En la cosmología china común, el mundo no se crea ex nihilo a partir de un dios externo, sino que evoluciona desde el caos primordial ( Hundun ). Una forma en que esto se ha expresado comúnmente es en términos del símbolo Taiji de yin y yang. El círculo exterior representa el caos primordial del cual emerge espontáneamente la polaridad fundamental de yin (oscuro) y yang (luz), que luego producen las “innumerables cosas” o “diez mil cosas” ( wàn卍) por combinación y recombinación
El dragón, asociado a la constelación Draco que enrolla el polo eclíptico norte, representa el poder primordial “proteico”, que encarna el yin y el yang en la unidad.
El 阴 Yin y el 阳 Yang, literalmente “oscuro-brillante”, son dos conceptos del taoísmo filosófico que describen la dualidad de todos los elementos, personas o componentes, lo opuesto y complementario de todo fundamento, principio o factor y se encuentra presente por tanto, en todo las situaciones de nuestra vida.
Describe las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas. El yin es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción. El yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración.
El Tai Chi, Taiji o Culminación Suprema
Taiji (Gran eje divino) forma una unidad, a partir de la cual surgen 2 conceptos, el Yin y el Yang.
El símbolo del Yin y Yang fue creado por el taoísmo, y simboliza una versión de la dialéctica hegeliana, pero de características no solo históricas sino también cosmológicas, metafísicas, humanísticas, y toda clase de aplicaciones que pueden analizarse mediante éste esquema.
VER: El Taijitu, “el símbolo del Yin y el Yang” o “el símbolo Taoísta”
El ying y el yang representan dos fuerzas opuestas en conflicto permanente con el otro, conduciendo así a la contradicción y el cambio perpetuos. Esta noción de dos polos opuestos y de la perpetuidad del cambio es frecuente en el pensamiento y cultura chinos a través de su historia. Cabe destacar que estos opuestos no presentan una conflictividad absoluta sino que su dialéctica los hace relativos, permitiendo así que uno pueda tornarse en otro y viceversa, o inclusive que “el bueno” y “el malo” cambien sus roles según el contexto en el que se lo aplique, razón por la cual el taoísmo incita a que sean los propios estudiantes quienes analicen cada circunstancia para determinar cual es el “camino” correcto según sean dadas las circunstancias de las diferentes posibilidades.
El carácter dinámico de yin y yang está ilustrado en el antiguo símbolo chino llamado T’ai-chi T’u (Tajitu) o ‘Diagrama del Último Supremo’.
El Taiji o Tai Chi es el principio generador de todas las cosas según la filosofía china tradicional. De él surgen el Yin y el Yang. Con frecuencia considerado como equivalente del Tao, a veces se asocia al concepto del Wuji que expresa el estado primigenio del universo no diferenciado. Anterior al surgimiento de la Gran Polaridad Yin-Yang
El Tajitu es una representación del Yin-Yang. Dos figuras simétricas de diferente color. Este diagrama es un arreglo simétrico de yin oscuro y yang claro, pero la simetría no es estática. Es una simetría rotacional que sugiere, fuertemente, un movimiento cíclico constante: Los dos puntos en el diagrama simbolizan la idea de que cada vez que una de las fuerzas alcanza su máximo, ya contiene la semilla de su opuesto. En la más profunda oscuridad está el germen de la luz y en el punto máximo de brillante claridad está la semilla de la oscuridad.
Esta percepción del lenguaje basada en la dependencia mutua de los nombres ha tenido mucha repercusión en el pensamiento chino posterior en que tiende a valorar no solo la cosa en sí sino también su opuesto. La representación gráfica de esta percepción es el yin yang (陰陽), compuesto por una parte negra y otra blanca. En la parte negra hay un punto blanco y en la blanca uno negro. Así mismo, la frontera entre ambas partes son dos curvas. Estas curvas representan el cambio constante de la realidad y los puntos negro y blanco ubicados en la parte opuesta hacen alusión a la dependencia mutua de las cosas
Yin es el lado negro y yang es el lado blanco.
