos los discursos sobre el desinterés de esta práctica, no puede haber tal desinterés cuando se está actuando por mandato directo de dios y la desobediencia, según cualquier precepto religioso, se castiga eternamente. En ocasiones, donde no se mantiene una creencia, juegan un papel importante los sentimientos de satisfacción personal o directamente la rentabilidad publicitaria cuando la acción caritativa es de una envergadura considerable. Evidentemente, son quienes se ven en posesión de la riqueza concentrada aquellos cuya situación permite donaciones verdaderamente efectivas y sobre todo visibles.
Pero quizá la principal razón por la que la élite social impulsa la caridad es porque el sistema socioeconómico no va a ser puesto en tela de juicio. Demos de comer al pobre, pero que nadie pregunte por qué no puede hacerlo por sí mismo, parece ser la máxima.
Aquél que recibe esta acción caritativa tampoco está autorizado a hacerse preguntas. Su papel queda relegado al de un mero instrumento de la voluntad divina y objeto para que otro desarrolle la caridad en los términos que acabamos de explicar. La consecuencia para quienes se ven obligados por las circunstancias a sobrevivir de la dádiva es que como mínimo deberá asumir el rol pasivo que se le adjudica y someterse al modelo social que le ha llevado a esa miseria, culpabilizándose con frecuencia a sí mismo de su suerte. La destrucción de la personalidad que esto supone es incalculable, y esta desactivación de la contestación social que podrían suponer los “pobres” es para las élites uno de los valores más importantes de la caridad.
Sabiendo que la mayor parte de las organizaciones dedicadas a la caridad (y por supuesto las más importantes) pertenecen a la Iglesia Católica, no se puede desdeñar tampoco el adoctrinamiento religioso que la caridad supone debido a la natural gratitud desarrollada por quienes reciben aquello que necesitan. Esto no viene sino a reforzar la resignación a las condiciones de vida impuestas por cuanto quien espera algo en la prometida “otra vida” adormece la voluntad de conseguirlo en ésta.
Pero, ¿esa es la voluntad de la Iglesia? ¿cuál ha sido su actitud histórica ante las propuestas de acabar con el sistema social que produce una legión de pobres? Todo el empeño de esta institución ha sido defenderlo con uñas y dientes por todos los medios a su alcance. Esto es lo que se deduce de un vistazo a las encíclicas elaboradas por el papado en la segunda mitad del siglo XIX. “Quanta Cura”, elaborada en 1864 por Pío IX, está repleta de condenas entre las que destacan la dirigida contra la libertad de expresión y contra la libertad de culto. Bajo la idea de que estas libertades no son más que la libertad de “perdición”, y una vez establecida que la única fuente de verdad es la religión católica, se ahoga toda voz que cuestione el poder.
De igual forma, León XIII dicta la “Rerum Novarum” en 1891, acusando al socialismo (generalizando a todas sus corrientes, entre ellas el anarquismo) de empeorar la condición de los trabajadores. Asimismo defiende sin rubor la propiedad privada “con derecho estable y perpetuo”. “Se halla en la misma ley natural el fundamento y razón de la división de bienes y de la propiedad privada”, llega a decir. Si esta es la posición de la institución religiosa más grande del mundo que impulsa de manera activa la práctica de la caridad, queda claro que ésta última no viene a romper el yugo que establece esa misma propiedad privada que defienden férreamente. Oscar Wilde apreció la hipocresía de este comportamiento: “Es inmoral usar la propiedad privada a fin de aliviar los terribles males que resultan de la misma institución de la propiedad privada. Es a la vez inmoral e injusto” (El Alma del Hombre Bajo el Socialismo, 1898).
Pero en el caso de las religiones lo inmoral se relativiza a medida que se asciende en la escala social, y la justicia no es un valor a aplicar en este mundo. Atendiendo al comportamiento de dos de las instituciones caritativas más importantes, y de una de las ONGs más carismáticas relacionadas con la Iglesia, nos podremos hacer una idea de lo expuesto anteriormente.
