http://masenlavida.com/espiritualidad-no-religiosa/
Definimos la religión como el conjunto de creencias y prácticas comunes aun grupo. Entendemos espiritualidad por las creencias, valores personales y experiencias propias de un individuo que guían su vida.
El grupo humano al que usted pertenezca es muy importante; y Dios no desea que las personas andemos aisladas. Dios quiere que nos apoyemos unos a otros en grupos de soporte social. Nos enseña continuamente a apoyarnos unos a otros. En estos grupos humanos podemos cumplir de manera más eficaz con la ley del amor. Nuestros esfuerzos por apoyar a otros son mejores si trabajamos en cooperación. Dios no desecha las religiones. Él mismo mandó a congregarse. Definimos iglesia como la comunidad de creyentes organizados para el servicio. Los objetivos en esto son los importantes.
La religión es buena, si uno la usa legítimamente. Pero será la espiritualidad la que marcará el éxito o el fracaso en la vida. No nos referimos al éxito financiero (riqueza exterior). Sino al éxito en las relaciones personales (riqueza interior), para con uno mismo y por ende para con Dios. El camino espiritual que usted transite marcará su destino. El destino se forja de manera personal, no colectiva.
La mejor religión es la que funciona. La que te hace mejor esposo, hijo, padre, etc. No existe ninguna religión totalmente buena, ni totalmente mala. Cada individuo es encargado de poder distinguir lo que le sirve, de acuerdo al fruto moral que produzca.
La religión debe promover la espiritualidad, pero en lugar de hacerlo puede llegar a ser un estorbo cuando no promueve la sinceridad. La espiritualidad no puede darse en un auto engaño. Y las personas no podemos ser honestas con otros y con nosotros mismos en un medio en que se castigue la franqueza. Esta es una de las razones por las que muchas personas están optando por vivir una espiritualidad desligada de la religión.
En materia de religión las personas solo podemos estar de acuerdo, en que no estaremos de acuerdo. Pero en espiritualidad no es difícil definir la bondad moral, la sabiduría y la prudencia; como los objetivos universales de la espiritualidad. Estos trascienden las barreras culturales, idiomáticas y nos hablan de que Dios está actuando en todos los pueblos para acercar a él a las personas mediante una ley natural escrita en sus corazones.
La espiritualidad es práctica, vivencial y personal. Se refiere a las relaciones que usted tenga con las demás personas, con usted mismo y con Dios. Desearemos promover la espiritualidad en una actitud positiva independientemente de sus creencias religiosas.
La espiritualidad es una palabra neutra, no define si esta es buena o mala. Los valores y creencias pueden ser positivos o negativos. Llamaremos espiritualidad positiva a las creencias y sentimientos que nos mueven a la bondad y la compasión. Dios desea que el objetivo de nuestros actos físicos y mentales sea el amor.
Definimos amor como caridad. Dar es el acto de amor. La entrega del amor es su manifestación. Su opuesto es el egoísmo. El bien moral se encuentra en dar. El mal moral tiene su fuente en el egoísmo. Para vivir en amor no podemos vivir aislados y nos vemos necesitados de organizarnos para servir a otros de mejor manera.
Concluimos entonces que tanto la religión en su esfera (colectiva), como la espiritualidad en su esfera (personal), se deberían complementar y son importantes.