Imagina que estás en un congreso y a la hora del café salís todos los asistentes al salón principal. Pero pronto se acaban las típicos bollos y croissants. ¿Qué harías? ¿Compartirías el tuyo con algún colega que conoces o eligirías a un extraño?

Intermedio cafetero en un congreso sobre innovación y empreneduría (imagen: Robin Wuauters / Flickr).

Según una investigación llevada a cabo por Jingzhi Tan y Brian Hare, los bonobos lo tienen claro. Estos prefieren compartir con desconocidos antes que con miembros de su propio grupo. Esta especie muestra los niveles de tolerancia más altos dentro del orden de los primates y son capaces de mantener relaciones afiliativas con extraños en libertad. Se trata de una motivación desinteresada, ya que los bonobos también les ayudan a alcanzar comida que está fuera de su alcance.

Los autores creen que además también lo hacen con el fin de ampliar sus redes sociales, como ocurre en las reuniones de networking humanas. Así que en el próximo evento de este tipo recuerda: la comida funciona mejor que las tarjetas de visita.

Experimento de la Universidad de Duke.

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