La Cruz de Caravaca es un lignum crucis, es decir una reliquia de la Cruz en donde murió Cristo. Tiene forma de cruz bizantina de doble travesaño y su presencia en Caravaca se constata ya a finales del siglo XIII. En su historia encontramos dos partes claramente diferenciadas: la primera abarcaría desde su llegada a Caravaca hasta su desaparición como consecuencia de un robo en 1934 y la segunda desde 1942, fecha en que desde Italia se envía un nuevolignum crucis, fabricándose para su guarda un relicario a imagen y semejanza del sustraído, hasta la actualidad. Sobre sus orígenes existen las más variadas teorías, siendo la mas difundida la narración legendaria que refiere su milagrosa aparición y que ya era conocida a fines de la edad media. Otras más modernas pretenden asignarle una procedencia anterior, situándola en la época visigoda, o atribuyéndosela a las diversas órdenes militares que poseyeron el territorio caravaqueño en la época medieval e, incluso, a determinados personajes influyentes que visitaron o residieron en nuestra ciudad. De todas ellas la más probable es la que sitúa su venida en el periodo en que Caravaca era el centro de una bailía templaria y que fueran estos caballeros los que la hicieran llegar desde oriente hasta Caravaca. Desde su advenimiento a Caravaca, la reliquia fue revestida de cualidades milagrosas y protectoras, por lo que se convirtió en el referente espiritual de los habitantes de la zona, recurriendo a ella en toda clase de necesidades y generándose en torno a ella unos cultos especiales que han permanecido a lo largo del tiempo, y que todavía se realizan en la actualidad en sus festividades y celebraciones. A diferencia de otros lignum crucis, consistentes en simples fragmentos de madera de mayor o menor tamaño, el de Caravaca tenía forma de cruz con dos brazos cuyas medidas según Robles Corbalán, en su libro publicado en 1615, eran: 17’72 ctms. de largo y 1’70 ctms. de ancho, el brazo superior de una longitud de 6’30 ctms. y el inferior de 9’40 ctms., describiéndola así: “Tiene de largo la Santisima Cruz de diez partes de vna quarta de nuestra vara…..las ocho; los braços largos de abaxo quatro partes y media; y los de arriba tres partes, y de grueso poco mas de media parte; su color es como de canela clara, y la madera muy solida”. Martín de Cuenca, otro célebre historiador caravaqueño que ocupaba el oficio de capellán de la Vera Cruz cuando se produjo el cambio de relicario en 1711, momento en que tuvo ocasión de examinarla con todo detalle, añade que estaba compuesta por 5 trozos y que tenía además pequeñas manchas de sangre: “vimos esta divina Cruz fuera de ambos engastes, y compuesta de cinco pedazos con diversas gotas de sangre en ellos, que uno y otro lo miramos con toda distinción y claridad”. Estas manchas de sangre, supuestamente identificadas con la de Cristo, también fueron observadas y comentadas por el ministro general de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos Bernardino de Arezzo en la visita que realizó en 1692 a Caravaca y que conocemos gracias a la narración plasmada por Filipo de Firenze. A finales del siglo XIX, el historiador local Quintín Bas efectúa una descripción de la Cruz que resulta un tantodesconcertante ya que, si bien coincide básicamente en las medidas dadas por Robles Corbalán (17 ctms. de alto, 6’5 ctms de largo el brazo superior y 9’5 ctms. el inferior), difiere mucho en el resto “El sagrado Madero tiene a la superficie un color castaño; en los puntos desgastados por el contacto de cruces, se ve un color semejante al boj. La figura es idéntica a la del armazón o engaste; brazos y asta son superficies planas, con los airosos remates a los extremos. Consta de ocho piezas, y son dos crucecitas en los centros de asta y brazos: dos piezas forman los extremos del asta, y otras cuatro el remate de los brazos o traversas. Parece que, siendo en su origen este Santo Madero una sola pieza, fue luego dividida en esos ocho fragmentos, para garantir mejor la solidez y regularidad del engaste o chapeado que lo recubre.”. En cuanto a la forma, tradicionalmente se ha estimado que el propio lignum crucis tenía la terminación lobulada que aparece en todas las representaciones iconográficas de la reliquia que se realizan a partir del siglo XVI, las más antigua de las cuales las encontramos en el retablo de Hernando de Llanos de 1530 y los grabados incluidos en el libro de Robles Corbalán, sin embargo la impronta dejada en la arqueta donada por el maestre santiaguista Alonso Suárez de Figueroa, que sirvió de relicario durante muchos años, parece indicar que en su origen tenía las terminaciones rectas teniendo un aspecto similar al que aparece representado en la parte superior de esta pieza de orfebrería. La Vera Cruz de Caravaca recibió culto inicialmente en una capilla habilitada en una de las torres de la fortaleza, iniciándose en 1617 la construcción de un nuevo templo situado en el mismo lugar que ocupaba el anterior castillo, que fue inaugurado el 3 de mayo de 1703. Solamente en dos ocasiones su culto se ha efectuado en otros lugares, durante las obras mencionadas en que se trasladó a la ermita de Santa María situada también intramuros de la fortaleza y también en la guerra de independencia en que se llevó a la Parroquia de El Salvador. Aunque se conservaba, como ya se ha dicho, en el interior del castillo, cuyos propietarios fueron según las épocas las ordenes militares del Temple y Santiago o señores laicos, el concejo era el legítimo patrono de la reliquia y de su capilla y por tanto, el único que podía disponer sobre ella. Para ejercer mejor su control decidió que se custodiara dentro de un sagrario con tres llaves, una que estaría en posesión del alcaide del castillo, otra del vicario y otra del Ayuntamiento. Todo esto hacía que existiese un gran desorden en su conservación por lo que el Ayuntamiento dictó diversos mandamientos que concluirían con la redacción de una ordenanza regulando su exhibición pública que fue confirmada por el rey Felipe II en 1578. La más antigua de estas disposiciones concejiles conocida está fechada en 1551 y prohíbe que se muestre la reliquia a quién no tuviese autorización del Ayuntamiento: “Lo primero platicaron sus mercedes sobre que muchas personas forasteras pasando por esta villa procuran conel señor Vicario e que les muestre la santisima Vera Cruz desta villa e se a mostrado a muchas personas que se avia de mostrar e para quitar el ynconviniente que dello viene se ordeno e mando que de aquí adelante no se muestre la santa Vera Cruz a persona alguna sin que primero para ello se junten eneste ayuntamiento los dichos señores vicario e todo el concejo para platicar sobre hello si conviene mostrarse a la persona que lo pidiere e que de otra manera no se pueda mostrar como es dicho”. Tres años más tarde, el 10 de septiembre de 1554, en vista de su escaso cumplimiento se tuvo que repetir el mandamiento advirtiendo que se impondrían multas a los que lo contraviniesen. La nueva ordenanza reducía su exhibición a “sus festividades y ferias de mayo y septiembre o en caso de eminente e repentina tempestad de piedras, raios y otras semejantes”, haciendo una excepción con las personas ilustres que tuviesen la correspondiente autorización del Concejo. Ni la referida ordenanza ni los innumerables mandamientos dictados posteriormente consiguieron que se reservase de manera conveniente por lo que en 1637 ordenó la colocación de una llave más en el sagrario que se guardaría en el archivo del Ayuntamiento. Unos años más tarde, en 1644, se reducen los días de exhibición pública de la Vera Cruz únicamente a los viernes. Todas estas disposiciones constatan el interés generado por la reliquia y la cantidad de visitantes que acudían con la intención de verla y rendirle culto. El Concejo de Caravaca, como reconocido patrono de la reliquia, siempre defendió sus prerrogativas frente a cualquier intento de injerencia por parte de las autoridades eclesiásticas y civiles, lo que se manifiesta de forma evidente en su declaración de 1618: “Dixeron que esta villa es Patrona dela Santisima Vera Cruz della sin que ningun juez ni prelado de ninguna calidad preheminençia ni dignidad que sea tenga derecho alguno en razon de visita ni de otra cosa”. Para su control y administración creó una mayordomía que a comienzos del siglo XVII se coaligó con la cofradía de la Cruz que ya existía previamente, institución esta última cuyo fin único era “mantener y propagar el culto a la Sagrada Reliquia”, tal y como manifiestan en sus mas antiguos estatutos, en los que también reconocen que el “Ayuntamiento de Caravaca es Patrono del Santuario de la Santísima Cruz, del Castillo y del Templete”. El culto a la Cruz de Caravaca se extendió notablemente a partir del siglo XVI por diversas zonas de Europa e Hispanoamérica, generando una serie de publicaciones en las que se narraba su extraordinaria aparición y los milagros que obraba. En 1793 la Sagrada Congregación de Ritos del Vaticano confirmó el culto de latría que se le tributaba y que la equiparaba con el Santísimo Sacramento. En 1848 la reina Isabel II concedió el título de Santuario Célebre al de la Vera Cruz de Caravaca, impidiendo de esa manera que sus bienes y efectos fueran incautados y enajenados por el estado. La desaparición de la reliquia en el mencionado robo de 1934 lejos de hacer disminuir la fe dio paso a una época de esplendor iniciada con la llegada de un nuevo lignum crucis y caracterizada por un incremento constante del número de integrantes de la cofradía encargada de su culto, culminando todo ello el 9 de enero de 1998 con la concesión perpetua de la celebración de un año jubilar cada siete y más recientemente con la declaración de basílica menor del templo donde se guarda y venera la patrona de nuestra ciudad.
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CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE LA SANTA VERA CRUZ DE CARAVACA
J. A. Martínez-Cortés Martínez
Características generales: tamaño, forma y color. La Cruz de Caravaca, como todo el mundo sabe, es un Lignum Crucis, es decir, un leño cruciforme de doble traversa perteneciente al madero en que según la tradición cristiana fue crucificado Jesucristo. UnLignum Crucis, como decíamos, que tradicionalmente ha sido embutido en engastes y relicarios para, primero, preservarlo del deterioro ocasionado por el uso continuo y prolongado a que se ha visto sujeto y, después, para su mayor honra y lucimiento. Hasta tal punto ha llegado la asociación entre el madero y su relicario que a algunas personas, hoy día, les resulta imposiblediferenciar entre continente y contenido. Todo el mundo conoce el relicario, al menos el actual, pero, ¿y el Lignum Crucis? El tamaño es conocido, principalmente por las descripciones que los antiguos historiadores caravaqueños nos han legado. Veamos que nos dicen: Sigue un prolongado silencio documental hasta el pequeño opúsculo publicado por el profesor Quintín Bas, como respuesta a las conocidas críticas de la Real Academia de la Historia con motivo de la publicación de su primer trabajo sobre la historia de la Vera Cruz. Según Bas, las medidas aproximadas del madero eran las siguientes: 17 centímetros de altura; 9,5 centímetros el travesaño mayor y 6,5 el menor (Bas y Martínez, 1887). Medidas que no difieren en exceso de las ofrecidas por Corbalán. En lo referente al color, Corbalán dice lo que sigue: “es como de canela clara…”; mientras que Bas, en su obra arriba reseñada, señala que “el sagrado Madero tiene á la superficie un color castaño; en los puntos desgastados por el contacto de cruces, se vé un color semejante al boj”. De todos modos, la apreciación del color no deja de ser algo subjetivo, aunque, sin duda, nos sirve como aproximación. Resulta, no obstante, más complicado precisar con entera exactitud si la Vera Cruz tenía los característicos remates lobulados reflejados en las representaciones iconográficas que se conservan a partir del primer tercio del siglo XVI. Según ha demostrado Diego Marín, mediante el estudio de la impronta dejada por la pieza donde se encajaba la Cruz en la arqueta de plata donada por el maestre Lorenzo Suárez de Figueroa, esas “pirámides truncadas y ensanches de formas semicirculares” no estaban presentes en el Lignum Crucis, teniendo, por tanto, unas terminaciones rectilíneas que concuerdan precisamente con la representación más antigua conservada de la Reliquia, la cual curiosamente se conserva en la arqueta de plata mencionada. (Marín Ruiz de Assín, 2004). Estas terminaciones, añade Diego Marín, podrían ser propias del primer engaste que tuvo la Vera Cruz, como veremos más detenidamente. Robles Corbalán parece insinuar con vagas palabras, cuando justifica la manufactura angelical de la Cruz aducida por Bleda, que estas curiosas terminaciones están presentes en la Vera Cruz. Otro elemento de controversia: “…la figura idéntica á la del armazón ó engaste; brazos y asta son superficies planas, con los airosos remates á los extremos«. Esto es lo que nos dice Quintín Bas en 1887. En cualquier caso, mi particular opinión, que dudo pueda interesar a nadie, es que la Cruz no tenía esos airosas remates a los extremos. A pesar de estos pequeños datos esbozados, siguen siendo mucho los aspectos que desconocemos de la Cruz, verbigracia, el tipo de madera que la compone (Chacón, por supuesto sin fundamento alguno, dice que la Cruz de Cristo podría ser de roble o encina): la manufactura (¿estaba hecha de una sola pieza o de varias?); la forma, etc.
