Archivo de la categoría: HISTORIA

La historia eternamente reescrita:

Ya comentamos la dificultad inherente al ser humano, de percibir la dimensión temporal de la realidad, de percibir los procesos y no simplemente los estados.

La historia es siempre un relato, parcial y sesgado, de lo que ha ocurrido en un periodo de tiempo. Adopta inevitablemente el punto de vista de alguien concreto, de un narrador, un cronista, que tiene que ser extremadamente cuidadoso para no volcar en el relato sus impresiones, ideas y creencias particulares.

La objetividad absoluta en un relato es imposible, de la misma manera que es imposible eliminar la subjetividadcuando se interpretan unos hechos, unos textos, unas palabras …etc. La historia debe estudiarse siempre desde un espíritu crítico, pues el narrador puede haber omitido (intencionalmente o no) detalles importantes, que pueden modificar totalmente la interpretación de unos hechos.
«El diablo está en los detalles»

Por ejemplo, un historiador de prestigio devoto de una religion que condena el consumo de alcohol, quizá evitará mencionar en sus textos que ciertos jefes políticos y religiosos de su pueblo bebían vino y disponían de harenes de mujeres. Estas realidades, que en su tiempo eran moneda común, ya no son aceptables por la corriente mayoritaria y por este motivo un historiador «oficial» tendrá buen cuidado de no mencionarlas, o en todo caso, de hacerlo de modo velado.

Dicho esto, la historia debe ser escrita por alguien, y las sociedades deben llegar a un acuerdo sobre el relato oficial que satisfaga a todas las sensibilidades o, al menos, a la mayor parte de ellas. Esta historia se utiliza después para explicarnos a nosotros mismos y a los demás quienes somos y de dónde venimos. Toda sociedad y toda organización necesita un relato consensuado y verosímil sobre su historia.

Cuando la sociedad era mayoritariamente analfabeta y la escritura una habilidad minoritaria, el relato míticotenía una gran importancia. Su función era retener lo esencial de una situación y transmitirlo con eficacia a las generaciones futuras. Tengamos en cuenta también que muchas veces, la historia mítica fue escrita por los vencedores y por las clases dominantes, instruidas. En una entrada posterior hablaremos de la importancia del poder simbólico y el relato mítico.

Muchos relatos históricos, como los nacionalismos, incorporan graves sesgos:

  • Intentan construir un relato mítico de una arcadia que, en realidad, nunca existió.
  • Promueven la xenofobia y el desprecio por el que es diferente, simplemente por serlo.
  • Manipulan la historia real y la memoria de la gente.
  • Interpretan los hechos atribuyéndoles significados que no tienen, y que jamás estuvieron en la mente de los autores originales.
  • El deslizamiento semántico, que hace que palabras y expresiones que originalmente significaban una cosa, pasen a ser interpretadas de forma diferente o incluso contraria al sentido original.
  • Y el anacronismo, quizá el error más frecuente,que consiste en obviar el contexto original de los hechos e interpretarlos desde el punto de vista de un observador actual.

Desde que la alfabetización es mayoritaria y, sobre todo desde que el acceso al material escrito y audiovisual se ha generalizado, existe una gran cantidad de fuentes históricas que se pueden consultar y las tentaciones de manipulación de la historia son menores. Hay muchos más «historiadores» y, por tanto, muchas más «versiones»de los mismos hechos.

Actualmente, todos podemos convertirnos en «cronistas oficiales» de una realidad.

Resulta de gran utilidad una mirada externa, que incorpora la distancia necesaria, una perspectiva más global y un desapasionamiento.

«Cuando un hombre defiende una idea, se está defendiendo también a sí mismo»

Curiosamente, muchas veces el pasado más inmediato es un gran desconocido.

  • Tras periodos turbulentos y de degradación social y moral, hay una fuerte tentación de «correr un velo tupido» sobre ciertas realidades desagradables y poco edificantes, es decir, «hacer borrón y cuenta nueva».
  • Tambien se tiende a olvidar el contexto de estos hechos, y se cae en el grave error de descontextualizarlos.
  • Tengamos también en cuenta el efecto de dulcificación de los recuerdos que ocurre en las personas a medida que envejecen, y la propia tendencia inconsciente a reescribirlos continuamente, lo que puede llevar a deformaciones importantes en los mismos. La tendencia a la autoindulgencia y la autojustificación (para evitar disonancias cognitivas y tratar de suprimir recuerdos dolorosos) nos puede llevar al error de la nostalgia (literalmente, «dolor de regresar»), de concluir que «cualquier tiempo pasado fue mejor».
  • El recuerdo está, además, fuertemente ligado al sistema límbico y tiene, por tanto, una componente emocional inseparable, susceptible de ser manipulada. Reordamos mejor los hechos ligados a emociones intensas
  • La historia está, quizá, condenada a ser reescrita, o al menos, revisada continuamente.

En relación a esto, comenta con inquietud Orwell en una de sus cartas:

«Ya de joven me había fijado en que ningún periódico cuenta nunca con fidelidad cómo suceden las cosas, pero en España vi por primera vez noticias de prensa que no tenían ninguna relación con los hechos, ni siquiera la relación que se presupone en una mentira corriente.
 (…) 
En realidad vi que la historia se estaba escribiendo no desde el punto de vista de lo que había ocurrido, sino desde el punto de vista de lo que tenía que haber ocurrido según las distintas «líneas de partido». 
(…) 
Estas cosas me parecen aterradoras, porque me hacen creer que incluso la idea de verdad objetiva está desapareciendo del mundo. A fin de cuentas, es muy probable que estas mentiras, o en cualquier caso otras equivalentes, pasen a la historia. ¿Cómo se escribirá la historia de la Guerra Civil Española?
(…) 
Sin embargo, es evidente que se escribirá una historia, la que sea, y cuando hayan muerto los que recuerden la guerra, se aceptará universalmente. Así que, a todos los efectos prácticos, la mentira se habrá convertido en verdad. 
(…) 
El objetivo tácito de esa argumentación es un mundo de pesadilla en el que el jefe, o la camarilla gobernante, controla no sólo el futuro sino también el pasado. Si el jefe dice de tal o cual acontecimiento que no ha sucedido, pues no ha sucedido; si dice que dos y dos son cinco, dos y dos serán cinco. Esta perspectiva me asusta mucho más que las bombas, y después de las experiencias de los últimos años no es una conjetura hecha a tontas y a locas.»

El mal como tema de estudio y análisis.

PD: la ponerología, que es la teoría o estudio de cómo se gesta y se desarrolla la maldad en las personas, en las organizaciones y en las sociedades.

El concepto de ponerología se atribuye al psiquiatra polaco Andrzej Lobaczewski, que realizó un interesante trabajo de síntesis de aportaciones diversas que, sobre este tema, hizo un grupo de psiquiatras de la Europa del Este durante la época de la dominación soviética.
Más concretamente, ponerología es el nombre dado por Lobacewski y sus colegas al:
«estudio interdisciplinario de las causas de períodos de injusticia social»
 
Lobaczewski y su generación fueron los últimos en recibir formación académica no influenciada por la ideología soviética.
Con posterioridad a la dominación soviética, la psiquiatría enseñada en las universidades se basó en conceptos pavlovianos, superficiales y en ocasiones poco científicos, y se prohibió el estudio de la genética y la psicopatía.
Según Lobaczewski, el gran error que impide a las sociedades humanas entender y contrarrestar a tiempo la génesis de la maldad y la injusticia está en el enfoque moralista sobre la maldad, un enfoque que considera superficial, ya que no va a las auténticas causas y que, además, suele ser «forense«, es decir, actúa a tiempo pasado, cuando el daño ya se ha hecho y la situación ha escapado de control.
En lugar de ello, propone un enfoque científico y sistemático para identificar los episodios precoces y así poder actuar a tiempo.
Este enfoque, desprovisto de connotaciones históricas, culturales o geográficas es, sin duda, su gran aportación. Precisamente  algunas de las aportaciones más originales de Lobacewski radican en la identificación y el estudio de ciertos seres «anormales» (psicópatas, pero también esquizoides y caracterópatas) y el papel fundamental que parecen desempeñar en la génesis y la expansión del mal durante los periodos más oscuros de la historia de la humanidad.
Para Lobaczewski, el verdadero tesoro de las sociedades humanas es la gente normal, que constituye la inmensa mayoría de la población, y es la artífice de la paz, la confianza, la creatividad y la felicidad de los demás.
En las próximas entradas de este blog iremos desgranando, describiendo y analizando los caracteres que intervienen y los fenómenos que contribuyen y desarrollan la ponerogéneris y su extremo: la patocracia.

http://teoriamal.blogspot.com.es/

«Siento pena por Hillary Clinton» , dice Assange en entrevista exclusiva

Hoy, por cortesía de Dartmouth Films, RT muestra la versión completa de la entrevista a Julian Assange realizada por el periodista australiano John Pilger. El fundador de Wikileaks revela a quién representa Hillary Clinton en estas elecciones presidenciales en EE. UU. y quiénes formaron en realidad el gobierno de Obama. Además, Assange cuenta quién financia el Estado Islámico según lo muestran las revelaciones de Wikileaks y por qué Occidente no desea hablar de sus presos políticos.

Las misas negras de La Voisin: la adivina asesina de la corte de Luis XIV

Portada - Grabado en el que aparece un retrato de Catherine Deshayes, “La Voisin”. (Misterios en la Red/CC BY NC SA 3.0)

Catherine Monvoisin fue una mujer con una oscura historia. Su vida influyó en el mundo de lo oculto y en la corte de Luis XIV, el famoso rey francés cuyo palacio dorado le reportó fama inmortal e innumerables amantes. Los dones espirituales de Catherine la convirtieron en una mujer rica y poderosa, pero cuando la vida de la dama conocida como La Voisin se cruzó con intrigas y escándalos de la corte real francesa, fue imposible que su historia tuviera un final feliz.

¿Una mujer sin igual?

Catherine Deshayes nació en torno al año 1640. Cuando era joven se casó con Antoine Monvoisin. Monvoisin era dueño de una joyería en París, pero la vida no le trajo buena suerte en los negocios. Acabó arruinado, de modo que su esposa decidió tomar las riendas de la economía familiar. Debió ser una mujer cultivada, ya que poseía ciertos conocimientos médicos. Fue asimismo comadrona, asistiendo además a las mujeres que querían abortar.

Aparte de esto, Catherine se hizo famosa en la ciudad como talentosa vidente y adivina. Finalmente, estos dones la llevarían a convertirse en uno de los personajes más misteriosos y fascinantes del París de la segunda mitad del siglo XVII.

Grabado del siglo XVII en el que aparece un retrato de Catherine Deshayes sostenido por un diablo alado. (Public Domain)

Grabado del siglo XVII en el que aparece un retrato de Catherine Deshayes sostenido por un diablo alado. (Public Domain)

Las dotes espirituales de Catherine despertaban cada vez más admiración, especialmente cuando aseguraba que sus poderes eran un don de Dios. Contaba a la gente que recibió su don con nueve años de edad. Catherine también estudió muchas otras disciplinas y obtuvo algunos conocimientos de fisiología. Sin embargo, basaba sus actividades médicas en la información que obtenía de leer cara y manos, así como de la adivinación del futuro.

Cuando Catherine fue lo suficientemente rica como para ello, creó una atmósfera mística especial en su lugar de trabajo. Sabemos que gastó 1.500 libras francesas para comprar una túnica de terciopelo rojo carmesí con águilas bordadas en hilo de oro. Gastaba importantes cantidades de dinero en su imagen, pero la inversión le salía a cuenta al aumentar consecuentemente el número de sus clientes.

En 1665, un sacerdote de la orden de San Vicente de Paúl y la Congregación de la Misión puso en duda sus poderes. Pero Catherine, conocida ya entonces como “La Voisin”, era inteligente, y compareció ante los profesores de la Universidad de La Sorbona para explicarles cómo funcionaban sus dones. Quedó en libertad gracias a su habilidad retórica y a su impresionante actuación frente a quienes la criticaban. Con el tiempo, fue perfeccionando sus rituales y añadió la misa negra a su repertorio: en ella se utilizaba un “altar viviente” (generalmente una mujer joven) para rendir culto a los espíritus.

Catherine Monvoisin y el sacerdote Étienne Guibourg realizan una misa negra para Madame de Montespan, amante del rey de Francia Luis XIV. Supuestamente Madame de Montespan sería la mujer desnuda que se observa sobre el altar. Grabado de Henry de Mavost (1895). (Public Domain)

Catherine Monvoisin y el sacerdote Étienne Guibourg realizan una misa negra para Madame de Montespan, amante del rey de Francia Luis XIV. Supuestamente Madame de Montespan sería la mujer desnuda que se observa sobre el altar. Grabado de Henry de Mavost (1895). (Public Domain)

Los poderes de una bruja

Muy pronto, La Voisin se hizo muy popular en la corte de Luis XIV. Muchos personajes importantes acudían a ella para pedirles ayuda, consejo y tratamientos médicos secretos. Algunos de sus clientes fueron: François Henri de Montmorency-Bouteville, (Duque de Luxemburgo), Françoise-Athénaďs de Rochechouart Montespan, (Marquesa de Montespan y amante del rey), Olympe Mancini (Condesa de Soissons), su hermana Marie Anne Mancini (Duquesa de Bouillon), y la Condesa de Gramont (conocida como “La Belle Hamilton”).

Catherine Monvoisin era lo suficientemente inteligente como para salir airosa de muchas de las críticas y presiones de las que era objeto. Pero al implicarse en una conjura que supuso uno de los mayores escándalos de la corte de Luis XIV, su vida corrió peligro.

Retrato de Madame de Montespan. (1640-1707) (Public Domain)

Retrato de Madame de Montespan. (1640-1707) (Public Domain)

Todo comenzó cuando La Voisin fue contratada por Madame de Montespan para realizar misas negras. En 1667, se empezaron a celebraron estas ceremonias en una casa de la Rue de la Tanniere. Se desconoce si el rey asistía a estos ritos, aunque algunos rumores apuntaban a que su poder provenía del diablo. Un testigo de esta misas negras sugirió que Montespan estaba intentando
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Los 8 presidentes de Estados Unidos que murieron ejerciendo su cargo

http://www.scoopnest.com/es/user/T13/795038235168833536

John Fitzgerald Kennedy con su esposa.Image copyrightGETTY IMAGES
Image captionJohn Fitzgerald Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963.

Ser una de las personas más poderosas del planeta es más peligroso de lo que uno podría creer.

Cuando cada vez falta menos para la elección que definirá al próximo presidente de Estados Unidos (el número 45), te recordamos quiénes fueron los mandatarios a los que el cargo les costó la vida.

Cuatro presidentes de ese país fueron asesinados mientras estaban en funciones y otros cuatro murieron por cuestiones de salud ejerciendo el cargo.

Además, nueve mandatarios estadounidenses sobrevivieron a atentados contra su vida.

Es un oficio de alto riesgo.

Tiempos violentos

Abraham Lincoln fue el primer presidente del Partido Republicano.

