Dificultades para comprender
Por satchitananda Versión PDFHace muchos años alguien comentaba los Yoga Sutras de Patanjali y decía:
«Durante la abstracción de los sentidos (pratyahara) la conciencia fluye a través del cuerpo emocional (el kama-manas = kama maya kosha + manomaya kosha) durnte la concentración (dharana) la conciencia fluye a través del cuerpo mental (vijñana maya kosha) durante la meditación (dhyana) la conciencia fluye a través del cuerpo intuicional (ananda maya kosha)» …
El que comentaba también decía: «La conciencia procede de Átman»
Todo esto me causaba una gran confusión y yo me preguntaba:
¿Pero qué rayos es eso a lo que este hombre llama «conciencia»?
Mi comprensión de «conciencia» era la comprensión del budismo theravada.
Según el budismo theravada cuando el oído (órgano perceptor) percibe un sonido (objeto perceptible) hay «contacto auditivo» y en el instante mismo en que hay contacto auditivo surge la «conciencia auditiva» como un fenómeno instantáneo y fugaz, en un instante «una» conciencia auditiva ha surgido y ha cesado (en otro momento «otra» conciencia auditiva puede surgir y cesar)
El budismo theravada llama a la mente citta, manas o viñana dependiendo de la función que esa mente esté desempeñando.
Cuando la mente está pensando pensamientos o sintiendo emociones se la llama citta.
(La palabra citta designa a la mente-corazón, dando a entender que abarca tanto al pensamiento como a la emoción)
Cuando esa misma mente está aprehendiendo o comprehendiendo se la llama manas.
Cuando esa misma mente simplemente cumple la función de «darse cuenta de» o «ser consciente de» (ser consciente o darse cuenta de la presencia de un sonido, por ejemplo) se la llama viñana.
El budismo theravada considera a la mente como a un sexto sentido cuyos objetos perceptibles son los pensamientos y emociones, en este caso también se llama a la mente manas.
Este sexto «sentido mental» (budista) capacidad mental, facultad mental u «órgano mental» es análogo al «órgano interno» (anthakarana) del vedanta (es la misma «cosa»)
Cuando el órgano mental (órgano perceptor) percibe un pensamiento (objeto perceptible) hay «contacto mental» y en el instante mismo del contacto surge la «conciencia mental» como un fenómeno instantáneo y fugaz.
El budismo theravada no contempla la existencia de una conciencia permanente.
Para el budismo theravada eso que llamamos «ser humano» no es otra cosa que «los cinco agregados» (forma, sensación, reconocimiento-memoria, formaciones mentales, conciencia) y absolutamente nada más.
Traducido al lenguaje del vedanta esto equivale a decir que sólo existen los koshas y no existe «lo metafísico» (no existe Átman-Brahman)
Dije que mi comprensión era la del budismo theravada, pero no se trataba en absoluto de una comprensión sino de una «creencia», yo no había verificado por mí mismo en forma directa la veracidad de lo que el theravada decía, simplemente creía en ello porque me resultaba agradable la idea de que no existiese ninguna conciencia permanente.
Bien, yo no afirmo ni niego lo que dice el theravada, simplemente relato mi historia:
«Antes yo creía en lo que dice el theravada y luego tuve una experiencia que cambió mi manera de pensar con respecto a la conciencia».
Una experiencia muy extraña
Lo que sigue no fue un sueño, ni siquiera un sueño lúcido.
Cerré los postigos de la ventana de mi dormitorio, corrí las cortinas y apagué la luz.
La oscuridad de la habitación era total, no se filtraba ni la más mínima claridad por ninguna parte, no podía ver ni la palma de mi mano colocada frente a mis ojos.
Me acosté en la cama sobre mi lado derecho.
Mucho antes de quedarme dormido (ni siquiera estaba en el umbral entre el sueño y la vigilia) estando consciente (no estaba en estado subconsciente y mucho menos inconsciente) «caí» hacia abajo atravesando el colchón y la cama (como un fantasma impalpable) y me incrusté en el suelo, como si el duro y rígido piso fuese de agua blanda.
Al intentar incorporarme volví a caer hacia la izquierda atravesando la pared, de modo que la mitad de mi cuerpo (cabeza y tronco) quedó de un lado de la pared y la otra mitad (caderas y piernas) quedó del otro lado de la pared.
Finalmente logré dominar a ese cuerpo fantasmal e ingrávido al que no estaba acostumbrado y me quedé parado «flotando» a unos 30 cm por encima del colchón y pude ver «desde afuera» al cuerpo físico acostado sobre su lado derecho.
