Educar hoy es adoctrinar esclavos orgullosos al servicio de su cuerpo y su mente. Estos viven y disfrutan de los objetos del mundo. Pero, ¿para qué sirven los cuerpos y las mentes? Para auto-realizarse. Expandir la consciencia de uno mismo hasta ser consciente de la propia naturaleza divina: siempre pura, libre, plena, sabia, satisfecha, infinita, omnipresente. Eso es educar. Educación de Plenitud Natural, inspirada en la auto-realización de los sabios/as y los santos/as de todos los tiempos y lugares; racional e intuitiva y, finalmente, flujo natural de la experiencia yo soy el que Soy. La “falsa filosofía”, “absurda metafísica” de la que hablaba Lord T. B. Macaulay, el creador en 1835 de la educación inglesa en la India.
RELAJACIÓN
Hoy tu cuerpo es asiento de percepciones, deseos y experiencias insaciables. Maestro de tu ser, cultiva tu cuerpo con el yoga físico para liberar su energía, flexibilizarlo y relajarlo de modo que no sea obstáculo sino vehículo de la expansión de tu consciencia.
Hoy tu mente es un calidoscopio, fragmentada en mil pedazos de distintos colores, tu mente es sierva de los sentidos de tu cuerpo, y sufre, agitada y confundida. Creador de tus condiciones, dignifica tu mente. Cultívala con dhyana-yoga, “yoga-meditación”, ybrahma-vidya, “conocimiento de lo que Soy”. Re-corónala reina de tu ser. Cálmala con pensamientos, palabras y acciones bondadosos. Consciente de la unidad en la diversidad del universo. Relaja tu frente. Serena tu mente observando tu respiración profunda, pausada, diafragmática, extensa, equilibrada, tranquila. Repliégala en tu espacio interior. Concéntrala en el pensamiento de tu palabra sacra. Mantén esa concentración, medita, y tu mente transparente reflejará su asiento: el Sí Mismo. Para aprender también hace falta saber relajarse.
AÚN RESPIRA
El Sí Mismo es la fuente de toda felicidad, el Amado que los esclavos de la mente y los sentidos buscan inútilmente en los objetos y sus experiencias. ¿Cómo se hallará lo infinito en lo finito? ¿Cómo se logrará lo infinito si no se es ya infinito? ¿Cómo realizar el Sí Mismo infinito si no sumergiendo el vehículo de tu finita mente en Ello? El sentido de la vida era el latir del Gurukulam, el sistema educativo de la India antigua al que el civilizador Imperio Británico dio el último empujón al abismo, Hoy está tuerto, pero aún respira. La vida es un laboratorio del Sí Mismo. Practica durante largo tiempo, experimenta continuamente con todo tu ser y tus obstáculos caerán. Contemplación del Ser y no-Ser de los que hablan los sabios/as y los santos/as que experimentan la Verdad en sí mismos.
Auto-indagación. ¿Quién soy yo? Pienso luego existo. Soy consciente luego existo. ¿Quién es consciente en mí? En sueños soy consciente de mis sueños y no soy consciente de mi cuerpo físico. Por tanto, mi consciencia no es propiedad de mi cuerpo. En sueño profundo, sin sueños, soy consciente del vacío total y no soy consciente de ningún pensamiento ni emoción, que son la naturaleza de mi mente. Por tanto, mi consciencia no es tampoco propiedad de mi mente. Mi consciencia no tiene ningún otro dueño más que sí misma. Mi cuerpo cambia. Mi mente cambia. Mis experiencias, el mundo cambian. Todo cambia constantemente. Todo es efímero. Pero mi consciencia es una y la misma en todo lo efímero. Inalterable. La verdad en mí es lo que existe en mí siempre y no cambia. Consciencia pura. Yo soy Eso. ¿Y tú? Eso es lo que Es. La Verdad de todas las formas. ¿Quién enseña esto hoy a los alumnos en India? Auto-observación. ¿Qué es lo que conozco? ¿Desde dónde, con qué estoy conociendo? ¿Estoy reaccionando o siendo? ¿Condicionado o libre? Contemplación en acción: Utiliza los sentidos, actúa, pero mantén tu corazón en la calma de tu Ser. Meditación pura.
