El modelo médico que actualmente domina los sistemas sanitarios se ha convertido en uno de los mayores enemigos de la salud, y otro tanto ha sucedido con los sistemas educativos cuya función primordial es fabricar ciudadanos obedientes. Es preciso y urgente promover cambios que contribuyan a una transformación radical de nuestro concepto de salud humana y del planeta a través de una mirada holística que impulse decisiones individuales, cooperación y ayuda mutua, cambios legislativos, sociales y económicos.