Tres oficiales de seguridad iraní tocaron el timbre y le avisaron educadamente al hombre de su arresto, revisaron exhaustivamente su casa, le confiscaron libros y equipo de alta tecnología y lo llevaron a Evin, la conocida cárcel del país.
La redada llevó tres horas. Ahora, cada segundo parece una eternidad para la familia angustiada del hombre. Ellos rezan por su seguridad física, con la esperanza de su liberación. Aunque se hacen a la idea de la posibilidad de una larga estancia en prisión, dijeron sus familiares a CNN.
Creencias peligrosas
Su familia dice que el arresto se debe a su religión.
El hombre es uno de los 16 baha’is capturados en las redadas del 21 de mayo, que tenían por objetivo llevarse a 21 maestros dedicados a educar a miembros de su comunidad a quienes se les negó la entrada a universidades en la República Islámica de Irán. De esos 16, nueve han sido liberados desde entonces. Pero este educador sigue en prisión, dijo un funcionario baha’i a CNN.
La represión es el último ejemplo de la persecución implacable del régimen chiita musulmán a quienes se adhieren a una fe considerada hereje por ayatolás gobernantes.
La bahaísmo, fundado durante el siglo 19 en Irán y con entre 5 y 6 millones de adeptos en el mundo, es una religión monoteísta que se enfoca en la unidad espiritual de la humanidad.
Los clérigos que tienen influencia en Irán consideran al bahaísmo como blasfema porque su fundador, Bahá’u’llá, se declaró profeta de Dios. Los musulmanes creen que el profeta Mahoma fue el último profeta de Dios.
Una persecución incesante
Los oficiales de seguridad en Terán, Karaj, Isfahán y Shiraz allanaron al menos 30 hogares de baha’is que fueron parte del Instituto de Educación Superior de Baha’i (BIHE por sus siglas en inglés) establecido en 1987 para ayudar a que sus correligionarios obtuvieran sus títulos y maestrías. Más de una docena de personas fueron arrestadas en las redadas, la más grande en contra la iniciativa educativa desde 1998.
«La universidad BIHE fue una fachada para propagar la bahaísmo y atrapar a ciudadanos en la red de espionaje baha’i para reunir información dentro del país», reportó el periódico oficial del gobierno, Iran Daily.
«Las autoridades descubrieron propaganda baha’i, CDs y libros en posesión de quienes fueron arrestados», de acuerdo con el periódico.
Las redadas han generado condena de los baha’i y otros, como la Comisión Internacional de Libertad de Culto de Estados Unidos, una agencia de gobierno estadounidense que monitorea la discriminación religiosa en el mundo.
«El gobierno iraní no se detendrá en su persecución vergonzosa de los baha’is en Irán», dijo el presidente de la comisión, Leonard Leo, en una declaración escrita. «No les basta con que las autoridades tengan una política que le prohíbe a los baha’i asistir a las universidades iraníes, ahora el gobierno intenta desmantelar sistemáticamente la iniciativa interna de la comunidad baha’i de asegurarle a sus jóvenes la oportunidad de obtener una educación superior».
Las 300,000 personas que integran a la comunidad baha’i iraní ha soportado la persecución intensa desde que el sha de Irán fue derrocado en 1979.
Con derechos limitados
Desde que el régimen islámico tomó el poder hace décadas, la comisión estadounidense dice que más de 200 líderes baha’i han sido asesinados en Irán, más de 10,000 han sido despedidos de trabajos en el gobierno y universidades, y a sus seguidores se les prohíbe «establecer centros de culto, escuelas y cualquier asociación religiosa independiente en Irán».
«Se les niega trabajos gubernamentales como el derecho de heredar propiedades. Sus matrimonios y divorcios no son reconocidos y tienen dificultades para obtener certificados de muerte. Los cementerios baha’i, lugares sagrados y propiedades comunales muchas veces son incautados o profanados», dice la comisión.
El vocero baha’i, Farhad Sabetan, quien es maestro de economía en la Universidad del Estatal de California, East Bay, dijo que pese a que a los baha’is no se les permite servir como oficiales militares, fueron reclutados para servir como soldados de bajo nivel en la guerra entre Irán e Iraq.
Y desde 2005, cerca de 400 baha’is han sido encarcelados arbitrariamente, dijo la comisión estadounidense, incluyendo a siete líderes de la comunidad, capturados hace tres años.
