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A este mundo venimos a dormir,
…venimos a soñar,
porque no es verdad,
no es verdad,
que hayamos venido
para vivir la realidad»
(Anales de Huejotzinco)
Huehuetlahtolli
Palabra de los Antiguos
Estos consejos forman parte de un texto tradicional de los antiguos Toltecas Nahuas llamado Huehuetlahtolli o Wewetla’tolli, antiguas palabras . La selección ha sido tomada de dos colecciones principales:
a) Huehuetlahtolli del padre Viseo.
b) Libro VI del Códice Florentino.
Capítulo I
1. “He aquí lo que nos dieron a guardar, la Antigua Palabra, donde se dice que una vida pura es como una turquesa preciosa, un jade redondo, un dulce canto sin mancha y sin sombra, salido del corazón.
2. «Sería una burla si yo ocultara uno solo de estos consejos, pues ellos son para vivir sobre la tierra y con ellos nos haremos atentos a todas las cosas.
3. «Es un saber que, como espina y viento helado, pasará sobre ti, que te arrojará a la tierra y te abatirá, para que vuelvas.
4. «¿Serás tú el que atienda, el que escuche, el que consiga endiosar su corazón, el que reciba y guarde adentro, para que te vaya bien, para que alcances merecimiento y vivas sobre la tierra?”
Capítulo 2
1. “Hay una Deidad, Quetzalcóatl es su nombre. Nada exige. Sólo serpientes y mariposas, eso le ofreceré y le daré.
2. “Nuestros padres y abuelos nos exhortaron diciendo que él nos creó:
él, cuyas criaturas somos, nuestro Señor, nuestra Abuela. También creó los cielos, el Sol y la divina tierra.
3. “Así fue, en verdad: por su merecimiento y por su sacrificio, él inventó a los hombres y nos hizo seres humanos. De ese modo llegó a ser la Serpiente Emplumada, Señor y Señora de toda creación.
4. “Trece son los cielos, nueve los inframundos. Allí vive el Dios verdadero, la esencia del Cielo. De allí recibimos la vida nosotros, los Merecidos, de allá cae nuestro destino cuando se escurre un niñito hacia
la tierra.
5. “Porque él lo dijo, porque él lo ordenó para sí, por eso existimos. No lo olvides ni de día ni de noche; invócale en suspiro, en aflicción.”
Capítulo 3
1. “En este mundo caminamos por lugares escarpados, un abismo de un lado y un abismo del otro. Si te mueves para acá o para allá, ¿cómo evitarás caer? Sólo en el medio es posible avanzar.
2. “No te vistas de bordados ni te pongas harapos. No seas presumido, pero tampoco corriente. Que tu palabra no sea entrecortada ni muy larga. No alces tu voz ni la bajes demasiado. No camines deprisa, pero
tampoco muy lento. Y no tomes nada como regla absoluta.
3. “Evita los extremos, mantente en el medio, porque sólo en el medio existe la función social, la condición honorable.”
Capítulo 4
1. “En la infancia, cuando aun está libre la persona, es cuando tiene compasión de ella Nuestro Señor y le da sus dones. Y es en la infancia, en la edad de la pureza, cuando se merece una buena muerte.
2. “Por eso dicen los viejos que los niñitos, los chicos y las chicas, son los amigos queridos de Señor del Cerca y el Junto, y viven a su lado, y junto a él se alegran y él es su amigo.
3. “Por eso los sabios espirituales, los Merecidos, los ayunadores, tienen mucha confianza en los niñitos, pues, en verdad, son de corazón bueno, sin mezcla, limpios, atentos, perfectos. Se dice que por ellos permanece la tierra y ellos son nuestra paz.”
Capítulo 5
1. “El tolteca es sabio, es una lumbre, una antorcha, una gruesa antorcha que no ahuma. Hace sabios los rostros ajenos, les hace tomar un corazón. No pasa por encima de las cosas: se detiene, reflexiona,
observa.
2. “Un tolteca todo lo saca de su corazón; es abundante, múltiple, inquieto, hábil, capaz; a sí mismo se adiestra, dialogando con su corazón, encontrando respuestas dentro de sí. Obra con deleite, hace las
cosas con calma, con tiento, como un artista. Compone lo defectuoso, armoniza lo disperso. Por él, las cosas ajustan.
3. “En cambio, el falso tolteca obra al azar y es una burla a la gente. Opaca las cosas, les pasa por encima y las hace sin cuidado. En lugar de crear, imita; defrauda a los demás y es un ladrón.