Gobernó entre marzo de 1861 y el 14 de abril de 1865, cuando recibió un disparo en la cabeza de parte de John Wilkes Booth, un simpatizante del sur.

Lincoln había tenido un importante papel en la lucha contra los secesionistas del sur conocidos como Estados Confederados de América en la Guerra Civil (1861-1865).

Escena de la muerte de Abraham LincolnImage copyrightGETTY IMAGES
Image captionLincoln fue asesinado por un simpatizante secesionista.

Si bien la guerra secesionista se produjo por diversos factores, entre ellos los modos de producción del norte (industrial) y el sur (agrario), el símbolo de la confrontación fue la abolición o no de la esclavitud.

Lincoln había hecho del abolicionismo su bandera. Así logró que Estados Unidos no se dividiera.

16 años después del fin de la guerra y el asesinato de Lincoln, otro mandatario republicano recibiría balazos.

Se trata de James Garfield, quien apenas gobernó entre el 4 de marzo y el 19 de septiembre de 1881.

Charles Guiteau, un abogado desempleado le disparó dos veces.

La historia cuenta que el atentado se debió a que Garfield no quiso darle un puesto de trabajo.

Lo irónico del caso fue que los tiros no fueron fatales.

Garfield murió porque le abrieron una de sus heridas para encontrar la bala y finalmente le provocaron una infección y hemorragias internas.

Estuvo más de 10 semanas convaleciente desde el atentado hasta su fallecimiento.

Matar a William

El tercer presidente asesinado en la historia de Estados Unidos fue William McKinley, también un republicano.

Gobernó entre 1897 y 1901. En 1900 había resultado reelecto y le quedaban tres años de mandato.

El 5 de septiembre de 1901, el anarquista Leon Czolgosz descargó su revólver contra el mandatario en mitad de una exposición en la ciudad de Buffalo, Nueva York.

Los restos de McKinley en su funeralImage copyrightGETTY IMAGES
Image captionUn anarquista escondió un arma en su gabardina para asesinar a McKinley.

McKinley sobrevivió algunos días, pero los disparos le habían lesionado órganos vitales.

Czolgosz fue sentenciado y condenado.

Durante el juicio, admitió que su intención era matar a William McKinley y dijo que no se arrepentía.

«Yo maté al presidente porque era un enemigo de la gente buena, los buenos trabajadores. No siento remordimiento por mi crimen», afirmó el anarquista.

JFK

El 22 de noviembre de 1963 se recuerda la fecha del asesinato de John Fitzgerald Kennedy.

La versión oficial atribuye el magnicidio al francotirador Lee Harvey Oswald,quien a su vez fue asesinado dos días después de ser detenido.

Pero más de 50 años después, muchos defienden que no existe certidumbre sobre los motivos de su asesinato y no se sabe a ciencia cierta quién disparó el arma que acabó con la vida del demócrata.

JFK fue el presidente número 35 de Estados Unidos y su mandato empezó el 20 de enero de 1961.

Le tocó sobrellevar uno de los momentos de mayor tensión de la Guerra Fría recordado como «la crisis de los misiles» de 1962.

Edición extra de un diario reportando la muerte de Kennedy.Image copyrightGETTY IMAGES
Image captionNumerosas teorías se han planteado sobre las razones del asesinato de Kennedy.

Un año antes, Kennedy autorizó la invasión de la Bahía de Cochinos a Cuba, protagonizada por cubanos anticastristas.

Ambos episodios alimentaron las numerosas teorías existentes sobre el asesinato de Kennedy.

Entre las múltiples hipótesis que se acumularon en más de cinco décadas aparecen involucrados Richard Nixon, Lyndon B. Johnson, la CIA, cubanos anticastristas, la mafia e incluso el gobierno israelí.

Al menos 15 libros se han escrito con investigaciones sobre el asesinato de JFK.

Los sobrevivientes

Nueve presidentes estadounidenses corrieron con mejor suerte.

Sobrevivieron a los atentados que fueron perpetrados contra ellos.

Ellos son Andrew Jackson en 1835; Theodore Roosevelt, en 1912; Franklin Delano Roosevelt, en 1945; y Harry Truman, en 1950.

Richard Nixon es otro de los sobrevivientes, en 1974, al igual que Gerald Ford (1975), Jimmy Carter (1979) y Ronald Reagan en 1981.

Atentado contra Ronald ReaganImage copyrightGETTY IMAGES
Image captionRonald Reagan sobrevivió por la rápida intervención médica que recibió.

Éste último recibió un balazo que le perforó el pulmón el 30 de marzo de 1981.

Llevaba menos de tres meses en el cargo.

Sobrevivió gracias a la rápida intervención médica a la que fue sometido.

Su atacante, John Hinckley, afirmó que intentó asesinar a Reagan para llamar la atención de la famosa actriz Judie Foster.

Por causas naturales

A cuatro presidentes les flaqueó la salud mientras ejercían su mandato.

William Henry Harrison falleció por problemas pulmonares en 1841,

Zachary Taylor de una enfermedad gastrointestinal aguda en 1850, Warren G. Harding murió de un infarto en 1923.

Franklin Delano Roosevelt sufrió una hemorragia cerebral el 12 de abril de 1945. Horas antes de morir, el entonces presidente había avisado que sufría fuertes dolores de cabeza.

No alcanzó a ver el final de la Segunda Guerra Mundial en la que había tenido un papel tan importante.

La verdadera leyenda de la bruja de Blair: los hechos que dieron pie a la famosa maldición

http://www.ancient-origins.es/

Si cualquiera de nosotros escucha hablar sobre la bruja de Blair, seguro que le vienen a la mente algunas imágenes de aquella película de terror, estrenada en el año 1999 con un bajísimo presupuesto de producción, dirigida por Daniel Myrick y Eduardo Sánchez y que tanto éxito cosechó por entonces en todo el mundo. Sin embargo, Sánchez y Myrick se basaron en una leyenda surgida en torno a una mujer que muchos afirman que fue real: Elly Kedward. ¿Qué sucedió con Elly para que la tachasen de bruja? ¿Qué terribles sucesos han ocurrido en los últimos 300 años en ciertos bosques de Maryland, Estados Unidos? ¿Cuál es el origen de tan famosa maldición?

Parece ser que los orígenes de la leyenda comienzan en Maryland, en los bosques de Black Hills, un lugar en el que, según narran las tradiciones de la zona, ni siquiera las tribus de nativos americanos se atrevían a entrar. Tanto es así, que en torno al año 1630, el coronel Nathaniel Blair dirigió una expedición para recorrerlo, con el fin de encontrar un lugar idóneo para la construcción de un fuerte. Nathaniel pidió ayuda a una tribu de aquella zona y como respuesta lo que hicieron fue sabotear su expedición. A pesar de ello, Blair y sus hombres construyeron el fuerte que bautizaron con el apellido del coronel y que, con el paso de los años, iría creciendo hasta convertirse, en 1634, en la ciudad de Blair.

Pese a que los nativos americanos se negaron a adentrarse en el bosque, el coronel Blair y sus hombres, construyeron un fuerte en los bosques de Black Hills. (Ken Mayer/CC BY-SA 2.0)

Pese a que los nativos americanos se negaron a adentrarse en el bosque, el coronel Blair y sus hombres, construyeron un fuerte en los bosques de Black Hills. (Ken Mayer/CC BY-SA 2.0)

Distintas historias narran que 150 años después, en torno al año 1785, una vecina de Blair llamada Elly Kedward, inmigrante de origen irlandés, fue acusada por varios niños de practicar la brujería. Los pequeños afirmaron que los había arrastrado a la fuerza hasta su casa con la intención de beber su sangre. El temor se desencadenó entonces por toda la población, y Elly Kedward fue condenada por brujería y desterrada de Blair para siempre. Atada a una carreta, fue abandonada en los bosques, durante el crudo invierno.

Pasaron los días y la población de Blair respiró tranquila al creerla muerta a causa del frío o de las bestias salvajes que poblaban aquellas montañas. Sin embargo, 3 de los niños, acompañados por sus perros regresaron al bosque para comprobar si realmente había fallecido y, para su sorpresa, se toparon con que la supuesta bruja seguía viva. Entonces, los chicos ordenaron a sus perros que remataran el trabajo, mordiéndola, mientras ellos la apaleaban con ramas de los árboles. Estando moribunda decidieron soltarla de la carreta y colgarla de un árbol hasta que Elly Kedward expiró. Será a partir de entonces cuando comiencen a suceder numerosos fenómenos extraños en los bosques de Black Hills.

Elly Kedward fue acusada por varios niños de haberlos arrastrado a la fuerza hasta su casa con la intención de beber su sangre. (Collin Knopp-Schwyn e Immanuel Giel/CC BY-SA 3.0)

Elly Kedward fue acusada por varios niños de haberlos arrastrado a la fuerza hasta su casa con la intención de beber su sangre. (Collin Knopp-Schwyn e Immanuel Giel/CC BY-SA 3.0)

Así, un año más tarde, en noviembre de 1786,  cuentan que desapareció la mitad de los niños del pueblo, incluidos los tres que mataron a Elly. Ninguno de ellos fue encontrado, ni vivo ni muerto. Ante el temor de que dichas desapariciones se debieran a la intervención de fuerzas maléficas y a la existencia de una maldición, los vecinos del lugar abandonaron Blair y juraron no volver a pronunciar más el nombre de Elly Kedwards. Sin embargo, en 1809 apareció un libro llamado «Blair Witch Cult«, («El culto a la bruja de Blair»). Este libro, insólita obra de ficción de muy poca calidad, cuenta la historia de una aldea maldita por una bruja. El pueblo es Blair y la bruja, Elly Kedwars. Sin embargo, en este relato se da caza a la bruja, quien es quemada por sus crímenes.

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¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa?

