El Gobierno francés prepara un decreto que reducirá prácticamente a la mitad (de 29 a 15) los tipos de empleos para los que se podrá contratar en el extranjero a inmigrantes extracomunitarios. La nueva lista, avanzada por el diario Le Parisien, implica que las empresas no podrán ir a buscar fuera de la Unión Europea a profesionales para diversos puestos en la construcción, pero tampoco informáticos, instaladores o reparadores de ascensores o geómetras.
Seguirá autorizada la contratación para empleos de auditorías y control contable, teleoperadores, operarios de maquinaria para madera o muebles, mozos de almacén, ingenieros de producción y explotación de sistemas de información, conductores de equipos en fábricas químicas o farmacéuticas, o especialistas en el dibujo de productos electrónicos o de obras.
“Se trata de circunscribir esta lista a los oficios más cualificados o los más específicos que corresponden a necesidades significativas de mano de obra” que no se pueden cubrir a corto plazo con trabajadores que ya están en Francia, explicó la Dirección General del Empleo, en un escrito dirigido a los sindicatos, que tienen hasta el 8 de agosto para pronunciarse sobre el decreto.
“Ni albañiles, ni camareros”
El proyecto, que vendría a sustituir otra disposición que data de enero de 2008, es resultado de una acción conjunta de los ministros del Interior, Claude Guéant, y de Trabajo, Xavier Bertrand. Guéant había mostrado el pasado mes de mayo su intención de disminuir la inmigración legal de trabajo en 20.000 personas este año con el argumento de que en Francia no hacen falta ni “albañiles ni camareros de restaurante extranjeros”.
Para el principal sindicato francés, la Confederación General del Trabajo (CGT), el nuevo dispositivo es “una cortina de humo” ya que en 2009, un 82 % de los empleados que cubrieron los puestos de trabajo abiertos a inmigrantes contratados en el extranjero ya residían en Francia. De hecho, ese año sólo hubo 3.700 personas que llegaron de países extracomunitarios para esos trabajos, según declaró a Le Parisien Raymond Chauveau, de la CGT.
http://www.librered.net/?p=9154