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“Otra Civilización Nos Domina” Ángel Polo.

Entrevista Exclusiva Débora Goldstern – cronicasubterranea.blogspot.cl

Angel Polo

Hoy Crónica Subterránea recibe a un verdadero precursor en cuanto a la temática subterránea, el periodista argentino Ángel Polo, autor de uno de los libros más sorprendentes durante los setenta y verdadera obra de culto, “Otra Civilización Nos Domina”, quién por primera vez accede a un entrevista, para contarnos en primicia, cómo se gestó este legendario libro, tan referenciado en el medio.   Sin dudas, entrevista que reivindica este blog y su tarea.
Atienda el lector!

Cuando en los pasillos de la memoria se apagan las luces de los recuerdos y queda en penumbras el gran salón de los conocimientos, hay aún una pequeña llama que ilumina nuestro paso. Es la luz última que nos abre las puertas de la eternidad, para un regreso nuevo hacia el ayer que no recordaremos, pero que se hará presente en los olores y sabores que menciona Proust y que acaso recuperemos como un dejá-vu en los ojos de otoño de la mujer de nuestros sueños…
Angel Polo

Pregunta inicial y obligada ¿Cómo se introduce Angel Polo, hombre del ámbito periodístico, en el universo de los enigmas?

Nacer ya es un enigma. Mirar de frente el destino y hallar el camino que ha de conducirnos a nuestro propósito en la existencia, es el primer desafío que debemos enfrentar. Tenía apenas dieciocho meses, cuando se produjo un acontecimiento que marcó para siempre mi relación con el mundo que me rodeaba: Tomé conciencia, por primera vez, en forma absoluta, de que me disponía a ocupar un cuerpo humano. El de ese niño de dieciocho meses, que de la mano de su mamá, cruzaba el jardín de su casa tras despedir a su padre, que marchaba hacia el trabajo. Podríamos decir que “llegaba” a esta vida. ¿Pero de dónde había partido? Mirando hacia el techo de una casa lindera, separada de la mía por un baldío, dos figuras totalmente blancas, contemplaban mi partida. Mientras caminábamos hacia el interior de mi vivienda, ambas figuras se fueron desvaneciendo en la oscuridad de la noche. ¿Ellas me habían acompañado?

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La teoría de la tierra hueca

http://www.bibliotecapleyades.net/tierra_hueca/esp_tierra_hueca_0.htm

A principios de 1970, la Administración del Servicio de Ciencia del Medio Ambiente (ESSA), perteneciente al Departamento de Comercio de los Estados Unidos, proporcionó a la prensa unas fotografías del PoloNorte tomadas por el satélite ESSA-7 el 23 de noviembre de 1968. Una de las fotografías mostraba el Polo Norte cubierto por la acostumbrada capa de nubes; la otra, que mostraba la misma zona sin nubes, revelaba un inmenso agujero donde hubiera debido estar el Polo. El ESSA estaba lejos de sospechar que sus fotos rutinarias de reconocimiento atmosférico iban a contribuir a despertar una de las controversias más sensacionales y célebres de la historia de los OVNIS.

En el número de junio de 1970 de la revista Flying Saucers, el editor y ufólogo Ray Palmer reprodujo las fotos del satélite ESSA-7 junto con un artículo en el que manifestaba que el agujero de la foto era real.

Durante mucho tiempo, Ray Palmer y otros ufólogos habían creído que la Tierra es hueca, y que los OVNIS provienen y retornan a una civilización de seres superiores que está oculta en su interior inexplorado. En 1970, gracias al apoyo de una fotografía en que aparecía el enorme agujero del Polo Norte, Palmer pudo por fin asegurar que la super-raza subterránea existía y probablemente se podía llegar hasta ella a través de los agujeros de los polos Norte y Sur.

En los números siguientes de Flying Saucers apoyó su teoría resucitando otra antigua controversia sobre la «Tierra hueca«: la de las famosas expediciones del vicealmirante Richard E. Byrd a los polos Norte y Sur. El vicealmirante Richard E. Byrd, cuyas expediciones polares desataron la polémica sobre la teoría de la tierra hueca.

El primer testigo
El vicealmirante Richard E. Byrd de la US Navy fue un distinguido aviador pionero y explorador polar que sobrevoló el Polo Norte el 9 de mayo de 1926 y dirigió numerosas expediciones a la Antártida, incluyendo un vuelo sobre el Polo Sur el 29 de noviembre de 1929. Entre 1946 y 1947, llevó a cabo la operación a gran escala llamada «High Jump» (Salto Alto), durante la cual descubrió y cartografió 1.390.000 km2 de territorio antártico.

Las famosas expediciones de Byrd entraron por vez primera en la controversia de la Tierra hueca cuando varios artículos y libros -especialmente Worlds beyond the Poles (Mundos más allá de los Polos), de Amadeo Giannini– pretendieron que Byrdhabía en realidad volado no por encima del Polo, sino hacia dentro de los grandes agujeros que llevan al interior de la Tierra. Ray Palmer, basándose principalmente en el libro de Giannini, introdujo esta teoría en el número de diciembre de 1959 de su revista y, a raíz de ello, mantuvo una voluminosa correspondencia al respecto.

Según Giannini y Palmer, el vicealmirante Byrd anunció en febrero de 1947, antes de un supuesto viaje de 2.750 km. a través del Polo Norte:

«Me gustaría ver la tierra más allá del Polo. Esa área más allá del Polo es el centro del Gran Enigma.»

Giannini y Palmer decían también que, durante su supuesto vuelo sobre el Polo Norte en 1947, el vicealmirante Byrd comunicó por radio que veía debajo de él, no nieve, sino áreas de tierra con montañas, bosques, vegetación, lagos y ríos y, entre la maleza, un extraño animal que parecía un mamut. También, siempre según Giannini y Palmer, en enero de 1956, después de dirigir otra expedición a la Antártica, elvicealmirante Byrd había manifestado que su expedición había explorado 3.700 km. más allá del Polo Sur y, además, justo antes de su muerte, Byrd había dicho de la tierra más allá del Polo que era «un continente encantado en el cielo, tierra de misterio permanente». Esa tierra, según otras teorías, era la legendaria Ciudad del Arco Iris, cuna de una fabulosa civilización perdida.

Para Giannini y Palmer, los comentarios atribuidos al vicealmirante Byrd no hacían más que confirmar lo que ellos habían sospechado siempre: que la Tierra tiene una forma «extraña» en los Polos, algo parecido a un «donut«, con una depresión que, o bien se hunde muchos kilómetros en las entrañas de la Tierra, o forma un agujero gigante que pasa a través del eje de la Tierra, de un polo a otro.

Dado que, por razones geográficas, es imposible volar 2.750 km. más allá del Polo Norte o 3.700 km. más allá del Polo Sur sin ver agua, es lógico pensar que el vicealmirante Byrd debe haber volado hacia dentro de las enormes cavidades convexas de los polos, dentro del Gran Enigma del interior de la Tierra y que, si hubiera seguido adelante, habría llegado a la base secreta de los OVNIS que pertenecen a la super-raza oculta, quizás la legendaria Ciudad del Arco Iris que Byrd habría visto reflejada en el cielo.

La posibilidad de que la Tierra sea hueca, de que se pueda entrar en ella a través de los polos Norte y Sur, y de que civilizaciones secretas florezcan en su interior, ha espoleado las imaginaciones desde tiempo inmemorial. Así, el héroe babilonio Gilgamesh visitó a su antepasado Utnapishtim en las entrañas de la Tierra; en la mitología griega, Orfeo trata de rescatar a Eurídice del infierno subterráneo; se decía que los faraones de Egipto se comunicaban con el mundo inferior, al cual accedían a través de túneles secretos ocultos en las pirámides; y los budistas creían (y creen todavía) que millones de personas viven en Agharta, un paraíso subterráneo gobernado por el rey del mundo.

El mundo científico no fue inmune a esta teoría

Leonard Euler, un genio matemático del siglo XVIII dedujo que la Tierra era hueca, que contenía un sol central y que estaba habitada; y el doctor Edmund Halley, descubridor del cometa Halley y astrónomo real de Inglaterra en el siglo XVIII también creía que la Tierra era hueca y albergaba en su interior tres plantas. Ninguna de estas teorías estaba sustentada científicamente, pero alternaban con varias obras de ficción sobre el mismo tema, las más importantes de las cuales eran Las Aventuras de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe (1833), en la cual el héroe y su compañero tienen un terrorífico encuentro con seres del interior de la Tierra; y el Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne (1864), en la cual un profesor aventurero, su sobrino y un guía penetran en el interior de la Tierra a través de un volcán extinguido en Islandia, y encuentran nuevos cielos, mares y reptiles gigantescos y prehistóricos que pululan en los bosques.

La creencia en una Tierra hueca estaba tan extendida que incluso Edgar Rice Burroughs, el célebre autor de Tarzán, se sintió obligado a escribir Tarzán en las entrañas de la Tierra (1929), en el que el famoso hijo de la selva va a Pellucidar, un mundo que se encuentra en la superficie interior de la Tierra y que está alumbrado por un sol central. La sombra más allá del tiempo (1936) de H.P. Lovecraft transportó el tema a la época actual describiendo una raza antigua y subterránea que dominó la Tierra hace 150 millones de años y que, desde entonces, en el refugio de la Tierra interior, ha inventado aviones y vehículos atómicos, y domina el viaje en el tiempo y la percepción extrasensorial.

