Archivo de la categoría: «ALIMENTACION»

Estos alimentos limpian las arterias de forma natural y te protegen de infartos

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Las enfermedades del corazón son unas de las principales causas de muerte en muchos países del mundo. La obstrucción de arterias bloquea el flujo sanguíneo, lo que aumenta el riesgo de sufrir un infarto o una embolia cerebral. El estrés, la falta de ejercicio y especialmente una dieta poco saludable contribuyen a aumentar el riesgo de infartos. Sin embargo, unos pequeños cambios en tu dieta pueden ayudarte a reducir drásticamente este riesgo. A continuación te mostramos algunos alimentos y bebidas conocidos por ayudar a mantener las arterias libres de obstrucciones.

Salmón

El salmón se considera uno de los alimentos más sanos para el corazón que existen. Esto se debe a que contiene muchos ácidos grasos, que ayudan a reducir y prevenir los altos niveles de colesterol y triglicéridos, así como inflamaciones. Otras opciones saludables son el atún, el arenque y la caballa. Por supuesto, lo mejor es comprar pescado orgánico, si es posible.

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Consumir Maíz Bt Podría Convertir su Intestino en una Fábrica Viviente de Pesticidas

http://articulos.mercola.com/sitios/articulos/archivo/2016/09/06/cultivos-geneticamente-modificados-insectos.aspx

Maíz Transgenico


Por el Dr. Mercola

Una nueva generación de larvas de insectos se está comiendo las raíces del maíz transgénico, diseñado para resistir este tipo de pestes. El fracaso del maíz Bt transgénico de Monsanto podría ser la amenaza más grave que haya habido contra un cultivo transgénico en Estados Unidos.

Y el impacto económico podría ser gigantesco. Miles de millones de dólares están en riesgo, ya que el maíz Bt representa el 65 % de todo el maíz1 cultivado en Estados Unidos.

Esta variedad de maíz, diseñado para eliminar las larvas de los escarabajos, como el gusano de la raíz, contiene un gen copiado de una bacteria eliminadora de insectos llamada Bacillus thuringiensis, o Bt.

Pero, incluso a pesar de que un panel de asesores científicos le advirtió a la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de que la amenaza de los insectos que desarrollaban resistencia era alta, Monsanto afirmó que no era necesario tomar las medidas para evitar tal suceso, las cuales involucraban plantar menos cantidad de maíz, y la EPA aceptó ingenuamente esta opinión.

De acuerdo con un reporte reciente de NPR:2

«Los científicos que llamaron la atención sobre este peligro ahora nos dicen «se los dijimos», pues hay señales de que está surgiendo una nueva variedad de gusanos de raíz resistentes…

[U]n comité de expertos de la EPA recomienda actualmente que las compañías de biotecnología pongan en acción, por primera vez, un «plan correctivo» con el objetivo de detener la propagación de tales insectos resistentes…

Los expertos de la EPA también sugieren que la agencia reconsidere su aprobación a una nueva variedad de maíz eliminador del gusano de la raíz, queMonsanto llama SmartStax.

Esta nueva versión de maíz Bt contiene dos genes Bt diferentes que, según se supone, eliminarán al gusano de la raíz de diferentes formas. Esto ayudaría a evitar que surja la resistencia y la EPA está permitiendo que los agricultores lo planten hasta en el 95 % de sus acres de maíz.

Aunque, si uno de los genes ya está comprometido… un porcentaje tan alto de maíz Bt podría producir rápidamente insectos que también sean resistentes a la segunda variedad».

No cabe duda de que los cultivos transgénicos son el aspecto más peligroso de la agricultura moderna. No solo estamos viendo la rápida aparición de las superhierbas resistentes al glifosato, gracias a los cultivos de Roundup Ready, sino que también vemos las evidencias del surgimiento de los insectos resistentes al Bt.

Si añade a esto la aparición de un organismo nuevo que es capaz de producir enfermedades e infertilidad en las plantas y animales, y una amplia variedad de evidencias que muestran el daño a la salud humana, la única expectativa razonable que podemos deducir es que la tecnología imprudente está amenazando seriamente a humanidad entera.

El Maíz Bt – Una Falla Muy Peligrosa

El «maíz Bt» transgénico de Monsanto está equipado con un gen de una bacteria de la tierra llamada Bt (Bacillus thuringiensis), que produce la toxina Bt. Es un pesticida que se abre en el estómago de ciertos insectos y los elimina.

Este maíz productor de pesticidas entró en el suministro de alimentos a finales de los años noventa y, durante la última década, se han comenzado a acumular las historias de terror. Y el problema con los cultivos Bt va más allá de la creación de insectos resistentes al Bt.

Monsanto y la EPA prometieron que el maíz transgénico solo dañaría a los insectos. La toxina Bt que se produce dentro de la planta se destruiría completamente en el sistema digestivo humano y no tendría ningún impacto, en lo absoluto, en los consumidores, según afirmaron.

Pero, qué pena, se demostró que también en esto estaban equivocados, pues, el maíz Bt no solo está produciendo «superpestes», sino que los investigadores han encontrado que la toxina Bt puede causar estragos en la salud humana.

¡La Toxina Bt Se Encuentra Actualmente en la Sangre de Muchas Personas!

El año pasado, los doctores del Hospital de la Universidad de Sherbrooke, en Quebec, encontraron la toxina Bt en la sangre3 del:

  • 93 % de las mujeres embarazadas analizadas
  • 80 % de la sangre del cordón umbilical de sus bebés y
  • 67 % de las mujeres que no estaban embarazadas

Los autores del estudio especulan que la toxina Bt probablemente se consumiera en la alimentación normal de la clase media de Canadá, lo cual tiene sentido si consideramos que el maíz transgénico está presente en la gran mayoría de los alimentos y bebidas procesadas, en la forma del jarabe de maíz de alta fructosa.

También sugieren que la toxina podría provenir del consumo de carne de animales alimentados con maíz Bt, como lo es la mayoría del ganado criado en las operaciones concentradas de alimentación animal (CAFO, por sus siglas en inglés, también llamadas «granjas industriales»).

Estos resultados sorprendentes proponen la posibilidad aterradora de que consumir maíz Bt podría convertir la microbioma intestinal en un tipo de «fábrica viviente de pesticidas»… que continuamente produce, en esencia, la toxina Bt desde dentro del sistema digestivo.

Si esta hipótesis es correcta, entonces, ¿Sera posible que la toxina Bt pueda dañar la integridad de su tracto digestivo de la misma forma en la que daña a los insectos? Recuerde, la toxina rompe el estómago de los insectos, lo cual ocasiona su muerte.

La industria de la biotecnología ha insistido en que la toxina Bt no se une ni interactúa con las paredes intestinales de los mamíferos (entre los cuales están los seres humanos). Aunque, de nuevo, hay investigaciones publicadas en pares que demuestran que la toxina Bt se une al intestino delgado de los ratones y con el tejido intestinal de los monos Rhesus.

La Toxina Bt Está Relacionada con Alergias, Enfermedades Autoinmunes y Más

Si los genes Bt ciertamente son capaces de colonizar las bacterias que habitan en el tracto digestivo humano, los científicos creen que ocasionarían lógicamente:

  • Problemas gastrointestinales
  • Enfermedades autoinmunes
  • Alergias alimenticias
  • Trastornos infantiles del aprendizaje

Y, vaya sorpresa, todos estos problemas de salud ciertamente están en aumento… El descubrimiento de la toxina Bt en la sangre humana no prueba que exista esta relación, aunque, ciertamente, es una señal de advertencia. Y hay una gran cantidad de evidencias que muestran que la toxina Bt producida en el maíz y las plantas de algodón transgénico es tóxica para los humanos y los mamíferos y desencadena respuestas del sistema inmunológico.

