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El Matrimonio en la Biblia

Por esto dejará el hombre a su padre
y a su madre y se unirá a su mujer,
y los dos serán una sola carne
(Génesis 2,24)

Un rápido vistazo a la Biblia nos permite observar cómo Dios se ha servido de algunos aspectos de la experiencia matrimonial para manifestar su voluntad de salvación. La Sagrada Escritura se abre con la creación del hombre y la mujer a imagen y semejanza de Dios (Gén 1,26-27) y se cierra en el Apocalipsis con la visión de “las bodas del Cordero” (Ap 19,17.19).

De principio a fin la Escritura habla del matrimonio y de su “misterio”, de su institución y del sentido que Dios le ha dado, de su origen y de su fin, de sus diversas realizaciones a lo largo de toda la historia de la salvación, de sus dificultades derivadas del pecado y de su renovación “en el Señor” (1Cor 7,39) en la Nueva Alianza de Cristo y de la Iglesia (Ef 5,25-32).

1. En el Antiguo Testamento

La experiencia amorosa en la Antigua Alianza
Al hojear las páginas de la primera parte de la Biblia no es raro encontrarse con relatos en los cuales se narran las vicisitudes amorosas entre un hombre y una mujer. Sin embargo impresiona que con frecuencia el comportamiento de esas parejas bíblicas no sea precisamente el que se esperaría de ellas. Pensemos en la facilidad con la que Abraham acepta la sugerencia de su mujer de unirse a Agar, esclava de Sara, para aumentar la probabilidad de tener una descendencia; o también la desenvoltura con la que Abraham, para no poner en riesgo su propia integridad, presenta a su esposa Sara como su hermana, abandonándola a los deseos del faraón, primero (Gén 12,10-20), y después a los de Abimelec (cfr. Gén 20). No menos problemático nos parece el comportamiento de Jacob, que tiene hijos de cuatro mujeres (Gén 25-32). ¿Y qué decir del harem, con las mujeres y concubinas del rey David, y las de su hijo Salomón?

Pero junto con estos ejemplos también encontramos relatos matrimoniales ejemplares, atestiguados en los libros de Tobías, Ester, Rut y el poema de la relación amorosa entre un hombre y una mujer contenido en el Cantar de los Cantares, que presenta al matrimonio como el arribo lógico y seguro para el deseo de estar con la persona amada.

El amor conyugal en Génesis 1
Las primeras indicaciones relativas al verdadero ideal de Dios acerca del Matrimonio, con toda su sorprendente belleza, se encuentran precisamente al comienzo del primer libro de la Sagrada Escritura y completan el relato de la creación.

a) Dios como destino del modelo
Los versículos que se refieren a nuestro tema en Génesis 1 no son muchos, pero poseen una riqueza inagotable acerca de la comprensión bíblica de la relación entre hombre y mujer: “Dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza’” (Gén 1,26). El uso de la palabra “imagen”, da a entender cómo el hombre y la mujer son los aliados excepcionales de Dios, al grado de manifestar su gloria en el mundo. Usando el concepto de imagen de Dios el autor de Génesis 1 quiere expresar la desmesurada dignidad del hombre y de la mujer, colocándolos por encima de todos los otros seres vivientes. En Génesis 1, entonces, el amor humano es presentado en toda su grandeza y dignidad, es “imagen” de Dios.

b) “Hombre y mujer los creó”
En Génesis 1,27 el autor afirma que la diversidad sexual, creada y por tanto querida por Dios mismo, no es un dato accidental de la realidad humana, sino un aspecto fundamental de los seres humanos hechos a imagen de Dios: “Y Dios creó al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó” (Gén 1,27). Con esta precisión el relato bíblico subraya que la persona expresa la plenitud de la propia humanidad en la comunión del hombre y la mujer. El hombre y la mujer alcanzan el verdadero gozo existencial en la conciencia de tener necesidad el uno del otro, en la peculiaridad de la propia identidad sexual. Así se afirma una radical e indiscutible igualdad de dignidad entre el hombre y la mujer.

c) Fecundidad como permanencia
Génesis 1,28 indica la fecundidad matrimonial: “Dios los bendijo y les dijo: ‘Sean fecundos y multiplíquense, llenen la tierra’”. Es sobre todo el testimonio del propio amor que vuelve a la pareja “imagen de Dios” en el mundo. Consiguientemente los hijos acogidos con responsabilidad y generosidad asegurarán la permanencia de la imagen de Dios en el mundo. El hombre y la mujer, brotados de la fecundidad de la Palabra de Dios, podrán a su vez convertirse en cooperadores conscientes de quien es el único que tiene el poder para dar la vida. Desde esta perspectiva es justo afirmar que el Génesis presenta el Matrimonio como ordenado a la creación.

El amor conyugal en Génesis 2
También Génesis 2-3, en el llamado relato del Edén, presenta a Dios como el autor del Matrimonio a favor de la humanidad.

a) “No está bien que el hombre esté solo”
En Génesis 2 Dios aparece particularmente atento al bien del hombre: “Y el Señor Dios dijo: ‘No es bueno que el hombre esté solo: quiero hacerle una ayuda que le corresponda’” (Gén 2,18). La palabra “ayuda” no tiene ninguna connotación de menosprecio que presente a la mujer como subordinada al hombre. En el Antiguo Testamento la palabra “ayuda” se aplica con frecuencia a Dios, cuando es invocado como escudo y defensor del pobre y del indefenso, ante la amenaza de los enemigos. Dios quiere proteger al hombre no tanto de la soledad en sí misma, como del aislamiento en una situación de peligro, y lo hace mediante la creación de la mujer en vistas al Matrimonio. La soledad del hombre en el peligro es considerada una mala nota en la gran sinfonía de la creación.

b) Igual dignidad entre el hombre y la mujer
Para demostrar que la ayuda corresponderá plenamente al hombre, el autor de Génesis 2 hace intervenir a Dios mismo en el hombre: “Entonces el Señor Dios hizo descender sobre el hombre un sopor y se durmió; le quitó una de las costillas y cerró la carne en su lugar. El Señor Dios formó con la costilla que había quitado al hombre, una mujer y la condujo al hombre” (Gén 2,21-22). El sueño profundo del cual habla el texto sirve para resaltar que el hombre no tiene la preferencia ni se le ofrece colaboración: también la mujer ha sido pensada y querida por Dios mismo y, en cuanto tal, no podrá ni deberá ser pretendida como posesión del hombre. A través de la imagen de la “costilla”, también en Génesis 2 es afirmada la misma dignidad entre el hombre y la mujer: la mujer ha sido extraída del mismo “material” del hombre. Con la bella descripción de un Dios que como un padre conduce a la mujer al hombre que será su marido, se subrayan las dimensiones de gratuidad y acogida recíproca: la mujer es regalo de Dios y sólo con esa conciencia se realizará la relación conyugal.

c) Estabilidad y comunión
“Entonces el hombre dijo: ‘Esta sí es hueso de mis huesos, carne de mi carne. Se llamará mujer, porque ha sido extraída del hombre’” (Gén 2,23). Para Génesis 2 en el Matrimonio el hombre y la mujer son llamados a realizar una relación estable y duradera, una verdadera y precisa alianza de vida, esto es subrayado con el uso de la frase “hueso de mis huesos y carne de mi carne”, que en otras partes de la Biblia indica la pertenencia definitiva a un clan familiar, a una ciudad o, también, a una tribu.

d) Prioridad del amor conyugal
“Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne” (Gén 2,24). En la institución matrimonial la alianza que se viene a formar entre el marido y la mujer –hecha de comunión física, espiritual y afectiva– es de tal manera nueva y apreciada a los ojos de Dios al grado de convertirse en prioritaria, incluso respecto al mismo ligamen de sangre con los respectivos progenitores. Se trata de una prioridad que los cónyuges deberán recordarse en el futuro, en relación con los propios hijos. El primer generado o el primer hijo al cual cuidar es la propia relación conyugal.

Los profetas
Los profetas se sirven de la experiencia matrimonial para conducir a la comprensión del amor de Dios. Ellos proyectan el modelo de la alianza, establecida entre Dios e Israel, como un matrimonio, revelando en ella una dimensión mucho más profunda que la del solo “pacto”. Dios, escogiendo a Israel, se ha unido con su pueblo mediante el amor y la gracia. Se ha ligado con un vínculo particular, profundamente personal, y por eso Israel, aunque es un pueblo, es presentado en esta visión profética de la alianza como una “esposa” o “mujer”, por tanto, en cierto sentido, como persona: “Tu esposo es tu Creador […] Aún si los montes se cambiaran y las colinas vacilaran, no se alejaría de ti mi afecto, ni vacilaría mi alianza de paz” (Is 54,5-10); “Serás llamada Mi Gozo y tu tierra Desposada, porque el Señor encontrará en ti su delicia y tu tierra tendrá un esposo” (Is 62,4). Dios es el Señor de Israel, pero también se convierte en su esposo. Los libros del Antiguo Testamento refrendan la completa originalidad del “dominio” de Dios sobre su pueblo. A los otros aspectos del dominio de Dios, Señor de la alianza y Padre de Israel, se les añade uno nuevo dato revelado por los profetas: la dimensión conyugal.

2. En el Nuevo Testamento
El Matrimonio en el Antiguo Testamento emerge como una institución social, marcada por la fragilidad de la condición humana. Con Cristo se verifica una transformación profunda. Gracias a la redención, él permite no sólo a la unión entre el hombre y la mujer realizarse de acuerdo al proyecto del Creador, sino que en ello cumple la voluntad inicial, haciendo del Matrimonio la manifestación del amor de Dios por la humanidad.

Adulterio y divorcio
Los evangelios reportan la enseñanza de Jesús acerca del Matrimonio, y más específicamente, sobre su indisolubilidad. La declaración sobre el divorcio en Mateo 5,31-32 (“También fue dicho: ‘Quien repudia la propia mujer, le dé el acta de repudio’. Pero yo les digo: quien repudia a la propia mujer […] la expone al adulterio, y quien se casa con una repudiada, comete adulterio”) da seguimiento a la enseñanza sobre el adulterio.

Mateo cita a Deuteronomio 24,1, el cual permite repudiar a la mujer, acto que consiente a ésta última de ser liberada de su obligación con el marido y poder casarse otra vez.

Para Jesús, comportarse de esta manera equivale a ser corresponsables del adulterio que la mujer cometerá al volverse a casar. Igualmente, quien desposa a una mujer que se ha divorciado es considerado un adúltero. Lucas 16,18 (“Quien repudia a la propia mujer y se casa con otra, comete adulterio; quien desposa a una mujer repudiada por el marido, comete adulterio”) amplía la prohibición del adulterio. En el Antiguo Testamento sólo una mujer desposada podía cometer adulterio. El hombre sólo era adúltero cuando se unía con otra mujer casada. Así que él podía tener muchas mujeres. Jesús afirma en cambio, que el hombre está obligado a tener una sola mujer. Jesús ha condenado incluso el deseo de una mujer ajena: “Han oído que se dijo: no cometerás adulterio. Pero yo les digo: cualquiera que mira a una mujer para desearla, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” (Mt 5,27).

La voluntad divina
En Mateo 19,1-19 y en Marcos 10,2-12 los fariseos buscan hacer caer a Jesús en el engaño, haciéndolo entrar en contradicción con la Ley. Ellos quieren hacerle decir que ningún motivo legitima el divorcio, contrariamente a Deuteronomio 24,1 el cual autoriza, en cambio, a proceder en tal sentido cuando el marido encuentra a la mujer “en semejante falta”. Jesús se remonta al relato de Génesis 1,27 y 2,24, recordando la voluntad de Dios. “El Creador ha hecho al hombre y a la mujer en vista de su unión en una sola carne. El divorcio se opone a tal voluntad”. Jesús no entra en contradicción con Moisés, quien de hecho había permitido el divorcio por la dureza de corazón de Israel, pero desea seguir plenamente la Ley, no puede recurrir a una concesión hecha por Moisés. Cristo viene para cumplir la Ley y en consecuencia, para favorecer la voluntad del Creador acerca del amor humano, tal y como es expresado en Génesis 1-2.

Las parábolas
Jesús, en varias parábolas remite a la imagen de las bodas como modelo de un gozoso compartir. La presencia del esposo es un elemento importante en estos relatos. Los discípulos, por ejemplo, no ayunan porque, como los invitados a una boda, comparten la alegría del esposo (“¿Pueden acaso los invitados a una boda estar de luto mientras el esposo está con ellos?” Mt 9,14-15). Las bodas recuerdan la comunión existente entre Jesús y sus discípulos. Las vírgenes sabias están preparadas al arribo del esposo (cfr. Mt 25,1-12), a Cristo, que llega para establecer el reino.

Cristo el esposo
Juan subraya la identificación entre Cristo y el esposo de Israel anunciado en Isaías 62,4. El Bautista, viendo a las muchedumbres que acuden para hacerse bautizar por Jesús, se alegra así como el amigo del esposo que goza cuando éste se une a su esposa (“El esposo es a quien pertenece la esposa; pero el amigo del esposo, que está presente y lo oye, exulta de gozo por la voz del esposo” Jn 3,29). Se toma aquí la imagen profética de las bodas entre el Señor y el pueblo (Is 62,4), con un cambio de acento: ahora el esposo es el Mesías. Y no es una casualidad que Cristo manifieste su gloria en el contexto de la boda de Caná, suscitando la fe de los discípulos (Jn 2,1-11). Caná es el lugar donde nace la nueva humanidad. Jesús es el Mesías que desposa a la nueva comunidad de Israel formada por los discípulos. La mujer samaritana, con sus cinco maridos, evoca la condición de Samaria y la historia de pecado que ella carga (Jn 4). Cristo, como verdadero esposo, le trae la salvación y le abre las puertas para adorar al Padre en espíritu y en verdad. La figura del esposo en el Antiguo Testamento caracterizaba la unión particular entre Dios y su pueblo. Cristo asume tal imagen y en ella expresa su unión al Padre.

La carta de san Pablo a los Efesios
Pablo subraya la santidad del Matrimonio y, dirigiéndose directamente a los cónyuges, los exhorta a plasmar su relación recíproca en el modelo conyugal de Cristo y de la Iglesia. Se puede afirmar que les ordena aprender nuevamente este sacramento de la unión conyugal de Cristo y de la Iglesia: “Y ustedes maridos, amen a sus mujeres, como también Cristo ha amado a la Iglesia y se ha dado a sí mismo por ella, para hacerla santa” (Ef 5,25-26). Esta invitación, dirigida a los cónyuges cristianos, tiene su motivación en que ellos, mediante el Matrimonio como sacramento, participan del amor salvador de Cristo, que se expresa al mismo tiempo como amor conyugal de él hacia la Iglesia.

Bajo la luz de la Carta a los Efesios –justo mediante la participación en este amor de Cristo que salva– es confirmado y al mismo tiempo renovado el Matrimonio como sacramento en el cual el hombre y la mujer, llamados a ser “una sola carne”, participan del amor creador de Dios mismo.

Fuente
La traducción del artículo en italiano con el mismo nombre, fue  realizada por P. J. Antonio Hdz. Taboada, ssp. Derechos cedidos por la revista Credere la giogia della fede, no. 12, 23 de junio de 2013, publicación de San Paolo Italia, pp. 47-54.

http://www.vidapastoral.com/index.php?option=com_k2&view=item&id=311:el-matrimonio-en-la-biblia

¿Por qué tantas versiones de la Biblia?

Friday, March 13, 2015


¡Si no es la Reina Valera del 1960 no es palabra de Dios!
Así he escuchado a mucha gente decir; y ante la realidad de que hoy puedes ir a cualquier librería y conseguir un sinnúmero de distintas versiones de la Biblia, algunos y algunas toman posturas como: son buenas, pero la verdadera es la Reina Valera; o, prefiero esta a la Reina Valera; o, una de las más recientes que he escuchado: la Reina Valera es palabra de Dios, las demás son biblias satánicas… La realidad es que no creo en ninguna de las afirmaciones anteriores.
La Reina Valera del 1960 y la Biblia de Jerusalén católicas son, probablemente, las versiones clásicamente aceptadas dentro de las iglesias. Debo comenzar por afirmar que, para quienes estudiamos el texto en su idioma original, está claro que son excelentes traducciones, con un intento de acercarse lo más posible al idioma en que fue escrito, con todo y lo difícil que es esto. Sin embargo, hay algunas razones de peso por las cuales recomiendo otras versiones de la Biblia. Aquí voy a exponer breve y básicamente tales razones.
La primera tiene que ver con el lenguaje. La Reina Valera del 1960 fue escrita en un idioma poético, castellano de la década del 60. Ese no es el idioma cotidiano nuestro. ¿Alguien se levanta y piensa: ¡qué bienaventurado soy por levantarme hoy! O, le daré un buen ósculo a mi pareja. O, la concupiscencia me está afectando hoy… ¡Claro que no! Pues las versiones modernas han hecho el trabajo de traducir la Biblia a un idioma más cercano a nosotros y nosotras, y por lo tanto, más entendible. Me parece que hacer accesible las Escrituras a todos y todas debería ser una razón de peso para un cristiano o cristiana.
La segunda razón es más compleja, y tiene que ver con las diferencias que, probablemente te has percatado, que hay entre la Reina Valera y las otras. Intentaré explicarlo de una manera bien sencilla. Me limitaré a hablar del Nuevo Testamento, para no complicarnos mucho. Originalmente fue escrito en griego casi todo. Desde la década del 50 hasta principios del segundo siglo d.C. probablemente. No tenemos hoy los manuscritos originales que escribieron los autores, solo tenemos copias o manuscritos.
En el siglo IV Jerónimo tradujo el texto de griego a latín, y el AT del hebreo y arameo al latín, en la traducción conocida como la Vulgata Latina. Esa fue la traducción que utilizó la Iglesia hasta el siglo 16. En ese siglo, un hombre llamado Erasmo presenta su traducción de la Biblia a su idioma original, o sea en el caso del NT, al griego. ¿Cómo lo hizo? Utilizó unos manuscritos en griego que tenía, aunque incompletos, del siglo 10 y 12 d.C. Lo que no tenía en los manuscritos, por ejemplo el libro de Apocalipsis, lo traduce directamente de la Vulgata Latina, o sea del latín al griego nuevamente. Esto implica traducción de traducción, lo cual plantea de por sí un problema. Esta traducción de Erasmo, por lo tanto, no está libre de «latinismos» por la influencia de la versión en latín, la Vulgata Latina. ¿Han notado que en Juan 1:1 no aparece el Verbo, sino la Palabra en las versiones modernas? Esto es por lo que estamos hablando. El término griego «logos» se traduce principalmente como palabra, no como verbo. ¿Por qué aparece como Verbo en la Reina Valera? Muchos pensamos que es un latinismo. En latín, palabra es verbum, y se tradujo a español como verbo, en vez de palabra. Las Biblias modernas corrigen eso, y esto es solo un caso.
Bueno, la traducción de Erasmo al griego se conoció como el «textus receptus» y fue el texto oficialmente utilizado por la Iglesia desde ahí en adelante. Cuando Casidoro de Reina y Cipriano Valera traducen la Biblia al castellano se basan en dicho «textus receptus».
¿Y las versiones modernas? No.
Las versiones modernas no se basan en el texto de Erasmo, sino en lo que se conoce como el texto crítico.
¿Qué es esto?
Resulta que en los últimos años se han descubierto manuscritos o copias del texto bíblico más antiguos que aquellos del siglo 10 y 12 en griego que Erasmo tenía en la mano. Tenemos fragmentos de manuscritos en un material llamado papiro que datan del siglo 2 d.C. y siglo 3 d.C. Y tenemos manuscritos en piel llamados códices del Nuevo Testamento casi completo del siglo 4 y 5. Los más importantes los han llamado Códice Vaticano, Códice Sinaítico y Códice Alejandrino. Los estudiosos y estudiosas del texto se percataron de diferencias entre los textos más antiguos y los más tardíos. Esas diferencias eran mínimas, pero en ocasiones, pueden implicar un cambio significativo en el sentido final del pasaje. De esa manera nace el texto crítico. Este intenta reconstruir lo que debe haber sido el texto original hipotético utilizando las copias más antiguas que tenemos a la mano.
¿Hace sentido que mientras más antigua la copia, más validez debe tener?
En la antiguedad no habían fotocopiadoras ni imprenta, la mayoría de los errores se deben a accidentes de los escribas de los manuscritos. Por tal razón, mientras más antigua la copia, más valiosa. Las versiones modernas de la Biblia utilizan el texto crítico para sus traducciones y de ahí las diferencias con la Reina Valera, por ejemplo.
¿Te interesa saber algunas de las diferencias más importantes y porqué entre el textus receptus y el texto crítico? Déjame saber…

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¿Jesús tenía en realidad un hermano? Un evangelio y un osario abren dudas

(CNN) — En noviembre de 2002, el mundo quedó cautivado por el mayor descubrimiento arqueológico de la historia relacionado con Jesús: un osario de 2,000 años de antigüedad que contenía esta inquietante inscripción en arameo: «Santiago, hijo de José, hermano de Jesús».

