La ciencia de la transformación

La Alquimia es la ciencia de la transformación, decían los antiguos alquimistas de transformar el plomo en oro. Este transformar lo malo en bueno, el pecado en virtud, etc. es un trabajo pragmático y no especulativo, es decir, hay que experimentar la alquimia. Lamentablemente hemos incidido mucho en la parte física y vital de la alquimia, pero poco en la alquimia mental.

La transformación alquimista no es una simple transmutación física-vital, es una transformación de la psiquis y del espíritu. Y esta transformación empieza en el estado de vigilia, transformando impresiones por ejemplo transformar algo agradable como una joya en una desagradable cucaracha, o transformar algo feo en algo bello como por ejemplo una cucaracha en una mariposa. En realidad, la transformación de las impresiones en el estado de vigilia necesariamente tiene que apelar a lo emocional y mental.

Tener en cuenta el tiempo en que tardamos en transformar una impresión, una sensación o emoción y también lo que tardamos en cambiar de un estado a otro, es lo que nos indicara lo efectivo de nuestro trabajo interior y el de la transformación de las impresiones. Cuanto más nos cuesta transformar una impresión, una sensación, un estado psicológico más identificados y fascinados estamos con la impresión, la sensación o el estado, a menor tiempo en transformar impresiones y demás estados menor identificación con la impresión o la circunstancia que la provoco.

Nos pueden parecer juegos mentales lo de transformar impresiones, la efectividad de esta transformación la vemos en el cambio de estados interiores, en el mundo onírico se ve con mayor claridad este juego de transformaciones, pues en el mundo astral todo puede cambiar en un instante, por ejemplo, soñar que un fiero león nos amenaza y de pronto ver que el león se convierte en un manso minino. A veces no sabemos el porqué de dichas transformaciones en el mundo onírico, estas suceden en base al trabajo que en el estado de vigilia realizamos. Si durante el estado de vigilia hemos transformado una mala impresión o sensación en una sensación positiva, ello repercute de inmediato en nuestro mundo onírico, sucediendo que transformarnos los sueños en base a nuestro trabajo de vigilia donde incluimos la meditación.

Transformar lo bueno en malo y lo malo en bueno o transformar lo agradable en desagradable y lo desagradable en agradable, es un ejercicio básico en el Tantra del budismo Vajrayana. Con este ejercicio se aprende a ver que el mundo de las formas físicas y psíquicas son vacías, por tanto, dúctiles y maleables, logrando así tener dominio propio sobre el mundo de las formas físicas y psíquicas, al comprender que su naturaleza es vacía. Aprender a transformar impresiones, sensaciones, imágenes, conceptos, ideas, etc. nos permite “mover montañas”, podemos pensar que Cristo movía montañas físicamente, pero el mensaje se dirige a mover nuestra visión o perspectiva de la montaña, o transformar nuestra habitual forma de ver las cosas, así se mueven montañas.

Mover la ira hacia la serenidad, mover la pereza hacia la diligencia, mover el deseo hacia la castidad, etc. estos movimientos o transformaciones nos permiten ver cómo y de qué manera trabajar en la alquimia. Mover o transformar un problema o un deseo, o un concepto o creencia, es cómo mover una montaña si vemos la montaña sólida, pesada, inamovible, etc. entonces así serán nuestros problemas, deseos, conceptos o creencias.

Mover una montaña con la fe o experiencia es el trabajo alquimista, la experiencia amplia nuestra visión, luego la misma experiencia se convierte en nuestro limite o condicionamiento, romper los limites o barreras significa crear nuevas perspectivas nuevas visiones, crear más espacio a la luz.

En la medida que flexibilizamos la mente comprendemos mejor su naturaleza, en la medida que se transforman las impresiones y un valor negativo lo convertimos en un valor positivo y viceversa, descubrimos que más allá de la mente dual hay todo un inmenso espacio, un infinito espacio sin límites ni condicionamientos duales. Al comprender la naturaleza de nuestra mente observamos que ella es capaz de crear tanto un infierno como un cielo y que de igual modo es capaz de disolver tal infierno y tal cielo, ese es el poder de la Madre Divina Kundalini incrustada en todo nuestra mente y nuestro Ser.

