La conducta verbal: ¿qué es?

Aunque el concepto de conducta verbal ha suscitado polémica, en particular con el afamado lingüista Noam Chomsky, en la actualidad se emplea en el tratamiento de diferentes problemas del lenguaje.
La conducta verbal: ¿qué es?

La conducta verbal es un concepto propuesto por B. F. Skinner y también el nombre de una de sus obras, publicada en 1957. Como se sabe, a Skinner se le considera uno de los máximos exponentes de una de las corrientes más importantes en psicología: el conductismo. Su principal aporte fue la teoría del condicionamiento operante.

Para Skinner, toda la conducta humana es producto de los condicionamientos del entorno. Dicho de una manera muy general, cuando alguien despliega una conducta puede obtener a cambio una respuesta positiva o negativa. Cuando es positiva, la conducta se refuerza. Cuando es negativa, se debilita. Este mismo esquema se aplicaría a la conducta verbal.

Lo que intentó Skinner fue explicar el fenómeno del lenguaje a partir de los principios del conductismo. El concepto de conducta verbal ha generado grandes debates, pues otros enfoques de la psicología consideran que esta visión es reduccionista. Pese a esto, el modelo conductista se sigue aplicando en este terreno, en particular para el tratamiento de algunos problemas del lenguaje.

El análisis de la conducta verbal es la relación funcional entre un tipo de respuesta y las variables independientes que controlan la conducta no verbal, es decir las operaciones motivadoras, estímulos discriminativos y consecuencias”.

-B. F. Skinner-

La conducta verbal

B. F. Skinner define la conducta verbal como “una conducta que se refuerza a través de la mediación dos personas”. De manera esquemática vendría a ser esto: una persona habla (estímulo auditivo) y ejerce una influencia sobre quien escucha (modificación de la conducta). El resultado de esto es un refuerzo en la conducta del hablante.

Puesto que al hablar se consigue un resultado eficaz, esto refuerza el habla. Si no se consiguiera tal resultado, se debilitaría el acto de hablar. Cuando este esquema básico se aplica en terapias del lenguaje, lo que se busca es reforzar la conducta verbal del hablante. De este modo, se avanza en la solución de sus problemas.

También hay conductas no verbales. Estas tienen lugar cuando no se produce la interacción comunicativa. Un ejemplo puede ilustrarlo mejor. Una persona quiere pan y se lo dice a otra: “quiero pan”. Quien escucha, entrega un pan. Es un ejemplo típico de conducta verbal que refuerza el lenguaje en el hablante. Si la persona no dice nada y solo va a la despensa y toma el pan, hay una conducta no verbal, desde el punto de vista de Skinner.

Hombre dando pan a otro
La conducta verbal está reforzada por la mediación de la conducta de otra persona (Skinner 1957).

Los operantes verbales

Skinner clasificó la conducta verbal en diferentes categorías, de acuerdo con la función que cumple y de los factores que intervienen en ella. De esto nacieron seis tipos que se denominan “operantes verbales”. Son los siguientes.

1. Operante verbal – Mando

Hace referencia a la conducta verbal que se enfoca en hacer peticiones u obtener reforzadores. El hablante tiene el mando y busca obtener algo del oyente. Skinner señala que esta es la operante funcional más importante para el hablante y la primera que interiorizamos. En terapia, es la habilidad más importante, la que debe desarrollarse por encima de cualquier otra.

2. Operante verbal – Tacto

En este caso hay un estímulo discriminativo, o sea, una imagen, persona u objeto con el que se tiene contacto directo. Por ejemplo, un niño ve un coche y dice “coche”. O hay una tarjeta de color amarillo y el niño la toca y dice “amarillo”.

3. Operante verbal – Ecoica

Hace referencia a la repetición de la conducta verbal de otro hablante. Alguien dice una palabra y el oyente imita lo que escuchó. En terapia se emplea para enseñar otros operantes a quienes tienen problemas de lenguaje.

4. Operante verbal – Intraverbal

Es una respuesta verbal a un estímulo verbal emitido por otro hablante. En este caso, el estímulo no tiene una relación directa con la respuesta, desde el punto de vista del habla como ocurre en el caso de la imitación. La relación que guardan es por reforzamiento social. Por ejemplo: “¿cuál es su nombre?” “Juan”.

Hombre y mujer hablando al aire libre
Para que se dé la conducta verbal tiene que haber una distinción entre la conducta del hablante y la conducta del oyente.

5. Textual y transcripción

En la operante verbal textual hay un vínculo entre el habla y la lectoescritura. Como cuando alguien ve la palabra “libro” y dice “libro”. En la operante de transcripción existe ese mismo vínculo, pero en este caso tiene lugar cuando alguien dicta y el otro escribe.

6. Operante verbal autoclíticos

Este tipo de conducta verbal opera de la misma forma que el operante de mando. Sin embargo, en este caso no hay una petición directa en estricto sentido. Por ejemplo, cuando alguien pregunta: “¿Cuál es la capital de España?”.

Implicaciones de la conducta verbal

El enfoque de Skinner sobre la conducta verbal no tuvo una aplicación inmediata; de hecho, pasó un tiempo hasta que se empleara en terapia, pese a que este pensador formuló su teoría a partir de una serie de experiencias con niños autistas.

Con el tiempo, varios exponentes del conductismo recobraron el concepto de conducta verbal y lo aplicaron a terapias de autismo y afasias, en especial. El enfoque ha mostrado ser un factor de eficacia en esos casos y por eso se mantiene vigente.

https://lamenteesmaravillosa.com/conducta-verbal/

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.