La ausencia de relaciones sociales es un castigo mental para cualquier animal gregario. Los científicos han estudiado cómo afecta la soledad al cerebro con el objetivo de explorar la relación entre el aislamiento social y determinados trastornos, como el estrés postraumático y la demencia.
En este artículo podrás conocer los principales efectos de la soledad sobre el cerebro. Los cambios que esta provoca, aunque reversibles, afectan a varias estructuras encargadas del comportamiento y las emociones. No te lo pierdas.
Cómo afecta el hecho de estar solos al cerebro
Hace tiempo que la ciencia ha demostrado que el aislamiento social no solo tiene consecuencias para nuestra salud mental, sino que también se ha asociado a cambios fisiológicos en el organismo, como problemas cardiovasculares. Concretamente, la soledad supone un riesgo similar al tabaquismo y la obesidad para desarrollar enfermedades del corazón.
En animales sociales no humanos se ha observado un proceso similar al nuestro: se produce una reducción en el volumen de varias regiones del hipocampo, principalmente en el giro dentado. También se observa una disminución de materia gris en el córtex prefrontal, clave en la toma de decisiones.
A continuación, exponemos los resultados más relevantes. Los estudios en humanos han aumentado su número en los últimos tiempos gracias al desarrollo de nuevas tecnologías y, desgraciadamente, también a todos los casos de aislamiento asociados a la pandemia.
Alteraciones en la red neuronal por defecto
Los estudios parecen apuntar a que las principales alteraciones se producen en la denominada red neuronal por defecto (RND): un conjunto de regiones cerebrales activas cuando el cerebro se centra en recuerdos, divagaciones y ensoñaciones.
La sustancia gris de estas áreas presentaba mayor volumen en las personas solitarias. La pregunta es si este correlato fisiológico es una causa o un efecto; es decir, este volumen es lo que hace que sean más solitarias o el hecho de que sean más solitarias es lo que hace que el volumen aumente. Las conexiones entre las neuronas que conectan los distintos núcleos de la RND también resultaron ser más fuertes.
En cuanto a la sustancia blanca, la soledad correlacionó con cambios en el fórnix -las fibras nerviosas que comunican el hipocampo con la RND-. Concretamente, esta estructura estaba mejor preservada en pacientes privados de compañía que en los acompañados.
Sobre estos resultados, los autores postularon que, en situación de soledad, los individuos usan en mayor medida su imaginación, las memorias pasadas y las fantasías sobre otras personas. Esto está mediado por la red neuronal por defecto y, además, la solidez de estas estructuras se retroalimenta con su propia actividad.
Cambios en la arquitectura cerebral
La estructura cerebral también se ve afectada. En un estudio realizado en ratones, se les provocaba un aislamiento social y sensorial tras haber sido criados en grandes grupos. Los resultados mostraron que la soledad provocó grandes cambios en la arquitectura cerebral de estos animales: se observó una disminución en las neuronas y los problemas asociados a los factores de crecimiento de estas.
Estos cambios fueron especialmente evidentes en la corteza sensorial, encargada de procesar los estímulos externos. La otra región fuertemente afectada fue la corteza motora, lo que explicaba la parálisis de los ratones aislados ante estímulos amenazantes. Los roedores que pudieron quedarse en compañía de congéneres tendían más a la huida y se recuperaban antes del susto.
Aunque es difícil de generalizar a humanos, estos resultados concuerdan con resultados de investigaciones previas que sugieren que la soledad puede ocasionar psicosis, demencia o ansiedad.
Cambios emocionales
La última gran afectación del aislamiento social es la acumulación de una sustancia química concreta en el cerebro, llamada taquicinina 2.
Este estudio, llevado a cabo con roedores, mostraba que la soledad provocaba mayor liberación de este neuropéptido y con él aumentaban la agresividad y la hipersensibilidad a estímulos amenazantes. Estos resultados se reforzaron al ver que se eliminaba el miedo con la supresión del gen que produce la taquicinina en la amígdala. Por otro lado, si se suprimía el gen en el hipotálamo, se eliminaba la agresión.
Como has comprobado, la soledad no solo comporta cambios emocionales como el miedo, la hipersensibilidad y la tristeza. Las modificaciones que sufren las estructuras cerebrales afectan a muchas áreas de la mente, por lo que estos expertos recomiendan cuidar las relaciones sociales. Un círculo social sano puede ser un factor de protección para dolencias muy arraigadas en la sociedad.
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