Cuando estamos atravesando un momento difícil con los niños, lo primero que solemos hacer es resistirnos, haciendo gran esfuerzo por cambiarlo.
No nos entregamos, luchamos, nos enojamos, nos sentimos angustiados, perdidos, culpables, victimas.
Enfrentamos los conflictos y dificultades con la ansiedad y urgencia de sacarnos de encima el problema.
No queremos vivir los procesos, rápidamente queremos ver la meta resuelta. Nos queremos saltear mil pasos, y muchas veces, ni dar el primero, y ya sentirnos victoriosos por haber alcanzado la línea de llegada. Si el niño tiene fiebre: un antifebril; si está manifestando ciertos comportamientos: probamos miles de fórmulas, sin dejar que esto nos toque y nos modifique en algo.
No queremos parar, no nos gusta mirarnos u observar el alrededor. Nos negamos a atravesar un tiempo de proceso junto a los niños. Permitir el paso de las horas, los días, para convivir con la incomprensión, la incomodidad y el dolor que toda dificultad nos trae al principio.
Necesitamos dejar de buscar la salida, y comenzar a buscar la entrada. Un tiempo de “no sé qué te sucede, pero acá estoy formando parte de ello”.
Necesitamos aprender a entregarnos, dejando de lado los juicios de “es mejor o es peor”, que solo nos aleja del todo, por analizar una parte.
Las dificultades nos traen algo; nos ablandan, nos detienen, nos hacen reflexivos, humildes, tranquilos. Pero nos separamos de ellas, calificándolas negativamente. Creemos que vienen a interrumpirnos la vida que funcionaba sin problemas, y que estaba… ¿ordenada y tranquila?
No corras, ¿sabes a dónde tienes que ir?
“No corras, ve despacio, que a donde tienes que ir es a ti mismo.” , dice un conocido poema de J. R. Gimenez.
Si cuando pasamos un momento de dificultad con los niños, lo único que tenemos en mente es cambiarlo ya, no estamos yendo a ningún lado.
Ante panoramas difíciles, se necesitan dos cualidades: la paciencia y la entrega.
Tomémonos un tiempo y no hagamos nada, y con ello, entremos y entreguémonos a todo lo que ocurre.
Ese tiempo nos hará mejores personas; seres humanos más sabios, ricos en valores, respetuosos ante las situaciones diversas y adversas. Y quién te dice, que ahí, justo ahí, estaba la solución, o la situación te dice lo que puedes dar o hacer para moverla a otro estado y hacerla evolucionar…
El desafío no es el problema que está afuera, son las propias limitaciones; es nuestra habitual forma de abordar la vida; nuestra tendencia a salirnos en vez de querer entrar. Somos nuestros propios desafíos, y somos también, la resolución.
No hay situaciones afuera que no podamos resolver, comenzando con sentirnos parte de ello, amorosa y pacientemente.
Si hay algún conflicto que estés atravesando con un pequeño, deja de hacer fuerza en contra y ponte a favor. Acéptalo, para darle lugar a la confianza, a la inteligencia divina que hay por detrás de todo lo que vivimos.
Seguramente, ya lo has comprobado, muchas cosas son al revés de lo que nos han enseñado; entonces, detente, no hay que hacer mucho. Ponte a disposición y servicio de lo que está ocurriendo, y déjate llevar por ello. Eso está ahí para regalarte algo… déjalo entrar.
«Llevo 40 años teniendo pesadillas en las que voy a un examen y me doy cuenta de que me preparé para un tema distinto. O miro el examen y está en un lenguaje que nunca he visto antes. O tomo mi lápiz para contestar, pero no puedo escribir la palabra que quiero», revela Simon Goldhill, director de Estudios Clásicos en King’s College, Londres.
«Es mi sueño recurrente por excelencia: tener que hacer un examen de matemáticas o de alguna asignatura que no sé. ¡El horror de tener que presentar un examen para el que no te preparaste!«, señala el comediante Richard Herring.
Por suerte, te despiertas, aunque tremendamente agitado y hasta con escalofríos.
Yo no he tenido que hacer un examen por décadas pero, como miles de otros, todavía tengo pesadillas como esa.
Ahora, como profesora de Estudios Clásicos en la Universidad de Cambridge, estoy oficialmente al otro lado del proceso, y lo que me ha intrigado durante los 40 años que he estado enseñando es cómo los exámenes y sus graciosos rituales se metieron en nuestra psiquis colectiva.
¿Dónde, cuándo y por qué?
No olvidemos que a algunas culturas le han ido perfectamente bien sin ningún examen.
La antigua Roma era felizmente libre de exámenes.
Y países como Reino Unido no tuvo los exámenes escritos como los que conocemos hasta el siglo XIX; antes de eso, la mayoría eran orales.
A los que tenemos que acreditarles -o culparlos- por este invento en particular es a los chinos.
En el siglo VII a.C. crearon lo que era «una prueba estupefaciente durante la cual algunos se enloquecían y otros morían«.
«Hay imágenes de las salas de exámenes de provincia, con fila tras fila de celdas abiertas por un sólo lado», cuenta Peter Bol, de la Universidad de Harvard, quien es un experto en esos primeros exámenes.
«En las celdas separadas no podías copiar de otro. Entrabas, traías algo en qué dormir, te daban un orinal, tenías un escritorio, tinta y te sentabas, te entregaban el examen y empezabas».
El sistema de examen imperial chino -como se llamaba- duraba 3 días… y noches, y versaba más que todo sobre clásicos de Confucio.
Había quienes no lograban llegar al final. Si un candidato moría, las autoridades envolvían su cuerpo en una estera de paja y lo tiraban al otro lado de los altos muros que rodeaban el complejo.
Los exámenes eran increíblemente competitivos.
«Tenemos evidencia de que en 1250 alrededor de 450.000 personas participaban en estas pruebas, pero sólo entregaban 600 diplomas«, señala Pot.
«¿Por qué los hacían? ¿Por qué invertían tanto, muchos años de educación, tutores privados, todos los gastos que involucraba eso, si la vasta mayoría no iba a tener éxito?», se pregunta, y contesta:
«Lo hacían porque les daba estatus, reconocimiento, conexiones y membresía en la élite local».
«Si me pidieran que señalara un logro extraordinario del Estado chino, diría el haber establecido el valor de los exámenes para la participación en la vida nacional y pública», declara el experto.
No estoy segura de si fue un logro o un autogol, pero el objetivo de ese sistema chino era noble.
Al crear esos primeros exámenes, no estaban sólo separando la paja del trigo, sino tratando de hacerlo según una medida justa de las habilidades, no de acuerdo a la posición social o riqueza del candidato.
Eso, se supone, es lo que seguimos haciendo, sin embargo aún no entiendo…
¿Qué estamos poniendo a prueba y para qué?
Es probable que queramos que todos nuestros médicos potenciales demuestren en muchas pruebas que saben lo que van a hacer.
Pero, ¿podemos decir lo mismo de exámenes para jóvenes de 18 años sobre la Guerra de los Cien Años?
A pesar de sus pesadillas, Simon Goldhill piensa que las pruebas académicas «son una buena prueba de tu habilidad para procesar y empaquetar una gran cantidad de información de una manera eficiente e ingeniosa».
Pero, «te dicen muy poco de tu capacidad como profesional. Y todos sabemos que los mejores alumnos no necesariamente obtienen los mejores resultados en los exámenes».
