El análisis de los fenómenos ocurridos en el Devónico podría ayudar a predecir el impacto de las floraciones de algas contemporáneas, que siguen un ritmo similar
Hace alrededor de 360 millones de años, sobre el final del Devónico, una etapa de enorme explosión vital derivó abruptamente en la extinción de más de la mitad de todas las especies de la Tierra. Un nuevo estudio muestra cómo la evolución de los árboles podría haber contribuido con esta brutal extinción: el desarrollo de las raíces de las plantas terrestres habría desorganizado el ciclo mineral del planeta, generando la extracción de minerales cruciales como el fósforo y la proliferación de algas nocivas, que redujeron notablemente el oxígeno disponible en los hábitats acuáticos.
Un estudio internacional liderado por científicos de la Universidad de Indiana, en Estados Unidos, concluye que la evolución de las raíces de los árboles puede haber desencadenado una serie de extinciones masivas que sacudieron a los océanos de la Tierra durante el Período Devónico, hace aproximadamente 360 millones de años. Los especialistas creen que en ese momento tuvieron lugar los mismos procesos químicos creados por la contaminación en los océanos y lagos modernos.
Cambios con efectos catastróficos
Según explicó a Scientific American uno de los autores principales del estudio, Matthew Smart, “a medida que las plantas terrestres se diversificaron comenzaron a desarrollar sistemas de raíces más complejos, que podían llegar a mayor profundidades para obtener agua y nutrientes», indicó. La evolución vegetal era clara: incluso un tipo de árbol prehistórico, llamado Archaeopteris, ya se agrupaba en bosques primitivos.
Las raíces profundas de los árboles extrajeron minerales cruciales como el fósforo del lecho rocoso, para luego descomponerse y conformar un suelo cargado de minerales. Estos procesos produjeron la desorganización del ciclo mineral que existía en la Tierra. En tanto, grandes cantidades de este suelo llegaban periódicamente a los mares y lagos, donde la entrada repentina de fósforo desencadenó la proliferación de algas nocivas, que extrajeron el oxígeno de las aguas profundas.
De acuerdo al nuevo estudio, publicado en el Boletín de la Sociedad Geológica Estadounidense, los investigadores se basaron en análisis químicos de depósitos de piedra de antiguos lechos de lagos, cuyos restos persisten en todo el mundo, incluyendo muestras de sitios en Groenlandia y frente a la costa noreste de Escocia. A partir de estos datos, los científicos pudieron confirmar ciclos previamente identificados que muestran niveles más altos y más bajos de fósforo, un elemento químico que se encuentra en toda la vida en la Tierra.
El investigador Gabriel Filippelli, otro de los autores principales del estudio, indicó en una nota de prensa que “la evolución de las raíces de los árboles probablemente inundó los océanos con un exceso de nutrientes, lo que provocó un crecimiento masivo de algas». A su vez, estas rápidas floraciones de algas destructivas “habrían agotado la mayor parte del oxígeno de los océanos, desencadenando eventos catastróficos de extinción masiva«, agregó.
Otras explicaciones y una enseñanza para el futuro
El Período Devónico se inició hace 419 millones de años y culminó aproximadamente 358 millones de años atrás. Durante los eventos de extinción masiva que tuvieron lugar al final de este ciclo pereció casi el 70 % de toda la vida en la Tierra: hasta el momento, diferentes hipótesis vinculan las extinciones del Devónico con erupciones volcánicas masivas, impactos de meteoritos, las consecuencias de una enorme supernova o corrientes oceánicas interrumpidas.
Aunque el nuevo estudio aporta datos contundentes, otros especialistas creen que es necesario obtener mayores precisiones. La científica Maya Elrick, de la Universidad de Nuevo México, quien no formó parte de la investigación, expresó a Scientific American en el mismo artículo citado previamente que “si bien los incidentes de agotamiento de oxígeno coincidieron con las extinciones, no está claro aún qué papel jugaron las raíces de los árboles. Es probable que los fenómenos hayan comenzado antes y, en consecuencia, no se podría culpar a las plantas”, indicó.
Por último, los investigadores recordaron que el proceso mencionado en el estudio, conocido científicamente como eutrofización, es notablemente similar a algunos fenómenos que tienen lugar en la actualidad, aunque de menor escala y sin la participación de las raíces de los árboles. Por ejemplo, amplias «zonas muertas» en los Grandes Lagos y el Golfo de México, en América del Norte y Central, están alimentadas por el exceso de nutrientes de los fertilizantes y otros productos agrícolas, que desencadena la proliferación masiva de algas, las cuales a su vez consumen todo el oxígeno del agua.
De esta manera, los científicos resaltaron que estos nuevos conocimientos sobre los resultados catastróficos de los eventos naturales en el mundo antiguo deberían servir como una advertencia hacia el futuro, en torno a las consecuencias de condiciones similares que surgen de la actividad humana en la actualidad.
Referencia
Enhanced terrestrial nutrient release during the Devonian emergence and expansion of forests: Evidence from lacustrine phosphorus and geochemical records. Matthew S. Smart, Gabriel Filippelli et al. GSA Bulletin (2022). DOI:https://doi.org/10.1130/B36384.1
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