Por ejemplo, en una investigación financiada por el gobierno en Italia,4 los ratones alimentados con maíz Bt de Monsanto mostraron una gran variedad de respuestas inmunes, como:

  • Aumento de los anticuerpos IgE e IgG, que generalmente están relacionados con las alergias y las infecciones
  • Un aumento en las citoquinas, que están relacionadas con las respuestas alérgicas e inflamatorias. Las citoquinas específicas (interleuquinas) que se encontraron en aumento, también son más altas en los humanos que padecen una gran variedad de trastornos, desde la artritis y la enfermedad inflamatoria intestinal, hasta la esclerosis múltiple y el cáncer.
  • Aumento en las células T (gamma delta), que son más altas en las personas con asma y en los niños con alergias alimenticias, artritis juvenil y enfermedades del tejido conectivo.

Las ratas alimentadas con otras variedades de maíz Bt de Monsanto,5 llamadas MON 863, también experimentaron la activación del sistema inmune, mostraron niveles altos de basófilos, linfocitos y glóbulos blancos. Estos pueden indicar posibles alergias, infecciones, toxinas y varios estados de enfermedad, como el cáncer. También hubo señales de toxicidad en el hígado y los riñones.

Toxinas Tópicas e Internas

Durante años los agricultores han utilizado la toxina Bt de las bacterias de la tierra como pesticida natural y, por lo tanto, las compañías de biotecnología han afirmado que la toxina Bt tiene un «historial de uso seguro en la agricultura».

Sin embargo, hay una gran diferencia entre rociarla sobre las plantas, donde se biodegrada con la luz solar y puede lavarse cuidadosamente, y alterar genéticamente la planta para que la produzca en su interior.

Los cultivos Bt tienen integrado el gen de la toxina Bt, así que no puede lavarse la toxina. Simplemente no puede evitar consumirla. Además, la versión del veneno que se produce en las plantas está miles de veces más concentrado que en la que se rocía.

Asimismo, hay estudios en pares que demuestran que la toxina Bt natural de las bacterias de la tierra tampoco esun pesticida seguro.

  • Cuando se alimentaron ratones con la toxina Bt natural,6 tuvieron el mismo daño en los tejidos, respuestas inmunes tan poderosas como con la toxina del cólera e incluso comenzaron a reaccionar a otros alimentos que antes eran inofensivos.
  • Los trabajadores del campo expuestos al Bt también mostraron respuestas inmunes.7
  • La Evaluación sobre los Riesgos y los Beneficios de los Pesticidas de las Plantas Bt de la EPA,8 creada por el Panel de Asesores Científicos, afirma que las «Proteínas Bt podrían actuar como fuentes antigénicas y alérgenas».

¿Sabe Qué Es lo que Come?

¿Sabía que, hace dos años la Academia Americana de Medicina Ambiental (AAEM, por sus siglas en inglés) recurrió a todos los doctores para que recetaran dietas sin alimentos transgénicos para todos sus pacientes?

Sí lo hicieron, aunque, al parecer, muy pocos doctores recibieron la circular. También pidieron un moratorio de los organismos transgénicos, estudios independientes a largo plazo y etiquetado, al afirmar que:

 «Varios estudios realizados con animales indican riesgos graves relacionados con los alimentos transgénicos, como infertilidad, problemas inmunes, envejecimiento acelerado, regulación de la insulina y cambios en los órganos principales y el sistema gastrointestinal. …Existe más que solo una relación informal entre los alimentos transgénicos y los efectos negativos en la salud. Hay causalidad…».

Yo no podría estar más de acuerdo. Evitar los alimentos transgénicos debería ser la prioridad de todas las personas, al menos si desea tener la oportunidad de vivir con una salud óptima.

La forma más simple de evitar los alimentos transgénicos es comprar alimentos enteros y con certificación orgánica. Por definición, los alimentos con certificación orgánica no deben nunca utilizar deliberadamente ingredientes transgénicos y deben producirse sin pesticidas ni fertilizantes artificiales.

Los animales también deben criarse sin el uso rutinario de antibióticos, promotores del crecimiento y otros medicamentos. Además, las vacas alimentadas con pastura no deben consumir maíz transgénico.

También puede evitar los ingredientes transgénicos en los alimentos procesados si sabe qué buscar. Actualmente, hay ocho cultivos transgénicos en el mercado:

Soya Azúcar de remolacha
Maíz Papaya de Hawái
Semilla de algodón (utilizada en los aceites vegetales para cocinar) Algunas variedades de calabacitas
Canola (Aceite de canola) Calabaza crookneck

Esto significa que debería evitar los productos con maíz, soya, canola y cualquier derivado de los ingredientes de la lista, a menos de que esté etiquetado como 100 % Orgánico por la USDA.

Desde finales del año pasado, también encontramos en la lista el maíz dulce, ya que Monsanto presentó un maíz dulce transgénico nuevo llamado Seminis®,9 que no solo contiene un tipo de toxina Bt, sino DOS, ¡ADEMÁS del gen para el control de plagas Roundup Ready! Así que, además de contener el insecticida, su herbicida tóxico Roundup también se acumula en los granos.

El precio del agua subirá en Brasil con la privatización de varias empresas del sector

http://www.librered.net/?

La población de tres estados de Brasil – Rondônia, Pará y Río de Janeiro – se verá afectada por la privatización de los servicios de distribución de agua y tratamientos de líquidos cloacales a partir del año 2017.

El gobernó golpista de Michel Temer anunció el pasado martes 13 de septiembre el objetivo de vender las empresas públicas de estos estados, dejando el saneamiento básico en manos de empresas privadas, una medida que encarecerá los servicios del sector.

Según el Diagnóstico de los Servicio de Agua y Cloacas del 2014, realizado por el Ministerio de las Ciudades, un 57,6 % de la población brasileña no tiene acceso al servicio de cloacas. El estudio también reveló el aumento de las inversiones del gobierno federal en lo referente a saneamiento. Entre 2003 y 2006 la media de gastos fue de de 1,5 millones de reales. Entre 2007 y 2015, el valor subió para 7 mil millones de reales, llegando al pico de 12 mil millones en el 2014.

Con este inversión, 53 millones de personas pasaron a tener acceso a saneamiento, según la investigación. Por lo tanto, la lógica del gobierno Temer es inversa, explica José Maria dos Santos, del Frente Nacional de Saneamiento Básico. El gobierno golpista de Michel Temer pretende dejar que los asuntos “agua y cloaca” sean resueltos entre los ciudadanos de forma aislada y la empresa privada. Para el 2017, el saneamiento dividirá los recursos de 2 mil millones con la carpeta de movilidad urbana.

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La industria azucarera “compró” científicos para exculpar al azúcar de problemas de salud

http://www.migueljara.com/

No hay duda de que el aumento de enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes o laobesidad están relacionadas con determinados hábitos alimenticios insanos. La ingesta deazúcar es capital. Ahora sabemos que la industria azucarera “compró” científicos para exculpar al azúcar de esos problemas de salud.

Comida basura grasaEl libro Adictos a la comida basura. Cómo la industria alimentaria manipula los alimentos para que nos convirtamos en adictos a sus productos, del ganador del Premio Pulitzer,Michael Moss, se divide en tres partes: sal, azúcar y grasa.

En ellas, el periodista documenta la imparable carrera de las compañías alimentarias por añadir a sus productos cantidades ingentes de esos elementos con el fin de que nos gusten tanto tanto que no podamos parar de comerlos.

También narra la ultracompetencia entre esas empresas hasta el punto que han llegado a desvirtuar sus alimentos con tal de que las compañías competidoras no vendan más que ellos.

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Las cuatro manos que controlan las semillas de todo el mundo

Los transgénicos han fracasado en su intento de reducir los herbicidas y pesticidas en los cultivos, según Ester Montero. “Tampoco han ayudado a aliviar el hambre en el mundo”, añade esta experta, que pide aplicar el principio de precaución ante unos productos que no han probado ser inocuos.

Diversos estudios ponen en duda la inocuidad de los transgénicos.