«Para lo que sí sirven, en mi opinión, es para prepararte para muchas cosas en la vida: si te va muy bien en los exámenes, te puede ir bien en otras cosas», dice Goldhill.
No obstante…
La lista de la gente que ha hecho cosas maravillosas en su vida a pesar de que no les fue bien en los exámenes es larga: en la universidad, Charles Darwin, por ejemplo, estaba demasiado ocupado buscando escarabajos para prestarle atención a las asignaturas que no lo aburrían.
¿Cómo serían los exámenes en su época?
«No se parecían a los de hoy en día», le dice a la BBC Gillian Cooke, archivista de Cambridge Assessment, que guarda tesoros de historia de los exámenes.
Describa en detalle el método que usted adoptaría para la desinfección de barcos en relación a la peste, la cólera y la fiebre amarilla»
Pregunta de un examen de Ciencia Sanitaria de la Universidad de Cambridge de hace un siglo
THINKSTOCK
«Hacían exámenes sobre electricidad y magnetismo, navegación, calor, luz, higiene».
Algunos son asombrosos, otros monótonos: «Cuáles son las fronteras de Austria, sus principales ríos y el curso de estos«.
Aunque están guardadas las preguntas no quedó registro de las respuestas.
Lo que sí podemos ver son los reportes de los profesores y, dice Cooke, «en ese tiempo eran muy directos; brutales».
«Rara vez dieron respuestas satisfactorias a las preguntas sobre las peculiaridades gramaticales»
«Muchos candidatos tuvieron pocos escrúpulos a la hora de escribir puras tonterías»
Aún no entendemos para qué son
Hay mucha evidencia de que los exámenes no son buenos para predecir el futuro.
No sólo está el caso Darwin, quien en su autobiografía escribió «Intenté matemáticas (…) Me repugnó, principalmente porque no pude encontrar ningún significado en los primeros pasos de álgebra».
El inventor del teléfono Alexander Graham Bell, según su biógrafo, «disfrutaba del ejercicio mental» de las matemáticas, pero una vez entendía el método «se aburría y descuidaba la respuesta final», lo que se reflejaba en sus calificaciones.
El inventor Thomas Edison llegó a decir: «Puedo contratar matemáticos, pero ellos no me pueden contratar a mí«.
Y estos son apenas unos pocos.
¿Entonces?
Tras explorar nuestra cultura de exámenes, estoy dispuesta a desafiar a cualquiera a que defienda la enorme cantidad de tiempo, dinero, estrés y esfuerzo que invertimos. Quizás sea necesario, pero es un sistema ciertamente defectuoso.
No tengo ninguna solución radical para ofrecer, excepto sugerir que nos relajemos un poco.
A los historiadores del futuro esta costumbre seguro les va a provocar tanto asombro como a nosotros los exámenes imperiales chinos.
Y se preguntarán por qué estuvimos dispuestos a someternos y someter a nuestros niños a tal calvario.
Muchos padres y educadores se sienten desorientados ante la llegada de los Niños de Hoy. Pero ¿son acaso niños tan difíciles de comprender?
Todos coincidiremos en que estos Niños proponen apertura, sinceridad y renovación, sin embargo esto ¿debiera ser algo que desoriente? ¿Es tan extraño lo que proponen que ni sus padres encuentran las herramientas para guiarlos? Entonces ¿Quién los ayudará?
Habitualmente ante estos niños aparece el sentimiento de «no sé nada»: no se sabe ser padre, no se sabe ser maestro, no se sabe ser guía certero. Se siente algo similar a cuando se está próximo a recibir en una carrera o formación y se piensa«¿qué haré ahora? de qué se trata ejercer esta profesión, no sé nada… no me acuerdo de nada». Pero sin embargo hay todo un caudal de conocimiento que está en el interior y espera ser puesto en práctica en el momento oportuno. Y hay también un potencial individual, que no es enseñado en la universidad, que es propio de cada uno, y que es el que hay que descubrir, el que hay que despertar.
Esto mismo sucede con la maternidad/paternidad, a veces se siente que no se sabe nada, que no se está capacitado para resolver las situaciones que presentan los niños de hoy.
Ante esto digo calma, sepamos que la dificultad se está viviendo en el plano intelectual y no en el espiritual- intuitivo. Un motivo por el que surge dicha desorientación es porque se está intelectualizando en demasía la educación.
Podemos buscar en determinado momento una guía, un consejo o consejero, pero esto no podrá resolver todos los conflictos. Podemos también encontrar algunas pautas que ayuden, sin embargo parecería difícil encontrar parámetros fijos a seguir para siempre.
Se busca endurecer y enfriar algo que debiera ser tibio y flexible como es el criar/guiar a un niño. Se está buscando derivar el poder hacia afuera, y con esto en vez de generar mayor fortaleza y confianza, se produce un debilitamiento interior. La propia sabiduría no es ejercida y un gran potencial deja de ser utilizado. El adulto debilita su conciencia, su propia capacidad creativa y única.
El modelo social nos lleva hacia el repetir y obedecer a otro que “sabe más que yo”. ¿Acaso, por esta razón, no nos encontramos ante una sociedad débil espiritualmente, perdida de su rumbo esencial, buscando el sentido a tientas en la superficie? Esto mismo va a ser lo primero que querramos hacer con los niños: repetir. Pero la evolución dice “rompe la repetición, encuentra tu verdadera aspiración, tu verdadero motivo del por qué haces lo que haces. Así crecerás. Recupera tu fortaleza decidiendo tu propio camino, discerniendo Despierto.”
Si este niño ha llegado a usted es porque en usted hay algo para ofrecerle, y es eso lo que hay que desarrollar.
Adultos anclados en sí mismos
Estos niños necesitan adultos anclados, seguros, contenidos en sí mismos. Adultos que aunque no sepan con seguridad si lo que hacen es plenamente correcto, aun así tengan la valentía de probar nuevas posibilidades.
¿Pero con qué se encuentra el niño de hoy? Con inseguridad, con adultos desencarnados, titubeantes. Hasta incluso percibe en ellos el miedo a la vida y las emociones irresueltas que guían sus pasos.
Se encuentra muchas veces con adultos perdidos en sus propios caminos, con temor a buscarse, con temor a encontrarse.
Y los niños sienten esto, ¿y qué harán?: “¿Si los adultos, aquellos a quienes Yo debo preguntarles cómo, quién soy, adónde voy, qué es mejor para mí, no lo saben, están perdidos, me muestran dudas y temor hacia la vida, ¿qué queda de mí??”
El Niño de Hoy necesita Guías, pero Guías Espirituales. Y para lograr ser sus guías, el adulto debe primero reconocer en qué parte de su camino se encuentra, y qué hará para continuar ascendiendo en su propio nivel evolutivo.
Ante estos niños, nuestro Yo Espiritual debe estar anclado. Es muy saludable sentir que hay mucho que aprender, pero esto no debe interpretarse como la pérdida total de rumbo. Claro que debemos mantenernos abiertos y flexibles, sí, pero nuestro Espíritu tiene que arder en nuestro cuerpo, pleno de voluntad de vivir. Debemos estar decididos a vivir la vida plenamente, no a medias. Sentir, que a pesar de que aún nos falta mucho recorrido, en todo momento estamos acercándonos más a nosotros mismos.