Una extraña especie de «luz lunar nocturna» muy tenue iluminaba la habitación, pero esa luz parecía emanar del aire porque no había ninguna fuente de luz..
Podía verlo todo, las cortinas, la puerta, las paredes, la mesa de luz, el velador …
Recuerdo que en ese momento pensé:
«¿Pero cómo estoy viendo todo si yo sé perfectamente que esta habitación está completamente oscura porque yo mismo me encargué de dejarla completamente a oscuras?»
Y aquí viene lo más extraño de aquella extraña experiencia.
Al mismo tiempo que «yo» estaba fuera del cuerpo físico en ese cuerpo fantasmal e ingrávido, «yo» estaba también dentro del cuerpo físico.
Dentro del cuerpo físico la experiencia era la siguiente:
Era exactamente igual que en esos casos de catalepsia en los que el cataléptico escucha a las personas a su alrededor que al contemplarlo dicen:
«No hay caso, está muerto, hay que sepultarlo»
Y el pobre tipo no puede mover ni un dedo para demostrar que está vivo.
Del mismo modo yo intentaba mover los brazos pero no había caso, el cerebro estaba como apagado y no podía enviar órdenes a los brazos y «yo» parecía estar desconectado del cerebro.
Recuerdo que en ese momento pensé:
¿Pero cómo estoy viendo todo lo que hay en la habitación si yo sé perfectamente que ahora mismo tengo los ojos completamente cerrados y siento ahora mismo que los párpados pesan como plomo y no los puedo abrir?
Ningún miembro del cuerpo respondía a la voluntad.
El cuerpo y el cerebro parecían estar muertos o casi, en estado de animación suspendida, no se sentía para nada estar respirando, el pecho (y todo el cuerpo) estaba rígido y completamente inmóvil, como si fuese de madera.
[Esta es una buena ocasión para «caer en la cuenta» de lo siguiente:
No son ni los ojos ni el cerebro los que «ven».
No es el cerebro lo que piensa»]
Supe lo que es estar en dos lugares al mismo tiempo, porque «yo» estaba dentro de ese cuerpo fantasmal e ingrávido (como un difunto de ultratumba) y al mismo tiempo «yo» estaba también dentro del cuerpo físico (como un tipo que padece un ataque de catalepsia) pero no eran dos «yoes» diferentes sino uno solo y el mismo.
¿Cómo se siente estar en dos lugares al mismo tiempo?
Tan natural y normal como estar en un solo lugar.
Al nivel del «cuerpo fantasmal e ingrávido» o en ese cuerpo, se vivió la siguiente experiencia:
Si bien la habitación estaba iluminada por una extraña especie de «luz lunar nocturna» que parecía emanar del aire (de todas partes y de ninguna) esa luz era muy débil y puede decirse que la habitación era bastante oscura.
En un momento penetró en la habitación un delgado haz de luz muy blanca, como nieve limpia, inmaculada, recién caída del cielo.
Exactamente igual a cuando un rayo de luz solar penetra en una habitación completamente oscura a través de un orificio en la pared, pero esta luz era mucho más blanca que la luz solar, era magnífica, bellísima, inigualable, jamás vi algo tan pero tan blanco.
La fuente de luz blanca de la que procedía ese haz parecía estar ubicada en un punto situado medio paso a mi izquierda, medio paso detrás de mi y a unos 10 o 15 metros de altura por encima de mi cabeza.
Cuando intentaba mirar directamente a la fuente de luz blanca, no podía hacerlo porque esa fuente se movía en forma perfectamente paralela a mi, y era como intentar mirar directamente con mis propios ojos (sin usar espejos) mi propia espalda, algo complemente imposible.
Finalmente pude mover los brazos y abrir los ojos y la habitación estaba otra vez completamente a oscuras … «como debe ser».
¿Cuánto duró toda esa experiencia? Entre cinco y ocho minutos diría yo.
Siempre creí que esa experiencia encerraba un gran significado trascendental (y no me equivocaba) pero por varios años no supe qué podía significar.
No era tanto aquél rayo de luz blanca el enigma que me intrigaba sino el hecho de que «yo» estaba dentro de aquél cuerpo fantasmal e ingrávido y al mismo tiempo «yo» estaba también dentro del cuerpo físico.
¡No tenía idea de qué podía ser ese «yo»! (que obviamente no era ni el cuerpo físico ni tampoco el otro cuerpo fantasmal e ingrávido)
Así como tampoco tenía idea de que podía ser esa «conciencia» que, según aquél comentaristas de los Yogas Sutras de Patanjali, fluye a través del cuerpo mental durante la concentración (dharana) y fluye a través del cuerpo intuicional durante la meditación (dhyana)
Y finalmente la comprensión advino
Varios años después, en el momento menos pensado, súbitamente la comprensión total apareció de la nada, como cuando Arquímides estaba dentro de la bañera y súbitamente «se le prendió la lamparita» y … ¡EUREKA! comprehendió el Principio Fundamental de la Hidrostática.