 

Estas y otras obras de ficción mantuvieron vivo el interés por la posibilidad de que la Tierra fuera hueca y de que escondiera otras civilizaciones. Así, cuando se avistaron los primeros 0VNIS en Estados Unidos en 1947 y la «ufomanía» azotó el país primero y el mundo después, surgieron dos teorías para explicarlos. Los OVNIS debían ser o bien naves extraterrestres de alguna galaxia lejana, o pertenecían a seres avanzadísimos que habitaban en el interior de la Tierra. Estas teorías llevaron a recuperar las leyendas de las civilizaciones «perdidas» de la Atlántida y de Thule, en la creencia de que esta última se hallaba en el Ártico (no se debe confundir con Dundas, antes Thule, el enclave esquimal en Groenlandia, que es hoy una base aérea de los Estados Unidos y centro de comunicaciones). No obstante, se creía también que otra posible fuente de procedencia de los 0VNIS se hablaba en la Antártica.

Betty y Barney Hill, que durante su abducción fueron informados sobre la existencia de bases Ovni dentro de la tierra, los polos y en los fondos oceánicos.

Esta teoría surgió a raíz de la publicación del convincente libro de John G. Fuller, El viaje interrumpido (1966), en el que el autor relata la historia de Betty y Barney Hill, un matrimonio americano que, durante un tratamiento psiquiátrico debido a un inexplicable periodo de amnesia, recordó bajo hipnosis que habían sido raptados por extraterrestres, examinados en el interior de un platillo volador e informados de que los extraterrestres tenían bases en toda la Tierra, algunas en el fondo del mar y al menos una en la Antártica.

 

De este modo, cuando Ray Palmer publicó su controvertida teoría en 1970, los ufólogos y creyentes en la Tierra hueca quedaron a la expectativa. ¿Se trataba de las pruebas concluyentes?

Pero los argumentos que Palmer aducía se revelaron extremadamente endebles. Todas las investigaciones llevadas a cabo desde entonces no han logrado confirmar ninguna de las afirmaciones atribuidas porGiannini y Palmer al vicealmirante Byrd; ni siquiera se ha confirmado su vuelo sobre el Polo Norte en febrero de 1947 (lo cierto es que Byrd sobrevoló el Polo Sur en esa fecha, en el transcurso de la operación High Jump). Incluso suponiendo que Byrd hiciera dichos comentarios, es más lógico creer que «la tierra más allá del Polo» y el «Gran Enigma» son formas de aludir a las regiones aún inexploradas, más que a continentes escondidos en el interior de la Tierra, y que el «continente encantado en el cielo» era únicamente una descripción de un fenómeno corriente en las latitudes antárticas: una especie de espejismo que trae el reflejo de tierras lejanas.

A pesar de que se ha demostrado la inexactitud del pretendido viaje de Byrd al Polo Norte, hay algunas personas que afirman haber visto un noticiario sobre dicha expedición al Polo Norte, en el que se veían «sus montañas, árboles, ríos y un gran animal identificado como un mamut». Una mujer escribió a Ray Palmer acerca de este noticiario, asegurando que lo había visto en White Plains, New York, en 1929. Sin embargo, este documental no está registrado en ningún archivo. ¿Se trata quizá de una artimaña del Gobierno de los Estados Unidos? ¿O quizá esa película no existió nunca? Es curioso cómo algunas personas creen «recordar» de buena fe una película que con casi total certeza nunca ha existido -al parecer, muchos de nuestros primeros recuerdos son «inventados», y proceden de cosas que nos han contado luego o que hemos imaginado.

Según Byrd, y de acuerdo con su diario:

«Hemos sobrevolado en total unos 25.900 km2 de la Tierra más allá del Polo. Como era de esperar, aunque resulta decepcionante decirlo, no se observaba ninguna característica importante más allá del Polo. Sólo el inmenso desierto blanco que cubría el horizonte.»

Asimismo, la leyenda sobre la Ciudad del Arco Iris puede derivar de una mala interpretación de las palabras de Byrd: podía haberse llamado la Avenida de los Arco Iris Helados. Al este y al Oeste se alzaban grandes montañas. Algunas no estaban cubiertas por el hielo; eran negras como el carbón o de un rojo ladrillo. Otras estaban cubiertas de hielo por completo. Estas parecían cataratas gigantescas. Allí donde el sol tocaba sus picos y laderas, la luz se reflejaba en toda una gama de colores. Había una mezcla de azules, púrpuras y verdes tal como pocas veces ha visto el hombre.

Ateniéndonos a las palabras de Byrd, podemos observar que no vio tierras verdes y frondosas ni mamuts más allá del Polo Sur; la cifra de 2.750 km. es errónea o exagerada; la Ciudad del Arco Iris no tiene otra realidad que lo que Byrd describió como Arco Iris Helados, un simple fenómeno atmosférico.

No obstante, ¿podría ser hueca la Tierra? De nuevo, la respuesta ha de ser negativa. Al contrario de lo que sucedía con los primeros teóricos de la Tierra hueca, las propiedades físicas y la estructura del interior de la Tierra pueden medirse hoy exactamente con sismógrafos y computadoras electrónicas. Lejos de ser hueca, la Tierra está compuesta de cuatro capas principales: la corteza, el manto, el núcleo y el nucléolo. La corteza de granito y roca basáltica tiene un grosor de 30 a 40 km. (mucho más delgada en las fosas oceánicas). Debajo de la corteza está el manto, que se extiende hacia abajo durante 2 900 km., y es sólida y compuesta de silicatos de magnesio, hierro, calcio y aluminio. Y debajo de esto está el núcleo, que se cree debe estar compuesto principalmente de hierro en estado de fusión.

Finalmente, a una profundidad de unos 5.090 km. está el nucléolo, que es posible que sea sólido como resultado de la congelación del hierro bajo la extraordinaria presión de unas 3.200.000 atmósferas. Aunque muchos detalles no son más que hipótesis en espera de que los avances de la ciencia nos permitan confirmarlas.

El enigma de la foto satelital resuelto
¿Y qué hay del enorme agujero que se podía observar en la fotografía de las regiones árticas? La explicación es ridículamente simple y se le podría haber ocurrido a cualquier niño inteligente que supiera algo sobre la rotación diaria de la Tierra. Por desgracia, los entusiastas de la teoría de la Tierra hueca tomaron dicha fotografía como «prueba» sin antes consultar con nadie mínimamente experto en el asunto.

La fotografía es un mosaico de imágenes de televisión tomadas por el satélite durante 24 horas, que muestran la Tierra desde diversos ángulos. Las imágenes fueron procesadas por una computadora y unidas de modo que formasen una vista total de la Tierra como si el observador se hallase en un punto directamente encima del Polo. Durante esas 24 horas, todos los puntos en las latitudes ecuatoriales y medias recibieron luz solar durante algún periodo de tiempo, y aparecen iluminados en la fotografía compuesta. Pero las regiones cercanas al Polo estaban en ese momento sumidas en la oscuridad permanente del invierno ártico. Por ello hay una área no iluminada en el centro de la foto.

Aún así. Según rumores, lo que sí han fotografiado los satélites han sido Ovnis entrando y saliendo de los polos. Como si en ellos existieran puertas. ¿A donde?  Debajo de nuestros pies, se ocultan muchos misterios…

Shambhala y el interior de la tierra según el budismo antiguo

«… La tierra de Shambhala se encuentra en un valle. Sólo es accesible a través de un anillo de picos de nieve como los pétalos de una flor de loto … En el centro hay una montaña de cristal de nueve pisos que se encuentra sobre un lago sagrado, y un palacio adornado con lapis, coral, piedras preciosas y perlas. De Shambala es un reino donde la sabiduría de la humanidad está a salvo de las destrucciones y corrupciones del tiempo y la historia, listo para salvar al mundo en su hora de necesidad … «

Como filósofo ruso Nicholas Roerich pasa a través de las montañas de Asia Central en 1926, él y sus guías se quedaron fascinados cuando fueron testigos de una increíble orbe, oro flotando en el cielo.

«… En lo alto del cielo sin nubes, vieron claramente un objeto de oro esferoidal pasar de las montañas de Altai, al norte a una velocidad tremenda. Virar bruscamente hacia el sur-oeste, la esfera de oro desapareció rápidamente más allá de las montañas de Humboldt. «- Capítulo 4 de Invisible Águila: La historia del Ocultismo nazi por Alan Baker.



¿Sabías que el Dr. Edmund Halley, descubridor del cometa Halley y astrónomo real de Inglaterra también creía que la Tierra era hueca en su interior con tres pisos «.»

Mientras que en los tiempos modernos muchas personas han llegado con una serie de teorías acerca de la posibilidad de que la Tierra es hueca, en tiempos inmemoriales, muchas culturas creían lo mismo.

Las descripciones de la Tierra Hueca, interior de la Tierra y un mundo dentro de nuestro propio planeta se pueden encontrar en numerosas culturas antiguas de todo el mundo.

¿Y si de Julio Verne clásico «Un Viaje al centro de la Tierra» es realmente cierto?

Lo que allí si en algún lugar, un nuevo mundo está a la espera de ser explorado, un lugar donde de alguna manera, los seres vivos habitan en las profundidades de nuestro planeta, un lugar que sabía que existían culturas y civilizaciones antiguas, o que aún existe hoy en día.

¿Qué pasa si, en realidad es cierto?

De hecho, usted se sorprenderá al ver cómo muchas culturas y religiones antiguas mencionan la existencia del mundo dentro de nuestro planeta.

Curiosamente, el héroe babilónico Gilgamesh visitó a su antepasado Utnapishtim en las entrañas de la tierra.

En la mitología griega, Orfeo trata de rescatar a Eurídice del infierno subterráneo.

Se creía que los faraones de Egipto se comunicaban con el mundo subterráneo, que se podría acceder a través de túneles secretos ocultos en las pirámides.

También, de acuerdo con las poblaciones indígenas de los indígenas Macuxi -an que viven en la Amazonía, en países como Brasil, Guyana y Venezuela-ellos son los descendientes de los hijos del Sol, el creador del fuego y de la enfermedad y los protectores de la «interna Tierra.»