El Yang es la parte clara y el Yin es la parte oscura. Dentro de cada parte hay un color opuesto llamados “Joven Yang” y “Joven Yin” que marcan el germen de la transformación que está en vías de operarse. El círculo exterior representa el Tao.
El Dào o Tao fluye en el universo, lentamente, pero nunca para y es increíblemente poderoso, manteniendo todo lo que existe en orden y equilibrio. El Qi, término chino para vapor, aliento o energía; y el Dào van de la mano, ya que el Qi es la energía que circula en el universo, por lo que se puede decir que el Dào es flujo de Qi.
El Tao o Dào es la ley de todo.
El concepto del Tao se basa en aceptar que la única constante en el universo es el cambio y estar en armonía con ello, nuestro destino. El cambio es el flujo constante del ser al no ser, de lo posible a lo real, yin a yang, femenino a masculino. Se manifiesta a través de cambios de estaciones y ciclos vitales.
VER: EL CAMINO DEL TAO
Para el pensamiento taoísta, seguir el Dào es seguir la Vía, el Camino…es volver a la Unidad.
El Tao que puede nombrarse no es el Tao eterno.
El nombre que puede nombrarse no es el nombre inmutable.
La no existencia es el principio del cielo y de la tierra.
La existencia es la madre de todo lo que hay.
Laozi, Tao Te Ching
El Taoísmo establece la existencia de tres fuerzas: una pasiva, otra activa y una tercera, conciliadora. Las dos primeras se oponen y complementan simultáneamente entre sí, es decir que son interdependientes de manera absoluta y funcionan como una unidad. Son el yin (fuerza pasiva/sutil, femenina, húmeda…) y el yang (fuerza activa/concreta, masculina, seca…). La tercera fuerza es el tao, o fuerza superior que las contiene.
El objetivo del tao es enseñar al hombre a integrarse en la naturaleza, enseñarle a fluir, a integrarse en sí mismo en concordancia y armonía. El tao no es un creador porque nada en el mundo se crea ni el mundo es creado. Enseñar a compenetrarse con esta naturaleza y armonía de tal modo que llegue a experimentar en su propio cuerpo sus ritmos vitales. Sintonizándose el cuerpo humano mediante una serie de ejercicios con estos ritmos, ganando así serenidad mental y energía física.
Observando de la perspectiva del tao, se ve cómo todas las cosas se elevan, se vuelven grandes y luego retornan a su raíz. Vivir y morir es simplemente entrar y salir. Las fuerzas de la mente no tienen poder sobre quien sigue el tao. El camino del no-ser lleva a la quietud y la observación, y conduce de lo múltiple al uno. Para poder recorrer ese camino hace falta preparación interna. Mediante la práctica espiritual, la perseverancia, el recogimiento y el silencio se llega a un estado de relajación que debe ser tan sereno que posibilita la contemplación del ser interior, el alma, y así se logra ver lo invisible, escuchar lo inaudible, sentir lo inalcanzable.
El significado más antiguo que existe sobre el tao dice: «Yi yin, yi yang, zhè wei tao», es decir, “un aspecto yin, un aspecto yang, eso es el tao”.
Puede ejemplificarse esta concepción a partir del significado de las palabras: literalmente, yang significa ‘la ladera luminosa (soleada) de la montaña’, y yin ‘la ladera oscura (sombría) de la montaña’; entiéndase la idea de montaña como símbolo de unidad. Así, aunque representan dos fuerzas aparentemente opuestas, forman parte de una única naturaleza.
La igualdad entre las dos primeras fuerzas entraña la igualdad de sus manifestaciones consideradas en abstracto. Por ello el taoísta no considera superior la vida a la muerte, no otorga supremacía a la construcción sobre la destrucción, ni al placer sobre el sufrimiento, ni a lo positivo sobre lo negativo, ni a la afirmación sobre la negación.
