Recientemente, un grupo de investigadores israelíes de la Universidad de Tel Aviv decidieron estudiar un fenómeno curioso de los girasoles: sus movimientos que parecen una danza.
El estudio, liderado por Yasmine Meroz de la Escuela de Ciencias Vegetales y Seguridad Alimentaria de Tel Aviv, y Orit Peleg de la Universidad de Colorado, Boulder, fue publicado en la revista especializada Physical Review X.
Los resultados del estudio confirman que los girasoles que crecen juntos en ambientes densos se mueven en un patrón de zigzag, como si estuvieran bailando recibir la justa medida de luz solar y al mismo tiempo evitar bloquear la luz de sus vecinos.
Meroz y Peleg llevaron a cabo un experimento controlado en un laboratorio, donde cultivaron cinco girasoles en fila y documentaron sus movimientos durante más de una semana mediante fotografías en time-lapse, creando una película, a partir de la cual identificaron un patrón zigzagueante en sus movimientos.
Peleg explicó que “aunque este movimiento parece impredecible, físicos como Albert Einstein desarrollaron fórmulas matemáticas para predecir el comportamiento promedio de grandes grupos de estas partícula”.
Por su parte, Meroz afirmó que cuantificaron ese “movimiento estadísticamente y demostramos mediante simulaciones por computadora que estos movimientos aleatorios se utilizan colectivamente para minimizar la cantidad de sombra”.
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