En el año 2014, un equipo de arqueólogos descubrió en el castillo de Çavuştepe (Turquía) grandes recipientes cerámicos utilizados para almacenar cereales y datados en 2.800 años de antigüedad. Aunque parezca increíble, algunas de estas semillas de sésamo y trigo se conservaron lo suficientemente bien en el interior de estas tinajas como para poder plantarse y revivir un pedazo del antiguo pasado de Turquía.
Hurriyet Daily News informa de que las semillas se encontraron en el interior de tres grandes vasijas (pithos) que se utilizaban para almacenar y conservar las cosechas anuales de cereales. Estas tinajas se encontraban incluso etiquetadas para indicar su contenido.
“En los almacenes, que constan de dos secciones y están reforzados contra posibles incendios, hemos encontrado 120 recipientes (pithos), en los que se guardaban cereales, aceite de sésamo, vino y otros alimentos,” explica el profesor Rafet Çavuşoğlu, del Departamento de Arqueología de la Universidad Van Yüzüncü Yıl, en declaraciones recogidas por Hurriyet Daily News. “La suma de la capacidad de estas grandes tinajas era de 36 toneladas de productos. La capacidad de cada pithos es de 300 kilos. Construidas bajo tierra, en estas bodegas de pithos aparecen unidades de medida en escritura cuneiforme. Allí se almacenaban cereales cultivados en los llanos de Gürpinar. Estas bodegas eran utilizadas como graneros para afrontar las necesidades de los habitantes de la región. Los urartianos guardaban allí todos sus suministros para satisfacer las necesidades de los funcionarios de palacio.”
El castillo de Çavuştepe fue construido en el siglo VIII a. C. por orden del rey urartiano Sarduri II sobre una peña rocosa que domina los llanos de Gürpinar, en la actual provincia turca de Van. Gran parte de la fortaleza y el palacio sobrevivieron al paso de los milenios, y entre los elementos que han llegado hasta nosotros hay cisternas, murallas, templos y estructuras palaciales.
‘Pithos’ del castillo de Çavuştepe utilizados para almacenar cereales (Hurriyet Daily News)
Las semillas del castillo de Çavuştepe se analizarán ahora en un laboratorio, y se plantarán, en un intento de recuperarlas. En años recientes, se han traído de nuevo a la vida diversas antiguas semillas. El año pasado, un grupo de nativos americanos encontró antiguas semillas de calabacín en una vasija de hace aproximadamente 800 años y revivió esta especie por primera vez en siglos. Las semillas de este calabacín de gran tamaño y de un vivo color naranja se han distribuido entre comunidades nativas y otros grupos, entre ellos algunos estudiantes universitarios canadienses que cosecharon el pasado otoño un gran calabacín naranja de esta antigua especie.
Este tipo de calabacín no se había cultivado durante siglos. Un grupo de nativos americanos ha conseguido recuperar esta antigua variedad tras hallar sus semillas en una vasija de hace 800 años. (Foto: Mother News Network)
En el año 1963, el arqueólogo Yigael Yadin, ya fallecido, desenterró una pequeña provisión de semillas almacenada en una vasija de arcilla datada en 2.000 años de antigüedad y enterrada bajo los escombros de la fortaleza de Masada (Israel), construida sobre la cima de un monte. Las semillas pertenecían a la especie de la Palmera Datilera de Judea, un cultivo de primera necesidad en el reino de Judea durante miles de años que se extinguió hacia el 500 d. C. después de que los romanos erradicaran las palmeras datileras en un intento de colapsar la economía judía. Pero en el año 2005, la investigadora botánica Elaine Solowey, directora del Instituto Aravá para Estudios Medioambientales con sede en el Kibbutz Ketura (Israel), decidió plantar una de estas semillas para comprobar si brotaba algo. Así fue, y la palmera datilera macho, a la que los investigadores dieron el nombre de Matusalén, única en su especie, produjo sus primeras flores en el 2011.
La Palmera Datilera de Judea, una especie extinguida hace siglos resucitada en el año 2005 gracias al descubrimiento de unas antiguas semillas. (Wikimedia Commons)
Desde entonces, Solowey ha conseguido un pequeño grupo de nuevas palmeras datileras plantando antiguas semillas recuperadas en yacimientos arqueológicos cercanos al Mar Muerto, y al menos dos de ellas son hembras. La Dra. alberga la esperanza de poder conseguir que estas palmeras se reproduzcan y obtener de este modo toda una plantación de esta antigua especie datilera.
Imagen de portada: semillas de hace 2.800 años halladas en un antiguo castillo de Turquía. (Fotografía: Oguzhan Ozgur)
Autor: April Holloway
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.