Importante: En la cultura china, el hecho de que la mujer se represente como Yin (tierra, oscuridad, pasividad, absorción) no se interpreta como algo negativo o discriminatorio, sino que se entiende simplemente como algo diferente, aunque suene o parezca lo contrario.
El yang habiendo llegado a su clímax retrocede a favor del yin; el yin llegando a su máximo, retrocede a favor del yang.
Aquel que deja aparecer ahora la oscuridad, ahora la luz, eso es Tao. El yang vuelve cíclicamente a su inicio; el yin logra su máximo y da luego lugar al yang. La idea de patrones cíclicos en los movimientos de el Tao fue dada una estructura definida a través de la introducción de los opuestos polares yin y yang. Son los dos polos que colocan los límites para los ciclos de cambio:
En el punto de vista chino, todas las manifestaciones del Tao son generados por el juego dinámico de estas dos fuerzas polares. Esta idea es muy antigua y muchas generaciones han trabajado sobre el simbolismo del arquetípico para yin y yang hasta que se transformó en un concepto fundamental del pensamiento chino. El significado original de las palabras yin y yang era el del lado en sombra y el lado iluminado de una montaña, un significado que da una buena idea de la relatividad de los dos conceptos:
La interrelación de yin y yang, el par primordial de opuestos, aparece por lo tanto, como un principio que guía todos los movimientos del Tao. Las cosas cotidianas e insignificantes tienen un significado mucho más profundo del que nosotros le damos.
Una historia que ilustra lo anterior; en el pensamiento taoísta, la encontramos en un relato de la dinastía Chang, recopilado por Huston Smith:
El caballo de un campesino se escapó. Ante la conmiseración de su vecino, el campesino le dijo: ¿Quién sabe si es bueno o malo?».
Y tuvo razón, porque al día siguiente el caballo regresó acompañado de caballos salvajes con los cuales había trabado amistad. El vecino reapareció, esta vez para felicitarlo por el regalo caído del cielo, pero el campesino repitió: ¿quién sabe si es bueno o malo?.
Y otra vez tuvo razón, porque al día siguiente su hijo trató de montar uno de los caballos salvajes y se cayó, rompiéndose una pierna. El vecino volvió a mostrar su pesar, y recibió nuevamente la anterior pregunta: ¿Quién sabe si es bueno o malo?.
Y el campesino tuvo razón una cuarta vez, porque al día siguiente aparecieron unos soldados para reclutar al hijo, pero lo eximieron por encontrarse herido. ¿Quién sabe si es bueno o malo?, en realidad nadie lo podría saber
(Smith, 1998: 123).
VER: TAO: El Wu Wei, Fluir como el Agua
Este relato también ilustra otro de los principios taoístas más importantes, el Wu-Wei, que se puede traducir por no-acción, trabajo sin hacer. El mismo Lao Tze recomendaba a sus seguidores la práctica de Wu-Wei. Muchos expertos en el tema, concuerdan en afirmar que esta palabra no se refiere a la no-acción, en el sentido de la inercia, sino más bien es la invitación a la llamada actividad natural.
En efecto, para el taoísmo es necesario evitar toda actividad antinatural, que implique un desgaste de la energía chi. No se alaba la ociosidad, sino el trabajo sin sentido, alienado, que produce ansiedad y complicación, aquel que no fluye con el cosmos. En la práctica del Wu-Wei, el trabajo pierde su aspecto coercitivo, no se emprende para obtener meros resultados útiles, sino por su valor intrínseco.
Aunque los sabios orientales sentían que no podían decir nada del vacío y que no podían atrapar al tao, consideraban que los practicantes de meditación podían experimentar un estado de sabiduría y de éxtasis espiritual. En el caso de los practicantes del taoísmo, esto se lograba merced al contacto directo con la naturaleza, a la que sentían como el flujo continuo de la energía chi que les proporcionaba, entre otras cosas, la experiencia de totalidad, el sentido de infinito, parecido a un océano absolutamente inmóvil y transparente en el que se crea y se recrea el cosmos entero. La naturaleza misma del chí, aunque incomprensible, es la esencia misma de la vida, del universo y todos sus componentes.