¿Para qué se crearon los transgénicos?

Las promesas de la industria fueron acabar con el hambre en el mundo, reducir el uso de herbicidas y pesticidas… pero ni se ha conseguido lo primero, como vemos en Argentina, uno de los principales productores, ni ha disminuido la cantidad de agrotóxicos utilizados, que por el contrario, ha aumentado.

¿Tampoco han cumplido el propósito de aliviar el hambre en el mundo?

El problema del hambre no es de falta de alimentos si no de reparto equitativo de la riqueza y los recursos.

¿Qué peligros tienen los organismos modificados genéticamente?

Diversos estudios ponen en duda la inocuidad de los transgénicos y alertan sobre los daños a las especies silvestres, la aparición de plantas invasoras, malezas y plagas resistentes, la pérdida de biodiversidad por el uso de mayores cantidades de herbicidas, etc. Al mismo tiempo a los agricultores les supone una pérdida total de autonomía al no poder multiplicar las semillas, esto unido al mayor coste de semillas e insumos, hace que los pequeños productores no puedan asumir estos gastos y abandonen la agricultura, produciéndose una concentración en manos de grandes hacendados.

¿Es perjudicial comer plantas alteradas genéticamente o animales alimentados con transgénicos?

No hay estudios a medio y largo plazo que demuestren su inocuidad sobre la salud, por lo tanto es indispensable aplicar el principio de precaución. Además, algunos estudios han comprobado la aparición de alergias, daños en riñones de animales alimentados con transgénicos, resistencias a antibióticos y problemas derivados de la mayor presencia de residuos químicos en los alimentos.

Aunque la mayoría son de uso industrial, ¿pueden entrar los transgénicos en la cadena alimentaria?

La mayoría de los transgénicos que se cultivan son para alimentación animal, y los derivados de éstos (leche, huevos, carne) no están obligados a etiquetarse como transgénicos, por lo tanto esta es la principal vía de llegada a nuestra mesa. Otra entrada es a través de derivados de los transgénicos que aparecen en alimentos procesados como la lecitina de soja y que tampoco se etiquetan.

¿Por qué se permite sólo una presencia de transgénicos del 0,9% en los alimentos si según la UE los aprobados son seguros?

Según datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) hasta el 20% de los alimentos de venta en supermercados que contienen maíz o soja están contaminados con transgénicos sin que figure en la etiqueta. La aprobación de un nuevo cultivo transgénico, la patata Amflora, añade nuevos riesgos sin que el consumidor tenga la posibilidad de evitarlo.

Sólo cuatro empresas controlan el 90% del mercado de transgénicos. ¿Han perdido los agricultores el control de las semillas y el consumidor el de la alimentación?

Según datos de la FAO en el siglo XX se han perdido el 80% de las variedades agrícolas que existían en todo el mundo por la introducción de unas pocas variedades mejoradas o híbridas tras la industrialización de la agricultura. Con la introducción de los transgénicos este proceso se acelera y la alimentación mundial queda en manos de las cuatro transnacionales dueñas de las semillas que ejercen un monopolio absoluto teniendo terribles consecuencias para los productores. Un estudio reciente en EEUU ha desvelado que en pocos años el precio de la semilla de soja ha aumentado un 200%.

Navarra cultiva maíz transgénico a gran escala en la UE. Francia y Alemania lo han vetado. ¿Por qué éstas diferencias?

Algunos países aplican el principio de precaución y otros como el nuestro, sólo atienden a los intereses de la industria biotecnológica pasando por encima de evidencias y ciudadanos que mayoritariamente están en contra de su cultivo y consumo.

¿Es posible garantizar que no contagien otras cosechas?

La coexistencia es imposible, existen casos de contaminación transgénica de varios kilómetros. Pero además la contaminación no sólo se produce en campo si no también a lo largo de toda la cadena alimentaria (transporte, almacenamiento, procesado, etc).

¿El etiquetado es la solución para dar la soberanía del consumidor?

La actual ley de etiquetado es insuficiente ya que permite que no se etiqueten los productos de animales alimentados con transgénicos como leche, huevos, carne… ni los derivados de transgénicos utilizados como aditivos lecitinas, espesantes, etc. Pero además no se cumple y productos que deberían estar, no lo están. Además, admite hasta un 0,9% de transgénicos en los productos sin tener que etiquetar.

 

El ingrediente inesperado en la cerveza que tiene en pie de guerra a los vegetarianos

http://www.24horas.cl/

Si le preguntas a alguien que haga una lista de los ingredientes clásicos de una cerveza, lo más probable es que te digan: lúpulo, malta, cebada y agua, con un poco de levadura.

Es poco probable que la vejiga natatoria de los peces esté en la lista.

Y de hecho, es muy probable que en la cerveza que te tomas tenga ese ingrediente, conocido como cola de pescado.

Se utiliza desde el siglo XIX como un agente para hacer que la cerveza sea más clara, brillante y atractiva a los bebedores.

Es inodoro y sinsabor, y se utiliza ampliamente por fabricantes cerveceros, desde grandes marcas hasta artesanos.

Pero su prevalencia significa un problema para vegetarianos y veganos, muchos de los cuales no saben que tienen que fijarse en los ingredientes cuando deciden comprar una.

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Aida. Fresas «cóctel» de paguicidas

por ·CRISTINA SANTIAGO NUTRICIÓN

June 16, 2016 Cristina Santiago

El último informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que se hizo público en 2015 reaviva la polémica sobre los residuos de pesticidas en las frutas y verduras en Europa. Cerca de la mitad de las muestras de alimentos los contienen. Su presencia podría no ofrecer las debidas garantías sanitarias a pesar de que buena parte de las muestras analizadas -un 97%- no superen los niveles que la EFSA considera «seguros». Ninguna norma nos protege contra los efectos de los «cócteles» de residuos de pesticidas en las frutas y verduras.

El caballo de batalla es algo que se revela en el propio informe de la EFSA: que más del  27% de las muestras tienen varios pesticidas distintos simultáneamente. El dato es pura dinamita, aunque la EFSA quiera pasar de puntillas ante él,  porque implica algo que claramente pone en tela de juicio que sean realmente «seguros» esos límites de pesticidas que la Administración nos dice que podemos ingerir sin riesgo. La razón es algo tan simple y tan demoledor como que ni la EFSA ni ninguna otra autoridad pueden afirmar con fundamento científico que sea seguro exponerse a tales mezclas de pesticidas porque, por increíble que parezca (ya que lo normal es que las personas se expongan a tales mezclas y no a pesticidas aislados) los tests de toxicidad oficiales no evalúan el efecto de tales mezclas.

Los métodos de evaluación del riesgo en los que basa la presunta seguridad alimentaria en relación a los residuos de pesticidas en las frutas y verduras analizan solo -y de forma manifiestamente mejorable- los posibles efectos de cada pesticida aislado, nunca en conjunción con otros pesticidas. Y eso que se habla ahora solo de los varios pesticidas que puede haber en una fruta o verdura concreta y sin contar con que, evidentemente, una persona no va a comer solo una fruta o verdura, sino con mucha probabilidad diferentes frutas y verduras, cada una de ellas con sus respectivas mezclas de pesticidas. Así que estamos ingiriendo a diario mezclas de pesticidas, con efectos impredecibles, sin que haya ningún dato objetivo que nos permita suponer que es seguro hacerlo.

Un  63% de las fresas tendrían más de un pesticida, seguidas de los melocotones con un 53%, las manzanas con un 46% o las lechugas con un 36%

¿Por qué la EFSA pasa de puntillas por estas cuestiones cuando, como ha sucedido ahora presenta los datos de presencia de pesticidas en los alimentos europeos?. ¿Por qué las evaluaciones de riesgo que hace se basan en escenarios irreales -tan virtuales como Matrix-  en los que los consumidores se expondrían solo a un pesticida aislado cada vez?. ¿Existe la seguridad alimentaria en el mundo real o solo como construcción abstracta que nos ofrece una sensación ficticia de ausencia de riesgos?

