Detrás de cualquier conspiración que se precie hay dos máximas siempre presentes: Que los grandes medios de comunicación mienten al servicio del sistema, y que todas las guerras comienzan con una falsa bandera, es decir, una operación encubierta que se hace con el objetivo de acusar a otro grupo, organización o país.
La versión oficial sobre el brutal ataque del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la madrugada del 7 de octubre genera cada vez más dudas entre, no sólo los teóricos de la conspiración, sino también de la opinión pública en general.
A todos los analistas les sorprendió que a Israel le pillara el “ataque por sorpresa”. Primero porque posee una de las mejores redes de espionaje del mundo y, segundo, porque el MOSSAD recibió una advertencia de los servicios de inteligencia de Egipto. Un aviso que primero se negó y que, posteriormente, fue admitido por la oficina del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, como pone en evidencia la galardonada periodista Lisa Goldman, en la red “X” (antes Twitter): “Los medios israelíes ahora confirman que el gobierno recibió advertencias claras de la inteligencia egipcia sobre el inminente ataque que ocurrió el 7 de octubre.”
Para Efrat Fenigsonque sirvió en los servicios de inteligencia (FDI) “no hay manera, en mi opinión, de que Israel no supiera lo que se avecinaba… Algo está muy mal aquí.”
“Ciudadanos israelíes en ciudades israelíes cercanas a la Franja de Gaza pidiendo ayuda a la policía o al ejército israelí, ¡y NO están allí! 6 horas después de que comenzara esta pesadilla. ¿Qué pasó con el “ejército más fuerte del mundo”? ¿Cómo es que los cruces fronterizos estaban abiertos de par en par?” –se pregunta.
🇮🇱 Israeli citizens in Israeli towns near Gaza Strip begging for help from Israeli Police or Army, and they’re NOT there!
6 hours after this nightmare started.
What happened to the “strongest army in the world”?
How come border crossings were wide open??
Something is VERY WRONG…— Efrat Fenigson (@efenigson) October 7, 2023
También el escritor y periodista Ernesto Ekaizer, muy alejado de las teorías de la conspiración, denunció en su cuenta de “X” que «la noche del 3 [de octubre], antes del ataque de Hamás, fragmentos de información levantaron sospechas. Se hicieron dos consultas telefónicas entre los servicios de inteligencia. El jefe de estado mayor del Ejército fue informado. Una tercera con el Shin Bet (seguridad interna).”
María Zajárova, representante del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, afirmó que, dada la existencia de información de inteligencia, tampoco Estados Unidos podía ignorar la operación militar que Hamás preparaba contra Israel.
«¿Cómo pudo pasar que, durante un año de preparación de la correspondiente operación por parte de Hamás, Estados Unidos con todo su poder de inteligencia no se enterara de nada? Esto no podría pasar», -dijo.
Para la diplomática rusa Estados Unidos persigue sembrar el caos en la región y por esa razón no advirtieron a Israel sobre los inminentes ataques.
«Estamos volviendo a la teoría del caos controlado, que es la base de la política estadounidense. El problema es que el caos ha dejado de ser controlable», concluyó Zajárova.
En mitad de la Guerra Fría, ante la posibilidad de un Estado palestino unido bajo la dirección de la OLP, laico y socialista, Estados Unidos (y, también, Israel) optaron por radicalizar la región financiando grupos islámicos radicales y terroristas que, además, les compraban las armas. Fueron los servicios de inteligencia israelíes los que financiaron y potenciaron a Hamás (en la franja de Gaza) con el objetivo de debilitar a la OLP y a Fatah en Cisjordania. Lo mismo que la estrategia de Afganistán terminó siendo una trampa para Estados Unidos, Hamás puede convertirse convertirse ahora en una trampa para Israel.
Un 86% de los israelíes, culpa al gobierno israelí del ataque y el 56 % considera que Netanyahu debería dimitir una vez finalice la guerra
Lo cierto es que cuatro de cada cinco israelíes consideran que el Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, es el responsable de la ofensiva de Hamás contra Israel, según una encuesta del Centro de Diálogo.
Así las cosas, ¿con qué objetivo se pudo llevar a cabo el presunto “ataque de falsa bandera”?
Unos piensan que Netanyahu necesitaba una guerra para unir a una nación gravemente dividida por sus reformas judiciales. Otros creen que la reacción exagerada de Israel podría despertar la ira del mundo musulmán para hacer cumplir las profecías.
Fulford cree que el ataque fue una excusa para el genocidio del pueblo palestino, un sacrificio a Satanás
Y, es en este punto, donde el controvertido periodista de investigación Benjamin Fulford da un paso más allá y dice en su web que “el ataque de Hamás contra Israel fue orquestado por Benjamín Netanyahu con el fin de crear una excusa para la matanza masiva del pueblo palestino.” Y, añade que “esto está destinado a ser un sacrificio a Satanás con la intención de iniciar un holocausto nuclear.”
Fulford, citando fuentes del FSB ruso, dice que “los sionistas quieren tener un territorio más grande, lejos de Irán y otros países musulmanes, por lo que se eligió el territorio ucraniano para reubicar allí a los judíos después de la destrucción de Israel…”
Esta teoría presenta puntos de conexión con lo que lleva años postulando otro conocidísimo conspiracionista: David Icke.
En sus libros, este británico afirma que hay una élite parásita satánica que maneja los hilos y que persigue la destrucción de occidente y el exterminio de los judíos.
En su opinión, los Rothschild –que curiosamente estuvieron implicados en la creación del Estado de Israel- estarían muy involucrados en este culto global que denomina Sabbateo.
Debe su nombre a Shabbatai Zevi, un judío sefardí de origen otomano que anunció que la redención de los judíos tendría lugar el 8 de junio de 1666 y que él restauraría el Reino de Israel.
Los sabbateos no son propiamente judíos, aunque influenciados por la Cábala, constituyen una secta «satánica» que profesa la extraña doctrina de la redención a través del pecado o del mal, y promueve la duplicidad y el crimen para subvertir todas las religiones incluido el judaísmo y alcanzar la dominación universal.
Tras una falsa conversión al islam, sus seguidores serían conocidos durante el Imperio Otomano como Donmeh y, no sólo habrían sobrevivido hasta el siglo XXI, sino que parte de las élites financieras estarían dándole apoyo y financiación para crear un mundo global.
Es curioso comprobar que, pese a la superioridad militar de Israel, los palestinos hacinados en la Franja de Gaza son carne de cañón de sus propios líderes. Ismail Haniya, líder del grupo terrorista Hamás, dice en un vídeo difundido en redes que ningún palestino saldrá de Gaza, que tienen que quedarse a aguantar las bombas.
Un suicidio que parece encaminado a materializar la tenebrosa premonición del capitán estadounidense Albert Pike quien, en una carta enviada al político italiano Giuseppe Mazzini, en 1871, aseguraba que tras dos guerras mundiales habría un tercer conflicto que «sucederá de tal manera que el Islam y el sionismo político se destruirán mutuamente entre sí»
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