Si usted está perdido en la calle ¿a quién le preguntará cómo llegar a su hogar? ¿Le preguntará a otra persona que nota que está igual de perdida que usted, mirando las direcciones, preguntado aquí y allá? No. Seguramente entrará a algún negocio que hace mucho está allí y le preguntará al señor que en él atiende. Esta persona está ahí hace mucho tiempo, está anclado en el lugar, por eso le genera seguridad. Siente que él sabrá guiarlo correctamente.
Lo mismo ocurre con los niños. Si el niño percibe a un adulto perdido, a un adulto que no está anclado a la vida, qué es frágil como una hoja de otoño, no sentirá que puede refugiarlo, contenerlo, guiarlo. Se trata de un movimiento energético, un encuentro o desencuentro energético que se da o no se da con el niño.
El adulto sabe dónde vive, dónde trabaja, quiénes son sus amigos, pero muchas veces hay adentro un desconcierto, remolinos desordenados que no van hacia ningún lado. Hay emociones limitantes, hasta muchas veces ganas de dejar de existir. E incluso peligrosamente esta parte del adulto intenta guiar al niño.
Esto sucede también en las escuelas: ¿cuál es la meta de una escuela? ¿Para qué se enseña tanto contenido de memoria? ¿Para qué se toman evaluaciones con información y sistemas que nunca se utilizarán? Si alguna vez esto tuvo sentido, hoy ya no lo tiene, sin embargo se sigue repitiendo indefinidamente.
El sistema educativo está perdido y quiere guiar al niño de hoy. ¿Adónde? ¿Para qué? No lo sabe. El niño vibra este sin sentido, vibra también en los maestros que no logran encender su espíritu ante ellos, vibra las voluntades dormidas, las metas hacia la nada. Y allí se produce el desencuentro.
Este niño necesita adultos verdaderamente contenedores y espacios que ofrezcan actividades con sentido. Mientras esto no aparezca el niño permanecerá indiferente, dormido en apariencia, difícil ante el análisis social. Este niño irá de aquí para allá insatisfecho, pidiendo Guías, contención, y rechazando a todo aquel que no la ofrezca.
Aunque ante una superficial mirada no parezca, en realidad este niño es un Ser que lo que más desea es Entrar a la Tierra, Amar a la Tierra, Tomar el Mundo y Transformarlo.
Mientras la humanidad no encuentre su punto de enfoque, y que este tenga verdadero sentido y surja de la esencia viva, seguirá erróneamente intentando conquistar el espíritu del niño.
Pero este es un camino que no tiene huellas, pocos lo han transitado, y por eso surge el miedo a hacer lo incorrecto. Y ante esta inseguridad en general se tiende a querer sostenerse en lo “seguro” propuesto por el intelecto o el afuera.
La seguridad no tiene que estar sostenida en lo que “sabemos”, sino en lo que emitimos como Seres Espirituales. Ser una persona segura ante el niño no significa saberlo todo rígidamente, transmitirles conceptos y juicios de bueno y malo, apagar nuestra espontaneidad e inocencia. No se trata de una seguridad egoica que es la que en general practicamos. Se trata de traer a nosotros aquello que más nos representa, que sabe que más humilde se es cuanto más se sabe. Aquel que puede decir “si” o “no”, aún sabiendo que es un aprendiz, que siempre puede encontrar una mejor forma de actuar.
Esta seguridad no es plenamente reconocida aún por los seres humanos, pero es la única seguridad que Respetan y Reconocen los Niños de Hoy.
Ningún niño desafía sin razón a un Ser que está anclado en sí mismo, en lo más elevado de sí mismo.
Los niños de hoy no son “difíciles” pero el adulto deberá hacer un trabajo consigo mismo para sacarse de encima tantos patrones que lo limitan. Tanto que le hace olvidar lo esencial. Deberá aprender a soltar todo aquello que lo aleja de su propio conocimiento.
Si el adulto está espiritualmente arraigado en sí mismo, si vive en conexión, descubrirá que no hay niños difíciles. Difícil es cuando la cabeza humana, desea repetir sistemáticamente. Es difícil cuando la razón desea calcular cada paso en total seguridad. Y este tipo de seguridad es relativa en estos tiempos. Antes tal vez se podía encontrar seguridad en tener cosas materiales: casa, auto, dinero. Ahora viendo la inestabilidad del mundo, sabemos que ni en eso encontraremos refugio. Lo más seguro que tenemos es nuestra consciencia conectada con nuestro Origen.
Cambiar a la humanidad puede parecer una tarea inabarcable, desmesurada; sin embargo si todos nos reconocemos parte esencial de ella, nos daremos cuenta de que nuestra primera motivación deberá ser Despertar a la Vida. Encarnar vivamente en el mundo. Ser guías primero de nosotros mismos, para luego poder guiar al niño con Consciencia y responsabilidad Espiritual.
Dejar el sonambulismo y el adormecimiento interior para convertirse en Uno Mismo. Convertirse en el Ser que el niño eligió antes de venir.
Todos reconocemos que en algún lugar de mucha consciencia y perfección hemos elegido a todos aquellos con los que nos hemos encontrado. El Ser del niño desde el mundo espiritual lo ha elegido. Percibió su potencial, el alma pura de aquellos que serían sus padres, docentes, guías y educadores. Y así Espíritu a Espíritu los Seres pactan encontrarse y recordarse lo que verdaderamente cada uno trae.
Olvidar parece que fue fácil, aunque espiritualmente fue un gran sacrificio. Recordar es lo que más trabajo nos llevará, sin embargo es la tarea más bella y que más nos compete a los Seres Humanos. Recordar ¿Quién fui Yo?, ¿Quién soy Yo? ¿Qué Sé? ¿Cómo me conecto con ello? Se empieza por la pregunta que produce eco en la Creación. Luego, retorna una posibilidad, una respuesta. Esa respuesta ¿será el Niño de Hoy?
Recordemos que las manos saben sanar, que el corazón limpio puede guiar. Recordemos también que utilizamos tan sólo el 1,5% de la información que hay en nuestro ADN. Más del 90% de nuestro ADN se denomina “ADN basura”*. ¿Para qué sirve el 90%?
Recordemos que la mente es una herramienta, que bien utilizada es un fiel aliado del Espíritu. Pero el Espíritu es el que guía nuestra búsqueda porque es quien sabe mantenerse ante todo humilde e inocente.
Tuvo lugar en Granada durante el 2º Encuentro Educación y Consciencia, los días 25 y 26 de Junio 2016. Organizado por el Círculo Sierpes de Granada.
EMILIO CARRILLO
Economista, escritor (51 libros publicados y más de 500 artículos), conferenciante (más de 600 conferencias en 22 países de los cinco continentes), experto Internacional en Desarrollo Local por Naciones Unidas y técnico de la Administración General (como tal ocupa plaza de Subdirector de Área en la Diputación de Sevilla), ha desplegado una amplia labor académica, política y de gestión en Desarrollo Económico y Territorial y Hacienda Pública, materias en las que ha publicado 34 libros, siendo profesor de diversas universidades españolas y extranjeras, vicealcalde de Sevilla, vicepresidente de la Diputación hispalense y presidente de la Red de la Unión Iberoamericana de Municipalistas.