Repasando el informe de la EFSA se ve, por ejemplo, que hay una serie de frutas y verduras que  están en cabeza en cuanto al número de pesticidas distintos que pueden tener a la vez. Así, un  63% de las fresas tendrían más de un pesticida (el 12% con más de 6), seguidas de los melocotones con un 53%, las manzanas con un 46% o las lechugas con un 36%. Un 28% de las muestras de avena, un 27% de las de tomates o un 23% de las de vino también tendrían estos residuos múltiples, así como otros alimentos tendrían otros porcentajes menores. Aún así, como se está insistiendo, la EFSA, ante estas cifras, procedentes de muestras tomadas en 2013 y que se publican ahora tras el proceso de los datos, sigue como si nada. Como si ello no afectase profundamente a la fiabilidad de los sistemas de evaluación del riesgo que le llevan a afirmar que una buena parte de las muestras no representan un problema porque se cumplen los «límites legales». Unos «límites legales» para cuyo establecimiento, como se denuncia, no se ha tenido en cuenta la realidad. Una realidad marcada por el hecho de la exposición a mezclas de pesticidas.

La EFSA, valiéndose de su aspecto intimidante de Autoridad en la materia, que puede hacer mella en ciudadanos poco informados -poco informados, por ejemplo, acerca de sus conflictos de interés y sus métodos- emite cíclicamente, cual oráculo de Delphos, sus dictámenes acerca de lo que es «seguro» o «inseguro». Afirma con aplomo que existe «seguridad» alimentaria.

Muchos, movidos por simples actos de fe ciega, es probable que la crean. Pero la verdad no es cuestión de actos de fe sino de hechos objetivos. Y un  hecho objetivo, absolutamente incuestionable, es que ni la EFSA ni ningún otro organismo similar ha evaluado el riesgo de tener varios pesticidas simultáneamente en las frutas y verduras y que, sin embargo, esas mezclas de pesticidas están ahí y la EFSA consiente que nos expongamos a ellos, sin advertirnos adecuadamente de la existencia de ésas incertidumbres tan serias. Empeñada en vendernos una apariencia de «certeza» en la «seguridad» de algo cuando lo único que hay son sólidas sombras de duda. No se sabe qué efectos tienen tales mezclas y la EFSA debería decirlo.

Ya existen dudas acerca del modo en el que se ha evaluado la toxicidad de las sustancias aisladas, básicamente porque tradicionalmente no se ha tenido en cuenta debidamente el conocimiento científico más actual a la hora de establecer los límites supuestamente seguros, habiéndose concedido siempre un papel dominante a los estudios realizados por los propios fabricantes de pesticidas con no poco escándalo de la comunidad científica. No se han considerado adecuadamente efectos como los vinculados a la disrupción endocrina que podrían producirse a niveles muy bajos de concentración (es más, dudándose que pueda establecerse un umbral de concentración seguro alguno para las sustancias con estos efectos). Pero el hecho de que no se hayan evaluado los efectos conjuntos de los diferentes pesticidas a los que podemos exponernos simultáneamente es, sin duda, una de las más claras deficiencias de los sistemas de evaluación de los riesgos alimentarios derivados de la exposición a los pesticidas.

Los actuales estándares no protegen contra las mezclas tóxicas, no son seguros, y  deberían hacerse más estrictos con urgencia

Los actuales estándares no protegen contra las mezclas tóxicas, no son seguros, y  deberían hacerse más estrictos con urgencia

Pese a ello, la EFSA, como siempre que presenta estos informes, se jacta de que sus resultados indican que no existen apenas riesgos. Se contenta con decir que mayoritariamente se cumplen los «límites legales». Pero, eso sí, sin explicar todas las graves deficiencias de los criterios que se han tenido en cuenta para establecer a esos niveles legales.

Curiosamente, ECPA (European Crop Protection Association), que agrupa a las empresas fabricantes de pesticidas que comercializan sus productos en Europa -Monsanto, Syngenta, Dow Chemical, Bayer…- ha manifestado su contento con la forma en la que la EFSA ha interpretado esos resultados, ya que la forma que la EFSA tiene de presentarlos abona la idea de que es muy «saludable» seguir esparciendo decenas de miles de toneladas de los venenos que venden sobre los cultivos europeos.

La organización PAN Europe, una entidad dedicada a denunciar los riesgos de los pesticidas,  señala que «los europeos no están protegidos contra los efectos que sobre la salud pueden tener esas mezclas de pesticidas» y acusa a la EFSA de no haber establecido métodos para evaluarlos a pesar de que una Directiva comunitaria (la Residue Directive 396/2005)  decía que era importante «desarrollar una metodología que tenga en cuenta los efectos acumulativos y sinérgicos; teniendo en cuenta la exposición de las personas a combinaciones de sustancias activas y sus efectos acumulativos y posiblemente globales y sinérgicos para la salud humana». A día de hoy, pese a los años transcurridos desde la publicación de esa Directiva, la EFSA sigue sin tener en cuenta debidamente el «efecto cóctel».

Sin embargo, diferentes instituciones científicas muy serias sí han realizado evaluaciones del efecto tóxico de las mezclas de pesticidas, concluyendo que los efectos pueden ser mucho mayores a los de las sustancias aisladas. Por ello, y hablando en términos muy suaves, es muy fácil que las afirmaciones de la EFSA acerca de la supuesta «seguridad» de los niveles de pesticidas a los que se exponen los europeos tengan muy poco valor real y subestimen groseramente los riesgos.

PAN Europe denuncia que «los actuales estándares no protegen contra las mezclas tóxicas, no son seguros, y  deberían hacerse más estrictos con urgencia. Durante años la EFSA ha dicho que los residuos de pesticidas en los alimentos no representaban un riesgo para los humanos pero esa afirmación es claramente falsa y acientífica».

Son desde luego, acusaciones muy graves. Sin embargo falta en buena medida la suficiente presión social que fuerce a que la EFSA y otras agencias incorporen criterios más serios de seguridad alimentaria. Todo ello a pesar de las hondas repercusiones que estas cosas podrían estar teniendo en nuestras vidas. No olvidemos, por ejemplo, los recientes informes auspiciados por la Endocrine Society que hablaban de un coste sanitario de decenas de miles de millones de euros al año en Europa a causa de tan solo unos cuantos pesticidas.

Para PAN Europe está claro que la única forma de tener una certeza clara de ausencia de riesgo sobre los pesticidas en los alimentos no es fijar límites supuestamente «seguros» sino eliminarlos de la comida. Como dicen: «los residuos de pesticidas no han de tener lugar en nuestros alimentos y la Comisión Europea y los Estados Miembros deben perseguir la presencia de cero residuos en nuestra comida para excluir todo riesgo».

Puede parecer ciertamente «radical». Pero debiésemos plantearnos qué es lo realmente radical. Especialmente si nos encontramos, como puede ser el caso en alguna medida, en un mundo al revés en el que los conceptos acerca de lo correcto o lo incorrecto, lo radical y lo moderado pueden haberse subvertido muchas veces, de modo que lo más sensato y lo más fundado científicamente nos parezca una «locura» y lo más insensato y absolutamente carente de base científica alguna nos parezca «razonable».

Siempre habrá quien como Cifra, ese personaje de Matrix que decía aquello de que «la ignorancia es la felicidad» puedan seguir contentos confiando en que «estamos en buenas manos», que papá Estado y mamá EFSA velan por nosotros. Dormir con esa nana tantas veces repetida de que no hay que inquietarse. Que sí, que buena parte de las frutas y verduras que comemos tienen presencia de venenos, pero que se ha «comprobado» que están a niveles «seguros» para nuestra salud.