Si fuera verdad, esta sería la primera evidencia física alguna vez encontrada de la existencia de Jesús. Pero si este increíble recipiente donde se guardan huesos fuera falso, entonces se trata de una de las falsificaciones más grandes de la historia.

Los rostros de Jesús

Detrás de la pregunta en torno a la autenticidad del osario hay un problema teológico incluso mayor: si Jesús en realidad tuvo hermanos. Aunque los orígenes del debate son antiguos, la respuesta aún divide a católicos y protestantes.

Para los católicos, María, José y Jesús son una unidad familiar en sí. Sin embargo, la teología católica también sostiene que Jesús fue el hijo de Dios, nacido de una virgen, y que María no dio a luz a otros hijos, divinos o de otra forma.

Entonces, ¿quiénes son estos «hermanos» que el evangelio de Marcos menciona?

El reverendo James Martin, autor del libro Jesus: A Pilgrimage, dice que la relación entre Santiago (o Jacobo) y Jesús es «muy complicada».

«Evidentemente se refieren a él como el hermano del Señor, y el griego utiliza la palabra común para hermano», dice Martin.

Pero los católicos también creen en la virginidad perpetua de María, así que Martin supone que Santiago y los otros hermanos fueron los hijos de José de un matrimonio anterior. «Tiene sentido que José hubiera sido mayor y que María fuera más joven, así que los veo en un sentido como hermanastros».

Lee: Cinco cosas que no sabías sobre Jesús

Otros estudiosos católicos ven a Santiago y a Jesús como primos, una idea que comenzó en el siglo IV, cuando San Jerónimo, quien tradujo la Biblia hebrea y el Nuevo Testamento al latín, argumentó el punto contra el teólogo Helvedius, quien dijo que María y José tuvieron otros hijos.

Jerónimo rebatió que ellos, por el contrario, eran hijos de María de Cleofás, tía de Jesús. Jerónimo utilizó su capacidad lingüística para argumentar que «adelfos», la palabra griega empleada para los hermanos y hermanas de Jesús, podía referirse a primos, además de a hermanos.

Los protestantes, sin embargo, ven a la familia de Jesús sin ambigüedad, y creen que María y José tuvieron varios hijos. Uno de ellos es Jesús, pero la pregunta entonces es, ¿cuál de ellos?

Ben Witherington III, catedrático de Interpretación del Nuevo Testamentoen el Seminario Teológico de Asbury, propone la opinión protestante respecto a que Jesús y Santiago eran hermanos, y que Jesús era el mayor.

«El Nuevo Testamento no dice nada acerca de que María fuera una virgen perpetua; dice que ella concibió a Jesús por intervención divina, y ciertamente implica que tuvo más hijos después de eso, y que los hermanos y hermanas de Jesús de hecho son sus hermanos y hermanas», dice Witherington.

Jesús es presentado como el hermano mayor que deja a su familia y anda por Galilea y Judea, desempeña un ministerio y deja a Santiago y a los otros hermanos y hermanas a cargo de la familia, según el estudioso.

Lo que es más polémico para algunos protestantes es el hecho de que Jesús, como el mayor de la familia, esencialmente abandonó su obligación como el siguiente en la línea para estar al frente de la familia después de la muerte de José. En lugar de eso, siguió su ministerio divino, según le fue ordenado por su padre en los cielos.

Por lo tanto, Santiago fue quien debió llenar el vacío. Sin importar lo que fuera —hermano, hermanastro o primo— sabemos que Santiago se convirtió en una figura importante en la iglesia cristiana temprana debido a su relación con Jesús.

Pablo, el apóstol que transformó la nueva religión de un fenómeno local en un movimiento a lo largo del imperio romano, dice algo al respecto en su carta a los Gálatas.

«Entonces, tres años después, subí a Jerusalén para conocer a Pedro, y estuve con él quince días. Pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo, el hermano del Señor».

Santiago, Pedro y Pablo fueron los principales impulsores de esta nueva fe; Santiago fue el dirigente de los seguidores de Jesús en Jerusalén hasta que fue martirizado en 64 a.C., y perdonó a sus asesinos con su último suspiro, así como lo había hecho su hermano Jesús.

Debido a su importancia para la iglesia cristiana temprana, ¿por qué no habrían de relacionarlo a su hermano, o incluso su hermanastro, en el osario que contiene sus huesos?

Michael McKinley es el coautor, junto a David Gibson, de Finding Jesus: Faith. Fact. Forgery: Six Holy Objects That Tell the Remarkable Story of the Gospels.

http://www.cnnmexico.com/salud/2015/03/13/jesus-tenia-en-realidad-un-hermano-un-evangelio-y-un-osario-abren-dudas

Absolución Papal al Temple y el Pergamino de Chinón

Una colaboración de Profesor J

El día 13 de septiembre de 2001, dos días después del desastre de las torres gemelas de New York, la historiadora y paleógrafa Bárbara Frale encontraba en los archivos secretos del Vaticano, mal archivado un precioso documento que revolucionaría la historia de la Orden. Se trata de un  Acta original, aparentemente de una investigación conducida por autoridad del propio Papa Clemente V que contiene la única confesión del Maestre Jaques de Molay frente a la autoridad pontificia. Y tras ello nada más ni nada menos que la absolución fechada en el verano de 1308, a todos los cargos de herejía y apostasía de que habían sido objeto Jaques de Molay y los altos dignatarios.

El documento fue hallado en un lugar impensado, por un error de catalogación. Lo importante del documento es que restituye la absolución con fórmula plena, impartida por el Papa Clemente V a ese Maestre y a los grandes dignatarios del Temple,quienes habían hecho contrición y enmienda, logrando así el perdón de la Iglesia.

De Izquierda a derecha: Fr+ Horacio Amadeo Della Torre, Preceptor Internacional de la Orden y Prior General de Argentina; Fr+ Rosario Tomarchio, Bailío de Sicilia; P. Sergio Pagano, Prefetto del Archivo Secreto Vaticano; Fr+ Fernando de Toro-Garland, Maestre Internacional de la Orden; Dra. Bárbara Frale (quien descubrió los documentos), Fr+ Antonio Paris, Senescal Internacional de la Orden y Prior General de Italia  y  Fr+ José Antonio Cabrera Díaz, Prior General de España.

Naturalmente el importante descubrimiento fue tratado inicialmente con extrema cautela. El 30 de noviembre de 2001, el Prior General de Italia y Senescal del Consejo Magistral, Fr+ Antonio Paris, concertó una reunión del Maestre de la Orden Fr+ Fernando de Toro-Garland con el Prefecto de los Archivos Secretos Vaticanos, R.P. Sergio Pagano.

De esa manera, fue preparada una reunión para las vísperas de Semana Santa de 2002, para el viernes 22 de marzo. A las 4 de la tarde de ese día se hicieron presentes por la puerta de Santa Ana, el propio Maestre del Temple (Fr+ Fernando de Toro-Garland), el Prior General de Italia y Senescal del Consejo Magistral (Fr+ Antonio Paris), el Prior General de Inglaterra y Gales y Maestro de Ceremonias del Consejo Prioral (Fr+ Leslie Payne), el Prior General de Argentina y Preceptor del Consejo Magistral (Fr+ Horacio Amadeo Della Torre) y Fr+ William MacCallum, en representación del Prior General de Australia y Oficial de Registros del Consejo Magistral, Fr+ Malcom Ferguson. Además estuvieron el Prior General del Priorato Internacional de Comunión Templaria (Fr+ Juan Galo Della Torre), el Comendador General de Francia (Fr+ Michel Melendre), el Prior General de España (Fr+ José Antonio Cabrera Díaz) y el caballero francés Fr+ Jean-Luc Rossi.

 La comisión fue recibida en un primer momento por la propia historiadora Bárbara Frale, quien explicó el argumento que luego se expone, para pasar luego al 4° piso, a las oficinas del propio Preceptor R.P. Pagano, quien mostró el valioso documento a todos los visitantes. Se sucedieron los flashes y los cliks de las cámaras durante largo rato. Finalmente, la Orden entregó banderines con el Baussant al Prefecto Pagano y a la Dra. Bárbara Frale.

Unos pocos días después (el 30 de marzo) la edición por Internet de la revista norteamericana TIMES anunciaba el importante acontecimiento en un artículo firmado por el analista Richard Owen. Asimismo, el hecho fue ampliamente informado y comentado en nuestro Boletín, con noticias de la Orden de todo el mundo con soporte Internet Res Templi. La revista española Año Cero, edición para Sudamérica, se ha ocupado también del tema, sin arriesgar opinión propia [2].

Algunas preguntas lógicas

La noticia resulta verdaderamente revolucionaria. ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿Cómo fue entonces condenado y quemado el Maestre Molay? ¿Tenía conocimiento de esta absolución el rey Felipe IV? Si así fue, ¿ por qué murió en martirio como se estilaba con los herejes relapsos?. ¿Fue un error de catalogación o fue escondido a propósito allí cuando la invasión francesa, para evitar fuera hallado y llevado a Francia?

Un poco de historia y el desfasaje de las fechas

El Maestre Molay y algunos otros altos dignatarios de la Orden se encontraban prisioneros en Chinon hacia 1308. De esa fecha es la absolución papal y sin embargo Molay fue ejecutado en 1314. ¿Por qué el desfasaje?, se preguntará el atento lector.

Trataremos de transmitir lo informado por la Dra. Frale, publicado además en su libro (L´ultima Battaglia dei Templari, Ed. Viella, Roma). Desde que fueron detenidos, tanto el Maestre como sus hermanos no cesaron de solicitar ver al papa y la confesión papal. Recordemos, por si es necesario, que la Orden estaba únicamente subordinada al papa. Por diversos motivos, Clemente no estaba dispuesto o no podía trasladarse a entrevistar a los detenidos. Finalmente, algunos de los prisioneros son trasladados hacia la sede papal en Avignon. Al parecer Molay y los demás representantes de quienes se habla, enferman en el camino (o al menos ese es el argumento esgrimido para que queden allí) y por ende son derivados, de buena o mala fe,hacia el castillo de Chinon, donde quedarán detenidos por largo tiempo. Es entonces cuando el Papa Clemente V envía a tres Cardenales a tomar la confesión solicitada. Es posible que sean los cardenales Berenguer Fredol, Esteban de Suisy (que ya había estado con el Maestre Molay en el Temple de París) y Landulfo Brancaccio. La misma es llevada en forma escrita a Clemente, quien tras algún tiempo vuelve a enviar a esos cardenales con la absolución, por escrito, de los prisioneros, liberándolos de los cargos de apostasía herejía y otras calumnias e injurias de que habían sido objeto.

¿Por que no fueron liberados de inmediato?

En el lapso transcurrido entre octubre de 1307 y el verano de 1308 Felipe IV había llegado muy lejos; pues se había apoderado de cuantos bienes de la Orden del Temple había podido. Es muy probable que haya recibido de muy mala gana y pésimo talante la infausta noticia (para él) de la absolución de Molay y la cúpula templaria. Se encontraba imposibilitado de liberarlos sin caer en el más majestuoso ridículo. Más aún, desde el punto de vista material ya no contaba seguramente con los bienes que había incautado a la Orden. El dinero, los papeles, las monedas o las joyas (nunca se sabrá a ciencia cierta) se habían hecho humo.

Recordemos que Felipe IV es reconocido en la historia como falsificador de moneda, una vil estafa al reemplazar en la moneda metal noble (plata) por níquel, de menor calidad y precio. Poco le costaba entonces, si como muestra basta un botón, no falsificar sino simplemente esconder un documento. Es muy probable, al decir de la Dra. Frale, que ante esa imposibilidad y el riesgo que significaba la liberación de todos los (dolidos) templarios, Felipe haya reaccionado mal y haya amenazado a Clemente con un Cisma en el Cristianismo si insistía en la inocencia de Molay y la cúpula templaria.

Es probable también que entonces Clemente haya procedido como quien juega al ajedrez y sacrifica un par de peones para salvar la reina.

Conclusión final

Sin duda no podremos resolver estos y otros interrogantes. Pero por la razón que fuere, y cualesquiera fueran las respuestas, el descubrimiento efectuado por Bárbara Frale se transforma en el hecho más importante en la Orden del Temple, desde el 18 de marzo de 1314, es decir en el curso de los últimos 688 años transcurridos.

Entendemos que la cristiandad entera y quienes bien quieren a la Orden del Temple festejarán con íntima y profunda alegría, con todos nosotros, este descubrimiento que espanta los fantasmas agitados de la apostasía y herejía que han levantado desde siempre algunos grupos esotéricos y ocultistas. Preocupados estarán, sin duda; se han quedado sin el principal argumento.

http://www.argentemple.org/La-Orden/pergamino-de-chinon

EL CAMINO DE SANTIAGO, UNA GUÍA INICIÁTICA

EL CAMINO DE SANTIAGO, UNA GUÍA INICIÁTICA

Paralelo 42: uno de los cinturones que rodean la Tierra.

Mágico paralelo que aglutina en su franja una red de lugares cargados de energías telúricas, en un viaje hacia donde muere el Sol.

Hablar del Misterio de Compostela, del Camino de Santiago, es recordar todas las tradiciones, leyendas y riquísimos mitos que rodean este importante venero espiritual, no sólo español, sino del mundo entero.
¿Qué guarda Compostela, Santiago y el Camino en sí, que hace posible que en estos tiempos de descreimiento en los que se prefieren las cosas concretas y prácticas, se siga, no obstante, manteniendo tanto interés por sus símbolos?

Historia y mito
Existe una historia tradicional, pero son más los interrogantes que nos crea que los que nos aclara. El primer enigma es la propia personalidad del llamado Santiago el Mayor. Hijo de Zebedeo y de María Salomé; se considera hermano de Juan Evangelista y está junto al Señor en los primeros momentos de sus prédicas. Una vez ocurrida la crucifixión de Cristo, Santiago se dedica a enseñar; primero en Judea y Samaria, y luego se dice que viaja a España. En un medio totalmente hostil, donde prácticamente nadie le escucha, dicen algunos que consigue diez discípulos, otros que siete, otros que tres, y otros -tal vez los más acertados- que el único que acompañó a Santiago por España fue tan sólo un perro. Este perro es un símbolo clave, como veremos después, al intentar desentrañar el tema. Santiago retorna a Judea y allí cae en las manos de Herodes Agripa, quien lo hace decapitar. Unos pocos discípulos fieles que le quedan en Judea, rescatan el cadáver del maestro, lo colocan en una barca sin timón y dejan que el destino la conduzca. El trayecto que recorre es prácticamente inverosímil: va a encallar en una de las rías de Galicia, en los reinos de Loba, en una ciudad que los romanos llamaban Iria Flavia, hoy conocida como Padrón, a unos pocos kilómetros de la actual Santiago de Compostela. Los discípulos desembarcan el cadáver de su maestro y, según algunas versiones, lo colocan en un carro tirado por bueyes que, al igual que con la barca, dejan que siga solo su curso. Tras recorrer un trecho, los bueyes se niegan a caminar más. Deciden que ése es el punto ideal para enterrar al maestro. Hay otras versiones que cuentan que los discípulos se presentan ante una extraña reina que gobernaba en aquel entonces la región: la reina Loba, a la que piden permiso para enterrar el cadáver de Santiago. La malvada reina les tiende una trampa y en vez de bueyes pacíficos, les da toros salvajes para conducir el carro. Llegan los discípulos fervorosos con su carga y, mágicamente, los toros quedan transformados en dulces bueyes. Los atan al carro y eligen un sitio para enterrar a su maestro. Algunos dicen que fue en un Monte Sagrado, el llamado Monte Sacro; otros opinan que fue el mismo palacio de la reina Loba, quien quedó completamente consternada al ver que aquellos a los que había enviado a la muerte, regresaban y le aseguraban que su palacio era el sitio elegido. Según la tradición, cuando los discípulos desembarcan dejan a su maestro apoyado sobre una enorme roca, y este cadáver, que todavía guarda una gran fuerza y una tremenda magia, derrite la roca cual si fuese mantequilla, formando un hueco con la forma del cuerpo humano y quedando convertida en sarcófago. También cuenta la tradición que a los discípulos, cuando llevaban el cuerpo de su maestro a tierra, se les cubrieron los pies de pequeñas conchas que constituirán el símbolo de quien ha hecho un único trayecto y ha encontrado lugar donde quedarse. La historia no tiene más datos hasta por lo menos 800 años después. Se pierde todo vestigio, hasta que en el 813, un ermitaño llamado Pelagio comienza a ver por las noches unas luces extrañas, resplandores de estrellas en lo alto de un montículo y, evitando tomar resoluciones propias, invita al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, para que viera de qué se trataba tal prodigio. El obispo hace cavar allí y desentierra nada más ni nada menos que a Santiago el Mayor…. ¿Cómo es que, a pesar del tiempo transcurrido, quienes lo encuentran tras ocho siglos, reconozcan perfectamente a Santiago el Mayor? Levantan una pequeña capilla en homenaje al milagro que se ha producido, y desde entonces Santiago va a realizar una serie de proezas que influirán poderosamente en la mentalidad de todos los pueblos pirenaicos. A partir de entonces, gentes de esos pueblos se van a dirigir en peregrinación hacia el lugar del hallazgo. La batalla de Clavijo contra los moros, en el año 844, ve reaparecer a Santiago montado en un fantástico caballo blanco, a la vez que arremete furiosamente con su famosa espada. Esa espada que es también una cruz, el símbolo con el que Santiago lucha contra sus enemigos. En el año 899, Alfonso III edifica una basílica a Santiago; hacia fines de la década del 1000, y como esta antigua basílica había sido arrasada por Almanzor, se comienza a levantar la Catedral de Santiago; la antigua basílica queda sepultada en la parte interior cual si fuese una cripta profunda. El obispo de Santiago, Diego Gelmírez, también se dedica en cuerpo y alma a la tradición, al sentido mágico de la peregrinación, y logra que se decrete el 1100 como Año Santo Compostelano por el papa Calixto II, cuando la festividad de Santiago coincide con el día domingo. Con los años, la primitiva Catedral ofrecía un pórtico muy estrecho en relación a la gran cantidad de peregrinos que llegaban, de ahí que se encargó al Maestro Mateo -otro extraño personaje- la ampliación del pórtico occidental; así nació el Pórtico de la Gloria: en su parte inferior aparecen los símbolos del mundo animal; luego viene el mundo humano de la Iglesia, con los profetas del Antiguo Testamento a la izquierda y los Apóstoles a la derecha, mientras que en lo alto de la columna central se encuentra Santiago. Por fin, en la parte superior se muestran el Cristo y los cuatro Evangelistas.

