El tribunal de La Haya absuelve a una geriatra que mató a una paciente aunque había expresado su deseo de morir de forma contradictoria.
La justicia holandesa ha sentado jurisprudencia a favor de la eutanasia aplicada a pacientes de Alzhéimer, aunque sus deseos de morir hayan sido expresados de manera «contradictoria». Un tribunal de La Haya absolvió ayer a una geriatra en un juicio pensado para aclarar jurídicamente esta práctica y disolver las dudas legales que habían mostrado otros facultativos en casos similares desde que se legalizó la muerte asistida en este país, en 2002.
El tribunal, presidido por la jueza Mariette Renckens, dio por válida la declaración realizada por la paciente en 2012, inmediatamente después de conocer el diagnóstico de Alzhéimer, aceptando la eutanasia en caso de perder la memoria y tener que ser trasladada a un geriátrico. A partir de 2017, sin embargo, había cambiado de idea y realizó varias declaraciones en las que rechazaba la pastilla letal de Dorumicum, que finalmente le fue suministrada, oculta en una taza de café y con consentimiento de su hija y su yerno, pero sin que ella fuera consultada.
Fármaco oculto en una taza de café
Cuando se resistió a beber el café, sospechando que la llevaría a la muerte, fue mantenida en la cama a la fuerza por su marido y su hijo mientras la geriatra le administraba una inyección letal, según la declaración de la doctora durante el juicio. La sentencia establece que la geriatra «no tenía por qué preguntar de nuevo a la paciente», de 74 años de edad, si deseaba la eutanasia, porque eso «solo la habría puesto nerviosa», debido al Alzheimer avanzado que padecía.
«Pensamos que, teniendo en cuenta el estado de demencia profunda de la paciente, el médico no necesitaba verificar su deseo de eutanasia», justificó la presidenta de la sala en medio de los aplausos de los asistentes a la lectura de la sentencia. «El tribunal se da cuenta de que la eutanasia es una cuestión extremadamente sensible», añadió, alegando que no se podía consultar a una paciente que «se asustaba cuando veía su propia imagen en el espejo».
«Teniendo en cuenta el hecho de que la paciente no era coherente, la doctora no habría podido establecer un juicio hablando con ella», insistió. La Fiscalía, por su parte, no recurrirá. En realidad no pedía pena alguna para la geriatra ni para el equipo que la asistía, sino solamente que el tribunal reconociese que tendrían que que haber tenido una conversación «más profunda» con la paciente.
Dos médicos deben certificarlo
La eutanasia sólo está autorizada por la ley holandesa bajo ciertas condiciones. Es necesario que al menos dos médicos certifiquen que no hay otra solución razonable para el paciente y que su sufrimiento es insoportable y sin ninguna esperanza de mejora.
Según esta sentencia, el carácter degenerativo de la enfermedad de Alzhéimer cumple con los requisitos y, amparados en este juicio, médicos y familiares podrán tomar la decisión sin contar con el afectado.
La geriatra, que no acudió a la lectura de la sentencia, estaba representada por su abogado, Robert-Jan van Eenennaam, que declaró que «los jueces han sido muy claros en su veredicto, mi clienta actuó bien, el resto de los médicos pueden actuar así también, aunque sigue considerando que un juicio penal no era la mejor manera de resolver este asunto».
Más de 6.000 muertes al año
En 2018, se dieron en Holanda un total de 6.126 fallecimientos por eutanasia, lo que supone un 4% del total, según las últimas cifras del Comité Regional de Supervisión de la Eutanasia.
https://es.sott.net/article/68788-Inhumanidad-legalizada-Mujer-se-resiste-a-la-muerte-digna-pero-sus-familiares-la-obligan-en-Holanda