Se trata, sin lugar a dudas, de una imagen impactante.

Un objeto no identificado que se mueve a gran velocidad parece atravesar el Sol y salir por el otro lado.

El vídeo, cuya procedencia no hemos podido localizar todavía, está siendo compartido en las redes sociales, especialmente en perfiles afines a la conspiranoia, como prueba de que objetos interestelares de procedencia extraterrestre aprovechan la energía del Sol.

Juzga por ti mismo.

Las espectaculares imágenes han aparecido en Internet después de la intensa actividad solar que, desde el pasado jueves 10 de octubre, ha causado que las auroras boreales pintaran los cielos de todo el hemisferio norte, en latitudes tan inusuales como la isla de Cuba.

Estas luces comenzaron con explosiones gigantes en la superficie del sol, conocidas como eyecciones de masa coronal, que envían corrientes de partículas energéticas al espacio. Cuando estas partículas cruzan la órbita de la Tierra, crean una perturbación en el campo magnético de nuestro planeta, lo que se conoce como tormenta geomagnética.

Los expertos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) calificaron la tormenta como G4, severa sobre una escala de 5.

La coincidencia con el vídeo del que ahora hablamos venía a sugerir una relación directa entre estas tormentas solares y la penetración de esta nave interestelar.

Puede que simplemente se trate de un CGI, ers decir, de un vídeo generado con efectos especiales digitales; de IA (Inteligencia Artificial) o incluso que se trate de un “instante decisivo”. De esta forma llaman los fotógrafos a la coincidencia de dos eventos que no están relacionados entre sí.

Con un telescopio provisto de un filtro solar de hidrógeno alfa, que resalta la cromosfera solar, Andrew McCarthy logró fotografiar y grabar en vídeo esta curiosa escena que muestra a un avión “atravesando” el sol. Las estelas que dispersan la luz alfa de hidrógeno del sol crean la ilusión de que el avión desaparece.

Esto se ajusta perfectamente al vídeo que ahora se ha viralizado y, desde la óptica de la navaja de Occam, es más racional que se trate de un efecto óptico parecido que de un «ovni bala» atravesando el Sol.

Las auroras boreales de estos días no son una consecuencia de extraterrestres sino de la actividad del sol que sube y baja en ciclos de 11 años. Ahora mismo se está acercando a un máximo solar por lo que, con toda probabilidad, veremos el cielo como un nuevo lienzo de color.