En realidad, todo cuanto existe no es más que energía en diferentes estados de excitación: Todo es energía dinámica contra un telón de fondo: el vacío cuántico, energía inmóvil y tranquila, la cual no se puede tocar ni medir pero se puede sentir. En la analogía del océano, las oscilaciones de la conciencia, las percepciones, los pensamientos y las emociones son las olas del océano. Cada pensamiento, percepción o emoción, tiene su dimensión trascendente contra el amplio fondo oscilante. En el taoísmo, la persona al tener la experiencia del vacío, puede captar la inmensa profundidad del universo, representado en el cosmos y en su propia mente, los cuales en realidad, hacen parte del flujo y el reflujo de la energía chí.
VER: La Vacuidad. El vacío de la mente y el ego
La doctrina del Yin Yang en Occidente
La doctrina del Yin Yang es uno de los productos más geniales de la metafísica china, pero no siempre ha sido bien entendida por los intérpretes occidentales.
Cuando comenzó a ser conocida en occidente se señaló cierto paralelismo con la díada de los pitagóricos, teniéndose especialmente en cuenta los ejemplos que se encuentran en la “Metafísica” de Aristóteles. En efecto, en ambas doctrinas existe la coincidencia en atribuir a la dualidad y no a la unidad el principio de la multiplicidad .
La unidad es concebida como Tai Ki, la mónada, en ambos casos en el sentido metafísico y no matemático; quizá esto se explique por faltarles tanto a los chinos como a los griegos el cero, del cual la unidad metafísica toma, a veces, el lugar.
La díada de lo pitagóricos se asemeja algo al Yin Yang, pero no ha tenido ni la importancia ni las aplicaciones sucesivas a todas las ciencias que se han producido en la cultura china debido a que a Grecia le ha faltado un libro como el Yi Ching.
Se han registrado también analogías entre Lao y Heráclito, y éstas no pueden negarse por cierto en lo que se refiere al uso constante de la paradoja, a una dialéctica subordinada a la metafísica, la que lleva siempre implícita la idea de una unidad superior. En este sentido el Logos heraclíteo tiene cierto parecido con el Tao. Pero en cuanto se refiere a la explicación de la dinámica del mundo, “pólemos” y “eros” no pueden asimilarse al Yin Yang, puesto que se presentan como fuerzas opuestas de atracción y repulsión; mientras que el Yin y el Yang son principios polares complementarios, más bien que opuestos, y solamente el desequilibrio entre ellos determina la falta de armonía.
El I Ching (Libro de cambios o Clásico de cambios )
En el I Ching , originalmente un manual de adivinación del período Zhou occidental (c.1000–750 a. C.), el yin y el yang están representados por líneas discontinuas y continuas: el yin está roto ( ⚋ ) y el yang es sólido ( ⚊ ) . Estos se combinan en trigramas , que son más yang ( por ejemplo, ☱) o más yin ( por ejemplo, ☵) dependiendo del número de líneas discontinuas y continuas ( por ejemplo , ☰ es fuertemente yang, mientras que ☷ es muy yin), y los trigrams se combinan. en hexagrams ( por ejemplo ䷕ y ䷟) Las posiciones relativas y los números de las líneas yin y yang dentro de los trigramas determinan el significado de un trigrama, y en hexagramas el trigrama superior se considera yang con respecto al trigrama inferior, yin, que permite representaciones complejas de interrelaciones.
Experimentar el I Ching es intentar comprender cómo se generan y se producen los cambios en nuestras circunstancias y en nosotros mismos. Este milenario tratado de leyes universales, cuyo origen se remonta a más de 3000 años de antigüedad, nos indica la dirección natural o de menor resistencia al cambio que presenta la situación en la que nos encontramos.
La doctrina del yin y el yang puede aplicarse a todos los conceptos existentes.
