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Como de costumbre, el asunto no ha sido noticia en España. Un tribunal francés ha herido de muerte el proceso que el abogado de Mohamed VI ha intentado contra dos periodistas franceses. Los periodistas fueron detenidos hace poco mas de un año acusaos de «chantajear» al sultán marroquí. Las «pruebas» eran unas supuestas grabaciones tomadas con el teléfono móvil del abogado de Mohamed VI. Este vuelco en el proceso nos lleva a plantear la cuestión: ¿fue Mohamed VI «chantajeado» por los periodistas… o los periodistas aceptaron una oferta de negociación del entorno del sultán aprovechada para tenderles una trampa?@Desdelatlantico.
I. LA DETENCIÓN DE LOS PERIODISTAS FRANCESES EN AGOSTO DE 2015
El 28 de agosto de 2015 el diario «Le Monde» publicaba una bomba informativa: dos periodistas franceses especializados en Marruecos habían sido detenidos el día 26 de agosto acusados de chantajear a Mohamed VI.
Los periodistas eran Eric Laurent y Catherine Graciet. Ambos publicaron en 2012 un libro importantísimo sobre Mohamed VI titulado «El rey depredador«. Esos mismos periodistas en el momento de su detención habían terminado otro libro que pensaban publicar.
El día 11 de agosto, el abogado de Mohamed VI, Hicham Nasiri, tuvo un primer encuentro con ambos periodistas que grabó con su teléfono móvil. A partir de una supuesta grabación de ese encuentro, presentó ante la policía denuncia por chantaje contra los dos periodistas.
Una vez presentada ya la denuncia, y cuando se había abierto una investigación judicial, el abogado de Mohamed VI mantuvo otros dos encuentros con los periodistas que fueron grabados POR ÉL, no por la Policía ni por el fiscal o el juez.
A partir de esas grabaciones se construyó una acusación por «chantaje» a Mohamed VI contra ambos periodistas.
II. EL LOBBY MEDIÁTICO PRO-MARROQUÍ EN FRANCIA INTENTA DESACREDITAR LAS PRIMERAS SOSPECHAS DE MANIPULACIÓN DE PRUEBAS
La grabación clave en todo el proceso fue la de 11 de agosto, pues esa grabación demostraría de quien fue la iniciativa del encuentro. Si la iniciativa fuera de los periodistas habría un indicio de que estábamos ante un «chantaje», pero si la iniciativa fuera del entorno de Mohamed VI, lo que habría sería simplemente un mercadeo del entorno del sultán para comprar el silencio de los periodistas.
Desde un primer momento se denunció que la grabación de ese primer encuentro estaba «tratada».
Pero pronto, al día siguiente del artículo de «Le Monde», el semanario «Jeune Afrique«, habitual instrumento mediático del majzen (acusación esta que acaba de hacer, por cierto, el digital marroquí «Le Desk«)defendía que la tesis de la manipulación de la primera grabación «no se sostenía» (sic). Atentos a esa idea de este medio del lobby pro-marroquí que traerá su importancia.
Un día después del artículo de «Jeune Afrique», el 30 de agosto, será el turno de «Le Journal du Dimanche«(JDD) que, sin más, acusó directamente a los dos periodistas de «chantaje» argumentando que las «pruebas» contra ellos eran «abrumadoras» (sic). Atentos al dato de este medio que sirvió a los intereses del sultán.
III. PRIMERA DERROTA PARA EL LOBBY: LA CONDENA AL JDD POR DIFAMAR A LOS PERIODISTAS
El 17 de febrero de 2016, la Sala 17ª de lo Civil del Tribunal de Gran Instancia de París condenó al diario «Le Journal du Dimanche» (JDD) al pago simbólico de un euro a los dos periodistas que demandaron a JDD por haber lesionado su presunción de inocencia al presentarles claramente como culpables de un chantaje.
IV. LA DERROTA DEFINITIVA PARA EL SULTÁN CON LA ANULACIÓN DE LAS GRABACIONES DEL SEGUNDO Y TERCER ENCUENTRO.
Los dos periodistas han intentado anular las grabaciones del segundo y tercer encuentro mantenido con el abogado de Mohamed VI.
En enero de 2016, sin embargo, el tribunal de apelación desestimó su pretensión y dio por buenas las grabaciones. Los periodistas recurrieron, y el 20 de septiembre de 2016, el Tribunal de Casación les dio finalmente la razón y anuló la resolución del tribunal de apelación dictada en enero, ordenando la anulación de las «pruebas» contenidas en esa segunda y tercera grabación.
El argumento fundamental es que, dado que las mismas se efectuaron cuando YA ESTABA INICIADA UNA INVESTIGACIÓN PENAL tras la denuncia del abogado del sultán, las grabaciones debían estar supervisadas y controladas POR LA POLICÍA, EL FISCAL O EL JUEZ… y no por el abogado de Mohamed VI.
V. DERROTA DEL MAJZEN CON ESTRAMBOTE: EL ABOGADO DE MOHAMED VI SE HA «PERDIDO» EL ORIGINAL DE LA PRIMERA GRABACIÓN
Pero faltaba la traca final. Anuladas la segunda y tercera grabación (esas que para el JDD eran «abrumadoras»), sólo quedaba como «prueba» de cargo contra los periodistas la primera «grabación», esa contra la que el reproche de manipulación «no se sostenía» según «Jeune Afrique».
Pues bien, según «Le Nouvel Observateur», esa primera grabación entregada a la Policía que, es un hecho, está recortada, NO SE PUEDE COTEJAR CON LA GRABACIÓN ORIGINAL porque… ¡¡¡¡el abogado de Mohamed VI ha perdido el teléfono móvil con el que la grabó!!!!
VI. CONCLUSIÓN
Parece evidente que la clave para saber quien contactó a quien es la primera grabación.
El contenido de la segunda y tercera grabaciones (discusiones sobre cantidades de dinero) puede o no ser delito según quien haya tomado la iniciativa del encuentro.
Si los periodistas contactaron con el entorno real, se podría argumentar que ellos exigieron dinero a cambio de no publicar su libro y eso podría ser un chantaje.
Pero si fue el entorno del sultán quien contactó con los periodistas ahí no habría ningún delito sino, pura y sencillamente, un intento de comprar los derechos sobre una obra.
El hecho de que la primera grabación se entregara en un primer momento recortada y que ahora se haya «perdido» (algo, total y absolutamente INCREÍBLE) parece ser un indicio claro de que fue el entorno del sultán quien contactó con los periodistas. Quizá con el objetivo, no de comprar los derechos de la obra, sino pura y sencillamente, de tender una trampa a los autores de la obra.
El hecho, lamentable, es que con el estallido del escándalo el libro no se ha publicado.
Esperemos que tras esta peripecia judicial el libro vea la luz.