Estado de conservación. La primera referencia relativa al tema que nos ocupa la encontramos en 1526, con motivo de la visita practicada a la Encomienda de Caravaca por Francisco Maldonado y Pedro González, visitadores nombrados a tal efecto por la Orden de Santiago. Se trata de un testimonio parco, como todos los posteriores, en que se limitan a dejar constancia del estado de deterioro que presentaba la sagrada Reliquia: «Esta en partes quebrada de la antigüedad e atada con vnas cuerdas de seda» (Marín Ruiz de Assín, 2004 y 2007). De este testimonio podemos deducir dos cosas, la primera y más obvia que la Santa Cruz estaba partida en dos o más trozos; la segunda, como veremos, que no estaba engastada ni tenía ningún tipo de relicario que atajara la constante degradación. (Difícilmente podía estar engastada si para mantener unida la zona segregada se hacía preciso la utilización de unas cuerdas de seda). Aunque este testimonio es confuso y no queda claro qué partes del leño recubría el engaste de oro, parece desprenderse que, a modo de funda abierta, se extendía por el lomo o zonas laterales, por una porción mínima del anverso y por todo el reverso. Sin embargo, la visita de 1549 contradice la referencia anterior: «…esta engastonada [La Vera Cruz] en oro que la cubre por las esquinas e descubre por la hazes de fuera el palo…«, de lo cual, se deduce que las dos caras («hazes») de la Reliquia estaban al descubierto (exceptuando unas porciones mínimas que servirían para el ajustado y agarre de la chapa de oro), quedando tan sólo recubiertos los laterales, a modo de cerco o marco. En mi opinión, la representación iconográfica que contiene la ejecutoria de hidalguía de los Girón es una fiel representación de la Cruz con su primitivo engaste. En lo referente al estado de conservación, no difiere en nada a lo aportado en 1536:«…y esta quebrado el palo por muchas partes por la antigüedad del tienpo«. Desconocemos, por tanto, si el engaste frenó o palió el progresivo deterioro de la Vera Cruz, aunque referencias posteriores reflejan los daños y desperfectos que se producían del mal uso de la Reliquia, especialmente en las exhibiciones públicas. (Fernández García, 2006). No encontramos nuevas referencias del estado de conservación de la Santa Vera Cruz hasta el traslado al nuevo relicario donado por el Duque de Montalto en 1711. Y es aquí, como veremos, donde surge, por partida doble, la controversia sobre la integridad del madero. Cuando los comisionados de la villa, junto con Martín de Cuenca Fernández Piñero, capellán de la Vera Cruz, y el platero Pedro de Iturri, desclavaron un brazo de la Santa Cruz, para proceder a su examen con objeto de trasladarla al nuevo relicario donado por duque de Montalto, “…se uio dicho barzo desunido y separado del árbol del Santo Madero (que pareze ser dicha separazion antigua) de cuyo echo cayo de dicha Santissima Cruz en los corporales y papel sobre que esta una particula pequeña y auiendo mirado y reconozido con grande atención y venerazion la Madera del brazo separado se halla estar conserbada y atendiendo al árbol y parte de brazo que arrima a el del diuidido se reconoce estar mobible aquella parte…” (Pozo Martinez, Fernández García, Marín Ruiz de assín, 2000). Para evitar un mayor deterioro cejaron en su empeño de examinar la Vera Cruz, pero el concejo, tal vez temeroso de desairar al duque y con interés de retener tan generosa dádiva, persistió en su empeño de trasladar la Cruz al nuevo relicario. Para ello se requirió la presencia de un nuevo platero, al parecer, el más experimentado en su oficio, o tal vez el más servil al cabildo. Sea como fuere, una vez sacada la Cruz vieron que estaba “entera en el todo y sin cosa alguna, mui coneruada y yncorructa”. Lo que no deja de ser sorprendente, cuando tan solo dos días antes, sin llegar a examinar la Cruz entera, se dieron cuenta que, al menos, un brazo estaba desunido del tronco, y cuando sabemos documentalmente que la Cruz se encontraba fragmentada, como mínimo, desde el siglo XVI. Debemos matizar una cosa: es posible que el escribano se refiera tan solo a que, incluso desunida, se encontraban todas las piezas. Pero no deja de ser más extraño que el propio Martín de Cuenca, que se encontraba presente en las dos aperturas del relicario, manifestara apenas diez años después que, viendo la Cruz fuera de su engaste, se componía de cinco trozos: “y vimos esta divina Cruz fuera de ambos engastes, y compuesta de cinco pedazos con diversas gotas de sangre en ellos, que vno, y otro lo miramos con toda distinción, y claridad…” (Martín de Cuenca, 1722). Casi nada más hasta finales del siglo XIX, en que Quintín Bas, en un relato que raya lo esperpéntico cuando manifiesta que la Cruz fue dividida para asegurar el engaste, nos dice que la Cruz estaba dividida en ocho fragmentos. El deterioro de la Cruz había ido en aumento: “consta de ocho piezas, y son: dos crucecitas en los centros de asta y brazos: dos piezas forman los extremos del asta, y otras cuatro el remate de los brazos ó traversas. Parece que, siendo en su origen este Santo Madero una sola pieza, fué luego dividida en esos ocho fragmentos, para garantizar mejor la solidez y regularidad del engaste ó chapeado que lo recubre. El platero dice que ha tenido que efectuar esos cortes con igual fin en otras que ha construido; V. gr., la que este pueblo regaló á doña Isabel II.” Bibliografía citada en el texto:
– BAS Y MARTÍNEZ, Q.: La santissima cruz de Caravaca: su aparición, santuarios, cultos, monumentos, etc., Játiva, 1887. – BLEDA, J.:. Quatrocientos milagros y muchas alabanças de la Santa Crvz: con unos tratados de las cosas mas notables desta diuina señal, Compuesto por P. F. Iayme Bleda, de la Orden de Predicadores, natural de Algemesi, Valencia, en casa de Pedro Patricio Mey, 1600. – CUENCA FERNÁNDEZ PIÑERO, M.: Historia Sagrada de el compendio de las ocho maravillas de el Mundo: del Non Plus Ultra de la Admiración y de el Pasmo: De el emporio, donde se hallan los portentos más singulares: De un Lignum Crucis, que se compone de Quatro Brazos: De la Quinta essencia, y más principales partes del sacrosanto madero, y dulce leño, en que murio el Rey de los cielos, y de la tierra, y el segundo Adan Nuestro Redemptor Jesuchristo: De la Santíssimama. Cruz de Caravaca. Por la Viuda de Juan García Infançon., Madrid, 1722, 407 p. (existe otra edición del año 1891 en la imprenta de G. de Haro, Caravaca.) – FERNÁNDEZ GARCÍA, F.: Fiestas y celebraciones de la Vera Cruz de Caravaca. Historia, anécdotas y curiosidades desde la Edad Media hasta principios del siglo XX, Caravaca, 2006. – MARÍN DE ESPINOSA, A.: Memorias para la historia de la ciudad de Caravaca (y el aparecimiento de la Stma. Cruz) desde los tiempos más remotos hasta nuestros días e ilustrada con notas históricas, imprenta de D. Bartolomé de Haro y Solís, Caravaca 1856. 348 p. (reeditada por Ediciones El Albir, Barcelona, 1975). – MARÍN RUÍZ DE ASSÍN, D.: Una estauroteca bizantina en el Reino de Murcia en la Edad Media, Murgetana, Murcia, 2004 – MARÍN RUÍZ DE ASSÍN, D.: Visitas y descripciones de Caravaca (1626-1804) . Real Academia Alfonso X el Sabio, Murcia, 2007. – POZO MARTÍNEZ, I., FERNÁNDEZ GARCÍA, F., MARÍN RUIZ DE ASSÍN, D.: La Santa Vera Cruz de Caravaca. Textos y documentos para su historia (1285–1918) . Caravaca, 2000. – POZO MARTÍNEZ, I., FERNÁNDEZ GARCÍA, F., MARÍN RUIZ DE ASSÍN, D., SÁNCHEZ ROMERO, G.: La Santa Vera Cruz de Caravaca. Textos y documentos para su historia, Vol. II. Caravaca, 2003 – ROBLES CORBALÁN, J. de.: Historia del Mysterioso Aparecimiento de la Santíssima Cruz de Carabaca e innumerables milagros q.Dios N.S. ha obrado y obra por su deuoción, Viuda de Alonso Martínez, Madrid, 1615 , 129 fl. (Ver otra edición del año 1619) http://www.estudioscruzdecaravaca.es/La-Cruz-de-Caravaca.php
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domi Petrus Romanus: La profecía del último Papa
Petrus Romanus: La profecía del último Papa
¿ESTAMOS A PUERTAS DE CONOCER EL “ÚLTIMO PAPA”? ¿SE CUMPLIRÁ LA PROFECÍA DE SAN MALAQUÍAS? ¿SE ACABARÁ LA IGLESIA TAL Y COMO LA CONOCEMOS? ¿TODO ESTO TIENE ALGUNA CONEXIÓN CON LAS ADVERTENCIAS DE LAS POLÉMICAS APARICIONES MARIANAS? SEA COMO SEA, NO HAY DUDA DE QUE ESTAMOS ANTE UNO DE LOS MOMENTOS MÁS ÁLGIDOS DE LA HISTORIA DEL VATICANO, QUE SE TAMBALEA EN MEDIO DE GRAVES DENUNCIAS. ¿INEQUÍVOCAS SEÑALES DE QUE LOS VIEJOS SISTEMAS DE CONTROL TIENEN QUE DESAPARECER? En la experiencia de contacto aprendimos que debíamos estar atentos a todo cuanto sucedía en el mundo. Y la elección del nuevo Papa, sin duda, no escapa a los acontecimientos “clave” que apuntan a esa gran transformación planetaria de la cual nos hablaron los extraterrestres. Este episodio, que como veremos parece hallarse en medio de diversas profecías, podría ser decisivo para comprender el futuro de una de las religiones más poderosas e influyentes del planeta. ¿Ratzinger es el famoso “Papa Negro”? ¿Por qué se ha tomado con tanta controversia su elección? Me encontraba en Barcelona, debido a una reunión con la editorial que publicó “Los Maestros del Paititi”, cuando la radio del auto en donde me llevaban anunciaba la noticia inminente: se ha elegido al nuevo Papa, “Benedicto XVI”. Aunque no me sorprendía esta elección ⎯y líneas más abajo explicaré por qué⎯, recordaba que en la expedición a Paititi de 1996, el muro de Pusharo nos había mostrado grandes cambios planetarios luego de la partida de Juan Pablo II. Y si había alguna duda de ello, la designación del Cardenal alemán Joseph Ratzinger como cabeza del Vaticano, confirmaba nuestras sospechas. Si bien es cierto se hablaba de un supuesto Papa de origen latinoamericano como posible sucesor de Juan Pablo II, las cosas apuntaban en realidad en otra dirección. Independientemente de que no se haya respetado la voluntad del fallecido Papa viajero, que en una ocasión advirtió de que su sucesor “aún no había sido nombrado Cardenal” (según recoge el premiado periodista mexicano José Villasana Murguía), estaba claro de que las cosas no se darían así. Sin duda resultan extrañas las palabras de Juan Pablo II. Desconcertantes, pero claves ante el hecho de que Ratzinger ya era Cardenal desde junio de 1977 (por intermedio de Pablo VI). ¿Hubo una manipulación en la Capilla Sixtina? Como fuere, lo cierto es que Ratzinger pasó a ser Decano del Colegio Cardenalicio en el año 2002, convirtiéndose de esta forma en la cabeza encargada para elegir al sucesor del Papa. Por esta razón la matemática no me resultaba complicada a la luz de nuestra experiencia de contacto: siendo Prefecto desde 1981 para la Congregación de la Doctrina y la Fe, la heredera del tristemente célebre Tribunal de la Santa Inquisición, y su cercanía a Juan Pablo II como “consejero” y “brazo derecho”, era lógico de que el Papa que terminaría de acentuar la crisis de la Iglesia Católica, sería Benedicto XVI. Por razones del destino, luego de Barcelona tenía que volar a Italia para dar unas conferencias en Milán. Y debo decir que el clima de desconcierto que he hallado frente a la elección del nuevo Papa, se reflejaba tanto en la gente como en los principales diarios italianos, como el “Corriere della Sera”. Algunos medios, visiblemente, se han expresado inconformes con esta elección que ha sido considerada como una de las más rápidas de la historia de la Iglesia. Ratzinger, curiosamente, nació en Baviera, el mismo escenario alemán donde Adam Weishaup formará la secta de los “Illuminati” en 1776 ⎯a mi modo de ver las cosas, una de las sectas “satelite” que sirve a los verdaderos seguidores de Lucifer⎯. Militante del nazismo cuando tenía sólo 12 años de edad, y muy cercano al polémico Opus Dei, Ratzinger se ha ganado la fama, y no gratuitamente, de ultra-conservador e intolerante. Encarna, en síntesis, la ortodoxia casi medieval de la Iglesia Católica: “¿Ratzinger papable? ¿Puede acceder al pontificado el cardenal que ha castigado en los últimos años a miles de teólogos, acusado sin tapujos, además, de haber resucitado el infame Santo Oficio de la Inquisición, que suprimió a bombo y platillo -casi con regocijo- el Concilio Vaticano II? ¿Soportaría la Iglesia romana, sumida en una grave crisis, un liderazgo que la enfrentaría aún más al numeroso sector aperturista que representan los mejores -y más famosos- teólogos del momento?” Juan G. Bedoya, Diario “El País”, Madrid, 13 de febrero del 2005 Al margen de todo esto, personalmente, me atrevo a decir ⎯y no lo digo sólo por el análisis de los acontecimientos, sino por una “corazonada”⎯, de que Benedicto XVI, a fin de cuentas, no estará mucho tiempo a la cabeza de la Iglesia. Está claro que no podría emular los largos papados de Juan Pablo II (26 años) o Pío IX (31). Recordemos que Ratzinger tiene 78 años.Mas, no necesariamente, podría dejar la Iglesia “por la edad”. Ya el tiempo lo dirá. El nuevo Papa tiene una misión, corta pero medular: Él sólo precederá al otro que vendrá.Preparará el camino…En suma, nos estamos acercando a una gran transformación en el seno de la Iglesia Católica. Y de hecho, todo ello de la mano de los recientes acontecimientos mundiales. Las cosas tal y como las conocemos tendrán que cambiar, equilibrarse y hallar su armonía. Por ello, a pesar de la controvertida elección del nuevo Papa, veo en todo esto los signos de ese cambio. En consecuencia no tenemos que caer en el juego de la oscuridad y deprimirnos ante situaciones que no lucen como lo mejor para nuestro planeta. Ya nos adelantaron los Guías y Maestros de la Hermandad Blanca que el mundo entraría en crisis, pero como parte de su redención y camino de retorno al Real Tiempo del Universo. Y desde luego, la Iglesia Católica no está al margen de este proceso. Como había resumido en el editorial del mes anterior, probablemente las apariciones marianas de Garabandal (1961) aludan al momento actual que vive el Vaticano, ya que el mensaje aludía a “tres Papas más, luego de Juan XXIII, para que ocurra el Final de los Tiempos”. Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II ya partieron, por tanto, con Benedicto XVI, se iniciaría el tránsito final de la Iglesia Católica. Y además, si aceptamos que Ratzinger preparará el camino del “Último Papa”, las profecías del monje irlandés San Malaquías adquieren mayor sentido. ¿Por qué para San Malaquías Ratzinger es “La Gloria del Olivo” y el Papa que le sucederá “Pedro el Romano”? Más adelante compartiré otras reflexiones sobre ese punto. Y otros más. Demandaría varias páginas explicar, también, por qué George Bush y Condolessa Rice visitaron Roma, o analizar la aparición del presunto ovni sobre el Vaticano que fue captado por las cámaras de seguridad, entre otros hechos no menos inquietantes. Por lo pronto, estemos atentos a todo cuanto está sucediendo en la escena mundial. Y ahora más que nunca, en que tenemos que mantener nuestro trabajo orientado a la elevación de la conciencia humana. Sigamos sembrando esperanza y optimismo. Artículo publicado en Legadocosmico.com por Ricardo González, año 2005 Como sabemos, el 21 de diciembre de 2012 se cerró un ciclo histórico humano, descrito matemáticamente por los mayas, que aludía el ingreso de la Tierra a otra etapa. No un fin del mundo, como siempre lo explicamos, y tampoco un salto súbito a la cuarta dimensión, sino un proceso gradual hacia un nueva realidad que cósmicamente se representa con el concepto de Real Tiempo del Universo para los extraterrestres, o como Era Dorada para los místicos. Ello, es real. Pero tomará un tiempo. Para que ese inmenso cambio se concrete, antes deben desaparecer viejas estructuras, o transformarse. Se debe vibrar con los requerimientos propios de Acuario, de una Era Espiritual, en donde no hay espacio para gurúes, maestros o intermediarios. El Vaticano es un digno representante de esas viejas estructuras de control que nada tienen que ver con el auténtico mensaje de Cristo que hablaba de la maestría personal. ¿Nos hallamos, entonces, ante el final de la Iglesia Católica? Nunca me imaginé que las profecías del arzobispo católico San Malaquías de Irlanda podrían estar aludiendo a ese ocaso.
El Papa del “Fin de los Tiempos”, según San Malaquías. Malaquías tenía el don de la profecía, tal y como se menciona en su “Breviario”. Como se sabe, concitó la atención de muchos debido a su polémica “lista” de los Papas, que menciona al detalle, uno a uno, bajo distintas denominaciones. De acuerdo a varios estudiosos, su “lista” se ha venido cumpliendo y alude a un final de la Iglesia Católica tal y como la conocemos. Se piensa que el monje irlandés empezó a recibir mensajes y profecías durante un viaje que realizó a Roma en 1139. En ese trayecto recorrió Escocia, Inglaterra y Francia, situación que aprovechó para visitar a su íntimo amigo Bernardo de Claraval, personaje clave en la intrincada historia de los caballeros Templarios. Un hecho realmente curioso, pues se sabe del gran saber esotérico de la perseguida Orden del Temple. Finalmente, en Roma, Malaquías fue nombrado legado de Irlanda. Regresando vía Clairvaux obtuvo cinco monjes para fundar en su país, en 1142, la gran abadía de Mellifont. En un segundo viaje a Roma, el monje irlandés enfermó, y murió en los brazos de San Bernardo el 2 de noviembre de 1148. En 1199, fue canonizado por el Papa Clemente III. Entres las profecías más importantes de San Malaquías, podríamos observar las siguientes:
Sobre su propia muerte Según nos relata el propio San Bernardo, San Malaquías anunció el día exacto de su muerte para el 2 de noviembre de 1148, hecho que ocurrió cuando se hallaba con él en la abadía de Clairvaux. Sobre Irlanda San Malaquías anunció que Irlanda sería oprimida y perseguida por Inglaterra, trayéndole calamidades por siete siglos, pero que preservaría la fidelidad a Dios y a su Iglesia en medio de todas sus pruebas. Al final de ese período sería liberada, y sus opresores serían entonces castigados. Así, Irlanda católica será instrumento en el regreso de Inglaterra a la fe. Aunque todo esto se cumplió, se dice que esta profecía fue copiada de un antiguo manuscrito de la Abadía de Clairvaux y contada por él al mártir sucesor de Oliver Plunkett. Sobre los Papas Como decía, se trata de la más famosa profecía atribuida a San Malaquías. Está compuesta de “lemas” para cada uno de los 112 Papas, desde Celestino II, elegido en el año 1130, hasta el fin del mundo. ¿El fin de la Iglesia quizo decir? No hace falta que cite aquí la lista completa. Bastará con observar los últimos 12 Papas para ver la precisión de la profecía, que data del Siglo XII: 101. “Cruz de Cruce” (Cruz de Cruz). Pío IX, 1846-1878 104. “Religio Depopulata” (Religión devastada) Benedicto XV, 1914-1922 105. “Fides intrepida” (La fe intrépida). Pío XI, 1922-1939 106. “Pastor angelicus” (Pastor angélico). Pío XII, 1939-1958 108. “Flos florum” (Flor de las flores). Pablo VI, 1963-1978. 109. “De mediatate lunae” (De la media luna). Juan Pablo I, 1978-1978. 110. “De labore solis”. (De la fatiga o trabajo del Sol). Juan Pablo II, 1978-2005 111. “Gloria Olivae” (La Gloria del olivo). Benedicto XVI, 2005. 112. “Petrus Romanus” (Pedro Romano). Para muchos, esto habla claramente del fin de la Iglesia Católica. No obstante, el «traductor» de esta visión, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, señaló que ese mensaje de Fátima no se refería a un fin de la Iglesia sino a la historia de la Iglesia… Según Ratzinger, el Sumo Pontífice que aparece en la visión representa a la Iglesia, y los muertos y la destrucción hablarían del martirio de los cristianos a lo largo de su historia. También se dijo que el obispo de blanco era Juan Palo II, y que la visión de Fátima aludía al atentado del 13 de mayo de 1981, al cual sobrevivió. Si esta interpretación fue correcta, ¿Por qué se esperó 19 años para darla a conocer, luego de haber sucedido los acontecimientos? El Vaticano ha tenido ⎯y tiene⎯ un papel oscuro en la historia: la Inquisición y persecución de los Cátaros, su cercanía a Hitler durante la guerra, el asesinato de Juan Pablo I, o los escándalos de la Banca Vaticana ⎯su presidente fue investigado en 2010 por un lavado millonario de dinero, y recientemente se han descubierto más implicaciones de la Santa Sede a raíz de los llamados Vaticanleaks⎯ y amén de los objetos sagrados y reliquias de otras culturas que se guardan celosamente en sus bóvedas. Sería largo y engorroso de tratar aquí. Obviamente, si estamos ante el misterio de quién será el último Papa, y que la vieja estructura de la Iglesia caerá durante su liderazgo ⎯razones sobran para que sea así⎯ , ello no debería confundirnos con el mensaje espiritual de Jesús. Una cosa muy distinta es lo que nos dejó el galileo. Un hombre que personalmente admiro, y que sin duda no se sentiría identificado con las cosas que describo arriba. Ahora bien, es inquietante que no sólo Malaquías habla de un “último Papa” en el ocaso de la Iglesia. Hay otras advertencias. Y algunas de ellas provienen de las misteriosas apariciones marianas.
Arriba: En Estados Unidos, a los pocos días de haber renunciado Benedicto XVI, se editó un libro que explota la incertidumbre del nuevo Papa en medio de las profecías. http://www.legadocosmico.com/articulos_detalle.php?id=255 |
domi La CIA *SIEMPRE DIRIGIDA POR EL VATICANO
Obeliscos masónico- luciferinos de inspiración egipcia, levantados en Washington y en la Plaza del Vaticano de Roma.
Por eso cuando la CIA asesinó al Presidente Kennedy era imposible que el Vaticano no estuviera implicado en el magno crimen, puesto que la CIA trabaja y recibe órdenes del Vaticano. El Vaticano no solo estuvo implicado en el asesinato de Kennedy sino que sus líderes religiosos fueron quienes ordenaron terminar con JFK.
Edgar Hoover, director del FBI en la década de 1970, y Allan Dulles, director de la CIA en tiempos de Kennedy. Hoover era maestro masón de grado 33 por el Rito Escocés, y Dulles Caballero de la Orden de Malta. Ambos estaban a las órdenes del Cardenal Spellman y del Vaticano.
El hilo que une Washington con el Vaticano es más sólido de lo que muchos nunca habrían llegado a imaginar. En realidad Washington y El Vaticano son uña y carne; Increíblemente, ambos Gobiernos forman parte de una misma unidad, la del Gobierno Secreto Mundial, un eje invisible que conecta, mediante las Sociedades Secretas, al Vaticano con la potencia anglo-americana.
domi Cuando la Biblia se refiere al “tercer cielo”, ¿qué significa esto?
En la época del Israel antiguo no había un entendimiento completo acerca del universo como el que tenemos hoy día. Así que ellos escribieron en términos que les eran familiares a ellos. Los judíos hablaron de tres cielos. El primer cielo estaba constituido por la atmósfera de la tierra donde se encuentran las nubes y los pájaros. El segundo cielo es donde estaban el sol, las estrellas y la luna. El tercer cielo era el lugar donde Dios habita. Cuando Pablo dijo que había sido arrebatado al tercer cielo se estaba refiriendo al mismo lugar donde Dios habita:
- 2ª Corintios 12:2: «Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo».
NOTA: Los mormones enseñan equivocadamente que hay tres cielos: el telestial, el terrestre y el celestial. Ellos lo dividen como compartimientos habitados por las personas después de que mueren.
El Primer Cielo: La Atmósfera de la Tierra
- Deuteronomio 11:17: “y se encienda el furor de Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto,…”
- Deuteronomio 28:12: “Te abrirá Jehová su buen tesoro, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos…”
- Jueces 5:4: “Cuando saliste de Seir, oh Jehová, Cuando te marchaste de los campos de Edom, La tierra tembló, y los cielos destilaron, Y las nubes gotearon aguas”.
- Hechos 14:17: “si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos…”
El Segundo Cielo: Fuera del Espacio
- Salmo 19:4, 6: “4 Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol. 6 De un extremo de los cielos en su salida, Y su curso hasta el término de ellos…”
- Jeremías 8:2: “Y los esparcirán al sol y a la luna y a todo el ejército del cielo, a quienes amaron y a quienes sirvieron…”
- Isaías 13:10: “Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor”.
El Tercer Cielo: La Habitación de Dios
- 1° Reyes 8:30: (La frase se repite numerosas veces en los siguientes versículos): “…también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona”.
- Salmo 2:4: “El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos”.
- Mateo 5:16: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.
El cielo más alto, el tercer cielo, por referencia indica, el Trono de Dios:
- 1° Reyes 8:27: “Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?”
- Deuteronomio 10:14: “He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella”.
http://www.miapic.com/cuando-la-biblia-se-refiere-al-tercer-cielo-que-significa-esto
domi La Leyenda del Obispo Resucitado y el Arte de Bien Morir
De los cinco años que duró el gobierno de Pedro Díaz sobre la diócesis civitatense, 1338-1343,curiosamente el hecho más singular y destacado fue su muerte[1].Un acontecimiento prodigioso que ha perdurado en la memoria colectiva y que le dio la fama de obispo resucitado.