Así, el Yin y el Yang son a la vez principios metafísicos y, en forma subordinada, aspectos de la naturaleza del cosmos, de la especie humana, de los animales, de las plantas y hasta de las cosas, que no son concebidas como inanimadas, porque llevan fuerzas Yin y Yang.
Para explicarlo de manera más sencilla a través de ciertos ejemplos, en china hay varias expresiones a nivel social para representar lo positivo y lo negativo de una situación o el lado opuesto de cierta condición, se conocen como: “La mujer es 阴 Yin y el hombre es 阳 Yang, la tierra es 阴 Yin y el cielo es 阳 Yang, la oscuridad es 阴 Yin y la luz es 阳 Yang, la pasividad es 阴 Yin y la actividad es 阳 Yang, la absorción es 阴 Yin y la penetración es 阳 Yang”, y así sucesivamente con todo lo que se te ocurra.
APLICACIONES
“La vida”, dice Chuang Tzu, ” es la mezcla armónica del yin y el yang”. Esta ciclicidad se observa en las estaciones, en los cultivos, en las comidas, que según los chinos deben estar balanceadas en elementos yin y yang para ser saludables.
La medicina tradicional china también se basa en el balance del yin y el yang. Cualquier enfermedad se considera una pérdida de balance. El cuerpo se divide en partes yin y yang. El balance entre las distintas partes se mantiene por un flujo contante de energía vital o ch’i por un sistema de meridianos que contienen los puntos utilizados en la acupunctura, que se basa en la utilización de agujas en puntos específicos para reestablecer el flujo de la energía vital y curar así las enfermedades.
También se usa en el tratamiento de las enfermedades según las medicinas tradicionales asiáticas, en las que con frecuencia se contrarrestan determinados síntomas con tratamientos regidos por el concepto opuesto. Por ejemplo, el enfriamiento, un síntoma yin, sería tratado con comidas calientes, que son yang; una crisis nerviosa, yang, sería tratada con comidas frías (como frutas), que son yin. Además cuando tratan un exceso de yin o de yang, tienen siempre en cuenta la posibilidad de la existencia de una deficiencia del polo opuesto. En caso de yin deficiente, se puede tonificar el yin para que, una vez reforzado, ejerza su acción inhibidora sobre el yang.
Se puede aplicar el concepto al fluir del tiempo. Por ejemplo, el mediodía, cuando el sol se encuentra en lo más alto, es completamente yang; la medianoche es completamente yin; el atardecer sería el yang transformándose en yin y el amanecer el yin transformándose en yang. También se puede aplicar a las estaciones: el verano es yang, el invierno es yin; el otoño es yang transformándose en yin y la primavera yin transformándose en yang.
También se puede aplicar a las direcciones: el norte es yang, el sur yin; el oeste yin que se transforma en yang y el este yang que se transforma en yin. Asimismo, la doctrina podría aplicarse a todo tipo de dualidades.
El yin y el yang también se pueden aplicar a algo que los orientales realizan mucho y son las artes marciales, las cuales al ritmo del dibujo del yin-yang puede hacerse musculación y estiramientos para mejorar la flexibilidad.
Consiste en trabajar primero rotando en el sentido de las agujas del reloj dibujando el círculo del yin-yang y su media circunferencia en forma de “S” con lo cual hay que repetirlo dos veces tanto al compás de las agujas del reloj como en sentido contrario.
Con todo ello se trabaja la energía que fluye por nuestro cuerpo y calienta las articulaciones interiores y las envuelve en un calor permanente, podemos saber si realizamos bien los ejercicios porque en las manos se muestra en forma de calor.