Cáritas
Cáritas es una organización internacional que trabaja en cerca de 200 países con 162 sucursales. Una de ellas es la que desarrolla su actividad en España, con 6.000 organismos en parroquias y 68 en obispados. A pesar de su vinculación estatutaria a la Iglesia Católica, sólo un 2% de su financiación proviene de ella. Alrededor de un 40% del dinero procede de subvenciones públicas y el resto de empresas y donantes privados.
Uno de sus principales mecenas ha sido Amancio Ortega, dueño de Inditex, que entregó a la organización 20 millones de euros en octubre de 2012, la mayor donación realizada a una ONG. Este acto de caridad ocupó primeras páginas de todos los diarios nacionales, así como minutos de oro en los informativos de radio y televisión, una publicidad nada desdeñable en los tiempos que corren. Lo que no ocupó el tiempo noticiable fueron las inspecciones que el gobierno brasileño llevó a cabo en fábricas que suministran el 90% de la ropa a Inditex. Allí se liberaron a 15 personas en lo que se calificó de “semiesclavitud” y se levantó acta de la presencia de niños. De igual modo Inditex ha tenido que hacer frente a numerosas denuncias por condiciones de trabajo similares en Argentina.
En el mismo grupo de grandes personalidades “filantrópicas” podríamos incluir a Joan Roig, dueño de la cadena de supermercados Mercadona, que suministró 42.000 kilos de comida a través de un convenio firmado con Cáritas. Al mismo tiempo, el señor Roig impulsaba en los medios con comentarios grotescos la reforma laboral que Fátima Báñez llevó al Congreso para su aprobación en 2012. Para Roig, nuestro “derroche” ha sido una de las causas de lo que han llamado “crisis económica”, insta a “desincentivarnos” de usar la sanidad, la educación y la justicia como se ha hecho con las bolsas de plástico, y hay que alabar el esfuerzo laboral de los bazares chinos como ejemplo que deberíamos seguir, además de teorizar sobre la necesidad de rebajar las condiciones de vida de los trabajadores (aún más, se entiende) si no queremos “esforzarnos más”. A pesar de aparecer constantemente como empresa modelo del sector, no sólo por la obtención en 2012 de unos beneficios de 508 millones de euros, sino por su compromiso ético, Mercadona es una de las empresas más condenadas por acoso laboral a las mujeres, obstaculizando las bajas por maternidad e incapacidad y acumulando decenas de sentencias por abuso. Evidentemente no le ha venido mal una campaña de imagen.
El ex-ministro de Asuntos Exteriores de Aznar, Abel Matutes, con una larga trayectoria política enraizada en el franquismo y un imperio de hoteles y compañías de transporte, da nombre a la fundación que dirige su familia, que entregó 60.000 euros a Cáritas y otras organizaciones. También obtuvo pingües beneficios de una parcela comprada justo el día anterior de su expropiación por el Consejo Insular, que indemnizó generosamente. En sintonía con este tipo de movimientos sospechosos ha estado la actividad de una de sus hijas, Stella Matutes, imputada por tráfico de influencias como Consellera de Vias y Obras, al recalificar terrenos donde las empresas familiares proyectaban edificar. Su actividad destructiva del patrimonio ecológico de Ibiza con la construcción de hoteles de su grupo y el impulso de autopistas ha sido una constante como método de amasar una fortuna y posteriormente ejercer la caridad.
La colaboración de la clase política madrileña con Cáritas, a través de Ignacio González, se escenificó en la entrega de mil viviendas del IVIMA (Instituto de la Vivienda de Madrid). Que el organismo dedicado a facilitar el acceso a la vivienda haga dejación de funciones en manos de una organización de caridad es el ejemplo más claro de la idea de justicia social que tienen. Siendo conscientes de que ningún organismo público ni responsable político alguno han cumplido nunca con la obligación de que nadie esté en la calle habiendo viviendas vacías, la “clave de bóveda” de la maniobra es que al IVIMA se le pueden exigir responsabilidades por ello, pero a Cáritas no. Por si el asunto no era suficientemente vergonzoso, antes de la entrega desalojaron a gente de algunas de las viviendas que Cáritas afirma tener la intención de alquilar (a unos 200€)… ¡a familias desahuciadas!
