Es difícil estar orgulloso de un país en el que uno de cada cuatro ciudadanos no tiene trabajo, pero es necesario recordar que, con crisis o sin ella, el español medio tiene una imagen de su país que no se corresponde con la realidad. Y esta modestia extrema, que casi siempre se torna en vergüenza hacía un país que es bastante mejor de lo que creemos, se contagia al resto del mundo, que no acaba de tomarnos en serio.

El Real Instituto Elcano acaba de presentar la 5ª oleada de su Barómetro de la Imagen de España (BIE) y, aunque el estudio asegura que «se ha consolidado la recuperación de la imagen de España», lo cierto es que, sencillamente, no ha empeorado desde 2013, y obtenemos la misma nota: un 6,9 sobre 10.

Como novedad, en esta edición del BIE se ha incluido una pregunta abierta en la que se pedía al entrevistado que dijera lo primero que se le ocurriera al pensar en España. El resultado muestra que los toros y el fútbol son los elementos que más se identifican de forma espontánea con España, seguidos por el sol, algunas ciudades y el turismo.

El 71% de los alemanes definen a España como pobre y un nada desdeñable 44% lo consideran corrupto

Dicen que el roce hace el cariño, pero a España le ocurre todo lo contrario: son nuestros vecinos más cercanos los que peor nos valoran. Por países, Marruecos es el que otorga la puntuación más baja a España, frente a los casos contrarios de México y Brasil, donde España obtiene la calificación más alta.

Especial mención merece el caso de Alemania. Los alemanes sólo se puntúan a sí mismos por encima de España, es decir, España es el segundo país mejor valorado en Alemania después de la propia Alemania. Ahora bien, el 71% de los alemanes definen a España como pobre y un nada desdeñable 44% lo consideran corrupto.

En busca de la verdadera Marca España

En 2012 el Gobierno creó la figura del Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España, cuya misión era y es promocionar la imagen exterior de nuestro país. ¿Y qué hicimos la mayoría de españoles? Tomárnoslo a guasa. “¿Existe acaso una marca España que no sea la de las playas, los toros y la bebida barata?”, se preguntaron muchos. La realidad es que sí existe, pero no nos lo creemos.

La mayoría de indicadores objetivos reflejan que nuestro país es mucho mejor que lo que los extranjeros creen, pero es aún mucho mejor de lo que creemos nosotros

Otro vicio atávico del español –aunque esté está más que justificado– consiste en no fiarse mucho de las iniciativas institucionales. La promoción gubernamental de la Marca España puede parecer un simple intento por vender lo invendible, pero quizás la cosa cambia s es un grupo de ciudadanos el que trata de convencernos de que España no es el desastre que creemos que es. Con esta intención nació en 2013 la asociación Amigos de la Marca España, una plataforma ciudadana que trata de aunar fuerzas en torno a un pensamiento común: que hay una realidad positiva de España que merece ser contada. Una realidad que, en primer lugar, deberíamos contárnosla a nosotros mismos.

En torno a la imagen exterior de España se da una enorme paradoja: la mayoría de indicadores objetivos reflejan que nuestro país es mucho mejor de lo que los extranjeros creen, pero es aún mucho mejor de lo que creemos nosotros. Cuando elReal Instituto Elcano preguntó cómo pensamos que los extranjeros nos ven, en una escala de 0-10, nos pusimos una nota de un 4,3 de media, mientras en el exterior nos calificaron con un 6,9.

Las verdaderas fortalezas de España

El pasado septiembre el Real Instituto Elcano publicó la primera edición del bautizado como Sistema de Indicadores de la Distancia entre Imagen y Realidad(SIDIR), un estudio que pretende identificar qué aspectos positivos de la realidad española son insuficientemente conocidos por la opinión pública internacional.

El estudio compara la imagen que se tiene sobre distintos aspectos de España en el extranjero y la compara con datos objetivos. Si bien existen algunos asuntos en los que la imagen española es mejor que la realidad (como el estilo de vida, la eficacia gubernamental o la seguridad jurídica), en la mayor parte de aspectos los extranjeros tienen una imagen de España peor de la que deberían a juzgar por los datos objetivos.