4. “De este modo te convertirás en toltecas: si adquieres hábito y costumbre de consultarlo todo con tu propio corazón. Sé tolteca: una persona de experiencia propia.”
Capítulo 6
1. “El maestro es luz, tea, espejo. Suyas son la tinta negra y la roja, los códices. Él mismo es escritura y sabiduría, camino y guía veraz. Conduce a las personas y a las cosas, y es una autoridad en los asuntos
humanos.
2. “Un maestro nunca deja de amonestar. Hace sabios los rostros ajenos, nos hace tomar un rostro y desarrollarlo, abre nuestros oídos, nos ilumina. Es guía de guías y ofrece un camino. De él, uno depende.
3. “Él pone un espejo ante nosotros para que seamos cuerdos y atentos, nos obliga a cobrar identidad. Se concentra en sus obras, regula su camino, dispone y ordena, aplica su luz sobre el mundo. Por eso, conoce
lo que hay sobre este mundo y en la región de los muertos.
4. “Gracias a él, todos somos corregidos, enseñados. Por él, el niño humaniza su querer y recibe una estricta educación. Conforta el corazón de quienes le rodean dando ayuda, remedio y curación.
5. “El falso maestro, en cambio, es como un médico que ignora su oficio o un hombre sin cordura: dice que sabe acerca de lo divino, que tiene la tradición y la guarda, pero es sólo vanidad. Es jactancioso, inflado; es
un torrente, un peñascal.
6. “Amante de la oscuridad y los rincones, es un ‘sabio’ misterioso, un ‘chamán’ con secretos, un ‘ensoñador’ que roba a su público, pues le despoja de algo. Es un hechicero, pues tuerce los rostros y los extravía, haciendo que los demás pierdan su identidad.
7. “Es falso, pues encubre las cosas, tornándolas más difíciles de lo que son y destruyéndolas. Hace perecer a quienes le siguen a fuerza de misterios. Acaba con todo.”
Capítulo 7
1. “Conoce ahora al médico verdadero: es sabio, da vida, prueba las hierbas, piedras, árboles y raíces, ensaya sus remedios, examina, experimenta.
2. “El médico tolteca alivia las enfermedades, da masajes, concierta los huesos, purga a la gente, hace que se sientan bien, les da brebajes, los sangra, corta, cose, hace reaccionar, cubre con ceniza.
3. “El médico falso, en cambio, se burla de su prójimo y, en su burla, mata a la gente con medicinas. Provoca indigestión y empeora las enfermedades.
4. “Es un hechicero, pues se esconde en sus secretos; posee semillas y hierbas maléficas. Es un brujo que, en lugar de experimentar, echa suertes. Mata con sus remedios, empeora, ensemilla, enyerba.”
Capítulo 8
1. “He aquí al padre verdadero: es raíz y principio de linaje de hombres. Bueno es su corazón, recibe las cosas, es compasivo y se preocupa. De él es la precisión y el apoyo, con sus manos protege. Cría y educa a los niños, les amonesta y enseña a vivir. Les pone delante un gran espejo, una gruesa antorcha que no ahuma.
2. “Y el hombre maduro: un corazón firme como piedra, un rostro sabio. Es dueño de su rostro y de su corazón. Hábil y comprensivo, buen componedor de textos, es un tolteca de la tinta negra y roja, un entendido. Dios está en su corazón y diviniza con su corazón las cosas; dialoga con su propio corazón.
3. “Y el verdadero artista: un conocedor de colores. Los aplica, sabe de matices y armonías. Dibuja pies, caras, les da sombra y relieve, logra efectos. Como tolteca, pinta los colores de todas las flores.”
Capítulo 9
1. “Acércate al que es modelo y ejemplo, pauta y señal, libro y pintura; a la persona honorable y de buena fama, a la condición social, la luz, la antorcha, el espejo.
2. “Observa a mis sacerdotes, los Merecidos, los de vida pura: son trasparentes, buenos, rectos, dedicados, limpios, de corazón blanco, de vida sin mezcla, sin polvo ni impureza. Ellos llegan hasta la presencia de
Señor del Cerca y el Junto, le ofrecen incienso, le oran y le ruegan por el pueblo.
3. “Acércate a quienes, por todas partes, van haciendo lo excelente, dando brillo, dejando lo bueno, imponiendo el orden con prudencia, alegría y serenidad. A quienes son cofre y caja, sombra y abrigo, gruesa
ceiba, sabino generoso que da brotes y se yergue poderoso, firme.
