El secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, ha reconocido este domingo que la población del noroeste de Siria ha quedado “abandonada” ante la falta de ayuda internacional para paliar las consecuencias del devastador seísmo de esta semana, que ha dejado ya más de 5.000 muertos en el país, más casi otros 25.000 en el sur de Turquía.
Griffiths se encuentra en la frontera entre ambos países para evaluar la situación en la zona, tras estimar ayer que la cifra de muertos por los seísmos podría rebasar los 50.000 fallecidos una vez termine el recuento.
El responsable de la ONU, mientras, ha reconocido el fracaso internacional a la hora de atender las necesidades de los afectados en Siria.
“Hemos fallado a la gente del noroeste de Siria. Se sienten abandonados, y con razón, en busca de una ayuda internacional que no ha llegado”, ha lamentado Griffiths en su cuenta de Twitter.
“Mi deber y mi obligación”, ha asegurado, “consisten ahora en corregir este fallo y en ello me estoy centrando ahora”.
La cifra de muertos por el terremoto del pasado lunes en el noroeste de Siria suma ya 5.273 fallecidos, según el último balance publicado por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. El dato de Siria se desglosa por zonas: 2.063 en las regiones controladas por el Gobierno del presidente Bashar al Assad y 3.210 en las zonas del Gobierno de Salvación y el Gobierno Interino Sirio, según el Observatorio.