Pero los que prefieran la pastilla roja (la de la verdad) acaso debieran preocuparse un poco y ver qué es lo que está diciendo, no una agencia burocrática que se comporta como tantas otras agencias burocráticas al servicio de lo que ya se sabe, sino lo que está diciendo la comunidad científica. Usar un poco la materia gris propia, tan denostada en los tiempos que corren. No delegar el pensamiento acogiendo cándidamente los dictámenes de las «autoridades competentes» sino usar un poco la cabeza. Uno de los mayores enemigos de las masas es que muchos delegan pensar suponiendo que las autoridades lo hacen por ellos en una serie de temas. Y, la verdad, sabiendo como es el género humano en cuanto hay intereses por medio, quizás sea pecar de demasiada inocencia.

La nana que por enésima vez nos canta ahora la EFSA es que sí, que cerca de la mitad de las muestras de alimentos tienen residuos de pesticidas, pero que solo el 2,6% superan el llamado Límite Máximo de Residuos. Es decir, que más de un 97% de las muestras están dentro de la Ley y que, por lo tanto, no hay por qué inquietarse. De hecho estos días ha habido algunos medios de comunicación que han destacado eso. Han preferido la pastilla azul.

Pero, a poco que uno escarbe, encuentra cosas llamativas. La primera que destaca PAN Europe es que «los estándares alimentarios fueron masivamente relajados en 2009 para favorecer a las industrias alimentarias, a causa de lo cual el número de veces que se superan los límites se redujo artificialmente por razones comerciales y no científicas». Es decir, se hizo subir la concentración de muchos límites «seguros» de pesticidas con lo cual, claro, se daba una sensación de que la cosa había mejorado. Pero afirmar tal cosa sería como decir que han disminuido los delitos simplemente porque algún día a alguna lumbrera se le ocurriese eliminar un montón de delitos del código penal. La segunda razón que cita es la ya dicha de no tener en cuenta el efecto de las mezclas de pesticidas. Pero podrían apuntarse más, como, entre otras, que a la hora de evaluar los riesgos de los pesticidas se tengan más en cuenta los estudios de los propios fabricantes que los de la ciencia académica independiente.

Es para reflexionar que, a pesar de la falta de suficiente información al público general  acerca de estas crasas deficiencias, una buena parte de  los ciudadanos no parezcan confiar demasiado en la EFSA y agencias similares ya que, como muestra el Eurobarómetro, un 72% de los europeos están bastante o muy preocupados por la presencia de residuos de pesticidas en los alimentos, tema que es, de hecho, su principal preocupación en cuanto a los riesgos vinculados a la comida.

Si la función de la EFSA es, precisamente, generar confianza, hay que decir que  algo está fallando. Probablemente porque se han confundido los objetivos. El objetivo debiera haber sido establecer medidas estrictas para garantizar una seguridad verdadera que hiciese surgir una confianza basada en la eliminación real de los riesgos, no un sistema para proyectar una apariencia de seguridad que no se corresponda con los hechos objetivos. Al final, incluso entre muchos de los europeos menos concienciados se percibe que hay cosas que no cuadran. Como le pasaba a Neo en Matrix.

por CARLOS DE PRADA

9 Alimentos Inflamatorios Que Debe Evitar Como la Plaga

http://articulos.mercola.com/sitios/articulos/archivo/2016/09/06/9-alimentos-inflamatorios-que-debe-evitar.aspx

 

De acuerdo a estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 12.9 millones de personas en todo el mundo murieron de algún tipo de enfermedad cardiovascular en el 2004. Cada año, el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer estima que unos ocho millones de personas murieron de cáncer.

Se espera que las enfermedades del corazón y el cáncer, que son la manifestación mortal de inflamación crónica, sigan como las principales causas de muerte en países desarrollados por muchos años más.

Pero estudio tras estudio muestra que el riesgo de enfermedad cardiaca y cáncer son modificables por nuestras elecciones de estilo de vida, las cuales incluyen la comida que elegimos comer diariamente. Con cada mordisco que damos, estamos ya sea balanceando los compuestos pro o anti inflamatorios en el cuerpo, o volteando un lado de la balanza.

Para cambiar la balanza a nuestro favor, además de incorporar más alimentos naturales anti-inflamatorios a su alimentación, también es igualmente importante evitar o bajarle a los alimentos conocidos por promover la inflamación.

Es importante conocer cuáles súper alimentos pueden ayudarnos. A continuación, veremos los 10 principales alimentos que preparan todo para las enfermedades inflamatorias:

1. Azúcares

Agente pro-inflamación: El consumo excesivo de azúcar causa caries y ha sido relacionado a los crecientes riesgos de obesidad, inflamación y enfermedades crónicas como síndrome metabólico y diabetes tipo 2. Recientemente, también se ha probado que el azúcar, así como los lácteos, son las causas del acné.

Los encontra en: Bebidas endulzadas con azúcar como bebidas suaves, bebidas de frutas y ponches son algunas de las mayores fuentes de azúcares dietéticos que muchos han ignorado.

¿Sabía que beber una lata de Coca-Cola es equivalente a lamer diez cubos de azúcar?

Otros alimentos obviamente llenos de azúcar para evitar o por lo menos limitar incluyen pasteles, postres, dulces y botanas. Y cuando esté buscando el azúcar en la lista de ingredientes, dese cuenta de que el azúcar tiene muchos nombres: jarabe de maíz, dextrosa, fructosa, jarabe dorado, maltosa, jarabe de sorgo y sacarosa son algunos de los nombres usados creativamente.

Sustituto que para la inflamación: ¿Tiene antojos dulces? Opte por endulzantes naturales como stevia o miel para darle sabor a bebidas y alimentos de forma modesta. Los azúcares naturales que se encuentran en frutos frescos y secos y preservativos de fruta sin azúcar añadida son también elecciones muy buenas.

No sólo le dan la dulzura que se le antoja, las frutas también le dan vitaminas, antioxidantes y fibras que no encontrará en alimentos azucarados y bebidas. Dátiles, higos, caquís, kiwis, mandarinas y varios tipos de moras son algunas de las botanas naturales saludables en las cuales puede clavar el diente.

Comentario: Es importante, sin embargo, tener en cuenta que se debe consumir estos endulzantes con moderación, pues incluso aunque puedan ser un poco mejores que el azúcar misma, si uno los consume diariamente y en mucha cantidad, resultan igualmente dañinos.

2. Aceites para Cocinar Comunes

Agente pro-inflamación: Los aceites para cocinar vegetales usados en muchos hogares y restaurantes tienen muchos ácidos grasos omega-6 y grasas omega-3 muy bajos. Una dieta consistente en un desequilibrio alto de proporción Omega-6 a omega-3 promueve la inflamación e incuba enfermedades inflamatorias como enfermedad cardiaca y cáncer.

Los encuentra en: Aceites vegetales poliinsaturados como los aceites de semilla de uva, algodón, cártamo, maíz y semillas de girasol. Estos aceites vegetales industriales son usados comúnmente para preparar la mayoría de los alimentos procesados y para llevar.

Sustituto que para la inflamación: Reemplace sus aceites de cocina saturados de omega-6 con aceite de coco.

3. Grasas Trans

Agente pro-inflamación: Los ácidos grasos trans son conocidos por su efecto de doble impacto: aumentan los niveles de colesterol ‘malos’, mientras bajan los niveles de colesterol ‘bueno’. Pero eso no es todo lo que hacen. También se ha descubierto que promueven la inflamación, obesidad y resistencia a la insulina, dejando todo listo para que ocurran las enfermedades degenerativas.

Los encuentra en: Alimentos fritos, comida rápida, productos horneados comerciales y aquellos preparadas con aceite parcialmente hidrogenado, margarina y/o manteca vegetal. Dese cuenta de que los productos que listan 0g de grasas trans en la etiqueta aun así pueden contener una cantidad de estas grasas tóxicas.