Pero en mi caso un EUREKA es poco, esto se merece un …
¡EUREKA! ¡EUREKA! ¡EUREKA!
Lo que se comprendió es inefable, es inútil intentar ponerlo en palabras.
Me invadió un gran deseo de volver a leer el Viveka Cuda Mani de Adi Shankara que había leído varios años atrás y también el Aparokshanubhuti y el Atmabodha.
No sería justo después de todo lo escrito, que ahora no compartiese yo al menos un poco de esa comprensión, aunque para hacerlo deba recurrir a analogías (imperfectas) con el mundo material.
Imaginemos que tenemos cinco filtros fotográficos de color como estos:
El primero es de diamante puro, incoloro y totalmente transparente.
El segundo es de rubí rojo, transparente también.
El tercero es de esmeralda verde y es «semi-transparente» (más transparente que opaco)
El cuarto es de zafiro azul y es «semi-opaco» (más opaco que transparente)
El quinto está hecho de piedra azabache negra y es totalmente opaco.
Imaginemos que en una habitación completamente oscura disponemos a estos cinco lentes de manera vertical a cierta distancia unos de otros, de manera tal que un rayo de luz solar vertical que entra por un pequeño orificio en el techo, los vaya atravesando uno tras otro, comenzando por el de diamante y terminando por el de azabache, este último obviamente no podrá ser atravesado por la luz.
Al penetrar en la habitación por el orificio en el techo, el rayo de luz solar atraviesa en un instante a los cuatro lentes, transparentes, semitransparentes y semiopacos.
En cuanto el rayo de luz toca el cristal de un lente, este se vuelve «radiante» y aparenta «brillar con luz propia», pero no nos dejemos engañar por las apariencias, ninguno de esos lentes posee luz propia, la única luz aquí es la que procede del sol y que penetra en la habitación por un orificio en el techo.
El más radiante, por supuesto, es el primero que está hecho de diamante y es incoloro y transparente, los siguientes son cada vez menos luminosos hasta llegar al último que es bastante oscuro.
Un poco de metafísica
Ahora hagamos una abstracción mental e imaginemos una estrella de LUZ BLANCA que irradia infinitos rayos de LUZ BLANCA.
Pero esta estrella es inimaginable, impensable, irrepresentable, es una estrella totalmente metafísica, la LUZ BLANCA que irradia esta estrella no está hecha de fotones, no es una luz física, no es de naturaleza electromagnética, no es corpuscular ni tampoco ondulatoria, esta LUZ es metafísica, no puede ser vista ni por la visión normal del cuerpo físico ni tampoco por la visión sutil del cuerpo sutil.
El anna maya kosha no puede verla
El prana maya kosha no puede verla
El manomaya kosha no puede verla
El vijñana maya kosha no puede verla
El ananda maya kosha no puede verla
No se puede «ver» esa LUZ sólo se puede «ser» esa LUZ.
La mente no puede conocer la VERDAD, sólo se puede «ser» la VERDAD.
Podemos llamarla LUZ, podemos llamarla ESPÍRITU PURO o podemos llamarla «SER», esta LUZ es CONCIENCIA y los infinitos rayos de LUZ son «rayos de CONCIENCIA».
A esta estrella irrepresentable voy a llamarla Brahman y a los infinitos rayos de LUZ voy a llamarlos Átman.
Aparentemente son muchos los Átman «individuales» pero la verdad es que todos ellos son uno solo y el mismo, un solo y mismo rayo de LUZ, un solo y mismo Átman, todos ellos son … son la estrella, son … son Brahman.
¿Tú tienes un Átman y yo tengo «otro» Átman?
No, el Átman, es decir el Sí Mismo, es decir el Verdadero Yo, es UNO solo y el mismo presente en todos, todos somos Átman, todos somo Brahman.
Ahora elevemos el nivel de abstracción y digamos que no existe tal cosa como un espacio que sustenta a esa estrella y en el cual esa estrella está localizada, digamos que sólo esa estrella existe y nada más existe.
Digamos que no existe tal cosa como «más allá» de la estrella o «más acá» de la estrella ni tampoco tal cosa como dentro o fuera de la estrella, sólo existe la estrella y nada más existe.
La estrella no tiene forma, ni tamaño, ni propiedades, la estrella es LUZ INFINITA y esa LUZ es todo lo que existe.
