Mark Zuckerberg finalmente admitió el jueves 25 de agosto que Facebook prohibió compartir el informe sobre el controvertido ordenador portátil de Hunter Biden, justo antes de las elecciones de 2020.
Durante una aparición en «The Joe Rogan Experience«, el CEO de Meta dijo que lamentaba el manejo de Facebook de la explosiva noticia, pero aún así defendió el proceso como «bastante razonable».
El New York Post fue el primer medio que comenzó con las escandalosas filtraciones del portátil. En un primer informe reveló que el hijo del presidente estadounidense Joe Biden usó la influencia de la oficina de su padre, cuando este último era vicepresidente en la administración Obama, en tratos comerciales con empresas de China y Ucrania.
Este reporte junto a otros de medios conservadores que se hicieron eco fueron terriblemente censurados en redes sociales y tildados de «desinformación rusa». Twitter incluso eliminó la cuenta del New York Post durante 16 días.
El podcaster Rogan fue directo e incisivo y preguntó a Zuckerberg: “Cuando algo así resulta ser real, ¿hay arrepentimiento por no haberlo distribuido de manera uniforme y por estrangular la distribución de esa historia?”, refiriéndose a la noticia de la laptop de Hunter, que luego se confirmó que es real.
«Creo que apesta, de la misma manera que probablemente tener que pasar por un juicio penal pero al final se demuestre que es inocente apesta”, respondió el CEO de Meta.
Rogan defendió al New York Post y dijo que el medio de comunicación es lo suficientemente «inteligente» para darse cuenta de qué publicar y qué omitir.
Zuckerberg dijo: “Sí, también lo somos. Tomamos un camino diferente al de Twitter. El trasfondo aquí es que el FBI vino a nosotros y a algunas personas de nuestros equipos y dijo: ‘Oye, solo para que lo sepas, debes estar en alerta máxima. Hubo mucha propaganda rusa en las elecciones de 2016. Hemos notado que va a haber una especie de basurero de cosas similares a esa, así que estén atentos’”.
En este sentido, enfatizó que el enfoque de Facebook fue diferente de la respuesta dada por Twitter: “Lo que hizo Twitter fue que dijeron ‘no puedes compartir esto en absoluto’, pero no hicimos eso”.
Asimismo explicó que Facebook tomó nota de cinco a siete días después de que se publicó la historia para determinar si era verdadera o falsa con la ayuda de sitios web de verificación de hechos de terceros.
Según el New York Post, más de 50 ex altos funcionarios de inteligencia firmaron una carta que afirmaba que la historia del ordenador portátil “tiene todas las características clásicas de una operación de información rusa”.
Siguiendo esta línea, muchos dijeron -entre ellos los medios de comunicación del establishment- que se trataba de un intento ruso de sabotear las elecciones estadounidenses de 2020 y perjudicar las posibilidades de Joe Biden.
Hunter supuestamente abandonó su portátil en una tienda de odenadores de Delaware en 2019. El propietario, John Mac Isaac, le dio una copia al abogado de Trump, Rudy Giuliani, quien se encargó de difundirla y -entre otras manos- cayó a varios medios de comunicación (la mayoría desestimó el material) y al FBI.
El disco duro del portátil contenía correos electrónicos, mensajes de texto, fotos y documentos financieros compartidos entre Hunter Biden, su familia y sus socios comerciales, y detallan cómo el hijo del presidente utilizó su influencia política en sus negocios en el extranjero. Por ejemplo, uno de los correos electrónicos alega que el entonces vicepresidente Joe Biden hizo que despidieran al corrupto fiscal general de Ucrania para beneficiar los intereses comerciales de Burisma y Hunter.
Además, quienes están al tanto del contenido del ordenador, dicen que hay escenas explícitas de sexo y drogas, que son demasiado escandalosas para mencionar.
El comprometedor material del portátil de Hunter Biden fue ingresado como evidencia oficial en el registro del Congreso el martes 29 de marzo, a petición del diputado republicano por Florida Matt Gaetz.