Símbolos
Comenzaremos por analizar la denominación de Santiago de Compostela. La palabra Compostela nos ofrece varias vías de interpretación. La más conocida nos dice que Compostela deviene de Campus Stellae (Campo de la Estrella), haciendo referencia a las luminosidades, a las estrellas que se veían sobre la tumba del Santo antes de que se descubriese su cuerpo en el siglo IX. Esta versión encaja con otros nombres con los que está jalonado el Camino desde Jaca hasta Compostela: pueblos, localidades, pasos de montaña, que llevan la denominación de estrella o estela, como si el Camino de Santiago fuese una ruta estelar que debe terminar en un punto especial, el Campo de la Estrella. Otra explicación del nombre surge del latín compositum, cementerio; y dado que allí se encontró al Santo, esto hace de Compostela un cementerio sagrado. Otra posibilidad es la de hacer derivar el nombre de un término alquímico: compost. Al realizar la Gran Obra Alquímica, al trabajar en el caldero mágico, sobre el compuesto se aparecía una estrella, si la Obra estaba bien realizada. Y aún podemos citar la versión de Charpentier, según la cual Compostela podría derivar del vocablo compos, que significa en lenguas antiguas maestro.Así, Compostela significaría el Maestro de la Estrella. El caso es que, según cualquiera de las versiones, el sitio de Compostela es altamente simbólico y no obedece al azar.

portsanti.jpgEn cuanto al nombre de Santiago, tal vez en francés encontremos más fácilmente el símbolo que, no obstante, se vierte inmediatamente al castellano, dado que estas lenguas tienen raíces comunes. En francés, Santiago es Jacques, y esta denominación -en inglés, Jack- se utilizó durante mucho tiempo, no como nombre propio, sino como adjetivo para designar a unos hombres especialmente sabios en todo lo referente a construcciones, medidas matemáticas y sentido de la arquitectura sagrada. Todos estos sabios eran Jacques o Yago, como se fue poco a poco pronunciando en castellano. Incluso se conserva un término vasco, Jakin, que sigue significando sabio y que tiene una raíz idéntica al Jacques y al Yago. Y aún más. Este término no sólo designa a los sabios arquitectos, sino que va a estar unido a una forma especial de pronunciar ganso en francés: jars, que también tiene un alto simbolismo, como veremos más tarde. Así, ya sea que lo veamos en francés, en vasco, en inglés o en español, lo importante es que Santiago o San Yago, designa algo más que un personaje; parece referirse a un conjunto de seres, es un adjetivo que se aplica a personas que gozan de iguales características, tal como otros nombres genéricos (Menes, Zoroastro, etc.), lo cual no elimina en absoluto la primitiva existencia de Santiago el Mayor, en el cual el cristianismo apoya toda la peregrinación por el Camino.

El Camino de Santiago no hace más que reflejar en la tierra un milagro que se da en el cielo. Así como la Vía Láctea dibuja un trazo estelar, se ha pretendido con el Camino reproducir ese trazo para los hombres en la tierra; del mismo modo que la Vía Láctea desemboca en la constelación del Can Mayor, así en el Camino el que precede al Santo que va a llegar al montículo sagrado es el can, el perro; así como la Vía Láctea era conocida antiguamente como el Arco Iris del dios Lug para los celtas, también en el Camino de Santiago hay una mitología entremezclada con este dios Lug, que es a veces lobo, semejante al perro, y a veces cuervo (el ave mensajera). Lug es un dios oscuro, es negro, tanto como el pelaje de un lobo en la noche o como las plumas de un cuervo. Pero hay un doble misterio: cuando Lug está en la tierra, cuando va por el Camino de Compostela, el lobo es perro; cuando va por el Camino del Cielo, Lug es cuervo, tiene alas y puede guiar, señalar en lo sideral.

Desde épocas prehistóricas el hombre ha tenido conciencia de que existen en la tierra puntos de energía especial. De la misma forma que nuestro cuerpo presenta puntos en los que podemos medir el pulso vital, también la tierra, como gran cuerpo vivo, tiene sitios donde el pulso vital interno, las fuerzas telúricas, laten con más fuerza. Aprovechando estos puntos, en la antigüedad solían marcar los caminos que eran como las venas y arterias por las que circula nuestra sangre. De esta forma, el hombre que surcaba estos caminos, a la par que moverse por un afán místico y por llegar a la meta, también iba transitando por puntos vitales. Tal vez uno de los símbolos más antiguos de la cruz sea aquel en el cual se simplifica y se une esta fuerza horizontal que une puntos vitales de la tierra, y otra fuerza vertical que, viniendo desde las estrellas, irradia también energía sobre la tierra. Así habría puntos terrestres doblemente favorecidos. Por un lado, toda la energía terrestre que mana como si fuese un río. Por otro, la energía cósmica que cae también sobre el mismo sitio, y aquí nos encontramos con el punto central de la cruz, donde se puede aposentar un templo. El Camino de Compostela no es el único que va de este a oeste, recorriendo casi con total perfección un paralelo terrestre (el paralelo 42), sino que hay otros dos caminos más al norte: uno que recorre Francia en esa dirección, y otro que recorre Inglaterra también en la misma dirección. Es interesante constatar que las ciudades del camino francés y las del inglés presentan gran cantidad de coincidencias en los nombres, en los símbolos, en las construcciones. Todos estos caminos pasan por sitios cubiertos de construcciones dolménicas, por ciudades donde se hace referencia al perro o al lobo; todos estos caminos terminan en el oeste, sobre el mar, en rías, en sitios escarpados de difícil acceso, pero a la par de fácil y cómodo resguardo a la hora en que una embarcación tuviese que penetrar allí. Y si estos caminos coinciden con paralelos que marcan rutas especiales de energía en la tierra, la pregunta es casi inevitable: ¿Quiénes trazaron estos caminos que son tanto más viejos que el Camino cristiano de Santiago? Porque cuando las peregrinaciones de Santiago comienzan, este Camino ya está hecho.

vieira.jpgLos investigadores han encontrado una serie de elementos interesantes; la mayor parte de los símbolos y tradiciones de estos caminos que van hacia el oeste, hacia el mar, son marinos. La concha de Santiago es un símbolo claramente marino, pero hay otro no tan claro: el de la oca. Desde épocas legendarias, ya entre los preceltas y los celtas, aparece un símbolo sagrado: el ganso, la oca o la pata de la oca que al caminar deja impresa una marca muy semejante al tridente de Poseidón y que fue determinativo de las culturas llamadas atlantes. El Camino de las Estrellas coincide con el Camino de la Oca y de la Concha (que si se mira detenidamente también tiene la forma de una pata de oca).Todos estos pueblos, todos estos caminos, además de tener este símbolo, tiene asimismo una serie de tradiciones marinas. Ellos llegaron de alguna parte y tuvieron que desembarcar en puntos altos de la tierra, huyendo de un gran cataclismo, una gran inundación. Vemos que las tradiciones de los celtas repiten las mismas del antiguo Egipto, de la India y de Grecia: el gran cataclismo de la Atlántida y los sobrevivientes que con sus conocimientos, su tradición y su forma de vida, escogieron para continuar su obra los puntos más altos que tenían a su alcance. ¿No fue posible que escogiesen los montes Cantábricos, los Pirineos, los montes Atlas en África, que se prolongasen en sus correrías hasta el Cáucaso, hasta el Tíbet…? Lo cierto es que siempre que localizamos focos de civilizaciones antiguas, aparecen en núcleos montañosos, coincidiendo en sus memorias ancestrales. Uno de los principios que albergan estos antiguos pueblos, es el correspondiente al símbolo del laberinto, en otras palabras, al del Camino. ¿Qué es el laberinto, que no sea un camino? Tal vez el más conocido es el de la antigua Grecia, el Laberinto de Creta que había que recorrer con una fórmula mágica y del cual no era tan fácil salir. Pero no hay pueblo que no tenga laberinto; Egipto tiene su laberinto, del cual nos habla Herodoto, pero que jamás se ha encontrado. También los tuvieron los celtas, y no sólo los tuvieron sino que aparecen grabados en las piedras del Camino de Compostela y las de los caminos que están situados al norte, en Francia e Inglaterra. ¿Qué es este Laberinto? Como símbolo del Camino es lo que obliga al hombre a moverse, lo que le arranca del estatismo, es un símbolo de Iniciación. Todas las civilizaciones que pretendían hacer crecer al hombre, lo obligaban a dar ese primer paso, a transitar un Camino, un laberinto, a vencer una serie de pruebas. El Camino de Santiago está inscrito en un enorme y doble laberinto que tiene una mitad en Francia y otra mitad en España, con todo un conjunto de ciudades que responden al principio del laberinto por su nombre, y que responden a los principios del dios Lug o del Cuervo. El Camino de Santiago era algo más que el simple llegar hasta el final. No era tan importante llegar a Compostela como hacer el Camino, estar en él, vencer sus pruebas. Y tampoco son casualidad los siete puertos de montaña, siete escollos o siete pruebas que hay que pasar para vencer en Compostela. Tampoco es de extrañar que Compostela esté en un punto que coincide con tradiciones tan antiguas como por ejemplo el desembarco de Hércules o el de Noé, ambos en Galicia. ¿Son tal vez leyendas y mitos? Aunque es un poco utópico hablar del desembarco de Hércules en Galicia, todavía perdura en la región el relato de cuando Hércules, habiendo domesticado los bueyes de Gerión, llegó a esta tierra. En cuanto al desembarco de Noé en Galicia sería parte del riquísimo mito universal del diluvio, que hace referencia al hundimiento de la Atlántida o sus últimos restos, hace unos doce mil años. Es natural que hubiesen existido navegantes que tuvieron que desembarcar en alguna parte… Y aceptaremos también que el nombre de Noé -como tantos otros- es un nombre genérico que puede haber designado a muchísimos navegantes, quienes, tras la catástrofe, llegaron a distintos puntos de la costa gallega. Citaremos una coincidencia curiosa: Noé llegando a Galicia, a la ría de Noya, recuerda otro Noé que mencionan los mayas americanos, cuando tras una gran catástrofe en el mar, trajo consigo una serie de conocimientos que ellos no poseían. ¿Qué conocimientos traía? Agricultura, ganadería, construcción… Este Noé que desembarca entre los mayas conoce las uvas, el vino; y a las uvas y al vino todavía los mayas los siguen llamando noé. Hay, con referencia al Camino de Santiago, una explicación que nos permitiría retomar esta tradición antiquísima de los hombres que llegan del mar, que imparten sus enseñanzas, y que, a pesar de haberse asentado entre nuevos pueblos, parecen añorar perpetuamente su mundo perdido y trazan continuamente caminos hacia el Occidente, hacia el mar, caminos para reencontrarse con los antepasados. Así, cuando los primeros cristianos comienzan a convivir con los hombres españoles del Pirineo, se encuentran con que éstos ya tienen profundas tradiciones y hablan de un Camino, de un Campo de la Estrella al cual se llega por un laberinto que es necesario recorrer para renovarse por dentro. Estas vivencias son imposibles de arrancar; lo que se hace es cristianizarlas. Hay dos Órdenes que se van a encargar de ello: la de Cluny y la del Temple, que a partir del año 1000 en adelante, se encargan de todas las construcciones, mientras que los símbolos comienzan a tomar ahora una significación en total consonancia con el cristianismo: la estrella, la concha, la pata de oca, el cuervo, el lobo, el perro, se transforman en símbolos cristianos y se adaptan a la peregrinación cristiana. Las Órdenes religiosas que traducen los símbolos para el cristianismo van a conformar verdaderas cofradías, fraternidades de constructores: los hijos del Maestro Santiago. De un Maestro Santiago que ya no se sabe muy bien si fue el que llegó en el arca, el que luchó con los moros, o si se trata sólo de un mito simbólico. Los hijos del Maestro Santiago tienen una habilidad: saben tallar sus símbolos, y otra cuestión fundamental: saben reconocerse. Cada uno de los símbolos que ellos dejan en la piedra es una firma, una fórmula de hermandad, de reconocimiento. En muchas catedrales y castillos de España se ven aún estos signos tallados en la piedra. Y la obra continúa viva…

950390_101.jpgAún es posible revivir aquel sentido de aventura espiritual, de renovación interior que se obtenía a lo largo del Camino. Aún hay quienes sueñan con transformarse y vuelven sus pasos esperanzados hacia esos puntos de la tierra donde las energías se han conjugado para conformar un verdadero puente de unión entre los hombres y Dios. Hace falta vencer, una vez más, la mayor de las pruebas: el temor a lo desconocido. Hay que atreverse a caminar hacia el Occidente; allí donde el Sol desaparece; allí donde cada cual se reencuentra con su verdadero ser. Y el viajero queda allí, solo, y el cansancio abre puertas desconocidas ante la mente y el sentimiento; los ojos se pierden entre los petroglifos, buscando la vieja señal del hombre peregrino del Misterio, ansioso del retorno a su patria celeste.

Delia Steinberg Guzmán

http://www.revistaesfinge.com/naturaleza/vida-al-aire-libre/item/523-22el-camino-de-santiago-una-guia-iniciatica

Geriniol ¿droga a extinguir?

Keith Coors (KC), en su estupendo blog Ahuramazdah, (echadle un vistazo) nos ha traducido un artículo de Richard Dawkins sobre una antigua droga:

El Gerin Oil (o Geriniol para llamarle por su nombre científico) es una poderosa droga que actúa directamente sobre el sistema nervioso central para producir una serie de síntomas, a menudo de naturaleza antisocial o auto-destructivas. Puede modificar permanentemente el cerebro de un niño para producir trastornos en su etapa adulta, incluyendo peligrosas ilusiones que son difíciles de tratar. Los cuatro aviones del 11 de septiembre de 2001 fueron viajes de Geriniol: la totalidad de los diecinueve secuestradores traían altas dosis de esa droga en ese momento. Históricamente, el Geriniolismo fue responsable de atrocidades como la caza de brujas de Salem y las masacres de los nativos de América por los conquistadores. El Geriniol alimentó la mayoría de las guerras de la Edad Media en Europa y, en tiempos más recientes, la carnicería que asistió a la partición del subcontinente Indio y de Irlanda.

El Vaticano siempre traficó con Geriniol

La intoxicación por Geriniol puede llevar a individuos anteriormente sanos a huir de una vida normalmente plena para retraerse en comunidades cerradas de adictos confirmados. Estas comunidades están por lo general limitadas a un solo sexo, y vigorosamente prohíben la actividad sexual, a menudo en forma obsesiva. En efecto, una tendencia hacia una angustiosa prohibición sexual emerge como tema recurrente y monótono entre todas las numerosas variedades de la sintomatología de Geriniol. El Geriniol no parece reducir la líbido por sí mismo, sino que con frecuencia lleva a una preocupación por reducir el placer sexual de los demás. Un ejemplo actual es el prurito con el que los muchos “Geriadictos” habituales condenan la homosexualidad.

Al igual que con otras drogas, el refinado de Geriniol en dosis bajas es inofensivo en gran medida, y puede servir como lubricante social en ocasiones como matrimonios, funerales y ceremonias de Estado. Los expertos discrepan sobre si tales dosis sociales, aunque inofensivas por sí mismas, son un factor de riesgo para el escalamiento hacia formas más duras y adictivas de la droga.

Las dosis medianas de Geriniol, aunque no son peligrosas por sí mismas, pueden distorsionar la percepción de la realidad. Las creencias que no tienen ninguna base en la realidad están inmunizadas, por efecto directo del fármaco sobre el sistema nervioso, contra la evidencia del mundo real. Se puede escuchar hablando a los Geriadictos con el aire o murmurando para sí mismos, aparentemente con la creencia de que los deseos privados que se expresen de esa forma se harán realidad, incluso a costa del bienestar de otras personas y de la violación de las leyes de la física. Este trastorno autolocutorio se acompaña a menudo de tics extraños y gestos con las manos, estereotipias maníacas como rítmicos movimientos de cabeza dirigidos hacia una pared, y hasta el Síndrome Obsesivo Compulsivo de Orientación (SOCO: mirando hacia el este cinco veces al día).

El Geriniol en fuertes dosis es alucinógeno. Los drogadictos más extremos pueden escuchar voces en su cabeza, o experimentar ilusiones visuales que a quienes las padecen les parecen tan reales que a menudo consiguen convencer a otros de que eso es la realidad. Un individuo que de manera convincente informa de sus alucinaciones de alta calidad puede ser venerado, e incluso seguido como una especie de líder, por otros que se consideran menos afortunados. Tal patología-de-seguidor puede continuar por largo tiempo después de la muerte del líder original, y puede expandirse hacia extrañas psicodelias tales como la fantasía caníbal de “beber la sangre y comer la carne” del líder.

El abuso crónico del Geriniol puede llevar a “malos viajes”, en los que el adicto sufre alucinaciones terroríficas, incluyendo el temor de ser torturado, no en el mundo real, sino en un mundo de fantasía post-mortem. Los malos viajes de este tipo están ligados a una morbosa tradición-de-penitencia que es tan característica de esta droga como el miedo obsesivo a la sexualidad, que ya se ha señalado. La Cultura del Castigo promovida por el Geriniol oscila entre ‘bofetadas’ y “latigazos”, pasando por el “apedreado” (especialmente para adúlteras y víctimas de violación), y la “demanifestation” (amputación de una mano), hasta la fantasía siniestra de la “crucifixión”, la ejecución de un individuo por los pecados de los demás.

Se podría pensar que una droga tan potencialmente peligrosa y adictiva encabezaría la lista de estupefacientes prohibidos, con sentencias ejemplares para los que la distribuyen. Pero no es así: se puede conseguir fácilmente en cualquier parte del mundo y ni siquiera se necesita una receta médica. Los traficantes profesionales son numerosos, y están organizados en cárteles jerárquicos, comercian abiertamente en las esquinas de las calles y en edificios construidos a propósito. Algunos de estos cárteles son expertos en desplumar a los pobres desesperados para alimentar su hábito. Los “Padrinos” ocupan posiciones influyentes en las altas esferas, y tienen la atención de la Realeza, de los presidentes y de los primeros ministros. Los gobiernos no sólo se conforman con hacerse de la vista gorda con el comercio, sino que le otorgan la condición de exención de impuestos. Peor aún, subvencionan a escuelas fundadas con la intención específica de enganchar a los niños.

Lo que me impulsó a escribir este artículo fue la cara sonriente de un hombre feliz en Bali. Estaba acogiendo extáticamente su condena a muerte por el asesinato brutal de un gran número de turistas inocentes a los que nunca había conocido y por quienes no guardaba rencor personal. Algunas personas en el tribunal quedaron impresionadas por su falta de remordimiento. Lejos de remordimiento, su respuesta era de obvia alegría. Marcó el aire, loco de alegría porque se iba a convertir en ‘mártir’, para usar la jerga de su grupo de abusadores. No nos equivoquemos al respecto, esa sonrisa beatífica, mirando hacia adelante con puro placer al pelotón de fusilamiento, es la sonrisa de un adicto terminal. Aquí tenemos a la arquetípica corriente principal, dopado con Geriniol puro, sin refinar, sin adulterar, de alto octanaje.

Sea cual sea el punto de vista sobre las teorías de venganza y la disuasión de la pena capital, debe ser obvio que este caso es especial. El martirio es una extraña venganza contra aquellos que lo anhelan, y, lejos de disuadir, siempre recluta más mártires de los que mata. El punto importante es que el problema no se plantearía en primer lugar si los niños estuviesen protegidos de quedar atrapados en una droga con tal mal pronóstico para las mentes de los adultos.

Comentario de KC:

Muchas veces he dicho que es demasiado lamentable que en la historia de este mundo haya habido más muertes en el nombre de dios que en el nombre de cualquier otra “causa noble”. Richard Dawkins no menciona el verdadero nombre de la droga, pero todos podemos imaginarnos que el Geriniol es un anagrama. La forma crítica en que compara la peligrosidad de la religión con la de una droga me parece muy atinada, aunque no tan original, dada la famosa frase de Karl Marx: “La religión es el opio de los pueblos”.

Dawkins va más allá del alcance de los efectos del opio para llegar a niveles parecidos a los de psicotrópicos como el ácido lisérgico (LSD) y las metanfetaminas. Y quizás su artículo sería más cómico si no fuese tan trágico hacia el final. La mención del hombre de Bali, Amrozi bin Nurhasyim y su actitud hacia la sentencia de muerte es verdaderamente escalofriante. La actitud aparentemente indiferente de Amrozi a lo largo de su juicio le ganó apodos como “El Asesino Sonriente”, “El Bombardero Sonriente” y “El Bombardero de la risa”.

