¿Alguna vez te has puesto a pensar en la cantidad de espuma de poliestireno utilizada en el envasado de carne, frutas, verduras y todo lo demás que se vende en cualquier supermercado? Pues Sayuri, una joven brasileña de 17años, si que lo pensó. Al enterarse que este plástico tarda entre 100 a 300 años en descomponerse en la naturaleza. Fue entonces cuando se puso a buscar una solución: ¿por qué no producir bandejas a partir del bagazo (es lo que queda luego de extraer el jugo usado para hacer azúcar o biocombustibles) de caña de azúcar?

Gracias a la ayuda de su madre, sus maestros y su voluntad y ganas de investigar, la bandeja biodegradable hoy es una realidad. En tan solo un año logro crear un método óptimo para reutilizar este desperdicio y obtener bandejas biodegradables, lo cual ya fue reconocido con varios premios internacionales.

La idea es muy simple, La chica consigue el residuo de caña con un vendedor de jugo, cerca de su casa, (en Brasil el jugo de caña se vende en la calle como refresco), Luego lo pone en la batidora de vaso (licuadora) y lo muele hasta obtener un polvo, luego lo mezcla con un engrudo a base de harina de trigo y agua y calienta la mezcla por último lo coloca en un molde metálico y lo lleva al horno suave para secarlo.

Aunque Sayuri quiso en un principio secar los envases con el sol, esto no se pudo debido a la humedad la masa se fermentaba lo cual hizo necesario un secado rápido con un horno, aunque se encuentra investigando sobre la construcción de un horno solar.

La bandeja se degrada en unas pocas semanas, es totalmente libre de tóxicos, de hecho podría comerse, esperemos que pronto los envases de comida sean más como los que creo esta joven y menos productos de petroleo llenos de toxinas.