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Aida. Los Túneles que llegan al Interior de la Tierra Hueca – Tierra de GIGANTES

Existen muchas historias que apoyan las leyendas nórdicas, y al igual que estas cuentan que la tierra es hueca, habitada por hombres grandes o gigantes.
Curiosamente, una de estas narraciones proviene de una tierra muy alejada de los Países Nórdicos, nada menos que de la zona del Amazonas. Cuentan los nativos que entraban a través de un túnel que atravesaba la corteza terrestre y llegaban al interior de la tierra hueca, tierra habitada por gigantes.
Nos causa gran asombro ver la gran similitud de estas historias.
Nos preguntamos ¿acaso puede la imaginación popular inventar historias tan parecidas a lo largo de todo el mundo? O, quizás, ¿deberíamos pensar en la existencia de ese lugar idílico, donde la fruta, la vegetación y los animales son abundantes y de gran tamaño?
Y ¿en la existencia de gigantes en el interior de la tierra hueca?

Mapas secreta del Tercer Reich: ¿Acaso los nazis encontrar la entrada al interior de la Tierra?

No hace mucho tiempo, hemos descubierto un mapa del tercer Reich en el que hay varios pasajes secretos representados que fueron utilizados por los submarinos alemanes para acceder a las regiones subterráneas misteriosos, así como un mapa completo de ambos hemisferios y el misterioso reino de Agartha.

¿Qué opinas acerca de la teoría de la Tierra Hueca? ¿Es posible que exista otro mundo, bajo la superficie de nuestro planeta? Y es posible que en realidad es la vida ahí abajo?


«La verdad es más extraña que la ficción, pero es porque la ficción está obligada a atenerse a las posibilidades; La verdad no es «-.  Mark TwainSiguiendo la línea del Ecuador: Un viaje alrededor del mundo


La posibilidad de que la tierra es hueca, y que se puede acceder a través de los polos Norte y Sur, y que civilizaciones secretas florecer dentro de ella ha estimulado la imaginación de las personas a través de los siglos.

Sólo podría llegar a ser verdad, después de todo, que de alguna manera y en algún lugar, hay un acceso que conduce a un mundo completamente diferente, uno que se ha mantenido en secreto durante años. La evidencia de una «tierra hueca» se encuentra en la historia de un sinnúmero de antiguas civilizaciones.

El héroe babilónico Gilgamesh visitó a su antepasado Utnapishtim en las entrañas de la tierra; en la mitología griega, Orfeo trata de rescatar a Eurídice del infierno subterráneo; se decía que los faraones de Egipto se comunicaban con el mundo subterráneo, que se podría acceder a través de túneles secretos ocultos en las pirámides; y los budistas creían (y todavía creen) que millones de personas viven en Agharta, un paraíso subterráneo gobernado por el rey del mundo.


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Aida. La Tierra Hueca: La tierra prohibida de Agartha y la sociedad secreta Thule

por Conspiraciones 1040

La Tierra Hueca: La tierra prohibida de Agartha y la sociedad secreta Thule

En 1943, el marino de guerra alemán Gran Almirante Karl Dönitz declaró que la flota submarina alemana había «construido para el Führer una fortaleza inexpugnable en el otro extremo del mundo», en la región de la Tierra de la Reina Maude, en la Antártida, más tarde renombrado Neuschwabenland.

De acuerdo a los archivos navales alemanes, dos meses después de que Alemania se rindiese a los aliados en abril de 1945, el submarino alemán U-530 salió del puerto de Kiel con destino a la Antártida.

Una vez que el submarino llegó al Polo Sur, 16 miembros de su tripulación recibieron la orden de construir una cueva de hielo en la región de Neuschwabenland. El submarino alemán después entró en el puerto argentino de Mar del Plata y se entregaron a las autoridades.

En agosto de 1945, un mes y siete días después de la rendición del U-530, el U-977 también entró en las aguas del Mar del Plata y se entregó a las autoridades.

Ver también: Pruebas de que Hitler murió en Argentina en 1960

En 1946, se inició la Operación Highjump como parte del Proyecto U.S. Naval Antarctic Development de EE.UU., organizado por el Secretario de la Marina James Forrestal.

Helicóptero de la Marina de EE.UU. volando sobre la Antártida.

El grupo de trabajo consistió en más de 40 barcos, incluyendo dos buques de la clase destructor y el portaaviones USS Philippine Sea, y un número de aviones que fueron equipados con un trimetricon (una cámara secreta de espionaje), un magnetómetro (para registrar cualquier anomalía magnética), y el recientemente desarrollado jet de despegue asistido por reactores (JATO) que ayudaron con los despegues sobre la corta pista de aterrizaje en un portaaviones o para despegues en el hielo duro.

Los investigadores han pensado mucho tiempo que la historia de mapeo de la Armada no era más que una cubierta para proteger la operación real.

Ellos estaban buscando la base nazi subterránea (Base-211) que almacenaba discos voladores Vril alemanas conocidos como flugscheiben y prototipos de naves espaciales Thule accionado por mercurio también conocidos como jenseitsflugmaschines.

Mapa de la Antártida con Neuschwabenland, Una sección de la pagina 2 de la ‘Soldaten Atlas’ publicado por la OKH durante la Segunda Guerra Mundial (1941). No vendida al publico o usado fuera del ámbito militar.

En 1947, el almirante Richard Byrd dijo:

«El proyecto era necesario para que los EE.UU. tomará acciones defensivas contra los combatientes enemigos que vienen de las regiones polares.»

¿Se refería al potencial de los aviones soviéticos o los Luftwaffe nazi atacando a los Estados Unidos desde la Antártida? Nunca se aclaró.

Poco después de la conferencia de prensa del Almirante Byrd la revista naval soviética, Flota Roja, declaró que:

«Las medidas de Estados Unidos en la Antártida testifican que los círculos militares estadounidenses están tratando de someter las regiones polares para controlar y crear bases permanentes para sus fuerzas armadas.»

En otro extraño giro, los gobiernos de Nueva Zelanda, Australia y Chile pidieron a sus militares unirse a la expedición Operación Highjump pero se les negó la participación.

En 1948, un segundo grupo de trabajo denominada Operación Windmill (molino de viento) también fue enviado a tomar fotografías de Neuschwabenland, de nuevo, supuestamente con fines cartográficos. A pesar de que aparentemente tuvieron éxito en su tarea, el gobierno aún tiene que poner estas fotos a disposición del público y no hay razón alguna que haya sido dado para su no divulgación.

Algunos creen que la razón de que las fotos nunca han sido puestos en libertad es que esta operación militar era en realidad una misión de reconocimiento y recuperación.

En 1949 el Secretario de Defensa James Forrestal, un amigo cercano del Almirante Byrd, fue enviado a permanecer en el Hospital Naval de Bethesda.

Él empezó a discutir sobre la operación Highjump con el personal del hospital, hablando ampliamente sobre los ovnis, la Atlantis, y una ciudad subterránea nazi. Luego, se le negó las visitas, incluyendo su esposa, y poco después «cayó» fuera de su ventana del hospital muriendo en el acto.

James Forresta

El informe oficial dice que se suicidó, pero persistentes rumores dicen que fue asesinado por agentes del gobierno para evitar que hablase más sobre lo que realmente se encontró en el desierto de la Antártida durante la Operación Highjump.

Toda la verdad del asunto puede no llegar nunca a la luz, pero lo que sí se sabe es que numerosos militares estadounidenses sorprendentemente perdieron sus vidas durante la Operación Highjump; una supuesta operación de mapeo que debería haber sido un esfuerzo totalmente seguro.

Además, varios aviones fueron derribados durante la operación, incluyendo el George One que, según los documentos navales, misteriosamente «acaba de volar» sobre el hielo durante su vuelo inicial en la Antártida.

De acuerdo con la Inteligencia Británica, sabemos que sigilosos avanzados Foo Fighters y naves Vril en forma de platillo se desarrollaron y probaron en el Instituto Alemán para el Desarrollo Aéreo.

Otro de los motivos asociados con la participación de los nazis en la Antártida es que se rumoreaba era la entrada a la patria aria perdida de Thule. Mientras que la Antártida se ha relacionado con el continente perdido de la Atlántida, la vinculación con Thule es menos evidente.

Thule (también conocido como Thula, Thyle, Thila, Tila, Tyle, o Tylen, entre otros cognados) fue escrito por primera vez por el explorador griego Piteas después de sus viajes entre 330 aC y 320 aC.

En el año 150 dC, el escritor griego Antonio Diógenes escribió de las maravillas Más allá de Thule. Si bien de interés literario, este trabajo hizo poco para revelar los secretos sobre Thule.

En geografías medievales Thule se refiere a un lugar muy distante situada más allá de las «fronteras del mundo conocido.» Místicos ocultistas creen en el Thule histórica (también referido como Hiperbórea) como el origen antiguo de la raza aria.

¿que es lo que estaba haciendo el ejército estadounidense en la Antártida en 1946 y 1947? ¿Era en una misión de rutina de mapeo o estaban atacando a combatientes nazis remanentes con tecnología avanzada alternativa?

¿Los nazis realmente construyeron una base militar en la Antártida y ocultaron grandes cantidades de oro allí con la esperanza de financiar un esfuerzo futuro para resucitar el Cuarto Reich? ¿O, como algunos afirman, descubrieron la tierra perdida de la Atlántida o Thule?

Puede que nunca sepamos a ciencia cierta, pero en 2001 el la U.S. National Geospatial-Intelligence Agency y la Support Office for Aero-geophysical Research confirmaron la existencia de una anomalía magnética en la orilla del lado este del lago Vostok en la Antártida, en consonancia con una construcción hecha por el hombre.

Más recientemente, en octubre de 2006, del Instituto Scripps de Oceanografía informó que se descubrieron varios lagos previamente desconocidas de agua por debajo de la vasta capa de hielo de la Antártida. Estos lagos se encuentran por debajo de 700 metros de nieve y hielo comprimido.

