El abuso del fertilizante Forchlorfenuron ha arruinado decenas de cultivos
Más que campos de sandías, parecían campos de batalla. Los agricultores chinos de la provincia de Jangsu creían haber encontrado el modo de hacer crecer más rápidamente sus frutos y por tanto, obtener más beneficios, con el uso del fertilizante Forchlorfenuron.
Pero en lugar de esto, se han encontrado con más de 45 hectáreas de sus campos totalmente destruídos en lo que ha resultado ser una explosión de sandías en toda regla. Sólamente en la ciudad de Dalu, el 67% de las sandías cultivadas han explotado mientras estaban siendo recolectadas, según publica la agencia de noticias «Xinhua».
Una investigación de las autoridades de la zona ha corroborado que estos alimentos contenían una alta cantidad de Forchlorfenuron, que acelera el crecimiento de las sandías. Además de esto, los agricultores les habían añadido calcio instantáneo, lo que hizo que en el momento de ser manipuladas, las sandías explotaran por sorpresa.
Pero no sólo los agricultores que habían abusado de estas sustancias químicas han sufrido la explosión de sus sandías. Otros campesinos que no los usaron también han denunciado este sorprendente hecho. El experto Xu Jinhua, de la Jiangsu Academy of Agricultural Sciences, ha dicho que es normal que un pequeño porcentaje de sandías explote, pero «es extraño que ocurra en tantos casos».
El Forchlorfenuron es legal en China y usado en otros países para frutas como uva y kiwi.
Transgénicos y fertilizantes y otras porquerías añadidas: eso es lo que comemos, eso es lo que somos físicamente…
Es difícil luchar contra lo que no podemos obtener directamente nosotros de la tierra. Aún así es también muy difícil hoy en día obtener semillas, ya que las que te venden están todas tratadas, porque el resto de lo que consumimos son transgénicos sin opción a la reproducción de la especie vegetal.
Las roturas que se ven en las imágenes yo las he observado cuando de forma natural un campo sometido a la sequía, recibe de golpe una lluvia abundante, entonces el fruto al tener la estructura ya formada revienta porque no puede acumular más agua.
Pero esto que se ve y en tan grandes extensiones sólo obedece a la causa química que es expuesta. No sólo te han vendido el «vehículo» sino que además paga las consecuencias directas el agricultor ya que esos frutos son invendibles. Es una clara denuncia a lo que estamos expuestos por nuestros gobiernos y laboratorios, todos en conjunción, marcando, restringiendo y legislando, nunca a favor de la salud de la especie humana.