Esto es porque en los Estados Unidos el gobierno permite a los productos que contienen menos de 0.5g de grasas trans que sean declaradas como libres de grasas trans. La crema de cacahuate comercialmente preparada es un buen ejemplo. Su mejor apuesta es leer la lista de ingredientes y asegurarse de que ningún aceite parcialmente hidrogenado o manteca vegetal sea usado.

Sustituto que para la inflamación: Busque productos alternativos que no contengan grasas trans, y que no tengan aceite parcialmente hidrogenado o manteca vegetal en la lista de ingredientes. Cuando dude, asuma que todos los alimentos preparados comercialmente contienen grasas trans a menos que digan lo contrario.

4. Carne de Animales Criados en Corrales de Engorde

Agente pro-inflamación: Las carnes producidas comercialmente son alimentadas con granos como soya y maíz, una dieta que es alta en ácidos grasos inflamatorios omega-6 pero bajos en grasas omega-3 antiinflamatorias.

Debido al ambiente pequeño y apretado, estos animales también ganan un exceso de grasa y terminan con grasas muy saturadas. Pero, para hacerlos crecer más rápido y prevenir que se enfermen, también son inyectados con hormonas y alimentados con antibióticos. El resultado es una pieza de carne que usted y yo no deberíamos estar comiendo.

Los encuentra en: Aunque se asegure de otra forma, la mayoría, si no es toda, la res, cerdo y aves que encuentra en los supermercados y restaurantes viene de granjas de engorda.

Sustituto que detiene la inflamación: Animales orgánicos, de pastoreo libre que son alimentados con una dieta natural como pastos en lugar de granos y hormonas contienen más grasas omega-3. Al tener más espacio para vagar libremente, también son más delgados y contienen menos grasas saturadas.

5. Carne Roja y Carne Procesada

Agente pro-inflamación: Investigadores en la Escuela de Medicina de San Diego de la Universidad de California1 descubrieron que la carne roja contiene una molécula que los y las humanas no producen de manera natural llamada Neu5Gc.

Después de ingerir este compuesto, el cuerpo desarrolla anticuerpos anti-Neu5Gc – una respuesta inmune que puede desencadenar respuesta inflamatoria crónica. La inflamación de grado bajo, que no se va ha sido desarrollada al cáncer y enfermedad cardiaca.

La conexión entre el consumo de carne procesada y cáncer es aún más fuerte. En el reporte del 2007 por el Fondo de Investigación de Cáncer Mundial y el Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer, la carne procesada ha sido nombrada como una causa convincente de cánceres del colon y recto, y posiblemente del esófago y pulmones también.

La carne procesada incluye productos animales que han sido ahumados, curados, salteados o preservados químicamente.

Los encuentra en: Carnes rojas comunes que son res, cordero y puerco, mientras las carnes procesadas incluyen jamón, salchicha y salami.

Sustituto que detiene la inflamación: No necesita evitar la carne roja totalmente, aunque la misma cosa no se puede decir sobre la carne procesada. Ninguna cantidad de carne procesada es segura. Reemplace el grueso de su carne roja con vegetales orgánicos, aves y pescado, relege a la carne roja a un gusto semanal.

Cuando sí coma carne roja, recuerde escoger cortes magros y preferiblemente, aquella de animales alimentados con pasto.

Para reducir la formación de los contaminantes alimenticios generados con calor, es aconsejable no sobre cocer su carne y use cocina de calor húmedo como cocer a fuego bajo y hervir más seguido en lugar de métodos de altas temperaturas de calor seco como a la parrilla y freír.

6. Alcohol

Agente pro-inflamación: El consumo alto regular de alcohol ha mostrado que causa irritación e inflamación del esófago, laringe (caja de voz) e hígado. Con el tiempo, la inflamación crónica promueve el crecimiento de tumores y aumenta el cáncer en los sitios de inflamación repetida.

Los encuentra en: Cervezas, sidras, licores y vinos.

Sustituto que detiene la inflamación: ¿Un vaso de agua pura y filtrada refrescante y quita sed para alguien? ¿Qué tal una taza de té de jazmín verde anti-envejecimiento y anti-inflamatorio? Si la idea de cambiar etanol por agua o te le parece imposible, por lo menos limite su consumo a no más de una bebida al día.

7. Granos Refinados

Agente Pro-inflamación: Muchos de los granos que comemos en estos días son refinados. Están exentos de fibra y vitamina B comparados con los granos en bruto sin refinar que tienen las capas de salvado, germen y aleurona intacta. Esto hace de los granos refinados tan buenos como los azúcares refinados, los cuales son calorías vacías, prácticamente.

Y como los azúcares refinados, los granos refinados tienen un índice glicémico más alto que los granos sin procesar y cuando son consumidos de manera constante, pueden apresurar la aparición de enfermedades degenerativas como el cáncer, enfermedad coronaria y diabetes.

Los encuentra en: Productos hechos de granos refinados que están casi en cualquier lado. Los comunes son: arroz blanco, harina blanca, pan blanco, tallarines, pasta, galletas y pastelitos.

Para empeorar las cosas, muchos productos con azúcares refinados atraviesan más procesamiento para mejorar el saber y la forma en que se ve, y generalmente están llenos de azúcar en exceso, sal, sabores artificiales y/o aceite hidrogenado en el proceso.

Un ejemplo genial son los cereales en caja los cuales contienen cantidades sustanciosas de azúcar añadido y saborizantes.

Sustituto que detiene la inflamación: Cuando compre cereales u otros productos hechos de granos, no se crea las palabras en el empaque. Sólo porque la caja diga granos enteros no significa que los granos ahí dentro estén intactos en un %100.

El problema es debido a una falta de una definición internacionalmente aceptada para la palabra ‘grano entero’. Cuando dude, si no se ve parecido a su estado natural, no lo compre.

8. Aditivos Alimenticios Artificiales

Agente Pro-Inflamación: Algunos aditivos alimenticios artificiales como el aspartame y el glutamato de monosódico (MSG, por sus siglas en inglés) varias veces dispararon respuestas inflamatorias, especialmente en las personas que ya están sufriendo de condiciones inflamatorias como la artritis reumatoide.

Los encuentra en: Sólo alimentos empaquetados que contienen aditivos alimenticios artificiales. Si necesita comprarlos, lea las etiquetas cuidadosamente y pese los riesgos. Si ordena para llevar comida china, asegúrese de que tenga la opción de pedir libre de MSG. De otra forma, busque en otro lado.

Sustituto que detiene la inflamación: Además de limitar el consumo de alimentos procesados, use hierbas anti-inflamatorias, especias o endulzantes naturales para añadir sabor a sus platillos en lugar de confiar en aditivos alimenticios.

9. Rellene el Espacio

Agente pro-inflamación: ¿Por qué hay un espacio? Porque es para que usted lo llene con el alimento al que es sensible.

Muchas personas son sensibles a ciertos alimentos pero no se dan cuenta. A diferencia de muchas alergias alimenticias donde los síntomas generalmente llegan rápido y furioso, los síntomas causados por intolerancia alimenticia puede tomar más tiempo en manifestarse.

Consecuentemente, cuando los síntomas de la intolerancia a la comida aparecen, generalmente son ignorados como malestares comunes menores como cansancio y dolor de cabeza. Pero repetidamente, la exposición a largo plazo a alimentos que irritan puede causar inflamación y llevar a enfermedades crónicas.

Los encuentra en: Alérgenos alimenticios comunes como el gluten, leche, nueces, huevos y vegetales solanáceos. Contrario a la creencia popular, es posible desarrollar una alergia a los alimentos que se comen seguido.

Sustituto que detiene la inflamación: Si sospecha que un alimento particular puede ser responsable de su respuesta intolerante a algún alimento, intente evitarlo completamente por alrededor de dos semanas y monitoreé su reacción.

Al final del periodo de abstinencia, reintroduzca al alimento en su dieta. Si es incompatible con él, debería ser capaz de notar la diferencia en cómo se siente fácilmente.

