Tras el anuncio del sistema capaz de desplegar un sistema de comunicaciones ‘en la sombra’ para facilitar la conexión a Internet en países bajo censura, hoy conoceremos el nuevo sistema de entrenamiento y ‘campo de tiro virtual’ que preparan en DARPA, la Agencia federal encargada de proyectos de defensa avanzados.
Por “Juegos de Guerra”, a parte de la gran película de los años 80, se entienden aquellas maniobras militares para ensayar tácticas destinadas a aplicarse luego en un campo de batalla real.
El último trabajo de DARPA consiste en desarrollar un sistema para probar y experimentar nuevas tácticas de lucha contra los ‘múltiples ciber ataques’ que, tal y como reza el credo de los ciber-paranoicos, está aumentando peligrosamente.
De nada sirve que la OCDE o expertos de la talla de Bruce Schneier adviertan que todo esto de la ‘ciber-guerra’ se está exagerando. La paranoia viene pisando fuerte en todo el mundo, y ya se ha instalado en Europa.
Con un coste total estimado de unos 400 millones de dólares, el Campo de Tiro Virtual (así lo llaman) consiste en un sistema completo capaz de simular situaciones concretas, con posibilidad de experimentar nuevos protocolos mediante comunicaciones de radio y satélite.
Otra de las novedades, es que el sistema se puede re-incializar sin problemas, permitiendo así nuevos experimentos de forma ultra-rápida y en tiempo real.
Pero aún hay más, ya que el sistema se completa con más ‘herramientas’. Una de ellas es CRASH, que vendría a ser un método para diseñar sistemas informáticos resilientes que evolucionaran, dificultando así las posibilidades de que un atacante lograra acceder a dicho sistema.
¿Se acuerdan del ‘Ecosistema de Identidades Confiables‘ y el subtitulo “Construyendo un Ciber-Ecosistema Sano y Resiliente mediante la Acción Colectiva Automatizada“?
Otra de las ‘herramientas’ la llaman CINDER, Cyber Insider Threat. Como su nombre indica, se trata de un sistema para monitorizar y controlar ‘a los de dentro’. En principio, lo están vendiendo como que ‘sólo’ se va a usar con personal militar y con el de los contratistas de defensa, como Lockheed Martin.
El objetivo es detectar comportamientos ‘anómalos’ en dicho personal con acceso a documentación de cierto nivel, para evitar sucesos como el del Soldado Manning, que consiguió filtrar los expedientes del Cablegate, y terminó en una celda militar durmiendo en el suelo, sin colchón.
No debería extrañarnos que en un plazo de tiempo no demasiado largo, se empiece a aplicar el sistema de monitorización de comportamientos anómalos a personal con menos nivel de acceso, e incluso llegando a la calle.
También se está desarrollando el “Ciber Genoma”, una especie de programa para automatizar la identificación de código malicioso, con tal de determinar patrones que puedan llevar a identificar quien está detrás del ataque.
A parte de dichas ‘herramientas’, el Departamento de Defensa prepara un programa piloto para aumentar la información compartida entre los diferentes departamentos, contratistas y proveedores de sistemas y armamento, con un precio de unos bonitos 400 billones al año.
Se trata de ‘situar’ toda la información y sistemas de los diferentes proveedores ‘detrás’ de las redes del Departamento de Defensa, aumentando así, en principio, los niveles de seguridad.
En tiempos de crisis y de penurias económicas, no hay mejor solución que inventarse un enemigo común, lo más difuminado y alejado posible. El miedo hace que aceptemos decisiones que no tomaríamos en ningún otro caso. Y si además sirve para engordar las arcas de los amigotes con empresas que proporcionen “La Solución” ideal a un problema inventado, pues mira tu, mejor que mejor.
Como dice Bruce Schneier, es necesario resistirse a ser aterrorizado. Hay que evitar que se nos aplique la terapia de la paranoia y el miedo, estando prevenidos para evitar que nos utilicen y nos sitúen en la primera línea de defensa ante un enemigo invisible.
¡Vale, sólo les falta ahora que nos hagan entrar a todos por el tubo y que para poder ni siquiera arrancar un ordenador, sea éste (o sea la máquina «inteligente») el que nos pida nuestra identificación de ADN!