REGRESA A TU HOGAR
Practica y tu ego conocedor, hacedor, meditador, experimentador se fundirá al fin con el Amado, como la serpiente imaginada en la cuerda y su experiencia se desvanecen en la cuerda. Un viaje al Sí Mismo sin retorno, pues es la Existencia misma, la Consciencia sin forma, y lo otro es no-Existencia, como la serpiente vista en la cuerda. Luego vuelve al mundo sin problemas porque los objetos ya no colorean tu mente transparente, ya no agitan tu ser de pasión porque estás colmado, ya no te confunden porque ves directamente la Verdad una e indivisible de todas las formas, pensamientos y emociones, igual que tú ahora lees estas letras. ¿Te morderá la serpiente imaginada? Durante siglos y siglos, los niños aprendían estas y muchas otras cosas en los sistemas educativos tradicionales.
LA COLONIZACIÓN DEL ALMA
LA ALARMA INDIA
India se independizó del Imperio Británico en 1947 sólo en cuerpo mutilado. No sólo perdió su Norte, Pakistán, sino su alma, hoy más colonizada que nunca.
La superpotencia India atrae al mundo con su progreso económico y su yoga de gimnasio, simétricamente proporcional a su entierro en vida.
El Gobierno Británico impuso en 1835 el sistema de educación inglés en la India para formar “una clase de personas india de sangre y color, pero inglesa en gustos, opiniones, moral e intelecto […], vehículo adecuado para transmitir conocimiento a la gran masa de la población”, declaraba Lord T. B. Macaulay, artífice del sistema educativo inglés en la India, en su Informe sobre la Educación India “Minute on Indian Education” (1835). “Una sola estantería de una buena biblioteca europea vale más que toda la literatura de la India y Arabia juntas”, añadía. “Tenemos que educar a gente que actualmente no puede ser educada mediante sus idiomas maternos.”
En la India políticamente libre las escuelas e idiomas indios son guetos marginales. LosGurukulam, escuelas tradicionales, son salvo raras excepciones centros de formación profesional para que brahmanes (casta sacerdotal hindú) pobres aprendan el oficio de reproducir mecánicamente rituales sin espíritu.
“La India es espiritual o no es”, declara V. M. Tiwari, fundador de Baal Vikaas Bhaaratee, una cruzada en la que ha abierto en toda India un centenar de bibliotecas y centros voluntarios de cuenta cuentos tradicionales para niños/as. “Los jóvenes no están interesados en nuestras tradiciones. A los viejos ya nadie les escucha”, dice Tiwari. “El materialismo, el individualismo, no tiene cabida en las tradiciones de la India, donde el individuo es plenamente consciente de la unidad universal. La educación moderna enseña a memorizar. La tradicional enseñaba a ser personas y a pensar lógicamente hasta alcanzar conclusiones”.
La India antigua tenía un sistema autóctono de Educación de Plenitud Natural. Entre los ocho y los doce años, los niños y niñas sin ninguna diferenciación social ni religiosa, dejaban sus condiciones, sus casas y sus familias, para estudiar y vivir como iguales en la serena luz del Gurukulam “familia extendida del Guru”.
La India es una explosión de la radicalidad de la vida misma. Cabe todo -humanos-animales, divinos y “normales”-, menos la homogeneización de la expresión de la Consciencia única. En algunas tradiciones védicas sólo los niños nacidos en las tres primeras castas (sacerdotes, guerreros, empresarios) iban al Gurukulam. Las niñas recibían esa misma educación en sus hogares por sus ancestros. Mientras que la educación superior de los niños nacidos shudras (casta de los sirvientes) se limitaba a cuenta cuentos y representaciones teatrales. Los sistemas concretos de Educación de Plenitud Natural son abiertamente indígenas. La conversión y el etnocentrismo son la misma estupidez. La inspiración de otros tiempos y lugares se logra cribando el oro de la tierra, diferenciando el método universal del método autóctono de la realización de lo Universal.
En el Gurukulam estudiaban y experimentaban literatura, ciencia, arte, dharma (vida correcta), yoga, dhyana (meditación), brahma-vidya (conocimiento de lo que Es)… Aprendían a aprender. Purificaban su intelecto y corazón, su comprensión, deseos, pensamientos, palabras, acciones y experiencias, para contener en sí mismos la gracia divina en flujo omnipresente.