http://old.sinpermiso.info/articulos/ficheros/5revrus.pdf

? Hay varias razones que hacen necesario que estudiemos de nuevo la historia de la revolución rusa. La primera de ellas, que nos hace falta hacerlo para dar sentido a la historia global del siglo XX. Una historia que, tal como la podemos examinar ahora, desde la perspectiva de los primeros años del siglo XXI, nos muestra un enigma difícil de explicar. Si utilizamos un indicador de la evolución social como es el de la medición de las desigualdades en la riqueza, podemos ver que el siglo XX comienza en las primeras décadas con unas sociedades muy desiguales, donde la riqueza y los ingresos se acumulan en un tramo reducido de la población. Esta situación comienza a cambiar en los años treinta y lo hace espectacularmente en los cuarenta, que inician una época en que hay un reparto mucho más equitativo de la riqueza y de los ingresos. Una situación que se mantiene estable hasta 1980: es la edad feliz en que se desarrolla en buena parte del mundo el estado del bienestar, un tiempo de salarios elevados y mejora de los niveles de vida de los trabajadores, en el que un presidente norteamericano se propone incluso iniciar un programa de guerra contra la pobreza. Todo esto se acabó en los años ochenta, a partir de los cuales vuelven a crecer los índices de desigualdad, que superan los del inicio del siglo, hasta llegar a un punto que ha llevado a Credit Suisse a denunciar hace pocos meses que el setenta por ciento más pobre de la población del planeta no llega hoy a tener en conjunto ni el tres por ciento de la riqueza total, mientras el 8’6 por ciento de los más ricos acumulan el 85 por ciento. ¿Qué ha pasado que pueda explicar esta evolución? Thomas Piketty sostiene que la desigualdad ha sido una característica permanente de la historia humana. Os leo sus palabras: «En todas las sociedades y en todas las épocas la mitad de la población más pobre en patrimonio no posee casi nada ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info (generalmente apenas un 5% del patrimonio total), la décima parte superior de la jerarquía de los patrimonios posee una neta mayoría del total (generalmente más de un 60% del patrimonio total, y en ocasiones hasta un 90%)». La desigualdad de los patrimonios, que se traduce en una desigualdad de los ingresos, marca, según Piketty, el curso entero de la historia, en la que las tasas de crecimiento de la población y de la producción no han pasado generalmente del 1% anual, mientras el «rendimiento puro» del capital se ha mantenido entre el 4% y el 5%. Estas consideraciones le llevan a una interpretación formulada rotundamente: «Durante una parte esencial de la historia de la humanidad el hecho más importante es que la tasa de rendimiento del capital ha sido siempre menos de diez a veinte veces superior a la tasa de crecimiento de la producción y del ingreso. En eso se basaba, en gran medida, el fundamento mismo de la sociedad: era lo que permitía a una clase de poseedores consagrarse a algo más que a su propia subsistencia». Que es tanto como decir que la civilización, la ciencia y el arte son hijos de la desigualdad. Después habría venido, en el siglo XX, una etapa en la que las reglas del juego parecían estar cambiando, como consecuencia sobre todo, sostiene, de las destrucciones causadas por las dos guerras mundiales y por las conmociones sociales, que llevaron a ese mínimo de la desigualdad que se ha producido entre 1945 y 1980. Pero la normalidad se restableció a partir de los años ochenta, hasta llegar a la extrema desigualdad actual. De este hecho arranca su previsión de que en el transcurso del siglo XXI, es decir hasta 2100, el crecimiento de la producción será apenas de un 1,5 por ciento y nos encontraremos en una situación en que la superioridad de los rendimientos del capital volverá a ser como antes y se habrá restablecido la normalidad. Todo lo que termina con una conclusión pesimista: «No hay ninguna fuerza natural que reduzca necesariamente la importancia del capital y de los ingresos procedentes de la propiedad del capital a lo largo de la historia». Ahora bien, yo he vivido en esta edad anterior a 1980 en que éramos muchos, yo diría que muchos millones en todo el mundo, los que pensábamos que las reglas del juego estaban cambiando permanentemente en favor de un reparto más justo de la riqueza, y que valía la pena esforzarse para seguir avanzando en esta dirección. Es por eso que me niego personalmente a aceptar que lo que pasó en este medio siglo de mejora colectiva fuera simplemente un accidente, y pienso que hay que examinar de cerca los acontecimientos del período que va de 1914 a 1980, introduciendo en el análisis los factores políticos que carecen por completo el libro de Piketty, donde, por poner un ejemplo, la palabra «sindicatos» aparece una sola vez (en la página 471 de la edición original francesa). Esta otro tipo de exploración de la evolución de la desigualdad en el siglo XX, en clave política, debe comenzar forzosamente por el gran cambio que representó la revolución rusa de 1917. ¿Por qué digo un «gran cambio»? En 1917 había una larga tradición de luchas obreras encaminadas a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, y existía una amplia tradición en apoyo del «socialismo», aunque sólo un intento de aplicarlo a la realidad había ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info llegado a cuajar, el de la Commune de París de 1871, que duró poco más de dos meses y nos dejó como legado un himno, la Internacional, que anunciaba que «el mundo cambiará de base». Pero la verdad era que, desde finales del siglo XIX, tanto la lucha de los sindicatos como la actuación política de los partidos llamados socialistas o socialdemócratas había renunciado a los programas revolucionarios para dedicarse a la pugna por la mejora de los derechos sociales dentro de los marcos políticos existentes, con voluntad de reformarlos, pero no de derribarlos. El caso del SPD alemán, del partido socialdemócrata que podía considerarse como legítimo heredero de Marx y de Engels, es revelador. En los años anteriores al inicio de la Primera Guerra Mundial era el partido que tenía más diputados en el parlamento alemán, contaba con más de un millón de afiliados y con un centenar de periódicos, pero no se proponía hacer la revolución, sino que aspiraba a obtener un triunfo parlamentario que le permitiera reformar y democratizar el estado. De modo que, cuando se produjo la declaración de guerra, los socialistas votaron los créditos y procuraron mantener la paz social, aconsejando a los trabajadores que, mientras durase la guerra, dejaran de lado las huelgas y los conflictos. Situados en esta perspectiva no cuesta entender que lo que pasó en Rusia en el transcurso de 1917 significara una ruptura, un paso adelante inesperado, que mostraba que un movimiento surgido de abajo, de la revuelta de los trabajadores y de los soldados, podía llegar a hacerse con el control de un país y hacerlo funcionar de acuerdo con unas reglas nuevas. Porque lo más innovador de este movimiento fue que, desde los primeros momentos, desde febrero -o marzo, según nuestro calendario- de 1917 no actuaba solamente a partir de un parlamento, sino que se basaba en un doble poder, una parte esencial del cual la formaban los consejos de trabajadores, soldados y campesinos, que comenzaron entonces a construir una especie de contraestado. Añadamos a esto que el proceso aceleró rápidamente, sobre todo por iniciativa de Lenin, que proponía renunciar al programa de una asamblea constituyente, es decir, el sistema parlamentario burgués donde todo contribuía, decía él, a establecer «una democracia sólo para los ricos «- y pasar directamente a otra forma de organización en que el poder debía estar en manos de consejos elegidos desde abajo, con una etapa transitoria de dictadura del proletariado – porque no era previsible que los privilegiados del viejo sistema aceptaran su desposesión sin resistencias- que llevaría finalmente a establecer una sociedad sin estado y sin clases. Para los millones de europeos en 1917 estaban combatiendo en los campos de batalla, y que habían descubierto ya que esa guerra no se hacía en defensa de sus intereses, la imagen de lo que estaba pasando en Rusia era la de un régimen que había liquidado la guerra de inmediato, que había repartido la tierra a los campesinos, que otorgaba a los obreros derechos de control sobre las empresas y que daba el poder a consejos elegidos que debían ejercer de abajo arriba. ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info El nuevo emperador de Austria-Hungría, Carlos I, le escribía el 14 de abril de 1917 al Kaiser: «Estamos luchando ahora contra un nuevo enemigo, más peligroso que las potencias de la Entente: contra la revolución internacional». Carlos -que, por cierto, fue beatificado en 2004 por el papa Woytila- había sabido entender la diferencia que representaba lo que estaba pasando en Rusia: se había dado cuenta de que aquel era un enemigo «nuevo», que no había que confundir con lo que significaban las revueltas, manifestaciones y huelgas que se habían producido, y seguían produciéndose en aquellos momentos, en Austria y Alemania. Porque es verdad que en los dos países se estaban produciendo tantos movimientos de protesta que hicieron nacer entre los bolcheviques rusos la ilusión, totalmente equivocada, de que la revolución se podía extender fácilmente en la Europa central. No llegó a haber una revolución ni siquiera en Alemania, que era donde parecía más inminente. Pero el miedo de que pudiera producirse fue lo que explica que a principios de noviembre de 1918 los jefes militares alemanes decidieran que habían de acabar la guerra para poder destinar las fuerzas a aplastar la revolución. Fueron los militares los que, ante la necesidad de satisfacer las exigencias que el presidente norteamericano Wilson ponía para negociar la paz, destituyeron el emperador y optaron por pasar el poder a un gobierno integrado por socialistas, con la condición, pactada previamente entre los jefes del ejército y el del Partido socialista, Friedrich Ebert, que «el gobierno cooperará con el cuerpo de oficiales en la supresión del bolchevismo». Los temores de los militares tenían suficiente fundamentos, ya que parecía que si en algún lugar podía repetirse la experiencia soviética era en la Alemania de noviembre y diciembre de 1918, cuando en Baviera y Sajonia se proclamaban «repúblicas socialistas», y en Berlín se reunía un congreso de los representantes de los Consejos de trabajadores y de soldados de Alemania donde, entre otras cosas, se reivindicaba que la autoridad suprema del ejército pasara a manos de los consejos de soldados y que se suprimieran los rangos y las insignias. La gran victoria de Friedrich Ebert fue conseguir que el congreso de los consejos aceptara la inmediata elección de unas cortes constituyentes, que permitieron asentar un gobierno de orden y desvanecieron la amenaza de una vía revolucionaria. Mientras tanto los Freikorps, unos cuerpos paramilitares de voluntarios reclutados por los jefes del ejército, que estaban integrados por soldados desmovilizados, estudiantes y campesinos, dirigidos por tenientes y capitanes, y que actuaban con el apoyo del ministro de Defensa, el socialista Gustav Noske, hacían el trabajo sucio de liquidar la revolución. Comenzaron reprimiendo a sangre y fuego un intento prematuro de revuelta que tuvo lugar en Berlín el 5 de enero de 1919, y que terminó con el asesinato de Karl Liebknecht y de Rosa Luxemburgo, y siguieron luego disolviendo violentamente los consejos de trabajadores y de soldados y liquidando la república soviética de Baviera. No se suele destacar lo suficiente la importancia que tuvo este movimiento contrarrevolucionario que se extendió por Alemania, Austria, Hungría y los países bálticos, con la estrecha colaboración de unos dirigentes ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info políticos que estaban movidos por un terror obsesivo de la revolución rusa. Quizás os sirva para valorarlo saber que estos cuerpos llegaron a contar entre 250.000 y 400.000 miembros. La revolución quedó así aislada en Rusia, lo que no preocupaba demasiado. Ingleses y franceses se cansaron pronto de apoyar a los ejércitos blancos que luchaban contra los soviéticos y lo dejaron correr, preocupados por reacciones como la revuelta de los marineros de la flota que los franceses habían enviado el mar Negro. Lo que realmente les preocupaba era la posibilidad de que el ejemplo soviético se extendiera a sus países: temían sobre todo el contagio. El malestar de los años que siguieron al fin de la Gran Guerra en Francia, en Inglaterra (donde en 1926 se produjo la primera huelga general de su historia), en España (donde de 1918 a 1921 se desarrolla lo que se llama habitualmente el «trienio bolchevique») o en Italia (con las ocupaciones de fábricas de 1920) no llevó a ninguna parte a movimientos revolucionarios que aspiraran a tomar el poder. En Italia, por ejemplo, tanto el partido socialista como el sindicato mayoritario se negaron a apoyar actuaciones encaminadas a la toma del poder. De esta manera la ocupación de las fábricas no podía llevar más allá de la obtención de algunas concesiones de los patrones. Pero el miedo a la revolución «à la rusa» estaba muy presente en el imaginario de los dirigentes de la Europa burguesa, y los sindicatos aprendieron pronto a usarla para negociar con mayor eficacia las condiciones de trabajo y los salarios. Las mejoras en el terreno de la desigualdad que se fueron consiguiendo posteriormente, desde la década de los treinta, no se explicarían suficiente sin el pánico al fantasma soviético. Cuando la crisis mundial creó una situación de desempleo y de pobreza extremas, se recurrió a dos tipos diferentes de soluciones. En países donde la amenaza parecía más grande, como eran Italia y Alemania, los movimientos de signo fascista comenzaron disolviendo los partidos y sindicatos izquierdistas violentamente. En el caso de Alemania, Hitler repitió en 1934 el pacto con el ejército que Ebert había hecho en noviembre de 1918. Ante la amenaza que representaban las tropas de las SA, que querían sacar adelante las promesas revolucionarias de los programas nazis, los militares avisaron a Hitler de que o bien detenía el asunto él o lo haría el ejército por su cuenta. Los militares colaboraron dando armas a las SS para el exterminio de las SA que se produjo a partir de la noche de los cuchillos largos, el 30 de junio de 1934. Pero quizá lo más interesante sea la justificación que Hitler dio de su actuación en este caso, al decir que había querido evitar que se volviera a producir en Alemania un nuevo 1918. En otro caso en que las consecuencias de la crisis eran de una gravedad extrema, como era el de los Estados Unidos, la solución consistió en establecer una política de ayudas y de concesiones en el terreno social, dentro del programa del New Deal. Se suele ignorar que los años que van de 1931 a 1939 fueron un tiempo en los Estados Unidos de grandes huelgas y de graves conmociones sociales. Con