El presidente electo de la Argentina, Javier Milei, visitó la tumba de Menachem Mendel Schneerson, el líder del movimiento cabalista jasídico Jabad Lubavitch, fallecido en 1994. La Lubavitch es una de las poderosas ramas del jasidismo, un movimiento del judaísmo ortodoxo surgido en Europa del Este en los siglos XVIII y XIX, con 3500 centros en todo el mundo y un fuerte peso en términos geopolíticos, con lazos que unen a presidentes de los EEUU, como Donald Trump, e incluso al actual mandatario ruso, Vladimir Putin. “Tiene una connotación más espiritual que de otras características. Voy a pasar para dar las gracias por esta misión que me toca llevar a cabo”, explicó Milei.
Dentro de este movimiento cabalista ortodoxo, se busca “acceder a la santidad no por abandono de lo terrenal sino logrando una conexión con Dios elevando las cosas materiales”.
El libertario venía estudiando la Torá con el rabino Axel Wahnish y aspira a convertirse al judaísmo. A través de la Jabad Lubavitch, Milei logró acercarse a empresarios como Eduardo Elsztain, dueño del Banco Hipotecario y casi un millón de hectáreas en la Argentina y Daniel Sielecki, socio y familiar del dueño de laboratorios Hugo Sigman.
El presidente electo ya había visitado en julio pasado la tumba de “el Rebe de Lubavitch” en los EEUU, buscando su bendición para las elecciones. Al igual que Trump, prometió también mudar la embajada de la Argentina a Jerusalén, desafiando las resoluciones de las Naciones Unidas en sentido contrario.
El presente viaje a los EEUU fue acompañado por Gerardo Werthein, quien aportó su lujoso avión privado (a un costo de 200.000 dólares el viaje). Los Werthein son dueños del Banco Patagonia, de más de 100.000 hectáreas en la Argentina y fueron propietarios de Telecom en el país. Adrián Werthein, hermano de Gerardo, es también presidente del Congreso Judío Latinoamericano.
Milei se mostró públicamente con el rabino Tzvi Grunblatt, líder de la rama argentina de la organización, durante la realización del Latam Economic Forum donde el libertario fue el disertante estrella. La fundación Jabab fue co-organizadora del evento junto a Darío Epstein, asesor de Milei y nexo con importantes fondos financieros internacionales. El año pasado, el disertante principal fue Juan Manzur, otra figura política históricamente ligada al sionismo religioso, en particular con el Gran Rabino Asquenazí de Israel, David Baruch Lau.
El pasado sábado por la noche, culminado el Shabat, el presidente electo recibió la bendición del Rabino David Pinto Shlita, quien le expresó su deseo de que el gobierno que comenzará el próximo 10 de diciembre sea exitoso para la Argentina. El encuentro se llevó a cabo en una casa de estudios religiosos situada sobre la calle Viamonte, en el barrio porteño de Balvanera.
"Durante la Havdalah, ceremonia de separación del Shabat con el resto de los días de la semana, Javier Milei, presidente electo, fue bendecido por el Mekuval (cabalista) rabino David Pinto Shlita". pic.twitter.com/mnIJXKvAQ7
— KontraInfo (@KontraInfo) November 26, 2023
El vínculo de Milei con esta organización, y el de esta con Donald Trump, permite comprender los vasos comunicantes que unen a otros actores, como el apoyo recibido por Milei de Elon Musk, cercano a Netanyahu, del periodista Tucker Carlson, y del conjunto de medios que promovieron la candidatura del libertario desde un primer momento.
El Congreso de EE.UU. instauró el “Día de la Educación”en 1978 en honor a la vida y labor del Rebe de Lubavitch, Menachem Mendel Schneerson. El ex presidente Donald Trump, de fuertes relaciones con la organización, se reunió públicamente en la Casa Blanca con una delegación de rabinos del movimiento jasídico Jabad-Lubavitch para conmemorar el 40 aniversario del “Día de la Educación y de Compartir”, en 2018.
Al igual que Milei, Ivanka Trump visitó la tumba del rabino Schneerson, al acercarse las elecciones de 2020, en la que competía por la reelección su padre. En 2016, ella y su esposo, Jared Kushner, visitaron el “Ohel” para orar por la elección de Donald Trump.
El actual primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, también visitaba al Rebe. Así lo relata el rabino Krinsky: “Estuve allí la primera vez que [ahora el primer ministro] Bibi Netanyahu vino a ver al Rebe. Acababa de ser nombrado embajador en la ONU. Vino al Rebe durante las [celebraciones de Simchat Torah]. Estaba parado cerca del aron kodesh [Arca sagrada] y [Netanyahu] encontró su camino hasta allí y se presentó al Rebe. El Rebe habló con él durante 40 minutos, esto era en medio de las hakafot , y todos estaban esperando para continuar, y este joven se acercó y ‘tomó’ 40 minutos de su tiempo. El Rebe le dijo que las Naciones Unidas es una casa de oscuridad. Así que tienes que poner una luz. ‘Un poco de luz arroja mucha oscuridad’, por lo que tu obligación [de Netanyahu] era traer luz. No luchar», solo hazlo ligero. Eso vive con él [Netanyahu] en su corazón. Creo que este fue el enfoque del Rebe hacia el antisemitismo, no puedes combatirlo”.
