Al menos 500 personas han muerto en Estados Unidos desde 2001 a causa del uso de pistolas eléctricas (tasers) por parte de la Policía durante el arresto o cuando estaban en la cárcel. Son datos de la organización Amnistía Internacional (AI), que ha pedido mayores restricciones para limitar su uso por parte de las fuerzas de seguridad.
«De los cientos de personas que han muerto a causa del uso de tasers por parte de las fuerzas de seguridad en Estados Unidos, decenas, y posiblemente grandes cantidades de los mismos, lo han hecho a causa del uso innecesario de la fuerza», explicó la directora para América de AI, Susan Lee. «Esto es inaceptable», agregó.
En este sentido, AI ha indicado que unas normas estrictas a nivel nacional sobre el uso de estas armas y otras similares -Dispositivos de Energía (CEDs)- sustituirían de manera efectiva a las miles de políticas individuales que siguen los estados y las agencias locales del país.
La última muerte en estas circunstancias se produjo el pasado 13 de febrero, después de que Johnnie Kamahi Warren, de 43 años de edad, fuese atacado con este arma por un agente de Policía en Dothan, Alabama, al menos en dos ocasiones.
El hombre, que estaba desarmado y ebrio, dejó de respirar poco después de recibir las dos descargas y falleció en el hospital menos de dos horas después.
«La Policía estadounidense permite el uso amplio de estas armas, a menudo en situaciones en las que no es necesario», explicó AI. Las agencias de seguridad defienden su uso y argumentan que puede salvar vidas y reducir a sospechosos peligrosos o no cooperativos. Sin embargo, AI subrayó que estas armas sólo deberían ser usadas como una alternativa en situaciones en las que la Policía tuviera que considerar el uso de armas de fuego.
«No eran una amenaza»
En su informe de 2008 sobre este asunto, AI apuntó, tras la revisión de 98 casos de fallecimientos por el uso de tasers, que el 90% de los muertos estaban desarmados cuando fueron atacados y que muchas de las víctimas fueron sometidas a múltiples electroshocks.
Asimismo, destacó que la mayoría de las muertes fueron achacadas a otras causas, aunque la revisión médica estableció que estas armas fueron causa o factor de más de 60 de las muertes.
AI ha denunciado la existencia de «continuos informes» sobre agentes aplicando shocks múltiples o prolongados a pesar de las advertencias de que este uso podría incrementar el riesgo de efectos adversos sobre el corazón o el sistema respiratorio.
«Lo más preocupante del uso de ‘tasers’ por parte del la Policía es que la mayoría de los que fallecieron por su causa no eran una amenaza cuando fueron atacados», apostilló Lee.
Fuente: http://www.20minutos.es/noticia/1310543/0/muertes/tasers/policia-eeuu/
Simple y lisa brutalidad policíaca