4. “Ve con quienes no se quedaron dormidos ni se ocultaron en el sueño. Con quienes no desgarraron sus labios. Con quienes llevan en paz, sobre sus brazos y espaldas, a aquel (pequeñín) que va jugando,
se divierte con tierra y duerme en la redecilla.
5. “En cambio, huye de estos sitios: el festín, el río y el camino. No te detengas allí, porque allí está, allí habita el gran devorador: la mujer ajena, el esposo ajeno, la prosperidad, la falda, la camisa ajena.”
Capítulo 10
1. “Amaos los unos a los otros, ayudaos entre vosotros en la necesidad con la manta, la joya, el salario y el alimento. Pues no es verdad, no es cierto si desprecias a quienes te rodean.
2. “Da limosna al hambriento, aunque tengas que quitarte tu comida. Viste al que va en harapos, aunque tu mismo quedes desnudo. Socorre al que te necesita, aún a costa de tu vida. Mira que es una vuestra carne y una vuestra humanidad.
3. “Recuerda al anciano, la anciana, el indigente, el desdichado, al que no se alegra, al que no es feliz, al que tiene pegado el intestino (de hambre), al que no encuentra su casa y vive en confusión, al que
derrama sus lágrimas y muerde sus uñas (de desesperación).
4. “A quienes llevan las manos atadas a la espalda, a quienes, donde las fieras, en las cárceles de la miseria van penando. A quienes, por los desiertos y los montes, se fatigan tras el chile y la sal, las verduras y el
agua. A quienes son engañados en las plazas y tienen los labios resecos.
5. “Pon junto a ti a quienes son las manos y los pies del pueblo. No con indiferencia los saludes, ni con negligencia soportes sus cargas. Pues eres guerrero águila, ocelote, eres el sostén y el remedio.”
Capítulo 11
1. “En cualquier sitio puedes tropezarte con ellos: un anciano, una anciana, un enfermo, un niño. Por lo tanto, no tienes excusa.
2. “En cualquier sitio puedes encontrar a quien trabaja, a quien se expresa, a quien está creando algo. No estorbes entonces ni causes problemas a causa de tu ignorancia.
3. “En cualquier sitio puedes inadvertidamente romper una cabeza, violentar a alguien, arrojar orina sobre otro, hacer que otro pierda la buena palabra con que habla, ignorar un consejo. No te distraigas.
4. “¡Despierta, ponte atento! No sea que el sueño te lleve y los demás te apoden ‘Señor ronquidos, bola soñolienta’.”
Capítulo 12
1. “Bueno es que te mantengas por ti mismo. Crea, trabaja, recoge leña, labra la tierra, siembra nopales; con eso beberás y vestirás. Pues honra, enaltece el trabajo duro.
2. “Pero, ¡cuídate de las obras mundanas! Porque mucho crece, muy rápido engorda lo que enferma, lo que atormenta, lo que fatiga, lo que causa espanto.
3. “Correcto es si junto a ti es dicha la buena palabra, la que no causa daño. Si la transmites, no le excedas ni le quites: sólo lo justo dirás.
4. “Pero, ¡huye de las palabras vanas, distraídas! Porque sólo pervierten, no son serenamente rectas. Precipitan al hueco a quien las pronuncia, nos llevan a la trampa y al lazo, a la piedra y el palo.”
Capítulo 13
1. “Con llanto y preocupación hay que recibir la herencia y la fortuna. Pero es cálido es el hogar del pobre, y están tranquilos su esposa y sus hijos.
2. “¿Naciste noble? Teme por ello; podría embriagarte o hacerte presuntuoso. He aquí lo que nos hace nobles: tomar la antorcha y el jabón, el chile y la cal, el azadón y la semilla. Esto , en verdad, es linaje
y merecimiento.
3. “Se moderado y austero. Verifica que los demás coman primero; entonces toma agua y lava sus manos y sus bocas. Que, no por ser noble, perderás tu nobleza, ni caerán los jades, las turquesas, de tus
manos llenas.
4. “Se dice que hay heredero al trono. He aquí como mostrara su condición: si baja su cabeza y se inclina con humildad; si mira al pobre con especial consideración; si le infunden respeto su mísero ceñidor, su
manto raído; si, encontrando en el camino una anciana, un anciano, le dice: ‘Padre mío, mi abuela: que la paz te encamine, que no tropiece tu pie’.
5. “Escucha: la cortesía, la modestia, la humildad, el llanto, el esfuerzo, eso te hará noble, amado, enaltecido. Escucha, ningún soberbio, jactancioso o desvergonzado llegó jamás al reino.”
