Se empezó a producir en 1963 para tratar la hiperactividad, la narcolepsia y la depresión, pero se prohibió en la década de 1980 por la «falta de potencial terapéutico y por su parecido a las anfetaminas».
Ahora es una de las drogas más populares en Oriente Medio, donde se produce masivamente, concretamente en Siria y Líbano.
Precisamente el viernes las autoridades turcas decomisaron una cantidad récord de este estimulante sintético cerca de la frontera con Siria: 10,9 millones de pastillas, tal y como declaró el Ministerio del Interior de Turquía a los medios locales.
Se trata del llamado «captagón», muy común en los países árabes, aunque algunos lo conocen en Occidente como «la droga de los yihadistas», por el uso que hacen de ella combatientes en Siria.
Una adictiva «energía sobrehumana»
Muchos aseguran que los combatientes de la guerra de Siria utilizan esta «píldora milagrosa» para olvidar el dolor y el miedo.
«Desde los extremistas del autodenominado Estado Islámico (EI), hasta miembros del grupo rebelde al-Nusra y también soldados del Ejército Libre de Siria (ELS)», declaró un traficante de estas sustancias en un reportaje televisado de Arte Journal,en mayo de 2015.