motivo de una de estas huelgas, Los Angeles Times escribía: «La situación (…) no se puede describir como una huelga general. Lo que hay es una insurrección, una revuelta organizada por los ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info comunistas para derribar el gobierno . Sólo se puede hacer una cosa: aplastar la revuelta con toda la fuerza que sea necesaria». Aparte de estas luchas, los trabajadores estadounidenses utilizaban también para defenderse de la crisis medidas de auto-organización: en Seattle el sindicato de los pescadores intercambiaba pescado para frutas, verduras y leña. Había 21 locales, con un comisario delante, para hacer estos intercambios. A finales de 1932 había 330 organizaciones varias de auto-ayuda para todo el país, con 300.000 miembros. Sin este contexto de luchas sociales no hay forma de encontrar una explicación racional del New Deal y de sus medidas de ayuda, como la Civil Works Administration, que llegó a dar empleo a 4 millones de trabajadores, o el Civilian Conservation Corps, que cogía jóvenes solteros y los llevaba a trabajar en los bosques pagándoles un salario de un dólar al día para trabajos de recuperación o de protección contra las inundaciones. Todo esto se hacía bajo la vigilancia inquieta de los empresarios, que veían por todas partes la amenaza del socialismo. De hecho, el miedo a la clase de giro a la izquierda que les parecía que se estaba produciendo con Roosevelt generó una fuerte reacción que es lo que explica que en 1938 se fundara el Comité del congreso sobre actividades anti-americanas, encargado de descubrir subversivos en los sindicatos o entre las organizaciones del New Deal. El macartismo no es un producto de la guerra fría, sino la continuación del pánico contra lo rojo nacido en los años treinta. Tras el fin de la segunda guerra mundial, en 1945, el miedo a la extensión del comunismo en Europa parecía justificada por el hecho de que los años 1945 y 1946 los comunistas obtuvieron más del 20 por ciento de los votos en Checoslovaquia, en Francia (donde fueron el partido más votado) y en Finlandia, y muy cerca del 20 por ciento en Islandia o en Italia. No había en ninguno de estos casos propósitos revolucionarios por parte de los comunistas, porque, paradójicamente, el propio Stalin se había convertido a la opción parlamentaria, y aconsejaba a los partidos comunistas europeos que no se embarcaran en aventuras revolucionarias. La guerra fría tenía el objetivo de crear una solidaridad en la que los Estados Unidos ofrecerían a sus aliados la protección contra el enemigo revolucionario, del que sólo ellos podían salvar, con su superioridad militar, reforzada por el monopolio de la bomba atómica. Detrás de este ofrecimiento de protección había el propósito de construir un mundo de acuerdo con sus reglas, en el que no sólo tendrían una hegemonía militar indiscutible, sino también un dominio económico. Mantener este clima de miedo a un choque global contra un enemigo, el soviético, que podía aplastar cualquier país que no estuviera bajo la protección de los estadounidenses y de sus fuerzas nucleares, era necesario para sostener este control político global, y para hacer negocio, de paso. Aparte de eso, sin embargo, la necesidad de hacer frente a lo que temían realmente, que no eran las armas soviéticas, sino la posibilidad de que ideas y ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info movimientos de signo comunista se extendieran por los países «occidentales», los llevó a todos a recurrir a políticas que favorecían un reparto más equitativo de los beneficios de la producción y a un abastecimiento más amplio de servicios sociales universales y gratuitos: son los años del estado del bienestar, los años en que encontramos los valores mínimos en la escala de la desigualdad social. Desde 1968, sin embargo, se empezó a ver que no había que temer ningún tipo de amenaza revolucionaria, porque ni los mismos partidos comunistas parecían proponérselo. En el París de mayo de 1968, en plena euforia del movimiento de los estudiantes, que estaban convencidos de que, aliados con los trabajadores, podían transformar el mundo, el partido comunista y su sindicato impidieron cualquier posibilidad de alianza y se contentaron pactando mejoras salariales con la patronal y recomendando a los estudiantes que se fueran a hacer la revolución a la Universidad. Al mismo tiempo, los acontecimientos de Praga demostraban que el comunismo soviético no aspiraba a otra cosa que a mantenerse a la defensiva, sin tolerar cambios que pusieran en peligro su estabilidad. A mediados de los años setenta, a medida que resultaba cada vez más evidente que la amenaza soviética era inconsistente, los sectores empresariales, que hasta entonces habían aceptado pagar la factura de unos costes salariales y unos impuestos elevados, comenzaron a reaccionar. La ofensiva comenzó en tiempos de Carter, impidiendo que se creara una Oficina de representación de los consumidores, por un lado, y abandonando los sindicatos en la defensa de sus derechos, por otra, y prosiguió con Reagan en Estados Unidos, y con la señora Thatcher en Gran Bretaña, luchando abiertamente contra los sindicatos. Como consecuencia de esta política comenzaba de nuevo el crecimiento de la curva de la desigualdad, que se alimentaba de la rebaja gradual de los costes salariales y fiscales de las empresas. ¿Se puede considerar una simple coincidencia que la mejora de la igualdad se haya producido coetáneamente a la expansión de la amenaza comunista -o, más exactamente, del miedo a la amenaza comunista- y que el cambio que ha llevado al retorno a las graves proporciones de desigualdad que estamos viviendo hoy coincida con la desaparición de este factor? Y déjenme insistir: no me estoy refiriendo a la amenaza de la Unión Soviética como potencia militar, que nunca existió (las diferencias de potencial militar en favor de los Estados Unidos eran enormes, pero eso se escondía al público, que de otro modo quizá no habría aceptado tan mansamente los gastos y las restricciones que comportaba la guerra fría). Me estoy refiriendo a la amenaza, para decirlo con los términos usados para afianzar estos miedos, del «comunismo internacional»; al miedo a la subversión revolucionaria. Dejadme que cite un testimonio de extraña lucidez que supo ver por dónde podían ir las cosas muy bien, ya en el año 1920. El testigo es el de Karl Kraus, que escribió entonces: «Que el diablo se lleve la praxis del comunismo, pero, en cambio, que Dios nos lo conserve en su condición de amenaza constante ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info sobre las cabezas de los que tienen riquezas; los que, a fin de conservarlas, envían implacables los otros a los frentes del hambre y del honor de la patria, mientras pretenden consolarlos diciendo y repitiendo que la riqueza no es lo más importante de esta vida. Dios nos conserve para siempre el comunismo para que esa chusma no se vuelva aún más desvergonzada (…) y que, al menos, cuando se vayan a dormir, lo hagan con una pesadilla». Y es que buena parte de lo que llamamos progresos sociales, desde la revolución francesa hasta la fecha, está estrechamente asociado a las pesadillas de las clases acomodadas, obligadas a hacer concesiones como consecuencia del miedo a perderlo todo a manos de los bárbaros. La abolición de la esclavitud, por ejemplo, no se explicaría sin el pánico que produjo la matanza de los colonos en Haití durante la revolución de 1791. Que resulte que en la actualidad hay en el mundo más esclavos que en 1791 (la cifra actual de los trabajadores forzados se calcula que oscila entre los 13 y los 27 millones) obliga a hacer algunas reflexiones sobre el significado de lo que los libros de historia llaman abolición de la esclavitud. Nada comparable, sin embargo, con el pánico que provocó desde su inicio la revolución rusa, y que se ha mantenido persistentemente tanto en el terreno de la propaganda política como en el de la historia. Aún hoy los hechos de Ucrania son aprovechados para rehacer la misma historia de la amenaza al mundo libre. En un artículo de una revista erudita de historia de la guerra fría que estudia las organizaciones «stay behind», que Estados Unidos y Gran Bretaña montaron en Europa para poder oponerse a un posible ascenso comunista, la más conocida de las cuales es Gladio, que preparaba una respuesta violenta en Italia si los comunistas ganaban unas elecciones, el autor trata de justificar que siguieran incluso después de la desaparición de la Unión Soviética y argumenta que, con la agresión rusa actual en Ucrania, tiene lógica mantener «algunos de los mismos elementos de seguridad» de la guerra fría. O sea que el anticomunismo dura incluso después de la muerte del comunismo. Nos hemos nutrido de la historia criminal del comunismo, que se nos sigue repitiendo cada día, y nos ha faltado, en cambio, conocer en paralelo una historia criminal del capitalismo que permitiera situar las cosas en un contexto más equilibrado. El estudio de la revolución rusa, como veis, es necesario para entender la historia del siglo XX, y la situación a la que esta historia nos ha llevado. Hay, sin embargo, más motivos que hacen necesario este estudio, a los que me referiré brevemente porque el tiempo no da para más. Uno de los más importantes es el de dilucidar porqué el proyecto social de 1917 terminó fracasando. Y no me refiero al hundimiento final de la estructura política de la Unión Soviética después de 1989, sino a la incapacidad de construir ese modelo de una sociedad libre y sin clases que se había planteado al inicio de la revolución. Es un tema que nos obligará a revisar toda una serie de cuestiones, empezando por la crisis de marzo de 1921, cuando se celebraba el décimo congreso del partido comunista, mientras los trabajadores de Petrogrado se ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info declaraban en huelga, con el apoyo de los marineros de la base de Kronstadt, no sólo por razones económicas, sino en demanda de más derechos de participación, y de nuevas elecciones a los soviets, que se habían convertido, en el transcurso de la guerra civil, en una simple cadena de transmisión de las órdenes dadas desde arriba por unos mandos que no habían sido elegidos. Tendremos que explorar después qué significaba realmente el programa de la planificación tal como lo estaban elaborando, hasta 1928, los hombres que trabajaban en el Gosplan, y la forma en como su proyecto fue pervertido por Stalin, que lo convirtió en un instrumento para un proyecto de industrialización forzada, que tenía que ir acompañado de una política de terror encaminada a someter a amplias capas de la población a unas condiciones de trabajo y de explotación inhumanas. O tendremos que investigar las razones del fracaso del proyecto de las democracias populares en 1945, del que hablaba Manfred Kossok, que lo vivió, evocando «aquellos años de las grandes esperanzas, de las visiones, de las utopías -la fin del imperialismo en 10 o 20 años, liberación de todos los pueblos, bienestar universal, paz eterna- unos años de ilusiones heroicas: el socialismo real como el mejor de los mundos». Un proyecto del que decía Edward Thompson: «este fue un momento auténtico, y no creo que la degeneración que siguió, en la que hubo dos actores, el estalinismo y occidente, fuera inevitable. Pienso que hay que volver a ocuparse de esto y explicó que este momento existió». Hay, en efecto, que estudiar todos estos momentos diversos en que las cosas pudieron ser diferentes. Y hay un aspecto central de esta cuestión que habría que examinar con detenimiento. ¿Tenía viabilidad el proyecto de Lenin de crear una sociedad sin clases, que implicaba abolir no sólo el aparato del estado sino el trabajo asalariado? No hace mucho que Richard Wolff, profesor emérito de Economía de la Universidad de Massachusets, repasaba diversos momentos de la historia de las revoluciones –la avolición de la esclavitud, el fin del feudalismo, la revolución socialista de 1917- y mostraba que cada una de ellas había aportado beneficios y libertades, pero que todas habían acabado dejando el terreno abierto a una nueva forma de explotación (en el caso de 1917, la de un capitalismo de Estado) porque no habían sabido entender que la sola forma de abolir la explotación es acabar con la extracción de los excedentes del trabajo de las manos de los que lo producen. Para Wolff esto se consigue con formas de organización cooperativas y apunta a un movimiento bastante interesante de formación de pequeñas cooperativas que se desarrolla actualmente en los Estados Unidos. Pero olvida un aspecto que Lenin tenía suficientemente en cuenta: que a fin de abolir la explotación lo primero que hace falta es haber despojado del poder político a los que resultarían perjudicados con este cambio. Podría servir de ejemplo lo ocurrido con Mondragón, que muchos, incluyendo el mismo Wolff, presentaban como el modelo de una alternativa. Puedes hacer lo que quieras montando cooperativas, grandes o pequeñas, pero no cambiará nada si mientras tanto tienes en Madrid un Montoro que tiene a su disposición todo el poder del estado para modificar las reglas como le convenga. ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info Otra propuesta que sería interesante considerar, pero de la que conocemos todavía demasiado poco, es la de Abdullah Öcalan, el dirigente del PKK kurdo, aprisionado por los turcos desde 1999, que hace unos años propuso la fórmula del confederalismo democrático, que propone reemplazar el estado-nación por un sistema de asambleas o consejos locales que generen autonomía sin crear el aparato de un estado. Hoy este proyecto tiene una primera plasmación en Rojava, la zona del norte de Siria donde se ha instalado el que un reportaje de la BBC califica como «un mini-estado igualitario, multi-étnico (porque encierra en pie de igualdad kurdos, árabes, y cristianos), gobernado comunitariamente». Son justamente los que están combatiendo para reconquistar la ciudad de Kobane. Os recomiendo que veáis este documental de la BBC -lo encontrareis tanto en Google como en YouTube, con el título de «Rojava: Sirya’s secret revolution». ¿Por qué hablo de estas cosas, que parecen muy lejos del estudio de la revolución de 1917? He dicho antes que debíamos estudiarla para llegar a entender nuestra propia historia; pero es evidente que este estudio no lo veo como un puro ejercicio intelectual sin fines prácticos. La utilidad que puede tener, que debe tener, es la de ayudarnos a rescatar de aquellos proyectos que no tuvieron éxito -por errores internos y por la hostilidad de todas las fuerzas que se oponían a los avances sociales que promovían – lo que pueda servirnos aún para el trabajo de construir una sociedad más libre y más igualitaria. Porque me parece indiscutible que el propósito que movió a los hombres de 1917 era legítimo. Como dijo Paul Eluard: «Había que creer, era necesario / creer que el hombre tiene el poder / de ser libre y de ser mejor que el destino que le ha sido asignado». Y pienso que necesitamos seguirlo creyendo hoy. (Conferencia pronuncia