Capítulo 14
1. “Conoce los símbolos, las palabras. Canta bien, habla bien, conversa bien, responde bien, ora bien. La palabra no es algo que se compre.
2. “Conoce la condición honorable, lo que es bueno: no cometas adulterio, no te embriagues de forma inmoderada, no te sometas al juego ni al azar, no menciones tu linaje ni tu condición viril, no seas
indiscreto ni cobarde, no procures los primeros lugares.
3. “Que tu corazón no sea tu madre. Que la ceniza esparcida y la muerte no te detengan
Capítulo 15
1. “Pide con entera humildad, suplica con justicia: he ahí concentrado todo el ritual. Pues satisface, compensa el labio que se manifiesta en súplica.
2. “¿Es que ya lo sabes todo sobre la tierra? ¿No estás, acaso, tanteando con los pies? ¿Te conduces a ti mismo? ¿No eres aún llevado, cargado? Mañana o pasado mañana, ¿quizás llegaremos a saber aquello
que sólo Él y únicamente Él, conoce?
3. “Recuerda que te está viendo Nuestro Señor, el que conoce el interior de la piedra y el palo, el que escudriña el corazón del hombre. ¡Nadie conoce su poder, nadie conoce su peso! ¡No es cierto que vivimos sobre la tierra!”
Capítulo 16
1. “Hay un hombre que vive en embriaguez y en sus manos se babea. Ha manchado su cuello, se apresta a difamar, se apropia de las cosas y da alaridos, pues la hierba y el vino le han atado.
2. “Ese ya no sale por su salida ni vive su propia vida, ya no corre su carrera, no tiene rostro ni orejas. Ya no canta, no dice, no se expresa; a la hora del grito, ya no puede gritar. No tiene camino ni conoce el orden,
pues no presta atención a la palabra antigua, aquella que eleva, que expresa.
3. “Solo, sin reflexión, vive, moviéndose de continuo, cayendo de repente. Desgarrado, revolcándose en su inmundicia, así vive. No se levanta en paz ni se acuesta en alegría. Como conejo se inquieta, como
venado huye.
4. “En ceguedad vive y no sale de ahí, ya no quiere crecer. Únicamente anhela escabullirse, tan sólo rechaza con el pie. Nada comprende ni retiene, no es civil. Se arroja contra sí mismo, se abandona a las dudas, da golpes, gruñe, lanza mordidas.
5. “Ese violó la voluntad de Nuestro Señor y, por eso, ya no extiende su brazo cuando debe extenderlo ni va al sitio a donde debía ir; ya no entrará a donde deba entrar ni morirá cuando deba morir.”
Capítulo 17
1. “Cuanto puedas, produce y ambiciona las flores de Aquel que te dio la vida, Aquel por Quien vivimos. Puedes vivir a Su lado en este día que, en préstamo, has venido a pedirle.
2. “Regresa junto a Él, ten conciencia de tu dueño, pues se duele, se enfada cuando le olvidas y, puesto que sois uno, devuelve a tu corazón su pena y su olvido.
3. “Busca y reconoce qué es lo que Él quiere de ti sobre la tierra. Como cuando buscamos algo a tientas, como cuando pintamos un libro, ve así: lento, pero sin detenerte. Identifica en qué consisten el infortunio y la desdicha, la inhumanidad y la pérdida, y así no vivas.
4. “Sólo en tu propia paz, en tu prudencia, ve adelante, sin vacilación ni dudas, para que de ese modo no entristezcas mi corazón. Con toda tu atención, serenamente, así vive.
5. “Y no te aflijas por la pobreza hum ana, no te enfermes por ello ni tus entrañas adelgacen, ni desfallezca tu corazón ante lo retorcido, ante lo que no es recto. ¿Es que sólo tibieza, bondad, ha de ser nuestra suerte?
6. “Sé un guerrero. Arrójate al Ser del Cielo, Aquel que nos da vida. Con toda tu fuerza, con todo tu aliento, átate a lo alto, ve junto a él, arrójate a él. Y ocurrirá que él mismo llegará a ser raíz de tu existencia.”
Capítulo 18
1. “¿Has recibido Su aliento, Su palabra? Guárdalo en tu corazón como algo secreto. Que no te aturda ni embriague ni te cause orgullo. Ya comprenderéis cómo a nada, a nadie olvida Nuestro Señor.
2. “Entra en la bienaventuranza de la Deidad. Baja tu cabeza, flexiona tus rodillas, adopta una postura atenta, acostumbra tus piernas. Resbala, deslízate hacia Nuestro Señor. Y, si algo te atormenta, si algo
interfiere tu fluir, disípalo en su dicha y afirma tu vida.