Otro comentario de KC:

Debo hacer un comentario adicional sobre la razón que me impulsó a traducir este excelente artículo de Dawkins. A través de Tweeter (via @michaelshermer) me enteré de la existencia de una carta de odio escrita por un tal Peter Colley en la que “despepita” con ajos y cebollas de a kilo contra Dawkins por el artículo aquí traducido. Resulta bastante ilustrativo observar cómo la gente que no comulga con las ideas ateas de Dawkins, en vez de predicar el amor y la paz mundial (divina por supuesto), hace estos espectáculos denigrantes. No es extraño ver que gente que se dice “espiritual” o “religiosa” tenga este tipo de reacciones. ¿Será por el geriniol?

https://misteriosaldescubierto.wordpress.com

Monólogo de la evidencia (3) por Cristhian Meneses

Es hora de madurar

Sume las fantasías de la gente, su ignorancia ante lo que ellos suponen creer, reste dudas al pensamiento, divida su libertad y multiplique sus temores. Con ese terreno preparado, cree una falacia y ellos lo seguirán. Así tendrá las operaciones más básicas para derrumbar cualquier ecuación compleja de un ser que no sabrá cuál es el resultado de: sentir y razonar.

El papa Francisco desde que inició su mandato ha expuesto muchas contradicciones y prejuicios naturales del cristianismo. Ya ha dicho que quien no está con Dios, está con el diablo, lo cual es lo normal, porque es su creencia falsa basada en el libro infame. Luego inventó que los ateos también podían ser perdonados, lo cual no es bíblico ni aceptable en el cristianismo, es un disparate muy profundo en la contradicción a la palabra del Todopoderoso sabio, pero después desde el Vaticano se aclaró que no, que Francisco no se refería a eso. Es muy gracioso. Partiendo de ahí, vamos a un hecho importante en las incongruencias divinas, ocurrido hace años en el discurso que dio el anterior papa, Benedicto XVI, junto a la reina Isabel II a las autoridades británicas, en el 2010 exactamente. Él expuso la misma falacia de Francisco con palabras y horrores diferentes, pero fue más lejos e hizo una comparación y relación nefasta. Él recordó la victoria en la guerra contra1:

“Una tiranía nazi que deseaba erradicar a Dios y a los religiosos… Al reflexionar sobre las lecciones del extremismo ateo del siglo XX, la exclusión de Dios, la religión y la virtud en la vida pública llevan al final a una visión truncada del hombre y de la sociedad”.

Esta exposición es a todas luces irresponsable e incongruente con la verdad histórica. Primero, lo que los nazis querían eliminar era la raza “débil”, la represión contra ciudadanos definidos como enemigos de la nación: judíos, comunistas, testigos de Jehová y homosexuales, entre otros. Además, Hitler era cristiano católico, lo expresa en “Mein Kampf” (Mi lucha), en los discursos y en el apoyo de esta religión. De hecho, la persecución a los testigos de Jehová ayudó a los católicos a lograr que solo su denominación tuviese más fieles. La historia está escrita, las fotos están plasmadas.

La respuesta a esto fue inmediata, la Sociedad Humanista declaró:

“Es sencillamente libelo y surrealista que el papa diga eso viniendo de una institución que impone su estrecha visión de la moralidad y ataca los derechos de mujeres, niños, gays y muchas personas”.

Luego desde Nevada, los hindúes (un poco más despiertos que los cristianos) dieron su crítica por ofender a los no creyentes tachándoles de nazis. Y así muchas respuestas ante esta falacia2. Por otro lado, así Hitler hubiese sido “ateo” (pero no lo fue), su ideología política no tenía nada que ver con el ateísmo. Pueden citar a Stalin, quien sí era ateo, pero igual no tienen de dónde argumentar, pues lo que él hizo, su aberrante mente asesina, fue forjada por su creencia en el comunismo estreñido de su violenta ideología, no en la indiferencia a los dioses; estos grupos –tanto los nazis como los comunistas– tenían una estructura religiosa, hasta tal punto que por su delirio masivo social, elevaban a sus líderes como dioses, seguían los pensamientos dogmáticos, las ideologías que ellos les revelaban como verdad y camino. Además, en el comunismo hay cristianos, hay gente de diversos pensamientos. Por ello, el problema real es perjudicar a los demás basados en la creencia sin sometimiento a pruebas y discusión, y el extremismo que se debe señalar es el político, el doctrinal, regirse por fe. Si la “visión truncada” es tratar de vivir en armonía por medio de los derechos humanos y la oposición a los daños religiosos, vivir en el saber y el compartir sin recurrir a mitos ignorantes de corte bíblico, entonces: ¿por qué la cárcel está llena de religiosos, de criminales hijos de Dios?, ¿por qué se oponen al progreso humano, le pegan a su mujer, engañan a su esposo, a su esposa, ofenden a cualquiera en los bancos, transportes o familia? ¿Por qué tienen relaciones sexuales antes de casarse si eso está prohibido en su religión, por qué emprenden relaciones amorosas con personas que aún no se han divorciado? ¿Por qué se hacen tatuajes, senos y traseros relucientes de silicona? Hipócritas.

Muchos quieren imponer su adoctrinamiento a los demás destacando sin evidencia que “su” religión, secta o denominación, es la salvadora. Esta creencia está bastante alejada de la realidad. No solo es irresponsable culpar sin pruebas, y sin una gota de verdad, como lo hizo el papa en aquella ocasión hablando del nazismo, y como aún lo hacen en referencia al tema, sino hacerlo en este caso, pues aunque unos hermanos cristianos con sentido común no fueron asesinos y fueron más razonables, la alta jerarquía y demás fieles mataron por doquier y aprovecharon el furor irracional para complacer a su Dios, asesinando judíos, como buenos desagradecidos hijos que atacan a su madre después de absorberles todo lo que pudieron. Para aclararle al que lo desconozca, el cristianismo es una secta judía.

La primera entidad en reconocer a Hitler fue el Vaticano. A este asesino cada año le celebraban su cumpleaños en las iglesias. Los cristianos vieron una gran oportunidad para eliminar opositores y judíos, y por supuesto, para seguir capturando a su institución por medio del miedo. El papa Pio XII, conocido como el papa de Hitler3, estuvo del lado de este criminal. En su libro, ya mencionado arriba, Hitler escribió que peleando contra el judío se defendía la obra de Dios, y aunque no asesinó únicamente judíos, ellos fueron sus preferidos.

El apoyo de los protestantes también fue fiel, el nazi coincidía con las ideas de Martín Lutero, un cristiano quien en su obra: “Sobre los judíos y sus mentiras”, promovió la quema de sinagogas, la infame prohibición del culto judaico, la expropiación y los trabajos forzados. El mismo concepto de Hitler: un pueblo que se ajuste al dogma. Así como la ciudad de Dios, esa tan apetecida por “san” Agustín, la cual es una ciudad libre de judíos, cualquiera no cristiano, escéptico, ateo, agnóstico, hereje y pagano; ¡qué gran amor al prójimo, ¿cierto?! Todo esto doctrinas aplicadas por Stalin, Hitler, Mao, el Che, Franco, Videla, Pinochet… ¿El error?, creer y seguir dogmas que no permiten crítica, que no buscan igualdad, amor y conocimiento, esas que no se someten al debate para mostrar pruebas. ¿Y ahora qué van a decir? ¿Lutero y los papas querían eliminar a Dios y la religión de la sociedad?

Pasaban los años y los cristianos que estaban apoyando el tercer Reich cumplían la labor de Dios, destrozando la vida de los hermanos judíos. La iglesia fue cómplice en la entrega de datos sobre las familias judías a los nazis, para que encontraran la descendencia de la persona hasta su antepasado ligado al judaísmo. El historiador de la iglesia católica, Guenther Lewy, nos hizo saber que4:

“Nunca se debatió la cuestión si la iglesia debía prestar ayuda al estado nazi a buscar gente de origen judío. Todo lo contrario. ‘Siempre hemos trabajado desinteresadamente para la gente sin buscar gratitud o ingratitud alguna –escribió un sacerdote en Klerusblatt en septiembre de 1934–. También debemos hacer lo posible para ayudar en este servicio al pueblo’. La cooperación de la iglesia en este asunto continuó durante los años de guerra, cuando el precio de ser judío ya no era la negación de un trabajo en el gobierno y la pérdida de un medio de vida, sino la deportación y la clara destrucción física”.

Por si esto fuese poco, no se excomulgó a ningún nazi cristiano durante este proceso tan trágico de la historia, pero cómo hacerlo, si todos estaban de luna de miel y no ponían en duda la doctrina cristiana. Mientras ninguno de ellos fue condenado por la iglesia, saltemos a un hecho diferente: a Miguel Servet (médico, astrónomo, abogado, meteorólogo, matemático y teólogo español) como a miles de personas que pusieran en tela de juicio la ideología cristiana, sí le dieron una muerte “divina”, denunciado por el reformador cristiano Juan Calvino. Recordemos también el castigo a Giordamo Bruno y… bueno, no terminaríamos la lista de ese cariño cristiano que tan fielmente se aplicaba, aplica y aplicará, incluso a sus propios seguidores ingenuos. ¿No son un amor estos cristianos? Y me imagino que su Dios estaría ocupado viendo morir de hambre a niños de todo el mundo.

El nazismo no solo tenía el cristianismo como su religión oficial, con sede en la iglesia que celebraba su cumpleaños. El nazismo fue otro tipo de religión, esa religión política que hemos visto a través de los años en diferentes ideologías y que aún tiene auge en los seguidores de colores políticos que, aprovechando el furor de los fieles, manipulan el consumismo desmedido a través del capitalismo, la fe del paraíso que promete el comunismo, y los desaciertos sacramentales de las etiquetas “izquierda” y “derecha”. Es allí donde la política ha tomado patrones religiosos, para poder evangelizar a los ciudadanos con odio hacia los opositores del gobierno de turno, sin olvidar mostrarse como que ellos (los que gobiernan) son los salvadores, los del orden correcto, a quienes se les debe rendir culto con sus fotografías y consignas diarias. Si no pertenecen a su grupo, están equivocados, y si se aplica el discurso de Benito Mussolini, apelando al fascismo, el cual también fue apoyado por el cristianismo, mucho mejor. Y cómo no iban a enamorarse el fascismo y el cristianismo, si gracias al padre fascista en la política: Mussolini, es que el Vaticano y el cristianismo lograron otra meta importante por medio de la ventaja que el político le dio a esa religión para comenzar a ser esa fuerza saboteadora avalada como estado. El nazismo usó las estrategias fascistas, como lo hace cualquier régimen totalitario, pero antes ya lo usaba el cristianismo.

El fascismo es, en resumen: una ideología que pone los sentimientos exaltados por encima de la razón, un absolutismo que doblega a quienes se enfrentan al pensamiento político de turno, para ubicarlos como violentos adversarios mientras se recuerda el furor en la “lucha de clases”, y sus medios hacen una publicidad de victimización para reafirmar que los enemigos son los del otro lado político. Esto, precisamente, es una de las armas más usadas por la religión. El cristianismo crea enemigos en quienes no están de acuerdo con su proceder. Es un totalitarismo que persigue a todos aquellos que se revelan ante su mandato. Dicho esto, por su necesidad para mostrar el matrimonio entre política y religión, y en el tema base: nazismo y cristianismo, veremos ahora un mensaje que resume esa fe en algún ser superior que la masa sumisa está dispuesta a defender. Durante un discurso en 1934, Rudolf Hess expresó que su nacionalsocialismo estaba cimentado en una fidelidad acrítica al Führer (Hitler), y que no se necesitaba un por qué en cada caso para la ejecución de sus órdenes. Rudolf reiteró que ellos creían que Hitler obedecía a un mandato superior, para cambiar la historia de Alemania, por tanto no podía haber críticas al respecto. Muy claro, ¿cierto?

La iglesia no excomulgó a Hitler. Como ya se expuso, el papa Pio XII es conocido como el papa de ese genocida, lo cual es de conocimiento global, con él se profundizó la ayuda al nazismo. Aunque los que niegan la realidad tengan el descaro de decir que Pio XII salvó más judíos que Schindler, lo que demuestra un desconocimiento desvergonzado del apoyo cristiano al nazismo, y de lo más evidente y conciso expuesto acá, o lo revelado por el propio Benedicto XVI en los documentos del Vaticano. En una carta que envió el papa de Hitler, en 1939, se redactó esto:

“(…) Durante los años que pasamos en Alemania, hicimos todo lo posible para establecer unas relaciones armoniosas entre la iglesia y el Estado. Ahora que las responsabilidades de nuestra misión pastoral han incrementado nuestras posibilidades, oramos con mucho más fervor para alcanzar dicho objetivo. Que la prosperidad del pueblo alemán y su progreso en todos los ámbitos llegue, con la ayuda de Dios a buen término”.

Con esto es suficiente, esa es la verdad. Hay tantos señalamientos que siempre buscan desprestigiar a quienes no somos creyentes, pero resulta que esos señalamientos no tienen base, es una impotencia poética. Actualmente el cristianismo no puede exhibir casos de asesinatos masivos, ahora es un caos de odio en marchas, intromisión en política, en la ciencia, homofobia, manipulación histórica, psicológica y en los peores casos: físicos. Parece que la gente creciera sin ir a una escuela, sin abrir un libro y sin enfrentar las realidades. En cada grupo hay de todo, ateos, cristianos, musulmanes… pero ser religioso nunca ha sido sinónimo de bondad. El problema es creer en “x” corriente y sin pruebas ni ejemplo decir que es el único camino y la única verdad, y esto no lo he inventado yo, salga a la calle, vea el noticiero, lea historia.

No compartir sus creencias no es más que la honesta manifestación de gente razonable frente al nocivo dogma religioso. En forma hipotética, si el cielo e infierno que tanto venden fuese real, con todas las divisiones y el odio que promueven por sus religiones, dioses, profetas y libros supuestamente “sagrados”, con toda la sangre que tienen en su repertorio y todas las divisiones que causan a diario imponiendo sus iglesias, religiones, sectas… como verdaderas, ese cielo estaría lleno de personas libres de dichas creencias; estaría lleno de no creyentes, de personas reveladoras de las mentiras de la religión y sus dioses, estaría lleno de escépticos (quienes han sido las mentes e influencias más brillantes de cada era). Todos ellos se trasladarían del calor del infierno al buen clima del cielo, pues el amor que compartimos, la sabiduría, los buenos actos, sonrisas, los debemos ejecutar porque hace que todo sea mejor, no porque un “Dios” celoso, genocida e inmaduro nos va a pagar, ni por evitar que un tipo ridículo de cuernos, que tampoco existe, nos va a cocinar.

Lo peor en esta ocasión, además de hablar desde una religión que ha traído tanta destrucción, o de estar culpando con falacias, es que el cristianismo estuvo relacionado con el nazismo y se beneficiaron mutuamente. Pero bueno, cuando no se niegan descaradamente, recurren a las disculpas y las excusas, porque para usarlas sí son efectivos. Siempre están jugando con el poder del Señor, con el alcance de su presencia, es que no respetan, no respetan al Señor… sí, al Señor de los anillos.

Retomando unos segundos el tema de la pederastia para unirlo con lo mencionado de las excusas, me permito transmitir el mensaje de algunos perros. Ellos se preguntan por qué cuando un perro muerde a un niño, el perro es castigado, golpeado, y muchas veces sacrificado; mientras que cuando un hombre viola a un niño… lo cambian de iglesia.

El colmo del descaro creyente para justificar el mal, es la ilusión del Libre albedrío. Como toda ilusión, juega con el proceso de distorsión sobre la realidad. ¿Dónde está la libertad de aquellos que mueren cada hora en medio de abusos y violencia? ¿Llorar y suplicar fue su elección? ¿Dónde está el libre albedrío de los niños que son llevados a filas guerrilleras para comenzar su vida de cobardía terrorista? ¿Pudieron elegir quienes murieron por no tener un poco de algo tan abundante como el agua? Agua simple que el Padre Supremo no es capaz de facilitarles. Nuestras elecciones son limitadas y circunstanciales. Sí, el libre albedrío es una ilusión, y en el plano cristiano, es una ironía picante que aseguren tenerlo, cuando al mismo tiempo exclaman: “Dios, hágase tu voluntad”, y desconociendo, como siempre, que sus escrituras eliminan sus elecciones con sus mandatos y condicionamientos para la “salvación”. Dios les dice: “Me amarás sobre todo, no tendrás otros dioses, soy el único Dios al que debes adorar, soy celoso y debes hacerme caso si no quieres condenarte”. Genial, tremenda libertad la que les da, ¿cierto? Incluso gente inteligente en otros ámbitos no se da cuenta de lo frágil y falso que es el libre albedrío, y es curioso que los cristianos, al mismo tiempo que invocan ese inexistente libre albedrío, recurren a oraciones y rezos buscando resultados que, efectivamente, no son libres y afectan las elecciones de otras personas o grupos.

No se han generado guerras escépticas o ateas, ni por mandato o en nombre de sus “ismos”, pero sí hay guerras “santas”, políticas, bombas suicidas, tenemos el 11 de septiembre, las violaciones de niños, el conflicto del medio oriente, la grosería de la gente, el bullying religioso. Nada de esto es culpa de quien tiene la honestidad de dudar y encontrar las falacias del dogma, de las ideologías y doctrinas vacías e insostenibles. ¿Vamos a debatir? ¡Hagámoslo! Pero desde la verificación, desde los derechos humanos, desde las realidades de este universo fantástico. Ejercitar el pensamiento crítico, los sentimientos y la mente escéptica para el progreso de la humanidad: es realmente maravilloso. Observar, dudar, despejar la duda, pensar, analizar y exponer, son ejercicios que nos llevan al conocimiento y al desarrollo en espera de avances. La pasión, el amor, los aspectos racionales y éticos del conflicto existencial, revelan desde los matices de una visión racional, sensible, honesta y verificada, una manera fascinante de existir en este planeta. Permita que la curiosidad y la razón caminen en su mente, no debe temerle al universo, a cuestionar, observar, descubrir, experimentar, sentir y argumentar.

Alguien dirá: “pero en la religión también se hacen cosas buenas”. Sí, es cierto, y se los agradezco. Las religiones tienen fundaciones, se aplaude. Sacando a los que ayudan solo para hacer proselitismo, muchos lo hacen por su sentido común, porque es parte de su humanización en el proceso evolutivo, por lógica, porque es correcto, no por ser cristianos o musulmanes. Pero si me dicen que solo pueden ser buenos creyendo en lo que suponen creer, entonces es triste y demuestra que trabajan condicionados por un pago celestial. Por otro lado, no se les critica la labor humanitaria, pero sí es cuestionable hacer la labor para obtener fieles, evangelizar u obtener reconocimiento. Preocúpese por el que necesita creer en Dios para ser bueno, eso sí es preocupante.

Cuando ayudemos, esperemos y luchemos para que la ayuda crezca, pues lo que se busca es vivir mejor, en algo similar a la armonía, con crítica fundamentada, con soluciones, con ideas. No se trata solo de dar dinero, dar lo que le sobra, se trata de darse a sí mismo. Somos hermanos y debemos ayudar en la evolución intelectual y sentimental sin esperar recompensa de alguien. Limpie lágrimas, descubra sonrisas, done sangre, busque conocimiento, colabore, edúquese y sirva a la humanidad. Piense, ame, estudie, viva aquí y ahora.

Nadie se ocupa ni se preocupa de nuestra vida. Si no nos cuidamos nadie va a salvarnos de nosotros mismos. Esta es la vida que tenemos, vamos a valorarla y a compartir. Algunos andan por allí ayudando por la razón egoísta de obtener un paraíso, para sentarse a esperar un rapto. ¿Si no fuese por eso, no colaboraría? En lo personal estoy motivado por el amor, por el arte, la literatura, por la evolución intelectual. Por la sabiduría, amor y entrega de mi mamá, mi papá y mi hermano; por mi musa, esa maravillosa dama que se abriga con su preciosa piel morena, mi mestiza cómplice de ideas, motivaciones y sueños.

