En 2019 el Consejo Superior holandés, la máxima autoridad judicial del país, dictaminó que un plan de 2015 para permitir nuevas emisiones de nitrógeno mediante la exigencia de compensaciones, no cumplía con los límites acordados por la Unión Europea.
La decisión del Alto Consejo daba la razón una demanda interpuesta en 2016 por los seudoecologistas holandeses ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Los demandantes alegaban que el gobierno no había protegido las más de 200 zonas Natura 2000 de la Unión Europea de las emisiones de nitrógeno (1).
El Consejo Superior paralizó casi todos los permisos para nuevas explotaciones, incluidas las ampliaciones de cabañas ya existentes. Desde entonces, los ganaderos han emprendido una batalla judicial con el gobierno, que ha tenido su extensión en las calles y carreteras del país, donde se han convocado numerosas movilizaciones.
Países Bajos es el mayor exportador de carne de la Unión Europea (2) y, si las decisiones prosperan, como parece, miles de ganeros tendrán que abandonar su medio de vida.
En junio el gobierno presentó un plan para reducir “drásticamente” el número de animales criados en el país en más de 35 millones para cumplir con la Agenda 2030. El plan prevé pagar a algunos ganaderos holandeses para que se trasladen o abandonen el sector, y ayudar a otros a cambiar a métodos de ganadería más extensivos (en lugar de intensivos), con menos animales y más tierra” (3).
La aberración seudoecologista está alcanzando cotas dignas de un consultorio siquiátrico. El Ayuntamiento de Haarlem ha prohibido los anuncios de carne para “luchar contra el cambio climático”.
Es extraño que este tipo de políticas se traten de implementar en un país como Holanda. ¿Cómo es posible que haya 200 zonas protegidas en un país tan minúsculo?
Los “expertos” dicen que el estiércol del ganado se aprovecha para abonar los cultivos agrícolas, lo que contamina el suelo y acaba en zonas protegidas, como Natura 2000. Es un caso más de que el ser humano perjudica la naturaleza, que deberíamos conservar tal cual.
Pero los “expertos” no parecen enterarse de que si en Países Bajo el ser humano no hubiera puesto diques al mar, no existirían la mayor parte de los cultivos, ni del ganado, ni tampoco los 200 parques naturales que hay en el país. Lo más “natural” es que esos parques “naturales” estuvieran en el fondo del mar.
Pero lo peor es que esta aberración es contagiosa. Unos meses más tarde los estudiantes de una universidad pública de Escocia votaron a favor de prohibir la venta de carne en el campus por la misma razón.
Cada vez más estudios seudocientíficos piden que los alimentos que contienen carne roja incorporen una advertencia climática (4), algo parecido a los mensajes en los paquetes de tabaco: “fumar perjudica gravemente su salud”.
El diario The Guardian sugiere que los agricultores estadounidenses podrían correr la misma suerte que los holandeses, y no vacila en dar explicaciones absolutamente estúpidas: “¿Hemos alcanzado el ‘pico de la carne’ como el pico del petróleo: tanto ganado, tanta contaminación local, que el único futuro sostenible está en la reducción?” Estados Unidos, el mayor productor de carne de vacuno del mundo, también tendrá que responder pronto” a esa pregunta, concluye el periódico (5).
A la tonteoría del “pico del petróleo” se le suma ahora la del “pico del ganado”.
(1) https://www.science.org/content/article/nitrogen-crisis-jam-packed-livestock-operations-has-paralyzed-dutch-economy
(2) https://www.cbs.nl/en-gb/news/2021/25/the-netherlands-is-the-eu-s-largest-meat-exporter
(3) https://www.theguardian.com/environment/2021/dec/15/netherlands-announces-25bn-plan-to-radically-reduce-livestock-numbers
(4) https://reason.com/2022/09/24/in-purported-global-first-dutch-city-bans-meat-ads/
(5) https://www.theguardian.com/environment/2023/jan/16/netherlands-european-union-regulations-livestock
Holanda prohíbe las explotaciones ganaderas por motivos ‘ecológicos’