Crónica de un milagro:
Las fuentes escritas que han hecho perdurar este relato en el tiempo fueron dos tablas conmemorativas de los hechos, una conservada actualmente junto al sepulcro del prelado en la Catedral, y la otra, desaparecida, que estaba en la sacristía del monasterio de San Francisco. A partir de ambos textos, Sánchez Cabañas hizo una síntesis en la que consideraba a Pedro Díaz como natural de Ciudad Rodrigo y gran pecador, muy dado a los placeres carnales, los cuales no abandonó tras ocupar el episcopado[2].
Afectado por una enfermedad mortal y ya postrado en el lecho, su criado comenzó a tener siniestras visiones. En la primera contempló a su señor sobre la silla episcopal mientras era acosado por conejos negros que trataban de roerle las vestiduras. La fulgurante aparición de un franciscano, saliendo de detrás de la cátedra, les hizo huir. Aprovechó entonces el fraile para decirle al criado que trasladara un mensaje a su señor moribundo: Que hiciera penitencia de sus pecados y confesara, porque aquellos animales eran demonios. Sin embargo, Pedro Díaz se burló de aquella visión porque consideraba su dolencia pasajera y de escasa gravedad. A los tres días el sirviente repetía experiencia: volvió a contemplar al prelado rodeado de tres perros amenazantes que pretendían despedazarlo. Nuevamente la intervención del franciscano le sacó del apuro, mientras le instaba a confesarse dada la cercanía de su muerte. El obispo informado del asunto, otra vez, hizo caso omiso del mensaje de su criado y éste, pasados otros tres días, tuvo una nueva alucinación: su señor, en esta ocasión, estaba ante un gran fuego con una caldera llena de pez hirviendo. Los demonios intentaban arrojar a Pedro Díaz al interior, mientras el fraile procuraba defenderlo detrás de la silla y le reclamaba la confesión de todos sus pecados. El criado, todavía dentro de la ensoñación, comentó al franciscano con qué poco crédito recibía el mitrado la narración de todas esas apariciones. Así que el fraile le proporcionó una prueba material más definitiva: hizo que el sirviente metiera el dedo índice en la pez hirviente de la caldera. Ya despierto, corrió el criado a referir aquella experiencia a su señor agonizante y le mostró el dedo quemado. Sólo entonces Pedro Díaz reaccionó y, muy asustado, aceptó confesarse por la gran devoción que tenía a San Francisco. Al poco de recibir aquel sacramento murió.
La familia del prelado encubrió el fallecimiento tres días. Unas jornadas que emplearon en distribuirse el patrimonio del difunto. En la mañana del cuarto día celebraron los oficios fúnebres en la Catedral, en mitad de los cuales el obispo se puso en pie y, según la citada tabla conservada y expuesta hoy día junto a su sepulcro, dijo: No huyais de mi, porque como verdaderamente estuve muerto, ansi agora estoy vivo. Sabréis que luego que mi ánima salió del cuerpo, fue llevada a juicio y condenada para siempre porque en la confesión que hice no tuve entera contrición del pecado público en que estaua envuelto ni tube intento de apartarme de él, puesto que enseñé al contrario por señales exteriores. Mas el Bienaventurado Padre Sant Francisco a quien yo tuve siempre por singular devoción, me socorrió en aquesta ora y fue singular abogado alegando por mi parte tres cosas: la primera la gran devoción y fe que siempre tuve en el, la segunda las infinitas limosnas que hice a los frayles de su horden con tanta donación que todo lo que yo poseía más era de los frayles que mio. La tercera la confianza que tube puesto que muy pecador, que no acabaría en mal por los méritos de nuestro Padre Sant Francisco E alcanzó a Dios nuestro Señor que volviese mi ánima al cuerpo por espacio de veinte días para hazer penitencia de mis pecados después de los cuales tengo de morir. Transcurridos los veinte días, en los que hizo penitencia y ordenó sus asuntos, falleció en mayo tras predicar con fervor y loar a San Francisco de Asís y a sus frailes. La orden franciscana desde esa fecha ganó en respeto y admiración dentro de la ciudad.
El milagro como Exempla medieval:
Aunque resulta imposible entrar en la veracidad de esta leyenda, sí que podemos analizar algunos aspectos de la forma en que nos ha sido transmitido, así como del contexto histórico en el que se produjo. A este respecto podemos decir que las historias sobre religiosos resucitados no eran inusuales en el siglo XIV. De la mano, mayoritariamente, de monjes y frailes las apariciones y resurrecciones de muertos de diversa condición social que regresaban al mundo para reclamar atención, resolver cuestiones pendientes o informar y aconsejar a los vivos sobre diversas materias proliferaron en la literatura pastoral de aquellas décadas. De tal modo, que esta narración se encuentra trufada de interesantes elementos teológicos muy difundidos durante la Baja Edad Media castellana. El primero de ellos que cabe resaltar se refiere a la estructura del relato que claramente adoptó la forma de un exemplamedieval. Este era un tipo discurso muy querido por las órdenes mendicantes para instruir deleitando en sus predicaciones y con una fuerte carga didáctica y moralizante. En este sentido, el carácter ejemplar de la resurrección de Pedro Díaz resulta indiscutible. No estamos ante una crónica fiel de lo acaecido, sino ante la enseñanza que de ello cabe extraer. Por eso, cuando el obispo resucitado habla, sus palabras no están destinadas a los presentes que le miran estupefactos, sino a todos los que tiempo después escucharán aquella historia. El mensaje se adueña del milagro y éste destina toda su espectacularidad a convertirse en medio, en excusa, con la que adoctrinar a los descarriados de cualquier época. Es lo que algunos autores han llamado hacer uso de un curioso y particular tiempo verbal: el presente eterno[3].
¿Recibir sentencia tras morir o esperar al Juicio Final?:
Estamos, por tanto, ante un mensaje con vocación de permanencia. Sin embargo, las enseñanzas que de él se derivan no eran algo genérico. La narración ponía el acento en aspectos doctrinales muy precisos. Con la resurrección de Pedro Díaz, más o menos veladamente, se estaba aludiendo a la automática retribución post mortem de las faltas cometidas en vida. Desde el período patrístico la Edad Media arrastraba un debate teológico acerca del estado del alma tras la muerte del cristiano. Uno de los puntos de aquel debate era saber si se producía o no un juicio individual e inmediato después del fallecimiento y, en caso afirmativo, como conciliar su existencia con aquel Juicio Final recreado por el Apocalipsis de San Juan. La escolástica, liderada por Tomás de Aquino, argumentó a favor del doble tribunal, el primero apenas muerto el creyente y el segundo, general tras la nueva venida de Jesucristo. El primer enjuiciamiento sería incompleto y referido al alma. El segundo afectaría también al cuerpo. Esta postura, generalmente aceptada por los pensadores eclesiásticos, obtuvo respaldo canónico en 1336 con la bula Benedictus Deus sancionada por Benedicto XII. La necesidad de este escrito pontificio se derivó de ciertos sermones pronunciados por su antecesor, Juan XXII, en los cuales se había mostrado partidario de un único juicio al final de los tiempos, soslayando así la inmediata retribución post mortem[4].
Pedro Díaz murió siete años después de que el papa Benedicto XII pronunciara aquel dictamen concluyente. Su leyenda quizás se vio influida por esta polémica y pudo servir de prueba gráfica a favor de la doctrina del doble enjuiciamiento, dentro de la cual se sitúa claramente el relato de su resurrección. El obispo, nada más volver a la vida describió al detalle a ese primer tribunal como si de una audiencia terrenal se tratase: con juez supremo, abogado y reo.
El arte del bien morir: Confesión, penitencia y franciscanismo.
En la Edad Media como en cualquier otra época se muere. Pero el sentido otorgado a la muerte no siempre fue idéntico, aún dentro del mismo credo religioso. En los últimos siglos del período se produjo una exaltación de la conciencia individual de la muerte, asociada con el citado juicio inmediato post mortem, que fue desplazando, poco a poco, a aquel otro sentido del morir más colectivo y preconizado por el Juicio Final y el Apocalipsis. Por esta razón, el momento del fallecimiento ganó en importancia y recibió un notable valor espiritual. La hora postrera en la vida de un cristiano acabó entendiéndose como una oportunidad crítica para conseguir la salvación del alma y triunfar sobre el demonio. El ars moriendi o arte del bien morir fue la imagen escrita más completa de este sentir generalizado. Se trataba de un pequeño opúsculo, muy divulgado en toda Europa desde el siglo XV, y que daba forma clara y sintética a esa renovada concepción del fallecimiento. Concebía el lecho del moribundo como un campo de batalla, en torno al cual, las fuerzas del bien y del mal luchaban por conquistar el alma del pobre desahuciado. La agonía de Pedro Díaz se movió perfectamente en estos parámetros y, como el propio ars moriendi divulgaba, hizo de la confesión el instrumento más importante a la hora de ajustar las cuentas pendientes con Dios[5].
Precisamente, otro de los mensajes teológicos que se quiso transmitir con esta narración fue resaltar la inutilidad de la confesión cuando se realizaba sin la debida sinceridad. La falta de arrepentimiento y de propósito de enmienda hacía de este sacramento una mera formalidad, sin capacidad para conseguir la reconciliación con Dios. En el siglo XIII se había pasado de una penitencia puramente tarifaria y mecánica, por la que cada pecado tenía pareja una sanción reparadora que no necesitaba de mayores detenimientos, a otra penitencia más sacramental e introspectiva que indagaba en la sinceridad del arrepentido y reclamaba su auténtica constricción para que la sanción tuviera efecto. Confesión y penitencia formaron así un binomio inseparable, además de ineludible y eficaz modo de purgar las faltas cometidas[6]. Esta postura es la que defiende el milagro de Pedro Díaz. Más que ante un resucitado estaríamos ante un penitente que, tras franca y limpia confesión, recibió un castigo reparador de veinte días cuyo obligado cumplimiento debía realizar antes de regresar al Más Allá.
Por último, a lo largo de toda la narración y especialmente en el magisterio pronunciado al volver Pedro a la vida, se expresa una evidente exaltación del franciscanismo. El obispo dirige al público una vehemente invectiva para que lleven una vida cristiana y ordenada. Pero haciendo especial hincapié en el valor reparador que tenían las limosnas destinadas a los conventos de dicha orden, así como la altísima talla espiritual de San Francisco de Asís, quien, gracias a ser quien era y a la eficaz defensa realizada sobre Pedro Díaz, consiguió hacer cambiar de opinión al mismo Dios y que este reconsiderara su inicial sentencia condenatoria. Apostillaba la historia que, a partir de entonces, los frailes menores fueron muy estimados por las gentes, aunque ya llevaban instalados en Ciudad Rodrigo alrededor de un siglo [7]. El franciscanismo se apropiaba de este manera del milagro y lo utilizaba para erigirse en un poderoso camino de salvación, quizás en unos momentos donde el vigor de su espiritualidad no contaba con el eco social de los primeros tiempos y necesitaba renovarse.
La Peste Negra, que hizo acto de presencia en Castilla hacia 1348 y cuyo paso por la diócesis civitatense está documentado, debió de contribuir a dar más publicidad a la leyenda y favorecer su arraigo en la conciencia colectiva. Al fin y al cabo, estamos ante un discurso esperanzador sobre la salvación, a última hora, de un mal cristiano y el tránsito de la muerte a la vida eterna. De este modo, el breve gobierno de Pedro Díaz, al parecer de escasa importancia en lo propiamente institucional, ha acabado convertido en una de las trayectorias más largamente recordadas en Ciudad Rodrigo. Sin embargo, al margen de la interpretación moralista de la leyenda, ningún extremo de la misma es fácilmente demostrable. Hernández Vegas aceptó sin reparos que Pedro Díaz había llevado una vida disoluta. Fundamentó esta opinión en que ciertos documentos coetáneos mencionaban a alguno de los hijos de este prelado. Ciertamente, figura un Alonso Díaz, hijo del obispo Pedro Díaz, en un texto del archivo municipal mirobrigense del año 1376[8]. Pero el hecho de que este apelativo se exhiba sin pudor alguno en un escrito legal, indicaría que no estamos ante un nacido de forma ilegítima o indecorosa. Lo más seguro es que este diocesano accediera al cargo en su madurez y, como ocurrió con su sucesor Alfonso de Robles, después de enviudar y haber tenido descendencia. Quizás la avanzada edad que le presuponemos ayudaría a explicar su prematura muerte.
[1] De su labor al frente de la institución episcopal solo sabemos que el 21 de julio de1340, entregó al Cabildo la parte que correspondía al diocesano en los diezmos y portazgo, además de la parte que dicen el préstamo de las Cofradías. Todo ello en canje por la villa de Sepúlveda que, por aquel tiempo, era patrimonio capitular. Según Hernández Vegas fue el primer obispo en llevar el título de señor de Sepúlveda. Sánchez Cabañas, A. Historia Civitatense (ed. Barrios García, A. y Martín Viso, I.) Salamanca, 2001, pág. 223 y Hernández Vegas, M. Ciudad Rodrigo, La Catedral y la Ciudad. Salamanca, 1982 (Reed. Ciudad Rodrigo, 1935) pp. 197-198.
