El cuarto de Mary: descifrando este fascinante experimento mental

¿Puede el conocimiento reemplazar la experiencia? Acompáñanos a revisar este experimento mental que explora los límites del conocimiento objetivo.
El cuarto de Mary: descifrando este fascinante experimento mental

Dentro de la epistemología y la filosofía de la mente existen debates abiertos que siguen sin respuesta. Uno de ellos es la relación entre la conciencia y el conocimiento. ¿Basta poseer conocimiento teórico sobre el mundo para conocerlo en su totalidad? ¿Es necesaria la experiencia subjetiva? El cuarto de Mary o Mary la supercientífica intenta echar luz sobre estas cuestiones.

Este experimento mental cuestiona la idea de que todo en el mundo, incluso los aspectos mentales y conscientes de la realidad, puede comprenderse, en última instancia, en términos de procesos y entidades físicas. El denominado argumento del conocimiento (Knowledge Argument) pretende demostrar que no es posible reducir el conocimiento de la realidad a los datos físicos cuantificables.

El cuarto monocromático de Mary

En su célebre artículo Epiphenomenal Qualia, el filósofo Frank Jackson planteó una situación hipotética en donde se puso en cuestión la completitud del conocimiento objetivo.

Supongamos que existe una supercientífica llamada Mary que, por alguna razón determinada, ha permanecido toda su vida en un cuarto donde no hay colores. A su vez, todas sus investigaciones fueron a través de un monitor blanco y negro.

A pesar de nunca haber visto un color, ella es una especialista en neurofisiología de la visión y conoce a la perfección toda la información acerca de los fenómenos que suceden cuando percibimos colores. Esta científica posee todos los conocimientos relevantes acerca del color.

Incluso, sabe si alguien nota o no determinado color debido a su conocimiento del sistema nervioso y a cómo ciertas ondas electromagnéticas generan impresiones que denominamos con uno u otro nombre.

Ella conoce la combinación exacta de frecuencias oscilatorias de luz que estimulan la retina al divisar determinados objetos y utiliza las palabras rojo, azul, etc., para referirse a estas.


Información vs. experiencia

Como vemos, Mary está dotada de un conocimiento exhaustivo de las dimensiones físicas y neurofisiológicas que definen la experiencia del color. Sin embargo, nunca ha experimentado el color de modo subjetivo. Ahora bien, imaginemos que un día ella sale de su cuarto y percibe de manera directa los colores.

Al entrar en contacto con estos, ¿existe algún aspecto de su experiencia consciente que los hechos físicos por sí mismos no pueden capturar? ¿Puede esta científica afirmar que sabía todo lo que hay que saber sobre el color si nunca se enfrentó de modo directo a su aspecto sensorial?

Si aceptamos que la experiencia agrega algún tipo de información acerca de los colores, entonces deberíamos aceptar que cierta parte del conocimiento no puede reducirse al estudio de los fenómenos físicos.

En tal caso, hay una esfera del conocimiento vinculado con las experiencias conscientes que es imposible de ser reemplazada por el estudio teórico.

Crítica al fisicalismo

El fisicalismo es una posición filosófica que sostiene que todo lo que existe en el mundo, incluyendo las entidades mentales y las experiencias conscientes, se puede reducir o explicar en términos de fenómenos físicos. En otras palabras, esta corriente postula que lo que sucede en el universo, hasta los aspectos de la mente y la conciencia, está fundamentado en procesos y principios físicos.

No obstante, el experimento de Mary nos invita a reevaluar los postulados básicos del fisicalismo. La vivencia del color parece ofrecernos un entendimiento adicional que no se encuentra presente en la comprensión puramente intelectual.

Si esto es así, entonces el fisicalismo parece encontrar una limitación: un aspecto de la realidad que no es captado solo por el análisis de los componentes físicos.

Los qualia y la experiencia consciente

Toda la problemática en torno a esta situación hipotética gira en torno a la experiencia consciente. Para la mayoría, la disparidad entre conocer el color y verlo es clara. Esto es conocido como el argumento del conocimiento y sus implicaciones van más allá de la percepción del color.

Si las complejidades de la visión del color eluden una explicación física completa, ¿qué pasa con otras experiencias conscientes? Esto nos lleva al concepto de qualia, las cualidades subjetivas e indescriptibles de las vivencias personales. Piensa en sentimientos como el amor, el aburrimiento o la tristeza. ¿Pueden los hechos físicos abarcar por completo estos estados mentales?

Estas suposiciones reavivaron el debate sobre la relación mente-cuerpo en la filosofía. Al día de hoy existen posturas irreconciliables respecto de si la mente es o no una expresión de los componentes cerebrales o si es una propiedad que emerge de estos de manera separada.

Voces encontradas

En su libro La conciencia explicada, Daniel Dennett critica la idea de los qualia como entidades subjetivas indescriptibles que supuestamente constituyen la experiencia consciente. En lugar de aceptarlos como una característica fundamental e inexplicable de la conciencia, Dennett busca describir las experiencias conscientes en términos de procesos cognitivos, neurobiológicos y evolutivos.

Este filósofo estadounidense sostiene que las personas, a menudo, malinterpretan sus propias experiencias conscientes debido a la complejidad de los procesos mentales subyacentes. Argumenta que el concepto de qualia no es necesario para comprender la conciencia y que podemos abordar dichas experiencias en términos de procesos cerebrales, información sensorial y representaciones mentales.

Lo que resulta más curioso es que el propio Jackson sostuvo, en su artículo Mind and Illusion, una postura cercana al fisicalismo. Allí declaró que su argumento acerca de los qualia podía interpretarse desde el fisicalismo, dado que las representaciones de los fenómenos se refieren a cualidades físicas.


Un debate en curso

Lejos de una respuesta única, el argumento del conocimiento sigue en debate. El cuarto de Mary pone de manifiesto la complejidad de la conciencia, la percepción y la naturaleza de la realidad, a través de las diversas respuestas y contraargumentos.

A medida que el discurso filosófico continúa, es evidente que la influencia de este experimento mental se extiende más allá de su formulación original, suscitando debates que llegan al corazón de la experiencia humana y a los límites de nuestras capacidades intelectuales.

Como siempre, el valor de la filosofía se encuentra más en sus preguntas que en sus respuestas. Los límites de la mente y la naturaleza de la experiencia nos siguen manteniendo en la intriga y la perplejidad.

https://lamenteesmaravillosa.com/cuarto-mary-experimento-mental/

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.