Hay varias razones que hacen necesario que estudiemos de nuevo la historia de la revolución rusa. La primera de ellas, que nos hace falta hacerlo para dar sentido a la historia global del siglo XX. Una historia que, tal como la podemos examinar ahora, desde la perspectiva de los primeros años del siglo XXI, nos muestra un enigma difícil de explicar. Si utilizamos un indicador de la evolución social como es el de la medición de las desigualdades en la riqueza, podemos ver que el siglo XX comienza en las primeras décadas con unas sociedades muy desiguales, donde la riqueza y los ingresos se acumulan en un tramo reducido de la población. Esta situación comienza a cambiar en los años treinta y lo hace espectacularmente en los cuarenta, que inician una época en que hay un reparto mucho más equitativo de la riqueza y de los ingresos. Una situación que se mantiene estable hasta 1980: es la edad feliz en que se desarrolla en buena parte del mundo el estado del bienestar, un tiempo de salarios elevados y mejora de los niveles de vida de los trabajadores, en el que un presidente norteamericano se propone incluso iniciar un programa de guerra contra la pobreza. Todo esto se acabó en los años ochenta, a partir de los cuales vuelven a crecer los índices de desigualdad, que superan los del inicio del siglo, hasta llegar a un punto que ha llevado a Credit Suisse a denunciar hace pocos meses que el setenta por ciento más pobre de la población del planeta no llega hoy a tener en conjunto ni el tres por ciento de la riqueza total, mientras el 8’6 por ciento de los más ricos acumulan el 85 por ciento. ¿Qué ha pasado que pueda explicar esta evolución? Thomas Piketty sostiene que la desigualdad ha sido una característica permanente de la historia humana. Os leo sus palabras: «En todas las sociedades y en todas las épocas la mitad de la población más pobre en patrimonio no posee casi nada ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info (generalmente apenas un 5% del patrimonio total), la décima parte superior de la jerarquía de los patrimonios posee una neta mayoría del total (generalmente más de un 60% del patrimonio total, y en ocasiones hasta un 90%)». La desigualdad de los patrimonios, que se traduce en una desigualdad de los ingresos, marca, según Piketty, el curso entero de la historia, en la que las tasas de crecimiento de la población y de la producción no han pasado generalmente del 1% anual, mientras el «rendimiento puro» del capital se ha mantenido entre el 4% y el 5%. Estas consideraciones le llevan a una interpretación formulada rotundamente: «Durante una parte esencial de la historia de la humanidad el hecho más importante es que la tasa de rendimiento del capital ha sido siempre menos de diez a veinte veces superior a la tasa de crecimiento de la producción y del ingreso. En eso se basaba, en gran medida, el fundamento mismo de la sociedad: era lo que permitía a una clase de poseedores consagrarse a algo más que a su propia subsistencia». Que es tanto como decir que la civilización, la ciencia y el arte son hijos de la desigualdad. Después habría venido, en el siglo XX, una etapa en la que las reglas del juego parecían estar cambiando, como consecuencia sobre todo, sostiene, de las destrucciones causadas por las dos guerras mundiales y por las conmociones sociales, que llevaron a ese mínimo de la desigualdad que se ha producido entre 1945 y 1980. Pero la normalidad se restableció a partir de los años ochenta, hasta llegar a la extrema desigualdad actual. De este hecho arranca su previsión de que en el transcurso del siglo XXI, es decir hasta 2100, el crecimiento de la producción será apenas de un 1,5 por ciento y nos encontraremos en una situación en que la superioridad de los rendimientos del capital volverá a ser como antes y se habrá restablecido la normalidad. Todo lo que termina con una conclusión pesimista: «No hay ninguna fuerza natural que reduzca necesariamente la importancia del capital y de los ingresos procedentes de la propiedad del capital a lo largo de la historia». Ahora bien, yo he vivido en esta edad anterior a 1980 en que éramos muchos, yo diría que muchos millones en todo el mundo, los que pensábamos que las reglas del juego estaban cambiando permanentemente en favor de un reparto más justo de la riqueza, y que valía la pena esforzarse para seguir avanzando en esta dirección. Es por eso que me niego personalmente a aceptar que lo que pasó en este medio siglo de mejora colectiva fuera simplemente un accidente, y pienso que hay que examinar de cerca los acontecimientos del período que va de 1914 a 1980, introduciendo en el análisis los factores políticos que carecen por completo el libro de Piketty, donde, por poner un ejemplo, la palabra «sindicatos» aparece una sola vez (en la página 471 de la edición original francesa). Esta otro tipo de exploración de la evolución de la desigualdad en el siglo XX, en clave política, debe comenzar forzosamente por el gran cambio que representó la revolución rusa de 1917. ¿Por qué digo un «gran cambio»? En 1917 había una larga tradición de luchas obreras encaminadas a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, y existía una amplia tradición en apoyo del «socialismo», aunque sólo un intento de aplicarlo a la realidad había ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info llegado a cuajar, el de la Commune de París de 1871, que duró poco más de dos meses y nos dejó como legado un himno, la Internacional, que anunciaba que «el mundo cambiará de base». Pero la verdad era que, desde finales del siglo XIX, tanto la lucha de los sindicatos como la actuación política de los partidos llamados socialistas o socialdemócratas había renunciado a los programas revolucionarios para dedicarse a la pugna por la mejora de los derechos sociales dentro de los marcos políticos existentes, con voluntad de reformarlos, pero no de derribarlos. El caso del SPD alemán, del partido socialdemócrata que podía considerarse como legítimo heredero de Marx y de Engels, es revelador. En los años anteriores al inicio de la Primera Guerra Mundial era el partido que tenía más diputados en el parlamento alemán, contaba con más de un millón de afiliados y con un centenar de periódicos, pero no se proponía hacer la revolución, sino que aspiraba a obtener un triunfo parlamentario que le permitiera reformar y democratizar el estado. De modo que, cuando se produjo la declaración de guerra, los socialistas votaron los créditos y procuraron mantener la paz social, aconsejando a los trabajadores que, mientras durase la guerra, dejaran de lado las huelgas y los conflictos. Situados en esta perspectiva no cuesta entender que lo que pasó en Rusia en el transcurso de 1917 significara una ruptura, un paso adelante inesperado, que mostraba que un movimiento surgido de abajo, de la revuelta de los trabajadores y de los soldados, podía llegar a hacerse con el control de un país y hacerlo funcionar de acuerdo con unas reglas nuevas. Porque lo más innovador de este movimiento fue que, desde los primeros momentos, desde febrero -o marzo, según nuestro calendario- de 1917 no actuaba solamente a partir de un parlamento, sino que se basaba en un doble poder, una parte esencial del cual la formaban los consejos de trabajadores, soldados y campesinos, que comenzaron entonces a construir una especie de contraestado. Añadamos a esto que el proceso aceleró rápidamente, sobre todo por iniciativa de Lenin, que proponía renunciar al programa de una asamblea constituyente, es decir, el sistema parlamentario burgués donde todo contribuía, decía él, a establecer «una democracia sólo para los ricos «- y pasar directamente a otra forma de organización en que el poder debía estar en manos de consejos elegidos desde abajo, con una etapa transitoria de dictadura del proletariado – porque no era previsible que los privilegiados del viejo sistema aceptaran su desposesión sin resistencias- que llevaría finalmente a establecer una sociedad sin estado y sin clases. Para los millones de europeos en 1917 estaban combatiendo en los campos de batalla, y que habían descubierto ya que esa guerra no se hacía en defensa de sus intereses, la imagen de lo que estaba pasando en Rusia era la de un régimen que había liquidado la guerra de inmediato, que había repartido la tierra a los campesinos, que otorgaba a los obreros derechos de control sobre las empresas y que daba el poder a consejos elegidos que debían ejercer de abajo arriba. ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info El nuevo emperador de Austria-Hungría, Carlos I, le escribía el 14 de abril de 1917 al Kaiser: «Estamos luchando ahora contra un nuevo enemigo, más peligroso que las potencias de la Entente: contra la revolución internacional». Carlos -que, por cierto, fue beatificado en 2004 por el papa Woytila- había sabido entender la diferencia que representaba lo que estaba pasando en Rusia: se había dado cuenta de que aquel era un enemigo «nuevo», que no había que confundir con lo que significaban las revueltas, manifestaciones y huelgas que se habían producido, y seguían produciéndose en aquellos momentos, en Austria y Alemania. Porque es verdad que en los dos países se estaban produciendo tantos movimientos de protesta que hicieron nacer entre los bolcheviques rusos la ilusión, totalmente equivocada, de que la revolución se podía extender fácilmente en la Europa central. No llegó a haber una revolución ni siquiera en Alemania, que era donde parecía más inminente. Pero el miedo de que pudiera producirse fue lo que explica que a principios de noviembre de 1918 los jefes militares alemanes decidieran que habían de acabar la guerra para poder destinar las fuerzas a aplastar la revolución. Fueron los militares los que, ante la necesidad de satisfacer las exigencias que el presidente norteamericano Wilson ponía para negociar la paz, destituyeron el emperador y optaron por pasar el poder a un gobierno integrado por socialistas, con la condición, pactada previamente entre los jefes del ejército y el del Partido socialista, Friedrich Ebert, que «el gobierno cooperará con el cuerpo de oficiales en la supresión del bolchevismo». Los temores de los militares tenían suficiente fundamentos, ya que parecía que si en algún lugar podía repetirse la experiencia soviética era en la Alemania de noviembre y diciembre de 1918, cuando en Baviera y Sajonia se proclamaban «repúblicas socialistas», y en Berlín se reunía un congreso de los representantes de los Consejos de trabajadores y de soldados de Alemania donde, entre otras cosas, se reivindicaba que la autoridad suprema del ejército pasara a manos de los consejos de soldados y que se suprimieran los rangos y las insignias. La gran victoria de Friedrich Ebert fue conseguir que el congreso de los consejos aceptara la inmediata elección de unas cortes constituyentes, que permitieron asentar un gobierno de orden y desvanecieron la amenaza de una vía revolucionaria. Mientras tanto los Freikorps, unos cuerpos paramilitares de voluntarios reclutados por los jefes del ejército, que estaban integrados por soldados desmovilizados, estudiantes y campesinos, dirigidos por tenientes y capitanes, y que actuaban con el apoyo del ministro de Defensa, el socialista Gustav Noske, hacían el trabajo sucio de liquidar la revolución. Comenzaron reprimiendo a sangre y fuego un intento prematuro de revuelta que tuvo lugar en Berlín el 5 de enero de 1919, y que terminó con el asesinato de Karl Liebknecht y de Rosa Luxemburgo, y siguieron luego disolviendo violentamente los consejos de trabajadores y de soldados y liquidando la república soviética de Baviera. No se suele destacar lo suficiente la importancia que tuvo este movimiento contrarrevolucionario que se extendió por Alemania, Austria, Hungría y los países bálticos, con la estrecha colaboración de unos dirigentes ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info políticos que estaban movidos por un terror obsesivo de la revolución rusa. Quizás os sirva para valorarlo saber que estos cuerpos llegaron a contar entre 250.000 y 400.000 miembros. La revolución quedó así aislada en Rusia, lo que no preocupaba demasiado. Ingleses y franceses se cansaron pronto de apoyar a los ejércitos blancos que luchaban contra los soviéticos y lo dejaron correr, preocupados por reacciones como la revuelta de los marineros de la flota que los franceses habían enviado el mar Negro. Lo que realmente les preocupaba era la posibilidad de que el ejemplo soviético se extendiera a sus países: temían sobre todo el contagio. El malestar de los años que siguieron al fin de la Gran Guerra en Francia, en Inglaterra (donde en 1926 se produjo la primera huelga general de su historia), en España (donde de 1918 a 1921 se desarrolla lo que se llama habitualmente el «trienio bolchevique») o en Italia (con las ocupaciones de fábricas de 1920) no llevó a ninguna parte a movimientos revolucionarios que aspiraran a tomar el poder. En Italia, por ejemplo, tanto el partido socialista como el sindicato mayoritario se negaron a apoyar actuaciones encaminadas a la toma del poder. De esta manera la ocupación de las fábricas no podía llevar más allá de la obtención de algunas concesiones de los patrones. Pero el miedo a la revolución «à la rusa» estaba muy presente en el imaginario de los dirigentes de la Europa burguesa, y los sindicatos aprendieron pronto a usarla para negociar con mayor eficacia las condiciones de trabajo y los salarios. Las mejoras en el terreno de la desigualdad que se fueron consiguiendo posteriormente, desde la década de los treinta, no se explicarían suficiente sin el pánico al fantasma soviético. Cuando la crisis mundial creó una situación de desempleo y de pobreza extremas, se recurrió a dos tipos diferentes de soluciones. En países donde la amenaza parecía más grande, como eran Italia y Alemania, los movimientos de signo fascista comenzaron disolviendo los partidos y sindicatos izquierdistas violentamente. En el caso de Alemania, Hitler repitió en 1934 el pacto con el ejército que Ebert había hecho en noviembre de 1918. Ante la amenaza que representaban las tropas de las SA, que querían sacar adelante las promesas revolucionarias de los programas nazis, los militares avisaron a Hitler de que o bien detenía el asunto él o lo haría el ejército por su cuenta. Los militares colaboraron dando armas a las SS para el exterminio de las SA que se produjo a partir de la noche de los cuchillos largos, el 30 de junio de 1934. Pero quizá lo más interesante sea la justificación que Hitler dio de su actuación en este caso, al decir que había querido evitar que se volviera a producir en Alemania un nuevo 1918. En otro caso en que las consecuencias de la crisis eran de una gravedad extrema, como era el de los Estados Unidos, la solución consistió en establecer una política de ayudas y de concesiones en el terreno social, dentro del programa del New Deal. Se suele ignorar que los años que van de 1931 a 1939 fueron un tiempo en los Estados Unidos de grandes huelgas y de graves conmociones sociales. Con motivo de una de estas huelgas, Los Angeles Times escribía: «La situación (…) no se puede describir como una huelga general. Lo que hay es una insurrección, una revuelta organizada por los ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info comunistas para derribar el gobierno . Sólo se puede hacer una cosa: aplastar la revuelta con toda la fuerza que sea necesaria». Aparte de estas luchas, los trabajadores estadounidenses utilizaban también para defenderse de la crisis medidas de auto-organización: en Seattle el sindicato de los pescadores intercambiaba pescado para frutas, verduras y leña. Había 21 locales, con un comisario delante, para hacer estos intercambios. A finales de 1932 había 330 organizaciones varias de auto-ayuda para todo el país, con 300.000 miembros. Sin este contexto de luchas sociales no hay forma de encontrar una explicación racional del New Deal y de sus medidas de ayuda, como la Civil Works Administration, que llegó a dar empleo a 4 millones de trabajadores, o el Civilian Conservation Corps, que cogía jóvenes solteros y los llevaba a trabajar en los bosques pagándoles un salario de un dólar al día para trabajos de recuperación o de protección contra las inundaciones. Todo esto se hacía bajo la vigilancia inquieta de los empresarios, que veían por todas partes la amenaza del socialismo. De hecho, el miedo a la clase de giro a la izquierda que les parecía que se estaba produciendo con Roosevelt generó una fuerte reacción que es lo que explica que en 1938 se fundara el Comité del congreso sobre actividades anti-americanas, encargado de descubrir subversivos en los sindicatos o entre las organizaciones del New Deal. El macartismo no es un producto de la guerra fría, sino la continuación del pánico contra lo rojo nacido en los años treinta. Tras el fin de la segunda guerra mundial, en 1945, el miedo a la extensión del comunismo en Europa parecía justificada por el hecho de que los años 1945 y 1946 los comunistas obtuvieron más del 20 por ciento de los votos en Checoslovaquia, en Francia (donde fueron el partido más votado) y en Finlandia, y muy cerca del 20 por ciento en Islandia o en Italia. No había en ninguno de estos casos propósitos revolucionarios por parte de los comunistas, porque, paradójicamente, el propio Stalin se había convertido a la opción parlamentaria, y aconsejaba a los partidos comunistas europeos que no se embarcaran en aventuras revolucionarias. La guerra fría tenía el objetivo de crear una solidaridad en la que los Estados Unidos ofrecerían a sus aliados la protección contra el enemigo revolucionario, del que sólo ellos podían salvar, con su superioridad militar, reforzada por el monopolio de la bomba atómica. Detrás de este ofrecimiento de protección había el propósito de construir un mundo de acuerdo con sus reglas, en el que no sólo tendrían una hegemonía militar indiscutible, sino también un dominio económico. Mantener este clima de miedo a un choque global contra un enemigo, el soviético, que podía aplastar cualquier país que no estuviera bajo la protección de los estadounidenses y de sus fuerzas nucleares, era necesario para sostener este control político global, y para hacer negocio, de paso. Aparte de eso, sin embargo, la necesidad de hacer frente a lo que temían realmente, que no eran las armas soviéticas, sino la posibilidad de que ideas y ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info movimientos de signo comunista se extendieran por los países «occidentales», los llevó a todos a recurrir a políticas que favorecían un reparto más equitativo de los beneficios de la producción y a un abastecimiento más amplio de servicios sociales universales y gratuitos: son los años del estado del bienestar, los años en que encontramos los valores mínimos en la escala de la desigualdad social. Desde 1968, sin embargo, se empezó a ver que no había que temer ningún tipo de amenaza revolucionaria, porque ni los mismos partidos comunistas parecían proponérselo. En el París de mayo de 1968, en plena euforia del movimiento de los estudiantes, que estaban convencidos de que, aliados con los trabajadores, podían transformar el mundo, el partido comunista y su sindicato impidieron cualquier posibilidad de alianza y se contentaron pactando mejoras salariales con la patronal y recomendando a los estudiantes que se fueran a hacer la revolución a la Universidad. Al mismo tiempo, los acontecimientos de Praga demostraban que el comunismo soviético no aspiraba a otra cosa que a mantenerse a la defensiva, sin tolerar cambios que pusieran en peligro su estabilidad. A mediados de los años setenta, a medida que resultaba cada vez más evidente que la amenaza soviética era inconsistente, los sectores empresariales, que hasta entonces habían aceptado pagar la factura de unos costes salariales y unos impuestos elevados, comenzaron a reaccionar. La ofensiva comenzó en tiempos de Carter, impidiendo que se creara una Oficina de representación de los consumidores, por un lado, y abandonando los sindicatos en la defensa de sus derechos, por otra, y prosiguió con Reagan en Estados Unidos, y con la señora Thatcher en Gran Bretaña, luchando abiertamente contra los sindicatos. Como consecuencia de esta política comenzaba de nuevo el crecimiento de la curva de la desigualdad, que se alimentaba de la rebaja gradual de los costes salariales y fiscales de las empresas. ¿Se puede considerar una simple coincidencia que la mejora de la igualdad se haya producido coetáneamente a la expansión de la amenaza comunista -o, más exactamente, del miedo a la amenaza comunista- y que el cambio que ha llevado al retorno a las graves proporciones de desigualdad que estamos viviendo hoy coincida con la desaparición de este factor? Y déjenme insistir: no me estoy refiriendo a la amenaza de la Unión Soviética como potencia militar, que nunca existió (las diferencias de potencial militar en favor de los Estados Unidos eran enormes, pero eso se escondía al público, que de otro modo quizá no habría aceptado tan mansamente los gastos y las restricciones que comportaba la guerra fría). Me estoy refiriendo a la amenaza, para decirlo con los términos usados para afianzar estos miedos, del «comunismo internacional»; al miedo a la subversión revolucionaria. Dejadme que cite un testimonio de extraña lucidez que supo ver por dónde podían ir las cosas muy bien, ya en el año 1920. El testigo es el de Karl Kraus, que escribió entonces: «Que el diablo se lleve la praxis del comunismo, pero, en cambio, que Dios nos lo conserve en su condición de amenaza constante ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info sobre las cabezas de los que tienen riquezas; los que, a fin de conservarlas, envían implacables los otros a los frentes del hambre y del honor de la patria, mientras pretenden consolarlos diciendo y repitiendo que la riqueza no es lo más importante de esta vida. Dios nos conserve para siempre el comunismo para que esa chusma no se vuelva aún más desvergonzada (…) y que, al menos, cuando se vayan a dormir, lo hagan con una pesadilla». Y es que buena parte de lo que llamamos progresos sociales, desde la revolución francesa hasta la fecha, está estrechamente asociado a las pesadillas de las clases acomodadas, obligadas a hacer concesiones como consecuencia del miedo a perderlo todo a manos de los bárbaros. La abolición de la esclavitud, por ejemplo, no se explicaría sin el pánico que produjo la matanza de los colonos en Haití durante la revolución de 1791. Que resulte que en la actualidad hay en el mundo más esclavos que en 1791 (la cifra actual de los trabajadores forzados se calcula que oscila entre los 13 y los 27 millones) obliga a hacer algunas reflexiones sobre el significado de lo que los libros de historia llaman abolición de la esclavitud. Nada comparable, sin embargo, con el pánico que provocó desde su inicio la revolución rusa, y que se ha mantenido persistentemente tanto en el terreno de la propaganda política como en el de la historia. Aún hoy los hechos de Ucrania son aprovechados para rehacer la misma historia de la amenaza al mundo libre. En un artículo de una revista erudita de historia de la guerra fría que estudia las organizaciones «stay behind», que Estados Unidos y Gran Bretaña montaron en Europa para poder oponerse a un posible ascenso comunista, la más conocida de las cuales es Gladio, que preparaba una respuesta violenta en Italia si los comunistas ganaban unas elecciones, el autor trata de justificar que siguieran incluso después de la desaparición de la Unión Soviética y argumenta que, con la agresión rusa actual en Ucrania, tiene lógica mantener «algunos de los mismos elementos de seguridad» de la guerra fría. O sea que el anticomunismo dura incluso después de la muerte del comunismo. Nos hemos nutrido de la historia criminal del comunismo, que se nos sigue repitiendo cada día, y nos ha faltado, en cambio, conocer en paralelo una historia criminal del capitalismo que permitiera situar las cosas en un contexto más equilibrado. El estudio de la revolución rusa, como veis, es necesario para entender la historia del siglo XX, y la situación a la que esta historia nos ha llevado. Hay, sin embargo, más motivos que hacen necesario este estudio, a los que me referiré brevemente porque el tiempo no da para más. Uno de los más importantes es el de dilucidar porqué el proyecto social de 1917 terminó fracasando. Y no me refiero al hundimiento final de la estructura política de la Unión Soviética después de 1989, sino a la incapacidad de construir ese modelo de una sociedad libre y sin clases que se había planteado al inicio de la revolución. Es un tema que nos obligará a revisar toda una serie de cuestiones, empezando por la crisis de marzo de 1921, cuando se celebraba el décimo congreso del partido comunista, mientras los trabajadores de Petrogrado se ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info declaraban en huelga, con el apoyo de los marineros de la base de Kronstadt, no sólo por razones económicas, sino en demanda de más derechos de participación, y de nuevas elecciones a los soviets, que se habían convertido, en el transcurso de la guerra civil, en una simple cadena de transmisión de las órdenes dadas desde arriba por unos mandos que no habían sido elegidos. Tendremos que explorar después qué significaba realmente el programa de la planificación tal como lo estaban elaborando, hasta 1928, los hombres que trabajaban en el Gosplan, y la forma en como su proyecto fue pervertido por Stalin, que lo convirtió en un instrumento para un proyecto de industrialización forzada, que tenía que ir acompañado de una política de terror encaminada a someter a amplias capas de la población a unas condiciones de trabajo y de explotación inhumanas. O tendremos que investigar las razones del fracaso del proyecto de las democracias populares en 1945, del que hablaba Manfred Kossok, que lo vivió, evocando «aquellos años de las grandes esperanzas, de las visiones, de las utopías -la fin del imperialismo en 10 o 20 años, liberación de todos los pueblos, bienestar universal, paz eterna- unos años de ilusiones heroicas: el socialismo real como el mejor de los mundos». Un proyecto del que decía Edward Thompson: «este fue un momento auténtico, y no creo que la degeneración que siguió, en la que hubo dos actores, el estalinismo y occidente, fuera inevitable. Pienso que hay que volver a ocuparse de esto y explicó que este momento existió». Hay, en efecto, que estudiar todos estos momentos diversos en que las cosas pudieron ser diferentes. Y hay un aspecto central de esta cuestión que habría que examinar con detenimiento. ¿Tenía viabilidad el proyecto de Lenin de crear una sociedad sin clases, que implicaba abolir no sólo el aparato del estado sino el trabajo asalariado? No hace mucho que Richard Wolff, profesor emérito de Economía de la Universidad de Massachusets, repasaba diversos momentos de la historia de las revoluciones –la avolición de la esclavitud, el fin del feudalismo, la revolución socialista de 1917- y mostraba que cada una de ellas había aportado beneficios y libertades, pero que todas habían acabado dejando el terreno abierto a una nueva forma de explotación (en el caso de 1917, la de un capitalismo de Estado) porque no habían sabido entender que la sola forma de abolir la explotación es acabar con la extracción de los excedentes del trabajo de las manos de los que lo producen. Para Wolff esto se consigue con formas de organización cooperativas y apunta a un movimiento bastante interesante de formación de pequeñas cooperativas que se desarrolla actualmente en los Estados Unidos. Pero olvida un aspecto que Lenin tenía suficientemente en cuenta: que a fin de abolir la explotación lo primero que hace falta es haber despojado del poder político a los que resultarían perjudicados con este cambio. Podría servir de ejemplo lo ocurrido con Mondragón, que muchos, incluyendo el mismo Wolff, presentaban como el modelo de una alternativa. Puedes hacer lo que quieras montando cooperativas, grandes o pequeñas, pero no cambiará nada si mientras tanto tienes en Madrid un Montoro que tiene a su disposición todo el poder del estado para modificar las reglas como le convenga. ¿Por qué nos conviene estudiar la revolución rusa? www.sinpermiso.info Otra propuesta que sería interesante considerar, pero de la que conocemos todavía demasiado poco, es la de Abdullah Öcalan, el dirigente del PKK kurdo, aprisionado por los turcos desde 1999, que hace unos años propuso la fórmula del confederalismo democrático, que propone reemplazar el estado-nación por un sistema de asambleas o consejos locales que generen autonomía sin crear el aparato de un estado. Hoy este proyecto tiene una primera plasmación en Rojava, la zona del norte de Siria donde se ha instalado el que un reportaje de la BBC califica como «un mini-estado igualitario, multi-étnico (porque encierra en pie de igualdad kurdos, árabes, y cristianos), gobernado comunitariamente». Son justamente los que están combatiendo para reconquistar la ciudad de Kobane. Os recomiendo que veáis este documental de la BBC -lo encontrareis tanto en Google como en YouTube, con el título de «Rojava: Sirya’s secret revolution». ¿Por qué hablo de estas cosas, que parecen muy lejos del estudio de la revolución de 1917? He dicho antes que debíamos estudiarla para llegar a entender nuestra propia historia; pero es evidente que este estudio no lo veo como un puro ejercicio intelectual sin fines prácticos. La utilidad que puede tener, que debe tener, es la de ayudarnos a rescatar de aquellos proyectos que no tuvieron éxito -por errores internos y por la hostilidad de todas las fuerzas que se oponían a los avances sociales que promovían – lo que pueda servirnos aún para el trabajo de construir una sociedad más libre y más igualitaria. Porque me parece indiscutible que el propósito que movió a los hombres de 1917 era legítimo. Como dijo Paul Eluard: «Había que creer, era necesario / creer que el hombre tiene el poder / de ser libre y de ser mejor que el destino que le ha sido asignado». Y pienso que necesitamos seguirlo creyendo hoy.