Levante el telón. Investigue, razone y ame. La verdad se nutre con evidencias, cariño, pensamiento crítico, observación y propuestas. Manifiéstese, pero con ideas, sin traer atraso e irrespetar la inteligencia.

—Luces tenues, termina el acto… y se escucha una melodía suave al fondo–

“…imagina que no hay países… ni posesiones…
no hay paraíso ni infierno… nada por lo que matar o morir,
ni religiones tampoco.
Imagina a toda la gente viviendo en paz…
Tú puedes decir que soy un soñador,
pero no soy el único.
Espero que algún día te nos unas,
y el mundo vivirá como uno solo”.

—John Lennon, cantante y compositor.

Notas:

[1] La falsa y malintencionada comparación que han hecho muchos cristianos por décadas: http://www.publico.es/internacional/337031/papa/compara/ateismo/radical/nazismo
[2] Richard Dawkins responde al papa por comparar el ateísmo con el nazismo. http://www.youtube.com/watch?v=I1zB-S7QJCM
[3] (1, 2) Para mayor información véase: John Cornwell, Hitler´s Pope: The secret history of Pius XII, Vicking Adult, Nueva York, 1999. O su versión en español de Planeta, Barcelona, 2006.
[4] Además de la información en el punto anterior3, puede ver más referencias a este asunto en el libro: The end of Faith, de Sam Harris. Las citas textuales expuestas acerca del papa Pío y los nazis, provienen de la traducción realizada para dicho libro: El fin de la fe.

http://www.sindioses.org/examenreligiones/monologo3.html#sthash.dQejxgo9.dpuf

Monólogo de la evidencia (2) por Cristhian Meneses

Por siglos se ha hecho un paralelismo erróneo e hipócrita entre cristianismo y moralidad, pues ha sido el cristianismo el implicado en exterminios humanos, llamados “sacrificios” porque así, efectivamente: lo manda Dios. También ha sido el cristianismo el implicado en las ideas e historia nazi, en exterminar masas para obtener poder. Los adventistas, mormones, bautistas o de cualquier denominación evangélica, siempre se empeñan en inventar que quien no crea en la mitología cristiana o de su dogma, va por mal camino. Esto es una retórica sin sentido y falsa. Lo más curioso es que por el lado creyente la experiencia ya ha demostrado su crueldad, su avaricia… la manipulación y el llanto del mundo conforman el currículo del cristianismo (entre otras religiones), pero discursos vacíos tergiversando la historia son el diezmo de cada día en aquellos quienes tienen amnesia controlada. Quieren olvidar un pasado que no perdona.

En 1572, el 24 de agosto, piadosos y motivados cristianos franceses mataron un aproximado de 100.000 hugonotes, acto amoroso y divino que para el cristianismo resultó en un armonioso repique de campanas y felicidad celestial. El desprestigio a María Magdalena desde la iglesia, inventando que era una prostituta, para poder agregar ingredientes al perturbado morbo y temor del cristianismo hacia el sexo. El castigo al médico Andrea Vesalio, porque en su Fábrica del cuerpo humano (1543) fue uno de los primeros en desmontar la patética historia sobre el mito infantil de la costilla de menos que tenemos los hombres, debido a que fue usada para crear a Eva. La inquisición se deleitó con Vesalio, pero Adán y Eva nunca existieron, ni el Diablo y demás imaginarios, y además, nuestra existencia es la que experimentamos, gracias al proceso evolutivo. Inocencio III exterminó a los cátaros, y no precisamente con caricias. Tenemos además todo el salvajismo de las cruzadas, conversión forzada a indígenas como evangelización de América, su complicidad con las dictaduras del siglo XX en Latinoamérica y Europa, persecución de judíos, cientos de años con su bella inquisición, su antiguo y actual ataque a la liberación femenina, a la democracia, a la libertad religiosa, a la libertad de prensa, a la búsqueda del conocimiento y al divorcio, entre otros “males”. Pero ya conocen la historia y actualidad: es la erudición cristiana castigando contrincantes y verdades.

El cristianismo también se enamoró y comió helados con el fascismo de Benito Mussolini y el español Francisco Franco, coqueteó con Pinochet y, continúe contando. Para no extender tanto, vamos al inicio. Otro genocida, el emperador Constantino, quien fue su amiguito fiel y colaborador. Así es como tenemos hoy el cristianismo, después de asesinar a miles de personas. ¿Cómo es que siguen mintiendo diciendo que la religión, los templos, sus libros, los religiosos, los pastores, curas… son una santidad? Y peor aún cuando sabemos que “santidad” no implica nada bueno más allá del papel. Los llamados “santos” y “santas” no entran dentro de la acepción de “libres de culpa” y “buen ejemplo”, pues han sido seres que repudian el razonamiento y las libertades, así como han sido misóginos, difamadores y profundamente discriminantes, sectarios e irracionales.

Steven Weinberg, el nobel de física, expresó una realidad inmortal con una lucidez tremenda. Es una verdad que se puede observar, evidenciar y analizar desde nuestra infancia, para luego confirmar el resto de la vida adulta: la religión hace que personas buenas actúen mal. Weinberg lo entendió claro y conciso:

“La religión es un insulto para la dignidad humana. Con o sin ella, habría gente buena haciendo cosas buenas, y gente malvada haciendo cosas malas, pero para que la gente buena haga cosas malas, hace falta religión”.

Todas las personas tienen derecho a creer lo que deseen, pero no deben pretender pasar sus suposiciones, su fe, como una explicación de la realidad. Sus creencias solo son resultado de la cultura dónde se les adoctrinó. Quieren imponer sus creencias en filosofías gastadas, refutadas por la existencia y de moral bastante lamentable. Tampoco deberían, si no quieren exponerse más al ridículo, seguir utilizando el disfraz del discurso, para decir, sin gracia alguna, que si no se cree en dioses o en religiones: no hay camino, vida ni valor (sin embargo, es el sermón de cada día). Está demostrado a través de la vida y, la realidad histórica, que la comunidad secular, de librepensadores, de no creyentes, no está enterrada en caos… al contrario, goza de gran desarrollo. Esta es otra realidad que pone furiosos a los creyentes: las sociedades menos religiosas, las que no rigen su vida pensando en la dictadura de Dios, son las que están mejor. Sam Harris desató nuevamente la ira de muchos, cuando en su manifiesto del 2005, recordó esta verdad y habló con mucha propiedad desde los datos de desarrollo humano, desde su elocuente forma de llevar un mensaje, y su conocimiento científico y filosófico para reabrir el debate que deja en silencio a los que repiten la mentira: “Una sociedad sin Dios está mal” y “sin Dios nada”. Dos expresiones llenas de desconocimiento. Enfrentemos un extracto de la realidad reiterada en esa ocasión por Harris1:

“Países como Noruega, Islandia, Australia, Canadá, Suecia, Suiza, Bélgica, Japón, Países Bajos, Dinamarca y el Reino Unido se encuentran entre las sociedades menos religiosas de la Tierra. Según el Informe de Desarrollo Humano 2005 de las Naciones Unidas, dichos países son también los más sanos, como indican las medidas de esperanza de vida, alfabetismo adulto, ingresos per cápita, desarrollo educativo, igualdad entre sexos, tasa de homicidios y mortandad infantil. A la inversa, las 50 naciones que ahora se encuentran en el escalafón más bajo en términos de desarrollo humano son fuertemente religiosas”.

Esa realidad sigue siendo así, y para incomodidad de los creyentes, cada sociedad que está mejor educada, que conoce más, ya no necesita creencias, porque el conocimiento las va descartando. Siempre hemos descubierto cómo va funcionando el mundo y las relaciones en este hogar del sistema solar, y al ir descubriendo ya no le otorgamos la lluvia, las enfermedades, la vida y diferentes aspectos: a creencias. Dentro del primer semestre del 2014, se entregaron los resultados de los países donde mejor se vive, los que crecen más, los que sobresalen en mejoras sociales, estudio realizado por la Universidad de Harvard. Suiza e Islandia están en los primeros puestos, por ejemplo. Las sociedades que están mal son altamente religiosas, como algunos países de África y muchos que ya están tratando de corregir esto en el continente americano. El creyente debe entender y no ser deshonesto, reconocer que no se trata de opiniones, sino de realidades. El cristianismo tiene mucha culpa en el declive de nuestro mundo, pero también es cierto que cristianos y otros religiosos se han opuesto a las guerras y desastres que sus creencias han creado, pagándolo con su vida, sin embargo, también lo han hecho personas no creyentes, y es gracias a esa rebelión que hoy el cristianismo se quedó sin armas poderosas. A pesar de toda la abrumadora evidencia en cada campo del conocimiento, los dirigentes y jerarcas religiosos lo mantendrán enfermo diciéndole que necesita creer en algo, pero no en algo real o razonable; a Ud. lo mantendrán enfermo de miedo a un ser supremo, para vendérselo, y esa, esa será la medicina. Bueno, vaya que han tenido éxito suministrando curas, aunque sean homeopáticas, claro, por eso el éxito es en distribuir, no en lograr resultados. En consecuencia, muchos enseñan a creer ciegamente: La fe, la obediencia sin pruebas, porque es más fácil creer y decir ¡sí!, antes de recurrir a la tarea de pensar e investigar para decir: Pero… o simplemente: no. El intelecto de Carl Sagan lo entendió muy bien al expresar:

“El primer pecado de la humanidad fue la fe, la primera virtud: La duda”.

¿Les parece si vemos otra calumnia que también quieren tapar sin éxito? Bien, recordemos que Dios, sí, DIOS, da gala de sus atrocidades en cuanto al tema de las relaciones amorosas y sexuales en todo el pentateuco. Veamos un botón de muestra. En el capítulo 22 del Deuteronomio nos enteramos que Dios está dando las órdenes amables a un tipo sin educación, le dice cómo se debe tratar el castigo en las relaciones sexuales y pasando rápidamente por el morbo al indicar que la mujer debe mostrar las señas de su virginidad al pueblo, extendiendo su vestido para que los ancianos observen sus “vergüenzas”, –así se le llama a los genitales en esta religión reprimida y enferma con el tema sexual–, y corroboren si es virgen o no. Pasando esto, que es muy bueno, porque es la palabra amorosa de Dios, llegamos a la conclusión tan piadosa y comprensiva:

“Si resultare ser verdad que no se halló virginidad en la joven, entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá, por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás el mal de en medio de ti”.

—Deuteronomio 22:20-21.

Es una orden de Dios, algo digno de un ser omnisciente, ¿o no? Pero recuerden que Dios no fue a la escuela, por eso no se le podía ocurrir algo relacionado con educación sexual o algo pedagógico para conciliar con sus imperfectas hijas e hijos hechos a imagen y semejanza del perfecto Todopoderoso. Esto nos lleva a otra de las deliciosas contradicciones y horrores en las facetas de Dios hijo, Dios hecho hombre contra Dios Padre. El Hijo unigénito a veces olvidaba que él vino para cumplir la ley, no para invalidarla (Mateo 5) ¿A qué se debe esta referencia? Simple, al recordar esa trágica ley ordenada por DIOS, algunos creen que tienen una carta debajo de la manga con la historia de la mujer adúltera en el nuevo testamento. Pero no es así. Aunque se debe reconocer que con Jesús se ve humanismo en este reto, la alegría dura poco, pues la Biblia se condena a sí misma con todas las aberraciones que contiene. “Amar y revelarse ante la ley”, no es más que un alivio efímero. Además, no se necesita creer en dioses, o ser Perseo, Apolonio de Tiana o un Dalai Lama, para saber qué daña y qué no lo hace; al contrario, la religión sabe muy bien cómo hacer daño, su historia es muy amplia en estos actos. Vamos entonces a esa excelente lección que otorgan a Jesús, la cual es algo de sentido común, humanitario y comprometido, pero que ya se aplicaba mucho antes, desde que el altruismo y la herencia moral en el código genético iban en la celebración del proceso evolutivo, moldeado por la educación social. La situación de Jesús y la mujer adúltera va de la siguiente manera:

“Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio (…) en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? (…) y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella (…) ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno (…) Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más”.

—Juan 8:3-11

Mil puntos para Jesús -debo resaltar- ya era hora que en esa historia alguien parara a esos ineptos armados de piedras en sus manos y en sus cabezas cavernícolas. Pero lástima que también dure poco la alegría, porque la razón y el pensamiento demuestran muchas inconsistencias que el creyente no ve, ya que le enseñaron que debe aceptar lo que se escribió y lo que se dice, pues es de autoridad celestial. Se debe aceptar tal como lo enseñó Martín Lutero: quitándole los ojos a la razón. Muchos justifican su adaptación caprichosa de los hechos con la falacia del libre albedrío, inventan qué es o qué no es de Dios, o en qué influyó o estuvo ausente el omnipresente. Eso demuestra una impotencia terrible, y como es evidente, una deliciosa contradicción. Analicemos:

Primero: La ley vino de Dios dictada a Moisés, lo puede ver a través del pentateuco, y con la muestra que se expuso líneas arriba: ordenado por Dios (lea el Deuteronomio completo), no fue Moisés quien mandó apedrear a tales mujeres, el pobre tipo solo dictaba lo que le entregó un Ser Supremo, ¡fue Dios quién mandó!, entonces, el primer punto que daña la acción heroica, es que el mismo que dictó, vino a decir que ya no se hiciera. Aunque se tardó demasiado, ¿no? ¿A cuántas mujeres hubiese salvado si para empezar no hubiera dado esas leyes?; muchas más se hubiesen salvado si no hubiera esperado tanto para venir.

Segundo: La mujer fue perdonada en el pasaje, pero lo que no terminan de entender los creyentes, es que el perdón de Jesús y sus brazos abiertos al paraíso, aunque están marcados por arrepentirse y recibir la gracia, lo que prevalece ante todo, es nuestra salvación y valoración, solo si cree que Jesús es el salvador, el enviado de Dios para que quien crea de corazón que resucitó de entre los muertos, sea salvo. Ni el buen samaritano se salva. Ahora, supongamos que luego de esto la mujer fue hinduista el resto de su vida, después de no tener más contacto con Cristo debido a la ya conocida muerte de incoherencias trágicas que cuenta la leyenda bíblica. Entonces ella se condenó, pobrecita. Esto se ha demostrado con las citas de la propia Biblia y el proceder de los cristianos todos estos años. En ambos testamentos, haga lo que Ud. haga, reciba lo que reciba, la llave es creer en ese Dios específico porque es, vamos a la antífona: “Verdadero y Único”. Y no podría ser de otra manera, ¿o es que vamos a olvidar que él no vino a traer la paz, pero sí la espada, la disensión y la condenación acusándonos con papi? Vamos a repetirlo y agregamos el preámbulo:

“A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.

No penséis que he venido a traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada”.

—Mateo 10:32-34.

Quien no siga a Cristo merece quemarse por siempre en el infierno, quien no reconoce a Jehová: es un pecador, un necio, un ser que no merece nada. Este Dios disfruta castigando a quien no le rinde pleitesía, a quienes no reciben su enseñanza. Si el Todopoderoso no logra que su creación lo adore, vendrán las pestes y plagas, o esas sacudidas de pies en señal de repudio, tal como Jesucristo enseñó a los discípulos cuando eran rechazados en los pueblos u hogares, sitios a los cuales él (Dios) tampoco iría, sino que enviaría un amoroso detalle:

“Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad”.

—Mateo 10: 14-15.

Los creyentes exigen que no nos metamos en sus ilusiones, pero no vacilan en meterse en los gustos y vivencias de los no creyentes o creyentes de otras fantasías. Personas entregadas a la creencia hablan sin conocimiento para seguir desafiando a la realidad y para seguir siendo deshonestos con las evidencias que tenemos. Jesús Adrian Romero estuvo en CNN en mayo del 2012, en el programa de entrevistas: Cala. Él le dijo al periodista Ismael Cala “que la necesidad de Dios es la que llena el corazón”, al igual que el papa o cualquier líder cristiano, expresó basado en la Biblia, que se necesita una relación con Dios para mejorar. Ismael Cala no invita a personas críticas para poner en balance los consentidos programas que ha hecho con sacerdotes, ufólogos, místicos y un número considerable de líderes como Marcos Witt. Después de ver la transmisión de Cala de su especial en México, en el 2014, con Jaime Maussan, quedó más claro que se deberían invitar personas que expliquen muchos argumentos que, con entrevistas complacientes ya realizadas, le han dejado confusión a la audiencia y alimento a un pensamiento cerrado para muchos.

Por ejemplo, con Maussan se expuso que hay gente petulante que cree que estamos solos en el universo y que considera que porque nosotros no podemos visitar otros planetas, no significa que no hubiese vida que sí pudiera venir acá. Eso es una incoherencia, es desconocimiento, pues Maussan es cristiano católico y admirador de la virgen de Guadalupe, como él mismo lo dijo. Si él es cristiano, no debe decir eso, pues en el cristianismo nosotros somos la base de la creación, el centro de todo, y los dueños de otras formas de vida. Nunca se menciona vida extraterrestre, es muy simple, bíblica y doctrinalmente verificable.

En muchos sectores siempre hay gente tratando de hacer pasar por ciencia o evidencia lo que no lo es. Y esto no se limita a líderes de instituciones oficialmente formadas. Rhonda Byrne y su falacia de ‘El Secreto’, Deepak Chopra, Paulo Coelho… son algunos de los charlatanes que más desviaciones de razonamiento causan en la sociedad. Se muestran como conocedores de lo que en realidad no tienen ni idea. Utilizan el desconocimiento y las ansias de creer en fantasías, para ponerle chispas de palabras científicas y hacer pasar por ‘sabiduría’ lo que no es más que una compilación de argumentos desde la ignorancia. Es por eso que el camino es cuestionar todo y basarnos en pruebas, nutrir nuestro conocimiento en contra de toda clase de saboteador de la honestidad intelectual.

Nuestra evolución se ha logrado luchando contra las corrientes políticas y religiosas que ponen al dogma encima del ser humano, para colocarse ellos como dueños de la verdad pasando por encima de la evidencia. En la actualidad no pueden asesinar, ese poder bestial de antaño lo perdieron gracias al triunfo de las rebeliones, la ilustración, la razón y la perseverancia. Sin embargo, siguen atacando en el eterno presente con su oposición a la ciencia, al avance, a la búsqueda de la verdad, al librepensamiento, siguen con su homofobia, con los abusos sexuales, su imposición de dogmas, sus juicios incoherentes, su machismo, su fracaso moral, y su ataque irracional contra los activos sectores laicos, humanistas seculares, racionalistas, escépticos y librepensadores.

Si tiene un “Dios” personal, déjelo para Ud. si así lo necesita. No lo use para atacar y humillar, para ofender la inteligencia. El problema es cuando toma una excusa fútil para sentirse bueno y superior, acto seguido: lo llama Shivá, Alá, Cristo, Horus o Krishná y dice que esa es la verdad, sin prueba alguna y con libros incoherentes, mitológicos y llenos de odio, machismo y salvajismo; libros de triste proceder, inspirados, escritos, recopilados y utilizados por hombres de escaso conocimiento y sensibilidad. El problema es la sangre, la discriminación, los ataques y las mentiras que trae toda esa mitología. Todas las religiones se pelean por adquirir nuevos creyentes, suponen inocentemente que su Biblia, Corán y demás escrituras son incuestionables, creen que su Dios es el verdadero. No pueden demostrar nada de lo que predican, no se dedican a buscar respuestas, a aceptar la realidad, a querer con pasión.

Entiendo que estas creencias les den consuelo a algunas personas, es un placebo a corto plazo y les da alguna comodidad, pero no utilicen esa creencia para atacar ni para creer que tienen razón solo por repetir lo que una tradición les ha dejado. Es muy simple, respuestas directas, documentadas, honestas y sarcásticas como estas, existen y existirán, porque cada día palpita ese insulto a la inteligencia y la vida: la religión. Solo quiero mostrarles que la mayoría de las cosas que intentan programarnos son un telón de manipulación, un conformismo adquirido. No puedo quedarme quieto ante tanto odio e insultos a la existencia. Para cambiar nuestro entorno necesitamos confianza, conocimiento, educación, ejemplo y cultura en nuestros actos. Aprender y amar cada día construyendo desde el individuo para crear una sociedad crítica que se alimente de innovación, sin estar sometida a obsesiones tan anacrónicas, absurdos, fanatismos políticos y religiosos, fobias y programación. Todos los días la vida nos grita esto. ¿Por qué no la escuchan?