¿Podría esta anomalía ser parte de una base nazi subterránea que agentes estadounidenses buscaron durante la Operación Highjump? Algo de hecho se ha descubierto en la Antártida. Una de las preguntas que pide ser preguntado es sí ¿fueron los nazis quienes lo encontraron – sea lo que sea – primero?

Un libro publicado en 1978, llamado Secret Nazi Polar Expeditions (Secretos de las Expediciones Polares Nazis), relata cómo los alemanes habían tomado un barco con un pequeño avión sobre él que ellos lanzaron desde su barco después de alcanzar el hielo cerca de la Antártida.

Eso voló sobre el hielo de la Antártida, presumiblemente en un vuelo de exploración, y luego regreso al barco. Pero el libro no dice nada acerca de lo que supuestamente encontró o si la élite del partido nazis creían que era una entrada a la tierra interior (hueca).

Un interesante documento ha surgido recientemente obtenido por un Joe Watson, de Talkeetna, Alaska.

El Sr. Watson afirma que es una copia de una carta escrita el 2 de marzo de 1985 en la lengua alemana por un tripulante que estaba a bordo de un submarino alemán. En él se da ciertas coordenadas de su misión, que al parecer era viajar al centro de la tierra.

Su submarino fue llamado U-209 al mando del capitán Heinrich Brodda. La imagen de abajo es una copia de la carta original escrita a mano de Karl Unger, miembro de la tripulación del U-209, así como una traducción al Inglés.

En ella Karl confirmó que la tierra era de hecho hueco y que había llegado con éxito a la tierra habitada interior en el submarino U-209 alemán después de que la Segunda Guerra Mundial había destruido Alemania.

La carta fue enviada a su amigo aquí en la superficie del mundo que dio una copia de la misma a un Sr. Woodard, quien dio una copia a Joe Watson. Karl había enviado la carta de la tierra hueca a una colonia alemana en Brasil que había encontrado una caverna que llega a la Tierra hueca muchos años antes.

Ver también: Indios del amazonas afirman que existe un mundo entero dentro de nuestro planeta

Esta colonia alemana en Brasil está documentada en el Génesis Para Una Nueva Era (Genesis For a New Age), habiendo supuestamente descubierto la entrada de la caverna en la década de 1500. Y cuando uno hace una búsqueda en el sitio web de archivo de Alemania en busca de información sobre el desaparecido submarino alemán U-209, muestra que el submarino se da de hecho por desaparecido.

El 5 de julio de 1943 fue dada su última información de posición entre Groenlandia e Islandia, en las coordenadas 52°00’N-38°00’W. El informe dijo que el comandante del submarino fue Heinrich Brodda.

Además, los documentos obtenidos por los soviéticos al cierre de la Segunda Guerra Mundial recientemente salieron a la superficie, que muestra un mapa de 1944 del Tercer Reich que detalla no sólo el pasaje directo utilizado por los submarinos alemanes para acceder a este dominio subterráneo, sino también un mapa completo de ambos hemisferios del reino interior de Agharta, el nombre mítico del mundo subterráneo habitado.

Si eso parece demasiado increíble, comparalo con estos mapas. El siguiente fue mapa hecho por el cartógrafo famoso del Tirol y artista Heinrich C. Berann para la National Geographic Society a comienzos de 1966.

El mapa muestra claramente el continente de la Antártida sin su cubierta de hielo:

El detalle interesante aquí es que existen aberturas submarinas que se extienden a lo largo del continente y que parecen converger en el punto exacto identificado como la apertura hacia lo profundo de la tierra interior o subterránea.

A continuación esta una traducción de las instrucciones y direcciones detalladas específicas de alto secreto dejadas por los Capitanes de submarinos nazis a seguir con el fin de alcanzar el reino interior del mundo de Agartha.

Ver: Mapas y documentos hacia Agartha del Tercer Reich demostrarían la existencia de la Tierra Hueca

En su éxito de ventas sin precedentes Map of the Ancient Sea Kings (Mapa de los Antiguos Reyes del Mar), Charles Hapgood (1904-1982), el profesor de historia en la universidad de Springfield en Springfield, Massachusetts, fue el primero en poner la teoría de que la Atlantis residía en la Antártida y fue destruido por el desplazamiento de la corteza terrestre.

En su éxito de ventas, When The Sky Fell: In Search of Atlantis (cuando el cielo se cayó: en busca de la Atlántida), Rand promovió la idea de que bajo el hielo de la Antártida están los restos de la Atlántida. ¿Podrían ellos estar en lo cierto?

Ver también:

Aida. Los indios de la Amazonia dicen: ” La Tierra está hueca y está habitada por seres gigantes del espacio ”

by Despierta

Y si el clásico “Viaje al centro de la Tierra” de Julio Verne ¿fuese realmente cierto? Y hubiese algún lugar, un nuevo mundo que está esperando a ser explorado, un lugar donde los seres vivos de alguna manera habitan las profundidades de nuestro planeta, un lugar donde se sabe que existían culturas y civilizaciones antiguas, y todavía existen hoy en día. ¿Y si es esto es realmente cierto?

tierra está hueca

Los indios Makushi son los pueblos indígenas que viven en la región amazónica de Brasil, Guyana y Venezuela. De acuerdo con sus leyendas, son los descendientes de los hijos del Sol, el creador de fuego y las enfermedades y los protectores del “interior de la Tierra.”

Sus leyendas orales hablan de una entrada en la Tierra. En el año 1907, los Macuxies entró en una especie de cueva, y viajó desde 13 a 15 días hasta que alcanzaron el interior. Es allí, “en el otro lado del mundo interior de la Tierra” es donde viven los gigantes, criaturas que son unos 3­4 metros de altura.

De acuerdo con los Macuxies, a ellos se le dio la tarea de cuidar la entrada para evitar que extraños entren en la “tierra hueca.” Leyendas de los Makushi dicen que los que entran en el camino de la cueva misteriosa, deben bajar durante tres días escaleras gigantes.

Después del tercer día, se van detrás de las antorchas, y continúan su viaje al centro de la Tierra, iluminada por las luces que ya estaban presentes en las cuevas, linternas gigantes, del tamaño de una sandía y brillantes como el sol. Al cabo de 4­5 días de viaje, los que están dentro de la cueva empiezan a perder peso y masa corporal, lo que les permite moverse mucho más rápido.

Las leyendas de las personas Makushi dicen que al cabo de cinco días dentro de las cuevas, comenzaron a ver enormes cuevas cuyos límites no podrían ser vistos arriba, y en una de las cámaras del sistema de cuevas, hay cuatro objetos “como el sol”, a los que es imposible sostener la mirada, cuentan que en el interior de la Tierra, hay lugares donde los árboles son capaces de producir alimentos.

El makushi dice que frutas como marañón, robles, mangos, plátanos y algunas plantas más pequeñas se pueden encontrar al cabo de 6­7 días en su viaje. Las personas más viejas de los Makushi bajaron al centro de la Tierra, las áreas más grandes con vegetación aparecieron. Pero no todas las zonas son de color verde y próspero.

Las personas Makushi dicen que algunos lugares son extremadamente peligrosos y deben evitarse, tales como aquellos con rocas y arroyos. ¿Puede haber una entrada en la Tierra al igual que las leyendas Makushi sugieren? Las tradiciones orales de los Macuxis siguen diciendo que después de pasar estas cámaras gigantes, después de haber hecho la mitad del viaje, tienen que moverse con cuidado.

Continuando su viaje, habrían llegado a un lugar dentro de la Tierra, donde viven los gigantes. Allí, los exploradores Makushi comían la comida de los gigantes donde hay manzanas del tamaño de una cabeza humana, uvas del tamaño de un puño humano, y delicioso pescado, que los gigantes pescaban y entregaban a los Makushi como regalo.

Después de almacenar la comida ofrecida por los gigantes, los exploradores regresaron a “casa” al mundo “exterior”, ayudado por los gigantes del mundo interior. Los Makushi dicen ser los “guardianes” de los bajos fondos, los guardias de la entrada en la tierra, y su leyendas hablan de una tierra dentro de la tierra que está llena de poder y riqueza increíble.

Esta leyenda, por supuesto, es considerada por muchos como sólo una leyenda, otra historia de los antiguos. Pero para los makushi, su “leyenda” es totalmente real y eran los protectores de la entrada a la tierra hueca.

La existencia de seres gigantes que habitan nuestro planeta es otro hecho presente en las culturas antiguas de todo el mundo, incluso presentes en los textos religiosos como la Biblia. ¿Es posible que las leyendas Makushi sean reales? ¿Y que en algún lugar de la Amazonia, haya una entrada en la Tierra que ya existía en el pasado? ¿Existe todavía?