Compaginó siempre estas actividades con el interés por otros ámbitos temáticos. Pero fue a partir de una serie de experiencias vitales y conscienciales cuando su atención se centró prioritariamente en la Filosofía, la Historia y, sobre todo, la Espiritualidad, campos en los que ha impartido multitud de conferencias y talleres y en los que es autor de 17 libros, como Los Códigos Ocultos (2005), Buscadores (2009), Amor: Vida y Consciencia (2012), Dios (2013) y Sin mente, sin lenguaje, sin tiempo (2015).
Es presidente de la Fundación Andaluza Nuevo Mundo (FANUM), patrono de la Fundación Espató y miembro del Consejo Asesor de la Red Sostenible y Creativa. Gestiona el blog El Cielo en la Tierra, que cuenta con cerca de dos millones y medio de visitas.
Alrededor de 126 millones de adolescentes en todo el mundo creen que algunas veces se justifica que un hombre golpee a su pareja.
La cifra representa cerca de la mitad de las jóvenes de entre 15 y 19 años en todo el planeta y, según un reporte de Unicef, quemar la comida es una de las razones aducidas para justificar el uso de la violencia contra la propia esposa o compañera.
Otros motivos son discutir con el esposo, descuidar a los niños, negarse a tener relaciones sexuales o salir de casa sin permiso.
En un informe publicado por Unicef en 2014, la organización aclara que la estimación mundial se basó en estudios realizados en 102 países que en total suman el 59% de la población mundial de adolescentes de entre 15 y 19 años.
Aunque las actitudes varían de país en país.
«En general, estar de acuerdo con que un hombre golpee a la esposa en ciertas circunstancias va desde 80% de las jóvenes en Afganistán, Guinea, Jordania, Malí y Timor Oriental a menos de 5% en Argentina, Barbados, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Costa Rica, Georgia, Serbia y Ucrania», indica el informe titulado «Hidden in plain sight» («Oculto a simple vista»).
Y aunque un porcentaje inferior al 5% en Costa Rica y en Argentina puede ser consolador, si se compara con los porcentajes de otros países, la realidad no siempre lo es.
«Si vos le preguntas a cualquier chica, no te lo va a justificar (que un hombre golpee a su pareja). Lo que sí veo es que cuando alguna lo vive, en ese momento lo justifica porque niega la situación», dice Nayla, una joven de 20 años que vive en Buenos Aires.
«Si, por ejemplo, mi novio me pega, mi amiga no va a justificar ese acto violento. Pero si le pasa a ella, lo va a minimizar, va a decir que no es violencia, que fue solamente una vez, que fue un acto impulsivo», le indica a BBC Mundo.
«Porque te quiero te aporreo»
La opinión de Nayla la comparte una experta con varios años de experiencia en el tema de género en Argentina: Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para el estudio y la investigación de la mujer (FEIM).
«Aquí dicen: ‘Porque te quiero te aporreo’ (…) Si uno les pregunta fríamente, ninguna lo acepta, pero lo que uno ve en el trato de algunas chicas con sus parejas es que hay violencia», señala en conversación con BBC Mundo.
Y es que Bianco considera que en su país «la violencia de pareja está naturalizada«.
Una encuesta realizada en 2013 da luces sobre esa situación. La hizo el Defensor del Pueblo en la ciudad de Córdoba, en el centro de Argentina, a jóvenes de entre 15 y 19 años.
«De acuerdo a tu percepción, en las relaciones de parejas jóvenes ¿quiénes golpean a quién?», se les preguntó.
De un total de 593 jóvenes de ambos sexos, 51,8% manifestó que es el hombre en la pareja quien golpea, 5,2% sostuvo que es la mujer quien golpea y 32,04% respondió que los dos se golpean.
Jóvenes, 15-19 años, Argentina
¿Crees que la violencia en las relaciones de noviazgo continúa en el matrimonio?
64%
Es «muy frecuente»
24% Es «poco frecuente»
8% No sigue
«Ser infiel»
En el reporte «Violencia contra las mujeres en América Latina y el Caribe» de 2012, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hizo un análisis comparativo de datos poblacionales de 12 países de la región y halló que miles de mujeres creen que algunas veces se justifica que un hombre le pegue a su mujer.
El informe incluye encuestas cuyos muestreos fueron diseñados para que fuesen representativos de la población femenina de cada país.
En varias encuestas se les preguntó a mujeres, «alguna vez casadas o unidas», si estaban de acuerdo con que pegarle a la esposa estaba justificado por las siguientes razones:
Descuida a los niños o la casa
Sale sin decirle a él
Se niega a tener relaciones sexuales
Es infiel o se sospecha que lo sea
Desobedece al esposo
Pregunta al marido si él es infiel
Discute o discrepa con el esposo
Quema la comida
Y estos fueron algunos de los resultados:
Mujeres de entre 15 y 49 años
Justificaron que un hombre le pegara a su esposa por al menos 1 razón:
38,2%
Ecuador, 2004
16,5%
Bolivia, 2008
15,6% Honduras, 2005/2006
13,8% Nicaragua, 2006/2007
5,3% Perú, 2007/2008
4,3% República Dominicana, 2007
En Bolivia y Honduras, poco más del 12% dijo que «descuidar a los niños o la casa» era una razón
En Nicaragua, 11,3% consideró que una justificación es que la esposa sea infiel o se sospeche que lo es
En Ecuador, 29,9%pensó lo mismo
En Paraguay, 2008: 22,9% de las mujeres de entre 15 y 44 años justificó que un hombre le pegara a su esposa por al menos una razón. 20,5% dijo que la infidelidad de la mujer o la sospechosa de que lo fuese es una justificación
La Contraloría de Panamá le confirmó a BBC Mundo que en ese país hay aproximadamente 55.795 mujeres de entre 15 y 49 años que cree que hay circunstancias que justifican que un hombre le pegue a su pareja.
Ese fue uno de los resultados de una encuesta publicada en noviembre de 2014, que realizó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo de Panamá y en la que se entrevistaron a 978.862 mujeres.
«Cuando se lo busca»
La Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2010 en México da un reflejo de la situación en ese país.
«Se le preguntó a los encuestados, en qué ocasiones se justifica pegarle a una mujer: 78% dice que a la mujer no se le pega, 8% no sabe si se le tiene que pegar, 6% por infidelidad, 11% lo justifica por desobedecer al esposo o a los padres, cuando se lo busca, cuando lo provocan», explicó en 2012, Ricardo Bucio, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación en ese año.
Esto sorprende porque normalmente en encuestas de este tipo, la gente tiende a contestar con el deber ser y no necesariamente dice lo que piensa
Teresa Incháustegui, Instituto de las Mujeres, Distrito Federal en México
De acuerdo con Bucio, el segmento de la población que justificó más la violencia contra las mujeres fue el de losjóvenes de 14 a 17 años.
Teresa Incháustegui, directora del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal en México, tiene una amplia trayectoria en temas relacionados con la equidad de género y el feminicidio en su país.
En conversación con BBC Mundo, la socióloga comentó que una encuesta realizada en su país en 2014 reflejó que entre 38% y 40% de los encuestados(de ambos sexos) había opinado que «en algunas ocasiones se justificaba golpear a las mujeres».
«Esto sorprende porque normalmente en encuestas de este tipo, la gente tiende a contestar con el deber ser y no necesariamente dice lo que piensa en realidad, lo cual demuestra que todavía existe una percepción de que hay ciertas cosas que justifican golpear a una mujer», indicó.