FEMA,

Fuente: http://www.shtfplan.com/headline-news/imminent-emergency-fema-makes-urgent-requirement-request-for-five-million-bottles-of-water_09012016

Algunos medios alternativos relacionados con el movimiento prepper, han mostrado su extrañeza ante la compra de grandes cantidades de agua embotellada por parte de FEMA, la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias de EEUU.

breu 12 b

El pasado 24 de agosto, FEMA extendió una solicitud para comprar 5 millones de botellas de agua, de entre medio litro y 1 litro, que debían ser entregadas de forma urgente en tan solo 2 días.

Algunos medios con el movimiento “prepper”, de forma alarmista, han interpretado la adquisición como una posible preparación ante algún tipo de emergencia, aunque la explicación más plausible sería que FEMA se estaría preparando de forma rutinaria para los posibles efectos de la llegada de huracanes al sur de Estados Unidos.

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Aida. La Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y la Naturaleza de América en contra de los transgénicos

La Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y la Naturaleza de América Latina (UCCSN-AL) rechaza la carta firmada por varios Premio Nobel, a favor de los cultivos transgénicos y del arroz transgénico llamado «arroz dorado».

La UCCSN-AL reafirma los principios bajo los cuales se conformó:

[La transgénesis] es una tecnología que ya no forma parte del estado del arte de la ciencia actual, porque está basada en supuestos falaces y anacrónicos que reducen y simplifican la lógica científica que los defiende, al punto de no ser ya válida. Los transgénicos han quedado al margen de la ciencia más rigurosa. Al mismo tiempo, es la razón por la cual los transgénicos incluyen la necesidad de destruir las matrices complejas, como la de los pueblos originarios. Un verdadero plan de exterminio de saberes, culturas y pueblos. La tecnología transgénica es el instrumento de la decisión geopolítica para la dominación colonial de estos tiempos (1).

Sobre el aumento de la productividad para alimentar a una población creciente

Los cuatro cultivos transgénicos que se comercializan de manera masiva están mayoritariamente destinados a la producción de agrocombustibles y de piensos para las industrias avícola, porcícola y cría de ganado vacuno, actividad que consume más del 65% del maíz y la soya transgénica que se produce en los pocos países que los cultivan, una forma muy ineficiente -desde el punto de vista energético- de producción agrícola. En torno a estos cultivos se han consolidado un oligopolio de corporaciones transnacionales que controlan la producción de semillas y granos, acopio, transporte y comercialización de commodities transgénicos; así como la producción masiva de animales, que son negocios cada vez más concentrados en menos manos. En este sentido, es claro que este modelo no contribuye con el objetivo de alimentar al mundo, sino que por el contrario compite y avasalla la producción de alimentos.

Por otro lado, el problema de falta de alimentos no está relacionado con la baja producción, sino con la forma en cómo está diseñado el sistema agroalimentario mundial, que ha minado los sistemas tradicionales de producción de alimentos, y con ello, la soberanía alimentaria y nutricional de los pueblos.

Los cultivos transgénicos no tienen mayores rendimientos

Están en entredicho las promesas hechas por los promotores de los transgénicos, de que estos cultivos tendrían mayores rendimientos. Cada uno de los países del Cono Sur donde se cultiva soja transgénica tiene rendimientos diferentes, siendo los más altos aquellos que se registran en Brasil y Argentina, donde los centros de investigación agrícola nacionales han dedicado muchos años al mejoramiento genético convencional de este cultivo. Por otro lado, los rendimientos de la soja en Ecuador, país libre de transgénicos, son más altos que en Bolivia y Paraguay (2). Otro ejemplo es el de la canola o colza. En Canadá́, (donde se cultiva mayoritariamente semillas transgénica), los rendimientos promedios entre 1986 y 2010 fueron de 1,459 kg/ha. El promedio en Europa Occidental, donde se siembra sólo colza convencional, los rendimientos promedio en el mismo período fueron de 3,188 kg/ha.

Estos datos indican que los rendimientos no están en función de la transgénesis, ya que los agroecosistemas son complejos y en sus dinámicas intervienen e interactúan múltiples factores.

Impactos en la salud

Los científicos que defienden la seguridad de los transgénicos sostienen que se ha encontrado consistentemente que éstos son tan o más seguros que los cultivos obtenidos con cualquier otro método de mejoramiento; que no producen impactos ambientales y que incrementan la biodiversidad global. Pese a ser repetidamente invocadas por los promotores de los transgénicos, estas afirmaciones no cuentan con el respaldo de investigaciones científicas serias, las cuales, por otra parte, nunca son citadas. En contraste con ello, en los últimos años han aumentado las evidencias científicas sustentadas en investigaciones realizadas por científicos independientes sobre los problemas ambientales y en la salud humana que entrañan tanto las prácticas de cultivo como el consumo de alimentos transgénicos (3).

En el análisis de los cultivos transgénicos no podemos dejar de considerar al paquete tecnológico al que vienen indisolublemente asociados estos cultivos. La mayoría de cultivos transgénicos son resistentes a herbicidas, y principalmente al cuestionado glifosato. En América Latina- -la región con mayor crecimiento del área sembrada con cultivos transgénicos-, los impactos que viven las comunidades asentadas en las zonas de influencia de estos es indudable.

En la última década, estas poblaciones han visto como su salud se ha deprimido, han aumentado notablemente los casos de cáncer, malformaciones congénitas, daños genéticos, enfermedades autoinmunes y otros daños a la salud asociados a los insumos y las prácticas que integran el paquete tecnológico con el que se siembran las semillas transgénicas. Resulta claro que para evaluar los impactos de esta tecnología es imposible analizar aisladamente a la semilla transgénica, cuya principal modificación genética es, por ejemplo, hacerla resistente a un herbicida. En el medio ambiente se ha evidenciado que los cuerpos de agua están contaminados, han declinado las poblaciones de especies polinizadoras, así como otras especies benéficas que aseguran la salud de los suelos y la biodiversidad local.

Además, hay millones de hectáreas sembradas con semillas transgénicas que contienen un gen que les permite sintetizar la toxina Bt, un insecticida que se produce en la planta transgénica, incorporado para controlar larvas de algunas lepidópteras que comen los cultivos. Sin embargo se ha demostrado que esta toxina afecta indiscriminadamente a diversas especies de insectos diezmando la biodiversidad y que podría producir daños en la salud humana de quienes están en contacto con éstos (4).

Cada día hay mayores evidencias médicas, científicas y agronómicas que demuestran los impactos, los riesgos e incertidumbres de este modelo irracional de producción, tanto para la salud de los trabajadores rurales, campesinos y campesinas, como para los habitantes de estas zonas rurales y los consumidores de alimentos producidos con esta tecnología.

Sobre el arroz dorado

El arroz dorado ha sido diseñado, junto con otros cultivos llamados «biofortificados», como un medicamento genérico para niños desnutridos de «países pobres». En el arroz dorado se usó una forma de manipulación genética múltiple, que podría afectar varias funciones de la planta. Varios autores han formulado críticas a esta tecnología (5) en el arroz dorado, que además no se encuentra disponible debido a que quienes la promueven no han logrado llegar a una formulación viable para distribuir. Aquí queremos abordar otras inquietudes.

Los problemas nutricionales de la población no están relacionados con la falta de un nutriente específico (en este caso la provitamina A), sino con las condiciones generales de pobreza y la pérdida de soberanía alimentaria, lo que ha obligado a miles de comunidades campesinas a abandonar sus tierras o subordinarse a los monocultivos impuestos por los agronegocios – cuya única prioridad es satisfacer las necesidades voraces de incrementar las ganancias de la agricultura agroindustrial y de la agroexportación- restando terreno a la producción de alimentos sanos y nutritivos. Creer que los problemas de desnutrición se van a superar con alimentos transgénicos biofortificados, es ignorar esta realidad.

