Uno de cada tres africanos pertenece a la clase media, según un nuevo informe de Banco de Desarrollo Africano (BDA), pero ¿será verdad?
El informe publicado hace un par de semanas afirma que la clase media de África –definida como personas que gastan entre 2 y 20 dólares al día a precios del 2005– aumentó al 34.3 % de la población total del continente en el 2010, casi 313 millones de personas.
“Los centros comerciales que crecen vertiginosamente, los autos que ves en las carreteras, los congestionamientos de tráfico en Lagos, Johannesburgo y Nairobi, hablan de la creciente clase media”, afirma Mthuli Ncube, director de economía y vicepresidente del BDA.
Asimismo, destaca que esta floreciente clase media puede atraer y recompensar a inversionistas internacionales que buscan aprovechar el crecimiento de la economía del continente. “Es un llamado que dice ´hey, por favor inviertan en África, hay buenos rendimientos´”, afirmó el directivo.
Este número es un reflejo de una mejoría en los años anteriores, con cerca de 111 millones de africanos de clase media (26.2 % de la población) en 1980, 151 millones (27 %) en 1990, y 196 millones (27.2 %) en el 2000.
Sin embargo, el reporte «The Middle of the Pyramid: Dynamics of the Middle Class in Africa» , subraya que el número total de personas definidas como clase media incluye a una elevada cantidad de una “clase flotante”, individuos con niveles gasto per capita de 2 a 4 dólares diarios.
Cerca de 180 millones de personas se encuentran en esta vulnerable categoría, enfrentando la posibilidad de caer por debajo de la línea de pobreza de los países en desarrollo: con 2 dólares al día.
Para algunos analistas, establecer la frontera del gasto de la clase media en sólo 2 dólares al día es simplemente demasiado baja.
“Denominarla clase media, con tan sólo dos dólares al día, me parece un concepto distorsionado”, dijo Thandika Mkandawire, profesor de Desarrollo Africano del Colegio de Economía de Londres.
“No se espera que el ingreso de la clase media de África sea igual al de Estados Unidos, pero no debería estirarse tanto ya que su significado puede distorsionarse”, agregó, destacando que la clase media africana debería definirse no en relación al continente sino a los estándares mundiales de consumo.
Según el reporte del BDA, los miembros de la creciente clase media africana tienen mejor educación que sus contrapartes pobres y tienden a contar con empleos pagados o pequeños negocios. También es común que tengan menos niños, así como considerables bienes domésticos.
“Han surgido ventas de refrigeradores, televisiones, celulares, motores y automóviles en prácticamente todos los países en los últimos años”, señala el reporte, citando un incremento del 81 % en Ghana respecto a la posesión de autos y motores desde 2006.
Aunque algunos economistas señalan que el enfoque en el consumo como medida del crecimiento económico puede ser engañoso, argumentando que un modelo que no se basa en la producción no puede ser sustentable.
“Si Wal-Mart va a China a comprar bienes y los va a vender a África, hay un problema”, dijo Mkandawire, ex director del Instituto de Investigación para el Desarrollo Social de la ONU.
“Cuando hablamos de China, no nos referimos a China como una sociedad de consumo por más que hablemos de ella como una sociedad productora. La evidencia en el caso de África es que el crecimiento actual no está generando mucho empleo”, explica.
“Es muy importante que los países se enfoquen en la inversión y expansión del empleo más que en el consumo”, afirmó.
El reporte descubrió que los países de África del Norte presentan la proporción más alta de clasemedieros. Casi el 90 % de tunecinos, casi 85 % de marroquíes y casi 80 % de egipcios se ubicaron en la clase media.
Ncube afirma que el crecimiento de la clase media está relacionado con la reciente agitación social en África del Norte.
“Son personas que están informadas y conectadas con la economía global, entienden el contexto y las fuerzas que influyen, por lo que son más propensos a organizarse por sí mismos”.
En contraste, los países con la menor proporción de clase medieros incluyeron a Mozambique, Madagascar, Malawi, Ruanda, Burundi y Liberia.
El reporte del BDA también advierte de una gran brecha entre los ricos y pobres del continente. Afirma que cerca del 61 % de la población africana cayó por debajo de la línea de pobreza de los 2 dólares y el 44 % por debajo de la línea de 1.25 dólares.
Mientras tanto, cerca de 100,000 africanos presentaron un patrimonio neto de 800,000 millones de dólares en 2008, cerca del 60 % del PIB del continente.
Ncube afirma que la desigualdad sólo podrá atenderse si los países africanos promueven mayor crecimiento que se traduzca en generación de empleos.
“Claramente el camino es la creación de empleos”, afirmó, haciendo un llamado a la promoción del emprendedurismo en el sector privado y el mejoramiento de la calidad de la educación. Se trata de empleos, de pequeñas y medianas empresas, de un clima de inversión y de promover al sector privado”, concluyó Ncube.