«La Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares indica que el número de mujeres que considera que el maltrato de cualquier forma está mal y se debe denunciar, es de alrededor 17% en todo el país».
«Eso significa que todavía estamos lejos de que para la mayoría de las mujeres y de los hombres, el maltrato hacia la mujer sea considerado un delito«, señaló la experta.
Desigualdad
Pero qué hace que millones de jovencitas en todo el mundo justifiquen la agresión de un hombre hacia su pareja.
«El hilo conductor de todas las razones es que las jóvenes no se perciben que sean iguales (a los chicos), es decir, que no tienen los mismos derechos a decidir sobre asuntos que afectan su vida, a expresar una opinión o un deseo diferente al de su pareja», le dijo a BBC Mundo Shelly Abdool, asesora regional de género de Unicef.
De acuerdo con la funcionaria, el que una niña sea testigo de la violencia doméstica es un factor de riesgo no sólo para que en el futuro sea una víctima sino para que la acepte y la normalice.
«Las jóvenes que han sido víctimas de abusos en su infancia o que los vieron en sus hogares (contra sus madres), tienden a aceptar más que la violencia de género es parte de una relación de pareja«, indicó.
Y es que muchos casos de abuso empiezan en el noviazgo.
«Es muy preocupante», indicó Abdool. «Se trata de un problema que no es sólo de mujeres adultas, sino de adolescentes».
El entorno
Para Nancy Liscano, una educadora colombiana con 25 años de experiencia, no sólo lo que la niña aprenda en su hogar determina la forma cómo percibe el maltrato a la mujer, también influye su autoestima.
«Es preocupante ver cómo los medios de comunicación con películas, novelas y canciones exacerban la sensibilidad de muchas jóvenes con ideas que ellas terminan asumiendo como normales: ‘Sin ti no puedo vivir’, ‘Para amar hay que sufrir’, ‘Si hay dolor, hay amor’, ‘El que te hace llorar te ama’. Son conceptos que no ayudan al desarrollo de la personalidad de una joven, que necesita cultivar su amor propio, autonomía y libertad», le indicó a BBC Mundo.
Abdool se hace eco de esa situación:
«Con solo escuchar las letras de muchas canciones en América Latina y el Caribe, nos damos cuenta que se refuerza el sentimiento de que la violencia (de género) es aceptable y normal», señaló la funcionaria.
Denunciar
Sin embargo, en muchos países de América Latina se han hecho avances para reducir la violencia contra la mujeres, no sólo desde la perspectiva legislativa, sino femenina.
De acuerdo con Unicef, tras analizar información de seis países latinoamericanos y del Caribe, al menos 1 de cada 10 jovencitas (15 a 19 años) ha denunciado haber sido víctima de violencia física por parte de sus parejas.
Yo siempre les aconsejo (a mis amigas) que no se dejen de las personas que las tratan así, que lo dejen o que lo denuncien
Rosalía, México
En Bolivia, Colombia, Haití y Perú más de 25% de las chicas que han estado casadas o han convivido con sus parejas reportaron abusos físicos o emocionales.
En México, por ejemplo, Incháustegui reconoce que el número de mujeres que considera que la violencia hacia las mujeres se debe denunciar ha ido creciendo.
Rosalía es una de ellas. Tiene 22 años y es oriunda de una comunidad rural mexicana.
«Yo siempre les aconsejo (a mis amigas) que no se dejen de las personas que las tratan así, que lo dejen o que lo denuncien», le dice a BBC Mundo.
Y es que hay millones de jóvenes en todo el mundo que piensan así.
«No hay justificación alguna para que un hombre agreda a su pareja, ya sea de forma verbal o física», le dice a BBC Mundo Sofía, una adolescente colombiana de 14 años.
Su amiga Miranda, una chica española, interviene: «Uno no tiene que pedirle permiso a nadie para salir. No me parece bien que una persona le imponga a otra lo que tiene que hacer».
Ambas chicas creen que si una joven sufre algún tipo de maltrato por parte de su novio debe hablar con una persona de confianza.
«Que no se quede callada, que se lo cuente a alguien«, dice Miranda, quien a sus 14 años aconseja lo que por décadas organizaciones de derechos humanos han aconsejado: denunciar.
En los primeros seis años vamos a llamar ‘sorpresa’ a la posibilidad de educar a los niños desde la perspectiva de una actitud viva y natural de aprendizaje. Es la ‘edad de la sorpresa’. A esta edad le sigue la ‘edad del asombro’, aproximadamente desde los siete hasta los doce años. A partir de los doce años entramos en la ‘edad del aprendizaje’.
Los mayores creen que los niños sienten como sienten los adultos, pero en pequeño. Esto no es así. La tipología de emocionalidad del niño no tiene nada que ver con lo que Vds. siquiera se pueden imaginar. La facultad natural de los niños a esta edad de mantener un estado de sorpresa permanente, de no-duda casi constante, les lleva a vislumbrar un sentido de contentamiento ante las reacciones cotidianas. Dicha exaltación cognitiva, originada justamente por la permanencia de sus pequeñas mentes en la no-duda, es también permanente. La sorpresa es este estado de percepción en que no hay duda, que les lleva a saltar de objeto a objeto sin que medie inquietud, tal como ocurre cuando un niño se golpea e inmediatamente pasa a un caramelo que se le ofrece, que le lleva a olvidárse de su dolor previo. Sus pequeñas mentes lo ven todo como nuevo repetidamente, sin importar si es una película de video que una y otra vez observan con similar sorpresa.
El estado de sorpresa, de no-duda, tiene que ver con la facilidad de los niños de estar fuera en el mundo aprendiendo. A los niños les es muy fácil depositar sus sentidos en los objetos del mundo y permanecer en él aprendiendo. Estar fuera en el entorno es su condición natural. Es decir, en ellos la atención no se sitúa en la periferia sensoria cuando observan el mundo, sino que su atención se proyecta una y otra vez a los objetos del mundo y permanece allí sostenida. Esta actitud cognitiva es natural en los pequeños de esta edad. Los adultos no saben estar constantemente fuera atentos al entorno. Cuando los adultos observan el mundo, su atención siempre suele estar en los ojos si son estos el medio que usan de cognición, en la cabeza si es con los oídos o en la nariz o en la boca. Pero a los mayores les es muy difícil situarse afuera en el mundo; es decir extrovertirse en la percepción y sostener su atención en los objetos externos. A los adultos les es completamente difícil, excepto si se asombran. Cuando ven algo asombroso sí que salen con los ojos, con los oídos. La facultad espontánea que tienen los niños es estar afuera en los objetos del mundo, en los objetos que producen información. Están siempre expectantes, siempre buscando fuera. Ellos no están adentro como los adultos, en la cabeza; no saben estar adentro.