El horizonte inmediato: la plenitud natural. El sentido de la vida, la fuente de toda felicidad. Con sabiduría –racional e intuitiva- y santidad, ascetismo, auto-control y disciplina, devoción y austeridad. Maestro/a no es quien enseña esto o eso, sino quien hace experimentar al discípulo su plenitud natural.
Los Gurukulam eran gratuitos y auto-gestionados. Parte del currículum era el trabajo “karma-yoga”: limpiar, cocinar, pero también ir a las puertas de los vecinos a solicitar donaciones voluntarias de comida, sustento diario del Guru y su familia de discípulos. Los Gurukulam recibían asimismo ofrendas económicas de reyes y empresarios dhármicos, de buena voluntad y claridad. Los Gurus y sus discípulos no eran mendigos de caridad sino venerados facilitadores del mérito de los donantes. Buenas acciones, buenos resultados (experiencias de gozo).
Alrededor de los veinticinco años, después de unos quince años de asceta desarrollándose como ser humano, nutriendo cuerpo, mente y alma puramente en elGurukulam, cuando el Guru veía maduro al alumno/a, le invitaba a retomar su individualidad y volver a su hogar y emprender su vida activa aplicando el dharma “vida correcta” y el yoga (auto-purificación y realización) aprendido y experimentado en elGurukulam.
A la hora del adiós, el alumno/a (shishya) ofrecía en gratitud Guru-dakshina (donación al Guru), no necesariamente económica. Podía tratarse de asumir una función que el Guru le encomendaba.
El estudiante también podía decidir no abandonar el Gurukulam y dedicarse única y exclusivamente a la vida contemplativa.
Algunos de estos Gurukulam de ermitaños crecieron en instituciones con decenas de miles de estudiantes, sin involucionar.
El mercado sagrado lo pone todo en su lugar, rezaba Lord Macaulay en su informe, y mientras el Gobierno Británico en la India tiene que pagar a los indios para que estudien sánscrito o árabe, los indios pagan por ser educados en inglés.
Macaulay sólo podía ver en ello el efecto natural de la superioridad de la civilización europea y, básicamente, inglesa. Se le escapaban más de ochocientos años de atroz conquista y represión de los mongoles en la India. De lo que surgió un sufismo grandioso. Las condiciones niegan sólo al inmaduro espiritualmente. No hay que llorar sino elevarse.
“No tengo ninguna duda de que los idiomas occidentales civilizarán la India”, prometía el Señor Macaulay en su informe.
La India es hoy un gigante económico que viola multitudinariamente a sus mujeres y escupe a sus hijas desde el feto mismo de sus madres extirpadas.
Sorprendeos, pero también indignaos, llorad sangre, recapacitad y creced.
La mujer india, Diosa venerada antes que al Dios Padre, al Guru y al Dios universal, es hoy Diosa masivamente violada y sin vida. Humanidad pisoteada. Desgarro del alma.
La tierra del dharma, granero espiritual del mundo, es hoy semilla de dolor eterno. Atómica bomba de relojería.
Hoy todos somos indios luchando por la independencia de nuestra alma, revolucionarios de la no violencia por la liberación total, buscadores del manantial de la felicidad, de la eternidad, del Yo Real que no habla inglés ni sánscrito, español, chino, árabe, griego, hindi, swahili, mapuche ni catalán. Silencio. donde se entienden todas las palabras. Noche eterna donde brilla el devenir de estrellas y estrellados.
Buscadores del mundo aterrizan en la India en Gurukulam de Yoga, Meditación, Advaita Vedanta, Bhakti “devoción”, etc. Pero cuesta liberarse de hábitos de aprendida oscuridad.
Tradición perenne en cenizas incandescentes esperando mejores vientos del Este o del Oeste.
Sopla, sopla y revivirá en tu mismo corazón.
SISTEMA EDUCATIVO DE PLENITUD NATURAL
UNIVERSAL Y ETERNO
No se puede enseñar lo que no se sabe. No se puede dar lo que no se tiene. El ejemplo es la enseñanza.
Compartir intrascendencia es perder intrascendencia. Compartir trascendencia es ganar trascendencia.
El ser humano es cuerpo, mente y espíritu que insufla consciencia a tu cuerpo y mente.
El sentido último de la vida es la libertad. Libertad de toda limitación. La limitación se debe a tu cuerpo, tu tiempo y tu espacio.
Libertad es felicidad.
Auto-indagación. Auto-observación.