El taijiquan ( 太极拳 ), una forma de arte marcial, a menudo se describe como los principios del yin y el yang aplicados al cuerpo humano y al cuerpo animal. Wu Jianquan , un famoso maestro chino de artes marciales , describió el Taijiquan de la siguiente manera:
Varias personas han ofrecido diferentes explicaciones para el nombre Taijiquan . Algunos han dicho: “En términos de autocultivo , uno debe entrenar desde un estado de movimiento hacia un estado de quietud. Taiji surge a través del equilibrio del yin y el yang . En términos del arte de ataque y defensa, entonces, en el contexto de los cambios de lleno y vacío, uno está constantemente latente internamente, no es expresivo externamente, como si el yin y el yang de Taiji aún no se hubieran dividido ”. Otros dicen: ‘Cada movimiento de Taijiquan se basa en círculos, al igual que la forma de un Taijitu. Por lo tanto, se llama Taijiquan .
- Wu Jianquan, la revista internacional de T’ai Chi Ch’uan
PRINCIPIOS
- El yin y el yang son opuestos. Todo tiene su opuesto, aunque este no es absoluto sino relativo, ya que nada es completamente yin ni completamente yang. Por ejemplo, el invierno se opone al verano, aunque en un día de verano puede hacer frío y viceversa.
- El yin y el yang son interdependientes. No pueden existir el uno sin el otro. Por ejemplo, el día no puede existir sin la noche.
- El yin y el yang pueden subdividirse a su vez en yin y yang. Todo aspecto yin o yang puede subdividirse a su vez en yin y yang indefinidamente. Por ejemplo, un objeto puede estar caliente o frío, pero a su vez lo caliente puede estar ardiente o templado y lo frío, fresco o helado.
- El yin y el yang se consumen y generan mutuamente. El yin y el yang forman un equilibrio dinámico: cuando uno aumenta, el otro disminuye. El desequilibrio no es sino algo circunstancial, ya que cuando uno crece en exceso fuerza al otro a concentrarse, lo que a la larga provoca una nueva transformación. Por ejemplo, el exceso de vapor en las nubes (yin) provoca la lluvia (yang).
- El yin y el yang pueden transformarse en sus opuestos. La noche se transforma en día, lo cálido en frío, la vida en muerte. Sin embargo, esta transformación es relativa también. Por ejemplo, la noche se transforma en día, pero a su vez coexisten en lados opuestos de la tierra.
- En el yin hay yang y en el yang hay yin. Siempre hay un resto de cada uno de ellos en el otro, lo que conlleva que el absoluto se transforme en su contrario. Por ejemplo, una semilla enterrada soporta el invierno y renace en primavera.
La Rueda del Dharma del Budismo, se relaciona a su vez con el 阴 Yin 阳 Yang, este es uno de los ejemplos de fusión entre ambas doctrinas religiosa y filosófica
MAS INFORMACIÓN:
Categoría: Taoísmo
FUENTES:
- Wikipedia
- Tao Te Ching: Los libros del Tao. Traducción directa del chino por Iñaki Preciado Idoeta.
- Libro del curso y de la virtud. Ed. y tr. directa del chino Anne-Hélène Suárez Girard.
- Dos grandes maestros del taoísmo. Lao Tse/Chuang Tzu. Carmelo Elourdy. Editorial Nacional.
- Las enseñanzas de Lao Zi. Iñaki Preciado. Editorial Kairós.
- Tao Te Ching. El Libro del Tao y la Virtud. Traducción directa del chino clásico por Alejandro Bárcens. Charleston: Anamnesis Editorial. 2014.
- Tao Te King. Edición de Richard Wilhelm. Barcelona: Editorial Sirio. 2009.
- Los místicos taoístas. Howard Smith. Edicomunicación.
- Tao de la Salud, el sexo y la larga vida de Daniel Reid. Edit. Urano
- La historia de Lao Tsé de Chen Jian
- Lao Tzu and Taoism de Max Kaltenmark
- Tao Tê Ching. El libro del recto camino de Lao-Tse
- Breve historia de la China milenaria de Gregorio Doval Huecas)
- Asia. A Concise History de Arthur Cotterell)
- China (Flora Botton Beja)
https://santuariodelalba.wordpress.com/2020/08/05/tao-el-yin-y-yang/
Excelente. Gracias