13 EVIDENCIAS QUE APOYAN LA HIPÓTESIS QUE LA TIERRA ES HUECA

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13 evidencias que apoyan la hipótesis que la Tierra es hueca

¿Es posible que exista una civilización completamente desconocido que viven por debajo de la superficie de nuestro planeta?
Muchas personas creen que la teoría de la Tierra Hueca es algo más que un mito, y algunos incluso han tratado de demostrarlo científicamente. Incluso hoy en día, en el siglo 21, es difícil decir con certeza si existe o no existe.
Durante muchos años se creía que la Tierra era hueca, pero a pesar de que muchos han mencionado muchas teorías, hasta el año de 1968 no había ninguna prueba.
Ese año, las imágenes tomadas por un satélite en órbita alrededor de la Tierra mostraba claramente un enorme agujero situado en el Polo Norte; suficiente evidencia para apoyar la teoría de la Tierra hueca según muchos.
A continuación 14 evidencias que apoyan la teoría de la Tierra hueca:
1.- ¿Hay un agujero en el Polo Norte?
En los comienzos de 1970, la ESSA, un proyecto que pertenece al Departamento de Comercio de los Estados Unidos, dio acceso a los medios las imágenes del Polo Norte tomadas por el satélite ESSA-7 el 23 de noviembre, el 1968.
Una de las fotografías mostraba el Polo Norte cubierto por la nube de costumbre; el otro mostró la misma zona sin nubes, revelando un enorme agujero donde se suponía que se encontraba el polo norte.
El agujero es tan ridículamente grande que casi no tiene sentido, sin embargo, aquí está:
En lo personal, creo que la imagen estaba ennegrecido intencionalmente por la NASA, pero ¿Qué podría ocultar?
2.- El vicealmirante Richard E. Byrd de la Marina de Estados Unidos fue un aviador pionero distinguido y explorador polar que voló sobre el Polo Norte el 9 de mayo 1926 y dirigió numerosas expediciones a la Antártida, incluyendo un vuelo sobre el Polo Sur el 29 de noviembre 1929.
Entre 1946 y 1947, él y su equipo llevó a cabo una operación a gran escala llamada “salto de altura”, durante la cual descubrió y se asigno 1.390.000 km² del territorio antártico.
Las famosas expediciones de Byrd entraron por primera vez en la disputa de las teorías de la Tierra hueca cuando varios artículos y libros como los mundos más allá de la Polesby Amadeo Giannini afirmaron que Byrd había sobrevolado el Polo pero por dentro a través de grandes agujeros que conducen a la Tierra.
3.- La posibilidad de que la tierra es hueca, y que se puede acceder a través de los polos Norte y Sur, y que las civilizaciones secretas florezcan dentro de él, ha estimulado la imaginación de las personas a través de los siglos.
Prueba de ello nos encontramos en la historia de un sinnúmero de antiguas civilizaciones. El héroe babilónico Gilgamesh visitó a su antepasado Utnapishtim en las entrañas de la tierra.
En la mitología griega, Orfeo trata de rescatar a Eurídice del infierno subterráneo. Se decía que los faraones de Egipto se comunicaron con el bajo mundo, que se podría acceder a través de túneles secretos ocultos debajo de las pirámides.
Los budistas creían (y todavía creen) que millones de personas viven en Agharta, un paraíso subterráneo gobernado por el rey del mundo.
4.- Leonard Euler, un genio matemático del siglo XVIII, llegó a la conclusión de que la Tierra era hueca, que contiene un sol central y fue habitada.
5.- Dr. Edmund Halley, descubridor del cometa Halley y astrónomo real de Inglaterra también creía que la Tierra era hueca en su interior con tres “pisos”.
6.- Un mapa del tercer Reich muestra varios pasajes secretos representados que fueron utilizados por los submarinos alemanes para acceder a las regiones subterráneas misteriosos, así como un mapa completo de ambos hemisferios y el misterioso reino de Agartha.
7.- Karl Unger un miembro de la tripulación a bordo de un submarino comandado por Heinrich Brodda escribió cartas que indican que la tripulación había llegado al interior de la Tierra y que no tuvo en cuenta a volver.
8.- En los mapas realizados por el famoso cartógrafo y artista Heinrich C. Berann por la National Geographic Society en 1966, el continente antártico se puede observar sin su gruesa capa de hielo.
Pero el detalle más intrigante es la presencia de conductos submarinos que abarcan todo el continente y parecen converger en el punto exacto que se identifica como la apertura hacia el interior de la tierra o de la Tierra Interna.
9.- Los indios Macuxi sabía de la existencia de la Tierra Hueca hace casi cien años.
Los indios Macuxi son indígenas que viven en la Amazonía, en países como Brasil, Guyana y Venezuela. De acuerdo con sus leyendas, se dice que son los descendientes de los hijos del Sol, el creador del fuego y de la enfermedad y los protectores de la “Tierra interna.”
Sus leyendas hablan de una entrada en la Tierra.
Hasta el año 1907, los Macuxies entraría en una especie de caverna, y viajar de 13 a 15 días hasta que alcanzaron el interior. Es allí, “en el otro lado del mundo, en el interior de la Tierra” es donde viven los gigantes, criaturas que tienen alrededor de 3-4 metros de altura.
10.-  Ah, y … Hay un enorme océano bajo la superficie de nuestro planeta.
Los científicos han no hace mucho tiempo, descubierto un gran océano de agua en el interior del manto de la Tierra, y señalan que se trata de una gran cantidad de agua “tanque” que podría llenar los océanos de la Tierra tres veces.
Este increíble descubrimiento sugiere que el agua de la superficie del planeta provenía del interior de la Tierra, como parte de un “ciclo integral del agua en el planeta” en lugar de la teoría dominante que propuso que el agua llegó a la Tierra por los cometas de hielo que pasaron por los planetas hace millones de años.
11.- De acuerdo con John Cleves Symmes Jr, un oficial americano, comerciante y conferenciante:
“La Tierra es hueca, y habitable dentro; que contiene una serie de esferas concéntricas sólidas, uno dentro del otro, y que está abierto en los polos 12 o 16 grados; me comprometí en mi vida en apoyo de esta verdad, y estoy listo para explorar el hueco, si el mundo va a apoyar y me ayuda en la empresa “.
12.- Los científicos de Harvard: Puede haber una Tierra antigua … En el interior de la Tierra
Un equipo de científicos de Harvard cree que los restos de una Tierra antigua, que data del tiempo de otro planeta chocó con el nuestro para producir la luna, y que todavía puede estar presente en lo profundo de la capa de tierra. ¿Cómo podrían explicar estas anomalías?
13.- Los investigadores encontraron evidencia de un posible ‘Sol interior’ que sirve para calentar el planeta desde el interior.
*Planeta Tierra produce un flujo de calor de origen desconocido según los científicos.
*Según los expertos, “partículas fantasma” están llegando desde el centro de la Tierra.
*Los investigadores han encontrado, de acuerdo con geoneutrinos; que alrededor del 70 por ciento del calor de la Tierra se genera a partir de la radiactividad.

Indios del amazonas afirman que existe un mundo entero dentro de nuestro planeta

Indios del amazonas afirman que existe un mundo entero dentro de nuestro planeta

Los indios macuxi sabían de la existencia de la Tierra Hueca hace casi cien años. ¿Pero son sus leyendas verdad o son otra increíble historia del folklore?

¿Qué pasa si el «Viaje al Centro de la Tierra», el clásico de Julio Verne, es realmente cierto? Y allí en algún lugar, un nuevo mundo entero está a la espera de ser explorado, un lugar donde de alguna manera, seres vivos habitan en las profundidades de nuestro planeta, un lugar que las culturas y las civilizaciones antiguas sabían que existían, o que todavía existe hoy.

Los indios macuxi son indígenas que viven en el Amazonas, en países como Brasil, Guyana y Venezuela. Según sus leyendas, ellos son los descendientes de los hijos del Sol, el creador del Fuego y de la enfermedad y los protectores de la «Tierra interna.»

Los valientes indios macuxi del Amazonas

Sus leyendas orales hablan de una entrada en la Tierra. Hasta el año de 1907, los Macuxies entraban a una especie de caverna, y viajaban de 13 a 15 días hasta que alcanzaban el interior. Es allí, «en el otro lado del mundo, en la Tierra interna» donde viven los Gigantes, criaturas que tienen alrededor de 3 a 4 metros de altura.

Ver también: Los esqueletos desaparecidos de la antigua raza de gigantes que gobernaron América

Según los Macuxies se les dio la tarea de vigilar a fuera de la entrada y evitar que los extraños entren en la «Tierra hueca.» Leyendas del pueblo Macuxi dicen que los que entran en la misteriosa caverna durante tres días, solamente descienden por escaleras gigantes, que miden alrededor de 80 centímetros cada peldaño.

Después del tercer día, ellos dejan atrás sus antorchas, y continúan su viaje «dentro» de la Tierra iluminada por las luces que ya estaban presentes en las cuevas. Linternas gigantes, del tamaño de una sandía, brillaban como el sol.

Después de 4 a 5 días de viaje, aquellos dentro de la cueva perderían peso y masa corporal, permitiendoles moverse mucho más rápido.

Las leyendas de los pueblos macuxi afirman que después de 5 días dentro de las cavernas, ellos irían por enormes cavernas cuyos techos no podían verse, y en una de las cámaras del sistema de cavernas, hay cuatro objetos «similares al Sol», que son imposibles de mirar, cuyo propósito es desconocido para el pueblo Macuxi.

Dentro de la Tierra, hay lugares donde los árboles con alimentos son capaces de crecer. Los Macuxi dicen que frutas como cajúes, robles, mangos, plátanos y algunas plantas de menor tamaño se encuentran de 6 a 7 días en su viaje.

Cuanto más lejos el pueblo Macuxi se desplazaba dentro de la Tierra, áreas más grande de vegetación observaban. Pero no todas las áreas son de color verde y próspero. El pueblo Macuxi dicen que algunos lugares son extremadamente peligrosos y deben evitarse, como aquellos con piedra hirviendo y arroyos de «azoge».

Las tradiciones orales Macuxi continúan y dicen que después de pasar por estas cámaras gigantes, habiendo transcurrido la mitad del viaje, tienen que moverse con cuidado ya que el misterioso «aire» puede hacer que las personas «vuelen o floten» por los alrededores.

Continuando su viaje, ellos alcanzarían un lugar dentro de la Tierra, donde los Gigantes vivían. Allí, los exploradores Macuxi comían la comida de los gigantes, como las manzanas del tamaño de cabezas humanas, uvas del tamaño de un puño humano, y deliciosos y gigantes peces fueron capturados por los gigantes y dados a los Macuxi como regalos.

Un diagrama del centro de la Tierra como una gigantesca bola de fuego del libro ‘Mundo Subterráneo’ del años de 1678.

Después de abastecerse con comida ofrecida por los gigantes, los exploradores Macuxi volverían «a casa» al mundo «exterior», ayudado por los gigantes del mundo interior.