Ser ignorante no es el gran problema, el gran problema es estar orgulloso de ello y tratar de enseñar la falta de conocimiento como un don. Investiguen, verifiquen y conozcan, una mente despierta no busca creer, su búsqueda es el conocimiento, el cual nos guiará a creer lo que debe creerse y a preocuparnos de lo que realmente es necesario: nuestra vida, buscar libertad, amarnos, colaborar y atacar los aspectos que traten de dañar nuestra sana convivencia. ¿Vamos a seguir programados? ¿Vivimos creyendo en divisiones, dogmas, sometidos a condicionamientos, esperamos que nos mientan y seguimos dormidos? ¿O intentamos colaborar con el mundo sustentados por la realidad, las pruebas, la historia y construyendo un hogar ético, razonable, culto y amoroso?

Tenemos tiempo para poder escuchar lo que debemos mejorar, empecemos ahora con una reflexión concreta. Cuando estén listos, síganme en la tercera y última parte.

Notas:

[1] http://www.samharris.org/site/full_text/atheist-manifesto-dec-7-2005

http://www.sindioses.org/examenreligiones/monologo2.html#sthash.Kvl4VXOt.dpuf

Monólogo de la evidencia por Cristhian Meneses

La mala educación

A los pobres déjelos pobres, a los ignorantes déjelos ignorantes. Solo entrégueles unas migas de progreso para que lo adulen y le agradezcan por ello mientras les enseña a odiar al que ha alcanzado metas, a quien le cuenta que ha sido engañado, a quien puede valerse por sí mismo y no se deja adoctrinar: porque ha adquirido conocimiento y una relación con la realidad.

Esta es una de las estratagemas adoradas por la política y la religión.

No sea parte del mundo sumiso. Cada momento es oportuno para abrir la mente a las evidencias que reposan en un jardín de hechos florecientes. La verdadera revolución que necesita la humanidad radica en aquella que se interesa en mejorar la educación y promover el pensamiento crítico. Esta realidad no le interesa ni a la mal llamada “izquierda” ni a la “derecha”, tampoco le interesa a los grupos religiosos de colores y tonos variados. Nosotros, ustedes, usted, todas las personas deben razonar muy bien, tratar de liberarse de relaciones que los mantengan temerosos, condicionados y engañados, retirarse en la medida de lo posible y al ritmo de las pruebas que se sincronizan con lo evidente.

En una de sus novelas más emblemáticas, Charles Dickens expresó una realidad que, lamentablemente para nuestro hogar, sigue estando presente: “Es una melancólica verdad que incluso grandes hombres tienen pobres relaciones”. (Bleak House, 1852-1853). Esa verdad, esa melancólica verdad, va más allá de una novela, de una frase que se ha hecho inmortal, moldeándose, de forma muy acertada al declive que los denominados “grandes” lucen para nuestra decepción. Esta inconsolable certeza está inmersa en el caos creciente de esa parte de la humanidad que debemos transformar, de esta humanidad que se niega a tener mejores relaciones con los hechos y las realidades latentes1.

Si hay mayor información, lo ideal sería que el razonamiento sano fuese el más sobresaliente, pero las personas que caminan al ritmo de la tradición y la autoridad opresora, no aceptan los errores obvios, ni quieren centrarse en los temas. Un punto breve de la discordia social es, como siempre, la disputa del poder, la necesidad y ansías de consumo irrelevantes que brinda como tentación bendita el capitalismo, los mandamientos y el reino prometido del comunismo, o los consuelos paradisíacos para los bienaventurados que se crucifican bajo el temor a la religión. De esta última ha aprendido la política, y ha sido nefasto desde que cooperan entre ellas. Las creencias de los grupos religiosos y los partidos políticos diversos, han sido los protagonistas de tanta tragedia en este hogar azul que se baña de rojo sangriento. Sin embargo, es por la crueldad de los credos que la evidencia va a hablar hoy, porque la religión le debe mucho a la humanidad, pues la ha pisoteado sin piedad alguna. Toda religión va en contradicción de otras, -aunque comparten su temor y morbo hacia el cuerpo femenino-, y así, entre religiones y sectas se forman círculos de subjetividad cultural. Cuando un fiel de otra religión se acerca a los cristianos para que crean en Alá, en Vishnú, en la nueva era, o en “x” dogma, ellos (los cristianos) sacan su escudo y dicen: Cristo es la verdad y la vida, Jehová es mi pastor, nada me faltará. Luego de esto, les dicen a los evangelizadores rivales: ¡muéstrame las pruebas! Entonces uno se pregunta: ¿y cuáles son las de los cristianos? Exigen que otro traiga pruebas, ¿y las suyas?

En el sector creyente quieren polarizar el bien y el mal, el frío y el calor, hablando de vida en el más allá. Preocúpense por lo que saben, no por lo que desconocen. Día a día tenemos que tolerar esto: “Cree y tendrás todo, no eres nada sin dioses, sin creencias”. “Con Dios todo, sin Dios nada”. Eso no es un argumento, es simplemente una provocación. Sobre todo cuando no tienen el respaldo para defender su postura. Por ejemplo, las muertes provocadas por el cristianismo superan con creces las muertes de otras sectas y religiones. Sin embargo, como ahora el islam es el más activo en lo que antes hacía el cristianismo –en cuanto a sangre–, entonces les predican a sus inocentes fieles que el Corán contiene órdenes homicidas, pero que su Biblia no. Severo engaño. Veamos, los cristianos hacen eco de que en el Corán se ordena matar a quienes no crean, a los infieles, lo cual es cierto. En dicho libro, en la aleya (versículo) 5, sura (capítulo) 9, dice: “mata a los infieles dónde los encuentres”. La aleya 12, sura 8, dice: “Yo sembraré el terror en los infieles y vosotros cortad sus cabezas”. ¿Se asustó, verdad? ¿Esto no es correcto? Estamos de acuerdo, es un gran salvajismo, y resulta que en la Biblia también se presenta esto. En Deuteronomio 13: 6-10 se expresa2:

“Si te incitare tu hermano, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo servir a dioses ajenos (…) de los pueblos que están en vuestros alrededores desde un extremo de la tierra al otro; no consentirás ni le tendrás misericordia, ni lo encubrirás, sino que lo matarás; (…) Le apedrearás hasta que muera, por cuanto procuró apartarte de Jehová tu Dios”.

¿Lo quiere más claro? Bueno, en el nuevo testamento vemos que:

“Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa. El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí”.

—Mateo 10:35.

Cristo aún no estaba contento con todo el odio que expresó a quien no creyera en él. Después de resucitar (según el mito), dejó otra joya:

“… Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere, será condenado”.

—Marcos 16:15-16.

Esto es totalmente absurdo, discriminatorio y poco amoroso. Esos son los valores familiares bíblicos. Los budistas, escépticos, ateos, agnósticos, hinduistas, panteístas y miles de personas que se comportan bien, ayudan, aman y colaboran, no se “salvarán” solo porque no creen en un tal “Jesucristo”, ¿qué es esta dictadura? ¿Y quieren que sus creencias se tomen en serio? ¿Qué dicen? Ya veo, algunos están formulando las excusas más extravagantes. Bien, entonces toquemos unos pequeños puntos. ¿Tienen un libro sabio? Qué tal la orden de matar a los hijos por desobedecer: Éxodo 21:15, Levítico 20:9, seguidas en el nuevo testamento: Mateo 15:4-7, y con una dulce incongruencia en Marcos 7:9-13 al decir que fue Moisés el de la orden, y no Dios, como escrito está en Éxodo, Levítico y Mateo. Pues la ley no es de Moisés, es de Dios, la cual fue dictada a Moisés, es muy claro:

“Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o la madre, muera irremisiblemente”.

—Mateo 15:4.

Ya escucho los reproches, los he escuchado desde niño, todos sin fundamento: los caminos de Dios son misteriosos, nuestro entendimiento no alcanza, el contexto… Es la misma impotencia para buscar justificación a toda la barbarie bíblica. Para defender lo indefendible. Como lo comprendió el escritor J.S. Bullion Jr. al expresar un hecho tan viejo como las propias escrituras judeo-cristianas:

“Ejércitos de estudiosos y teólogos han encontrado por siglos un empleo respetado creando artificiosas explicaciones de cómo la Biblia frecuentemente no quiere decir lo que dice”.

Acá debemos hacer una pausa, ya que es muy interesante cómo quieren jugar con el tema de la “verdad”. Existe la torpe frase: “Cada uno confía en su propia verdad, ¿y qué?”. Esta es de mis favoritas. Es una frase utilizada para justificar cualquier atrocidad y cualquier absurdo de preferencia. Pues no, no hay verdades propias, las verdades simplemente: son. Lo que tenemos son opiniones propias, pero en las creencias a Ud. lo reclutan para opinar cómo le digan o le enseñen a creer, entonces ni eso es propio para quien ha cerrado su mente. Recordemos lo que acabo de citar acerca de asesinar a los hijos. En el evangelio de Mateo Ud. puede ver cómo se reanuda lo que el personaje que llaman Dios exige en el libro de Levítico (que él inspiró y mandó a divulgar, ¿recuerda?).

El personaje principal de la mitología cristiana: Jesucristo, recuerda que: la ley dice que si tus hijos no te hacen caso, debes matarles irremisiblemente, asesínalos porque no honraron el mandamiento, escrito está. ¿Es eso bueno? Pues no, no lo es. No es mi verdad contra su verdad, es mi opinión contra su opinión, y solo es verdad que asesinarlos está mal, esa es la verdad, punto. Un Dios amoroso, Todopoderoso y sabio no puede ordenar disparates y bestialidades como las miles y miles que componen la Biblia. Quien diga que se debe matar a un niño porque lo desobedeció, es un canalla enfermo, un despiadado, y eso es absolutamente cierto. Esto es un delito, es la promoción al infanticidio inminente, está mal y es la verdad en ese tema. Esto no es “mi” verdad contra la verdad de otra persona, contra “su” verdad. Simplemente es la verdad.

No olvidemos el machismo en 1ra Corintios 11:3, 1ra Pedro 3:1, 1ra Timoteo 2:11. ¿Esa es la verdad y el camino? ¿Decimos “amén” o “palabra de Dios”?, y esto por citar solo unos simples ejemplos del reality cristiano a ritmo de reguetón. Lean la Biblia completa, desde el Génesis hasta el Apocalipsis se permite, se impulsa y se celebra la muerte, el odio, la esclavitud, el rechazo a la mujer, al ser humano. La Biblia es uno de los peores libros jamás escritos y es el peor que he leído. El hecho de atribuirlo a una deidad lo hace más inmoral y falso de lo que ya es. Muchos dirán: “¡Qué blasfemia!”. ¿En serio? ¿Por qué no leen, miran a su alrededor y descubren la verdad? “Blasfemia” es creer que “algún Dios” en su omnipotencia y amor pueda inspirar libros de esta clase, hacer lo que hizo según esas narraciones mitológicas. Blasfemia es creer que la excusa de la ilusión llamada libre albedrio no va en contra de la predestinación que manifiestan sus propios libros y cultos, ese concepto de predestinación infantil y vacío que el misógino Pablo de Tarso proclama con gran ignorancia. Blasfemia es decirle a la gente que un profeta o un dogma es el real, sin tener pruebas ni ejemplo que lo sustente, y sin ser relevante para el progreso.

Es falso decir que el que no crea en Cristo, o no lo acepte como su salvador: es un hereje, un traidor y pecador que irá a un tonto infierno. Infierno que ni siquiera tiene sentido partiendo de la descripción. Blasfemia es crear división para obtener fieles, llenar templos, decir que quien no crea lo que alguna cultura se inventa: será condenado. Blasfemia es decir que no creer en dioses sea cuna de abominación, de maldad, cuando la historia nos muestra lo contrario, y la maldad se ha generado de las religiones, de los relatos de dioses, de ideologías políticas, del abuso capitalista, de extremistas comunistas, nazis, persas, cristianos… de ansias de poder.

Y hablando de absurdos, odiosas historias y enseñanzas bíblicas, recordemos cómo el propio Moisés probó la satisfacción de derramar sangre para cumplir con el dictador de turno. Como muestra, cuando los israelitas estaban en el desierto y hallaron a un hombre que estaba reuniendo leña el día sábado. El Señor le dijo a Moisés que ese hombre debía morir (ya saben, por irrespetar el día del Señor). Le dijo con mucho cariño: apedréelo toda la congregación fuera del campamento. Como se lo mandó diosito a Moisés, lo sacaron del campamento y lo apedrearon hasta matarlo (Números 15: 32-36). Por medio del capítulo 5 de Ezequiel quedaron registrados unos cariñitos que mandó este Dios amable, el piadoso dijo que después de destruir por partes a Israel, enviaría a sus enemigos a perseguirlos.

Demos un salto en el tiempo. En el siglo I de nuestra era, algunos judíos se cansaron de esperar al mesías y se inventaron uno, el cual tenía el nombre más común, repetido y gastado de la época: Jesús. Luego Pablo de Tarso se encarga de la publicidad, se crea la secta cristiana, hija no reconocida del judaísmo. Vemos cómo en el nuevo testamento se justifican y continúan las fechorías del antiguo testamento, como Pablo de Tarso recordándole a los Efesios que la esclavitud es legal, que se debe obedecer y temer al amo, con sencillez, así como a Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios, teniendo en cuenta que el bien que se haga será regresado, sea para el siervo o para el que está libre.

Ya que hablamos de esto, cómo olvidar que el personaje que inventaron de Jesucristo, nunca se levantó contra la esclavitud, así como no hizo otras cosas que pudieron haber sido valiosas; por el contrario, gracias al capítulo 12 de Lucas, sabemos que Jesucristo trataba de bienaventurado al siervo fiel, y que estaba de acuerdo con golpear poco o mucho a los sirvientes, siempre y cuando se lo “merecieran”. Si no Ud. sigue a Jesucristo ni cree en quien le envió: está condenado (Juan 5:24). Si practica la parábola del buen samaritano –una historia agradable– (Lucas 10:30-37), de todas formas pierde, porque como ya se ha expuesto –y escrito está en su “santa palabra”–, si Ud. no recibe al hijo del Señor, no tiene potestad de ser hijo de Dios, de este “Verdadero y Único”. La ira de Dios –el amoroso y justo– va a airar las naciones. Pero requiere que Ud. se incline ante él, como los 24 ancianos sentados delante de Dios en sus tronos, que para el momento contaremos que se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, porque su ira ha de venir, y el tiempo de juzgar a los muertos. También requiere que temamos su nombre (no el de Ganesha, Vishnú, Bumba o Apolo, sino el de ese de la Biblia) porque se dará el galardón a los arrodillados de la dictadura celestial:

“a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra”.

—Apocalipsis 11:18.

En los capítulos anteriores y posteriores de esta revelación, vemos la ternura y la piedad de un Todopoderoso con métodos tan justos como los que ya permitió en la inquisición, las cruzadas, la evangelización indígena y mil etcéteras; no en su nombre, sino por su palabra, por su mandato. Él vendrá acompañado para repetirlos y acariciar con su barba a esa creación tan bella que pudo revelarse y esconderse del que todo lo sabe y que en todos lados habita:

“Fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres”.

—Apocalipsis 9:15.

Ni siquiera leen la Biblia, Dios mandó a matar por millones. El dolor de cabeza de todo teólogo, apologista, creyente, es que si un libro es inspirado por “Dios”, no puede tener ni una línea de odio, o incongruencias, intolerancia, dictadura y maldad, pero la Biblia contiene eso y más. El personaje de Jesús apoya las escrituras, la ley dictatorial e injusta de Dios que ha causado tragedia por tantos años:

“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar sino para cumplir”.

—Mateo 5:17-18.

Cristo es el “hijo de Dios”, es Dios mismo encarnado en su avatar humano, es Yavhé, Jehová, el rey de reyes (no, no es Don Omar), el Señor, el Padre… por lo cual el antiguo testamento no se puede abolir, como lo intentan los más impotentes apologistas. El antiguo testamento es la biografía del padre Dios que amorosamente asesina y asesina, y que luego ya saben (siguiendo el relato bíblico) por lo que hizo pasar a su propio hijo: la pasión de Cristo. Pero no se confunda con la palabra “pasión”, que no fue nada con Magdalena. Fue con torturas y una crucifixión (que en realidad es: cruz y ficción), lo más astuto que se le ocurrió al ser más sabio y poderoso del universo: para salvar a la humanidad. Deben entender, los autores de Mateo, Marcos, Lucas y Juan (autores que no presenciaron lo contado), no eran muy buenos guionistas, su inspiración era el antiguo testamento.

Continuando con los desaciertos de las divisiones bíblicas, sabemos que luego los discípulos y epístolas del nuevo testamento dan por cierto lo escrito en el antiguo, y hasta hacen las referencias más disparatadas de muchos relatos y personajes. De hecho, Cristo vino para borrar el daño de Adán y Eva (guiño), entre otros asuntos, como resolver el problema que él mismo creó y luego trató de destruir sin éxito. Algunos, como los católicos jerarcas, reconocen que Adán y Eva no existieron, pero en su eterna ignorancia no se dan cuenta que no deben pensar así, no solo porque sus ancestros (quienes sí cumplían la Biblia) estarían decepcionados, sino porque entonces Cristo vino (otro guiño) para eliminar algo que no sucedió. Pero claro, para muchos, reconocer lo ignorante e infantil en las historias de Adán y Eva, o Noé, les parece racional (ya era hora), sin embargo, otras enseñanzas e historias sí las hacen ver como reales, incluso las que están en el mismo Génesis, de donde conocemos, precisamente a: Adán y Eva. La principal que hacen ver real, y en la que creen debido a su inmadura selectividad de lo que les convenga, es la primera mentira: “Dios” es el creador y a él debemos rendirle tributo si no queremos ir al tormento eterno que amablemente nos ha regalado.

Tomando otros ejemplos en los desaciertos bíblicos, vemos como el salmo 14:1 expone otra mentira: “Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quien haga el bien”. Uno no sabe si reír o llorar, sobre todo cuando lo citan en misas y cultos, y los fieles se levantan con la emoción del irracional. Las fábulas de Jesús las expuso Buda mucho antes de dicho mesías. Sí, Buda vivió en el año 500 antes del “mesías cristiano”. Pero a diferencia de la imposición de Jesucristo para tener fe en la palabra, en la tradición y en la autoridad, Siddhartha Gautama (Buda) dio una frase racional y excelente, la cual también repito cada vez que puedo:

“No crean en nada, Oh monjes, meramente porque se lo hayan dicho… o porque sea tradicional, o porque ustedes mismos lo hayan imaginado. No crean lo que su maestro les dice meramente por respeto al maestro. Pero cualquier cosa que, después de apropiado examen y análisis, hallen ustedes que conduce al bien, al beneficio, al bienestar de todos los seres, esa doctrina créanla y aférrense a ella, y tómenla como guía”.

Aunque como bien lo entendió Christopher Hitchens: no existe la solución oriental. No podemos olvidar que el budismo tiene algo rescatable en filosofía. A esto le sumamos los cientos de científicos, actores, activistas, profesores, y cualquier persona que no tiene a “Dios” en su corazón, quienes han ayudado, han hecho y hacen cosas buenas. Sí, sin Dios o Santa Claus en sus corazones. Pero bueno, qué se puede esperar, una mentira más, una calumnia más o una menos de las miles de este libro que se hace pasar por “sabiduría”, eso no es ninguna novedad. Y bueno, en el tercer capítulo de Juan, la perversión en 3:16, después de expresar el famoso horror de un ser supremo, el más inteligente, que da a su hijo unigénito como una salida para la salvación (y hay gente con estudios que aún no ve la depravación y vacío de esto), se hizo eco otra vez de ese fatuo y necio invento de condena a quien no crea en ese Dios particular que vino a arrasar vidas con su mantra: me amas o te condeno.

“El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”.