El ‘yo’ en la edad de la sorpresa
El sentido del ‘yo’ que tienen los niños a esta tierna edad es un mecanismo casi inconsciente de auto reconocimiento prácticamente involuntario. Cuando ellos afirman ‘yo’, dicha palabra se parece al sentido instintivo individual denominado ‘yo’ que les identifica; se parece a un reflejo de protección instintiva. El ‘yo’ para ellos no es una cuestión consciente que resalte ni que sea continua. Casi no lo detectan, ya que es una respuesta automática que ofrecen, a través de decir ‘mío’, ‘quiero’, tal como responden llorando ante el hambre o gritando ante lo desconocido. El ‘yo’ para ellos no es más que un instinto de apropiación, de pertenencia. Pero no es una condición que ha nacido como va a desarrollarse posteriormente en la adolescencia. La continuidad del yo por la cual la persona sabe quién ella misma, qué está pensando, no aparece antes de los seis años de manera incipiente, hasta conformarse de forma clara y estable en la adolescencia. En la edad de la sorpresa la condición de yoidad no es estable, porque los niños a esa edad no tienen sentido de la apropiación de la información en su mente de manera firme. No forjan un mundo interior personal estable porque no hay una continuidad del yo. Un niño no les puede hablar de su mundo interior porque no tiene una presencia estable de lo que se llama un mundo interior. Son ustedes, los adultos, quienes tienen una presencia estable que llaman mundo interior. Y presumen que el niño tiene un mundo interior como el de ustedes, pero no lo tiene. Él está siempre en sorpresa. ¡Siempre continuamente fuera atendiendo constantemente el mundo!
Enseñarles que no necesitan nada externo para ser feliz, no hay persona, lugar o cosa; y que la verdadera felicidad se encuentra en su interior. Enseñarles que si lo suficientemente el sí. Esto enseña y han dado una espléndida educación.
Enseñarles a sus niños que la idea no es sólo ficción, cada intento es un éxito, que cada esfuerzo produce la vitoria, y que el esfuerzo no es menos Honorable que Victoria. Esto enseña y han dado una espléndida educación.
Enseñar a los niños que son profundamente entreligados con toda la vida, que son uno con todas las personas y nunca se separan de Dios. Esto enseña y han dado una espléndida educación.
Enseñar a los niños que viven en un mundo de abundancia magnífico, que hay suficiente para todos y al compartir más cuando sea aplicable y no acumular más cuando recibió en abundancia. Esto enseña y han dado una espléndida educación.
Enseñar a sus hijos que no necesitan ser o hacer nada en particular para disfrutar de una vida llena de dignidad y satisfacción, no es necesario competir con nadie para nada, y las bendiciones de Dios, son para todos. Esto enseña y han dado una espléndida educación.
Enseñar a sus hijos que no juzgará, que siempre hagan todo perfectamente, y que será no teêm a cambiar nada, no «mejorar», al considerarse perfecta y hermosa ante los ojos de Dios. Esto enseña y han dado una espléndida educación.
Enseñar a sus hijos las consecuencias y el castigo no son los mismos, que la muerte no existe y que Dios nunca nadie condenan. Esto enseña y han dado una espléndida educación.
Enseñar a sus hijos que amor no pone condiciones, que no preocuparse por perder tu amor o Dios, y que su propio amor, compartido sin condiciones, es el mejor regalo que le puede dar al mundo. Esto enseña y han dado una espléndida educación.
Enseñar a sus hijos a ser especialmente no significa mejor, que proclaman a sí mismos más de alguien no ver a esa persona que realmente es, y que es muy saudavél que reconocer que «mi no es la mejor manera, pero más que otra forma».
Esto enseña y han dado una espléndida educación.
Enseñan a los niños que no hay nada que no se pueden hacer, que la ilusión de la ignorancia puede extraerse de la tierra y que todo lo que la persona requiere en realidad es volver a su ser, recuerda que ella realmente es enseña esto y han dado una espléndida educación.
Imparte estas enseñanzas, no con sus palabras, sino con tus acciones; no con debates, pero con las manifestaciones. Ya lo que ven sus hijos son sus actos y lo que está es lo que son.
Ahora vaya y compartir estas lecciones no sólo con sus hijos, pero con todas las personas y todas las Naciones. Porque todas las personas son los niños y todas las Naciones son su casa, cuando emprendes viajar al maestro.
Siempre que se habla de las superpotencias en educación, los países que salen a relucir en la conversación suelen ser Finlandia, Corea del Sur, Singapur y Hong Kong, así como la municipalidad china de Shanghái.
Son los mismos nombres que encabezan la lista más reciente del Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA, elaborada año por año por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un organismo de cooperación internacional compuesto por 34 estados.
Y también se suelen mencionar a Vietnam y Polonia, quienes escalan con rapidez en los rankings.
¿Pero alguna vez escucharon hablar del sistema del País Vasco como la nueva estrella del firmamento educativo?
Fuerte inversión
Esta comunidad autónoma de España, situada en el extremo nororiental de la Península Ibérica y que linda en el norte con Francia, cuenta con un porcentaje de alumnos de alto rendimiento comparable al de los países antes mencionados.
El mismo estatuto de autonomía que reconoce a esta comunidad como una nacionalidad histórica otorga al gobierno vasco varias competencias, entre ellas la de la educación.
Y ese es uno de los sectores en los que más fuertemente ha invertido el gobierno autónomo.
Tanto que, si en las clasificaciones sobre educación el País Vasco fuera considerado una nación en sí misma, solo Dinamarca y Austria lo superarían en gasto por alumno.
Casi el 48% de aquellos que están en edad laboral posee una titulación universitaria, un nivel similar al de Finlandia y Noruega.
Además, casi la mitad de estos- algo inusual- estudiaron una carrera relacionada con ciencia, matemáticas o ingeniería.
Como consecuencia, el porcentaje de la población dedicado a la investigación y al desarrollo es tan alto como el de Finlandia y Dinamarca.
Por ello, el perfil educativo del País Vasco parece más el de un territorio de Escandinavia que el de una región del sur de Europa.
Hasta expertos suecos, un país que ha visto perder puestos en las listas de los mejores sistemas educativos del mundo, han empezado a visitar escuelas vascas para aprender de sus lecciones.
¿Y cuáles son éstas?
Identidad nacional
Cristina Uriarte, la consejera de Educación, Política Lingüística y Cultura del Gobierno Vasco -ministra del gobierno autónomo-, dice que el compromiso con la educación está fuertemente vinculado a la identidad nacional.
«La educación es la clave para preservar nuestra cultura», dice, refiriéndose a la cultura vasca.
La represión del gobierno de facto de Francisco Franco, un régimen que duró casi 40 años- desde la guerra civil española (1936-1939) hasta su muerte y sucesión en 1975-, no fue sólo política sino también lingüística y cultural.
El euskera o lengua vasca fue prohibida en el ámbito público, y se refugió en el ámbito familiar, fundamentalmente en zonas rurales, algo que se prolongó durante la posguerra.
Ese es el principal motivo, según los expertos, por el que de los poco más de dos millones de habitantes de la actual Comunidad Autónoma del País Vasco o Euskadi sólo el 37,6% hablan euskara, un idioma no indoeuropeo que no tiene relación conocida con ninguna otra lengua actual.
Y el porcentaje es aún menor en Navarra, una comunidad autónoma adyacente, y en los tres territorios de Francia, un conjunto al que se denomina comúnmente País Vasco-Francés.
Los consecutivos gobiernos vascos, tratando de escapar de esa larga sombra, se han servido de las transferencias de poder garantizadas por el estatuto de autonomía de 1979 para construir un sistema educativo que proteja el euskera, así como para desarrollar una autosuficiencia económica.