Se dice que los Macuxi son los «guardianes» del inframundo, los protectores de la entrada de la Tierra interna, y sus leyendas hablan de una tierra, en el interior de la tierra, que está lleno de increíbles poderes y riquezas.

Esta leyenda, por supuesto, es considerado por muchos como sólo eso, otra historia ancestral. Pero para los Macuxi, su «leyenda» era tan real como se apresta, y ellos eran los protectores de la entrada hasta que los exploradores británicos llegaron al Amazonas en busca de oro y diamantes, aventurándose dentro de las cuevas, y para nunca más volver.

Desde el ultimo encuentro con ellos, los Macuxi dicen que los gigantes los castigarían por no cumplir con sus obligaciones y las «leyendas» de los gigantes se desvanecieron con los años.

Ver también: La misteriosa caverna de los Gigantes Pelirrojos

¿Es posible que esto sea sólo otra leyenda? ¿O hay algo más en la misteriosa tribu macuxi y sus leyendas? Se dice que la Tierra Hueca existen en muchas civilizaciones antiguas y culturas de todo el mundo.

La existencia de seres gigantes que habitan nuestro planeta es otro hecho presente en decenas de culturas antiguas de todo el mundo, incluso presentes en los textos religiosos tales como la Biblia.

¿Es posible que las leyendas Macuxi sean reales y que en algún lugar en el Amazonas exista una entrada a la Tierra interna?

Ver también: Mapas y documentos hacia Agartha del Tercer Reich demostrarían la existencia de la Tierra Hueca

Descubren el océano más grande de la tierra: supera todos los mares combinados.

imágen/submarinisma saliendo de un Cenote.

Un equipo de científicos rusos, franceses y alemanes, descubrió la existencia de un océano entre 410 y 660 kilómetros bajo la superficie de la Tierra.

Situado bajo la corteza terrestre este acuífero se formó en la antigüedad, de 1.500 grados Celsius, altas presiones y bajas temperaturas, es un océano que cuenta con 2,7 mil millones de años y su volumen es mayor que todos los océanos combinados, reveló un estudio publicado en la revista científica Nature.
Los científicos al analizar las muestras de lava solidificada encontraron agua en las estructuras cristalinas de los minerales, estas fueron halladas en Canadá. Las mismas permanecieron sin cambios prácticamente desde la antigüedad, permitiendo a los científicos estimar el tamaño de las reservas subterráneas de agua.
El estudio al estimar su tamaño logró afirmar la existencia de un vasto océano subsuperficial, concluyendo que lo más probable es que esta masa de agua subterránea se originó en las primeras etapas de desarrollo del planeta.
fuente del texto/noticias24.com

La teoría de la tierra hueca

A principios de 1970, la Administración del Servicio de Ciencia del Medio Ambiente (ESSA), perteneciente al Departamento de Comercio de los Estados Unidos, proporcionó a la prensa unas fotografías del PoloNorte tomadas por el satélite ESSA-7 el 23 de noviembre de 1968. Una de las fotografías mostraba el Polo Norte cubierto por la acostumbrada capa de nubes; la otra, que mostraba la misma zona sin nubes, revelaba un inmenso agujero donde hubiera debido estar el Polo. El ESSA estaba lejos de sospechar que sus fotos rutinarias de reconocimiento atmosférico iban a contribuir a despertar una de las controversias más sensacionales y célebres de la historia de los OVNIS.

En el número de junio de 1970 de la revista Flying Saucers, el editor y ufólogo Ray Palmer reprodujo las fotos del satélite ESSA-7 junto con un artículo en el que manifestaba que el agujero de la foto era real.

Durante mucho tiempo, Ray Palmer y otros ufólogos habían creído que la Tierra es hueca, y que los OVNIS provienen y retornan a una civilización de seres superiores que está oculta en su interior inexplorado. En 1970, gracias al apoyo de una fotografía en que aparecía el enorme agujero del Polo Norte, Palmer pudo por fin asegurar que la super-raza subterránea existía y probablemente se podía llegar hasta ella a través de los agujeros de los polos Norte y Sur.

En los números siguientes de Flying Saucers apoyó su teoría resucitando otra antigua controversia sobre la «Tierra hueca«: la de las famosas expediciones del vicealmirante Richard E. Byrd a los polos Norte y Sur. El vicealmirante Richard E. Byrd, cuyas expediciones polares desataron la polémica sobre la teoría de la tierra hueca.

El primer testigo
El vicealmirante Richard E. Byrd de la US Navy fue un distinguido aviador pionero y explorador polar que sobrevoló el Polo Norte el 9 de mayo de 1926 y dirigió numerosas expediciones a la Antártida, incluyendo un vuelo sobre el Polo Sur el 29 de noviembre de 1929. Entre 1946 y 1947, llevó a cabo la operación a gran escala llamada «High Jump» (Salto Alto), durante la cual descubrió y cartografió 1.390.000 km2 de territorio antártico.

Las famosas expediciones de Byrd entraron por vez primera en la controversia de la Tierra hueca cuando varios artículos y libros -especialmente Worlds beyond the Poles (Mundos más allá de los Polos), de Amadeo Giannini– pretendieron que Byrdhabía en realidad volado no por encima del Polo, sino hacia dentro de los grandes agujeros que llevan al interior de la Tierra. Ray Palmer, basándose principalmente en el libro de Giannini, introdujo esta teoría en el número de diciembre de 1959 de su revista y, a raíz de ello, mantuvo una voluminosa correspondencia al respecto.

Según Giannini y Palmer, el vicealmirante Byrd anunció en febrero de 1947, antes de un supuesto viaje de 2.750 km. a través del Polo Norte:

«Me gustaría ver la tierra más allá del Polo. Esa área más allá del Polo es el centro del Gran Enigma.»

Giannini y Palmer decían también que, durante su supuesto vuelo sobre el Polo Norte en 1947, el vicealmirante Byrd comunicó por radio que veía debajo de él, no nieve, sino áreas de tierra con montañas, bosques, vegetación, lagos y ríos y, entre la maleza, un extraño animal que parecía un mamut. También, siempre según Giannini y Palmer, en enero de 1956, después de dirigir otra expedición a la Antártica, elvicealmirante Byrd había manifestado que su expedición había explorado 3.700 km. más allá del Polo Sur y, además, justo antes de su muerte, Byrd había dicho de la tierra más allá del Polo que era «un continente encantado en el cielo, tierra de misterio permanente». Esa tierra, según otras teorías, era la legendaria Ciudad del Arco Iris, cuna de una fabulosa civilización perdida.

Para Giannini y Palmer, los comentarios atribuidos al vicealmirante Byrd no hacían más que confirmar lo que ellos habían sospechado siempre: que la Tierra tiene una forma «extraña» en los Polos, algo parecido a un «donut«, con una depresión que, o bien se hunde muchos kilómetros en las entrañas de la Tierra, o forma un agujero gigante que pasa a través del eje de la Tierra, de un polo a otro.

Dado que, por razones geográficas, es imposible volar 2.750 km. más allá del Polo Norte o 3.700 km. más allá del Polo Sur sin ver agua, es lógico pensar que el vicealmirante Byrd debe haber volado hacia dentro de las enormes cavidades convexas de los polos, dentro del Gran Enigma del interior de la Tierra y que, si hubiera seguido adelante, habría llegado a la base secreta de los OVNIS que pertenecen a la super-raza oculta, quizás la legendaria Ciudad del Arco Iris que Byrd habría visto reflejada en el cielo.

La posibilidad de que la Tierra sea hueca, de que se pueda entrar en ella a través de los polos Norte y Sur, y de que civilizaciones secretas florezcan en su interior, ha espoleado las imaginaciones desde tiempo inmemorial. Así, el héroe babilonio Gilgamesh visitó a su antepasado Utnapishtim en las entrañas de la Tierra; en la mitología griega, Orfeo trata de rescatar a Eurídice del infierno subterráneo; se decía que los faraones de Egipto se comunicaban con el mundo inferior, al cual accedían a través de túneles secretos ocultos en las pirámides; y los budistas creían (y creen todavía) que millones de personas viven en Agharta, un paraíso subterráneo gobernado por el rey del mundo.

El mundo científico no fue inmune a esta teoría

Leonard Euler, un genio matemático del siglo XVIII dedujo que la Tierra era hueca, que contenía un sol central y que estaba habitada; y el doctor Edmund Halley, descubridor del cometa Halley y astrónomo real de Inglaterra en el siglo XVIII también creía que la Tierra era hueca y albergaba en su interior tres plantas. Ninguna de estas teorías estaba sustentada científicamente, pero alternaban con varias obras de ficción sobre el mismo tema, las más importantes de las cuales eran Las Aventuras de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe (1833), en la cual el héroe y su compañero tienen un terrorífico encuentro con seres del interior de la Tierra; y el Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne (1864), en la cual un profesor aventurero, su sobrino y un guía penetran en el interior de la Tierra a través de un volcán extinguido en Islandia, y encuentran nuevos cielos, mares y reptiles gigantescos y prehistóricos que pululan en los bosques.

La creencia en una Tierra hueca estaba tan extendida que incluso Edgar Rice Burroughs, el célebre autor de Tarzán, se sintió obligado a escribir Tarzán en las entrañas de la Tierra (1929), en el que el famoso hijo de la selva va a Pellucidar, un mundo que se encuentra en la superficie interior de la Tierra y que está alumbrado por un sol central. La sombra más allá del tiempo (1936) de H.P. Lovecraft transportó el tema a la época actual describiendo una raza antigua y subterránea que dominó la Tierra hace 150 millones de años y que, desde entonces, en el refugio de la Tierra interior, ha inventado aviones y vehículos atómicos, y domina el viaje en el tiempo y la percepción extrasensorial.