La imagen española en el extranjero está especialmente distorsionada en algunos campos:

1. Seguridad

Si nos fijamos en el número de asesinatos que se cometen al año, España es el sexto país más seguro del mundo, sólo superado por Singapur, Japón, Indonesia, Suiza y Suecia. Además, es el cuarto país de la Unión Europea donde menos delitos se comenten, por detrás de Grecia, Portugal e Italia. Sin embargo, en el ranking de percepción España se queda en el decimoquinto puesto. La buena noticia: el fin de ETA puede hacer mucho por mejorar nuestra imagen en este aspecto.

2. Atracción de inversiones extranjeras

Los extranjeros colocan a España en el puesto 20 en el ranking de países atractivos para invertir pero, en realidad, somos el undécimo país que más inversiones recibe del mundo. Además hay que apuntar que el estudio del RIE se realizó en 2012, durante el peor momento de la crisis económica. Los datos más recientes publicados por Eurostat muestran una subida muy notable de las inversiones en España. En 2013 se recibieron 29.499 millones de euros frente a los 21.055 que se recibieron en 2012.

3. Exportaciones y marcas

España es el duodécimo país del mundo que más productos y servicios exporta (en consonancia con su lugar en el ranking de países por PIB) pero la percepción que se tiene fuera es mucho peor: estamos en el puesto 19. Lo mismo ocurre con la imagen de nuestras mayores multinacionales. España ocupa el décimo puesto mundial por su número de marcas conocidas, pero nos perciben en el puesto 19.

4. Tecnología e innovación

España ocupa el puesto número 18 en el ranking de países en función del volumen de patentes registradas, una posición que está 5 puestos por encima de su imagen, pero aún así por debajo de la que debería ocupar según su PIB (puesto 13 en 2012, año de referencia). Dicho de otra forma, España debería inventar más, pero también dar a conocer su trabajo en el campo de la innovación.

Como apuntan los Amigos de la Marca España, hay diversos sectores productivos relacionados con la innovación y las nuevas tecnologías en los que nuestro país es uno de los más potentes del mundo.

5. País de acogida

España es percibida como el 18º país del mundo preferido para trabajar y el 11ª para vivir. Sin embargo, es el octavo país que recibió una mayor migración neta(inmigrantes-emigrantes) en el periodo 2007-2012.

España sorprende a los expertos por la capacidad que ha demostrado para integrar sin conflictos a los inmigrantes en tiempos de crisis y alto desempleo

Los técnicos del REI destacan que España ha sido el principal receptor de inmigrantes en Europa y uno de los principales países de acogida del mundo durante el periodo 2000‐2008, cuando ha recibió a más de seis millones de personas. La crisis económica ha reducido la llegada de inmigrantes y ha provocado la salida de una parte de ellos, pero incluso ahora el porcentaje de población nacida fuera sobre la población total sigue siendo uno de los más altos en Europa, un hecho no suficientemente conocido.

Por otra parte, asegura el REI en su informe, España sorprende a los expertos por la capacidad que ha demostrado para integrar sin conflictos a los inmigrantes en tiempos de crisis y alto desempleo, sin que hayan surgido los partidos xenófobos habituales en otros países de alta inmigración ni se hayan provocado conflictos violentos de convivencia, como los de Francia, Reino Unido o Italia en años anteriores. “Esta capacidad de la sociedad española para integrar tanto en momentos de crecimiento como en los de crisis es un valor muy notable que debería ser mejor conocido y valorado fuera”, concluye el estudio.

6. Cultura

España es un país bastante apreciado en el extranjero por sus productos culturales (nos colocan en la décima posición) pero aún lo es más si nos fijamos en los datos objetivos. España es el quinto exportador mundial de productos audiovisuales, sólo por detrás de EEUU, Canadá, Reino Unido y Francia. Entre las exportaciones españolas destacan el cine, que tiene ya más público fuera de España que dentro, y las series televisivas.

Los españoles, sin embargo, no apreciamos en absoluto nuestra propia cultura, siendo el aspecto en el que existe un mayor desfase entre lo que creemos que piensan de nosotros y lo que piensan de verdad.