El Parlamento Europeo ha decidido prohibir el acceso de los qataríes a la Eurocámara y, por su parte, el emirato del Golfo ha dejado claro que el giro de los acontecimientos no augura nada bueno para Europa, y sobre todo para Italia.
La exculpación de Marruecos y la inculpación del emirato del Golfo por el Parlamento Europeo “afecta negativamente a la cooperación regional y mundial en materia de seguridad”, dicen los jeques de Doha. Europa no tendrá el gas ruso, pero tampoco el qatarí.
Qatar es uno de los principales proveedores de gas licuado de Bélgica e Italia y la campaña de descrédito podría repercutir en los acuerdos de suministro de gas natural recién firmados.
El país del Golfo es, junto con Estados Unidos, uno de los mayores exportadores de gas licuado del mundo y sigue siendo esencial para el éxito del embargo europeo contra Rusia.
Según los últimos datos de la Comisión Europea, Qatar representa actualmente menos del 5 por cien de las importaciones totales de gas de la Unión Europea. Pero la dimensión energética de Doha va a crecer en los próximos años, paralelamente al crecimiento de su capacidad de licuefacción gracias al maxiproyecto North Field, un proyecto lanzado en dos fases, North Field East y North Field South, que debería estar terminado en 2026 y 2027.
La empresa italiana ENI tiene intereses en el proyecto, asociada con la francesa Total para la explotación del inmenso yacimiento.
Más allá de la presencia de ENI y Total en North Field, Qatar sigue siendo un actor energético importante para Italia porque posee, a través de QatarEnergy, el 22 por cien de Adriatic LNG, la empresa que gestiona la terminal de regasificación de Porto Viro (Rovigo), en el norte de la península italiana.
En el primer semestre de este año Italia se abasteció de gas principalmente de Argelia (con una cuota en torno al 30 por cien), de Rusia (26 por cien) -que preserva su cuota de mercado, con contratos a varios años- y de Noruega y los Países Bajos (10 por cien).
La contribución de Qatar en el capítulo del gas licuado asciende a un total del 17 por cien e incluye también a Estados Unidos.