 

Estas y otras obras de ficción mantuvieron vivo el interés por la posibilidad de que la Tierra fuera hueca y de que escondiera otras civilizaciones. Así, cuando se avistaron los primeros 0VNIS en Estados Unidos en 1947 y la «ufomanía» azotó el país primero y el mundo después, surgieron dos teorías para explicarlos. Los OVNIS debían ser o bien naves extraterrestres de alguna galaxia lejana, o pertenecían a seres avanzadísimos que habitaban en el interior de la Tierra. Estas teorías llevaron a recuperar las leyendas de las civilizaciones «perdidas» de la Atlántida y de Thule, en la creencia de que esta última se hallaba en el Ártico (no se debe confundir con Dundas, antes Thule, el enclave esquimal en Groenlandia, que es hoy una base aérea de los Estados Unidos y centro de comunicaciones). No obstante, se creía también que otra posible fuente de procedencia de los 0VNIS se hablaba en la Antártica.

Betty y Barney Hill, que durante su abducción fueron informados sobre la existencia de bases Ovni dentro de la tierra, los polos y en los fondos oceánicos.

Esta teoría surgió a raíz de la publicación del convincente libro de John G. Fuller, El viaje interrumpido (1966), en el que el autor relata la historia de Betty y Barney Hill, un matrimonio americano que, durante un tratamiento psiquiátrico debido a un inexplicable periodo de amnesia, recordó bajo hipnosis que habían sido raptados por extraterrestres, examinados en el interior de un platillo volador e informados de que los extraterrestres tenían bases en toda la Tierra, algunas en el fondo del mar y al menos una en la Antártica.

 

De este modo, cuando Ray Palmer publicó su controvertida teoría en 1970, los ufólogos y creyentes en la Tierra hueca quedaron a la expectativa. ¿Se trataba de las pruebas concluyentes?

Pero los argumentos que Palmer aducía se revelaron extremadamente endebles. Todas las investigaciones llevadas a cabo desde entonces no han logrado confirmar ninguna de las afirmaciones atribuidas porGiannini y Palmer al vicealmirante Byrd; ni siquiera se ha confirmado su vuelo sobre el Polo Norte en febrero de 1947 (lo cierto es que Byrd sobrevoló el Polo Sur en esa fecha, en el transcurso de la operación High Jump). Incluso suponiendo que Byrd hiciera dichos comentarios, es más lógico creer que «la tierra más allá del Polo» y el «Gran Enigma» son formas de aludir a las regiones aún inexploradas, más que a continentes escondidos en el interior de la Tierra, y que el «continente encantado en el cielo» era únicamente una descripción de un fenómeno corriente en las latitudes antárticas: una especie de espejismo que trae el reflejo de tierras lejanas.

A pesar de que se ha demostrado la inexactitud del pretendido viaje de Byrd al Polo Norte, hay algunas personas que afirman haber visto un noticiario sobre dicha expedición al Polo Norte, en el que se veían «sus montañas, árboles, ríos y un gran animal identificado como un mamut». Una mujer escribió a Ray Palmer acerca de este noticiario, asegurando que lo había visto en White Plains, New York, en 1929. Sin embargo, este documental no está registrado en ningún archivo. ¿Se trata quizá de una artimaña del Gobierno de los Estados Unidos? ¿O quizá esa película no existió nunca? Es curioso cómo algunas personas creen «recordar» de buena fe una película que con casi total certeza nunca ha existido -al parecer, muchos de nuestros primeros recuerdos son «inventados», y proceden de cosas que nos han contado luego o que hemos imaginado.

Según Byrd, y de acuerdo con su diario:

«Hemos sobrevolado en total unos 25.900 km2 de la Tierra más allá del Polo. Como era de esperar, aunque resulta decepcionante decirlo, no se observaba ninguna característica importante más allá del Polo. Sólo el inmenso desierto blanco que cubría el horizonte.»

Asimismo, la leyenda sobre la Ciudad del Arco Iris puede derivar de una mala interpretación de las palabras de Byrd: podía haberse llamado la Avenida de los Arco Iris Helados. Al este y al Oeste se alzaban grandes montañas. Algunas no estaban cubiertas por el hielo; eran negras como el carbón o de un rojo ladrillo. Otras estaban cubiertas de hielo por completo. Estas parecían cataratas gigantescas. Allí donde el sol tocaba sus picos y laderas, la luz se reflejaba en toda una gama de colores. Había una mezcla de azules, púrpuras y verdes tal como pocas veces ha visto el hombre.

Ateniéndonos a las palabras de Byrd, podemos observar que no vio tierras verdes y frondosas ni mamuts más allá del Polo Sur; la cifra de 2.750 km. es errónea o exagerada; la Ciudad del Arco Iris no tiene otra realidad que lo que Byrd describió como Arco Iris Helados, un simple fenómeno atmosférico.

No obstante, ¿podría ser hueca la Tierra? De nuevo, la respuesta ha de ser negativa. Al contrario de lo que sucedía con los primeros teóricos de la Tierra hueca, las propiedades físicas y la estructura del interior de la Tierra pueden medirse hoy exactamente con sismógrafos y computadoras electrónicas. Lejos de ser hueca, la Tierra está compuesta de cuatro capas principales: la corteza, el manto, el núcleo y el nucléolo. La corteza de granito y roca basáltica tiene un grosor de 30 a 40 km. (mucho más delgada en las fosas oceánicas). Debajo de la corteza está el manto, que se extiende hacia abajo durante 2 900 km., y es sólida y compuesta de silicatos de magnesio, hierro, calcio y aluminio. Y debajo de esto está el núcleo, que se cree debe estar compuesto principalmente de hierro en estado de fusión.

Finalmente, a una profundidad de unos 5.090 km. está el nucléolo, que es posible que sea sólido como resultado de la congelación del hierro bajo la extraordinaria presión de unas 3.200.000 atmósferas. Aunque muchos detalles no son más que hipótesis en espera de que los avances de la ciencia nos permitan confirmarlas.

El enigma de la foto satelital resuelto
¿Y qué hay del enorme agujero que se podía observar en la fotografía de las regiones árticas? La explicación es ridículamente simple y se le podría haber ocurrido a cualquier niño inteligente que supiera algo sobre la rotación diaria de la Tierra. Por desgracia, los entusiastas de la teoría de la Tierra hueca tomaron dicha fotografía como «prueba» sin antes consultar con nadie mínimamente experto en el asunto.

La fotografía es un mosaico de imágenes de televisión tomadas por el satélite durante 24 horas, que muestran la Tierra desde diversos ángulos. Las imágenes fueron procesadas por una computadora y unidas de modo que formasen una vista total de la Tierra como si el observador se hallase en un punto directamente encima del Polo. Durante esas 24 horas, todos los puntos en las latitudes ecuatoriales y medias recibieron luz solar durante algún periodo de tiempo, y aparecen iluminados en la fotografía compuesta. Pero las regiones cercanas al Polo estaban en ese momento sumidas en la oscuridad permanente del invierno ártico. Por ello hay una área no iluminada en el centro de la foto.

Aún así. Según rumores, lo que sí han fotografiado los satélites han sido Ovnis entrando y saliendo de los polos. Como si en ellos existieran puertas. ¿A donde?  Debajo de nuestros pies, se ocultan muchos misterios…

http://www.bibliotecapleyades.net/tierra_hueca/esp_tierra_hueca_0.htm

La leyenda de la cueva de los Tayos y el mundo intraterrestre del Padre Carlo Crespi

