Un producto muy común ha provocado 151 millones de problemas mentales en la generación X

Si bien los problemas de salud mental suelen asociarse a las nuevas generaciones, en la X también hay muchos y una buena parte puede deberse a la gasolina con plomo.
salud mental
Drazen Zigic en Freepik

Los problemas de salud mental se han convertido prácticamente en una pandemia que afecta a personas de todas las edades. Puede parecer que los más jóvenes son los más afectados, porque son los que más lo cuentan y, también, quienes más buscan ayuda psicológica. Sin embargo, esto en realidad ocurre porque las nuevas generaciones se han despojado de buena parte de los tabúes que tenían las anteriores. Eso no quiere decir que en el pasado no existieran la depresión o la ansiedad. De cualquier modo, sí es cierto que la situación ambiental, los conflictos bélicos y los múltiples efectos del capitalismo, por no contar con lo sucedido con la COVID-19, han avivado muchísimo más estos problemas. Eso está claro y lo sabemos bien. Sin embargo, hay impulsores mucho menos conocidos de los trastornos de salud mental. Por ejemplo, el uso de gasolina con plomo.

Lo ha explicado recientemente en un artículo para The Conversation la profesora de Economía Ludovica Gazze, de la Universidad de Warwick. En esta publicación hace referencia a un estudio reciente de científicos de la Universidad Estatal de Florida, pero también a otras investigaciones realizadas en diversas partes del mundo en los últimos años.

En todos ellos se analizan los cambios en la salud cognitiva y mental de personas expuestas al tráfico en distintas partes del mundo a medida que la gasolina con plomo se fue prohibiendo. Dicha prohibición fue muy paulatina, de modo que se pueden realizar estudios en distintas partes del mundo y comparar los resultados para obtener conclusiones más sólidas. Estas dejan poco lugar a dudas. Estos combustibles han sido, con gran probabilidad, impulsores de muchos problemas de salud mental en personas de la generación X.

Los efectos perniciosos del plomo

El plomo se ha usado durante muchísimo tiempo con fines muy dispares. Los romanos se lo añadían al vino como endulzante, los egipcios lo utilizaban para fabricar maquillaje y multitud de pintores a lo largo de la historia lo emplearon como pigmento. Los efectos perjudiciales no tardaron en hacerse ver.

Personajes históricos tan relevantes como Francisco de Goya y Ludwig van Beethoven perdieron la audición y enfermaron a causa del contacto con plomo. El primero precisamente a través de los pigmentos y el segundo por el consumo de vino adulterado y pescado procedente de aguas contaminadas.

sordera Beethoven
Algunos personajes históricos, como Ludwig van Beethoven, enfermaron a causa del plomo.

Hoy en día se sabe que el plomo imita al calcio en el organismo. Eso significa que interfiere en muchísimas funciones fisiológicas al evitar que este lleve a cabo su función. El calcio es especialmente necesario para el sistema nervioso, de ahí que muchos de los efectos que se conocen de la intoxicación por plomo sean a nivel cognitivo.

A pesar de que todo esto ya se intuía a principios del siglo XX, se le siguieron buscando aplicaciones al plomo. Se pensaba que si no se ingería o se tocaba no tendría por qué ser peligroso. Su mayor auge llegó en 1921, cuando tres ingenieros de General Motors descubrieron que si se añadía plomo de tetraetilo a la gasolina aumentaba mucho el rendimiento y se disminuían los posibles daños en los motores.

Sin duda era muy eficaz, pero sus propios descubridores se dieron cuenta de que era una mala idea cuando uno de ellos enfermó. Poco después lo hicieron varios trabajadores implicados en la producción de gasolina con plomo. Algunos incluso murieron. Se señaló al plomo como responsable de las muertes. Sin embargo, las autoridades sanitarias de Estados Unidos determinaron que el riesgo para los conductores y personas expuestas al tráfico sería prácticamente inexistente, por lo que solo sería necesario extremar las precauciones a nivel industrial. Llegaron a estas conclusiones basándose en estudios científicos patrocinados por la propia industria. Aun así, se consideró fiable y se siguió usando muchísimo tiempo.

El abandono paulatino de la gasolina con plomo

En la década de 1970 se publicaron estudios independientes en los que la gasolina con plomo salía mal parada. Según estos, sí que podía ser peligrosa para conductores y personas expuestas al tráfico. Además, en esa misma década se descubrió una forma de obtener gasolina sin plomo con un rendimiento similar, por lo que ya no era necesario este metal. Poco a poco su uso fue cayendo y, en 1999, empezó a prohibirse. El primer país en hacerlo fue Reino Unido. El último, en 2021, Argelia. En el caso de España, se prohibió en 2002.

gasolina con plomo
Argelia fue el último país en prohibir la gasolina con plomo

Esta información es interesante de cara a la realización de estudios que permitan discernir los efectos de la gasolina con plomo sobre la salud mental y otras cuestiones sanitarias. Si se comparaban los datos observacionales de distintos países, en distintas épocas, se podría comprobar si este combustible estaba influyendo en alguno de esos síntomas.

Uno de los primeros estudios de este tipo se llevó a cabo en Suecia. Se analizaron datos cognitivos de niños residentes en zonas cercanas o alejadas de las autopistas. Pero no solo se compararon estos dos grupos de niños. También se hicieron comparaciones dentro de cada grupo a medida que pasaba el tiempo y se iba prohibiendo la gasolina con plomo.

Así, se vio que en los lugares cercanos a las autopistas había una mayor proporción de niños con bajos resultados educativos y un mayor riesgo de desarrollar actividades delictivas en la vida adulta. Sin embargo, este riesgo fue cayendo a medida que se iba prohibiendo la gasolina con plomo.

La gasolina con plomo y la crisis de salud mental de la generación X

Después del estudio sueco se han llevado a cabo otros en distintos países. En algunos se analizaron solo los efectos cognitivos. En otros también se tuvo en cuenta cómo afecta la exposición a la gasolina con plomo a la salud cardiovascular o renal, entre otras. El último estudio, publicado hace apenas unos días, analizaba datos de Estados Unidos y Nueva Zelanda. De nuevo, se encontró una gran relación entre la cercanía a zonas de tráfico y los problemas de salud mental, pero los riesgos fueron disminuyendo con la prohibición de la gasolina con plomo.

tráfico
Las personas que han vivido cerca de zonas con mucho tráfico tenían más riesgo para su salud mental.

Las personas más afectadas son las de la generación Xnacidas entre 1965 y 1981. En las generaciones posteriores hay muchísimos problemas de salud mental, pero la gasolina con plomo ya no está involucrada, pues la mayoría de personas de esta generación han convivido en lugares libres de gasolina con plomo.

Este estudio señala que la gasolina con plomo podría haber producido 151 millones de trastornos de salud mental evitables. Estos incluirían depresión, ansiedad y también ciertas condiciones como el neuroticismo, entre otras.

Por lo tanto, la salud mental se ve influida con muchísimos más factores de los que podríamos llegar a creer. Desde las crisis económicas hasta la gasolina con plomo. Lo que está claro es que si tu salud mental se resiente nunca es culpa tuya. Si quieres empezar a tratarla, es lo primero que debes recordar.

https://hipertextual.com/2024/12/producto-comen-gasolina-con-plomo-salud-mental

Un comentario en “Un producto muy común ha provocado 151 millones de problemas mentales en la generación X

  1. Durante mucho tiempo las tuberías por las que circulaba el agua potable que se consumía en los hogares eran de plomo. Seguro que algo tuvieron que ver.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.