La era de las nuevas tecnologías ha ido cambiando progresivamente nuestra forma de relacionarnos. En el terreno amoroso, en muy pocos años, hemos normalizado el hecho de buscar pareja digitalmente. Las apps de citas están en auge y su uso es ya muy extendido.
Este fenómeno es ya incuestionable y la pandemia no ha hecho más que consolidar estar tendencia. En la actualidad y con frecuencia, el primer paso para ligar con alguien se da sentado detrás de una pantalla. Antes no quedaba más remedio que presentarse cara a cara, lo que para la mayoría suponía armarse de valor antes de dar el paso. Ahora es posible conocer a tanta gente nueva como tiempo tengas y acordar una cita con una facilidad insólita.
Las pantallas claramente desinhiben. La sensación de anonimato inicial, el no tener que mirar a los ojos o vivir un rechazo en vivo y directo no ha hecho más que sumar adeptos a esta nueva forma de ligar. No obstante, el ser humano necesita el contacto físico.
“Tinder juega un papel importante en la vida de los españoles. De hecho, un 50% de los participantes en un estudio realizado entre marzo y abril de 2021 afirmó utilizar esta aplicación de forma diaria. De ellos, un 20 % incluso varias veces al día”.
-Rosa Fernández-
¿Qué es el hardballing?
Tras dos años en los que básicamente toda posibilidad de conocer gente se quedó reducida al mundo online, nace el hardballing impulsado por la generación Z o zillenials (nacidos a finales de los 90) en EE. UU.
El hardballing se basa en la idea de ser honesto y claro sobre lo que esperamos y buscamos en una relación. Además, plantea que esta práctica se lleve a cabo desde las primeras citas o incluso antes de quedar.
Si bien no es todo de color de rosa, y tan fácil es que aparezcan personas en tu vida como el que dejes de saber de ellas de un día para otro. Definitivamente, ligar sigue siendo complicado. Muchos de los que han pasado por el vía crucis de las citas a través de las apps de ligue lo saben bien.
Sin duda, a muchos les facilitaría la vida y se sentirían más relajados si pudieran saber más sobre el tipo de relación que busca la otra persona, incluso antes de salir con ella.
De hecho, una de las experiencias más desagradables y que se ha vuelto muy común entre los usuarios es el famoso ghosting. Esta técnica consiste en terminar una relación afectiva cortando todo contacto con la persona en cuestión, y sin darle ninguna explicación. Se evita así la confrontación y el tener que dar explicaciones. Pero no es la única, el breadcrumbing también está a la orden del día.
En las apps de citas, habitualmente el lapso de tiempo desde que contactas con alguien de tu agrado hasta que quedas en persona es muy corto. A menudo se hace incluso de forma impulsiva, como si se tratara de otro producto más de consumo inmediato. Atrás queda el tiempo que se dedicaba al coqueteo y la seducción.
Lakshmi Rengarajan señala algo muy interesante sobre el diseño de las apps de citas,
“Las aplicaciones de citas están diseñadas en base a cómo compramos, no en cómo conectamos”.
Quizá este sea el motivo por el que triunfa esta tendencia del hardballing, que promueve una mayor trasparencia y aumenta la sensación de control del usuario, en vez de ir tan a ciegas.
¿Cómo puedes ser un hardballer?
Si estás buscando pareja, puedes ser un hardballer dejando claro en tu perfil lo que estás buscando, tanto si es algo esporádico como si te gustaría tener una relación estable, la honestidad es lo que prima.
Si te resulta violento ser tan directo desde el primer momento, piensa en la cantidad de tiempo y situaciones incómodas que podrías ahorrarte siendo coherente con el mensaje que transmites. Al fin y al cabo, no es más que una mínima aclaración inicial para evitar malentendidos.
La persona que no conecte con tu mensaje o se eche para atrás, no es lo que estás buscando, así que para qué invertir más tiempo y preocuparte por ello.
El hardballing es un método muy útil para no sufrir desengaños o llevarse decepciones tan fácilmente. Si bien, tampoco perdamos de vista que por mucho que clarifiquemos nuestras intenciones de antemano, estas pueden cambiar de un momento a otro. Que levante la mano al que no le haya pasado…
A fin de cuentas, aunque vayamos con las ideas muy claras, las emociones que nos provoca una persona es algo que no podemos controlar. Así que además de honestidad, siempre hay que tener presente una pizca de flexibilidad a la hora de ligar.
Quizá lo más interesante de todo este movimiento del hardballing, y lo que viene a señalar entre líneas, es la importancia de la responsabilidad afectiva a la hora de buscar pareja y evitar algunos daños colaterales gratuitos.
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