A una altitud aproximada de 800 metros, en una zona montañosa irregular, en las faldas septentrionales de la Cordillera del Cóndor en Ecuador, se sitúa la entrada «principal», o más bien, la entrada «conocida» a este fascinante mundo subterráneo.
Fue en 1969 cuando Juan Moricz, un flemático húngaro nacionalizado argentino, espeleólogo aficionado y experto en leyendas ancestrales, encaró este apasionante misterio del oriente selvático del Ecuador.
Aunque Moricz no era el primero en tropezarse con el intrincado de túneles y galerías subterráneas que dan cobijo a los Tayos (aves nocturnas – imagen inferior – cuyos polluelos son muy codiciados por los indios shuaras), es innegable su valentía y arrojo al haber sido, sin duda, el primero en dar a conocer a nivel mundial la existencia de este sistema intraterrestre.
Cueva de los Tayos
Leyendo tan sólo la acta notarial de su hallazgo, con fecha 21 de julio de 1969, en la ciudad costeña de Guayaquil, a cualquiera se le encrespan los cabellos frente a estas detonantes afirmaciones:
«…he descubierto valiosos objetos de gran valor cultural e histórico para la humanidad. Los objetos consisten especialmente en láminas metálicas que contienen probablemente el resumen de la historia de una civilización extinguida, de la cual no tenemos hasta la fecha el menor indicio…»
Frente a esto, es inevitable pensar en la posible relación entre las planchas que menciona Moricz – halladas en una cámara secreta de la Cueva de los Tayos – con las planchas metálicas de complejos ideogramas que han sido visualizadas en nuestra experiencia de contacto, aquella biblioteca cósmica que los Guías extraterrestres denominaron «El Libro de los de las Vestiduras Blancas».
Veamos a continuación los intrincados de este misterio – que palpita aun en la selva ecuatoriana – y cómo llegó Moricz a descubrir los túneles de esa esquiva humanidad subterránea.
Ubicación y descripción de la Cueva de los Tayos.
A una altitud aproximada de 800 metros, en una zona montañosa irregular, en las faldas septentrionales de la Cordillera del Cóndor, se sitúa la entrada «principal», o más bien, la entrada «conocida» al mundo subterráneo de la Cueva de los Tayos. El acceso consiste en un túnel vertical, una suerte de chimenea con unos 2 metros de diámetro de boca y 63 de profundidad.
El descenso – no apto para cardíacos – se realiza con un cabo y polea. De allí, un verdadero laberinto se abre al explorador por kilómetros de misterio, que deben ser recorridos en la más absoluta oscuridad. Las linternas más potentes son nada ante semejantes galerías donde una catedral entera podría caber.
La Cueva es denominada habitualmente «de los Tayos» debido a que su sistema de cavernas es el hábitat de unas aves nocturnas llamadas Tayos (Steatornis Caripensis), que constituyen la misma especie que se ha hallado en otras cavernas de Sudamérica, como por ejemplo, los «guacharos» en Caripe, Venezuela. El estudio inicial de esta conexión intraterrestre entre especies de aves nocturnas lo abordó detalladamente el sabio alemán Alejandro de Humboldt, en su obra: «Viaje a las Regiones Equinocciales del Nuevo Continente» (1800).
Es sumamente sospechoso que una misma especie de aves ciegas esté diseminada en diversas cavernas de Sudamérica. ¿Será que todos aquellos laberintos intraterrestres no son cavernas aisladas y guardan una conexión?
En las inmediaciones de la Cueva de los Tayos del Ecuador viven los Shuaras, quienes en el pasado fueron conocidos con el nombre «Jíbaro» – denominación despectiva para ellos -, famosos – también en el pasado – por su bravura y el arte de reducir cabezas. Ellos son los primeros exploradores del sistema subterráneo, ya que cada mes de abril bajaban a la cueva para hurtar los polluelos de los Tayos – que son más grandes que una paloma.
Y en medio de esta faena se toparon con una serie de sorpresas. La más resaltante, fue sin duda, el hallazgo de gigantescas huellas sobre bloques de piedra que, por sus ángulos rectos y simetría, sugieren un origen artificial. Moricz recogió estos relatos en su visita al oriente Ecuatoriano, pudiendo comunicarse sin mayor dificultad con los nativos gracias a su dominio del Magiar, un antiquísimo lenguaje húngaro similar al dialecto Shuar. Obviamente, Moricz sabía muy bien a qué blanco apuntar.
Desde 1950 seguía pacientemente la «pista» que lo podría llevar al reino subterráneo. Algunas fuentes, incluso, lo vinculan con una extraña orden esotérica húngaro-germana, hecho que podría explicar el profundo conocimiento esotérico que esgrimía en sus controvertidas entrevistas a los medios de prensa. Sea como fuere, Moricz estuvo en Perú, Bolivia y Argentina buscando estas entradas antes de llegar al Ecuador. En más de una entrevista subrayó lugares como Cusco, el Lago Titicaca y Tierra del Fuego, como los posibles lugares desde donde «se puede descender al reino subterráneo».
Según él, la Cueva de los Tayos es sólo una de las tantas entradas a este mundo perdido, y lo más apabullante: que aun así, estaríamos hablando de un simple «arañazo» al mundo real de estos seres intraterrestres, que yacen a profundidades difíciles de alcanzar por el ser humano.
Las Planchas Metálicas del Padre Crespi.
Pero la cosa no queda allí.
Quizá una de las aseveraciones más inquietantes es la existencia de la presunta biblioteca metálica. De existir, y siempre bajo el testimonio de Moricz, allí encontraríamos registrada la historia de la humanidad en los últimos 250.000 años, una cifra que moviliza a cualquiera.
Un punto a tener en cuenta en relación a estas planchas, nos lleva en línea recta a los extraños objetos que en su momento custodió el padre salesiano Carlo Crespi, en el patio de la Iglesia María Auxiliadora de Cuenca. Los objetos habían sido encontrados por nativos quienes, en acto de amabilidad y gratitud, se los cedieron al padre Crespi para su custodia.
Muchos de estos objetos – por no decir todos – posteriormente fueron robados. Si el padre Crespi aun estuviese con vida, quizá podríamos rastrear el origen exacto de tan enigmáticas piezas que parecían ser muy antiguas, mostrando indiscutibles ideogramas en relieve, una suerte de «código de información» o «escritura».
En 1976, en la primera página de la revista norteamericana Ancient Skies, apareció un revelador artículo del filólogo hindú Dileep Kumar, quien analizando los símbolos que se muestran en una de las piezas del padre Crespi – una lámina aparentemente de oro, de unos 52 cms. de alto, 14 cms. de ancho y 4 cms. de grosor – concluyó que los ideogramas pertenecían a la clase de escritura Brahmi, utilizada en el período Asokan de la historia de la India, hace unos 2.300 años…
Cuatro años más tarde, el doctor Barry Fell – Profesor de Biología de la Universidad de Harvard – identificaba 12 signos de la lámina en cuestión con los propios signos empleados en el Zodíaco.
Y bien, teniendo en cuenta que estos objetos se hallaron en el Ecuador, no era descabellado darle al menos el beneficio de la duda a la biblioteca metálica descubierta por Moricz en la Cueva de los Tayos.
Todo esto no tardaría en atraer la atención de los cazadores de lo misterioso.

Erich Von Däniken y Neil Armstrong.

Y la cosa se puso color de hormiga.
Primero apareció en escena el famoso escritor suizo Erick Von Däniken, quien supo cautivar a Moricz para que le diese material fotográfico y la versión oculta de su hallazgo, hecho que fue espectacularmente explotado en el libro «El Oro de los Dioses» (1974), donde Däniken no sólo se limitó a fantasear con la versión original de la historia, sino, por si fuera poco, sostenía haber ingresado él mismo a la Cueva de los Tayos «en sus sueños» y haber visto con sus propios ojos la biblioteca metálica.
El libro fue un bestseller mundial, vendiendo 5 millones de copias y traducido a 25 idiomas.
Ni un peso para Moricz
El libro, cautivó de manera particular al lector europeo.
«Däniken incluyó fotografías del Archivo Moricz-Peña Matheus que mostraban el interior de las cuevas, e imágenes de la planchas metálicas del Padre Crespi»,
…y fue así como el ingeniero escocés Stanley Hall contacta con Moricz para proponerle una expedición internacional a la Cueva de los Tayos.
Moricz aceptó siempre y cuando él fuese el jefe de la expedición y que ningún objeto hallado en el mundo subterráneo podría ser retirado. Como era de esperarse, Hall no aceptó la propuesta. Inmediatamente desechó la presencia de Moricz en la expedición y se comunicó con el Gobierno de Inglaterra.
Resultado: En julio de 1976 se llevaría a cabo una expedición Ecuatoriano-Británica, con un intimidante personal militar y científico y, para añadir la cereza a la torta, la presencia del astronauta norteamericano Neil Armstrong.
Desde luego, esta no sería la primera incursión del astronauta en un lugar donde «las papas queman». Recordemos tan sólo sus frecuentes visitas a Paysandú, Uruguay, debido a la intensa actividad Ovni en la estancia de la Aurora -popularizada por el escritor brasilero Trigueirinho.
El mismísimo dueño de la estancia donde ocurrieron los hechos, Angel Tonna – con quien tuve la oportunidad de compartir en su casa de Paysandú en 1999 – aun recuerda las visitas de Armstrong quien, además, le confió en su propia estancia de Uruguay que la misión Apolo XI de 1969, enfrentó un encuentro cercano del Tercer tipo en la Luna.

¿Un plan secreto?
Las investigaciones Ecuatoriano-Británicas se desarrollaron por 35 días, instalando un generador de electricidad en el campamento base, a escasos metros de la boca misma de la Cueva, descendiendo a diario a las profundidades para desarrollar sus «investigaciones geológicas y biológicas». Según el informe final, la comisión de estudiosos concluyó que la Cueva de los Tayos no tenía origen artificial, y que no existían indicios de trabajo humano.
Todo lo había hecho la naturaleza…
Una conclusión desconcertante teniendo en cuenta los claros dinteles y bloques de piedra que se pueden encontrar en el sistema intraterreno, muy similares a los que halló, paradójicamente, el equipo de arqueólogos de la expedición a mitad de camino entre el campamento base y la unión del río Coangos con el Santiago. Hallaron un muro megalítico de aproximadamente 4,50 metros de largo por 2,5 metros de alto.
El espeleólogo argentino Julio Goyen Aguado -presente en las primeras expediciones a la Cueva de los Tayos, incluyendo la incursión ecuatoriano-británica- sostenía que la expedición de 1976 fue financiada por la Iglesia Mormona, ya que las planchas metálicas que aludía Moricz recordaban las propias planchas de oro que recibiera el profeta Joseph Smith de manos del ángel Moroni.
Teniendo en cuenta diversas leyendas mormonas apuntan a que los citados registros estarían ocultos actualmente en algún lugar de la cordillera de los Andes, es curioso notar que la zona donde se ubica la Cueva de los Tayos se denomina «Morona», similar al nombre del «enviado» que contactara a Smith. Sea como sea, Aguayo – ya fallecido – sospechaba que Stanley Hall pertenecía a los Servicios Secretos del Reino Unido, además de formar parte de la masonería inglesa, sumamente interesada en encontrar la biblioteca metálica.
Neil Armstrong, y recordemos bien esto, también era masón.
No obstante a todo ello, aunque el tema de la biblioteca metálica ha atraído a muchos buscadores, en verdad este tesoro oculto despistó a quienes se embarcaban en su busca del verdadero secreto del mundo subterráneo: aquellos seres que grabaron las planchas.
A fin de cuentas, el informe de la Expedición echó por tierra el verdadero secreto que yace en la Cueva de los Tayos, mientras a mitad de todo el jaleo, se llevaban cuatro cajas selladas de madera que no permitieron abrir a los shuaras, quienes se sintieron engañados y estafados. Hoy en día recuerdan claramente aquel triste episodio. Los nativos piensan que se llevaron «algo» de las cuevas…
Cuando Neil Amstrong salió de la Cueva de los Tayos – donde permaneció tres días – declaró a los medios de prensa que su visita al mundo subterráneo había superado su vivencia en la Luna (!).

Fuente: bibliotecapleyades.net