Sobre Putin, el rabino Krinsky comentó: “Dijo que creció en San Petersburgo, en un área judía, y que era el goy de Shabat. No usó ese término. [Dijo] que lo sabía todo. Dijo sobre Jabad, sabe que Jabad es muy activo. Hablaba de Jabad como un sheliaj (emisario)”. Entre los importantes donantes de Jabad en Rusia supieron figurar los oligarcas Lev Leviev y Roman Abramovich, elegidos por Putin para establecer la “Federación de Comunidades Judías de Rusia”. Leviev, a su vez, ha sabido mantener excelentes relaciones de negocios con la familia Trump.
Sin embargo, tras el conflicto en Ucrania, la relación parece haber enturbiado. Una enorme biblioteca compuesta por todos los libros escritos por el último Rabino de Lubavitch, así como 12.000 volúmenes, 50.000 documentos y entre ellos 381 manuscritos que se reunieron y conservaron desde el fines del siglo XVIII hasta nuestros días, viene siendo reclamado por Jabad a los efectos de que sea trasladado a la central del movimiento en Estados Unidos. Pero Rusia ha sostenido que habida cuenta que el último Rabino de Lubavich no tenía hijos ni herederos, cabe su nacionalización y apropiación. Ante la negativa rusa, Jabad solicitó el apoyo del Senado Norteamericano y recurrió a la Justicia Federal Norteamericana. Entre quienes figuran en la lista de estadounidenses a los que Rusia les prohibió la entrada al país, se encuentran tres rabinos de la Jabad, en posible represalia por sus esfuerzo de recuperar textos y artefactos que los soviéticos arrebataron al movimiento jasídico. La lista de 963 estadounidenses publicada este sábado, reportada por primera vez por Axios, incluye tres líderes del organismo que agrupa a Jabad. Ellos son: El rabino Avraham Shemtov, presidente ejecutivo del organismo paraguas, fundador de la oficina del movimiento en Washington. El rabino Yehuda Krinsky, secretario del grupo, que dirige las ramas educativa y social de Jabad-Lubavitch. Y el rabino Shlomo Cunin, líder del movimiento en la Costa Oeste, que es prominente en la rama del movimiento que busca la devolución de los textos.
Un alto funcionario de la seguridad nacional rusa se refirió al movimiento jasídico Jabad-Lubavitch en Ucrania como un culto supremacista, lo que provocó una feroz condena del rabino principal de Rusia, Berel Lazar, que es él mismo un Lubavitcher. En un artículo para el semanario gubernamental Argumenty i Fakty, el secretario adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia, Aleksey Pavlov, pidió la “desatanización” de Ucrania, afirmando que el país alberga cientos de cultos neopaganos. Pavlov incluyó en su lista de cultos a la secta Chabad-Lubavitch. “El principio fundamental de los jasidim de Lubavitch es la superioridad de los seguidores de la secta sobre todas las naciones y pueblos”, escribió Pavlov. En respuesta al artículo, el rabino principal de Rusia, Lazar, que en su día fue considerado cercano a Putin, escribió una carta abierta a las autoridades rusas, en la que les pedía que condenaran los comentarios de Pavlov. “Se puede llamar a la lógica del Sr. Pavlov disparatada o antisemitismo vulgar y superficial, pero se trata de una nueva variedad de viejos libelos de sangre. Y si los pronuncia un miembro del Consejo de Seguridad ruso, esto representa un gran peligro. Por lo tanto, exigimos una respuesta inmediata e inequívoca de la sociedad y de las autoridades del país”, escribió Lazar. En su carta, Lazar señaló que era miembro del movimiento Jabad-Lubavitch, al igual que “el 90% de los rabinos que operan en Rusia”. En respuesta a esta ola de críticas contra Pavlov, su superior, el secretario del Consejo de Seguridad, Nikolai Patrushev, emitió una declaración de seguimiento calificando de falsos los comentarios de su asistente sobre Chabad. Finalmente, el gobierno ruso despidió a Pavlov. No se dio ninguna razón oficial para el despido del subsecretario del Consejo de Seguridad de Rusia. Un portavoz del Consejo de Seguridad le dijo a la agencia de noticias TASS de Rusia que Pavlov cambiaría de puesto, pero tampoco dio detalles.
Como se verá, el poder de la organización que ha venido apoyando a Javier Milei no es nada despreciable.