Al percibir el espacio de la no-dualidad nuestra mente deja la rigidez, se hace flexible y maleable y sobre todo mantiene una continua apertura hacia el espacio infinito e ilimitado. En el espacio de la no-dualidad nuestra visión se puede multiplicar sin límites reconociendo la vacuidad del mundo de las formas físicas y psíquicas, de modo que cualquier montaña puede visualizarse de miles de formas o verse con diferentes estados de conciencia y manteniendo siempre presente el hecho de que sigue habiendo más espacios y visiones que iluminar.

El tantra o alquimia es un camino progresivo hacia la no-dualidad, en el tantra se visualizan tanto demonios como ángeles, infiernos como cielos, dakinis y dioses bellos u horribles, con tal visualización van recorriendo los polos opuestos y complementarios de la mente con sus virtudes y defectos, mientras se comprenden los límites de la mente dual (mente intermedia). Con estas prácticas de visualización o imaginación o clarividencia nos percatamos del poder de la mente tanto para crear como para destruir. Una vez se comprende la capacidad innata de la mente tanto para crear como para destruir, la tarea de la transformación de las impresiones se vuelve simple y rápida, dicha habilidad llevada a su mayor nivel se convierte en “auto-liberación espontánea”.

Transformar el plomo en oro no trata tan solo de cambiar el plomo o lo malo en oro o lo bueno, no se trata tan solo de pasar de lo impuro a lo puro, de lo demoniaco a lo angélico, se trata, primero que nada, en conocer la ciencia de la transformación, se trata de dejar de ser esclavos de nuestras mismas creaciones, circunstancias, visiones, limitaciones, etc. se trata de saber cómo transformar nuestras propias visiones, sensaciones, ideas, conceptos, creencias, fantasías, miedos, etc. Cuanto más nos cueste transformar una impresión, más nos costara mover una montaña. Transformar una impresión plomiza o un estado negativo en un estado áureo y brillante implica mover y transformar sensaciones, emociones, pensamientos y demás, si queremos ahondar en la luz tendremos que romper limites, abrir la mente, transformar creencias, conceptos, ideas, para que una nueva luz nos de nuevas perspectivas y un espacio mayor para ver la realidad con mayor plenitud.

Cuando la dualidad de la mente intermedia cesa su batalla, entramos en la contemplación no-dual donde podemos empezar a ver la realidad “tal cual es”, dice el koan: que al principio en neófito ve la montaña tal cual es, en la mitad de camino deja de ver la montaña tal cual es y al final del camino vuelve a ver la montaña tal cual es. La visión del mundo es algo que nosotros mismos hemos configurado, al principio vemos el mundo tal como nos lo presentan, luego empezamos a interpretarlo según nuestras creencias, ideas, conceptos, etc. finalmente reconocemos que nuestra forma de ver el mundo es una simple interpretación que hemos configurado, si dejamos de prejuzgar y de preconcebir lo que vemos y percibimos volvemos a ver las cosas “tal como son”.

Seguiremos comentando sobre la visión de la gnosis no-dual, sencillamente concluimos ahora diciendo que la alquimia es la ciencia de la transformación al igual que el tantra; queda en nuestras manos el aprender a transformar impresiones, sensaciones, emociones, pensamientos, y sobre todo estados interiores. Nuestra limitación para transformar impresiones es indicación de nuestro sometimiento al mundo de lo relativo, que es el mundo que interpretamos, juzgamos, condenamos, justificamos, etc. de un modo dual.

Mientras no descubrimos el espacio de la no-dualidad (que es nuestra mente interior), el trabajo para transformar impresiones se verá en una incesante batalla que no tendrá fin, la lucha dual es interminable el bien contra el mal, el ángel contra el diablo, las tinieblas contra la luz, etc. Mientras que al descubrir el espacio de la no-dualidad nuestra visión se multiplica en un espacio ilimitado donde siempre podemos encontrar nueva luz, nuevas perspectivas, nuevas visiones de ver el mundo y la realidad ampliando y profundizando en nuestro propio espacio abstracto absoluto, que se encuentra en el pleno día y en la plena noche. En este espacio ilimitado podemos obtener una mente abierta e incondicional donde la transformación de las impresiones no se rige bajo la ley del mundo de lo relativo y se puede acceder a la “auto-liberación espontánea”.

Atentamente:

Rafael Pavía.

https://conciencianodual.blogspot.com/2021/04/la-ciencia-de-la-transformacion.html

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