Así, el País Vasco supera a la mayoría de los países europeos en lo referente al presupuesto destinado a las escuelas y en cuanto al dinero que dirige a la investigación y al desarrollo de industrias de alta tecnología.
Menos desempleo
Con este enfoque la comunidad autónoma ha logrado desmarcarse del alto nivel de desempleo juvenil que sufre España.
Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del 2016, el 46,5% de los españoles menores de 25 años está en paro, así como el 19,7% de los ciudadanos entre 25 y 54 años.
Mientras, en la Comunidad Autónoma del País Vasco es el 31% de los jóvenes menores de 25 años el que no tiene empleo, y el 12,7% de los que tienen entre 25 y 54 años.
La consejera Uriarte, doctora en ciencias químicas, explica que lo que han hecho es tratar de descubrir aquello que ha funcionado en otros sistemas educativos de alto rendimiento, y ponerse para ello en contacto con Finlandia, Corea del Sur y Estonia.
También han experimentado con diferentes tipos de escuelas.
Pago compartido
La mitad de las escuelas vascas son una mezcla entre públicas y privadas.
Se llaman centros educativos concertados y son financiadas en parte por el estado, pero los padres de los alumnos también contribuyen.
Maritere Ojanguren es la directora de uno de estos centros, Lauaxeta Ikastola, situado en Amorebieta-Etxano, a unos 35 kilómetros de Bilbao.
La ikastola es gestionada por una cooperativa, constituida por 971 familias, y recibe el 60% de su presupuesto desde gobierno.
El resto proviene de la matrícula y las cuotas que pagan los padres de los alumnos, de entre 2 y 18 años.
En total estos pagan hasta US$1.300 y los que no pueden permitírselo pueden acceder a ayudas.
Ojanguren asegura que este sistema de pago compartido hace que los padres se involucren más en la gestión de la escuela.
Aunque este esquema tiene sus detractores, quienes denuncian que lo que hace es potenciar la brecha social.
Hace apenas cuatro meses que un centenar de personas en representación de las familias de todos los colegios públicos de Vitoria y todos los sindicatos, entre otros agentes sociales, leyeron un manifiesto contra la «guetización» de una veintena de centros públicos de la capital vasca.
«Se está produciendo un profundo desequilibrio entre las redes pública y concertada en Vitoria. Mientras la red pública está recibiendo de manera mayoritaria a la población más desfavorecida de la ciudad y particularmente a la población de origen extranjero, la red concertada se está convirtiendo en un refugio para muchas familias autóctonas de clase media y media-alta», dijeron el 15 de febrero los firmantes del manifiesto.
Según un informe enviado por la consejera Uriarte al Parlamento vasco en enero, 60 centros en Euskadi tienen aulas con más de un 50% de extranjeros y en Vitoria hay casos de colegios con más del 80%.
Entretanto, la red concertada mantiene porcentajes de foráneos muy bajos, especialmente en el caso de las ikastolas.
«Todas las escuelas y ambas redes, la pública y la concertada, deben responder al reto que les corresponde de cara a la cohesión social» porque todas ellas se financian con impuestos públicos, añadieron los manifestantes.
Sin embargo, los defensores del modelo concertado insisten en que éste refleja el espíritu empresarial de la cultura vasca.
Región próspera
Durante años el espacio que la prensa internacional le ha dedicado al País Vasco ha sido para hablar de las actividades de Euskadi Ta Askatasuna (ETA, País Vasco y Libertad), un grupo de ideología nacionalista vasca e independentista, designada como organización terrorista tanto por España como por Francia y responsable de la muerte de cientos de personas.
Desde que el 20 de octubre de 2011 ETA anunciara el cese definitivo de su actividad armada, se encuentra inactiva.
Pero tantas noticias de esta naturaleza opacaron otra realidad: la de que el País Vasco es uno de los territorios más prósperos de Europa.
Sólo Luxemburgo y Austria tienen una renta per cápita superior a esta comunidad autónoma.
Guillermo Dorronsoro, el decano de la escuela de negocios y economía de la Universidad de Deusto, de Bilbao, explica que el País Vasco tiene algunos de los factores clave para desarrollar un sistema educativo exitoso.
«Hay un fuerte sentido de identidad», lo que ayuda a crear un propósito común y un compromiso colectivo desde las escuelas, las familias y los políticos, dice.
El también vicepresidente ejecutivo del IK4, una alianza de centros tecnológicos del País Vasco, subraya que por su «historia» -en referencia al franquismo- los vascos tienen la capacidad de movilizarse y generar apoyo público.
«Cuando llegó la democracia todos estos sentimientos -de defensa de la cultura y la lengua vasca- se canalizaron en estas ideas e inversiones», asegura.
Y remarca que, si no hubiera adoptado esta estrategia educativa, el País Vasco estaría en una situación mucho más difícil.
«Propósito compartido»
Bilbao, la mayor ciudad del territorio, es ahora un importante imán turístico, gracias en parte por la espectacular arquitectura del museo Guggenheim.
Pero en su momento fue una ciudad en decadencia, caracterizada por el declive industrial.
El enfoque para regenerar la economía combinó la inversión en proyectos culturales con el apoyo a nuevas industrias relacionadas con la investigación científica.
Andreas Schleicher, el director de educación de la OCDE, reconoce que el País Vasco ha apoyado con fuerza en educación.
Pero también hace hincapié que esto ha tenido que ver en parte con la «enorme inversión en el proyecto político para promover la lengua vasca».
De acuerdo a Schleicher, las políticas educativas vascas han tenido como objetivo«diferenciar el País Vasco de otras regiones de España», midiéndose con estándares tanto internacionales como regionales.
Ante esto, Dorronsoro dice que la educación debe vincularse al sentido colectivo de un propósito compartido.
«La educación es una inversión a largo plazo y necesita una identidad», opina.
«Si no sientes que tienes una identidad, no haces el esfuerzo».
– El papel del cuerpo: en el docente, en el alumno, en el aprendizaje.
– El corazón como la CABAÑA INTERIOR de todo saber: intelectual, práxico, sentimental, artístico.
– Escuelas que meditan, escuelas que sienten.
– Educar en el AMOR.
HILO CONDUCTOR DE TODOS LOS PROGRAMAS:
La educación a pesar de ser un tema esencial para nuestra sociedad, es comúnmente marginada por todos los medios de comunicación. ¿Cómo se explica que no tenga una sección fija en los telediarios o que en las grandes cadenas públicas ni siquiera tenga un programa semanal …?
La idea de esta sección, dentro del canal de Youtube “La Caja de Pandora TV”, es ayudar a suplir este déficit de información y hacerlo desde la riqueza de la suma de miradas, eso sí, de miradas que apuntan a educar desde el corazón. Cada invitado, situado en una hipotética esfera, partirá de su “superficie” de trabajo y experiencias – su riqueza personal – y todos apuntarán al centro de esa esfera: el corazón
Los diálogos han de ser una expresión de un valor educativo esencial: el democrático, que ha de estar por encima de cualquier ideología. El respeto y la escucha sabia, la que es consciente que en el otro siempre hay algo que aprender, han de ser el terreno de juego en el que en todo momento han de estar todos los participantes: no se puede pretender educar desde el corazón y hacer del diálogo una disputa personal.
El directo nos permite recoger las preguntas y opiniones de las personas que nos vean, dando tierra a todos los temas tratados. El que el vídeo forme parte después de la videoteca de libre acceso de “La Caja de Pandora” facilita su difusión y su revisión.