—Juan 3:18.

Y por si alguien quería “interpretar” lo que quisiera (típico para engañar a los incautos), y no lo que realmente es, debía decirse con mayor voz dictatorial:

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida. Sino que la ira de Dios está sobre él”.

—Juan 3:36.

No se pierda más de esta sabiduría, lea el Apocalipsis. Si creía que con esto todo iría mal, el Apocalipsis le mostrará que todo puede y debe ser peor. ¿Y así piden “respeto”? Qué triste que ni siquiera sepan qué es el respeto y la tolerancia, pero aún así se quejan cuando se muestran estas críticas que, efectivamente, son respuestas a los horrores bíblicos, horrores de los cuales no ponen quejas, porque es la palabra maravillosa de Dios, quien desde sus errores en el orden de la existencia del universo, la tierra y las formas de vida, hasta la condenación a quienes tampoco crean en él a través de Jesucristo y, por supuesto, cientos de años posteriores entre sangre y disputas debido a esa astucia del omnisciente, nos deja ver que todo esto lo hizo para desquitarse del aburrimiento que tuvo en la primera parte de su eternidad cuando solo estaba “la nada”, y aparentemente ella no quiso jugar más con él, lo que le dio el deseo de crear algo. Deseo: la primera característica humana de Dios. Una de tantas que luego mostraría, como la ira, y no me guardaré la obviedad: porque fue hecho a imagen y semejanza de quienes lo inventaron: los seres humanos, llenos de defectos y desconocimiento.

Qué triste que la gente no sepa que su religión es un plagio de otros dogmas, incluso de mejores que los recopilados. Pero lo más triste es que hay gente que no conoce la cultura de otras religiones y dan juicio de la propia como la única y la “real”, para luego decir falsamente que su libro o culto está lleno de sabiduría. Qué mal informados están algunos, alimentando las malas intenciones de los fundamentalistas. Se esconden de la realidad, juegan con la verdad para desaparecerla e inventar algo que puedan mostrar como esa verdad, hasta que la gente la crea. Desconociendo que de todas formas: sigue siendo mentira.

Es molesto que en nuestro hogar se siga señalando la no creencia en seres sobrenaturales como un defecto, y es mentirle a la humanidad con la mala educación de siempre. El ateo no cree ni en Dios ni en el Diablo. El ateísmo es simplemente no creer en las mentiras e invención de los dioses de esta humanidad y sus artilugios. El escéptico no cree en lo que no tenga sustento, duda hasta encontrar, hasta tener pruebas. No hay Dios ni Diablo, el escepticismo es no creer en esos inventos divinos, no mantener creencias sobrenaturales, pues no aceptamos en ningún terreno: cualquiera de las afirmaciones absurdas o sin fundamento y sin evidencia que se presentan. Lo que le quieran inventar de ahí en adelante es solo capricho e impotencia, la cual resulta al ver que podemos ser buenas personas sin la hipocresía y el condicionamiento de hacerlo para recibir una supuesta: salvación.

Piense en esto un momento, por favor. ¿Ya lo hizo? Bien, pasemos a la segunda parte.

Notas

[1] Este trabajo hace parte del libro: Notas rebeldes para un mundo sumiso. Disponible a nivel internacional en Amazon: http://www.amazon.com/dp/1499371624 ; en España: http://www.amazon.es/dp/1499371624 ; entre otras plataformas.
[2]

Todas las citas bíblicas utilizadas en este trabajo fueron contrastadas con las manipulaciones que se han hecho a las traducciones, desde que se publicaron nuevas versiones. Dichas adaptaciones que han ido eliminando, por conveniencia, pero con poco éxito para camuflar ciertas obviedades y la precisión traducida directamente de los textos originales: hebreo, arameo y griego, que reúne la Biblia con deuterocanónicos, la cual cuenta con la aprobación del Consejo Episcopal Latinoamericano.

Sin embargo, para las citas textuales se ha usado la revisión reina Valera 1960, usando como parte del proceso:

  1. La Biblia, versión reina Valera 1960 “Amén-Amén”, disponible en versión digital. http://www.amen-amen.net/RV1960/
  2. El nuevo testamento de nuestro señor Jesucristo con Salmos y Proverbios, los Gedeones internacionales.
    • Antigua Versión de Casiodoro de Reina: 1569.
    • Revisada por Cipriano de Valera: 1602.
    • Otras revisiones: 1862, 1909 y 1960.
  3. La Biblia en una de sus versiones en Inglés: The living Bible. _Tyndale House Publishers, Inc, 1980. En cuyo prefacio indica que dicha versión tiene como propósito transmitir la palabra y su mensaje, de la forma más exacta posible.

Las caricaturas pertenecen a http://www.atheistcartoons.com, de Bill Mutranowski, traducidas por el autor. En el enlace de atheistcartoons las encontrará en su idioma original.

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La Felicidad según el Papa

La entrevista del Papa Francisco a la revista ‘Vivo’, del diario argentino ‘Clarín’, ofrece las diez claves imprescindibles para alcanzar la Felicidad según el pontífice:

1.- Vive y deja vivir.
2.- Darse a los demás.
3.- Cuidar a los ancianos y ser tranquilo.
4.- Jugar con los niños.
5.- Compartir los domingos con la familia.
6.- Ayudar a los jóvenes a encontrar trabajo.
7.- Preservar la Naturaleza.
8.- Olvidarse de lo malo.
9.- Respetar las opiniones distintas.
10.- Buscar la Paz en el mundo.El Papa Francisco

Como se puede ver, en ninguna de esas 10 buenas intenciones figura la de seguir la ‘palabra de Dios’ (la Biblia). Y también se observa que es justo lo que la secta católica NO ha hecho jamás:

1.- Se entromete en el sistema de vida pretendiendo imponernos su moralidad.
2.- Se dan al mejor postor (las excepciones son eso, excepciones).
3.- Hay sitios en que cuidan ancianos, pero sólo si tienen una buena pensión.
4.- No tienen hijos, no juegan. Violan a los hijos de sus fieles.
5.- ¿No había que dedicar el domingo al Señor?
6.- ¿Por qué no lo aplica, por ejemplo, en las jornadas mundiales de la juventud?
7.- Jamás he visto a un cura en manifestaciones por el Medio Ambiente.
8.- Olvidarse como Dios se olvidó del ‘pecado’ de Eva y condenó a la Humanidad.
9.- Jajajajaja jajajaja jajajaja jajajaja jajajaja jajajaja jajajaja.
10.- Una institución que ha matado durante siglos en nombre de su dios queda deslegitimada para buscar la Paz, y menos ganando dinero traficando con armas.

Por supuesto que a vosotros, amigos lectores, se os ocurrirán más cosas. Es evidente que el Papa no pretende ser beligerante con esos consejos, pero yo me pregunto ¿acaso no son esos los principios de un buen Ateo? Porque para decir lo que ha dicho ha tenido que contravenir muchas de las ‘enseñanzas’ de ese panfleto que llaman su libro ‘sagrado’, la biblia. La moralidad no es católica, don Francisco, ¡¡es Universal!!

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Santa María Faustina Kowalska

Helena Kowalska, también conocida como Santa María Faustina Kowalska (Głogowiec,

Religiosa y mística polaca, apóstol y difusora de la devoción a la Divina Misericordia de Jesús.

voivodato de Łódź, 25 de agosto de1905-Łagiewniki, Cracovia, 5 de octubre de 1938),2 llamada Apóstol de la Divina Misericordia3 , fue una monja católica polaca.

Escribió un diario con más de 600 páginas en el que recogió todos los mensajes que afirmaba recibir de Jesús.

Su infancia y adolescencia

Santa Faustina nació en el seno de una familia campesina en la aldea de Glogowiec, en Swinice Varckie, voivodato de Łódź,Polonia; era la tercera entre ocho hermanos, que fueron formados con gran disciplina espiritual, sobre todo por su padre. Faustina apenas contó con un año y medio de estudios escolares.

A los 9 años tomó la Primera Comunión en la iglesia de San Casimiro. Antes de entrar en el convento trabajó en 1919 como sirvienta en casa de unos amigos de la familia Bryszewski en Aleksandrów Lódzki, luego en 1922 viajó a Lodz y durante un año trabajó en la tienda de Marejanna Sadowska. Al finalizar este trabajo marchó a Varsovia con la intención de entrar en el convento pero la superiora le encomendó reunir una pequeña dote para su ajuar, lo que la llevó entonces a trabajar como sirvienta o doméstica por un año, hasta 1925.

Ella misma cuenta que al ir a una fiesta con su hermana Josefina tuvo una experiencia que marcó su vida. Estando bailando pudo ver a Jesús parado junto a ella, lleno de llagas dejándole este mensaje:

Helena, hija Mía, ¿cuándo cesarás de ignorarme y cuánto más estarás alejada de Mi lado?

Este suceso la hizo salir de la fiesta para dirigirse a la catedral de San Estanislao de Kostka; al llegar pidió al Señor que le dijera qué era lo que debía de hacer. Luego de oración profunda y de pedir perdón cuenta que escuchó estas palabras:

Ve inmediatamente a Varsovia; allí entrarás en un convento.

Entrada al convento

Capilla de Santa Faustina en el Santuario de la Divina Misericordia (Cracovia, Polonia).

La pobreza de Faustina Kowalska era extrema, hasta el punto de no poder acceder a ningún convento. Finalmente se dirigió a la Casa Madre de la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia donde por fin fue atendida, y tras un año de ahorro para poder contar con un ajuar, pudo entrar en agosto de 1925 (fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles) como postulante.

Semanas después de su entrada al convento tuvo tentaciones de abandonar, pero según sus memorias nuevamente el Señor se presentó en su celda pidiéndole que no lo hiciera.4 En este convento trabajó en la cocina, y fue encargada de limpiar el cuarto de la Madre Barkiewez y de cuidarla durante su enfermedad.

A principios de 1926, la enviaron al noviciado en Józefów en Cracovia para terminar su periodo de postulación, y el 30 de abril tomó el hábito religioso como novicia recibiendo el nombre de Sor María Faustina del Santísimo Sacramento.

Las apariciones de Jesús Misericordioso

El 22 de febrero de 1931, Sor Faustina dijo tener la primera revelación de la Divina Misericordia estando en su celda. La escena de dicha revelación y las palabras que escuchó de los labios de Jesús están plasmadas en su diario. Según cuenta, entre otras cosas Jesús pidió que pintase una imagen suya.5Ante esta propuesta se requirió los servicios artísticos del pintor Eugenio Kazimiroski que realizó el retrato siguiendo las instrucciones de sor Faustina. Esta imagen fue presentada y venerada públicamente en Ostra Brama (Vilma) entre el 26 y el 28 de abril de 1935 siendo la primera imagen jamás pintada del Señor de la Misericordia.nota 1 Pero la imagen que se hizo famosa en el mundo entero fue la realizada por el pincel de Adolf Hyla, ofrecida como agradecimiento por la salvación de su familia de la guerra.6

Santa Faustina escribió un diario en el que recogió los mensajes que recibió de Jesús. De aquí surgió la devoción a la Divina Misericordia. Esta devoción considera que la principal prerrogativa de Jesús es la misericordia y que es la última tabla de salvación. Se accede a la misericordia por la confianza. Esta devoción está integrada por el mensaje de la Divina Misericordia, la Coronilla de la Divina Misericordia, la Imagen de la Divina Misericordia, la Fiesta de la Divina Misericordia y hora de la misericordia (las 3 pm.).

Sus últimos días

En los últimos años de su vida aumentaron los sufrimientos interiores de tipo espiritual, y las dolencias del cuerpo: se desarrolló la tuberculosis que atacó sus pulmones y sistema digestivo. A causa de ello se le internó dos veces en el hospital de Pradnik, por varios meses. Falleció el 5 de octubre de 1938, a los 33 años, de los cuales 13 fueron vividos en el convento.

Su funeral tuvo lugar dos días más tarde, en la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Su cuerpo fue sepultado en el cementerio de la Comunidad en Cracovia, y luego en 1966, fue trasladado a la capilla.

Beatificación y canonización

Veintisiete años después de la muerte de sor Faustina comenzó el proceso de canonización. Fueron presentados a consideración dos casos de sanaciones milagrosas. El primero fue en Massachusetts a la Sra. Maureen Digan y el siguiente milagro fue la sanación de una condición congénita del corazón del Padre Pytel en el día del aniversario de la muerte de sor Faustina, el 5 de octubre de 1995.

El 18 de abril de 1993, día de la Fiesta de la Divina Misericordia (Segundo Domingo de Pascua), Juan Pablo II declaró beata a Sor Faustina frente a una multitud de devotos de la Divina Misericordia en la plaza de San Pedro en Roma.7

María Faustina Kowalska fue canonizada el 30 de abril de 2000, segundo domingo de Pascua (Octava de Pascua de Resurrección), día al que la Iglesia católica denomina también Domingo de la Divina Misericordia. El Santo Padre presidió la ceremonia de canonización ante una gran multitud de peregrinos de la Divina Misericordia.

El 2011, en ocasión del 2.º Congreso mundial de la Divina Misericordia, se le dirigió una carta a Benedicto XVI solicitando la apertura del dossier que estudie la posibilidad de proclamar a María Faustina Kowalska doctora de la Iglesia.8

Santa Faustina en la literatura y las artes

Se han escrito libros sobre Santa Faustina, se han realizado documentales y películas sobre su vida y el proceso de canonización, por ej:

  • Tiempo de Misericordia, narrado por Roberto Gutiérrez, para los Misioneros de la Inmaculada Concepción y EWTN.
  • La Historia de Sor Faustina: La Apóstol de la Divina Misericordia, de John Paddy Nolan y el Padre Serafín Michalenko, para EWTN.

http://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Faustina_Kowalska

La imaginación cristiana

Juan Gerardo Martínez Borrayo

LEGITIMIDAD DE JESÚS

Aquí entramos en otro problema de mucha polémica: ¿Fue Jesús el hijo legítimo de José? Los judíos hostiles al movimiento de Jesús vieron en la historia del nacimiento virginal, una argucia inventada por los primeros cristianos para ocultar el hecho de que Jesús era ilegítimo; ellos le reclamaron a Jesús que había nacido de la fornicación (Juan 8:41); en Marcos 6:3, se llama a Jesús «el hijo de María», cuando lo normal sería decir «el hijo de José»; en los Hechos de Pilato, un apócrifo latino del Nuevo Testamento del siglo IV, los judíos desprecian a Jesús por ser hijo del adulterio (Hechos de Pilato, 2:3); Orígenes, uno de los padres de la Iglesia, escribió un libro que trata de refutar afirmaciones contrarias a la tradición, en ese libro se dice que los judíos hostiles a Jesús acusaban a María de haber tenido una aventura con un soldado llamado Panthera (está documentada la existencia de un soldado romano llama Tiberio Julio Abdes Pantera).

FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO DE JESÚS

Con respecto a la fecha y al lugar de nacimiento de Jesús hay también muchas contradicciones y problemas; primero debemos de establecer que la geografía tiene un significado teológico, porque había profecías judías (Miqueas 4:8; 5:2) que aseguraban que el Mesías vendría de Belén; pues bien, hay diversas citas bíblicas que dicen que Jesús no era de Belén, sino de Nazaret (Marcos, 6:4; Mateo, 13:57; Lucas, 4:24; Juan, 7:41-42); además se le dice el nazareno, lo que implica que ese era su lugar de nacimiento.

Sobre la fecha de su nacimiento; todos sabemos que hubo un error por parte de Dionisio el Exiguo, quien estableció que el nacimiento de Cristo fue en el año 753 del calendario romano; pero fue al menos cuatro años antes; eso se sabe por la relación de hechos históricos susceptibles de ser datados perfectamente: los tiempos de reinado de Herodes el Grande, la sucesión en el reino por parte de su hijo Arquelao, los años de gobierno del emperador Tiberio, la duración de la prefectura de Poncio Pilato, los mandatos de los príncipes Herodes Antipas y Filipo y la existencia del sumo sacerdote Caifás.

Sorprendentemente, el famoso censo al que se alude en las escrituras, y que hubiera servido muy bien para establecer la fecha del nacimiento de Jesús, parece ser que jamás se llevó a cabo; de haber sido así, constaría en las actas del gobierno romano, pero no existen, no hay ninguna fuente que lo corrobore; lo más cercano es un empadronamiento puesto en marcha por Cirino, gobernador de Siria, en el año 6 D.C.

Además en la narración de Lucas, se dice que los pastores estaban con su rebaño cuando llegó el Ángel a anunciarles el nacimiento de Jesús; y sucede que los pastores tenían a sus rebaños en el campo sólo entre marzo y noviembre; es entendible que personajes como Clemente de Alejandría documentara que el nacimiento de Jesús fue o el 20 o 21 de abril o el 20 de mayo (Miscelánea, 1:21).

DE ESTRELLAS Y MAGOS

Señales y prodigios anunciando el nacimiento de Jesús.

El principal foco de atención de esta parte del nacimiento de Cristo se ha centrado en la famosa estrella de Belén; se han propuesto multitud de explicaciones para esa estrella: supernovas, el cometa Halley, conjunciones de Júpiter y Saturno, etcétera; pero ninguna de ellas explicaría cosas como que señalara justamente la casa, entre muchas casas posibles, donde estaba Jesús.

La estrella no es un asunto astronómico sino metafórico; las tradiciones judías y cristianas del nacimiento de personalidades están repletas de referencias a prodigios luminosos extraordinarios: con respecto a Noé (Enoc, 106:2) y Moisés (Éxodo de Rabbá, 1:22); también se hace referencia a estrellas misteriosas en el Libro de los números 24:17, el Documento de Damasco de los Rollos del Mar Muerto y el Testamento griego de Leví.

También era una creencia popular que grandes hombres habían sido anunciados por hechos celestiales: Antes del nacimiento de Octavio, Julio César y Tiberio se dice que hubo una estrella prodigiosa.

Es decir, la anécdota de los magos y la estrella era una idea que flotaba en el ambiente de los judíos y los romanos.

En el mismo tenor está la historia de los Reyes Magos; primero, su inclusión en el Nuevo Testamento es difícil de entender ya que en el griego original se les llama magoi, sacerdotes de Zoroastro, quienes, para los judíos, eran brujos, adivinos e interpretadores de sueños; ¿para qué meter en su relato a unos brujos extranjeros? Si se revisa con calma, Mateo tiene la costumbre de incluir a no judíos en sus relatos, probablemente porque tenía la intención de acercar a los no judíos a las enseñanzas de Jesús.

Pero además hay curiosas coincidencias en su relato con la visita del rey armenio Tiridates a Roma a principios de los años sesenta D.C.; él había ido a adorar al «dios vivo» Nerón y, al igual que el relato de los Reyes Magos, no regresó a su casa por el mismo camino por el que había llegado.

Como habíamos apuntado antes, en el Nuevo Testamento nunca se dice que eran tres magos; eso se colige de los regalos que le llevaron a Jesús: oro, incienso y mirra.

Además, es probable que no le hayan llevado «oro», como se nos ha dicho, sino que hubiera sido otra sustancia aromática, como el incienso y la mirra, sólo que se leyó mal su nombre (Laor, tal y como aparece en una inscripción del sur de Arabia en un altar).

EL DÍA DE LOS INOCENTES

«Inocente palomita que te dejaste engañar», así se dice en el habla popular para recordar que la matanza de niños por parte de Herodes se inició con un engaño; pero esta supuesta matanza es así mismo un engaño más. Es un cuento que se inventó Mateo para mandar a Jesús y su familia a Egipto, ya que quería hacer coincidir su historia con una predicción del profeta Oseas, que él a su vez había manipulado.

La historia de la matanza no tiene justificación por varios lados; lo más fácil para Herodes era haber averiguado a dónde habían ido los Reyes Magos y no mandar matar a todos los niños varones menores de dos años del distrito de Belén.

Una vez más, esta historia no es más que el refrito de una historia del Antiguo Testamento; las leyendas judías propagaron la anécdota de que al nacer Moisés, el soberano egipcio tuvo un sueño que le vaticinaba lo que iba a ocurrir y por ello decretó la muerte de todos los niños recién nacidos. Y al igual que con Jesús, la divina providencia intervino y Moisés sobrevivió.