Lo limitado sólo puede experimentar placer efímero, condicionado y mezclado con deseo, sufrimiento y miedo. Educar es elevar la consciencia humana a su naturaleza divina: siempre pura, libre, plena, sabia, satisfecha, infinita, omnipresente. Consciencia pura. Cultivar cuerpos y mentes sanos. Yoga físico.
Alimentación y hábitos de vida saludables. Vegetarianismo. No alcohol, tabaco ni drogas. Auto-disciplina sexual. No dañar a ningún ser, ni de palabra, pensamiento ni acción. Honestidad. Sinceridad. No robar. No posesividad. Pensamientos positivos: alegría por el bien de los demás; compasión por su dolor; indiferencia (no odio) por su maldad. Satisfacción con las condiciones mundanas. No confundir con resignación. Espiritualmente ambiciosos –auto-realización aquí y ahora; consciencia de Cristo/Buddha/Shankara/Zarathustra…-, materialmente ecuánimes.
Ascetismo. Austeridad. Auto-disciplina de los sentidos y la mente. Responsables con el deber propio. Conscientes de la unidad de todos los seres. Devotos de la naturaleza divina en todo. Estudio de mensajes inspirados en la experiencia propia de la naturaleza del Sí Mismo. No de la palabra sino de su Silencio: significado. Reflexión, investigación. Contemplación.
Quietud física. Con la energía de mi cuerpo fluyendo libre por su canal, la columna vertebral.
Ejercicios de respiración. Consciencia de respiración. Observar tu respiración profunda, calmada, equilibrada, extensa, desde el diafragma. Así se serena la mente.
Deja de correr con tu mente tras los sentidos de tu cuerpo, sus objetos y experiencias, y repliega tu mente en tu espacio interior, en la cueva de tu corazón.
Concentra tu mente en la palabra sagrada para tí.
Medita, permanece en esa concentración que expande tu consciencia regresando a tu Hogar: tu espíritu intocable, Consciencia unitaria, el Sí Mismo, lo Amado, fuente de toda felicidad.
Contemplación en acción. Regresa al mundo animado por lo Amado y Ama a lo Amado con lo Amado. Sirve a todos los seres con todo tu ser manteniendo tu corazón en la paz del Sí Mismo, satisfacción indivisible, plenitud natural.
Adaptar esta enseñanza universal a las distintas sociedades y edades.
LOS VELOS
TODOS LOS VELOS…
– ¿Qué haces? ¿Vienes al teatro? – ansioso le preguntó un señor a otro.
– ¿Al teatro? ¿A qué?
– ¿No te has enterado? ¡Está a punto de actuar aquí La Bailarina Más Bella del Mundo! Ven, que te enseñaré qué es una mujer, pobre ignorante –y riéndose agarró de los hombros a aquel individuo dedicado en cuerpo y alma a la búsqueda del espíritu.
– Está bien. Veamos qué es una mujer. No puede haber nada malo en ello – repuso este.
Coliseo empequeñecido por la ansiosa multitud. En escena apareció de entre la nada una sugerente mujer cubierta con velos de seda rojos. Los movimientos de su cuerpo dibujaron la melodía de la vida. No había otro aliento más que el suyo. Por ella, sólo por ella, la vida entera corría por las venas. La ninfa divina dejó caer el velo rojo acariciando la fascinante voluptuosidad de su cuerpo. Un velo azul decoraba el templo de pasión. Los ojos estrellados de la diosa penetraban la consciencia del mundo. Sensualidad irreprimible. El amigo aún recordó al asceta y lo miró risueño. En la danza del deseo cayó el velo azul y de otro velo amarillo emergían los pezones del néctar del placer divino. La belleza misma hecha mujer. El último velo se evaporó sin más. La humanidad abrió la boca sin dientes y el mismísimo Cielo les colmó de gozo eterno.
– ¿Qué, ya sabes qué es una mujer? – desplomado, balbuceó el amigo al sadhu.
– ¿Cómo? ¡Si no se ha quitado el último velo! – protestó el buscador de la Verdad.
– ¿Qué?
– No se ha quitado el velo de su carne.
David Rodrigo García
Swami Rama Sadhaka Grama, Dhyana Gurukulam
Rishikesh, India
drodrigog@yahoo.es
http://www.theecologist.net/files/articulos/55_art2.asp