Una excepcional azuela hecha para ser enterrada hace 9.000 años

http://arqueologiaenred.paleorama.es/

El hallazgo se ha producido en el más antiguo enterramiento conocido en Irlanda

Hace unos 9.000 años, alguien muy querido para un grupo de cazadores-recolectores que habitaban en las riberas del río Shannon falleció, y sus seres cercanos decidieron enterrarlo de acuerdo a sus costumbres. Cremaron sus restos y los colocaron bajo tierra, y sobre la tumba colocaron un poste que señalara el lugar. Y acompañando a los restos del difunto, depositaron una excepcional azuela pulimentada de finísima factura, una azuela que apenas había sido usada antes de ser enterrada allí, y que fue deliberadamente desafilada. La investigación del enterramiento más antiguo conocido de Irlanda nos proporciona una instantánea de esta íntima escena ritual.

Fuentes de información digital utilizadas
University of YorkThe Irish Times
Fuente de las imágenes
University of York
Palabras clave:
prehistoria, mesolítico, Hermitage, County Limerick, Irlanda, enterramiento, azuela pulimentada, economía
Bibliografía científica, publicación original
Cambridge Archaeological Journal

Los arqueólogos han arrojado nueva luz sobre los sistemas de creencias de los primeros cazadores-recolectores del Mesolítico tras analizar los restos cremados y los objetos depositados como ajuar del enterramiento humano más antiguo que se conoce en Irlanda.
El equipo afirma que ofrece una visión íntima y única de los complejos rituales funerarios que tenían lugar en las riberas del río Shannon a su paso por Hermitage, en el Condado de Limerick, hace más de 9.000 años.
El equipo, liderado por el doctor Aimée Little del Departamento de Arqueología de la Universidad de York, analizó restos cremados datados en 7530-7320 a.C., los más antiguos restos de un enterramiento humano registrados en Irlanda.
Curiosamente, el cuerpo fue cremado y enterrado después, en lugar de realizar una inhumación como en el caso de otros enterramientos de cronologías cercanas.

Una pieza muy especial
El yacimiento también cuenta con evidencias de la existencia de un marcador externo de la tumba, un poste que habría señalizado el punto en el que los restos cremados fueron enterrados mucho después de que fuese realizado el enterramiento.
Además, una azuela de piedra perfectamente pulimentada se ha documentado enterrada con los restos humanos. Parece que podría ser el ejemplo más antiguo que se conoce de hacha o azuela completamente pulimentada en Europa, y además parece haber sido creada para ser enterrada en el lugar.
El análisis microscópico de la superficie de la azuela muestra un uso de muy corta duración, indicando que fue creada para el ritual funerario.

Ritos de enterramiento
La azuela fue entonces dañada intencionalmente en su filo, probablemente como parte del ritual funerario, lo que los investigadores interpretan como un acto ritual que simboliza la muerte del individuo.
Los hallazgos señalan a Hermitage como un yacimiento excepcionalmente importante en la Prehistoria antigua del noroeste europeo.
El doctor Little afirma: «A través de los análisis tecnológicos y microscópicos de la azuela pulimentada ha sido posible reconstruir la biografía de este destacado elemento de ajuar funerario. El especial tratamiento de esta azuela nos proporciona una imagen única e íntima de los complejos rituales funerarios que tuvieron lugar junto a la tumba situada en la ribera del río Shannon hace más de 9.000 años».

El doctor Elliott añade: «La azuela es excepcional ya que tradicionalmente asociamos estas hachas y azuelas pulimentadas con la llegada de la agricultura a Europa, unos 3.000 años después. Aunque las hachas y azuelas pulimentadas se han documentado en otros yacimientos pre-agrícolas en Irlanda y en otras partes de Europa, encontrar un ejemplar tan bien hecho, altamente pulimentado y con una datación segura es algo sin precedentes para este periodo de la Prehistoria».

El monumento prehistórico irlandés de Newgrange: hogar de magos, hadas, dioses y reyes

Portada - Fotografía de Newgrange. (CC BY 2.5 pl)

El túmulo de Newgrange se encuentra en el Condado de Meath, Irlanda. Este antiguo monumento está vinculado a historias de magia, hadas e increíbles excavaciones. Newgrange forma parte del impresionante complejo neolítico de Brú na Bóinne – Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Tradicionalmente ha sido un lugar de enterramiento para los reyes celtas. Pero los mitos y leyendas irlandeses cuentan también que era un sitio en el que los magos se reunían y al que acudían las hadas. Aún en nuestros días, se rumorea que si se visita el túmulo a primera hora de la mañana o a altas horas de la noche, se puede ver a la Reina de las Hadas y a sus súbditos. Muchos investigadores sugieren que Newgrange es también importante desde el punto de vista de la astronomía. Aunque se han realizado numerosas excavaciones en este monumento a lo largo de los años, el misterioso túmulo aún encierra muchos secretos.

Un monumento legendario oculto bajo la hierba

El documento escrito más antiguo conocido en relación con el túmulo nos llega bajo la forma de una carta escrita por Edward Lhwyd el 15 de diciembre de 1699. Pero el monumento es mucho más antiguo; ¿significa esto que estuvo olvidado durante siglos? Es difícil responder a este interrogante, aunque los antiguos libros nos aportan nuevos fragmentos de valiosa información. En los Anales de los cuatro maestros, está escrito que los daneses saquearon Newgrange en el año 861. No se dice nada, no obstante, acerca de si los asaltantes lograron entrar en el túmulo.

Cuando los arqueólogos empezaron a trabajar por primera vez en este yacimiento, hallaron una enorme cantidad de valiosos tesoros, entre ellos ornamentos y fictilia (un tipo de cerámica) entre otras piezas prehistóricas. Algunos de sus descubrimientos más interesantes fueron una cadena de oro, dos anillos, una pieza de oro, un alfiler de bronce y una pequeña arma de hierro. Muchos de estos hallazgos se encuentran expuestos actualmente en el Museo Nacional de Irlanda. Sin embargo, varios de estos preciosos descubrimientos fueron también vendidos a colecciones privadas antes de que se decretara una ley para proteger el lugar y sus tesoros.

Joyas de oro de la época romana depositadas en el túmulo de Newgrange (Museo Británico). (CC BY-SA 3.0)

Joyas de oro de la época romana depositadas en el túmulo de Newgrange (Museo Británico). (CC BY-SA 3.0)

Aparte de los hallazgos excavados y del propio túmulo, el yacimiento alberga algunas de las muestras más espectaculares de petroglifos de Europa Occidental. Entre ellos, el símbolo del trískel es uno de los diseños más habituales. Un hecho que vincula el lugar a muchos mitos y leyendas relacionados con deidades célticas. La creencia más extendida y popular es que era la casa de los más poderosos de los Tuatha (una raza de dioses irlandeses fundada por la diosa Danu).

En el Libro de Lecan, del siglo XI, está escrito que Dagda vivía en el túmulo de Newgrange con su esposa Boann y tres hijos varones. El Libro de Leinster incluye también la historia de uno de sus hijos, Óengus, quien supuestamente era el dueño de Brú na Bóinne, la zona en la que se encuentra el monumento.

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Quién mueve los hilos en la política mundial? La verdad sobre las sociedades secretas

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Portada - Composición: El “Ojo que Todo lo Ve” sobre una pirámide truncada, símbolo Illuminati por excelencia, retrato de Adam Weishaupt y caballeros templarios ( La Gran Época).