LA INFANCIA DE JESÚS

Después de la huida a Egipto, Jesús y su familia deciden regresar a Israel, en primer lugar a Belén; se infiere esto de que José se aterró al enterarse de que el sucesor de Herodes era su hijo Arquelao, razón por la cual prefirió ir a Nazaret; lo que es un misterio es porque no le tuvo el mismo miedo a Herodes Antipas, el otro hijo de Herodes el Grande.

La única explicación de todo esto es que ni el censo, ni el nacimiento en Belén, ni la matanza de niños, ni la huida a Egipto sucedieron, sino que Jesús nació y creció en Nazaret.

Otra señal de que Jesús no fue molestado por Herodes al nacer fue que sus padres cumplieron con todas las obligaciones impuestas a los judíos piadosos de la ley bíblica: lo circuncidaron y lo presentaron en el templo.

Por último, está la historia del joven Jesús en el templo; se supone que los padres de Jesús iban todos los años en pascua a Jerusalén, al templo; a la edad de 12 años Jesús se separó de María y José y ellos lo buscaron por tres días hasta que lo hallaron en una escuela del templo, entre los maestros, tomando parte activa de la discusión.

Esta sabiduría precoz, es la misma que se describe de Moisés; Filón de Alejandría dice que Moisés era de buenas dotes naturales tales que le aceleraban sus progresos en el saber, al punto de que tales progresos parecían ser más el resultado de reminiscencias que del estudio. Una vez más, la relación Jesús Moisés se hace evidente.

ALGUNAS CONCLUSIONES

Las narraciones de la infancia de Jesús que nos presentan Lucas y Mateo son una historia incrustada de los evangelios que se hicieron después de haber sido escritos.

Si los dos primeros capítulos de Mateo y Lucas se hubieran perdido, los lectores de la narración principal no se habrían percatado de su desaparición; el resto de los evangelios no hacen nunca una referencia a los acontecimientos explicados en la sección inicial; no tienen presentes a los relatos de la infancia de Jesús.

En las biografías evangélicas de Jesús no se alude a ninguno de los aspectos más relevantes de su infancia: no hay ni una referencia directa o indirecta a la concepción milagrosa, a su nacimiento en Belén, a la estrella, a los magos y ni a su reconocimiento como Mesías por parte de los pastores, Simeón y Ana. Todo lo cual sería esperable si los evangelios fueran una historia coherente, si no fueran un añadido posterior a los evangelios.

Su finalidad fue servir de prólogo que envolviera a Jesús con un aura de maravilla y misterio; fue un intento de darle dignidad mesiánica y de establecer una relación especial con la divinidad; de que dios había enviado a su hijo para salvar a todos del pecado y traer la paz a los hombres de buena voluntad.

http://www.oem.com.mx/eloccidental/notas/n1456234.htm

El Papa elogió a las empresas recuperadas y calificó al dinero como «estiércol del diablo»

Crédito: Reuters
El Papa Francisco elogió de manera contundente a las empresas recuperadas durante un encuentro con cooperativistas italianos celebrado en el Vaticano, y calificó al dinero de «estiércol del diablo».

En un largo discurso, Francisco valoró el trabajo de las cooperativas y les pidió que encuentren «formas, métodos e instrumentos para combatir la cultura del descarte, cultivada por los poderes que manejan las políticas económicas-financieras del mundo globalizado».

Por ello aconsejó que se conviertan «en el motor que levanta y desarrolla la parte más débil de nuestras comunidades locales y de la sociedad civil». Y que, «especialmente piensen a los jóvenes y a tantas mujeres que necesitan entrar en el mundo del trabajo, o a los adultos que pierden el empleo».

También les instó a que se activen «como protagonistas para realizar nuevas soluciones de bienestar social, particularmente en la sanidad, un campo delicado donde tanta gente no pobre no encuentra respuestas a sus necesidades».

«Además de las nuevas empresas, miremos también a las empresas que están en dificultad. A las qe según los viejos padrones conviene dejar morir y que en cambio pueden revivir con las iniciativas que ustedes llaman «Workers buy out«, empresas recuperadas, en mi idioma. Soy un hincha de las empresas recuperadas», sentenció.

El Papa se refirió asimismo a «la economía y su relación con la justicia social, y con la dignidad de las personas» y criticó «un cierto liberalismo que cree que sea necesario primero producir riqueza, no importa cómo, para después promover alguna política redistributiva por parte del Estado».

También invitó a que «el movimiento cooperativo tiene que ejercitar un rol importante para apoyar, facilitar y también dar ánimo a la vida de las familias» y por tanto instó a que se busquen soluciones para «la armonización entre trabajo y familia».

Francisco pidió además que haya más colaboración entre cooperativas bancarias y empresas, para «organizar los recursos para hacer vivir con dignidad y serenidad a las familias; pagar salarios justos a los trabajadores, invertir en las iniciativas que sean realmente necesarias».

El Papa también advirtió contra las falsas cooperativas «que se prostituyen con el propio nombre de cooperativa para engañar a la gente con el objetivo de lucrarse».

Y afirmó que «el dinero es el estiércol del diablo» y que «en una cooperativa auténtica, verdadera, no manda el capital sobre los hombres, sino los hombres sobre el capital.

Argentina, la cuna de las empresas recuperadas

No es casual que Francisco mencione con tanta insistencia a las empresas recuperadas. Siendo arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, y a causa de la brutal crisis económica que sufrió la Argentina en el 2001, Bergoglio fue testigo privilegiado del nacimiento de este modelo que consiste en la toma del poder por parte de los trabajadores, quienes deciden gestionar la empresa a la fuerza.

Esta polémica modalidad, que se propagó rápidamente en la región y que tuvo al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez como uno de sus mayores impulsores (en 2005 celebró en Caracas el Primer Encuentro Latinoamericano de Empresas Recuperadas), generó críticas de varios sectores que reprochaban la violencia con la que se llevaban a cabo estas expropiaciones y advertían que provocarían el desincentivo de la inversión extranjera.

Durante sus años al frente de la arquidiócesis porteña, Bergoglio manifestó en reiteradas oportunidades su apoyo al movimiento de recicladores urbanos (son quienes recolectan residuos de la vía pública para luego reciclarlos) y alentó a los trabajadores que recuperaron sus fábricas a que difundan su ejemplo. El año pasado, Francisco invitó al Vaticano varios miembros del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas y otras agrupaciones de trabajadores argentinas en el marco de una serie de charlas sobre el trabajo y la globalización.

http://www.infobae.com/2015/03/01/1671551-el-papa-elogio-las-empresas-recuperadas-y-califico-al-dinero-como-estiercol-del-diablo

¿Por qué los ateos no creemos en la historia de la redención de Jesús?

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Las celebraciones de la semana santa se han encargado de fijar en la mente de las gentes los eventos de los últimos días de Jesús, según como los narran los evangelios. Según la historia oficial hubo una entrada triunfal en Jerusalén, luego una última cena, la traición de Judas, el juicio ante Pilatos, la crucifixión, y luego el domingo la resurrección.

El cristianismo enseña que el acto de martirio de Jesús era parte del plan de salvación de la humanidad. Solo con el derramamiento de sangre y el sacrificio del hijo de Dios, que es también Dios (¿?), se podría salvar al ser humano.

¿Salvarnos de qué?

Salvarlo de la muerte eterna. En el cristianismo el sacrificio de Jesús es necesario para garantizar el acceso de los humanos a Dios. Por ello es posible que la gente buena al morir vaya al cielo (según la doctrina católica y evangélica), o que pueda ir al cielo después de una resurrección futura que se dará tras la segunda venida de Jesús (según la doctrina adventista y otras).

Asumiendo que hay un cielo tras la muerte ¿cómo lo saben? Toda la doctrina es un cheque en blanco en el que no hay forma de comprobarlo. Algunas personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte han descrito un túnel de luz. Hoy sabemos que esa experiencia se debe a una caída en los niveles de oxígeno en el cerebro, que conllevan a estas experiencias que pueden ser catalogadas como místicas. Y de la muerte nadie ha regresado para decirnos si el dogma es cierto o falso.

Acceder a la salvación incluye adherirse al credo. Lo que llaman “aceptar a Jesús”. Creer que Jesús murió por nuestros pecados. Claro está, que este plan deja muchas cosas de lado ¿y qué ocurre con los chinos y aborígenes australianos que nunca oyeron hablar de Jesús? ¿Por qué un ateo, judío o agnóstico que sea bueno no puede acceder a la salvación simplemente siendo bueno, y no haciendo una declaración de fe de algo de lo que no hay evidencia o que no hizo parte de su tradición cultural?

Claramente parece que el imperativo de aceptar un dogma como requisito para la salvación es un anzuelo que favorece la dispersión del cristianismo. Como contraataque los cristianos dicen que es mejor aceptar a Jesús. ¿Qué pierdes?, dicen, en cambio si el incrédulo se equivoca pierde la vida eterna y se va al infierno. Este argumento, conocido como la apuesta de Pascal, se cae si lo examinamos de cerca. ¿Y qué tal que los cristianos esten errados, el islam sea la religión correcta y se condenen por decir que Jesús es Dios, algo que prohibe expresamente el Corán?

¿Y si nos salvaron cuándo fue que nos perdimos?

El cristianismo formula que fueron los primeros humanos de la narración bíblica, Adán y Eva, quienes al desobedecer a Dios fueron expulsados del paraíso, y condenados a envejecer y morir, y no solo ellos sino toda la extirpe humana.

Dice la Biblia en la epístola a los Romanos: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”

A lo anterior añade el catolicismo que todos los humanos nacemos con una mancha de “pecado original” una especie de culpa hereditaria de la que solo se salvaron Jesús y su madre María.
Pero aquí el dogma choca con la realidad histórica. Nunca hubo Adán y Eva, así que tampoco hubo una serpiente tentando a Eva a comer un fruto prohibido por Dios, ni expulsión de paraíso ni castigo a la mujer haciendo dolorosos sus partos. Adán y Eva son un mito.

El registro fósil nos muestra que la muerte siempre ha existido a la par de la vida, y que la extinción ha sido paralela a la evolución de nuevas especies. Nuestros antepasados australopitecos envejecían y morían. El dolor del parto fue fruto de la evolución de un cerebro más grande junto con la postura bípeda que puso el canal de parto mirando hacia abajo. Los australopitecos no tuvieron partos dolorosos, no tanto por un castigo divino, sino porque sus crías nacían con cerebros más chicos que los nuestros.

Las explicaciones teológicas dejan por fuera un dato inquietante. Dicen los cristianos que tras el pecado original entró la muerte al mundo. Pero, ¿porqué también condenar a muerte a las plantas y animales? ¿Qué mal hicieron ellos? ¿Es esto justo? ¿Dónde queda la misericordia de Dios?. De nuevo la ver el registro fósil sabemos que la muerte de los organismos, la depredación y el aprasitismo surgen en la lucha por la existencia, afinándose por la selección natural. El gorrión que muere en garras de un halcón no es culpa de Eva o de los caprichos castigadores de Yavhé sino de la naturaleza.

Claro esta, que los primeros teólogos cristianos no sabían nada de los orígenes reales de nuestra especie, y creían a pie juntillas la historia de Adán y Eva, con su pecado original. Pero, sin pecado original ¿para qué salvación? O en otras palabras, ¿Jesús se sacrificó en la cruz por el pecado inexistente de una pareja mítica? Si aceptamos los orígenes reales de nuestra especie, como lo hacen muchos católicos, basta preguntar ¿murió Jesús también por los neandertales? ¿Hay neandertales y «sinantropos» en el cielo?

¿Y por qué ese plan de salvación?

También cabe preguntarnos por qué era necesaria la tortura y sacrificio de un inocente por toda la humanidad. Los cristianos sin duda responderán mencionando Hebreos 9 que dice que “sin derramamiento de sangre no se hace remisión”. El pasaje de los hebreos recuerda como en el Viejo Testamento el dios Yavhé ordenaba sacrificios de corderos, tórtolas, chivos, toros, etc., para expiar los pecados del pueblo. Pablo, autor de la epístola a los romanos muestra a Jesús siendo sacrificado como un cordero por toda la humanidad.

Pero lo anterior no responde al porque. Salvo que se estipule que esta es la voluntad de Dios. Una voluntad de hecho cuestionable. Primero que todo ¿para que esa masacre de animales por los pecados cometidos por los humanos? ¿Qué culpa tenían los animales? ¿Dónde está el sentido de compasión por los inocentes, en este caso los animales? Segundo, ¿No le bastaba con simplemente decir los perdono y ya? ¿O simplemente darle la salvación a los que se arrepintieran de sus faltas, resarcieran el mal y fueran mejores personas sin tener que hacer una crucifixión sangrienta? Igual si él es el que pone las normas ¿por qué no lo hizo?

Dicen los cristianos que el sacrificio de Jesús es el rescate de Dios a la humanidad. Suena como un intercambio en una escena de secuestro, en la que se envía a alguien para que se libere a un secuestrado. Pero ¿Quién sería el secuestrador? La respuesta cristiana es: el diablo.

Diablo que por cierto Dios mismo no destruyó cuando se rebeló, y que permitió que tentara a Adán y Eva. Si Dios ya lo tiene predestinado para ser destruido –según el Apocalipsis- ¿por qué no lo destruyó antes de que tentase a Adán y a Eva? Toda la humanidad estaría viviendo ahora mismo en el paraíso, y nunca tendría Jesús que venir a ser clavado en una cruz.

La teología cristiana está fundada sobre absurdos que no resisten un análisis lógico.

¿Murió por nuestros pecados?

Pero a la teología cristiana le espera otro golpe con la lógica. Sucede que los eventos más celebrados por los católicos: el nacimiento, la muerte y la resurrección de Jesús son precisamente los que menos evidencias históricas tienen. Si es que alguno lo tiene.

En cuanto a la historia de la navidad, este aspecto ya se analizó en otro artículo de Sindioses.org

Respecto a la muerte por crucifixión y su resurrección resulta sorprendente que ningún historiador contemporáneo independiente narre los hechos finales de Jesús, así como otros más espectaculares asociados a este como que hubo un gran terremoto cuando Jesús murió (Mateo 27:51), que el cielo se oscureció (Mateo 27:45), que el velo de templo judío se rasgo, o que tras la resurrección de Jesús hubo otras resurrecciones.

En los documentos históricos contemporáneos o un poco posteriores a la época de Jesús solo lo mencionan cuatro: Flavio Josefo, Plinio el Joven, Suetonio y Tácito. El primero lo cita en la obra Antigüedades Judaicas, pero el único pasaje que lo menciona es tardío y muy probablemente añadido por cristianos.

En este pasaje supuestamente Josefo dice “Él era Cristo. Y cuando Pilatos oyó que era acusado por nuestros gobernantes, lo condenó a la cruz. Aquellos que lo habían amado desde el principio no perdieron la fe en él, y él apareció ante ellos, redivivo, el tercer día, porque los profetas habían previsto esta y otras mil maravillas sobre él”. Algo difícil de creer que viniese de Josefo porque según narra Orígenes, padre de la Iglesia y conocedor de la obra de las Antiguedades judaicas en el siglo III, Josefo no reconocía a Jesús como Mesías, algo de lo que él se lamentaba.

Así que el parrafito de la obra de Josefo en el que este acepta la resurrección de Jesús fue añadido muchos años después de escrita la obra original. También Clemente de Alejandría, anterior a Orígenes comenta que Josefo no dijo “nada de las cosas maravillosas que hizo el Señor”

De los otros historiadores, Plinio el Joven habló genéricamente de los cristianos. Suetonio no dice nada de los hechos de la vida de Jesús, solo Tácito dice que “Cristo, de quien toman el nombre, fue condenado por Poncio Pilatos, procurador de Judea durante el reinado de Tiberio”. Pero Tácito no consultó sus fuentes. Él se limita a repetir lo que dicen los cristianos. Si Tácito hubiera consultado sus fuentes habría encontrado que Pilatos no fue procurador sino prefecto.

Yéndonos a los evangelios se nota que los primeros de ellos no mencionan nada de la muerte de Jesús, ni de su resurrección. De los cuatro evangelios, los de Mateo, Marcos y Lucas muestran grandes similitudes. Los estudiosos han concluido que Marcos es la fuente de Lucas y Mateo. La fuente de Marcos es llamada la fuente Q (del alemán Quelle = fuente) y estos primeros escritos no llaman a Jesús como Cristo (que significa Mesías), ni hablan de su muerte y resurrección.

Es altamente probable que Jesús, de haber existido, fuera un predicador más de los de su época, quizás predicaba el amor al prójimo en lugar del “ojo por ojo y diente por diente”. Jesús no fundó religión alguna, y si llegó a morir ejecutado poco tenía en mente de ofrecerse en sacrificio por la humanidad. De haber sido esto así, bien le faltó a la Biblia o al Espíritu Santo haber especificado un capítulo claro sobre el plan de salvación para que después no hubiese tantas sectas que difieren en si la salvación es por obras o por la fe, católicos y luteranos ejemplifican ambos casos, o si la recompensa del cielo será tras la muerte o después de un segundo advenimiento, como en el caso de católicos y adventistas respectivamente. También tan valiosas aclaraciones habrían evitado que hubiese ateos que dudan de toda la farragosa teología cristiana.

¿Dónde están los textos de los historiadores romanos hablando del terremoto en ese día de pascua y de la oscuridad que duró desde la hora sexta hasta novena? ¿Pudieron los historiadores haber dejado pasar una oscuridad de tres horas y un terremoto ocurridos el mismo día como si nada? ¿Y después nos preguntan que por qué no creemos?

Según cuenta Earl Doherty, en «¿Acaso no hubo un Jesús histórico?» en sus comienzos el cristianismo se refiere como “Salvador” no al nombre de un individuo humano sino (como el término Logos) a un concepto: una figura divina, espiritual, quien es el mediador de la salvación de Dios. “Cristo”, la traducción griega del “Mesías” hebreo, es también un concepto, significando el Ungido de Dios (aunque enriquecido por mucha connotación adicional). La creencia en alguna forma de Salvador Ungido espiritual—Jesús Cristo—estaba en el aire. Pablo y la hermandad de Jerusalén eran simplemente una corriente de este fenómeno ampliamente diseminado, aunque una importante y finalmente muy influyente. Más tarde, se añadirían a la persona de Jesús hechos milagrosos alrededor de su nacimiento, los milagros y la resurrección, creando un personaje que luego seria llevado a todos los rincones del imperio romano.

Afirmar que una religión puede nacer de hechos falsos no es una exageración. Basta ver como José Smith logró convencer a unos pocos, inicialmente en el siglo XIX, que Jesús había venido a América y que había existido toda una historia de unos pueblos llamados lamanitas y nefitas en América. Hoy los seguidores de esta doctrina, los mormones, son 14 millones en el mundo, de los cuales 1’300.000 viven en México. Una nación en la que nunca José Smith predicó.

Miles de personas son creyentes de la Cienciología, una doctrina creada por un escritor de ciencia ficción, L. Ron Hubbard, quien no obstante ser conocido como escritor de historias irreales logró encontró fieles para su religión que incluye a un emperador intergalactico llamado Xenu. ¿Por qué entonces habría de extrañarnos que entre el siglo I y II se fabricase la doctrina de un mesías que murió por nuestros pecados?

En medio de todo el absurdo de la teología cristiana encontré un versículo que es 100% veraz: “Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.” 1 Corintios 15: 14

Ahí lo tienen. Lo cierto es que no hay evidencia histórica de la resurrección de Jesús, ni que el sea mesias ni que haya fundado una religión o especificado en detalle un plan de salvación. Los escépticos solemos recordar las palabras de Carl Sagan cuando dijo «A grandes afrimaciones grandes evidencias». Así pues la invitación es examinar críticamente las creencias y exigir pruebas antes de aceptarlas. La creencia ciega solo beneficia a los traficantes de la fe. Por el momento seguiré dudando.

https://laicismo.org/2011/por-que-los-ateos-no-creemos-en-la-historia-de-la-redencion-de-jesus/27041