En el plano internacional Cáritas ha sido puesta en tela de juicio en más de una ocasión. Los machetes enviados por la organización a Ruanda, utilizados en el genocidio de 1994, y la colaboración con los asesinos de Madeleine Raffin, responsable de Cáritas en la región de los Grandes Lagos, han sido algunas de las acusaciones que detalla Jean-Paul Gouteux en su libro Apología de la Blasfemia. En la recta final de las guerras que trocearon Yugoslavia a finales de los años 90, los camiones de Cáritas Internacional fueron utilizados para transportar armas desde el puerto de Ancona hasta el norte de Albania como publicó en su día el Corriere de la Sera.
En marzo de 2013 ha renovado por cuatro años más la presidencia de Cáritas española Rafael del Río Sendino, el que fue Director General de la Policía entre enero del 83 y noviembre del 86 y Director de Seguridad de Iberia posteriormente. En el cuerpo desde 1962, fue ascendido por José Barrionuevo, y estuvo en el ojo del huracán durante la investigación sobre los GAL, siendo interrogado por las circunstancias que rodearon el asesinato de Santiago Brouard, y llegando a un punto en que la acusación popular pidió su encarcelamiento por encubrir el terrorismo de Estado. Sus faltas de memoria fueron también noticia durante la investigación de la desaparición de Santiago Corella, el “Nani”. Desde luego, teniendo en cuenta quién dirige la institución poco puede sorprender quién colabora con ella.
Intermón&Oxfam
En este caso, bajo una apariencia totalmente laica y una actividad de proyectos de cooperación, “comercio justo” y denuncia social, se encubre el control más o menos directo de la Compañía de Jesús (su nombre original fue “Secretariado de Misiones y Propaganda de la Compañía de Jesús”) y la colaboración en el “Consejo Asesor” de algunos de los principales responsables de la situación social que sufrimos.
El nombre de Antonio Gutiérrez, exsecretario general de CCOO, ex-diputado del PSOE y ex-asesor de la Fundación Caja Madrid, será conocido por muchos, aunque es probable que no tantos se acuerden de que fue el responsable en el año 97 de un acuerdo con el primer gobierno de Aznar por el que se redujo la indemnización por despido, por poner un solo ejemplo.
Ramón Forn sin embargo es un nombre que no sonará a nadie. Este asesor de Intermón, relacionado con ESADE, es socio-director de McKinsey Spain, consultoría que lo mismo hace informes para Iberia relacionando salarios y productividad que justifiquen los últimos ataques de la compañía contra los trabajadores, que analiza sistemas sanitarios, como hizo en 2001, para acabar concluyendo (¡cómo no!) que era necesaria la introducción del sector privado en el sistema sanitario público. Mckinsey también recomendaba “complementar” las coberturas con seguros privados.
Pero los casos de Inocencio Arias y de Rafael Arias Salgado formando parte del consejo asesor de Intermón son especialmente sangrantes. Inocencio Arias fue Director General del Real Madrid y durante su estancia en la entidad deportiva los neonazis de Ultrasur se paseaban con total libertad por las instalaciones compadreando incluso con la directiva, que les compraba la lotería de navidad, a pesar de las decenas de sentencias acumuladas por agresiones y tenencia ilícita de armas. Pero si por algo se le recuerda es por ejercer de embajador en la ONU del gobierno cuando Aznar envió tropas a Iraq, aventura neocolonial que ha defendido siempre como “legal y legítima”.
Rafael Arias Salgado, además de ser hijo de un ministro franquista y de presidir PROSEGUR entre el año 83 y 85, fue el ministro de Fomento que en abril del 98 desarrolló la famosa Ley del Suelo, con las consecuencias sobre los precios de la vivienda conocidas por todos. Hoy preside Carrefour España (razón por la que no es extraño encontrar los productos de Intermón en sus estantes) y World Duty Free Group, empresa que se ha hecho con la concesión de las tiendas “Duty Free” de 11 aeropuertos españoles, entre ellos Barajas. Esta gestión le pertenecía a la empresa pública ALDEASA hasta que su colega Rodrigo Rato la privatizó cuando ambos eran ministros.