[2] Sánchez Cabañas, A. Historia Civitatense (ed. Barrios García, A. y Martín Viso, I.) Salamanca, 2001, pp. 223-225. Fue publicada la tabla conservada y visible en la Catedral en Hernández Vegas, M. Ciudad Rodrigo, La Catedral y la Ciudad.Salamanca, 1982 (Reed. Ciudad Rodrigo, 1935) pp. 197-198.
[3]F. Bravo “Arte de Enseñar, Arte de Contar. En torno al exemplum medieval”, La enseñanza en la Edad Media. X Semana de Estudios Medievales, Nájera 1999, Logroño 2000, pp. 303-327.
[4] M. Fournié, El Ciel peut-til attendre? Le culte du Purgatoire dans le Midi de la France (1320 environ-1520 environ), París, 1997, 401-456.
[5] Una edición de esta exitosa obra tomada en su versión castellana y con un estudio introductorio en F.Gago Jover, Arte de bien morir y breve confesionario, Barcelona, 1999. Sobre el sentido de la muerte y su evolución en la Castilla Medieval véase F. Martínez Gil, La Muerte Vivida. Muerte y sociedad en Castilla durante la Baja Edad Media, Toledo, 1996.
[6] J. Ch. Payen, “La pénitence dans le contexte culturel des XII et XIII siècles”,Revue des sciences philosophiques et théologiques, LXI (1977), p. 399-428 y Elena Brambilla, Alle origini del Sant’Uffizio. Penitencia, confessione e giustizia spirituale dal medioevo al XVI secolo, Bolonia, 2000, especialmente pp. 111-138.
[7] Sobre el asentamiento de los franciscanos en la diócesis véase J.J. Sánchez-Oro Rosa, Orígenes de la Iglesia en la diócesis de Ciudad Rodrigo. Episcopado, Monasterios y Ordenes Militares (1161-1264), Salamanca, 1997, pp. 208-220.
[8] Barrios, A. et al. Documentación Medieval del Archivo Municipal de Ciudad Rodrigo, Salamanca, 1988, doc. 19.
http://centrodeestudiosmirobrigenses.es/?p=329
domi Benedicto XVI se negó a participar en un complot contra el papa Francisco
- El papa emérito rechazó las presiones del lobby ultra del Vaticano para frenar las reformas del actual pontífice
- Un grupo de cardenales conservadores pidió a Benedicto XVI que se opusiera a la apertura de Francisco a los gais, divorciados y parejas de hecho
- “Yo no soy el papa, no se dirijan a mí”, contestó Ratzinger, quien después informó de estas intrigas a Bergoglio
El papa emérito, Joseph Ratzinger, y el actual pontífice, Jorge Bergoglio, se saludan. /Efe |
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domi La ruta del Éxodo
La historia de Moisés se relata sobre todo en los libros Éxodo y Deuteronomio del Antiguo Testamento. Según estos relatos, Moisés nació en Gosén, región del antiguo Egipto. Los judíos residentes en Egipto se hallaban esclavizados por el faraón. Poco antes del nacimiento de Moisés, el faraón había ordenado dar muerte a todos los varones hebreos recién nacidos.
Para salvar a su hijo, su madre le colocó en una cesta de papiro que echó al Nilo. Fue rescatado por la hija del faraón, que crió al niño como si fuera suyo. Ya adulto, Moisés mató a un egipcio que a su vez había asesinado a un hebreo, por lo que hubo de huir de Egipto. En el exilio, Moisés fue pastor toda su vida. A los 80 años, se cuenta que Yahvé, el dios de los hebreos, se le apareció en una zarza ardiente y le ordenó volver a Egipto y salvar a su pueblo de la esclavitud. Una vez hecho esto, debía guiarlos hacia la tierra de Canaán, más tarde denominada Palestina, donde debían instalarse de forma permanente.
Moisés obedeció y regresó a Egipto, donde fue recibido por Aarón, su hermano mayor, y organizó una reunión para avisar a su pueblo de lo que debían hacer. Al principio, Moisés no fue muy bien recibido; pero la opresión era grande y Moisés realizó señales para que su pueblo lo siguiera como un enviado de Dios.
Sin embargo, según el relato bíblico, lo más difícil fue persuadir al faraón para que dejase marchar a los hebreos. De hecho, estos no obtuvieron el permiso para partir hasta que Dios envió diez plagas sobre los egipcios. Estas plagas culminaron con la matanza de los primogénitos egipcios, lo cual causó tal terror entre los egipcios que ordenaron a los hebreos que se fueran.
La gran caravana de los hebreos se movía lentamente y tuvo que acampar hasta tres veces antes de dejar atrás la frontera egipcia, la cual se cree que estaba establecida en el Gran Lago Amargo. Otros han sugerido que como muy lejos estaría en la punta más septentrional del Mar Rojo. Mientras tanto el faraón cambió de opinión y salió tras la pista de los hebreos con un gran ejército.
Atrapados entre el ejército egipcio y el Mar Rojo, los hebreos se desesperaron, pero Dios dividió las aguas del mar por mediación de Moisés, permitiendo a los hebreos cruzarlo con seguridad. Cuando los egipcios intentaron seguirlos, las aguas volvieron a su cauce ahogando a los egipcios.
Esta increíble historia de la apertura de las aguas del Mar Rojo fue respaldado por un estudio científico en agosto pasado, realizado por Carl Drews y Weiqing Han del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR por sus siglas en inglés) y la Universidad de Colorado en Boulder.
Según este estudio, un fuerte viento del este que sopló por la noche podría haber hecho retroceder las aguas del mar Rojo de la forma descrita en las escrituras bíblicas y el Corán, en vez de haber sido obra de Moisés. Simulaciones de ordenador, parte de un estudio mayor sobre cómo los vientos afectan a las aguas, mostraron que el viento puede empujar y hacer retroceder el agua cuando una curva de río se funde con una laguna costera. En la siguiente simulación se aprecia como el viento podría haber dejado despejado una vía para el tránsito de los hebreos.
Hay estudios similares que tratan de aportar una explicación científica a una narración mitológica, como por ejemplo la que se refiere a Cristo caminando sobre las aguas. En 2006 Doron Nof utilizó archivos de las temperaturas superficiales del Mar Mediterráneo y modelos estadísticos para examinar la dinámica del Mar de Galilea, al que los israelíes conocen como el Lago Kinneret. El estudio encontró un período de bajas temperaturas en el área, entre 1.500 y 2.600 años atrás, que incluiría las décadas en las que vivió Jesús. Una merma de las temperaturas por debajo del punto de congelación podría haber formado una capa de hielo sobre la superficie del lago lo suficientemente gruesa como para soportar el peso de un ser humano cerca de la orilla oeste.
Otros estudios tratan de explicar la resurrección de Cristo. Según Miguel Lorente, médico forense y autor de “42 días, Análisis forense de la crucifixión y la resurrección de Jesucristo“, Jesús no llegó a morir en la cruz. Sufrió un coma superficial que le llevó a padecer una muerte aparente. Dado por muerto por los soldados romanos, fue descolgado de la cruz y llevado al sepulcro de José de Arimatea, como cuentan los Evangelios.
Como estudios están bien, pero dejan entrever claramente la tendencia religiosa de los que los postulan. Todas estas investigaciones son en mi opinión vanas. Un onanismo especulativo que ni nos llevan a afirmar la existencia de Cristo, ni de Moisés, ni del éxodo, ni todo lo contrario.
http://www.lamentiraestaahifuera.com/
domi Papa Francisco: amar a los enemigos da miedo, pero es lo que nos pide Jesús
Sólo con un corazón misericordioso podremos verdaderamente seguir a Jesús. Es lo que ha afirmado Papa Francisco en la Misa matutina en Casa Santa Marta. El Pontífice ha afirmado que la vida cristiana “no es una vida autorreferencial”, si no que es un don, sin egoísmo. Solo así será posible amar a los enemigos como nos pide el Señor.
Amad a vuestros enemigos. Papa Francisco ha desarrollado su homilía deteniéndose en la cita del Evangelio de Lucas en el que el Señor indica el camino del amor sin límites. Jesús, dijo el Papa, nos pide rezar por quien nos trata mal y ha puesto el acento sobre los verbos, utilizados por el Señor: “Amad, haced el bien, bendecid, rezad” y “no rechacéis”. “Es darse a uno mismo, afirmó, dar el corazón, justo a los que nos quieren mal, los que nos hacen daño, a los enemigos. Y esta es la novedad del Evangelio”. Jesús nos muestra, de hecho, que no es un mérito si amamos a los que nos aman, porque eso lo hacen también los pecadores. Los cristianos están llamados a amar a sus enemigos: “Haced el bien y prestad sin esperar nada a cambio. Sin interés y vuestra recompensa será grande”. Cierto, reconoció el Pontífice, el Evangelio es una novedad. Una novedad difícil que hay que llevar adelante. Pero solo hay que seguir a Jesús”.
“’Padre, yo… yo no puedo hacer esto’. ‘Eso es problema tuyo, el camino del cristiano es este’. Este es el camino que Jesús nos enseña ¿Qué debo esperar? Id por el camino de Jesús, que es la misericordia; sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso. Solo con un corazón misericordioso podremos hacer todo lo que el Señor nos aconseja. Hasta el final. La vida cristiana no es una vida autorreferencial, es una vida que sale de sí misma para darse a los demás. Es un don, es amor, y el amor no se vuelve a sí mismo, no es egoísta: se da”.
Jesús, retomó, nos pide ser misericordiosos y no juzgar. Muchas veces, dijo, “parece que nosotros hemos sido nombrados jueces de los demás: murmurando, juzgamos a todos”. Sin embargo el Señor nos dice: “No juzguéis y no seréis juzgados. No condenéis y no seréis condenados”. Y al final nos pide que perdonemos y así seremos perdonados. Todos los días, reflexionó Papa Francisco, lo decimos en el Padrenuestro: ‘Perdónanos como nosotros perdonamos’. Si yo no perdono, ¿cómo puedo decirle al Padre: me perdonas?’”.
“Esta es la vida cristiana. ‘Pero Padre, esto es una necedad’, ¡Sí! Hemos escuchado estos días que San Pablo decía lo mismo: ‘La necedad de la Cruz de Cristo’, que no tiene nada que ver con la sabiduría del mundo. ‘Pero Padre, ¿ser cristiano es convertirse en necio de alguna manera?’. ¡Sí!, de alguna manera sí. Es renunciar a la astucia del mundo para hacer todo lo que Jesús nos dice que hagamos ya que si hacemos cuentas, si hacemos un balance parece que está todo en contra nuestra”.
“Pero este, advirtió, es el camino de Jesús: la magnanimidad, la generosidad: el darse sin medida”. Y por esto, añadió, “Jesús ha venido al mundo, y así hizo Él: ha dado, ha perdonado, no ha hablado mal de nadie, no ha juzgado”. “Ser cristiano no es fácil”, reconoció el Papa, y “no podemos convertirnos en cristianos”, solo podemos con la gracia de Dios, “no con nuestras fuerzas”.
“Aquí viene la oración que debemos hacer todos los días: ‘Señor, dame la gracia de convertirme en un buen cristiano, una buena cristiana, porque yo solo no puedo’. Una primera lectura de esto da miedo, da miedo. Pero tomemos el Evangelio y leamos de nuevo una segunda, tercera, cuarta vez, el capítulo VI de San Lucas: ¡hagámoslo!, y pidamos al Señor la gracia de entender qué es ser cristiano, y también la gracia de que Él nos regale ser cristianos. Porque nosotros no podemos hacerlo solos”.
http://www.aleteia.org/es/religion/articulo/papa-francisco-amar-a-los-enemigos-da-miedo-pero-es-lo-que-nos-pide-jesus-5798962376212480
domi El fiasco de «El sepulcro olvidado de Jesús» ¿Por qué buscan entre los muertos al que vive?
Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los
muertos, ¿cómo dicen algunos de ustedes que no hay resurrección?
1 Corintios 15:12
En años recientes, parece que se ha puesto de moda en este mundo
globalizado lanzar cada tanto algún osado desafío a las creencias más
básicas del cristianismo. Vino Dan Brown con las pamplinas de El
Código Da Vinci y vendió millones de ejemplares (aunque la película
fue un rotundo fracaso). Luego la cadena National Geographic presentó
en 2006 el manuscrito titulado El evangelio de Judas con gran pompa,
como si un documento tardío escrito por un grupo sectario bastase para
poner en entredicho los documentos del Nuevo Testamento. El último
contendiente en este extraño concurso es un «documental» del Discovery
Channel que presenta casi como un hecho demostrado que los huesos de
Jesús de Nazaret fueron a dar a una caja (osario) en la tumba de su
familia.
El «documental» titulado en inglés Jesus’ Lost Tomb fue emitido el 4
de marzo pasado. Está anunciado en español, con el título El sepulcro
olvidado de Jesús en el Discovery Channel para el domingo 18 de marzo
a las 20. Sus principales responsables son el periodista israelí-
canadiense Simcha Jacobovici, el escritor Charles Pellegrino y el
cineasta James Cameron (Titanic) quien fue el productor ejecutivo.
