YouTube, propiedad de Google, justifica su decisión porque “la invasión de Ucrania por parte de Rusia entra dentro de su política de eventos violentos“. El portavoz de Youtube, Farshad Shadloo señaló: “Nuestras Pautas de la comunidad prohíben el contenido que niega, minimiza o trivializa eventos violentos bien documentados, y eliminamos el contenido sobre la invasión de Rusia en Ucrania que viola esta política”. Y agregó: “De acuerdo con eso, con efecto inmediato, también estamos bloqueando los canales de YouTube asociados con los medios financiados por el estado ruso, a nivel mundial”.
El pasado 1 de marzo, YouTube ya había bloqueado sus canales de los medios rusos RT y Sputnik en toda Europa, según dio a conocer por medio de un anuncio en un correo enviado a la AFP, en que afirmaba: “Bloqueamos los canales YouTube de RT y Sputnik en toda Europa, con efecto inmediato. Nuestros sistemas necesitan un poco de tiempo para ser completamente operativos. Nuestros equipos vigilan la situación las 24 horas para actuar lo más rápido posible” y ha confirmado que, desde su última actualización, sus equipos han suprimido más de 1.000 canales y más de 15.000 vídeos “por infringir no sólo nuestra política de incitación al odio, sino también nuestras políticas sobre desinformación y contenido gráfico, entre otras”.
El día anterior, Facebook ya había resuelto bloquear en los países de la Unión Europea (UE) los contenidos de los medios RT y de Sputnik, con el argumento de que formaban parte de los medios oficiales rusos. El argumento de Nick Clegg, vicepresidente de Meta, en Twitter, fue: “Hemos recibido solicitudes de varios gobiernos y de la Unión Europea para tomar medidas adicionales respecto a los medios controlados por el Estado ruso”, justificando la suspensión por “la naturaleza excepcional de la situación”.
Estas medidas están en línea con la prohibición de ambos medios decretada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, que justificó la medida culpando a ambos medios de “vender mentiras” para justificar la guerra de Rusia contra Ucrania.
Independientemente de la opinión que cada persona pueda tener sobre el conflicto en Ucrania, sostenemos que sólo con la circulación de información amplia y sin restricciones, es decir, sólo con la más absoluta libertad de información, es posible desarrollar una opinión crítica en relación a cualquier acontecimiento. Pero estamos a expensas de un puñado de grandes corporaciones capitalistas que, además del suculento negocio, tienen el poder de censurar arbitrariamente a aquellas fuentes y medios que no son de su agrado, un totalitarismo ideológico e informativo que hay que combatir sin paliativos.
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