Con este “material humano” no es extraño que el “comercio justo” que patrocina haya caído rápidamente en manos de multinacionales como Carrefour, o que hayan suscrito convenios con Sol Meliá, propiedad de la familia Escarrer (una de las 10 fortunas más grandes de España), que construye en México en zonas de alto valor ecológico, enajena el agua potable en Costa Rica para regar campos de golf como el del Resort Paradisus en Playa Conchal, devasta bosques de manglar y presiona a los gobiernos para que deroguen las leyes de protección de estos ecosistemas, por no hablar de la explotación semiesclavista de sus trabajadores.
Creo que se puede convenir sin esfuerzo que si esta gente es la que asesora a la ONG es imposible que su acción vaya encaminada a nada que se parezca a la justicia ni a la igualdad, siendo responsables de la brecha social abierta en sentido opuesto a esos términos.
Fundación Española de Banco de Alimentos (FESBAL)
Pero sin duda la institución caritativa más mediática últimamente es la FESBAL. A esto ayudó el premio Príncipe de Asturias a la Concordia en 2012 votado por un jurado en el que se encontraban Rodrigo Rato y Alicia Koplowitz entre otros. Como vemos, la presencia de estos sujetos en el impulso caritativo es constante, y una muestra más es el nombramiento de la señora Ana Botella como presidenta honorífica del Banco de Alimentos de Madrid. Aprovechando su nombramiento impulsó la inversión de su patrimonio en la SICAV Gescartera en el año 2001.
La FESBAL tiene una vinculación con el Opus Dei estrecha. El desarrollo de la organización fue gracias al impulso de un empresario barcelonés y del sacerdote de la Obra José María Sanabria, como así lo relata su actual presidente, Jose Antonio Busto Villa en una entrevista a la web de Torreciudad publicada en la página oficial del Opus. Otro de los indicios de esta relación lo tenemos en que el anterior y el actual presidente del Banco de Alimentos de Valladolid, Mariano Posadas y Jose María Zárate, son socios supernumerarios.
Conviene saber que la FESBAL no reparte comida directamente a los pobres, algo que con frecuencia se soslaya. En la memoria del Banco de Alimentos de Madrid de 2011 podemos comprobar que son parroquias, conventos y monasterios en más de un 90%. Pero dentro de los pocos centros que no son religiosos podemos sorprendernos al encontrar a dos instituciones antiabortistas, la Fundación Vida y Provida-Alcalá. Tampoco se explica por qué reparten alimentos en el Seminario Redemptoris Mater del Camino Neocatecumenal o en los colegios que los Legionarios de Cristo poseen en El Plantío (Mahadahonda) y en La Moraleja, de mujeres y hombres respectivamente. Lo que sí vemos es que han recibido para ello 40.000 euros de la Comunidad de Madrid, 24.687 del Ayuntamiento de Madrid y 3.100 del consistorio alcalaíno. En el verano de 2012 ya fue un escándalo el hecho de conocerse que en una residencia femenina de Granada regentada por las monjas franciscanas de Nuestra Señora del Buen Consejo estuviesen dando alimentos procedentes de la FESBAL a las niñas a las que cobraban más de 600 euros por alojamiento y manutención.
En definitiva, queda claro que las instituciones religiosas siempre serán firmes defensoras de la autoridad, y por tanto del orden establecido. En ocasiones algunas organizaciones están encubriendo su vinculación a la Iglesia eludiendo así su responsabilidad en la actitud de aquella. La caridad, como hemos visto, está impulsada por quienes sostienen el statu quo, ya que no cuestiona el origen de la pobreza y contribuye a la paz social. Las necesidades básicas para no caer en la exclusión no podemos dejarlas en manos de la misma gente que provoca esa miseria y debemos reinventar mecanismos de solidaridad que atendiendo estas necesidades continúen generando o recuperando conciencia de clase y espíritu de lucha.
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