Jacobovici y Pellegrino publicaron semanas antes un libro, prologado
por Cameron, con el título The Jesus Family Tomb («La tumba de la
familia de Jesús»). Esta obra fue subtitulada «El descubrimiento, la
investigación y la evidencia que podrían cambiar la historia». Cabe
preguntarse cómo y por qué podría producir tal cambio.
Algo de historia
En tiempos de Jesús, los pobres se sepultaban directamente en la
tierra, sin ataúd. Los más pudientes se construían tumbas cavadas en
la roca blanda, donde se depositaban los cadáveres amortajados en
nichos. Como las tumbas tenían capacidad limitada, luego de un tiempo
prudencial los huesos de los difuntos eran colocados en cajas de
piedra caliza llamados osarios. Los osarios se depositaban en pequeños
túneles dentro de la tumba, con lo cual los nichos quedaban libres
para colocar allí otros cadáveres. Algunas tumbas llegaron a contener
decenas de osarios.
Según los Evangelios, luego de su muerte en la cruz Jesús de Nazaret
fue sepultado en una de estas tumbas que estaba cercana al sitio de
ejecución, al norte de Jerusalén. Esto ocurrió en la tarde de un
viernes. La tumba era nueva. Pertenecía a José de Arimatea y se
cerraba con una gran piedra circular. Cuando algunas discípulas de
Jesús concurrieron al sepulcro en la mañana del domingo, la tumba
estaba abierta y vacía. Pensaron inicialmente que alguien había robado
el cuerpo, pero luego ellas, los Apóstoles y cientos de discípulos
pudieron ver a Jesucristo resucitado. El resto es historia, verdadera
historia.
La «tumba de Jesús y familia»
El libro y la película de Jacobovici y colaboradores se presentan como
una investigación objetiva centrada en una tumba que se halló en 1980
en Talpiot, algunos kilómetros al sur de la ciudad vieja de Jerusalén.
En la tumba se hallaron diez osarios, y según los arqueólogos
israelíes que exploraron el sitio, seis de ellos tenían las siguiente
inscripciones: «Mariamene quien es (también llamada) Mara» (Mara es
una forma breve de Marta), «Judas, hijo de Jesús», «Mateo», «Jesús,
hijo de José», «José» y «María». Los nombres, de los más comunes de la
época, no llamaron la atención de los que catalogaron los osarios. En
1996 un documental de la BBC sugirió que esa podía ser la verdadera
tumba de Jesús de Nazaret, pero la hipótesis fue unánimemente
desestimada por los expertos. ¿Qué aportaron de nuevo Jacobovici y
colaboradores que amerite reabrir la cuestión? Principalmente una
hipótesis principal absurda y varias hipótesis secundarias igualmente
descabelladas.
La «nueva» trama
Eclesiastés dice que «no hay nada nuevo bajo el sol». La trama está
tejida con destreza, pero con materiales de pésima calidad, y en su
mayoría reciclados. Los autores retoman la idea de El Código Da Vinci
que Jesús desposó a María Magdalena y que ambos tuvieron un hijo.
Según ellos, este hijo es el «Judas, hijo de Jesús» de Talpiot, y los
restos del matrimonio y su vástago habrían sido depositados en la
tumba familiar. Los demás osarios contendrían restos de otros
parientes cercanos de Jesús. Obviamente, los autores también emplean
el rumor, inventado por los mismos líderes judíos que condenaron a
Jesús, de que los discípulos de él se habían robado el cuerpo para
sepultarlo en otro lado.
La evidencia proporcionada
Jacobovici y colaboradores lanzan numerosas insinuaciones y
especulaciones indemostrables. De todo lo que dicen, las únicas cosas
que podrían pasar por evidencia son las siguientes:
Evidencia A. El osario que supuestamente dice «Jesús, hijo de José».
Sólo los incrédulos y adversarios llamaban a Jesús el «hijo de José».
Sus seguidores nunca lo llamaron así. Como los dos nombres eran muy
comunes en la época, es posible que haya muchos otros osarios con una
inscripción similar, sin relación con Jesús de Nazaret. Uno de ellos,
hallado en 1926, está en el catálogo oficial israelí. Por otra parte,
es dudoso que la familia de Jesús pudiese pagar una tumba así. Aun si
hubiera tenido un sepulcro familiar, lo natural sería que estuviera en
Nazaret, 120 kilómetros al norte de Jerusalén. Además, varios expertos
dudan que la inscripción realmente diga «Jesús». La primera parte de
la inscripción es clara, pero la última no. En todo caso, nada indica
que el «Jesús» de Talpiot tenga relación alguna con Jesucristo.
Evidencia B. El osario que supuestamente dice en griego «Mariamene
quien es (también llamada) Mara». Jacobovici y colaboradores
interpretan la inscripción como «Mariamne llamada Maestro». Toman mara
como un título en arameo = Señor o Maestro (¡masculino!) – como en la
expresión cristiana maranatha (1 Corintios 16:22). Especularon que la
única que podría ser llamada así es María Magdalena (Mariamne es una
forma del nombre Mariam = María) y creyeron hallar apoyo en los Hechos
de Felipe, un libro apócrifo del siglo IV donde hay una Mariamne que
algunos eruditos identifican con María Magdalena. Aunque esto fuera
cierto, no probaría que la Magdalena era llamada así en la Palestina
del siglo I. Pero además, un examen cuidadoso de la inscripción
muestra que en realidad dice «Mariame y Mara» (Mariame kai Mara),
escrito por dos manos diferentes. Esto indica que el osario contuvo
los huesos de dos mujeres. Primero los de una Mariame, a la que luego
se agregaron los de una Mara o Marta. No hay conexión concebible con
María Magdalena.
Evidencia C. El osario que dice «Judas, hijo de Jesús». Si el osario
de la «Prueba A» de veras dice «Jesús» sería natural suponer que este
es el padre de ese Judas. Los autores del libro y del documental
plantean aquí hipótesis sin ningún fundamento. Por ejemplo, que un
Judas hijo de Jesús de Nazaret fuera el que se menciona en los
Evangelios como su hermano (Mateo 13: 55; Marcos 6:3), y el «discípulo
amado» (Juan 13:23). Interpretan las palabras de Cristo desde la cruz
«¡Mujer, he ahí tu hijo!» y «¡He ahí tu madre!» (Juan 19: 26-27) como
dichas respectivamente a María Magdalena y al hijo de ambos, Judas.
Para esto sugieren que el Evangelio habla en clave y no dice lo que
quiere decir. Además no explican el final del párrafo, donde dice que
desde entonces el discípulo recibió a la madre de Jesús en su propia
casa. Otra hipótesis que plantean es que el Apóstol Tomás, llamado
Dídimo, era en realidad Judas el hijo de Jesús. Es cierto que Tomás y
Dídimo son sobrenombres que significan «gemelo» en arameo y griego
respectivamente. Pero al Gemelo nunca se lo llama de otro modo en el
Nuevo Testamento, y Juan 14:22 indica que solamente había dos Judas
entre los Apóstoles, que, según las listas conservadas eran Judas el
de Jacobo y Judas Iscariote (Mateo 10: 2-4; Marcos 3:16-19; Lucas
6:14-16; Hechos 1:13). Lo rebuscado de estas hipótesis delata lo tenue
del argumento. Además muestra un uso irresponsable de las Escrituras,
que se emplean como fuentes confiables en algunos casos y dudosas en
otros.
Evidencia D. El osario «desaparecido». Según Jacobovici y
colaboradores, en la tumba de Talpiot había un osario que desapareció.
Ellos sostienen que este sería el osario con la inscripción «Jacobo,
hijo de José, hermano de Jesús» cuya aparición en poder de un
traficante de antigüedades causó gran revuelo en 2002. Esta
«evidencia» tiene tres problemas, cualquiera de ellos fatales por sí
mismo. El primero es que si bien el osario de «Jacobo» es un genuino
osario antiguo, un grupo de especialistas oficialmente designado al
efecto dictaminó que la inscripción era fraguada. El propietario del
osario se encuentra actualmente procesado por fraude. El segundo es
que quienes catalogaron los osarios de Talpiot coinciden en declarar
que el osario no tenía inscripciones y que nunca desapareció. El
tercero es que el osario de «Jacobo» es 10 cm más corto que el osario
de Talpiot supuestamente desaparecido.
Evidencia E. La estadística. Los autores del libro y del «documental»
obtuvieron la colaboración de un especialista en estadística, que
concluyó que existía una probabilidad de 1 en 600 de que no fuera la
tumba de la familia de Jesús. Esta es una probabilidad bajísima. El
problema es que ningún cálculo estadístico posible con los datos
existentes podría jamás llegar a semejante conclusión. Lo que en todo
caso podría afirmarse es que la probabilidad de encontrar esa precisa
combinación de nombres en una tumba de la región es de 1 en 600, lo
que es muy diferente (e inútil para convalidar la hipótesis).
Simplemente no existe una base de datos adecuada para estimar las
probabilidades de que sea la tumba de una familia determinada. Los
nombres hallados en la tumba se encuentran entre los más comunes de la
época, por lo cual no es nada extraordinario hallarlos juntos en una
misma tumba que tiene un porcentaje de osarios con inscripciones mayor
que el promedio. Esta es la razón por la cual los profesionales, tanto
arqueólogos como estadísticos, rechaza como inválida la supuesta
evidencia estadística.
Evidencia F. El análisis de ADN. Los autores del libro y el documental
obtuvieron restos biológicos, presuntamente humanos, de sólo dos de
los osarios: el de «Jesús» y el de «Mariame y Mara» (pensando que se
trataba de una sola persona, María Magdalena). Como no se posee ADN de
la familia de Jesús, nunca se podría demostrar ni refutar que los
restos hallados eran de él. De todos modos, no se pudo recuperar ADN
nuclear (que compone el genoma humano) sino sólo ADN mitocondrial. En
este contexto, el análisis de ADN mitocondrial sólo permite verificar
si dos personas están emparentadas por línea materna (madre e hijo o
hija, hermanos de la misma madre, etc.). El ADN mitocondrial indicó
que los restos del Jesús de Talpiot y de la o las mujeres del otro
osario no estaban emparentados por línea materna. La conclusión de
Jacobovici y colaboradores fue que la única explicación es que fueran
marido y mujer. Pero obviamente no es la única explicación. Por
ejemplo, las mujeres podrían ser esposa e hija de otros de los varones
allí sepultados, o podrían ser medio hermanas de «Jesús» por parte de
padre. Hubiera sido más interesante ver, ante todo, si Mariame o Mara
eran la madre del «Judas, hijo de Jesús». ¡El ADN mitocondrial jamás
puede probar un matrimonio! Además, como la tumba se empleó por varias
generaciones, es posible que el «Jesús» de Talpiot ni siquiera haya
conocido a Mariame y Mara.
Evidencia G. La suciedad adherida a los osarios. Los objetos presentes
en las tumbas se recubren a lo largo de los años de una capa adherente
llamada pátina. La composición química de esta pátina puede ser
analizada. Según Jacobovici y colaboradores, esto permitiría
determinar una «huella digital» química. Dos osarios que provengan de
la misma tumba tendrán la misma pátina. Como podía anticiparse, dos
osarios de Talpiot generaban una señal química virtualmente idéntica,
y osarios procedentes de otras localizaciones daban señales
diferentes. En cambio, el osario de «Jacobo, hijo de José, hermano de
Jesús» daba una señal muy parecida (no idéntica) a la de los osarios
de Talpiot. Pero no demostraron lo esencial, es decir que de veras el
método puede identificar inequívocamente la tumba precisa de origen de
un osario sólo por su pátina. A juzgar por los resultados el método no
funciona, pues como vimos antes, el osario de «Jacobo» no es el décimo
osario de Talpiot, y no hay razón para pensar que estuvo jamás en esa
tumba.
Conclusiones
Lo que distingue una genuina investigación es el manejo responsable de
la evidencia, que se valora cuidadosamente, con especial atención a
las posibles explicaciones alternativas. Por ejemplo, si algunos
textos bíblicos admiten más de una interpretación, el investigador
debe justificar por qué admite una explicación y descarta otra. En el
libro y el programa televisivo sobre el presunto «sepulcro de Jesús»
no ocurre nada de esto.
Los autores tienen una hipótesis y solamente presentan los datos que
supuestamente la apoyan. Recurren a datos bíblicos que consideran
favorables y descartan otros, sin ninguna justificación racional.
Presentan fragmentos de evidencia arqueológica sin justipreciar su
valor. Reemplazan el pensamiento crítico con conjeturas e
insinuaciones. La Real Academia Española define un documental como una
película o un programa televisivo que «representa, con carácter
informativo o didáctico, hechos, escenas, experimentos, etc., tomados
de la realidad». El programa sobre el «sepulcro de Jesús», que no
informa ni instruye, manifiestamente carece de lo que define un
auténtico documental. La certeza de la resurrección corporal de
Jesucristo es la mejor explicación disponible del surgimiento y
expansión de la Iglesia en los primeros siglos. No fue sólo la tumba
vacía, sino la aparición de Cristo resucitado primero a María
Magdalena y otras discípulas, luego a los Apóstoles, a sus propios
hermanos y a cientos de otros (1 Corintios 15: 1-12). Nada menos que
el Señor resucitado pudo transformar un hato de galileos
desmoralizados, desorientados y abrumados, en una fuerza pacífica tan
poderosa que creció descomunalmente en los primeros siglos a pesar de
encarnizadas persecuciones. Los discípulos de Jesús dieron gustosos
sus vidas por su Señor porque tenían la certeza que él había vencido a
la muerte.