Esa LUZ es Sat-Chit-Ananda, auto-existente y Verdadera y Evidente por Sí Misma.
Veamos la analogía con los cinco lentes
Esos cinco lentes representan a los cinco koshas, los colores son arbitrarios y no guardan significado alguno.
El rayo de luz solar que atraviesa a los lentes representa al rayo de CONCIENCIA PURA que es Átman, es … Brahman.
El primer lente de diamante «incoloro» y absolutamente transparente representa al ananda maya kosha, cuando es atravesado por el rayo de CONCIENCIA (en realidad es un rayo de Sat-Chit-Ananda) se vuelve «radiante», aparenta brillar con luz propia, es decir que aparenta brillar con Existencia-Conciencia-Dicha «propias», pero no son propias, el ananda maya kosha no es un «ser vivo», es una «cosa», un objeto inerte, el Único Viviente aquí es el rayo de LUZ (satchitananda) que es Átman, es Brahman.
¿Si el ananda maya kosha es tan radiante (el más radiante de los cinco koshas) entonces porqué se dice de él que es «la ignorancia sin comienzo», «la ignorancia misma», «la avidya primordial»?
¡Ahhh! ¡Excelente pregunta!
Eso es porque el ananda maya kosha es «el principio mismo de individuación».
El ananda maya kosha es la semilla causal de toda «individualidad» que se va haciendo cada vez más clara y definida y va cobrando forma concreta y materializándose «más abajo» en las dimensiones inferiores (plano mental, plano astral, plano físico). Si el compuesto de los cinco koshas es como un árbol, el ananda maya kosha es como la semilla de la que surge la raíz.
No es Átman el principio de individuación, el ananda maya kosha lo es.
Átman es omnipresente y omnipenetrante, pero «dentro» de un kosha «parece» ser individual.
Átman no es (como dice la teosofía) una «mónada».
Lo más parecido al concepto de mónada vendría a ser justamente el ananda maya kosha, el principio mismo de individuación.
Y la individuación, la «individualidad» es la ignorancia misma, no existe otra ignorancia más que la creencia en la individualidad.
No existe en el universo tal cosa como individualidad e individualidades, eso es precisamente la ilusión (maya)
No solamente que no existe tal cosa como la «personalidad» sino que no existe tampoco tal cosa como la «individualidad».
No somos «individuos», somos Brahman y Brahman es Indiviso e Indivisible, por lo tanto el «principio de individuación» (de fragmentación) es decir, el ananda maya kosha no puede ser real, tiene necesariamente que ser ilusorio.
Sólo existe Brahman, el primero sin segundo, y en Brahman no existe ni la más mínima «individualidad».
A medida que el rayo de CONCIENCIA PURA (el rayo de satchitananda) va atravesando a los koshas de «las dimensiones inferiores» (vijñana maya kosha, manomaya kosha, prana maya kosha … ) estos se vuelven «radiantes» y aparentan brillar con luz propia, es decir, aparentan poseer Sat-Chit-Ananda «propias».
Pero no nos dejemos engañar por las apariencias, ninguno de esos koshas posee ni existencia, ni conciencia, ni dicha «propias» sino que las reciben «de prestado».
Ninguno de esos koshas es un verdadero «ser vivo», son simples «cosas», objetos sin vida, máquinas, mecanismos (densos o sutiles) sólo hay Un Verdadero Ser Viviente aquí y ese es el rayo de CONCIENCIA, es decir … Átman, es decir … Brahman.
A medida que la «individuación», es decir la ignorancia, se va haciendo cada vez más clara y definida, a medida que va cobrando forma concreta y se va densificando y solidificando, los koshas de los planos inferiores al plano causal se vuelven cada vez más densos, más opacos y sólidos, es decir que se vuelven cada vez menos permeables a esa LUZ que es CONCIENCIA PURA, que es Sat-Chit-Ananda y por ende cada vez se vuelven menos radiantes, menos brillantes, cada vez reflejan menos existencia, conciencia y dicha.
Se dice por ejemplo, que el ananda maya kosha es «superconsciente», que el vijñana maya kosha es «consciente» o que el prana maya kosha y el anna maya kosha son «inconscientes».
Pero esto es sólo una manera de hablar que causa bastante confusión.
Recordemos que ninguno de los koshas posee existencia, conciencia y dicha «propias» sino que sólo reflejan la Existencia, Conciencia y Dicha del Átman que es el Único Ser Viviente aquí y «no hay nadie más», no hay ningún «otro» u «otros».
Sólo hay UN Existente, Conciente y Dichoso, no hay «muchos».