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Luis López González, nacido en Mérida (Badajoz) en 1961. Casado y padre de cuatro “estrellas del universo”. Doctor en Psicología. Director del Programa TREVA (www.programatreva.com ) de relajación y meditación escolar del ICE (UB) y Director del Máster en relajación, Meditación y Mindfulness del ICE (UB) ( www.masterremind-ub.org ) Fue profesor de secundaria durante 27 años. En la actualidad investiga sobre mindfulness, educación emocional, clima de aula, espiritualidad e interioridad. Ha escrito numerosos artículos científicos y divulgativos sobre esos temas y varios libros, como “Relajación en el aula” (Ed. Wolters Kluwer), “Meditación para niños”, “Educar la interioridad” (Ed. Plataforma), “Introducción al Focusing” (Ed. PPU), “Maestros del corazón” (coord.). (Ed. W.Kluwer).
José María Toro es profesor de enseñanza primaria y actualmente centra su labor investigadora y divulgadora en aspectos tales como el desarrollo de actitudes creativas en el quehacer de la vida cotidiana, la formación personal de padres, maestros y otros colectivos profesionales, la educación desde los valores, la pedagogía emocional y la meditación. Ha participado como ponente en numerosos cursos, jornadas y seminarios de formación. Especialista en distintos ámbitos de la Expresión (Escuela de Expresión de Barcelona) es también profesor del Sistema Consciente para la Técnica del Movimiento. Es el creador y dinamizador de los cursos-retiro “Descanser: descansar para ser”, en los que en un régimen grupal de silencio se aborda la dinámica del descanso siguiendo el ciclo de las estaciones. Es autor de numerosos libros, entre los que podemos destacar: “Educar con Co-razón” ( Editorial Desclée), que lleva ya dieciséis ediciones, y su obra más reciente: “Mi alegría sobre el puente” (Desclée). Blog: “La sabiduría del co-razón”: http://jmtoroa.blogspot.com.es/
La transformación del deporte español en las últimas décadas, conseguida a partir de los Centros de Alto Rendimiento, debería tomarse como modelo para reformar nuestro deficiente sistema educativo
En este artículo propongo la creación de un circuito público, exclusivo pero no excluyente, de centros de enseñanza secundaria de excelencia. En primer lugar aclararé el sentido de alguna terminología que podría dar lugar a equívocos. En segundo lugar me referiré al problema de las élites españolas y me preguntaré si el sistema educativo podría ayudar a resolverlo. En tercer lugar pondré al deporte como ejemplo de lo que hay que hacer con la enseñanza. Por último daré algunas ideas sobre el funcionamiento de los centros excelentes y estimaré cuánto podría costar este proyecto al erario público.
En lo que sigue utilizo los términos “libertad” en el sentido de Kant (Crítica de la razón práctica), “nobleza” en el sentido de Ortega (La rebelión de las masas) y “esfuerzo” en el sentido de Manrique (Coplas a la muerte de su padre). Como debería enseñarse en nuestro bachillerato, los tres términos refieren al mismo concepto moral básico y son, en este sentido, equivalentes. Kant nos enseñó que la libertad no surge de ejercer derechos, sino de asumir deberes. No hay libertad sin moral y la persona libre es la que, por consideraciones morales, se obliga. Quien se obliga es noble, dijo Ortega, invirtiendo la convención de que nobleza obliga. Y nobleza es esfuerzo, apostilló Manrique. Más terminología. Un centro educativo de excelencia es aquél que otorga un currículo de una sola línea: “me gradué en Harrow”; “soy Polytechnicien”. Información adicional sobre la persona, en estos casos, es siempre letra pequeña: los centros de excelencia se caracterizan por formar personas libres, nobles y esforzadas, valgan las redundancias. Educan y, para eso, enseñan. Seguir leyendo La educación de las élites españolas→
(Segundo programa de la serie: “Educando desde el corazón: diálogos para sumar”) El sentir ha estado separado de la educación porque ésta ha sido enfocada desde las autoridades. Los alumnos aprenden sólo lo que otros han creado y no sólo no pueden criticarlo, sino que ni siquiera pueden expresar su sentir sobre lo que se les enseña. Sin sentir no puede haber auténtica educación, tan solo instrucción y la mera instrucción sofoca siempre la creatividad. Si queremos preparar a personas libres que no caigan en el pozo de los victimismos han de tener desarrollada su creatividad, porque ésta es el auténtico seguro para alcanzar un buen futuro, sin miedos que lo limiten. El sentir es la puerta a conectar contigo mismo, ésta es otra razón fundamental para que forme parte de una educación de lo esencial. En este programa trataremos sobre técnicas para desarrollar nuestro sentir, para hacerlo un faro en nuestra vida. Conoceremos avances en este sentido que se están llevando a cabo en algunos centros educativos y que la mayoría de las personas aún no conocen: una nueva educación, desde el corazón, está naciendo, ponte al día con esta serie educativa de “La Caja de Pandora”.
Temas de inicio:
– Conocer y saber
– La razón también se puede sentir: “sentipensar”
– Hacia una cultura de la percepción libre
– Sentido y significado del aprendizaje
– Aprender sin autoridades
– El corazón como órgano del sentido.
– Cuerpo corazón e inteligencia
– “Neuro”: la nueva “palabrota: neurofenomenología, neuropsicología, neurocardiología
– ¿Mentes sin yo?
– Mindfulness y Mcmindfulness: ¿es necesario meditar para llegar al corazón?
Luis López González, nacido en Mérida (Badajoz) en 1961. Casado y padre de cuatro “estrellas del universo”. Doctor en Psicología. Director del Programa TREVA (www.programatreva.com ) de relajación y meditación escolar del ICE (UB) y Director del Máster en relajación, Meditación y Mindfulness del ICE (UB) ( www.masterremind-ub.org ) Fue profesor de secundaria durante 27 años. En la actualidad investiga sobre mindfulness, educación emocional, clima de aula, espiritualidad e interioridad. Ha escrito numerosos artículos científicos y divulgativos sobre esos temas y varios libros, como “Relajación en el aula” (Ed. Wolters Kluwer), “Meditación para niños”; “Educar la interioridad” (Ed. Plataforma), “Introducción al Focusing” (Ed. PPU); “Maestros del corazón” (coord.). (Ed. W.Kluwer).
Carlos González es licenciado en Ciencias Físicas. Tiene una experiencia de 24 años como maestro de matemáticas y de física para adolescentes. Lleva 20 años dando conferencias y talleres sobre crecimiento personal. Ha publicado en periódicos y revistas, artículos de divulgación y cuentos e interviene frecuentemente en medios de comunicación. Es autor del libro «Veintitrés maestros, de corazón –un salto cuántico en la enseñanza-» (Editorial Desclée) . Basada en esta obra ha surgido una película-documental “Entre maestros”, en la que se muestra, con alumnos auténticos y con el propio autor como profesor, cómo llevar a la práctica su mirada pedagógica “Educar empoderando”; este film ha sido subvencionado por el Ministerio de Cultura y coproducida por TVE. Actualmente es investigador y divulgador de los Nuevos Paradigmas Científicos y formador de educadores en su mirada pedagógica. Blog “De la escuela del conocimiento a la de la sabiduría”: http://realidadcuantica12.blogspot.cl/