Para un tratamiento más completo de este tema, con numerosas
referencias, puede verse el artículo del mismo autor: El «sepulcro
olvidado» de Jesús. Ambos artículos puede citarse y reproducirse
libremente si se menciona la fuente – Razones para Creer, Argentina.
Dr. Fernando D. Saraví
http://es.charla.religion.narkive.com/N36lR1cl/el-fiasco-de-el-sepulcro-olvidado-de-jesus-por-que-buscan-entre-los-muertos-al-que-vive
domi POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS
Falsos profetas en la grey
Usted puede conocer un árbol frutal por los frutos que produce. Muy fácil, ¿verdad? Es como dice la Biblia en Mateo 7.16: Por los frutos los conoceréis. De la misma manera, usted puede conocer el corazón de una persona por las obras que hace. Esto no es tan fácil, pero se aplica en la misma forma al corazón humano como al árbol frutal.
Luís Sánchez conocía bien tanto las nueces como los árboles de nueces. Desde hacía treinta años los cultivaba en el valle Shenandoah de Virginia, EE.UU. Por medio de injertos, él mismo había desarrollado nuevas variedades. Para poder hacer esto, seleccionaba los mejores tallos de los diferentes árboles, y con mucho cuidado los injertaba a troncos ya de antemano preparados. Satisfecho veía crecer esos nuevos tallos hasta que, finalmente, se hacían árboles llenos de nueces.
Pero Luis Sánchez nunca decidía propagar o producir una nueva variedad juzgando solo por el árbol. Más bien los juzgaba a cada uno por la calidad y la cantidad de frutos que producía. Después de haber sacado de la cáscara la sabrosa nuez, todavía la pesaba aparte y hacía un porcentaje comparando la cantidad de nuez con las cáscaras. A base de todo esto, escogía las mejores variedades.
Así también usted, igual que Luís, juzga y evalúa todo árbol frutal por sus frutos: las ricas papayas, las dulces naranjas, las deliciosas cerezas, los jugosos mangos. Siempre son los frutos los que llaman la atención.
Y así es en su vida espiritual: son los frutos los que valen. ¿Qué, pues, son los frutos espirituales? Son las buenas obras que usted hace; no sus buenas intenciones ni su fe que no se puede ver. Las espontáneas y visibles acciones que usted hace, a ésas me refiero.
¿Cuáles son las acciones que usted recuerda todas las noches cuando está para acostarse? ¿Son actos bondadosos, cuidadosos, sanos y puros? ¿O saben a egoísmo, impureza, codicia, e impaciencia? ¿Le cuesta decidir qué clase son? Hagamos las preguntas de otra manera. Cuando usted examina la vida de otros, ¿qué clase de acciones encuentra en ella? ¿Es verdaderamente tan difícil saber si los hechos de otros son buenos o malos? Probable que no.
Ahora, ¿qué clase de frutos ven otros en usted cuando ellos le examinan? 0 más importante, ¿qué dirá Jesús cuando Él examine sus actos? ¿Encontrará los frutos de su vida podridos, llenos de gusanos, sin sabor o pura cáscara? ¿Puede usted imaginar las acciones suyas en las manos del Maestro? ¿Serán como frutos escogidos, de buen gusto, y abundantes? La respuesta es muy importante, porque Jesús enseñó: “Por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7.20).
Jesús quiso que supiéramos que Él juzgara a todo hombre por sus obras. Las obras muestran lo que hay en el corazón. Además, Jesús dijo: “Por sus frutos los conoceréis”, porque quiso que nosotros supiéramos juzgar los corazones de los demás por sus acciones. Este pasaje hace énfasis especialmente en que sepamos distinguir entre los profetas verdaderos y los profetas falsos. Jesús explicó que el fruto que el hombre produce revela qué clase de maestro él es. Jesús no enseñaba que él mismo podía discernir la fe del invisible corazón, aunque claro que sí, puede. Lo que Él decía significa que hombres como usted y yo podemos evaluar por las acciones la invisible creencia de otros.
Por lo tanto, debemos tener nuestros ojos abiertos para cerciorarnos si lo que otros dicen concuerda con lo que hacen. Pero no dejemos nosotros de hacer buenos frutos por estar juzgando los frutos de los demás. Tampoco pensemos en hacer muchas buenas obras para disfrazar un corazón malo o cubrir acciones malas. Eso de nada servirá; las uvas no crecen en arbustos espinosos, ni los higos en los abrojos.
Usted necesita el tronco correcto para poder dar frutos buenos. Por lo tanto, si su vida es estéril o produce malos frutos, deje que Jesucristo lo purifique ahora mismo. Usted verá luego los hermosos frutos brotar de los tiernos retoños de su vida. El resultado natural será buenas obras, las que Jesús llamó buenos frutos.
No debemos esconder esos frutos. En Mateo 5.16, Jesús dijo: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Todo el mundo espera ver buenas obras en la vida de los cristianos. Todos también juzgan la falta de fe en otros por sus obras malas.
Y así los cristianos pueden juzgar a los hombres de la misma manera. Hechos malos quiere decir un corazón malo, no importa lo que diga con su boca. ¿Por qué? Porque el mismo Jesús enseñó esta simple verdad, tomando ejemplo de la naturaleza: “Por sus frutos los conoceréis”.
—Santiago Landis
http://www.elcristianismoprimitivo.com/porsusfrutos.htm
domi La Biblioteca de Nag Hammadi .
A la misma colección se suelen asignar otros tres códices conocidos desde el siglo XVIII que se encuentran en Londres (Codex Askewianus, normalmente conocido como Pistis Sophia), Oxford (Codex Brucianus) y Berlín (Códex Berolinensis). Estos tres códices, aunque son más tardíos proceden de la misma zona.
Los NHC fueron confeccionados hacia el año 330 y enterrados a finales del s. IV o principios del V. Esos códices contienen unas cincuenta obras escritas en copto -la lengua egipcia hablada por los cristianos de Egipto y escrita con caracteres griegos-, que son traducciones del griego, a veces no muy fiables. Casi todas las obras son de carácter herético y reflejan distintas tendencias gnósticas que, en general, ya eran conocidas porque las combatieron los Padres de la Iglesia, especialmente San Ireneo, San Hipólito de Roma y San Epifanio. La principal aportación de esos códices es que ahora tenemos acceso directamente a las obras de los propios gnósticos y se puede comprobar que, efectivamente, los Santos Padres conocían bien aquello a lo que se enfrentaban
domi ¿Los evangelios son verdaderos?
¿Hay escritos secretos sobre Jesús?
¿Los evangelios del Nuevo Testamento son la historia verdadera de Jesucristo según sus testigos directos, o podría haber cambiado el relato a través de los años? ¿Debemos simplemente tener fe en los relatos de Jesús del Nuevo Testamento o hay pruebas de su autenticidad?
El difunto presentador de ABC News Peter Jennings se encontraba en Israel filmando un programa especial sobre Jesucristo. Su programa, “En busca de Jesús”, exploró la cuestión de si el Jesús del Nuevo Testamento era fiel a los hechos históricos.
Jennings presentó las opiniones sobre los relatos de los evangelios del profesor de DePaul, John Dominic Crossan, de tres de los colegas de Crossan en el Jesus Seminar, y de dos especialistas más en estudios de la Biblia. (El Jesus Seminar es un grupo de especialistas que debaten sobre las palabras y acciones que se le atribuyen a Jesús, y usan cuentas rojas, rosadas, grises o negras para votar sobre qué tan confiables les parecen las afirmaciones de los evangelios.)[1]
Algunos de los comentarios fueron impactantes. En la televisión nacional el Dr. Crossan no sólo puso en duda más del 80 por ciento de las palabras de Jesús, sino que también negó la afirmación de Jesús sobre su propia divinidad, sus milagros y su resurrección. Era evidente que a Jennings le intrigó la imagen de Jesús que presentó Crossan.
La búsqueda de la historia verdadera de la Biblia siempre es noticia, y por eso cada año las revistas Time y Newsweek buscan la verdad sobre María, Jesús, Moisés o Abraham para sus portadas. O, ¿quién sabe? Quizá este año será “Bob: La historia nunca antes contada del discípulo número 13”.
Estos son para fines de entretenimiento, y por eso la investigación nunca termina ni da respuestas, dado que eso pondría fin a la futura programación. Más bien, juntan a personas con opiniones radicalmente diferentes, como en un episodio del programa de televisión “Survivor”, con lo cual complican totalmente el tema en vez de hacerlo más claro.
Sin embargo, el reporte de Jennings se concentró en un tema al que se le debe dar la debida consideración. Crossan aludió a que los relatos originales sobre Jesús fueron adornados por la tradición oral, y que no fueron registrados por escrito hasta después de haber fallecido los apóstoles. Por ello, generalmente no son confiables y no son un fiel retrato del verdadero Jesús. ¿Cómo podemos saber si eso es verdad?
http://y-jesus.org/spanish/wwrj/4-los-evangelios-gnosticos-son/
domi Los Esenios y los manuscritos del Mar Muerto
El hallazgo de los manuscritos del mar muerto
En 1945 tres Pastores beduinos de la tribu ta´amireh, que Vivian en el desierto de Judea, descubrieron una cueva en Qumran, en su interior encontraron diez tinajas cilíndricas y restos de otras que se habían roto por las piedras caídas del techo. Algunas estaban vacías, pero de una de ellas sacaron un extraño paquete de color verdoso que contenía pergaminos. Luego se descubriría que los escritos correspondían al manuscrito de Isaías (es el texto más antiguo que hoy en día disponemos del Antiguo Testamento), al comentario de Habacuc y a la Regla de dicha comunidad que algunos investigadores pensaban que podían ser los esenios. El 11 de abril de 1948 salió a la luz pública la noticia al mundo del hallazgo de estos manuscritos cuya antigüedad se fechaba en torno al siglo II ó III antes de nuestra Era. Entre 1945 y 1966, beduinos y arqueólogos buscaron en el interior de cientos de cuevas a lo largo del desierto que está paralelo al Mar Muerto.
En unas veinte de esas cuevas se hallaron escritos de distintas épocas, que componen un conjunto de textos de tipo bíblicos, apócrifos, documentos de los esenios, cartas y papeles de carácter jurídico-administrativo, así como monedas, restos de utensilios, etc.
Gracias a estos hallazgos podemos ver que apreciaban la ley mosaica y el antiguo testamento además de que podemos observar su extraño lenguaje escrito ya que algunos de sus escritos han sido realizados en símbolos para solo ellos poder entenderlos.
Inicios
Hacia el año150 a.C. surgen como una verdadera religión. El nombre significa “los piadosos” y les fue dado por las gentes que los conocían, ya que ellos mismos se denominaban “Orden de los Hijos de la Luz”. No existe referencia de ellos ni el Antiguo ni en el Nuevo Testamento, pero si la hay; a través del historiador y cronista Flavio Josefo (Guerra de los Judíos II, 119-161), de Filón, Plinio y muchos otros, coincidiendo todos en elogios sobre su Regla y del espíritu que les inspiraba. Plinio dice; “son gente solitaria y muy superior al resto de la Humanidad” y que se nutrían merced a la incesante corriente de personas que acudían a ellos en gran número. A Filón, le inspiraron su Tratado para probar que todo hombre bueno es también libre. Para Josefo que hacia los diecinueve años había pertenecido ya a los fariseos, a los saduceos y a los esenios, nos dice que constituyen una hermandad similar a los pitagóricos y que habían renunciado al placer y a las riquezas de la vida.
Tenían todos sus bienes en común, todos debían contribuir con sus trabajos y en retribución, nunca debían de carecer de lo necesario.
Solían vivir más de cien años. No había entre ellos ni esclavos ni señores, pues apostaban por la fraternidad.
Estudiaban las Escrituras tratando de aumentar en el conocimiento profundo de la Verdad, iban siempre de blanco, y su vida estaba siempre presidida por un alto nivel de disciplina.
Los esenios habitaron en la llamada “Ciudad de la Sal”, lugar inhóspito en el desierto de Judea, junto al Mar Muerto.
El llamado maestro de justicia
La comunidad fue reorganizada por un personaje llamado Maestro de Justicia y continuó en el desierto hasta el terremoto que produjo graves daños en toda la zona, en el año 31 a.C. algunos grupos volvieron al Mar Muerto para luego desaparecer en la historia.
Los documentos hallados en Qumran, han puesto sobre la mesa su importantísimo papel en el que se inspiró el cristianismo primitivo. La comunidad reflejada en estos documentos es mesianista aguardando la restauración de la línea davídica en el trono de Israel. En el manuscrito de la Guerra, hallado en una de las cuevas a ese Mesías davídico se le llama “el Cetro”.Eran dualistas y con la mentalidad apocalíptica tal y como se refleja en el Nuevo Testamento.
