Enviar robots en miniatura al interior del cuerpo humano para tratar trastornos y enfermedades ha sido durante mucho tiempo materia de ciencia ficción, pero pronto podría convertirse en realidad, según una startup de California.
Bionaut Labs planea sus primeros ensayos clínicos en humanos en solo dos años para sus pequeños robots inyectables, que pueden ser guiados cuidadosamente a través del cerebro usando imanes.
«La idea del microrobot surgió mucho antes de que yo naciera», dijo el cofundador y director ejecutivo Michael Shpigelmacher. «Uno de los ejemplos más famosos es un libro de Isaac Asimov y una película llamada Viaje Fantástico (1966), donde un equipo de científicos va dentro de una nave espacial en miniatura al cerebro para tratar un coágulo de sangre».
Así como los teléfonos celulares ahora contienen componentes extremadamente poderosos que son más pequeños que un grano de arroz, la tecnología detrás de los microrobots «que solía ser ciencia ficción en las décadas de 1950 y 1960» ahora es un «hecho científico», dijo Shpigelmacher.
«Queremos tomar esa vieja idea y convertirla en realidad», añadió el científico de 53 años durante un recorrido por el centro de investigación y desarrollo de su empresa en Los Ángeles.
Trabajando con los prestigiosos institutos de investigación Max Planck de Alemania, Bionaut Labs decidió usar energía magnética para impulsar a los robots, en lugar de técnicas ópticas o ultrasónicas, porque no daña el cuerpo humano.
Las bobinas magnéticas colocadas fuera del cráneo del paciente están conectadas a una computadora que puede maniobrar remota y delicadamente el microrobot hacia la parte afectada del cerebro, antes de retirarlo por la misma ruta.
Todo el aparato es fácilmente transportable, a diferencia de una resonancia magnética, y utiliza de 10 a 100 veces menos electricidad.
Seguro para humanos
En una simulación observada por la AFP, el robot —un cilindro de metal de unos pocos milímetros de largo con forma de bala diminuta— siguió lentamente una trayectoria preprogramada a través de un recipiente lleno de gel, que emula la densidad del cerebro humano. Una vez que se acercó a una bolsa llena de líquido azul, el robot se impulsó rápidamente como un cohete y perforó la bolsa con su extremo puntiagudo, permitiendo que el líquido fluya.
Los inventores esperan usar el robot para perforar quistes llenos de líquido dentro del cerebro cuando comiencen los ensayos clínicos en dos años. Si tiene éxito, el proceso podría utilizarse para tratar el síndrome de Dandy-Walker, una rara malformación cerebral que afecta a los niños —quienes padecen esta enfermedad congénita pueden experimentar quistes del tamaño de una pelota de golf, que se hinchan y aumentan la presión sobre el cerebro, lo que desencadena una serie de condiciones neurológicas peligrosas—.
Bionaut Labs ya probó sus robots en animales grandes como ovejas y cerdos, y «los datos muestran que la tecnología es segura para nosotros» los seres humanos, afirmó Shpigelmacher.
Si se aprueba, los robots podrían ofrecer ventajas clave sobre los tratamientos existentes para los trastornos cerebrales.
«Hoy en día, la mayoría de las cirugías e intervenciones cerebrales se limitan a líneas rectas: si no tienes una línea recta hacia el objetivo, estás atascado, no vas a llegar allí», argumentó el científico. «La tecnología microrobótica permite alcanzar objetivos que estaban antes fuera de alcance y de manera repetida en la trayectoria más segura posible».
Ataque quirúrgico
El año pasado, la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA) otorgó a Bionaut Labs aprobaciones que allanan el camino para los ensayos clínicos para tratar el síndrome de Dandy-Walker, así como los gliomas malignos, tumores cerebrales cancerosos que a menudo se consideran inoperables.
En este último caso, los microrobots se utilizarán para inyectar medicamentos contra el cáncer directamente en los tumores cerebrales en un «ataque quirúrgico».
Los métodos de tratamiento existentes implican bombardear todo el cuerpo con medicamentos, lo que provoca posibles efectos secundarios graves y pérdida de eficacia, dijo Shpigelmacher.
En cambio, los microrobots pueden tomar medidas y recolectar muestras de tejido mientras están dentro del cerebro de manera eficiente y sin efectos secundarios.
Bionaut Labs, que tiene alrededor de 30 empleados, ha mantenido conversaciones con socios sobre el uso de su tecnología para tratar otras afecciones que afectan al cerebro, como el Parkinson, la epilepsia o los accidentes cerebrovasculares.
«Hasta donde yo sé, somos el primer esfuerzo comercial para diseñar un producto de este tipo con un camino claro hacia los ensayos clínicos. Pero no creo que seamos los únicos… Esta área se está animando», concluyó Shpigelmacher.
Fuente: Medical Xpress. Edición: MP.
Empresa enviará diminutos robots en viajes dentro del cerebro humano