A lo largo de la historia, grupos de hombres formados por emperadores, reyes, reinas, asesores y consejeros se han reunido, de manera constante, para dirigir a su favor los más grandes acontecimientos políticos, económicos y sociales. Pero también han existido otros grupos que, sin haber sido el centro de la atención global, pueden haber ejercido una influencia considerable sobre dichos acontecimientos.
Los Caballeros Templarios, por ejemplo, fueron una sociedad secreta medieval de caballeros cristianos, fundada alrededor del año 1118, que tenía como fin el proteger a los peregrinos que viajaban hasta Tierra Santa, durante y después de las Cruzadas. Recibieron el respaldo oficial de la Iglesia en 1129 y en pocas décadas se convirtieron en una de las órdenes más poderosas de Europa, con un sistema bancario sofisticado y seguro, una fuerte presencia militar, miles de seguidores y territorios en constante crecimiento.
Los Templarios eran más que caballeros cruzados con dinero; mantenían un estricto código de conducta, incluyendo el no retroceder en la batalla, a menos que fueran ampliamente superados en número, comprometiéndose a proteger a los peregrinos. También quedaron unidos a muchas leyendas cristianas, como la del tesoro del rey Salomón, que habría sido descubierto bajo el Templo de Salomón en Jerusalén. También se especula que podrían haber adquirido el Arca de la Alianza, el Santo Grial y/o la sangre de Jesucristo.
Caballero templario tallado en el tronco de un árbol en Priaranza del Bierzo, provincia de León, España. (FCPB/GNU FREE)
Caballero templario tallado en el tronco de un árbol en Priaranza del Bierzo, provincia de León, España. 
No existen evidencias de si tuvieron éxito a la hora de buscar el tesoro, pero, los Caballeros Templarios acumularon gran cantidad de riquezas durante su existencia, suficientes como para entrar en desacuerdo con el rey Felipe de Francia a principios del siglo XIV. El rey, que terminó debiendo una gran cantidad de dinero, detuvo y torturó a cientos de miembros de la orden bajo la acusación de idolatría, herejía, y adoración demoníaca. Muchos caballeros templarios fueron ejecutados. La orden fue disuelta por el Papa unos años más tarde, dejando a su paso sueños devastados y míticas leyendas.
En otro orden de cosas, los Illuminati son calificados por muchos modernos teóricos de la conspiración como una sociedad secreta que domina, de forma encubierta,  la economía, los gobiernos del mundo y a muchas otras organizaciones poderosas. Habrían sido fundados en 1776 por un hombre llamado Adam Weishaupt, profesor de derecho en Baviera. Weishaupt afirmó haber ocultado el arcano conocimiento, pero sin aclarar de dónde lo obtuvo.
Los Illuminati creían que el hombre carece de maldad en su estado natural, y que es corrompido por medio de la religión, el gobierno y otras fuerzas de la sociedad contemporánea. Supuestamente, Weishaupt dispuso un plan detallado y organizado para cambiar al mundo sosteniendo que todos, en el futuro, aceptarían sus creencias.
Símbolo de los Illuminati de Baviera: el mochuelo de Minerva. (Public Domain)
Símbolo de los Illuminati de Baviera: el mochuelo de Minerva.
Finalmente, los Illuminati fueron prohibidos en Baviera en 1783, dando lugar a su disolución en el resto de Alemania hacia 1800. Sin embargo, sus ideas ya se habían extendido por Estados Unidos y toda Europa, lo que llevó a muchos a especular con que la orden, en secreto, se ha mantenido activa hasta ahora. De hecho, con el crecimiento de la economía mundial —y desde la creación de las Naciones Unidas—, los teóricos de la conspiración citan numerosos ejemplos acerca de la existencia e influencia del grupo, ya que la globalización de gobiernos, economía y pensamiento habrían sido el objetivo final de los Illuminati.
Por su parte, la Masonería constituye una antigua sociedad secreta que en la actualidad es bien conocida, aunque sus prácticas siguen realizándose a puerta cerrada y continúan siendo un misterio para el gran público. De acuerdo con los datos aportados por la Asociación del Servicio Masónico de América (MSANA), muchos de los padres fundadores de los Estados Unidos fueron masones. Entre ellos destacan George WashingtonBenjamin Franklin y Paul Revere.
La primera Gran Logia de Inglaterra se estableció en el año 1717, pero lo cierto es que el origen de los masones no está claro en absoluto. Existe un poema fechado en 1390 que lleva por título Poema Regius y que ya hace referencia a los masones, aunque son muchos los que opinan que el origen de la masonería podría remontarse mucho más atrás en el tiempo.
Notificación masónica dirigida al Hermano A. B., profusamente decorada con un grabado en el que se observan entre otros símbolos masónicos un arco, un altar, un pavimento ajedrezado, una escalinata y las dos columnas masónicas. El documento data aproximadamente del año 1770. (Public Domain)
Notificación masónica dirigida al Hermano A. B., profusamente decorada con un grabado en el que se observan entre otros símbolos masónicos un arco, un altar, un pavimento ajedrezado, una escalinata y las dos columnas masónicas. El documento data aproximadamente del año 1770.
Los masones se autodefinen como una fraternidad mundial, incidiendo con gran énfasis en el estudio personal, la superación, la iluminación, la dignidad humana, la libertad individual, la libertad de culto, la democracia y la mejora social. La masonería suele participar en comunidades locales donde se han establecido sus capítulos (templos), por medio de la regular práctica social de la  filantropía. Los masones, además, colaboraron a la hora de establecer las primeras escuelas públicas de Europa y América.
Otra sociedad secreta bien conocida es la Skull and Bones, de la Universidad de Yale. Al igual que sucede con la masonería, su existencia está plenamente reconocida. Sin embargo, sus prácticas y actividades son todo un misterio. Además, sólo se pueden sumar a ella 15 miembros nuevos al año, lo que significa que, en la actualidad, cuenta con alrededor de unos 800 miembros solamente. Aunque se trata de una orden pequeña, entre sus miembros cuenta con ex presidentes de los Estados Unidos (como los dos George Bush, padre e hijo), senadores (incluido John Kerry), así como otra serie de funcionarios del gabinete y demás altos funcionarios de los Estados Unidos.
La sociedad fue fundada en 1832, y denominada en un principio Club Eulogia. Su hermetismo provoca que crezcan a su alrededor muchos rumores y especulaciones. Aunque también es cierto que son muchos los que la ven como una simple fraternidad universitaria de la élite, reservada exclusivamente para los hijos de los más poderosos.
Lista de miembros de la delegación de ‘Skull and Bones’ del año 1920, Universidad de Yale, New Haven, Connecticut. La lista incluye los nombres los dos fundadores de la revista Time, Briton Hadden y su compañero de clase Henry Robinson Luce. Publicada en el vol. 12 del diario Yale Banner, The Yale Banner and Pot Pourri, 1919-1920. Cortesía de la Base de Datos de Manuscritos y Archivos Digitales de la Universidad de Yale. (Public Domain)
Lista de miembros de la delegación de ‘Skull and Bones’ del año 1920, Universidad de Yale, New Haven, Connecticut. La lista incluye los nombres los dos fundadores de la revista Time, Briton Hadden y su compañero de clase Henry Robinson Luce. Publicada en el vol. 12 del diario Yale Banner, The Yale Banner and Pot Pourri, 1919-1920. Cortesía de la Base de Datos de Manuscritos y Archivos Digitales de la Universidad de Yale. 
Por último, existe otra sociedad secreta, menos conocida que las antes mencionadas, pero que, sin duda, disfruta de una considerable influencia mundial. Conocida como Club  Bilderberg, sus miembros se reúnen cada año para, durante tres días, llevar a cabo una serie de conferencias. Se reunieron por primera vez en 1954, en el Hotel De Bilderberg, Oosterbeek, según se informa desde su propia web oficial.
Los asistentes a dichas conferencias cambian cada año, y se asiste únicamente por invitación. Asimismo, los lugares de reunión también varían de forma regular, y está prohibida la presencia de periodistas. La agenda que desarrollan parece centrarse en fomentar el diálogo entre Europa y América, algo que fue especialmente importante durante la Segunda Guerra Mundial.
Una vez más, según se explica desde la web oficial del Club Bilderberg, sus miembros son libres de hablar acerca de la sociedad, pero no están autorizados a citar a ningún miembro en particular. Una norma establecida para asegurar que cada miembro pueda sentirse absolutamente libre a la hora de discutir, dialogar y debatir.
Fachada del hotel holandés De Bilderberg en Oosterbeek, donde el Club Bilderberg se reunió por vez primera y del que tomó su nombre. (M.M.Minderhoud/GNU FREE)
Fachada del hotel holandés De Bilderberg en Oosterbeek, donde el Club Bilderberg se reunió por vez primera y del que tomó su nombre

¿Quién mueve los hilos en la política mundial? La verdad sobre las sociedades secretas

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Portada - Composición: El “Ojo que Todo lo Ve” sobre una pirámide truncada, símbolo Illuminati por excelencia, retrato de Adam Weishaupt y caballeros templarios ( La Gran Época).

A lo largo de la historia, grupos de hombres formados por emperadores, reyes, reinas, asesores y consejeros se han reunido, de manera constante, para dirigir a su favor los más grandes acontecimientos políticos, económicos y sociales. Pero también han existido otros grupos que, sin haber sido el centro de la atención global, pueden haber ejercido una influencia considerable sobre dichos acontecimientos.

Los Caballeros Templarios, por ejemplo, fueron una sociedad secreta medieval de caballeros cristianos, fundada alrededor del año 1118, que tenía como fin el proteger a los peregrinos que viajaban hasta Tierra Santa, durante y después de las Cruzadas. Recibieron el respaldo oficial de la Iglesia en 1129 y en pocas décadas se convirtieron en una de las órdenes más poderosas de Europa, con un sistema bancario sofisticado y seguro, una fuerte presencia militar, miles de seguidores y territorios en constante crecimiento.

Los Templarios eran más que caballeros cruzados con dinero; mantenían un estricto código de conducta, incluyendo el no retroceder en la batalla, a menos que fueran ampliamente superados en número, comprometiéndose a proteger a los peregrinos. También quedaron unidos a muchas leyendas cristianas, como la del tesoro del rey Salomón, que habría sido descubierto bajo el Templo de Salomón en Jerusalén. También se especula que podrían haber adquirido el Arca de la Alianza, el Santo Grial y/o la sangre de Jesucristo.

Caballero templario tallado en el tronco de un árbol en Priaranza del Bierzo, provincia de León, España. (FCPB/GNU FREE)

Caballero templario tallado en el tronco de un árbol en Priaranza del Bierzo, provincia de León, España. (FCPB/GNU FREE)

No existen evidencias de si tuvieron éxito a la hora de buscar el tesoro, pero, los Caballeros Templarios acumularon gran cantidad de riquezas durante su existencia, suficientes como para entrar en desacuerdo con el rey Felipe de Francia a principios del siglo XIV. El rey, que terminó debiendo una gran cantidad de dinero, detuvo y torturó a cientos de miembros de la orden bajo la acusación de idolatría, herejía, y adoración demoníaca. Muchos caballeros templarios fueron ejecutados. La orden fue disuelta por
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Los Misterios Eleusinos: un enigma por resolver de la antigua Grecia

Portada - Friné en Eleusis (1889), óleo de Henryk Siemiradzki. (Public Domain)

A día de hoy, los Misterios Eleusinos siguen constituyendo un tema basado en fuentes de información fragmentarias, dando pie a una gran controversia entre historiadores que trabajan basándose en complejas suposiciones mientras intentan desentrañar el misterio de esta antigua tradición. Los detalles completos en torno a los actos y rituales que tenían lugar durante la celebración de los misterios estaban marcados por el juramento de mantener el secreto por parte del iniciado, razón por la cual han escapado a nuestro conocimiento. En este sentido, ¿qué sabemos de estos misterios y cuáles son las especulaciones que se plantean en torno a ellos? Aunque los modernos historiadores aún discuten los diferentes aspectos relacionados con estos rituales místicos, algunas ideas generales son comúnmente aceptadas, habiendo llegado hasta nosotros gracias a testimonios escritos de los propios iniciados.

En la antigua Grecia, la ciudad de Eleusis, situada al oeste de Atenas, se convirtió en el centro religioso más importante del mundo pagano de su tiempo. Según la antigua creencia, y como se narra en el himno homérico, Deméter, diosa de la agricultura, se detuvo en Eleusis para descansar cuando viajaba en busca de su hija Perséfone, raptada por Hades. Allí, Deméter ordenó que se construyeran un templo y un altar en su honor. Tras la alegría del reencuentro de la diosa con la perdida Perséfone, Deméter dio instrucciones a las autoridades de Eleusis acerca de cómo llevar a cabo sus ritos. El culto de Eleusis, por tanto, habría sido enseñado directamente por la propia diosa Deméter.

Deméter junto a su hija Perséfone. (Public Domain)

Deméter junto a su hija Perséfone. (Public Domain)

Fases del ritual

Sabemos que se desarrollaban diferentes niveles de iniciación en este culto, y que existían tres categorías diferentes de conocimiento: los drómena (lo que se representaba), deiknúmena (lo que se mostraba), y logómena (lo que se explicaba). Los Misterios Eleusinos se dividían en dos partes que tenían lugar en diferentes épocas del año: los “Misterios Menores”, una iniciación preliminar que implicaba una purificación y que se celebraba en primavera en Agrae (un suburbio de Atenas), y los “Misterios Mayores” en Eleusis, que tendrían lugar en Otoño a finales de septiembre, para aquellos ya purificados en los ritos de primavera. Los participantes pasarían cierto número de días en Atenas preparándose para esta segunda parte del culto. Debemos señalar que la duración y la frecuencia de estas celebraciones continúan siendo a día de hoy objeto de encendidos debates entre algunos historiadores.

Vista del yacimiento arqueológico de Eleusis mirando al golfo de Egina. (Public Domain)

Vista del yacimiento arqueológico de Eleusis mirando al golfo de Egina. (Public Domain)

Una parte esencial del rito incluía el consumo de una bebida llamada ‘kykeon’ elaborada a partir de cebada y menta sacramentales. Se ha sugerido que el ‘kykeon’ podría haber contenido en su composición hongo cornezuelo, mezclado posiblemente con otros alucinógenos que de este modo habrían producido una intensa experiencia psicodélica en los iniciados, ayudándoles en su transformación. Tras beber el ‘kykeon’, los iniciados entraban en el Telesterion, un espacio que se asemejaba a un teatro subterráneo, en el que tenía lugar la fase secreta del ritual. Los historiadores creen que esta parte del rito constituía una representación simbólica de la muerte y posterior renacimiento de Perséfone.

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¿Usaban los EGIPCIOS GAFAS? Aquí la evidencia DEFINITIVA documentada

http://www.unsurcoenlasombra.com/l

lente

A mediados del siglo XIX, un invento revolucionó la ciencia médica: las lentes tiroidales. Su objetivo: corregir el astigmatismo.
Resultado de imagen de egipto faraones
A partir de ahí, las esperanzas para que millones de personas con problemas en la vista pudieran llevar una vida normal cobraron visos de quimera realizable. Eso es lo que nos dice la historia, que desde 1966 habría que escribirla de otro modo.
Sólo es una más de las muchas que se han hallado en yacimientos arqueológicos. Y esto que suponemos que las primeras lentes de aumento son de hace poco más de cien años, si bien la primera lupa como se conoce fue inventada por Roger Bacon en Inglaterra en el año 1250, los cristales toroidales para usos ópticos avanzados no aparecieron hasta mediados del siglo XIX.
Lente de cuarzo de 2600 años
El oxido de cerio necesario para pulir el cristal , no fue descubierto hasta 1803 por el alemán Jakos Berzelius..
Corría el año 1849, cuando se desarrollaban las “primeras” lentes, el arqueólogo Austen henry Layard excavaba en el palacio de Kalhu, la antigua capital de Asiria, más conocida como Nimrud. Entre las innumerables piezas que rescató descubrió lo que desde el principio le pareció una lente de cristal.
Una de las caras de la presunta lente era plana; la otra, convexa. “Posiblemente”, dijo Layard, de cuyas palabras muy pocos se hicieron eco. Se quedaron en un “posiblemente” Nadie volvió a plantearse algo parecido hasta el  año 1966.
Entonces, tres nombres propios aparecen en esta singular historia. Arthur C. Clarke, Robert Temple y De Solla Price. De Solla Price, llevaba un tiempo inquieto a propósito de una extraña pieza que se encontraba –como tantas, olvidada en una sempiterna vitrina del Museo Británico de Londres. Tenía origen asirio y “parecía una lente”. Se trataba, lógicamente, del mismo objeto que descubrió Layard en el Palacio de Kalhu.
Que Clarke presentara a Temple y De Solla Price no era casualidad. El mítico autor había escuchado hablar de la investigación que tenía entre manos De Solla Price… Sabía también que su trabajo sobre
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El Papiro Westcar: magia y prodigios en los cuentos de fantasía más antiguos del mundo

http://www.ancient-origins.es/

Portada - Fusión de diversas fotografías de una copia del papiro del antiguo Egipto conocido como “Papiro Westcar”, conocido también en ocasiones por un nombre más largo, “Tres Cuentos de Fantasía de la Corte del Rey Khufu,”, escrito en texto hierático. Fotografías tomadas en el Altes Museum de Berlín. (Public Domain).

