Imagínese buscar en Google, escribir sus pensamientos en un diario sin mover un dedo y tener los superpoderes de un robot. Imagínese esto: todos sus pensamientos se decodifican en un lenguaje compatible con computadora y se transmiten a través de un servidor, con suerte controlado por alguien en quien confía. Piensa en todo esto y comprenderás el contexto que rodea a Neuralink.
Neuralink, empresa de interfaz cerebro-computadora (BCI), acaba de anunciar que ha recibido la aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA) para comenzar a probar implantes de chips cerebrales en humanos. Para aquellos que no lo han seguido, Elon Musk fundó Neuralink en 2016 para desarrollar microchips que puedan enviar y recibir datos directamente desde el cerebro humano.
El tema es ciertamente interesante y muy importante. Sin embargo, como ocurre con muchos problemas científicos, esta nueva tecnología conlleva riesgos y desafíos. Como dijo una vez el tío Ben en Spider-Man: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.
¿Qué es Neuralink?
El chip Neuralink es una pequeña pieza de hardware, ligeramente más ancha y de menos de un cuarto de grosor. El chip contiene 64 cables, cada uno de unos pocos micrones de espesor, y contiene 16 electrodos diminutos.
(A modo de comparación: una micra es 1/15 del ancho de un cabello).
Las células cerebrales se comunican en parte mediante el envío de pequeños impulsos eléctricos.
Por esta razón, los médicos y científicos utilizan dispositivos de electrodos (más comúnmente dispositivos de imágenes cerebrales (EEG) no invasivos) para medir la actividad cerebral midiendo señales celulares.
En consecuencia, si las neuronas utilizan impulsos eléctricos para coordinar sus funciones, también podemos influir en la función cerebral enviando impulsos desde los electrodos a las células.
En algunas afecciones neurológicas graves, como la epilepsia, la enfermedad de Parkinson o el dolor crónico, la estimulación cerebral profunda (ECP) utiliza señales eléctricas para alterar terapéuticamente la señalización celular.
La ventaja de los implantes es la precisión.
Cuando se utilizan dispositivos externos, el cráneo y los tejidos atenuarán parcialmente la señal.
Por lo tanto, para funciones precisas como la flexión de los dedos, los electrodos invasivos proporcionan una mayor precisión tanto en la medición como en la transmisión del pulso.
¿Cómo se utiliza el chip Neuralink?
El chip Neuralink se implanta quirúrgicamente. Durante la cirugía, un robot de precisión perfora un agujero en el cráneo del paciente e inserta con cuidado hilos en el cerebro. Este proceso lleva varias horas.
Una vez curado, el dispositivo es invisible excepto por una pequeña cicatriz y puede recargarse con elementos personalizados como una almohada especial o una gorra de béisbol. La intervención esperada costará a las compañías de seguros alrededor de USD 40,000.
Neuralk inicia los registros del paciente y los objetivos actuales de las pruebas de primera fase permitirán que los tetraplays controlen su computadora con el modo de visualización. En tales casos, el cerebro funciona bien pero las conexiones nerviosas con los músculos están dañadas.
Al medir señales en el área que controla los movimientos de los dedos y las manos, llamada corteza motora, el chip Neuralink transmite datos a una computadora.
Entonces, en lugar de mover la mano, el paciente sólo necesita pensar en ello. Le permite enviar mensajes de texto, navegar por Internet y navegar mentalmente por los menús.
Los principales competidores de Neuralink, Synchron y Onward, tienen una ventaja en las pruebas en humanos, lo que permite utilizar la navegación por computadora junto con caminar, andar en bicicleta y nadar.
Además, el implante BCI ha estado en el mercado durante unos 20 años y fue desarrollado por primera vez por Blackrock Neurotech. Sin embargo, Neuralink espera ofrecer un dispositivo menos voluminoso con una resolución mucho mayor, impulsado por la última inteligencia artificial de la compañía.
En la industria de las ICB, esto puede significar una mayor precisión. Durante la demostración de Neuralink el 28 de agosto de 2020, Musk compartió su creencia de que la mayoría de las personas no solo desarrollan problemas cerebrales o de columna con el tiempo, sino que un implante como Neuralink podría abordar estos y otros problemas.
La amenaza potencial de la biotecnología
Está claro que el potencial de la biotecnología para aplicaciones médicas, mejora de la función cognitiva, calidad de vida e investigación de vanguardia ha atraído a muchas personas.
Sin embargo, las nuevas tecnologías no están exentas de problemas. Por un lado, está la cuestión del consentimiento.
Las familias de personas vulnerables pueden estar desesperadas por recibir tratamiento y elegir a un familiar paralizado.
Para las personas que no pueden comunicarse libremente debido a una parálisis (“síndrome de encierro”), la nueva tecnología de prueba beta podría ponerlas en riesgo de sufrir resultados indeseables.
Además, la nueva biotecnología requiere riesgos y efectos secundarios desconocidos, especialmente si afecta las actividades bioquímicas. Un ataque de síntomas puede conducir a otras intencionales intencionales.
Aunque Neuralink se ha probado en animales durante varios años, pueden surgir problemas adicionales cuando se prueba en humanos.
Aunque los tratamientos se han vuelto populares, todavía vemos que algunos tratamientos tienen consecuencias negativas a largo plazo y de gran alcance.
Además de los problemas biológicos, otro problema importante es la seguridad e incluso la autonomía en el nivel más básico. Vivimos en el momento en que dominan los ciberdelincuentes, el marketing nervioso ordenó campañas publicitarias y sistemas “sociales” para decidir la libertad personal. El hackeo cerebral o el espionaje mental lleva estos problemas a un nuevo nivel.
Otra cuestión respecto a las posibles mejoras neuronales que puede aportar Neuralink es similar a las comentadas en relación a la terapia génica y la medicina deportiva. Es decir, si las condiciones operativas cambian, ¿conducirá esto a una desigualdad aún mayor? Además, para quienes se oponen a esta nueva tecnología, ¿contribuirá a un mundo en el que se enfrentarán a la presión de “seguir el ritmo” de quienes apoyan estos cambios?
¿A donde vamos con esto?
Detrás de muchos logros científicos está la competencia: el deseo de construir algo grandioso, de ser el primero y “hacerlo mejor” que los que vinieron antes. Sin embargo, Musk dijo que está presionando mucho a su equipo porque cree que el chip puede ayudar a millones de personas y salvar a la humanidad de la amenaza potencial de la inteligencia artificial.
¿Pero con qué propósito? ¿Está la humanidad preparada para este paso? ¿Seguimos siendo humanos? ¿Algo mejor? ¿Otro? ¿O tal vez hemos cruzado la línea que lleva a una buena vida pero a costa de mejorar algunos aspectos? Esta es una conversación que nuestra sociedad necesita tener y ciertamente será más necesaria con el tiempo.
Con información de: La Gran Época
Increible!!!