La comunidad de qumran
Qumran, a unos 17 kilómetros al sur de Jericó y al norte de Ain Gidi, era su lugar principal en Palestina, pero estaban por todo el país, y también en Egipto donde tenían su sede más importante en los alrededores de Alejandría; próximos al Monte Moria o ha Heliópolis según otros.
Los sectarios de Qumran se reconocían a sí mismos como el “grupo” puro de Israel, como la Nueva Alianza. Sus miembros practicaban ritos similares al bautismo de la primitiva comunidad cristiana y marcaban las frentes de sus iniciados con el signo de la X (cruz de San Andrés) se creyó que representaba la letra inicial de la palabra griega Xristos, pero la práctica efectiva de señalar al iniciado “elegido” era la misma.
Arnauld de Saint-Jacques en su obra Los Templarios y el Evangelio de San Juan: La fuente de Moisés fue Egipto y los iniciados esenios aprendieron de esta misma fuente, aparte de recoger la Tradición hebrea en su pureza a través de textos ocultos de los profanos y los invasores romanos. No cabe ninguna duda de que la Orden de los Hijos de la Luz era una orden monástica, y una orden iniciática que practicaba la cábala, la astrología y la alquimia. Su misión principal era preparar el advenimiento del Mesías, formando un cierto número de iniciados y de santos que ayudaran al Cristo en su Misión Redentora y a los apóstoles.
Jesúcrito y los esenios
Seguramente la Orden Esenia cumplió su cometido, preparando el nacimiento de Jesús, para lo cual tomaron bajo su protección a las familias de María y de José que recibieron formación esenia como la recibiría el mismo Jesús y Juan el Bautista.
Tras morir Cristo, los esenios siguieron prestando sus servicios a los apóstoles y discípulos con tal eficacia y discreción que sólo pasados los siglos, ha sido reconocida su inmensa labor por algunos de los historiadores.
Relación entre los judíos y esenios
El odio de los jefes judíos contra los esenios era atroz, tomemos como ejemplo el hecho de que el Gran Sacerdote de Jerusalén realizara una expedición violenta contra Qumran donde se asesinó al Maestro de Justicia mientras este oficiaba una ceremonia.
Los esenios, herederos de la Orden de Melquisedec, acusaban a los líderes judíos de usurpación del sacerdocio y de contaminar el santuario ya que rechazaban los sacrificios de animales. Hasta el calendario era objeto de discusión ya que Qumran se regía por el calendario solar, mientras que Jerusalén utilizaba el lunar, por lo que las liturgias no coincidían. Mientras los esenios creían en la esencia de la Tradición del Verbo Solar de Ram, los judíos; habían adoptado el Principio Jónico, simbolizado por la Luna, principio femenino y reflejo del solar.
Los esenios eran conscientes, no sólo creían en una Nueva Alianza, sino, que además vivían ya esta Nueva Alianza.
El final
Tan viva era su fe que no temían la muerte, por ello causo la admiración de los mismos romanos cuando estos atacaron Qumran.
Josefo nos decía: “Menosprecian los peligros, triunfan del dolor por la elevación de su alma y consideran la muerte, cuando se presenta con gloria, como preferible a una vida mortal. La guerra romana ha probado su fuerza de carácter en toda circunstancia: los miembros apaleados, torturados, quemados y sometidos a todos los instrumentos de martirio con el fin de arrancarles alguna blasfemia contra el legislador o para hacerles comer alimentos prohibidos, no ha podido obligarles ni a lo uno ni a lo otro, ni siquiera sus torturadores han podido alardear de haberles hecho derramar una sola lágrima. Sonrientes durante los suplicios y burlándose de sus verdugos, expiraban con alegría como si pronto volvieran a revivir”. (Guerra de los Judíos, Libro 2º, cap. VII).
La Orden de los Hijos de la Luz fue destruida durante la represión del año 70. Qumran fue arrasada y muchos esenios muertos. Los que escaparon se refugiaron junto a hermanos suyos en las comunidades cristianas. Estos últimos esenios serían uno de los tres grupos de iniciados que formaron el misterioso Priorato de Sión, prolongación oculta de la Orden del Temple.
El temple y los esenios
Resulta curiosa la similitud, en su trascendencia y rigurosidad, entre las liturgias de entrada de ambas órdenes. Ingresar en la secta esenia, así como en la orden templaria, no era fácil, llevándose a cabo complejos rituales de admisión.
El enigma crístico
Si la figura de Juan el Bautista ha provocado dudas sobre su procedencia esenia, el propio Jesús no lo ha sido menos. La figura central del Cristianismo ha sugerido; todo tipo de leyendas para explicar su mensaje. Desde teorías que lo llevan al Himalaya, hasta secretos viajes a Egipto o a la India. La falta de información de Jesús permite todo tipo de especulaciones.
Una cosa si está clara, y es que cada vez se hace más evidente la aportación de los esenios al Cristianismo.
domi Evangelio de María Magdalena
El Evangelio Según María Magdalena es parte de un manuscrito del quinto siglo que existe ahora en Berlín. El original es mucho más viejo. Es un documento Gnóstico puro que citaremos por completo debido a su brevedad y su enfoque sobre el status de Miryai entre los discípulos originales de Yeshu. Las seis primeras páginas faltantes y el manuscrito que sobrevive, después de una sentencia fragmentaria, comienza con :
“¿La materia entonces será [destruida] o no?” El Salvador dijo, “Todas las naturalezas, todas las formaciones, todas las criaturas existen en y entre ellos, y ellos se disolverán en sus propias raíces. Porque la naturaleza de la materia se disuelve en (las raíces) de su naturaleza misma. El que tenga oídos para oír, que oiga.” Pedro le dijo, “Ya que nos has explicado todo, dinos esto también: ¿Cuál es el pecado del mundo?” El Salvador dijo, “No existe el pecado, pero son ustedes los que cometen un pecado cuando hacen cosas que son de la naturaleza del adulterio, lo cual, es llamado ‘pecado’. Es por eso que el Bueno vino en su medio, a la esencia de cada naturaleza, para restaurarlo a su raíz.” Entonces Él siguió y dijo, “Es por eso que ustedes [se enferman] y mueren, porque (practican lo que los extravía). Quien pueda entender, que entienda.
La materia dio nacimiento a una pasión que no tiene igual, la cual, procedió de (algo) contrario a la naturaleza. Entonces allí surge una perturbación en el cuerpo entero. Es por eso que les dije, ‘Sean de coraje bueno’, y si están desalentados (sean) alentados en la presencia de las diferentes formas de la naturaleza. El que tenga oídos para oír, que oiga.”
Cuando el bienaventurado había dicho esto, Él saludó a todos, diciendo, “la Paz sea con ustedes. Reciban mi paz entre ustedes mismos. Tengan cuidado de que nadie los extravíe, diciendo, ‘¡Helo aquí!’ o ‘¡Helo allá!’ porque el Hijo del Hombre está dentro de ustedes. ¡Síganlo! Los que lo buscan lo encontrarán. Vayan entonces y prediquen el evangelio del reino. No establezcan regla alguna más allá de lo que les designé, y no den una ley como el legislador, no sea que sean ceñidos por ésta.” Cuando Él dijo esto, Él se marchó.
Pero ellos se entristecieron. Ellos lloraron enormemente, diciendo, “¿Cómo iremos con los gentiles y predicaremos el evangelio del reino del Hijo del Hombre? ¿Si ellos no le respetaron, cómo nos respetarán a nosotros?” Entonces Miryai se levantó, los saludó a todos, y dijo a sus hermanos, “No lloren y no se entristezcan ni estén indecisos, porque Su gracia estará completamente con ustedes y les protegerá. Sino más bien, alabemos Su grandeza, porque Él nos ha preparado y nos ha hecho hombres.” Cuando Miryai dijo esto, ella volvió sus corazones al Bien, y ellos comenzaron a deliberar las palabras del [Salvador].
Pedro dijo a Miryai, “Hermana, sabemos que el Salvador te amó más que el resto de las mujeres. Dinos las palabras del Salvador que recuerdas – que tú conoces (pero) nosotros no, ni las hemos oído.”
Miryai contestó y dijo, “Lo que les está oculto, les proclamaré.” Y ella comenzó a hablarles estas palabras: “Yo”, ella dijo, “Yo contemplé al Señor en una visión y le dije, ‘Señor, te contemplé hoy en una visión.’ Él contestó y me dijo, ‘Bienaventurada eres porque no dudas al verme. Porque donde la mente está, ahí está el tesoro.’ Le dije, ‘Señor, ¿cómo lo hace el que contempla la visión, la ve a través del alma o a través del espíritu?’ El Salvador contestó y dijo, ‘Él no ve a través del alma, ni a través del espíritu, sino por la mente que [está] entre los dos – eso es lo [que] contempla la visión y esto es… esto…”
Hay cuatro páginas que faltan en el manuscrito que sobrevive, la narrativa comienza otra vez con una descripción del alma que asciende a través los cielos inferiores y hostiles después de la muerte:
“Y el deseo dijo esto, ‘No te vi descender, pero ahora te veo ascender. ¿Por qué mientes, ya que me perteneces?’ El alma contestó y dijo, ‘Yo te vi. No me viste ni me reconociste. Te serví como un ropaje y no me conociste.’ Cuando había dicho esto, se marchó con gran alegría. “Otra vez llegó al tercer poder, el cual, es llamado ignorancia. ¿Este (el poder) cuestionó al alma diciendo, ‘¿A dónde vas? En la maldad estás atada. Puesto que estás atada; ¡No juzgues!’ Y el alma dijo, ‘¿Por qué me juzgas aunque yo no haya juzgado? Fui atada, sin embargo, no tengo atadura. No fui reconocida. Pero he reconocido que el Todo está siendo disuelto, tanto las (cosas) terrenales como las celestiales’. Cuando el alma había vencido al tercer poder, fue hacia arriba y vio al cuarto poder, (el cual) tomó siete formas. La primera forma es la oscuridad, la segunda deseo, la tercera ignorancia, la cuarta es el entusiasmo por la muerte, la quinta es el reino de la carne, la sexta es la sabiduría insensata de la carne, la séptima es la sabiduría colérica. Estos son los siete [poderes] de la ira. Ellos preguntaron al alma, “¿De dónde vienes, asesina de hombres, o a dónde vas, conquistadora del espacio?” El alma contestó y dijo, “Lo que me ata ha sido matado, y lo que me rodea ha sido vencido y mi deseo ha finalizado y la ignorancia ha muerto. En un [mundo] fui liberada desde un mundo, y en una imagen desde una imagen divina, y de las cadenas del olvido, el cual, es transitorio. A partir de ahora, voy Yo a obtener el reposo del tiempo, de la estación, del eón, en silencio.”
En este punto aprendemos la reacción de los Apóstoles a las enseñanzas de Miryai. Andrés y Pedro son escépticos, y Pedro muestra el machismo antes de ser puesto en su lugar por Leví. El machismo de Pedro y la celosía de Miryai también surgen en el texto del Evangelio de Tomás, así como en el Pistis Sophia, traicionando un fondo judío para este apóstol. Los hombres criados en la fe Nazarena probablemente no tendrían tales tendencias chovinistas debido a la reverencia fuerte por la Diosa y la aceptación de sacerdotisas.
Cuando Miryai había dicho esto, se calló, ya que era hasta aquí que el Salvador había hablado con ella. Pero Andrés contestó y dijo a los hermanos, “Digan lo que (desean) decir sobre lo que ella ha dicho. Al menos yo, no creo que el Salvador dijera esto. Porque ciertamente estas enseñanzas son ideas extrañas.” Pedro contestó y habló acerca de estas mismas cosas. Él los cuestionó sobre el Salvador: “¿En verdad, habló Él con una mujer sin nuestro conocimiento y no abiertamente? ¿Debemos volvernos y escucharla? ¿El la prefirió a ella en lugar de nosotros?”
Entonces Miryai lloró y dijo a Pedro, “Mi hermano Pedro, ¿qué piensas? ¿Piensas que yo misma inventé esto en mi corazón, o que miento sobre el Salvador? Leví contestó y dijo a Pedro, “Pedro, siempre has sido de temperamento impulsivo. Ahora te veo contendiendo contra la mujer como los adversarios. Pero si el Salvador la hizo digna, ¿quién eres en verdad para rechazarla? Seguramente el Salvador la conoce muy bien. Es por eso que Él la amó más que a nosotros. Más bien, avergoncémonos y vistámonos con el hombre perfecto y adquirámoslo como Él nos mandó, y prediquemos el evangelio, sin establecer otra regla u otra ley más allá de lo que el Salvador dijo.” Luego… y se comenzaron a ir, a proclamar y predicar.”
Así termina este documento corto pero importante que claramente pone en preeminencia a Miryai como el Apóstol de los Apóstoles como se muestra en su declaración a sus discípulos:
“No lloren y no se entristezcan ni estén indecisos, porque Su gracia estará completamente con ustedes y les protegerá. Sino más bien, alabemos Su grandeza, porque Él nos ha preparado y nos ha hecho hombres.” Cuando Miryai dijo esto, ella volvió sus corazones al Bien, y ellos comenzaron a deliberar las palabras del [Salvador].”
[1] El Evangelio de María Magdalena