Para suplir la demanda de arroz dorado, se tendrían que incorporar millones de hectáreas adicionales de tierras en zonas tropicales y subtropicales al cultivo del «arroz dorado», avanzando sobre territorios que hoy están destinados a la producción de cultivos para la soberanía alimentaria, que pasarían a sufrir los problemas típicos asociados a la siembra de grandes monocultivos. Además, centenas de especies de plantas contienen pro-vitamina A, que desde hace mucho tiempo son conocidas, recolectadas y/o cultivadas por comunidades campesinas en todo el mundo. Cada pueblo puede y debe soberanamente seleccionar que especies va a consumir, de acuerdo a sus complejos conocimientos, preferencias y tradiciones, para cubrir las necesidades nutricionales.

Cabe entonces preguntarnos: ¿quién se beneficiaría si se impusiera esta nueva gran demanda de arroz dorado? Como otros cultivos transgénicos, el arroz dorado estará también controlado por las grandes empresas de agronegocios. El «esquema nutricional» basado en el arroz dorado implicará la presencia empresarial en toda la cadena, desde la semilla hasta su distribución final. Empezando por la semilla; dado que la tendencia global es prohibir que los campesinos guarden sus semillas, aunque el arroz dorado fuera distribuido sin cobrar patentes, esta sería controlada corporativamente, que a cambio podría demandar protección de su propiedad intelectual en todos los otros cultivos y variedades, como ya lo ha hecho en países donde las regulaciones no se la garantizan. ¿Qué pasaría entonces con los productores de arroz tradicional y con las miles de variedades de arroz criollo y tradicional?

En cuanto a la comercialización, en muchos países, los productores de arroz no tienen ninguna influencia en la fijación de precios. El precio es fijado por los grupos de poder local que controlan la transformación y distribución de este alimento; y a nivel internacional, el precio se establece en las bolsas de Bangkok y Chicago. Por consiguiente, el arroz dorado no generará soberanía alimentaria sino que, por el contrario incrementará la dependencia.

Se alentará el comercio internacional de arroz dorado, que estará controlado por los mismos grupos económicos que controlan otras commodities transgénicas.

Todo el dinero que se invertiría en la promoción e implementación de cultivos de «arroz dorado» en el mundo, en la importación de sus semillas o del mismo arroz, podría ser usado en la promoción de cultivos diversificados destinados a promover y consolidar la soberanía alimentaria y nutricional local y regional, así como en la recuperación y adopción de hábitos alimentarios saludables.

¿Es el criterio de un Premio Nobel irrefutable?

La ciencia que promueven estos premios Nobel se ha desarrollado en un contexto en el que hegemoniza una tecnociencia reduccionista, que se desarrolla sin el debido control social, cuyos impactos contribuyen a crear problemas ambientales y de salud, con alcances muchas veces catastróficos e irreversibles.

Aunque formalmente el premio Nobel tiene como objetivo reconocer y recompensar a personas que han realizado investigaciones sobresalientes, inventado técnicas o equipamiento revolucionario, o hayan hecho contribuciones notables a la sociedad, en las áreas de la medicina y fisiología (al igual que en otros campos), lo que ha apoyado finalmente es un tipo de investigación científica que ha facilitado un mayor control por parte de las empresas transnacionales de los procesos productivos, la privatización del conocimiento y de la vida. En el campo de las biotecnologías, a lo largo de los años este tipo de reconocimiento premió a olas de innovaciones científicas que condujeron al desarrollo de la ingeniería genética, en desmedro de tecnologías de aplicación más amplia y no controladas por oligopolios transnacionales. Varios de ellos son signatarios de la carta. Sus actividades han sido claves para desarrollar la industria biotecnológica bajo control de oligopolios corporativos e incluso varios tienen aún en el presente intereses comerciales en el tema, sea por empresas en las que participan o por la financiación de sus investigaciones. Por ejemplo, uno de los promotores de esta carta,Phillip A. Sharp, es cofundador de Biogen Inc. (ahora Biogen Idec) y de Alnylam Pharmaceuticals, Inc. (una empresa farmacéutica que desarrolla fármacos basados en el ARNi), lo cual muestra claramente este conflicto de intereses al presentar la carta con intereses altruistas.

Esta no es la primera declaración emitida por ganadores del premio Nobel defendiendo los transgénicos. Hace algunos años, una declaración similar fue promovida por Norman Borlaug, padre de la Revolución Verde (Premio Nobel 1970), quien vio en la biotecnología agrícola una segunda Revolución Verde, sin hacer ningún análisis crítico de los impactos causados por la primera.

Anteriormente, el premio Nobel de Fisiología y Medicina fue otorgado a Paul Hermann Müller, por el descubrimiento del DDT como un veneno de contacto de alta eficiencia contra muchos artrópodos. Irónicamente, los dramáticos efectos del DDT en el medio ambiente y en la salud humana significaron el inicio del trabajo científico y ciudadano contra los pesticidas, una lucha que todavía continuamos.

Ahora los firmantes de esta carta en defensa de los transgénicos y el arroz dorado privilegian el paradigma de las corporaciones de que la uniformidad genética es lo que conviene para elevar la producción. Esto particularmente grave porque sabemos que la diversidad genética de las variedades agrícolas es indispensable para enfrentar problemas como el hambre y es la única alternativa frente al cambio climático.

Nos preguntamos por todo esto, si la opinión de científicos laureados por el premio Nobel necesariamente es una opinión irrefutable, neutral y objetiva. Estos antecedentes y la falta de rigurosidad y argumentos fundados de esta carta muestran que no es así.

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Como UCCSN-AL creemos que en el proceso de toma de decisiones sobre la adopción de tecnologías, como las que hacen posible los cultivos transgénicos, y otras que están surgiendo (por ej. nanotecnología, biología sintética y geoingeniería), no sólo deben participar los llamados «científicos de ciencias exactas», sino que deben incorporar además la opinión de otros campos del saber, así como la opinión de movimientos sociales, organizaciones de la sociedad civil, y representantes legítimos de los diferentes grupos sociales, pues el conocimiento científico y tecnológico es siempre parte de un proceso social, atravesado por tensiones, conflictos e intereses. Este nunca es neutral, absoluto ni definitivo, puesto que siempre es susceptible a cambios y revisiones, por lo que está sujeto permanentemente al debate.

Por eso manifestamos que el quehacer científico debe desarrollarse de una manera éticamente responsable y con un claro compromiso con la sociedad y la naturaleza, lo que nos lleva a rechazar los conceptos vertidos en la carta y a denunciar el papel ecocida y genocida de la agricultura industrial de cultivos transgénicos, destacando la necesidad de defender, promover, y multiplicar los modos de producción de alimentos culturalmente construidos por los pueblos de nuestra región, y por ello insustituibles a la hora de garantizar la autonomía, la sustentabilidad ambiental, la seguridad y la soberanía alimentaria.

Notas

1 http://uccsnal.org/documento-constitutivo-de-la-union-de-cientificos-comprometidos-con-la-sociedad-y-la-naturaleza-de-america-latina/

2 IICA. Indicadores 2012

3 Tenemos por ejemplo los estudios hechos por equipos de investigación de la Universidad Federal de Santa Catarina y Fiocruz en Brasil; Genok en Noruega, las facultades de Ciencias Médicas en Rosario y en la Universidad de La Plata, en Argentina; la Universidad de Milán, en Italia; y la Universidad de Caen, en Francia, por mencionar solo unos pocos.

4 Ver por ejemplo Vazquez et al. (2000). Brazilian Journal of Medical and Biological Research 33: 147 – 155. Finamore, et al. (2008). «Intestinal and Peripheral Immune Response to MON810 Maize Ingestion in Weaning and Old Mice,» J. Agric. Food Chem. 56 (23): 11533 – 11539.

5 Ver por ejemplo Stone y Glover (2016). Agric Hum Values. DOI 10.1007/s10460-016-9696-1