La inteligencia artificial (IA) tiene el potencial de mostrarnos las siete maravillas antiguas del mundo en su momento de gloria.
La razón de que las maravillas fueran siempre siete, independientemente de la lista consultada, responde a la concepción helena, y también de otros pueblos antiguos, que consideraba a la cifra prima más alta el número perfecto.
Las siete maravillas del mundo antiguo fueron un conjunto de obras arquitectónicas y escultóricas que los autores griegos, especialmente los del período helenístico, consideraban dignas de ser visitadas. A lo largo del tiempo se confeccionaron diferentes listados, pero el definitivo no se fijó hasta que el pintor neerlandés Maerten van Heemskrerck realizó en el siglo XVI siete cuadros representando a las siete maravillas, las cuales eran: la Gran Pirámide de Guiza, los jardines colgantes de Babilonia, el templo de Artemisa en Éfeso, la estatua de Zeus en Olimpia, el mausoleo de Halicarnaso, el coloso de Rodas y el faro de Alejandría.
Ahora, un artista no humano las ha reimaginado gracias a Midjourney, la IA generadora de imágenes.
El coloso de Rodas
La renombrada estatua de 70 codos (o 33 metros) de altura, que representa al dios griego del sol, Helios, fue una impresionante maravilla de la ingeniería que adornaba el puerto de la isla griega de Rodas.
Un momento significativo en su historia tuvo lugar en el 226 a.C., cuando un terremoto golpeó el lugar, haciendo que la colosal estatua colapsara sobre sus rodillas después de haber permanecido orgullosamente erguida durante 54 años.
Contrario a las representaciones antiguas que muestran a la estatua formando un túnel con sus piernas en la entrada del puerto, los investigadores ahora creen que se encontraba sobre un pedestal cercano a esta, dando la bienvenida a los barcos visitantes. La imagen generada por inteligencia artificial respalda esta última perspectiva, mostrando al Coloso en su ubicación precisa e incluyendo personas para ofrecer una visión de cómo podría haber lucido en aquellos tiempos.
Actualmente, existe un proyecto para erigir un nuevo coloso de Rodas, pero cinco veces más alto que el original.
Los jardines colgantes de Babilonia (Irak)
Los jardines colgantes de Babilonia, conocidos por sus intrincadas terrazas, impresionantes elementos acuáticos y plantas flotantes, se cree que existieron alrededor del 600 a.C. Según la leyenda, habrían sido construidos por orden del gobernante en esa época Nabucodonosor II de la dinastía caldea del Imperio neobabilónico, como muestra de amor hacia su esposa Amitis, hija del rey Ciáxares del Imperio medio, para recordarle las montañas de su tierra.
Sin embargo, no hay textos babilónicos existentes que mencionen los jardines, y no se ha encontrado ninguna evidencia arqueológica definitiva en Babilonia para determinar su ubicación exacta. Se han sugerido tres teorías para explicar esto: en primer lugar, que eran puramente míticos, y las descripciones encontradas en los antiguos escritos griegos y romanos representaban un ideal romántico de un jardín oriental; en segundo lugar, que existieron en Babilonia, pero fueron destruidos en algún momento alrededor del siglo I d.C.; y, en tercer lugar, que la leyenda se refiere a un jardín bien documentado que el rey asirio (704-681 a.C.) construyó en su capital, Nínive, en el río Tigris, cerca de la moderna ciudad de Mosul.
El templo de Artemisa en Éfeso (Turquía)
De grandes dimensiones y una bella y delicada arquitectura, esta maravilla dedicada a la diosa Artemisa experimentó una historia turbulenta, siendo construida y demolida tres veces.
Primero, cayó víctima de Eróstrato, en busca de fama. Luego, los godos, huyendo de los romanos, lo destruyeron al pasar por allí. Su desaparición final ocurrió en el año 401 d.C., cuando una multitud cristiana lo derribó, dejando solo cimientos y una columna solitaria aún visible hoy en día.
La estatua de Zeus en Olimpia
Fue una gran escultura crisoelefantina creada por el escultor Fidias. Si bien se han conservado los restos de los cimientos de la base de la estatua en Olimpia, la estatua en sí se ha perdido y solo se puede reconstruir a partir de representaciones en monedas y descripciones antiguas.
Según una leyenda del siglo XII, la estatua se encontraba en Constantinopla en el siglo V d.C., donde fue destruida y se perdió en un incendio en el año 475.
El faro de Alejandría
Se trata de una torre construida durante el reinado de Ptolomeo II (280-247 a.C.) en la isla de Faro en Alejandría, Egipto, para servir como punto de referencia del puerto y como faro, con una altura estimada de al menos 100 metros. Fue una de las estructuras más altas hechas por el hombre durante muchos siglos.
Sostrato de Cnido fue el genio detrás del diseño, que presentaba un fuego ardiente en la cima de una torre cilíndrica, una sección octogonal en el medio y una base cuadrada.
Sin embargo, el faro poco a poco cayó en el abandono tras tres terremotos entre los años 965 y 1323 d.C.
Sus restos fueron descubiertos en 1994, cuando un grupo de arqueólogos franceses buceaba a escasa profundidad en el puerto oriental de Alejandría. En 2016, el ministro de Antigüedades de Egipto anunció algunos proyectos para convertir estas ruinas en un museo subacuático.
Mausoleo de Halicarnaso
Construido entre el año 353 a.C. y el 350 a.C. como tumba para Mausolo, el gobernante de Caria en la antigua Asia Menor, esta estructura fue tan notable que dio origen al término «mausoleo», ahora comúnmente usado para monumentos funerarios significativos.
La estructura combinaba elementos de diseño de las tradiciones griega, del Cercano Oriente y egipcia, utilizando mármol anatolio y pentelesio.
Sin embargo, el mausoleo llegó a su fin debido a una serie de terremotos entre los siglos XII y XV. Fue la última de las antiguas maravillas en sucumbir a la destrucción.
Gran pirámide de Guiza
Es la única maravilla que ha sobrevivido al paso de los siglos, cautivando aún hoy en día a quienes la visitan en la meseta de Guiza. Su construcción, que habría llevado al menos 27 años, se ubica temporalmente a principios del siglo XXVI a.C., en tiempos del faraón Keops.
Los antiguos egipcios enfrentaron el desafío de cortar y transportar piedras de hasta dos toneladas y media cada una, utilizando herramientas que apenas habían evolucionado desde la Edad de Piedra. Con una precisión que asombra incluso a los arquitectos modernos, lograron alinearlas con una precisión envidiable. Estos logros han generado numerosas teorías que desafían la narrativa histórica oficial sobre sus constructores y las técnicas empleadas.
Inicialmente, la pirámide lucía un revestimiento de caliza blanca y pulida que, bajo la luz del sol, brillaba como una baliza. Sin embargo, a principios del siglo XIV, un terremoto provocó el desprendimiento parcial de este revestimiento. Más tarde, los otomanos utilizaron esta caliza para erigir diversas construcciones en El Cairo, reduciendo así la altura del monumento de 146.6 a 138.5 metros.
En la imagen presentada aquí, la inteligencia artificial ha restituido únicamente el icónico revestimiento de caliza blanca en la parte superior.
Por MysteryPlanet.com.ar.
Inteligencia artificial recrea las Siete Maravillas del Mundo Antiguo