De modo que el problema no es que el cuerpo físico y el cuerpo pránico sean «inconscientes» o que el vijñana maya kosha sea «consciente» y el ananda maya kosha sea «superconsciente».
Se dice por ejemplo que el manomaya kosha «se identifica» con el cuerpo físico y «cree ser» el cuerpo físico y a esa creencia «operante» se la llama ego o ahamkara … ¿Quién cree ser el cuerpo físico? … el manomaya kosha ……….. «¿Quién?» … pues … el, el … el manomayakosha … ¿Sí? … ¿Seguro?
Se dice por ejemplo que el vijñana maya kosha «cree ser» el alma individual, el alma que reencarna y se dice que el vijñana maya kosha «cree siempre» que son «suyos» el manomaya kosha, el prana maya kosha y el anna maya kosha, «cree» que son «sus» vehículos de manifestación en cada encarnación, se dice que el vijñana maya kosha «cree» «evolucionar» en cada encarnación y ……… «¿Quién cree ser el alma individual?» … el vijñana maya kosha … ¿Quién?
Recordemos que aquí hay UNO SOLO, aquí hay Un Solo Verdadero Ser Viviente, Existente, Conciente y Dichoso y no hay «nadie más».
Sólo hay UNO capaz de: «creer ser lo que no es», «confundirse», «identificarse erróneamente con», «prestar atención», «no prestar atención», «olvidarse de Sí Mismo», «recordarse a Sí Mismo», y ese UNO no es otro que Brahman, es Átman.
Lo que sigue podrá no gustar y no ser aceptado pero es un hecho, es «lo-que-ocurre», simplemente ASÍ ES.
Volvamos a ese rayo de LUZ que es CONCIENCIA PURA.
A medida que ese rayo va «descendiendo» y va atravesando al ananda maya kosha, al vijñana maya kosha, al …….. ese rayo va, en su aparente descenso, va olvidándose cada vez más de Sí Mismo y creyendo ser lo que no es, hasta llegar al extremo, al colmo de creer ser el cuerpo físico y esa «creencia» es Omnipotente, porque es el Omnipotente Brahman Quien lo cree, de modo que a no subestimar la potencia infinita de esa creencia y su infinito poder de sugestión auto-hipnótica.
Nada malo ni bueno ni imperfecto hay en esto, es la naturaleza de ese rayo de CONCIENCIA olvidarse a Sí Mismo y es la nauraleza de ese rayo de CONCIENCIA recordarse a Sí Mismo.
La palabra Brahman significa «expansión».
El Aitareya Upanishad dice así:
Prajñanam brahma: «El Bráhman es puro prajñá»
Y prajñá es «darse cuenta».
¿Darse cuenta de qué?
Darse cuenta de la Verdad.
¿De qué verdad? ¿Acaso de la verdad acerca de la estructura de la materia o de la naturaleza de la gravedad?
Prajñá es darse cuenta de la Verdad Superior acerca del Ser, acerca de lo que Verdaderamente Soy.
El Bráhman se olvida de Sí Mismo llegando al extremo de creer ser el cuerpo de carne y hueso.
La CONCIENCIA del Bráhman se comprime infinitamente y se vuelve ultradiminuta como un punto sin tamaño, adimensional, esa es la chispa, la llama ultradiminuta, perenne e INEXTINGUIBLE de la Verdad Olvidada presente en cada aparente «ser», en cada «ente» de este universo.
Luego de eones, de eones, de eones de deambular en el samsara, el discípulo infinitamente extenuado (es decir Bráhman) se acerca al gurú (que es el Satgurú, es decir Bráhman) y le pide ayuda para poder abandonar el samsara.
Luego de eones, de eones, de eones de deambular en el samsara el discípulo está finalmente listo para escuchar del gurú la Verdad Olvidada y «recordar», está listo para emprender el camino de regreso.
El Maestro lleno de misericordia le dice: «No temas hijo» y le da su gracia y le dice: «Tú eres Bráhman»
Y luego de eones, de eones, de eones de deambular en el samsara el discípulo CREE en las palabras del Maestro que reviven en él reminiscencias antiguas, la potencia de esa creencia del discípulo que CREE en las palabras de su Maestro es infinita porque es el Omnipotente Bráhman el que cree ( ¿Quién «otro» podría ser si no hay nadie más? ) y la chispa ultra-diminuta, ultra-comprimida de la Verdad Olvidada se EXPANDE infinitamente, el prajñá se EXPANDE infinitamente.
Este es el mensaje final del Vedanta
El conocimiento final
El conocimiento último, absoluto y supremo
La Buena Noticia
«Tú eres Bráhman»