3. “Entra en la presencia del Dueño del Cerca y el Junto, el Humano, el que es Noche y Viento (invisible e impalpable). Ofrécele enteramente tu corazón y tu cuerpo, concéntrate en Él donde estás, acércalo a tu rostro, a tu corazón.
4. “Mas aún: disfruta la riqueza de Aquel que te atormenta, Aquel que te hace puro. Su agua de intenso azul, su agua de jades, su vaso de turquesa ha depositado en ti, para lavar tu alma y tu vida, y merecerte.
5. “No murmures nada en tu interior, nada digas ni pienses en forma reactiva del yerbazal (de tu mente), pues dentro del palo y la piedra (alma y el cuerpo) ve y escucha Nuestro Señor. Si, en verdad, controlas
tus distracciones, él dispondrá algún remedio para tu necesidad.
6. “Concéntrate enteramente e n Él. El nombre y la gloria de Aquel que todo lo puede es lo único que causa gozo. Él reparte su gloria allá, en lo alto, para todos. Y cuando una persona buena la recibe, se vuelve cual un ave excelente; de su cola, de sus alas brotan padres y madres, brotan aquellos que nos guían en cualquier rincón del Universo en que existamos.”
Capítulo 19
1. “Hijo mío, esto que te doy a comer es alimento puro. Lo que es para comer aquí en la tierra, acércalo a tu rostro. No te hagas semejante a piedra, pues ya sabes que, si una piedra es dura, no sólo una vez se le
golpea, hasta que se quiebra.
2. “Observa al venado cuando lo persiguen: va asustado. Ignora a dónde va: al hueco, a la muerte. Y tú, ¿acaso eres venado para que no sepas a dónde vas? Pues te ha sido mostrado el camino; por tu propia
voluntad te traicionarías si lo pierdes.
3. “Mira: como el árbol florido ya no retoña ni echa brotes – pues sólo retoña y reverdece si resiste la helada, que de otro modo se marchita y seca -, así tú, si no retoñas y echas ramas a la hora del verdor y el
renuevo, por tu propia voluntad te habrás arrojado a la boca de las fieras.
4. “Ahora que Nuestro Señor te ha mostrado su bondad, ahora que dentro de ti se agita, no lo desprecies. No juegues con un poco en tu interior para devolvérselo luego, hastiado, pensando: ¿en verdad he
sido sanado?
5. “Ahora que te has acercado a la riqueza que de su presencia viene, ¿lo ofenderás de nuevo? ¿Volverás a ensuciar tu ser, tu alma?
6. “Con todo, aún si caes muchas veces y de nuevo recuerdas a tu Señor y te limpias sinceramente frente a él, arrojando tu mancha en su presencia, una vez más él tendrá piedad de ti y te mirarán sus ojos.
7. “Ve, disfruta de tu tesoro, que viene del seno de Nuestro Señor.”
Capítulo 20
1. “He aquí mi disposición final, aquello que os identificará como mis seguidores, lo que debéis seguir y compartir, pues es alimento escogido. Sólo tres consejos deseo encomendaros:
2. “El primero, que busquéis con anhelos ser amigos de Aquel que está en todas parte, en todos los cuerpos, pues es Noche y Viento y Dueño del Cerca y el Junto.
3. “En tal empeño, mirad que no os hagáis orgullosos, desesperados o cobardes, sino humildes de corazón, poniendo toda vuestra esperanza en Nuestro Señor y atreviéndoos a mantener sus prescripciones.
4. “Lo segundo que debéis recordar: tened paz con todos los seres humanos, respetad a todos y a nadie agraviéis. Por nada del mundo avergonzaréis a otra persona. Calmaos, que digan de vosotros lo que
quieran. Callaos aunque os combatan y no respondáis. Así demostraréis vuestra condición y vuestra nobleza, y todos sabrán que sois dignos representantes míos.
5. “Y lo tercero que os pido, es que no perdáis el tiempo que os ha dado la Divinidad sobre este mundo; ocupaos en lo que es bueno de día y de noche, no despreciéis el tiempo. Porque no sabéis si volveréis a
vivir, o si reconoceréis vuestros rostros allá donde, de algún modo, se existe. Aprovechad esta vida.
6. “Basta con esto, que era mi misión. Haced en adelante lo que bien os pareciere. Toda persona que se atenga a su propio bien, allegará para sí lo bueno y conquistará la vida.”