El gobierno del Reino Unido recortó los subsidios para la energía eólica terrestre en 2015. Luego, las principales razones que se dieron fueron que era demasiado costoso y que el público no lo apoyaba. Amber Rudd MP, entonces jefe de lo que era el Departamento de Energía y Cambio Climático, dijo en un comunicado al parlamento : «Estamos llegando a los límites de lo que es asequible y lo que el público está dispuesto a aceptar».
Avance rápido hasta 2019: la energía eólica en tierra es la forma de electricidad más barata del Reino Unido , y nuestra investigación académica recientemente publicada muestra que el apoyo público para las energías renovables es alto y sigue aumentando. Por otro lado, el apoyo a la energía nuclear y al fracking es bajo y decreciente.
Estas tendencias son demostradas por los propios datos del gobierno: el Rastreador de Actitudes Públicas de Energía y Cambio Climático del Reino Unido (PAT). El PAT se ha ejecutado trimestralmente desde 2012, lo que significa que hay una gran cantidad de datos para mostrar cómo las actitudes han cambiado en los últimos siete años. En total, más de 50,000 personas fueron encuestadas, lo que la convierte en el conjunto de datos más grande y representativo de su tipo.
Junto con mis colegas de la Universidad de Leeds, analicé el conjunto de datos PAT para profundizar un poco más en lo que puede decirnos. Además de observar cómo las tendencias en el apoyo público han cambiado con el tiempo, también exploramos si las tendencias variaban geográficamente. Si bien el mapa a continuación muestra que hay algunas variaciones, las tendencias generales son bastante consistentes en Gran Bretaña. (Desafortunadamente, no hay suficientes datos para Irlanda del Norte para garantizar la confidencialidad).
Entonces, ¿los políticos de la energía están escuchando al público? La respuesta corta es no. En la actualidad, el gobierno del Reino Unido está aplicando las tecnologías de energía que reciben los niveles más bajos de apoyo público (nuclear y de fracking), mientras que los recortes a varios esquemas de subsidios hacen que sea más difícil que se construyan las fuentes renovables populares en la costa, como la eólica y la solar .
Una excepción es la energía eólica marina, la tercera tecnología más popular, que recientemente recibió un nuevo respaldo del gobierno. La encuesta no pregunta sobre el apoyo a los combustibles fósiles como el carbón o el gas natural, por lo que no es posible comparar directamente las preferencias de las personas con la infraestructura energética existente basada en fósiles.
Sin embargo, nuestro estudio muestra que la preocupación por el cambio climático fue un predictor particularmente importante de las actitudes. Las personas que se preocupaban más por el clima apoyaban más las energías renovables, y las personas que estaban menos preocupadas apoyaban más la energía nuclear y el fracking. A medida que la preocupación por la crisis climática continúa creciendo (una tendencia también mostrada por el PAT), parece probable que las fuentes de energía renovables sigan gozando de un alto apoyo público, mientras que el apoyo a la energía nuclear y el fracking (así como a otros tipos de combustibles fósiles) continuará caer. Esta es una señal positiva para la transición a una sociedad baja en carbono.
Nuestros resultados también sugieren que algunas secciones del público pueden tener un efecto más fuerte en la política energética que otras. Encontramos que los jóvenes y las mujeres tenían más probabilidades de apoyar las energías renovables, mientras que las personas mayores, los hombres y las clases sociales más altas tenían más probabilidades de apoyar la energía nuclear y el fracking. Quizás no sea una coincidencia que este grupo demográfico tenga los puntos de vista más similares a la política energética del status quo, dada la falta de diversidad en el sector energético . Esto resalta la necesidad de que más mujeres y personas de todos los orígenes sociales ocupen los puestos más altos en energía, para que las decisiones sean más representativas de la sociedad y sus preferencias.
El gobierno del Reino Unido recientemente puso en vigor la ambiciosa ambición de alcanzar emisiones de carbono netas netas para 2050 , la primera gran economía del mundo en lograrlo. Este es un paso fantástico en la dirección correcta y establece el estándar para otros países alrededor del mundo. Pero (y siempre hay un pero), esto solo es posible si las tecnologías que se persiguen son realmente bajas en carbono, rentables (como las renovables son cada vez más) y cuentan con el respaldo del público.
Dada la introducción de este nuevo objetivo neto-cero, es hora de que los responsables de las políticas reconsideren la dirección del futuro energético del Reino Unido y escuchen con más atención lo que el público realmente quiere. Con un promedio de apoyo del 82,5%, la energía solar es mucho más popular que otras decisiones políticas recientes en el país. Como escuchamos a menudo de los políticos en estos días, la gente ha hablado.
https://theconversation.com/new-study-shows-public-wants-renewables-but-the-government-is-not-listening-119950