El Papiro Westcar nos ofrece la serie de cuentos de maravillas más antigua del mundo cuya existencia conocemos; pero también ha aportado pistas acerca de una repentina revolución en la historia de Egipto. Así escribía James Baikie en un artículo de 1913 para la revista National Geographic, en una época en la que estaba surgiendo el interés del público por el antiguo Egipto (nueve años más tarde, Howard Carter descubriría la tumba del faraón Tutankamón). Aunque se ha revelado una gran cantidad de información sobre el antiguo Egipto y el resto del mundo en los más de cien años que han pasado desde que fue publicado este artículo, las palabras de Baikie aún nos hablan de las maravillas que evoca este manuscrito. Se cree que habría sido escrito durante el período Hicso del antiguo Egipto, una época caótica comprendida entre el final del Imperio Medio y el principio del Imperio Nuevo: la antigüedad del documento es de por lo menos 3.500 años.

El Papiro Westcar contiene cinco historias de milagros dispuestas en doce columnas de escritura hierática. Según el texto, estas historias eran contadas ante la corte real del faraón Keops por sus propios hijos. Estos cuentos, por tanto, se remontarían a la dinastía IV del antiguo Egipto, la llamada ‘Edad de Oro’ del Imperio Antiguo. El documento ha sido utilizado como fuente literaria para comprender la vida en la corte durante la dinastía IV, como sugiere el artículo de Baikie. Los cinco cuentos del Papiro Westcar son La Historia de Imhotep; La Historia del Cocodrilo de Cera; La Historia del Colgante Turquesa; La Historia de Khufu y el Mago; y La Historia del Nacimiento de los Tres Faraones.

Estatua del faraón Khufu (Keops), Museo del Cairo (Public Domain)

Estatua del faraón Khufu (Keops), Museo del Cairo (Public Domain)

Habida cuenta de la antigüedad del texto, no debería sorprendernos que algunos de los relatos estén incompletos. Por si no hubiera sido suficiente con el desgaste producido por el paso del tiempo, el documento se estropeó aún más debido a la deplorable manipulación a la que fue sometido en el siglo XIX por arqueólogos que aplicaron técnicas muy rudimentarias a la hora de examinarlo y conservarlo. Por ejemplo, el primer cuento, La Historia de Imhotep, apenas conserva unas pocas líneas que nos narran el relato de un milagro realizado por un sacerdote durante la Dinastía III, posiblemente el propio Imhotep (Imhotep fue tesorero del faraón de la Dinastía III Zoser, y se le considera además el diseñador de la Pirámide Escalonada de Zoser):

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Mayak, el otro Chernobyl

Mayak

Este es un breve informe acerca de una de las tragedias que la industria nuclear mantiene en silencio. Mayak es uno de los sitios más contaminados del planeta por la industria nuclear y su desconocimiento por el público se debe a los ocultamientos y al hecho que la tragedia ha ido sucediendo a lo largo de varias décadas.
Mayak es el nombre de una planta de reprocesamiento de combustible nuclear ubicado entre las ciudades de Kasli y Kyshtym, a 150 kilómetros al noroeste de la ciudad de Cheliábinsk en Rusia.

Mayak, el otro ChernobylHistoria de la planta

accidente

La planta Mayak fue construida entre 1945 y 1948, con mucha prisa y en total secreto, como parte del programa nuclear de la Unión Soviética. La misión original de la planta era de hacer, refinar, y trabajar el plutonio para emplearla en armas. Cinco reactores nucleares fueron construidos por este motivo. Más tarde la planta se especializó en el retratamiento de armas decomisadas, y los desechos de reactores nucleares. Actualmente, la planta produce tritio y radioisótopos, pero nada de plutonio. En años recientes, propusieron de que la planta, recibiera, desechos de reactores nucleares extranjeros, lo cual ha dado lugar a la controversia por parte de los ambientalistas. En los primeros años de operación, la planta Mayak liberó cantidades enormes de agua radiactivamente contaminada en varios lagos cercanos a la planta, y en el río Techa, cuyas aguas en última instancia fluyen en el Río Obi. Las consecuencias río abajo de esta contaminación de radiación aún tienen que ser determinadas. Se cree que muchos que los que trabajaron en la planta de Mayak en los años 1950 y años 60 posteriormente hayan muerto debido a los efectos de la radiación. Aunque la situación ambiental ha mejorado desde entonces, la administración de la planta Mayak repetidamente fue criticada en años recientes por prácticas ecológicas poco sólidas.

Accidente nuclear de 1957

Las deficientes condiciones de trabajo en Mayak causaron serios peligros para la salud y muchos accidentes. El accidente más grave ocurrió el 29 de septiembre de 1957, cuando una falla en el sistema de refrigeración para un tanque que almacenaba decenas de miles de las toneladas de desechos nucleares disueltos causó una explosión no nuclear que tuvo una fuerza estimada en aproximadamente 75 toneladas de TNT (310 gigajoules), que liberó aproximadamente 20 MCI (740 petabecquerels) de radiación. Al menos 200 personas resultaron muertas debido a la radiación, 10,000 personas fueron evacuadas de sus casas, y 470,000 personas estuvieron expuestas a la radiación. La gente «se horrorizaba con la incidencia de desconocido enfermedades misteriosas que fueron surgiendo. Las víctimas fueron vistas con la piel ‘ desprendida ‘ de sus caras, manos y otras partes expuestas de sus cuerpos. » (Merluza 1978: 9) » Cientos de millas cuadradas fueron quedaron estériles e inutilizables durante décadas y tal vez siglos. Cientos de personas muertas, miles fueron perjudicados y áreas circundantes fueron evacuadas. » (Zhores Medvedev, el australiano, 9.12.1976). Este accidente nuclear, la peor de la URSS después de la catástrofe de Chernóbil, es clasificado al nivel 6 de una escala de 7 señalada por Escala Internacional de Accidentes Nucleares. El régimen soviético mantuvo en absoluto secreto este accidente. Las primeras informaciones serían reveladas solamente a partir de 1976 por el biólogo ruso Jaurès Medvedev, que había inmigrado a Inglaterra.

Entre 1948 y 1956, los residuos nucleares del gigantesco complejo nuclear de Mayak fueron derramados a todo lo largo del río Techa, la fuente de agua potable de muchos pueblos de la zona. Unas 124 mil personas fueron expuestas a medianos y altos índices de radiación. Los residuos nucleares también fueron derramados en los lagos del oeste de Siberia. Uno de estos se produjo al agua durante un tormentoso verano y una gran nube nuclear se desparramó en una vasta área alrededor del lago. En 1957, uno de los sistemas de enfriamiento de la planta de Mayak explotó y más de la mitad de la radioactividad almacenada (aún mayor que Chernobyl) se desparramó en la atmósfera. Algunos habitantes fueron evacuados, pero la mayoría no. Finalmente, 272.000 personas fueron afectadas por la radiación del complejo de Mayak. Rutas de Residuos Esta es un área que el Ministerio ruso de Energía Nuclear (Minaton), desea descargar y almacenar más residuos nucleares en años venideros. El gobierno ruso, ávido por obtener dinero luego de una profunda crisis económica, ha dictado una ley favoreciendo la importación de residuos nucleares. Se han hecho nuevos planes para importar 20.000 toneladas de residuos nucleares, por intercambio de 20 millones de dólares estadounidenses. Japón, Corea del Sur, Taiwán, Bulgaria, Hungría, Suiza, Alemania, y España serían los potenciales “exportadores”. Recientemente, el jefe máximo de la planta de Mayak, le dijo a una comisión del gobierno: “No podemos garantizar la seguridad de la gente que vive río abajo del río Techa”. Los habitantes del área de los alrededores de Mayak están en contra de los nuevos planes para almacenamiento de residuos radiactivos. Ellos, simplemente, no pueden creer que el almacenamiento y la manipulación de residuos nucleares se pueda realizar de una manera segura y responsable. No es difícil entender su escepticismo.

nuclear

Aquí se pueden leer, ver y escuchar las trágicas historias personales de algunas de las víctimas del complejo nuclear de Mayak. Hacé clic más abajo para conocer sus historias.

GUSMANOV, conductor del tractor – Click
Wafir Gusmanov fue forzado por la policía para limpiar los bancos contaminados del río Techa.

RAMZIS – Click
Ramzis Faizullin nació discapacitado y hoy tiene 19 años. A los 16, le escribió una conmovedora carta al Primer Ministro de Rusia oponiéndose al ingreso de basura nuclear a su pueblo, y le comentó sobre los nefastos efectos que ya están sufriendo sobre la contaminación radiactiva. Nunca recibió respuesta.

KOSTIA – Click
Kostia tiene Síndrome de Down y debieron separarle sus dedos cuando nació. Su madre nadó en el contaminado río Techa cuando era joven.

LUBA, en el Jardín – Click
Luba enseña en el jardín de infantes, también se enfermó y nunca fue totalmente atendida. Su propia hija, Regina, está necesitando urgentemente una operación del corazón.

Mapa Regional de Mayak.

Posibles rutas de residuos Radioactivos en Mayak.

Liberación de Radioactividad – TBq

MAYAK: Liberación total de radionucleidos en el Lago Karachay – 20.000.000

Tomsk-7: Residuos radioactivos líquidos inyectados al suelo – 15.000.000

Bomba de Hiroshima, 1945, actividad 12hs después de la explosión – 5.550.000

MAYAK: Actividad actual en el Lago «Karachay» – 4.400.000

KRASNOYARSK: Residuos radioactivos líquidos inyectados al suelo – 4.000.000

Accidente de Chernobyl, 1986 (1) – 1.850.000

Liberación de radionucleidos de larga vida por pruebas nucleares atmosféricas. – 1.550.000

MAYAK: Accidente en Kyshtym, 1957 – 740.000

Sellafield, planta de reprocesamiento de Inglaterra, descargas totales (desde 1951)* – 130.000

MAYAK: Radioactividad actual inventariada para el Lago «Staroe Boloto» – 110.000

MAYAK: Descargas al Río ?Techa? 1949-1956 – 100.000

MAYAK: Accidente en Kyshtym, 1957, radiación en la región – 74.000

MAYAK: Radioactividad actual inventariada para el Reservorio17 – 74.000

La Hague, planta francesa de reprocesamiento, total de descargas (desde 1965)* – 8.000

Tomsk-7: Descargas de agua de refrigeración al Río ?Tom? – 1.400

KRASNOYARSK: Descargas de agua de refrigeración al Río ?Yenisey? – 1.100

Tomsk-7: accidente, 1993 – 43

MAYAK: Polvo esparcido desde Lago «Karachay» seco, en 1967 – 22

Muslyumovo

Se estima que los habitantes de Muslyumovo, un pueblo a 30 Km de Mayak, recibieron una dosis de radiación de 280 milisievert (mSv) en el transcurso de una vida. Aquellos que han vivido durante el período del vertido masivo de residuos radioactivos al Río Techna (1949-56) recibieron dosis de 350-3.500 mSv. En comparación, en Inglaterra, la Comisión Nacional de Protección Radiológica, recomienda que las personas no deberían recibir dosis superiores a 1 mSv al año. Diversos estudios han mostrado que la mayoría de los habitantes de Muslyumovo sufre de al menos cinco enfermedades crónicas, como pueden ser infartos, alta presión arterial, artritis y asma. Aproximadamente la mitad de las mujeres en edad de tener hijos sufren de esterilidad, así como la mitad de los hombres, y un tercio de los niños nacidos padece de desórdenes físicos o defectos de nacimiento. Casi el 10 por ciento de los bebés nacen prematuramente y muchos más embarazos terminan en abortos.

olvido

El Techa mide ocho metros de ancho y tiene un largo de 200 Kilómetros. Con un dosímetro, un aparato que mide la radiación ambiental, la medida normal es de entre 17 y 20 microroengtens, sus valores en la actualidad son alarmantes ya que presentan 1608, 2000 y 2442 mR.
Los habitantes de la aldea padecen enfermedades terribles como la leucemia y el cáncer además de problemas cardiacos, digestivos, circulatorios, óseos y articulares. Bebes que nacen con disfunciones físicas y mentales. Eso no es todo, la expectativa de vida para sus pobladores es de 47 años (mientras que en el resto de Rusia es de 72).

silencio

Todos estos datos parecen no alcanzar para que las autoridades rusas reconozcan la influencia directa de la radiación sobre los pobladores de la aldea. Según algunos organismos internacionales (Las ONG Greenpeace) este lugar nunca fue evacuado porque sus autoridades utilizaron a sus habitantes para experimentar los efectos de la exposición prolongada a la radiación sobre la población humana
En Cheliabinsk funciona el Centro para la medicina de la radiación de los Urales, que desde 1990 registra en estudios anuales la declinación de la salud de los 28.000 vecinos del río Techa.

Planta de Mayak

De acuerdo con un estudio mantenido en secreto por décadas, el 83.6% de los 1.828 trabajadores de Mayak expuestos a la radiación, sufrieron de la Enfermedad de Radiación Crónica (ERC) en los años 50´. El estudio también examina las causas de muerte entre los pacientes con ERC a lo largo de 40 años, con un total de 333 muertes. En la primera década, la principal causa de muerte fue la leucemia aguda de médula, mientras que en décadas posteriores, la primera patología predominante fue el cáncer de pulmón, y la segunda, el cáncer de estomago.

El reportero gráfico holandés Robert Knoth, visitó la región de Mayak en 2000 y 2001.
Robert nos mostró, sin demasiado énfasis en su personal estilo y técnica, una imagen clara de la existencia de un gobierno y una industria que desprecia la vida. Cada una de las siguientes imágenes nos muestra un aspecto diferente de la Historia de Mayak.

Sus estadísticas dicen que:

* La tasa de leucemia se duplico en los 20 años.
* El cáncer de piel se cuadruplico en las ultimas tres décadas.
* La cantidad de enfermos de todas las clases de cáncer trepo un 21%.
* Los pacientes con enfermedades vasculares aumentaron un 30%.
* Los nacimientos con defectos congénitos crecieron un 25%

Un Informe del inspectorado Nuclear ruso afirma que la planta guarda desechos con una radiactividad ocho veces mayor que la liberada en Chernobyl, y el lago Karachay, que con una carga radiactiva de 4,4 millones de Tbq acaba de ser vitrificado y sellado con concreto, fue calificado por el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales de Estados Unidos como «el lugar más contaminado del mundo».
Todos estos datos son en vano para el gobierno ruso, quien el año pasado aprobó un proyecto que consiste en introducir 20.000 toneladas de residuos radiactivos en un lapso de 10 años, a cambio de 20.000 millones de dólares. Entre los potenciales clientes se encuentran Gran Bretaña, China, Japón, Taiwán, España, Suiza y Bulgaria. Los funcionarios dicen que el dinero se destinara a limpiar áreas contaminadas, por supuesto que nadie les cree.

Rusia

El nivel de radiación en la orilla del lago es de 600 röntgens por hora, suficiente para matar un hombre en apenas una hora. (El lago lo estan tapando con concreto)

https://www.taringa.net/posts/info/5400386/Mayak-el-otro-Chernobyl.html

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