«Me recuerda a lo que Hitler quiso hacer previo a la exterminación«, dijo Sabetan. Esa es una referencia a la persecución y genocidio de los judíos bajo el régimen nazi de Adolf Hitler en el siglo 20 en Alemania.
Educación en línea
Mientras a los baha’i se les prohibía el acceso a una educación superior, ellos desarrollaron un instituto clandestino.
Sabetan dijo que su motivación fue «¿Por qué no empezamos algo nosotros mismos?».
Al principio las clases fueron por correo. Otras fueron en casas privadas, en donde estudiantes para dentistas realizaban sus proyectos en cocinas.
«Se convirtió en un desarrollo propio».
Al principio a nadie le molestaban los estudiantes y maestros, mientras el grupo juntaba voluntarios, equipo y estudiantes deseosos. Su cuerpo docente se compuso por profesionistas voluntarios, que alguna vez dieron clases en Irán, pero perdieron su trabajo después de la revolución porque eran baha’i.
Pero 10 años después empezaron las agresiones.
Los juegos de poder no tenían sentido para los baha’i y sólo parecía que la presión era porque sí. Sabetan dijo que un maestro le contó que oficiales de seguridad «destrozaron todo» en una redada y ni siquiera tuvieron el sentido de confiscar el material para su propio uso.
Con la ayuda financiera de las organizaciones baha’i en el extranjero, el sistema creció y ahora es una universidad virtual en línea.
El esfuerzo es una iniciativa seria para ayudar a los baha’is iraníes a ganar el derecho que los califique para profesiones y oficios y un diploma universitario emitido por la escuela que es aceptada por algunas universidades occidentales, dicen los baha’i en su sitio web.
La red de educación baha’i ofrece más de 20 carreras de licenciatura y posgrado en un rango de materias que van de literatura a leyes, matemáticas y farmacología, dice el sitio web.
Ignoran qué motiva las redadas
Sabetan dijo que no sabe qué motivó a las autoridades a llevar a cabo las últimas redadas, pero al menos uno ha sido acusado por actos en contra de la seguridad del régimen.
«No está claro cómo el estudio de física, química y otras ciencias ponga en peligro al gobierno iraní», dijo Sabetan.
El profesor, quien fue capturado el 22 de mayo en una redada, avisó a la facultad, de acuerdo con su esposa e hija en Irán, que no quisieron ser identificadas por cuestiones de seguridad.
Sus familiares dijeron que no le pagaban por su trabajo como maestro de matemáticas y economía a los baha’is. Los oficiales de seguridad le dijeron al maestro y a su esposa que sería detenido en la sección 209 de la prisión de Evin. Esa es una sección de la penitenciaría reservada para prisioneros políticos que está a cargo de oficiales de inteligencia.
«No le pagaron ni remuneraron por su trabajo», dijo su hija a CNN. «Lo hacía por amor a la enseñanza, por su amor a sus estudiantes. Le quería dar a los jóvenes una educación para que tuvieran una vida buena y que hicieran algo por ellos. Su pasión era educar a otros».
Luego de que tres oficiales de seguridad, armados y con una orden de arresto, entraron a la casa del hombre en Baha’i, el hombre le avisó de inmediato a su esposa que había llegado la policía.
«Por favor póngase el velo, sus hermanos han llegado», dijo en una frase que denota respeto a la policía del régimen chiita, que espera que las mujeres se cubran la cabeza.
Los oficiales les explicaron que revisarían las pertenencias personales de la familia. Aunque la esposa lo aceptó, insistió en que los acompañaría; los oficiales la dejaron.
«No podía quedarme sentada y dejar que ellos revisaran mi casa. Les dije ‘Esta es mi casa’. No podía hacerme de lado», le dijo a CNN.
Ella dice que los hombres fueron respetuosos. No destruyeron material ni saquearon la casa. Pero se llevaron tarjetas de memoria de cámaras, celulares, discos duros de computadoras y libros sobre fe y la universidad.
Antes de que se llevaran al padre, este le dijo a su esposa que no se preocupara, que las autoridades se darían cuenta que no había hecho nada malo.
Pero sus familiares y la comunidad baha’i están preocupados que los interrogatorios busquen tomar medidas más drásticas y que quieran los nombres de otros maestros y estudiantes.
Antes de un esfuerzo vano por intentar visitarlo la semana pasada en prisión, su esposa dijo, «Dios quiera, lo podré ver mañana y será liberado. Estoy segura de esto porque sé que no hizo nada malo, es una buena persona».