Si hay algo que deberíamos demandar a los gobiernos que nos tutelan, sería la ética. Después de sufrir durante dos años los desvaríos de una política médica nefasta, que se ha llevado a miles de personas al más allá, nos encontramos en un limbo sin información. Ya no hay porcentaje de contagiados, ni tasas de incidencia, ni muertes. Mejor dicho si los hay, pero se ocultan deliberadamente en los medios de información.
Ya no importa que el virus siga campando a sus anchas, ni se cuentan los muertos diarios.
Tampoco se informa de la guerra de Ucrania salvo los «nodos» de la OTAN. cualquier información del otro lado, está maldita y se tacha de falsa. Sólo lo de este lado es verdadero y auténtico. Se prohíbe el acceso a los medios de información rusos, para «protegernos de sus mentiras».
Ahora sale una nueva mentira de tapar realidades. La forma de contar parados. Aunque cobres el paro ya no estás parado ya que te contrataran, unos días cada año. A cambio de adelgazar (mentir) las listas de parados.
MENTIRAS, MENTIRAS… prohibido opinar diferente, prohibido creerse lo que no es oficial, ¿Es eso la Ética de los derechos humanos que tanto hemos defendido y que representa a occidente?
maestroviejo
Los 600.000 nuevos fijos discontinuos se irán al paro pero no computarán en la estadística
El de los fijos discontinuos es el colectivo más frecuente en la nueva contratación de la reforma laboral. Se han multiplicado por nueve respecto a 2019, creándose en apenas tres meses 600.000 nuevos contratos, y representan ya el 36% de los indefinidos. La modalidad, que antes tenía un peso prácticamente testimonial, con unos cuantos miles, está pensada para trabajos estacionales o de temporada, con épocas de parón en los que los empleados dejan de trabajar y tienen que recurrir a la prestación por desempleo.
De hecho, la única diferencia con los temporales es que estadísticamente son considerados como indefinidos y, por ende, tienen derecho a una indemnización por despido mayor. Sin embargo, también hay otra diferencia estadística que ha desatado las críticas del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo: no se contabilizarán como parados al uso y, por tanto, no entrarán en el dato oficial del Gobierno.
A efectos estadísticos, durante los periodos en los que los nuevos fijos discontinuos estén desocupados y, por tanto, no figuren como afiliados, se catalogarán como DENOS (Demandantes de Empleo No Ocupados). Es decir, que los empleados con contrato temporal que ahora se han convertido en fijos discontinuos, antes contaban como parados y ya no lo harán, mejorando los indicadores de empleo.
En esta misma categoría se han encasillado durante la pandemia los afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que tampoco se han contabilizado como parados en los últimos meses.
Por el momento, en la categoría DENOS únicamente se encuentran cerca de 228.000 personas, una cifra similar a la de mayo de 2021. Sin embargo, expertos consultados por Vozpópuli esperan que, con el fuerte crecimiento que se ha producido en la contratación fija-discontinua, en los próximos meses se interrumpirá su actividad y aflorarán en gran medida nuevos parados, aunque no computarán en el paro registrado general que todos los meses comunica el Ministerio de Trabajo, que dirige Yolanda Díaz.
Teniendo en cuenta que son contratos indefinidos y, por tanto, a diferencia de los temporales, lo habitual es que haya un contrato por persona empleada, se podría concluir que al menos los nuevos 600.000 fijos discontinuos acumulados en los últimos tres meses tarde o temprano, cuando finalice la temporada de trabajo, se convertirán en parados, aunque con la garantía de que en unos meses volverán a trabajar.
«Una clasificación imprecisa y confusa»
Gregorio Izquierdo, director General del IEE, opina que «los trabajadores fijos discontinuos son una realidad cada vez más frecuente, por ello los indicadores estadísticos deben reflejarlos adecuadamente y en detalle, lo que significa considerarlos parados en los momentos en que no están ocupados, entre otras razones porque son personas que pueden estar cobrando prestaciones de desempleo».
En este sentido, Izquierdo defiende que «no se pueden, ni se deben reflejar como una situación administrativa residual de otros parados no registrados ni ocupados que no deja de ser una clasificación imprecisa y confusa que en la práctica los puede incluso invisibilizar».
Además, el director general del IEE advierte de que «este fenómeno estadístico puede ser muy importante a partir del próximo otoño con la consiguiente ruptura de homogeneidad de las series estadísticas, que debería intentar evitarse en la medida que puede llegar incluso a confundir el diagnóstico preciso del mercado laboral en ese momento, lo que es una condición necesaria para que la política económica se oriente adecuadamente».
https://www.vozpopuli.com/economia_y_finanzas/trampa-estadistica-diaz-parados.html