Hay muchas historias, leyendas y mitos en torno a los grandes genios de la historia. Aunque no es una regla fija, las personas con un talento excepcional suelen tener algunas excentricidades que llaman la atención. Hay cierta fascinación al descubrir en qué se parecen y en qué se diferencian de los demás mortales.
Es cierto que ni siquiera es sencillo decir quiénes son los grandes genios de la historia y quiénes no. De hecho, no hay una definición unánime de lo que es la genialidad. Existen muchos genios anónimos que quizás no lograron concretar sus ideas en un producto concreto, o que no tuvieron la oportunidad de explorar sus capacidades.
Por eso, en este caso vamos a referirnos a los grandes genios de la historia que nos son familiares o que han sido catalogados como tales por sus aportaciones. Muchos de ellos tenían hábitos poco usuales o pasaron por situaciones llamativas. Veamos esos datos curiosos que hay en torno a ellos.
“El secreto de la genialidad es el de conservar el espíritu del niño hasta la vejez, lo cual quiere decir nunca perder el entusiasmo”.
-Aldous Huxley-
Uno de los grandes genios de la historia: Leonardo
Comencemos por hablar de quien muchos consideran el número uno entre los grandes genios de la historia: Leonardo Da Vinci. Uno de los datos más llamativos de este personaje es su pasión por la procrastinación. Aunque concretó varios de sus inventos, fueron muchos más los que dejó a medio camino. Tenía tantas ideas en la cabeza que le costaba enfocarse.
Uno de los datos llamativos de Leonardo es que en realidad no recibió una educación formal esmerada. Se le enseñó a leer y a escribir, además de algunas nociones de aritmética, pero nada más que eso. Todo el resto de su aprendizaje fue autodidáctico. Aprendió por sí solo a hablar en latín, que era la lengua de la ciencia en su tiempo. Y las matemáticas avanzadas llegaron a su vida después de que tenía 30 años.
Existe una versión con cierta base sobre la participación de Leonardo en la elaboración del famoso “Manto de Turín”. Hay razones para pensar que esa famosa reliquia habría sido un experimento artesanal de fotografía incipiente y que la figura estampada en él sería la del propio Leonardo Da Vinci.
Otros grandes genios de la historia y sus curiosidades
Otro de los grandes genios de la historia fue Thomas Alva Edison. Es sabido que él estableció su propia fábrica de inventos. Su objetivo inicial era el de desarrollar un invento cada 10 años. Sin embargo, y para sorpresa de él mismo, realizó, en promedio, un invento cada cinco días. Por eso hay 1300 invenciones que se le atribuyen.
Era también un hombre con estilo. Le propuso matrimonio a su mujer empleando para ello el código morse. Se cuenta que para alertar a sus contemporáneos sobre los peligros de la corriente alterna electrocutó un elefante de circo. No contamos con pruebas de que efectivamente fuera así, y desde luego hoy no se permitiría tal acto de crueldad.
Otro de los grandes genios de la historia fue Alexander Graham Bell, a quien durante mucho tiempo se le consideró el inventor del teléfono. Se descubrió que él no había inventado este aparato, pero, en cambio, sí diseñó el “fotófono” un aparato con el que dejó sentadas las bases de la telefonía móvil y de la fibra óptica.
Más curiosidades de los grandes genios de la historia
Benjamín Franklin es otro de los grandes genios de la historia que aparecen en cualquier ranking sobre el tema. Estaba convencido de que las bajas temperaturas producían una especie de “reinicio” que mejoraría la eficiencia de los procesos orgánicos, incluyendo al cerebro. En otras palabras: nada mejor para despertarse que una buena ducha fría.
Igor Stravinksy, el gran compositor, tenía una idea análoga a la de Franklin. Sin embargo, desde su punto de vista, para conseguir este reinicio, lo mejor era mantener nuestro cuerpo en posición invertida durante 15 minutos. Y a propósito de Franklin, muchos usan uno de sus inventos, pero pocos saben que fue el autor de la idea: la mecedora.
Uno de los grandes genios de la historia fue Thomas Young, inventor de la teoría de la luz. Sus capacidades eran extraordinarias. Aprendió a leer a los 2 años y a los 4 ya había leído dos veces La Biblia. A lo largo de su vida, logró hablar en 12 idiomas y tocar varios instrumentos musicales. Además de la Física, también se interesó por descifrar los jeroglíficos egipcios. Un genio con todas las letras.
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